Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

miércoles, 27 de abril de 2016

...Oye, hermano, no tardes
en salir. Bueno? Puede inquietarse mamá.
(Cesar Vallejo "A mi hermano Miguel")

HOGAR

Siempre me pregunte como habían hecho mis Bisabuelos Tecla (Mamío) y Burtía para formar un hogar viajando por este Mundo como buenos gitanos que eran, sabiendo de antemano que tuvieron en total 9 hijos, nacidos en países tan disimiles, como Rusia, Polonia, Inglaterra, México, Nicaragua, Argentina y otros (que no guardo registro). Muchas veces he pensado, que podría haberles pasado por sus mentes cuando la última vez que entraron en la Habana en 1924, después de sus idas y venidas a la isla, ya no se fueron más porque su hija predilecta "La Paricho", mi abuela, había encontrado el amor del español Rogelio y había decidido que en Cuba estaba su hogar. ¿Como en medio de un campamento gitano y de semejante ajetreo viajando con tantos hijos, formaron ese núcleo férreo que llamaron hogar?.


Como he dicho muchas veces, aquella comunidad de gitanos que se desarrollo finalmente alrededor de María Regla No. 64 en Lawton, y de la que guardo tan preciosos recuerdos de alegrías y tristezas como la vida misma, llego a su fin, no solo porque los lideres de aquella comunión, primero La Paricho y luego mi tío Pepe "el gitano", nos dejaron físicamente hace ya un tiempo, sino porque como buenos gitanos, cada vez que se pudo y se dieron las circunstancias, cada cual que pudo "rumbio" pa´lgún lugar de este planeta Tierra, siendo fieles a la sangre que nos dio luz.


Siempre pensé que allí en Lawton estaba ese lugar que me arropaba, y que lo había perdido con mi decisión de venirme a esta tierra de tango y vino, pero solo ahora con mis 52 años a cuesta, y mi recién viaje a casa de mis padres en España, he comprendido conscientemente que es allí, con mi vieja, mi viejo, y mi hermano, donde esta ese lugar de fuego, donde nos calentamos y alimentamos el alma, donde todo parece fluir con solo una mirada, sin mediar palabra sabemos de una alegría y de un gran dolor, donde volvemos "ser" lo que siempre fuimos, encuentras finalmente a tu Hestia y la veneras como nunca.


Ahora entendí a Mamío y a Burtía, a esos bisabuelos gitanos que nos enseñaron el poder espiritual que tiene construir un hogar a pesar del lugar físico que pisamos, y debería estar feliz por mi hallazgo, pero no lo estoy, yo sé dónde está el mío, en el de mi hija yo no tendré ninguna participación.