Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

viernes, 4 de agosto de 2017

7 de noviembre de 1919.

Camaradas:

Hace dos años, cuando la guerra imperialista estaba aún en su apogeo, la insurrección del proletariado ruso y su conquista del poder político parecían a todos los partidarios de la burguesía en Rusia, parecían a las masas populares y quizá a la mayoría de los obreros de los demás países, una tentativa audaz, pero sin perspectivas. Parecía entonces que el imperialismo mundial era una fuerza tan enorme e invencible que de intentar los obreros de un país atrasado alzarse contra él procederían como unos insensatos. Pero hoy, lanzando una mirada retrospectiva a los dos años transcurridos, vemos que basta nuestros adversarios comienzan a reconocer cada vez más la razón que nos asiste. Vemos que el imperialismo, que parecía un coloso imbatible, ha resultado ser, a los ojos de todos, un coloso con los pies de barro. Estos dos años de experiencia y de lucha atestiguan con más evidencia cada día la victoria no sólo del proletariado ruso, sino también del proletariado internacional.

Camaradas: En el primer año de existencia de nuestro poder tuvimos ocasión de observar el poderío del imperialismo germano y hubimos de sufrir las consecuencias de la paz violenta y depredadora que se nos impuso, nos vimos precisados a lanzar solos nuestros llamamientos a la revolución, sin encontrar apoyo ni eco a nuestra llamada. Y si el primer año de nuestro poder fue a su vez el primero de nuestra lucha contra el imperialismo, muy pronto pudimos comprobar que la lucha de las diferentes partes de este gigantesco imperialismo internacional no era otra cosa que las convulsiones de la agonía y que en esa contienda estaban interesados tanto el imperialismo de Alemania como el de la burguesía anglo-francesa. Durante ese año averiguamos que este combate no hace sino vigorizar, multiplicar y restaurar nuestras fuerzas y dirigirlas contra todo el imperialismo. Y si durante el primer año creamos esa situación, en el curso de todo el segundo año nos hemos enfrentado cara a cara con nuestros enemigos. Hubo pesimistas que ya el año pasado nos increpaban con vehemencia, ya el año pasado decían que Inglaterra, Francia y Norteamérica representaban una fuerza tan enorme, tan gigantesca, que aplastaría a nuestro país. Ha pasado un año y veis que si este primer año se puede llamar año del poderío del imperialismo internacional, el segundo año será denominado año de la invasión del imperialismo anglo-norteamericano y de la victoria sobre ella, de la victoria sobre Kolchak y Yudénich y del comienzo de la victoria sobre Denikin.

Sabemos muy bien que todas las fuerzas militares movilizadas contra nosotros proceden de una determinada fuente de origen. Sabemos que los imperialistas les suministran todos los pertrechos bélicos, todo el armamento; sabemos que entregaron a nuestros enemigos una parte de su marina mundial de guerra y que ahora les ayudan por todos los medios y preparan nuevas fuerzas en el Sur de Rusia y en Arjánguelsk. Pero sabemos muy bien que todas estas fuerzas del imperialismo internacional, a primera vista grandiosas e invencibles, son frágiles, no las tememos, están podridas por dentro, nos robustecen más y más, y esta vigorización nos permitirá alcanzar el triunfo en el frente exterior y llegar hasta el final victorioso. No voy a detenerme a analizar esto, porque de esta tarea se encargará el camarada Trotski.

Yo creo que ahora es preciso intentar extraer las enseñanzas generales que se desprenden de los dos años de heroica labor en la esfera de la edificación.

Lo que, a mi juicio, constituye la deducción más importante de los dos años de construcción de la República Soviética; lo que, a mi modo de ver, tiene más importancia para nosotros, es la lección que brinda la edificación del poder obrero. Me parece que en este sentido no necesitamos limitarnos a los hechos concretos y aislados que se refieren a la labor de uno u otro Comisariado y que la mayoría de vosotros conocéis por propia experiencia. Yo creo que ahora, echando una mirada a los tiempos vividos, necesitamos sacar una enseñanza general de esta edificación, enseñanza que asimilaremos y daremos a conocer con amplitud creciente a las masas trabajadoras. Esta enseñanza consiste en que sólo la participación de los obreros en la dirección colectiva del Estado nos ha permitido mantenernos firmes en medio de dificultades tan increíbles y que únicamente siguiendo ese camino lograremos la victoria completa. Otra enseñanza que debemos extraer es que hemos logrado establecer unas relaciones justas con los campesinos, con la masa ingente de millones y millones de campesinos, ya que esas relaciones son las únicas que nos han permitido vivir, a pesar de todas las dificultades, y sólo ellas indican el camino por el que marchamos de éxito en éxito...

(Discurso de Lenin por el Segundo Aniversario de la Revolución de Octubre)