Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

lunes, 29 de junio de 2015

MARIO CONDE, el policía más famoso de la literatura cubana, salta al cine
( por Alejandro Ernesto EFE, sacado del elnuevoherald.com)

Mario Conde, el popular personaje del escritor Leonardo Padura, dará el salto al cine con una película y una miniserie televisiva que se rueda actualmente en La Habana bajo la dirección del español Félix Viscarret y con Jorge Perugorría en la piel del policía más famoso de la literatura cubana.

El desencantado investigador con vocación de escritor con el que Padura, galardonado recientemente con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, construyó todo un retrato de la Cuba contemporánea ya está tomando forma cinematográfica en la primera adaptación de las novelas de la “saga Conde”, en concreto las cuatro primeras: “Pasado Perfecto”, “Vientos de Cuaresma”, “Máscaras” y “Paisaje de Otoño”.

“Es una adaptación de la novela ‘Vientos de Cuaresma' y luego esa película continúa adaptando las otras tres novelas que conforman la tetralogía de ‘Las Cuatro Estaciones’. Será una película para cine a la que se le sumarán otros tres episodios más para televisión”, explicó a Efe Félix Viscarret durante una de las sesiones del rodaje, que comenzó hace varias semanas en La Habana.

Un proyecto que Viscarret asume como “un honor” y “una tremenda responsabilidad” pero que ante todo “es un regalo para un director”: “Hacer un ‘noir' (cine negro) en La Habana con todo lo que tiene esta ciudad de riquezas de matices, misterios, contradicciones, niveles ocultos, callejones poco iluminados, coches antiguos… ¿Hay algo más apetecible y fascinante que llevar eso al cine?”.

El director de “Bajo las estrellas” se declara un enamorado de la literatura de Padura y en especial de su personaje Mario Conde al que define como “un antihéroe”.

“A mi me enamora Conde porque es un perdedor, porque es amigo de sus amigos, es enamoradizo, irónico, sabe conectar con el pueblo de forma rápida, tiene sentido del humor, instinto, inteligencia. Por el talento especial que tiene, muy a su pesar. Diría que es alguien que tiene un don aunque quizás preferiría no tenerlo”, señaló el realizador.

Con el salto de Mario Conde al celuloide, el actor Jorge Perugorría, la cara más internacional del cine cubano, también cumple el sueño de encarnar a “uno de los personajes más importantes de la literatura contemporánea cubana”, en un papel “fascinante, lleno de complejidad y matices”.

“Es una responsabilidad muy grande porque todo el mundo tiene un Mario Conde en la cabeza cuando uno se lee las novelas de Padura. Cada cual se imagina un Mario Conde diferente y es siempre es un reto”, dijo a Efe Perugorría durante el rodaje en un caserón del habanero barrio de Víbora que se ha ambientado como la vivienda del policía de Padura.

Perugorría — que saltó a la fama internacional por su papel protagonista en la “Fresa y Chocolate”— se siente en cierto modo identificado con Conde, un personaje que “representa y evoca” una generación de cubanos “nacida y criada con la Revolución, con sueños cumplidos y otros sin cumplir, con unas vivencias muy particulares y colectivas que tuvieron como generación”.

En “Vientos de Cuaresma”, Perugorría o “Pichi”, como le conoce todo el mundo en Cuba, comparte reparto con la actriz colombiana Juana Acosta, quien da vida a Karina, una bella y enigmática ingeniera con vocación de saxofonista que se cruza como un “torbellino” en la vida de Mario Conde, con quien tiene una historia de amor.

Dos personajes que “se unen en los sueños rotos, en esos sueños no cumplidos, en ese dedicarse a lo que no querían dedicarse (…) Es un encuentro de dos almas muy necesitadas que encuentran una efervescencia precisamente en las soledades que tienen los dos”, según Acosta.

La actriz destaca que la película está impregnada de “ese aroma de nostalgia al que nos remite Cuba normalmente”, una sensación que se refuerza porque la historia está situada “en una época en la que no hay ordenadores, no hay tabletas, no hay teléfonos móviles. Decimos que en los 90, pero realmente aquí en Cuba está todo un poco detenido en el tiempo”.

Una Cuba con la que Juana Acosta se ha reencontrado varios años después de su primer viaje a la isla y donde ahora sí percibe algunos cambios: “Noto una apertura que se empieza a sentir en muchos detalles. No es una cosa muy evidente pero es mucho más de lo que la gente piensa”, destacó.

Además de Perugorría y Acosta, el resto de personajes principales de “Viento de Cuaresma” lo interpretan actores cubanos como Carlos E. Almirante, en el papel del sargento Manuel Palacios y compañero de las andanzas policiales de Mario Conde; Laura Ramos como Tamara, su amor de juventud; o Luis Alberto García como Carlos “El Flaco”, el mejor amigo del protagonista al que una herida en la guerra de Angola lo dejó en una silla de ruedas.

El proyecto cinematográfico-televisivo de “Las Cuatro Estaciones”, que ha tenido como guionistas al propio Leonardo Padura y a su esposa Lucía Coll, es una producción de Tornasol Films y Nadcom Production y cuenta con la participación de Televisión Española (TVE).

lunes, 22 de junio de 2015

DE LA POESÍA Y EL SER

(Rolando López del Amo, sacado del blog de Silvio Rodríguez "Segunda Cita")

La poesía lírica es la necesidad que tiene el poeta de hacer objetivo lo que siente y pasar del soliloquio al diálogo. Es un reclamo  íntimo de comunicación porque vivir no es otra cosa que estar en relación con la otredad. Cada criatura es parte de lo vario en lo uno.

Lo primero en poesía, como en cualquier otra forma de la comunicación interhumana, es tener algo que decir, que transmitir. Lo segundo es la forma en la que va a
hacerlo.

En los tiempos antiguos de transmisión oral de la creación literaria, era imprescindible lograr un ritmo, una cadencia, una musicalidad que ayudara a la memorización. Métros, rimas, metáforas, símiles, epítetos, fueron también elementos coadyuvantes. Esa fue la mayéuyica del lenguaje en verso, necesariamente eufónico, con toda la variedad de estructuras que cada cultura creó y compartió con las otras. Todas perseguían un ideal de belleza expresiva más allá del lenguaje cotidiano. Estas características de la poesía se extendieron a la prosa para que fuera no sólo utilitaria.

Sabemos que los ideales de belleza son diferentes según las geografías, niveles de desarrollo humano, épocas. Todo cambia. La vida es movimiento y desarrollo. Lo importante en la poesía, como en todas las ramas del arte, es su capacidad de impresionar al que la recibe, de forma tal que pueda compartir el sentimiento que se le expone, hacerlo suyo. Para el sabio Carlos Marx, lo importante de la obra de arte consistía en su capacidad de deleitar, de atrapar la atención, con agrado, independientemente del contenido. Para otro alemán, W. Goethe, la poesía era lo que quedaba del poema después de traducirlo a otra lengua. O sea, el sentimiento puro. Para José Martí El arte sumo…es el que saber sacar el alma de las cosas, producir con el detalle la emoción de la armonía, inundar las entrañas de deleite (15-438)

Ética y estética andan por la vida moviéndose por líneas paralelas, tomadas de la mano y entrcruzándose, en su paso por el tiempo. Ninguna de las dos es inmutable, pero sus propósitos últimos se mantienen: el bien y la belleza. Estos dos principios se cubren con mantos diversos de modos y modas, pero, en su esencia última, forman una unidad inseparable. Tanto el uno como el otro son distintivos de lo mejor de la condición humana, de su inteligencia sentimientos, de eso que llamamos, como expresión quintaesenciada, el espíritu.

En poesía hay, básicamente, dos actitudes formales. Una prefiere la diafanidad. La otra, la sombra intrincada y laberíntica. Lo sencillo o lo recargado. Cada criatura tiene su modo y uno no excluye al otro. Sus extremos son el páramo y la selva. Entre ellos hay prados, jardines y macetas, arboledas y ríos, mares y montañas.

Todo tiene su valor. Uno será más de nuestro gusto y otro menos o nada; pero todo es parte del proceso colectivo por apropiarnos de la realidad, desentrañarla, comprenderla y tratar de explicarnos a nosotros mismos, de saber qué somos entre la temporalidad y la eternidad.

Calderón de la Barca decía que la vida es un sueño y William Shakespeare la veía como una actuación teatral. Para José Martí la vida era novela, taller, lucha. La vida es inspiración, la vida es fraternidad, la vida es estimulo, la vida es virtud! (22-82), escribió. La vida está en la compañía y el sacrificio (5-436)

Sea sueño, pieza teatral, novela o como queramos definirla, la vida humana es nuestra participación en el ser y en el estar. La temporalidad y la decadencia vencen a nuestra lozanía y deseos de permanencia. Por Desde La Iliada, se muestra la vida de los hombres es drama y tragedia, en tanto la de los dioses en que nos sublimamos, es comedia, diversión.

En el tránsito hacia el polvo del origen, la poesía puede ser cercana compañera, amiga íntima, espejo y consolación, acicate y sosiego, revelación y enigma.

En todo caso, siempre, ayuda para ascender un paso más en el sendero que permite  al animal que somos alcanzar sus más altas posibilidades, aproximarse a lo mejor de su naturaleza, que se manifiesta en la capacidad de amar y agradecer el formar parte del  misterio y milagro de  La Gran Ilusión, a la vez  tangible y desconocida.

viernes, 19 de junio de 2015

…Recuerda que solo eres un muerto que vigila
(“Sin novedad en el frente”, José Luis Fariñas)



DARSE CUENTA

Ayer me cubrí de espanto
con botas sin suela en el barro
Vivo para contarlo no se a quien
                             (nadie encuentra que escuchar)
Lo precioso del asunto no son las ideas
ni quien la dice
Para el otro siglo
                          O mejor,
                                        dentro de unos días

ya nadie sabrá que existo

domingo, 7 de junio de 2015

Unánime
(José Luis Fariñas)

Serás el pino que arde en un remoto páramo,
cuando le falten las luces más difíciles al rio,
cuando se despierte el aura de tu corazón,
cuando se incendie la corriente que devuelve los corderos,
cuando ya yo no esté, y puedas respirar tranquilamente
a pesar de las llamas que te envuelven.