Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

lunes, 3 de septiembre de 2012


DETRÁS DE LA FACHADA

Después del noticiero de las 8 pm prácticamente con el plato de comida sin terminar se quedaba uno embelesado viendo en el televisor americano en blanco y negro ese momento de alivio que le llegaba a la familia cubana, y a uno, que con seis o siete años apenas comprendía los delirios de un personaje como Bernabé, el marido de Monga, pero que con sus movimientos y  bufonadas de guapo arrepentido, solo de verlo, te arrancaba una sonrisa aunque no quisieras. Quedo en el recuerdo sus frases repetidas una y otra vez como “Atrevidoooo”, “Mentira, tu me ta engañando”, “me siento porque me da la gana”, o aquella improvisada como única vez que se hizo tan famosa entonces cuando Bernabé amenazando a su nieto para que se portara bien, descargo aquello de “sino te portas bien, te voy a castigar viendo muñequitos rusos”.

Es increíble como te viene a la mente esos momentos donde Enrique Arredondo (Bernabé, Dr. Chapotin, Cheo Malanga, el Negrito) rompiendo esquemas y libretos repetía una frase salida del barrio o acosaba con sus besos largos y enmarañado a una Consuelito Vidal que no sabía dónde meterse.

Estos recuerdo no vinieron solos, mi hija que vive en Cuba, de vez en cuando (mas de vez que en cuando), me mantiene al tanto con algunos programas que se ven o se vieron en la televisión cubana, y me había comentado sobre “Vivir del cuento” con un Pánfilo que encarna al viejito del barrio pendiente siempre de la libreta de abastecimiento como único sustento real para su vida, gracias a la internet uno puede acceder a esos materiales y disfrutarlo a 6500 km de mi Cuba, y es precisamente este personaje de Pánfilo con su manera peculiar de caminar el que me hizo recordar a este otro Bernabé, que todos los que vivimos los años 70 lo guardamos con tanto cariño. Dos épocas distintas pero una única manera de seguir riéndonos de las realidades cotidianas que aquejan al cubano de a pie detrás de la fachada.
 
 

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