…Yo he regresado a ti
desde la incertidumbre con espinas…
(Pablo Neruda, “La pregunta”)
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Y fui un duende

                         por unos minutos

y me acurruque en tu boca

me adormecí en tu vientre

solitario y feliz

y volé a tus sueños

y respire tu brisa

fantasma de la noche

con heridas perfectas

heridas antiguas

de entregar y no recibir

Me quito el disfraz

que de duende no habrá

porque la vida me quita

lo que nunca pude dar

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Te tomaría de las manos

suspiraría un tulipán

negro verde arcoiris

de mi palpitar

Te tomaría de las manos

y mi boca y la tuya

fundarían un despertar

Te tomaría de las manos

y relataría mi religión

                                  eterna de la mar

Te tomaría de las manos

y  no me apartaria de tu corazón

                                                 tu verdad

Te tomaría de las manos

y por fin

              aparecería nuestra libertad