Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

miércoles, 3 de julio de 2019


A veces esta bueno volver a leer las ideas enunciadas y predicadas en un momento determinado de la historia que le toco vivir a uno, ideas, que por otra parte en su esencia me marcaron y que hoy se ven reflejada muchos años después, un poco vetusto uno, en tu país de origen. Recuerdo que cuando regresamos a Cuba en Febrero de 1988 de la URSS nos miraban y nos escuchaban como bichos raros, "ideológicamente" pervertidos, nada, no me importa que aquellas ideas costaron imponerse, y que más de uno las acallo con soberbia, imponiendo su jerarquía momentánea por llevar un apellido que no merecía, por suerte, con muchas dificultades humanas he logrado mantenerme coherente en esencia con todo el pensamiento político que me formo como individuo, doy gracias a Dios, de que tuve el inmenso privilegio de vivir determinadas experiencias humanas de las que salí fortalecido para el futuro. De aquella época perduran amigos entrañables de los que siempre sentí el calor humano a pesar que no siempre entendieron o coincidieron con las ideas que uno pregonaba. No había una "verdad revelada", solo se pedía la posibilidad de la confrontación y discusión de ideas, toda obra humana es perfectible, está hecha por nosotros, "tan abyectos y desarmados" que siempre tendrá errores.

SEGUNDA PARTE

La interesante entrevista reunida en un pequeño libro de 1987,"Perestroika: La revolución de las esperanzas.". Entrevista a Kiva Maidanik, investigador soviético, sobre dicho proceso. Publicado en: Nicaragua, Editorial Vanguardia 1ª ed., 1987; Honduras, Ediciones Bandera Roja, PCH, 1987; Venezuela, Vadell Hermanos Editores, 1988; Chile, Editorial Terranova, 1988; España, Editorial Txalaparta-Gebara, 1988; El Salvador, Ediciones Sistema Radio Venceremos, 1988; Ecuador, Editorial La Quimera, 1988. México, Editorial Nuestro Tiempo 1988.

En la presentación del libro  en 1987 su autora deja dicho lo siguiente:

"Lo que ocurre actualmente en la Unión Soviética es seguido con gran atención por el movimiento revolucionario y progresista del Tercer Mundo. Pocos imaginaron que el proceso iniciado con el triunfo de la Revolución de Octubre de 1917 sería conmovido tan profundamente, setenta años después, por una “nueva revolución dentro de la revolución”, como hoy se caracteriza a la perestroika en el país de los Soviets. Una conferencia de Kiva Maidanik, -historiador soviético, dedicado a los problemas del Tercer Mundo, investigador del Instituto de Economía Mundial yRelaciones Internacionales-, en la Escuela de Cuadros del Frente Sandinista en septiembre en Managua, a la cual tuvimos ocasión de asistir, motivó esta entrevista. Pensamos de inmediato cuán útil sería hacer llegar a la información que nos proporciono y sus reflexiones, como ciudadano soviético y cientista social a quienes hoy están deseosos de conocer más a fondo, tanto en Nicaragua como en el resto de nuestro continente, el proceso de cambios que se desarrolla en la URSS. Que este trabajo sea un modesto homenaje al setenta aniversario de la revolución que empezó a cambiar la suerte de los oprimidos de la tierra."
Marta Harnecker

III. LOS EJES DEL NUEVO MECANISMO ECONÓMICO.

¿Cuáles son los principales ejes del futuro mecanismo económico?

40. —Se trata de la creación de un mecanismo autosostenido de desarrollo económico; del paso de la gestión en que dominan los factores administrativos de “orden y mando”, a la gestión en la que dominan los factores económicos en todos los niveles; del paso de la preponderancia del dictado del productor, a la preeminencia de los intereses del consumidor, sea este el individuo, la empresa o la sociedad; del paso del predominio absoluto de la acción autoritaria, verticalista, del centro hacia la periferia, a la integración de ambos; del paso al mejoramiento y perfeccionamiento del sistema de dirección central coordinado con una amplia autonomía de las empresas. Se trata de un sistema que está basado, y debe a la vez garantizar, la coincidencia de tres intereses: el individual, el colectivo y el social. Debe ser un sistema moderno, dinámico, que asegure la prioridad de la calidad, del progreso técnico, del ahorro.

41. Pero no basta insistir en todo esto y en proclamarlo. Estos criterios deben ser garantizados por palancas económicas y entre éstas por el interés material del trabajador, tanto del productor comodel consumidor y por el principio de la autogestión, de la participación democrática de los trabajadores en la gestión de las empresas. Puede y debe superarse la ruptura entre el productor inmediato y el proceso de producción. O sea, el sistema debe establecer la unidad orgánica, la conjugación del centralismo renovado con la democracia que se amplía en forma vertical y horizontal.

42. La Ley de Empresa Socialista constituye el núcleo del nuevo mecanismo. Fue aprobada hacedos meses. En ella se considera a la empresa como el eslabón decisivo de toda la economía. Los 10 principios fundamentales de esta ley son: el autosostenimiento, el autofinanciamiento y la autogestión de las empresas...

¿Podría explicarme más en qué consiste la autogestión y esta Ley de Empresa Socialista?

43. —Antes, como le expliqué, la empresa recibía todos los índices de su actividad, hasta los de suactividad cotidiana, desde arriba en forma de plan obligatorio. En la nueva concepción de la gestión económica el número de estos índices se reduce drásticamente y la intervención desde arriba en la vida cotidiana de la empresa se elimina por completo. Fuera de los índices señalados, la empresa tiene completa libertad de decisión y de acción. El colectivo es el usufructuario de la propiedad socialista: elabora el plan, firma los acuerdos, decide cuantos trabajadores necesita, cuales serán sus normas de trabajo y salario, a donde mandar su producción y así por el estilo. No existe un presupuesto destinado a la empresa, se financia con sus propios ingresos. Los resultados reales de su capacidad productiva, expresados en el producto final y no en cifras abultadas sirven de base para el salario así como para la ampliación, modernización, etc., de la empresa. Por otra parte, mientras más, mejor y más barato produzca, lo que presupone una innovación técnica permanente, venderá su producción con mayor facilidad y mayores ganancias.

Hasta aquí se ha referido a los intereses del colectivo laboral, pero ¿cómo asegurar que éstos coincidan con los intereses de toda la sociedad?

44. —Para asegurar los intereses, no solo de la empresa, sino de la sociedad en su conjunto habrá 3 ó 4 palancas principales:

45. Primera palanca: el Estado proporciona a la empresa las cifras orientadoras: cuanto necesita la sociedad, cual pudiera ser la producción, cual pudiera ser la eficiencia mínima, cómo se presenta el índice más adecuado del reparto de “ganancias”. Estas cifras no tienen el carácter de “orden y mando”, no son obligatorias; solo son cifras orientadoras que deben ayudar a la empresa a conocer las necesidades de la sociedad y el nivel mínimo de la eficiencia económica. La empresa las toma en cuenta cuando elabora el plan y nada más.

46. Segunda palanca: los encargos o demandas del Estado. O sea, el Estado, sus organismos
centrales piden a la empresa una determinada cantidad de productos que ésta debe venderles. Una parte de la producción de la empresa debe estar destinada a responder a estos encargos que son prioritarios y varían según la rama de producción. Cuando se trata, por ejemplo, de empresas de petróleo, de carbón, o de acero, la mayor parte de esta producción debe responder a encargos o pedidos del Estado. Pero, en lo que a otra clase de industrias se refiere, se piensa que, por lo general, la mitad de la producción estará destinada a cumplir la demanda directa del Estado y la otra podrá ser destinada a quien lo solicite: a otras empresas, a las tiendas, etc.

47. Tercera palanca: las normativas económicas estables, y subrayo “estables” porque, ¿cómo era antes la situación?: la empresa recibía el plan y si lo sobrecumplía, al año siguiente le hacían un plan más exigente, lo que determinaba que la empresa no estuviera interesada en sobrecumplir el plan. Ahora ya no. Las normativas económicas serán estables, sólo variaran cada cinco años. Estas se refieren al pago de los descuentos que la empresa hace al Estado por los recursos que utiliza. La empresa paga al Estado por la fuerza laboral, la maquinaria, el terreno y otros recursos que ocupa. Estos pagos constituyen la parte del ingreso de la empresa que va al Estado. Pero, nuevamentequiero subrayar, son estables, es decir, si la empresa ahorra en recursos eso redundará en beneficio de la empresa y no ocurrirá, como ha sido hasta ahora, que a una determinada empresa le quiten el resultado de su trabajo para apoyar a otra empresa que trabaja mal.

48. Cuarta palanca: los precios. El Estado fijará gran parte de los precios. Si la empresa produce más barato, mejor para ella: como los precios se mantendrán estables, el ingreso de la empresa y de los trabajadores será mayor. Ahora, para producir más barato la innovación científico-técnica es el mejor camino.

¿Es efectivo que los colectivos eligen a los directores de las empresas?¿ Cómo se garantiza en este caso que los obreros elijan al candidato más eficiente y exigente y no al mediocre que les facilita un trabajo más cómodo, más fácil?

49. —La empresa funcionará basándose en la combinación de la dirección centralizada, la dirección de la empresa y la autogestión socialista del colectivo de trabajadores. Se combina la elegibilidad de los cargos con la dirección centralizada. Se eligen: el director de la empresa, los dirigentes administrativos, los jefes de brigadas, etc., que, además, deben rendir cuentas dos veces al año frente al colectivo de trabajadores. La asamblea de trabajadores constituye el organismo supremo. Entre las asambleas existe un consejo del colectivo de trabajo, también electo, donde los representantes de la administración no pueden constituir más del 20%; el 80% son representantes directos de los trabajadores. Se trata, por lo tanto, de una gestión muy diferente a la que había existido hasta ahora, donde son los trabajadores los que deciden todos los problemas de la organización interna de empresa, la producción, la plantilla, etc.

50. Uno de los puntos principales y más conflictivos de esta reforma es el siguiente: la empresa no es responsable por la situación económica de la rama de producción a la que pertenece. ¿Qué significa esto? Que el Estado, los ministerios, los órganos de poder, no tienen derecho a sacar recursos de esa empresa fuera de lo establecido a largo plazo. El resultado de los ingresos de la empresa serán el resultado del trabajo del colectivo. No habrá limites a este ingreso. Pero también esto quiere decir que el Estado no va a mantener a flote una empresa que trabaja mal. No va a seguir corrigiendo año tras año los planes, pagando las deudas, compensando sus perdidas. Claro que primero hará lo posible por ayudarla a solucionar sus problemas a través de créditos, suspensión de pagos, etc., pero si, a pesar de ello, la situación se mantiene, la liquidara, con la obligación absoluta de dar trabajo a sus trabajadores.

51. Creo que con lo que le he dicho podrá entender por qué, aunque puede haber excepciones, la tendencia general y creciente de los colectivos de trabajadores será elegir al director más eficiente y más exigente y no al que les puede facilitar las cosas en el trabajo. Al depender los beneficios económicos y sociales del trabajador directamente de los resultados económicos de su empresa, éste está interesado en que su centro de trabajo marche lo mejor posible ya que es así como él saldrá más beneficiado, y esto solo puede lograrse si el colectivo elige a un administrador eficiente, creativo pero al mismo tiempo, necesariamente exigente. Ya se han dado varios casos que demuestran que así vota la masa trabajadora.

Acláreme, ¿cuál es la función del plan en este nuevo modelo?

52. —El plan central debe definir las prioridades y objetivos estratégicos del desarrollo socio-económico del país, las direcciones de la política de inversiones, del desarrollo científico-técnico, de la acumulación de potencial científico, educacional, cultural, de defensa, pero no debe controlar el quehacer cotidiano de la empresa. Se eliminan los planes anuales, habrá solo planes quinquenales y, lo más importante, planes a largo plazo (15 años). En ese contexto son los estímulos económicos la palanca principal y que más incidencia debe tener en la acción cotidiana de las empresas. Estos deben crear las condiciones para que las empresas, orientadas por las cifras de control, estén interesadas en buscar los caminos más eficientes para satisfacer las necesidades de la sociedad, es decir, para producir más, y lo principal, producir con mejor calidad.

¿Y qué ocurrirá con el suministro técnico-material? ¿Entendí que antes las empresas recibían todo desde arriba?

53. —El sistema de abastecimiento técnico-material cambiará por completo ¿Cómo es la situación de hoy? Existe un suministro centralizado y gratuito. Eso quiere decir que más o menos en el mes de octubre o noviembre los directores de empresas se aparecen en masa en Moscú y comienzan a tratar de “exprimir al Estado”. A veces usando la fuerza de su elocuencia, a veces intentado otros caminos. Esta situación va a cambiar. En 4 ó 5 años a lo sumo debe pasarse del suministro centralizado al comercio al por mayor. Una empresa debe poder comprar a otras empresas todo lo que necesita directamente siempre que no se trate de inversiones especiales y especificas: industria de guerra, grandes obras nuevas y así por el estilo.
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4. Esto es algo muy importante porque, ¿qué pasa en la actual situación? Cada director de empresa trata de obtener la mayor cantidad de reservas, con la intención de prevenir cualquiera situación anómala que pueda presentarse. Como esto no le cuesta nada no le importa tener una gran cantidad de productos inmovilizados. Esto explica la enorme suma de reservas que nosotros tenemos en este momento en las empresas: alrededor de 300 mil millones de rublos. Casi la mitad de la producción anual de nuestra industria esta concentrada en peso muerto en las empresas.

¿Y qué pasará en relación con los precios?

55. Se hará una reforma radical del sistema de fijación de precios. Sin este paso el nuevo mecanismo económico no podrá funcionar. Ahora todos los precios y tarifas son fijados por arriba, y algo todavía más grave, los precios en su mayoría, no reflejan los costos reales sino que sirven, más bien, para la redistribución de los ingresos entre las ramas, las empresas, etc. Pero, para que los precios correspondan al nivel real de los costos de producción como a las necesidades de la modernización, ahorro, etc., deben dejar de desempeñar el papel de mecanismo de redistribución. Se aumentaran ante todo los precios de los recursos energéticos.

56. El desarrollo extensivo se basaba, en gran medida, en que la tierra, el agua, los recursos naturales, o no costaban nada, o costaban muy poco. Por ejemplo, el petróleo como combustible, para nosotros, para la industria química, etc., costaba muy barato porque su precio fue fijado pensando en su utilización para la calefacción de los hogares y así por el estilo. Una gran parte de las subvenciones va a ser reducida pero no tanto aquellas relacionadas con los productos que recibe el pueblo este es uno de los problemas más complejos y conflictivos, sino todas las subvenciones intermedias, que sirven para apoyar a las empresas que trabajan mal.

57. Y además de los precios centralizados que van a seguir existiendo, van a aparecer los precios especiales por la producción nueva, los precios por contrato entre las empresas, y su peso específico crecerá. Claro que esto, no voy a negarlo, va a provocar problemas, porque habrá que preocuparse para que la liberalización de los precios no afecte el nivel de vida de la población y, de modo particular, de los menos remunerados.

58. También se hará una reforma financiera general para sanear las finanzas y devolver al crédito su papel real. En la Unión Soviética el crédito con frecuencia se transforma en asistencia ya que rara vez llega a cobrarse. La tarea más importante de esta reforma financiera es la de acabar con la posibilidad de que la empresa reciba beneficios antes que se venda su producción, antes que las mercancías por ella producidas sean recibidas y aceptadas por el consumidor (otras empresas o la población). Eso es lo principal.

59. Estas son algunas de las reformas proclamadas y proyectadas.

Hasta aquí ha hablado de las empresas, ¿qué ocurre con la actividad productiva individual? ¿Favorecer esta actividad no significa un riesgo de regreso al capitalismo?

60. —Se hace mucho ruido en torno a esto que me plantea. Efectivamente, actualmente se permite yfomenta la actividad productiva individual, igual que las cooperativas de producción y servicios, de tipo artesanal, desde los zapateros y taxistas, hasta las cosas más pintorescas, con dos condiciones fundamentales muy importantes: primera, esta actividad individual debe realizarse fuera del tiempo dedicado al trabajo principal dentro de la economía socialista. Si el trabajador quiere ganar más, que gane fuera de su jornada habitual de trabajo, pero esto será permitido solo a los que trabajen también en las empresas socialistas. Y segunda, está completamente prohibido usar fuerza de trabajo ajena. Pueden trabajar en eso sólo los productores mismos, o los miembros de su familia y nadie más.

61. Quizá le interese conocer algunas cifras al respecto. El producto del trabajo individual equivale actualmente al 0.1% del producto del trabajo de la URSS y lo que se busca, y tal vez no se logre alcanzar, es que llegue al 0.5%.

62. Ahora, Ud. misma puede constatar que tanto esto, como el conjunto de medidas que caracterizan la remodelación, no significan un regreso al capitalismo. No habrá explotación del hombre por el hombre; se eliminará, a través de la autogestión, toda alienación del productor con respecto a sus condiciones de trabajo otro índice del capitalismo; se mantendrá el principio de la economía planificada, la que sólo cambia de forma, depurándose tanto de los elementos transitorios y obsoletos, como de las deformaciones reales; y, se restablecerá y se fortalecerá el principio socialista principal: a cada uno según su trabajo.

Pero, ¿a qué cree Ud. que se deben entonces, las expresiones de triunfo en Occidente, por una parte, y las aprehensiones de algunos sectores de izquierda, por otra, tanto en relación con el trabajo individual del que hablábamos, como en relación con el nuevo mecanismo económico en general?

63. —No hablaré de las primeras, ya que entre los que así se expresan hay algunos que nocomprenden nada; otros están en lo de siempre: enterrando el socialismo lo están haciendo desde hace ya 70 años, parece que no los amenaza el desempleo; y, por último, los más inteligentes se muestran aparentemente contentos, estando internamente preocupados. Las aprehensiones que tienen importancia mucho mayor son, creo, las de algunos sectores de izquierda, que también se hacen sentir en nuestro país, relacionadas, entre otras cosas, con deficiencias en nuestro desarrollo teórico. Acerca de ellas ya hablaron nuestros dirigentes a mediados de 1986 y en enero de 1987. En esta entrevista es imposible que me detenga en un análisis exhaustivo de esta cuestión. Solo me referiré brevemente a varios de los argumentos utilizados.

64. El primer argumento esta basado en la interpretación, a mi modo de ver totalmente incorrecta aunque comprensible, según la cual “socialismo” equivale a “estatismo”, es decir, se piensa que sólo el Estado puede ser sujeto de la gestión socialista y, por lo tanto, cualquier estrechamiento de las funciones del aparato central, equivale, en esta óptica, a debilitar el socialismo y fomentar el capitalismo. Creo que este planteamiento no se basa en argumentos científicos. Nunca los fundadores del socialismo científico dijeron eso, nunca. Al contrario, siempre pusieron el acento, hablando del socialismo y del comunismo, precisamente en los colectivos o asociaciones de trabajadores, en la autogestión, en la extinción del Estado. El crecimiento real y enorme del papel del Estado se debe, no a la teoría socialista, sino a razones históricas concretas nacionales e internacionales. En primer lugar, al hecho de que las revoluciones hayan triunfado en los países atrasados, donde sólo el Estado pudo movilizar e integrar a la sociedad y, en segundo lugar, a las necesidades prioritarias de defensa de estos países contra el enemigo imperialista. Y sólo después la necesidad fue convirtiéndose en virtud, elaborándose la teoría y la imagen de que el Estado omnipoderoso y omnipresente es la encarnación misma del socialismo en todas sus fases y en todos los países. Creo que como verdad teórica universal este planteamiento es erróneo, mientras en la práctica todo depende de la situación concreta: nacional e histórica.

65. Estas aprehensiones se basan también en un segundo argumento: la afirmación de que el fortalecimiento de las relaciones monetario-mercantiles, que sí van a desarrollarse dentro del modelo nuevo, sería incompatible con el socialismo y equivale a dejar entrar el capitalismo por la puerta de atrás. En lo económico la base real de este argumento es el hecho de que las relaciones monetario-mercantiles son realmente atributos del capitalismo. Pero, es necesario recordar que las relaciones de mercado, como tales, pueden desarrollarse en cualquier régimen de producción, servir a cualquier régimen de producción, no solo al capitalista: pueden servir al esclavista, al feudal y también pueden servir al socialista. Para Lenin (particularmente el de los años 1918, 1921-22) no existía una contradicción antagónica entre socialismo y mercado Entre socialismo y explotación, sí; entre socialismo y mercado, no. Claro que el socialismo no puede basarse en el mercado, pero el mercado sí puede ser una parte del engranaje económico del socialismo, un instrumento muy eficiente para revelar el valor real, socialmente necesario de la producción. De la misma manera el capitalismo no puede basarse en el plan, pero Ud. sabe muy bien que se sirve del plan. Por supuesto que solo se trata de servirse del mercado y no de llegar a ser su esclavo. Sin duda hay que mantenerse vigilante para que la forma no haga degenerar el contenido. Este peligro existe y nosotros, conscientes de ello, haremos lo posible para que esto no ocurra. Pero este mismo problema tiene también un aspecto ideológico: las relaciones monetario-mercantiles como parte del ser social que determina cierta conciencia social e individual. Aquí la situación es más compleja y contradictoria, aunque no tanto desde la óptica del socialismo como tal, sino partiendo de la perspectiva del paso al comunismo...

66. El tercer argumento esta relacionado con la cuestión de la justicia social. ¿No será esta reforma un atentado contra los principios de la igualdad, de la justicia social en el socialismo? Yo creo que en este caso se trata de una percepción inadecuada de lo que es la justicia social dentro del socialismo al reducirla al problema de la nivelación, olvidando el principio de “a cada cual según su trabajo”. Efectivamente el resultado lógico de la acción del nuevo mecanismo será la diferenciación de ingresos y, como consecuencia de ello, de los niveles de vida de la población, de acuerdo al rendimiento de cada trabajador, de cada empresa, de cada institución. Pero eso no sólo no contradice, pensamos, el socialismo, sino al revés, defiende sus valores: a cada uno según su trabajo y no según el hecho de encontrarse o hacer acto de presencia simplemente en el lugar de trabajo, aunque se llegue borracho o se holgazanee ocho horas dentro de la oficina. Se trata de una remuneración según la cantidad y calidad real del trabajo, y de un trabajo que sea necesario y no superfluo como el materializado en esos miles de mercancías que están llenando las bodegas porque no se venden por su baja calidad.

67. Esto golpeara, sin duda, a los burócratas, a los holgazanes, pero eso no tiene nada que ver con la infracción de los valores del socialismo. Si se golpeara a los trabajadores de las empresas que cierran, eso sí debería preocuparnos; ahí sí se deberían adoptar medidas, por algo somos un país socialista, por algo la defensa social significa el principio de toda sociedad socialista. De todos modos la diferenciación de los ingresos, siempre y cuando el criterio sea el trabajo realizado y necesario, no contradice en nada al socialismo —otra cosa sería si habláramos del comunismo.

Ud. habla de socialismo y ya dos veces mencionó el comunismo. Me surge entonces una nueva pregunta: ¿cómo lograr, usando estos mecanismos económicos, que surja la conciencia comunista? Le pregunto esto porque, si el socialismo es un período de transición hacia un modo de producción pleno que es el comunista, me parece que es necesario ir avanzando hacia ese objetivo y, por lo tanto, creo que no hay alternativa: o se avanza hacia el comunismo o se regresa hacia el capitalismo.

68. —Bueno, este es, creo, un argumento más fuerte. Se basa en el hecho de que se estima que el empleo de las leyes del mercado, el uso del estímulo material como palanca fundamental, la preocupación por la ganancia, fomentará la formación de una conciencia individualista. Aquí tocamos un problema realmente muy conflictivo, pero antes de tratar de discutirlo yo quisiera recordar las palabras de Lenin: “No confiar directamente en el entusiasmo sino en la ayuda del entusiasmo que engendra la gran revolución, y sobre la base del interés personal, el estímulo personal, (...) comenzar a construir (...) los sólidos puentes que nos llevaran (...) al socialismo”.

69. Creo que no sería realista definir hoy el estado de ánimo de una gran parte de los trabajadores nuestros como de entusiasmo revolucionario. De un entusiasmo que correrían el riesgo de ser corrompidos por el mercantilismo, por el interés material. No es el interés de trabajar más y mejor para cobrar más lo que constituye el obstáculo, la traba mayor de la concientización de esa parte de las masas en la URSS, sino la tendencia a trabajar menos, sin dar importancia a la calidad, a sabiendas de que de todos modos van a recibir lo mismo. La nivelación de los ingresos y salarios, hoy día, en muchos casos, se presenta no como el producto de los logros del socialismo, sino de sus deficiencias, y sirve de caldo de cultivo, tanto a los privilegios y corrupción de unos como al parasitismo social, de otros.

70. Ahora, con el nuevo mecanismo económico sí habrá gente que va a tener un salario mayor que otros, y puede darse así un aumento en el desnivel de los ingresos, que, estoy de acuerdo, es incompatible con el ideal comunista. Pero creo que, incluso desde el punto de vista de conciencia comunista, y no solo socialista, será un paso adelante respecto a la situación en la que el nivel de vida de muchos iguala al de otros, sin que eso corresponda, ni mucho menos, a un esfuerzo igual. La conciencia comunista del hombre nuevo es incompatible con el parasitismo social que, de hecho es más bien a fin a la explotación.

71. Por todo esto, no sería correcto, me parece, hablar de retroceso respecto a la situación que había, ni siquiera desde el punto de vista de la conciencia, aunque reconozco que el problema de como acceder a la conciencia comunista no se resuelve por el nuevo mecanismo económico. Porque, fuera de lo de la autogestión, este no rebasa el horizonte del homo economicus que debe ser superado en el camino al comunismo. Es por ello que damos tanta importancia al otro componente de la perestroika: a la democratización,

72. Podría, entonces, resumir lo que he dicho hasta aquí: la reforma económica no debilita el socialismo que fue hace 70 años la bandera de nuestra revolución sino que esta llamada a superar las formas y mecanismos propios del período de transición y de la “fortaleza sitiada”, por un lado, y rectificar las infracciones de los principios socialistas que surgieron precisamente por no haberlos superado cuando fue necesario, por otro. Lo que nos proponemos como dice el compañero Gorbachov, es vigorizar el socialismo, abandonar todo lo que obstaculiza su desarrollo y frena su progreso, utilizar su enorme potencialidad en función de los intereses del pueblo, poner en marcha y dinamizar todas las ventajas de nuestro régimen social dotándolo de formas más modernas.

IV. LA DEMOCRATIZACIÓN: GARANTÍA DE IRREVERSIBILIDAD DEL PROCESO.

Si el paso al desarrollo económico intensivo reclama un cambio en el mecanismo de gestión económico, ¿qué es lo que condiciona su implantación? ¿Cómo ponerlo en marcha y hacerlo funcionar?

73. —Consideramos que sería una utopía pensar que esto es posible dejando intacta la superestructura de la sociedad. El mecanismo nuevo presupone el trabajo creador, presupone superar la inercia, el inmovilismo, la cultura del estancamiento que se ha impuesto durante casi dos decenios y la resistencia más o menos consciente de las fuerzas que están interesadas en conservar las cosas tal como están como marxistas sabemos que detrás de todo mecanismo, de todo sistema, existe el interés, si no de clases, por lo menos de algunos grupos. Es aquí donde llegamos a lo más profundo de la perestroika, a la renovación, democratización, de toda la sociedad, según los criterios de Marx y Lenin. Creo que es aquí donde la idea central de la perestroika: más socialismo, adquiere todo su significado.

¿Qué relación existe entre las medidas económicas y el proceso de democratización en marcha? ¿Es una forma de vencer esa cultura del estancamiento de la que ha hablado? ¿Por qué se insiste tanto en la importancia del factor humano?

74. —Si uno analiza los planteamientos del Partido en los últimos 30 meses, se ve que desde el comienzo mismo, desde el Pleno de Abril, la democratización estuvo presente en la lógica del proceso y en los documentos del Partido, aunque el peso específico de este elemento ha ido en aumento constante.

75. Ya en marzo, y de modo particular en abril del año 1985, fue subrayada toda la importancia de lo que nuestro Partido define como el factor humano en y para el proceso de aceleración. Factor humano, primero en el sentido de los factores del crecimiento económico que dependen directamente del comportamiento humano (individual): más orden, más disciplina, más iniciativa, más empeño en el trabajo, lo que tiene una importancia particular para el desarrollo en la fase actual, cuando no ha sido puesto en marcha todavía el nuevo mecanismo económico y no han podido dar fruto las nuevas inversiones modernizantes, es decir, cuando todavía no se ha producido el salto tecnológico. Factor humano, también en un sentido ya más profundo y constante, para hoy, para mañana y pasado mañana, en el sentido de dar una importancia mucho mayor que antes a la satisfacción de las necesidades humanas inmediatas, materiales y culturales, sin postergarlas para el futuro. Factor humano también, en el sentido de prestar atención, tanto teórica como práctica a la categoría misma del interés del individuo, sin supeditarlo como antes, completamente, al interés de la sociedad. Y factor humano como aspecto central del socialismo, que se desarrolla en torno y guiándose por la moral y los valores humanos, donde todo debe pasar por el hombre.

76. El factor humano ha ocupado un lugar muy importante, como le dije, desde el comienzo de los planteamientos del Partido. En el XXVII Congreso, o sea, un año y diez meses después del Pleno de Abril, el problema desbordó los marcos de lo económico y social, planteándose los problemas de la democratización política, la necesidad de la discusión, de la participación permanente del pueblo en el proceso de elaboración de las decisiones estratégicas. Pero a mí me parece que fue fundamentalmente después del Congreso, y de modo particular, desde mediados de 1986, cuando el problema de la democratización, que está estrechamente vinculada a la renovación de la sociedad tomada en su conjunto, pasó a ocupar un lugar central.

77. ¿A qué se debe esta evolución? ¿Cuáles son los grandes hitos en el proceso de democratización?

78. —Yo creo que la evolución se explica por varios factores. La profundización del trabajo teórico del Partido permitió descubrir, detrás de muchas fallas concretas en todas las esferas, un mecanismo que las atravesaba a todas y que fue definido en el Pleno de Enero de 1987, como el “mecanismo de freno”. Este se hizo más evidente cuando se descubrió que las raíces de las fallas eran más profundas de lo que algunos creían en un comienzo. Para llegar a ellas había que analizar no sólo los últimos años, sino toda nuestra historia. Sin eso no se podría ni superar los defectos, ni impulsar su rectificación, ni asegurar la irreversibilidad del problema.

79. Pero no sólo se llega a esta conclusión gracias a un análisis teórico más profundo. Estoy seguro que no menos importantes fueron las enseñanzas prácticas del proceso que confirmaron lo mismo: la fuerza de la inercia, la imposibilidad de superarla sin la participación directa de las masas y la imposibilidad de lograr esta participación sin convertir a las masas en sujetos del proceso. Esta ha sido la gran lección que hemos sacado de la experiencia pasada, de los procesos de renovación empantanados. Sin la democratización general de nuestra sociedad, esto no es posible. Y, afortunadamente, poco a poco, ese despertar de las masas se ha venido alcanzando, son los primeros brotes de “la revolución de las esperanzas”, como la ha llamado el compañero
Gorbachov.

80. Ya, hoy día, la democratización de toda la vida de la sociedad se presenta como la condición principal, sine qua non, de todo el proceso. Así fue enfocado el problema en el Pleno de Enero y, después, en todos los planteamientos de la dirección del PCUS de este año.

81. En enero de 1987 se dijo que “solo el individuo que se siente dueño en su casa puede poner orden en ella'” y que esta idea debía traducirse cada día en actos ya que de otro modo el factor humano sería ineficaz. Se insistió en que la perestroika no es posible sino mediante la democracia, gracias a la democracia. “Solo así puede liberarse la fuerza más poderosa del socialismo: el trabajo libre y el pensamiento libre dentro de un país libre”.

82. “La democratización constituye el instrumento que nos permite hacer entrar en la perestroika su fuerza decisiva: el pueblo. Si no lo hacemos, no podremos realizar los objetivos de la aceleración; no podremos asegurar la perestroika. Estas son palabras de Gorbachov.

83. Puedo citar más: “No se trata solo de que la democratización es la garantía más eficaz para evitar los errores del pasado. La democratización para nosotros es tan indispensable como el aire. Si no comprendemos eso y no tomamos medidas reales y serias para promoverla y superarla, para incorporar a los trabajadores en el proceso de la perestroika, nuestra política fracasará y la perestroika será asfixiada”.

84. En febrero de este mismo año, se planteó que queríamos cambiar radicalmente la situación en la sociedad; que no nos convenía vivir y trabajar como antes, pero se advirtió que íbamos a fracasar si no lográbamos romper definitivamente con las fuerzas de la inercia, del freno, que amenazan con hacer volver al país al estado de quietismo y estancamiento anteriores. Se vio claro que no habrá aceleración sin saneamiento de todo el ambiente dentro del Partido y la sociedad.

¿Es entonces la democratización el instrumento para hacer que el proceso de la “perestroika” se vuelva irreversible?

85. —La democratización es tanto una condición de la perestroika como su método y objetivo. Pero tienes razón, debe ser también la garantía de su irreversibilidad. La gran preocupación de la dirección del Partido es, justamente, qué hacer para que no se repitan los viejos errores. Este llegó a la conclusión de que la perestroika se empantanaría si en todas las esferas: económica, social, política, cultural, psicológica, administrativa, no participa directamente el sujeto principal: el pueblo, y que para resolver todas esas tareas existe un solo camino: la democratización amplia de la sociedad soviética. Otra posición expresaría falta de fe y de confianza en el pueblo. Mientras más democracia logremos desarrollar, tanto más rápido iremos por el camino de la perestroika, de la renovación socialista. El problema se plantea hoy así: o la democratización, o la pasividad social y el conservadurismo. No existe un tercer camino. Esto fue repetido con mucha fuerza en el Pleno de Junio de 1987 y es muy lógico que la primera Conferencia del Partido en 50 años, convocada para el 28 de junio de 1988, estará, en gran medida, dedicada a los nuevos pasos en el camino de la democratización de la vida del Partido y de la sociedad.

86. Pienso que es evidente e indiscutible lo del condicionamiento absolutamente interno del proceso.

¿Por qué insiste en el condicionamiento interno del proceso?

87. —Porque en Occidente se afirma con frecuencia que Gorbachov hace concesiones en cuanto a la democratización para comprar con ello su benevolencia. ¡Cómo si la democracia tuviera que tener siempre el sello de clase de la burguesía! Para nosotros más democracia quiere decir más socialismo y más socialismo equivale a más democracia.

Pero entonces, ¿podría explicarme por qué la democratización se produce 70 años después de la Revolución de Octubre? ¿Qué ha pasado? ¿Acaso el socialismo no debía ser totalmente democrático desde sus inicios?

88. —Esta pregunta, que considero absolutamente natural y lógica, sólo puede responderse si se hace un análisis de toda nuestra historia de 70 años. Aquí sólo puedo contestar de un modo muy esquemático. En primer lugar, la democracia de la sociedad socialista, reside ante todo en la esfera social, en la eliminación de la explotación, en la redención y defensa social de las masas trabajadoras, en sus derechos y libertades sociales. Desde ese punto de vista, la sociedad revolucionaria primero, y socialista, después, siempre fue, es y será más democrática que la sociedad basada en la desigualdad social, en la explotación de la mayoría por la minoría, en la inseguridad social de esta mayoría.

89. Ahora bien, mucho más complicada fue en nuestro país la trayectoria de la democracia política.

90. Ni hablar que el acto primero de la revolución socialista la insurrección de las masas siempre constituye un apogeo de la democracia. Así ocurrió en octubre y también durante la guerra civil nuestros. Pero, después, las relaciones masas-Estado revolucionario tienden a complicarse. Por un lado, tanto la resistencia a muerte de las clases explotadoras que, como sabemos por Lenin, siguen siendo más fuertes incluso después que la masa explotada toma el poder, como las intervenciones desde afuera, la situación de “fortaleza sitiada”, y las necesidades del desarrollo económico forzado, todas razones que dieron vida a la preeminencia completa del Estado, del centralismo en las estructuras y mecanismos políticos y económicos; todos estos factores sirvieron de base material y objetiva para las restricciones de la democracia política. Son factores que explican, y parcialmente justificaban, la supeditación completa de los intereses parciales a los intereses supremos, el carácter notablemente restringido y formal de las normas de democracia política institucional, la erosión del principio de mantener al pueblo informado, la existencia de un poder para el pueblo pero no por el pueblo.

91. Hoy día (y de hecho hace 30 años) la mayor parte de estas restricciones carecen de justificación y son contraproducentes. Representan el andamiaje obsoleto del proceso histórico que ya debe ser desmontado. Son muchas las restricciones que pertenecen a ese andamiaje, sin el cual no se habría podido, tal vez, construir el edificio, incluso algunas que tienen más de 60 años, por ejemplo, las restricciones debidas a la guerra civil, etc.

92. Pero, por desgracia no se trata solo de eso. Al lado de esas restricciones otrora inevitables y con frecuencia usando, abusando y aprovechándose de ellas, desde finales de los años 20 comenzaron a aparecer, y en los años 30 tomaron un carácter amplio, fenómenos de otro tipo: deformaciones, degeneraciones, que actuaban contra los cimientos, contra los principios mismos de la democracia política socialista, tanto en el Partido como en el Estado, y que desembocaron en algo todavía peor: en usurpación del poder, en crímenes que no pueden ser olvidados ni perdonados. Se trata de la peor trampa de la historia en la que hemos caído, del fenómeno que tiene un nombre convencional: el culto a la personalidad, que fue la negación misma de la democracia socialista. Culto que fue denunciado hace 30 años en el histórico XX Congreso de nuestro Partido desde entonces no hay represiones ni crímenes políticos, pero, y ahora lo vemos claro, cuyas consecuencias y huellas se mantuvieron. Se trata de tradiciones, mentalidad, mecanismos, planteamientos, que quedaron en pie tanto por inercia, como por la pasividad de las masas y el interés egoísta de algunos grupos. Además, por el estancamiento teórico que no nos permitió ver lo nuevo, plantear y dar solución a los problemas. Eso es lo complejo del momento actual. No se trata solo de desmontar el andamiaje otrora necesario, sino de depurarse de la escoria que no fue necesaria, ni mucho menos, pero que hoy día forma con aquel andamiaje un todo único, volviendo en todo, y en toda su profundidad, a los principios y soluciones leninistas, superando la ruptura entre los métodos y los objetivos, entre las palabras y los hechos. Se trata de devolver a las masas el papel que les corresponde, que les fue predestinado por la Revolución de Octubre, de garantizar que el poder sea de masas, para las masas y por las masas. Es eso lo que pretende ser, lo que debe ser el socialismo renovado, renovado en el sentido también de liberado de todas las huellas de lo negativo, ajeno y restringido que está relacionado con la historia, terriblemente difícil y hasta trágica, de la construcción del socialismo en nuestro país.

¿Pero, ¿por qué se llegó a esta situación tan deteriorada de la democracia política? ¿Cómo permitió el Partido que se produjeran esas desviaciones y deformaciones?

93. —Existen dos atenuantes: en primer lugar, el cerco absoluto que debimos sufrir por parte de los enemigos y el imperativo de apurarnos; la situación de fortaleza sitiada y sin apoyo estatal de ninguna parte y la tensión terrible que esta situación nos imponía. Las consecuencias psicológicas y políticas de esta situación terriblemente tensa sirvieron de base a la tendencia verticalista. Y, en segundo lugar, la falta completa de experiencia. Como no sabíamos dónde nos esperaban las trampas, tampoco pudimos prepararnos adecuadamente para afrontarlas. El método de ensayo y error fue el dominante en nuestra historia, nosotros no podíamos aprender sino de esa manera. O sea, tuvimos que hacer el máximo de lo posible y de lo imposible en un mínimo de tiempo y avanzando por terreno desconocido.

94. Citamos otra vez a un dirigente del PCUS: la difícil suerte de ser pioneros no nos dejaba tiempo para echar una mirada en torno a nosotros y hacia atrás, esa suerte a la vez nos presionaba a prepararnos para afrontar las pruebas que veíamos venir. La justa tarea de alcanzar el poderío económico ocultaba lo que no fue justo, ni mucho menos, en las tareas del desarrollo social; la animosidad del mundo externo, la tensión extrema de la situación de preguerra, posibilitaron la justificación de las deformaciones de la práctica política que culminaron en los crímenes contra el socialismo.

¿Cuáles son las herramientas principales del proceso democratizador actual?

95. —Decíamos que la democratización constituye la base y la palanca principal de la perestroika, ahora bien, el instrumento principal de esta primera fase del proceso democratizador es, creo, la glásnost.

V. LA GLÁSNOST

¿“Glásnost”?

96. —Se lo digo en ruso porque igual que en el caso de la perestroika resulta una palabra difícil de traducir. Ante todo quiere decir: “verdad”. Decir al pueblo la verdad. Otros hablan de “transparencia informativa”. Debemos acabar, y de modo revolucionario, con la práctica de que unos cuantos anuncian las verdades desde las alturas del poder, mientras que los otros se limitan humildemente a escuchar. El socialismo es incompatible con la situación en que los individuos son apartados de las decisiones acerca de los problemas vitales. En este caso no se trata de socialismo, sino de algo profundamente ajeno a ello. De hecho, nuevamente estoy citando a un miembro de nuestro Buró Político. En relación a este problema de la verdad, pensamos, como ha dicho el compañero Gorbachov, que esta cuestión no puede plantearse como más verdad o menos verdad. La verdad es una sola y debe ser total. Pues se trata del derecho del pueblo a conocer la verdad, solo la verdad y toda la verdad.

Ud. habla de decir toda la verdad al pueblo, pero hay quienes piensan que eso puede servir al enemigo, otros que es caer en el liberalismo...

97. —Si partimos de nuestra situación en la URSS estoy absolutamente en desacuerdo con tales aprehensiones. Déjeme seguir desarrollando lo que estaba exponiendo y se dará cuenta por qué. Decir al pueblo la verdad significa decir basta a los semiengaños y semiverdades, basta a la situación en la que mucha de la información fue declarada secreta sin ninguna razón por ello; cuando, por no tener fe en el sentido común y la madurez del pueblo, no nos dejaban ver y oír los argumentos de los adversarios, creando con ello un terreno fértil para su acción frente a los “no inoculados”. El pueblo socialista, dueño de su país y de su destino, tiene el derecho a analizar y tener una opinión propia en todo lo que se refiere al presente y a todo lo que esta ligado con su pasado. Basta ya de considerar al pueblo como un adolescente que jamás llega a estar maduro para conocer la cruda realidad. Cuando se dijo al pueblo la dura verdad sobre la deplorable situación económica existente en la URSS, el Partido dio el ejemplo, marcó el hito, el precedente. Chernobil constituyó el segundo hito. Desde mediados de 1986, la información acerca de los problemas considerados hasta entonces de circulación restringida invadieron la prensa. Los tabúes desaparecieron.

¿Qué problemas tabúes empezaron a aparecer en la prensa?

98. —Todos. El aumento de la mortalidad infantil y los privilegios, la prostitución y las drogas, las catástrofes naturales y accidentes por irresponsabilidad, los sueldos de los dirigentes, la mentalidad real y no inventada de la juventud, los crímenes de los años 30, los estallidos nacionalistas actuales, y los actos de arbitrariedad de los poderes locales. Todo lo que antes se oía sólo por las radio-emisoras occidentales en una forma tergiversada, ha aparecido en las páginas y pantallas soviéticas, con un resultado bastante deplorable para los servicios de propaganda occidentales, como lo demostraron las encuestas realizadas. Lo mismo ocurrió con los argumentos de los adversarios que aparecían en la prensa y en la televisión en forma no censurada, y se hizo patente que el “fruto no prohibido” resultó podrido.

99. Pero la glásnost no sólo se traduce en transparencia informativa sino también en libertad de crítica. Desaparecieron los cotos cerrados. Se escribe acerca de errores y abusos aun de los ministerios más protegidos, de los dirigentes del Partido de las repúblicas. Se publican artículos que luego se discuten durante semanas en cada hogar de la Unión Soviética. Se desnudan las llagas más vergonzosas. Y, todo esto, no ha desembocado, como algunos temían, en la desesperación del pueblo, sino en la rabia contra los males y, aunque parezca mentira, en entusiasmo por el hecho de que se haya anunciado, reconocido la verdad. Lo que ocurre es que la mayor parte de esa información era ya conocida por la gente a través de diferentes canales, entre ellos los medios de comunicación occidentales. Sólo oficialmente no existía.

100. Fue completamente eliminada la intervención previa desde arriba a la publicación de los artículos y libros. Actualmente solo se prohíbe escribir sobre secretos militares, propagar pornografía, violencia, nacionalismo. El resto depende únicamente de los redactores. Si alguna idea o material publicado es estimado erróneo e incorrecto se publican posteriormente artículos criticándolos. La lucha ideológica se da a nivel de argumentos contra argumentos. Lo mismo en la cultura, las ciencias sociales, el arte y la literatura. O sea, glásnost significa también crítica y discusión, como el único medio de la búsqueda de la verdad. Significa además libertad de creación.

101. Todo esto exige un nuevo método de trabajo por parte de la dirección del Partido: contactos permanentes, no formales, con las masas. Estos contactos de los dirigentes con las bases abren paso a la vertiente democrática del proceso, algo sumamente importante si tomamos en cuenta que la mayor debilidad inicial del proceso fue la ausencia de una inserción activa de mayoría en éste. Se hizo evidente la aprehensión de las masas que temían que otra vez se empantanara el proceso. Cuando Gorbachov sale a hacer un recorrido, uno escucha por la televisión los gritos que resuenan en las calles y centros de trabajo: “¡Siga compañero, ni un paso atrás!”.

102. Este es uno de los mayores éxitos ya alcanzados por la perestroika. El ambiente psicológico y moral ha ido cambiando. Poco a poco retrocede el miedo a que mañana “se acabará el sueño”. La nueva permeabilidad, la receptividad a la presión de la opinión publica en relación a los problemas ecológicos, por ejemplo que hace una y otra vez retroceder a los elementos burocráticos y tecnocráticos, es también una expresión de la glásnost.

103. Ha habido reservas y hasta advertencias de aquellos a quienes no les gusta la nueva situación, contra la glásnost, y, particularmente, contra la crítica en los medios de comunicación de masas, pero la dirección suprema del Partido no los apoyó. La glásnost no es ni un regalo, ni una situación de excepción, sino una norma para hoy y para siempre. Esta es la posición del Partido al respecto.

104. Todo esto constituyó la línea principal del proceso de democratización en 1986-87. Pero ya empiezan a aparecer los procesos de la segunda fase, y la Conferencia de 1988 va a abrir, pienso, la tercera fase de la democratización.

VI. LA PARTICIPACIÓN DE LAS MASAS Y LA CONCIENCIA COMUNISTA.

Si la “glásnost” es el eje central de la primera fase de democratización, ¿ dónde se va a centrar el esfuerzo en la segunda fase?

105. —Creo que ante todo el problema de la autogestión económica, la elección de los cuadros de dirección, el sistema de dirección por asambleas de trabajadores, etc. Además, en la electividad de los cuadros del partido y de la administración, no por su aparato, sino por la masa, no desde arriba, sino desde abajo, con pluralismo de candidaturas. Se hace también un esfuerzo por la reactivación de los soviets a todos los niveles, la ampliación de sus funciones en el terreno económico, etc. Se busca dinamizar las organizaciones de masas. Se realizan grandes esfuerzos para reanimar a la Juventud Comunista, a los sindicatos, por crear organizaciones nuevas: femeninas, veteranos, etc.

106. El Partido mismo, y eso es lo interesante, reclama con mucha fuerza la acción autónoma de estas organizaciones respecto del Partido y el Estado. Y se crea una situación paradójica: el Partido lo reclama, pero como los cuadros de esas organizaciones no están acostumbrados a tomar iniciativas, suelen llegar a los aparatos del Partido diciendo: “Mira, nos dan la instrucción de realizar iniciativas propias, díganos por favor cuales deben ser esas iniciativas”. Al mismo tiempo, se adopta una política de promoción de los cuadros sin militancia partidaria a los puestos de dirección.

107. Ha surgido una nueva línea respecto a los inconformes, e incluso frente a los disidentes. Sobre la base de una actitud ofensiva se ha vencido cierto complejo de inferioridad que antes tuvimos. No se dramatizan las cosas, se discute, se trata de resolver los problemas reales que los inconformes plantean y existe un esfuerzo por involucrar a todos los que, criticando uno u otro aspecto de nuestra realidad, están de acuerdo con el socialismo y la perestroika. Esta línea es importante porque la inconformidad actual de unos puede resultar más útil que el conformismo de siempre de otros.

108. Se acepta la existencia de organizaciones informales, que no se crearon desde arriba, sobre todo juveniles, musicales, culturales, ecológicas, etc. No se las prohíbe o ignora, como antes, sino que se busca su integración al esfuerzo común.

109. Detrás de esto subyace el reconocimiento político y teórico del pluralismo de intereses dentro de la sociedad socialista, de la existencia de contradicciones (aunque no antagónicas) en su seno, de la necesidad de tomarlas en cuenta, de aprovechar esta diversidad de contradicciones como resorte del desarrollo auto-sostenido, del enriquecimiento de la sociedad, de su cultura.

110. Las reformas en el sistema político (de Estado), están ahora solo en sus inicios. En este terreno se trata de nuevas leyes y ensayos, de primeros pasos, pero las directrices del movimiento son las mismas: el pueblo informado y consciente de su responsabilidad debe influir directa y permanentemente. La discusión, ahora en el tapete, acerca de la reforma del sistema electoral (pluralidad de candidaturas, etc.) será, creo, un paso muy importante).

111. Aunque parezca raro, uno de los medios más generalizados en que el pueblo ejerce la democracia directa son las cartas. Llegan por decenas y cientos de miles las cartas al Comité Central, a los Comités Regionales y a los organismos de prensa, etc. Cartas nada formales donde se dicen las verdades más crueles, incluso opiniones acerca de las ineficiencias de la perestroika. Ya el pueblo siente la necesidad de pronunciarse frente a los acontecimientos. Son como un gran plebiscito.

112. Debo decir al respecto que la superación de la distancia entre las palabras y los hechos tendrá también una importancia decisiva en la moralización y humanización de la sociedad, en la promoción de los valores espirituales. Levantar y respetar al grado más alto el valor y la dignidad  del individuo se transforma en una de las exigencias, vertientes y criterios más importantes de la democratización. Pero eso es ya un gran tema aparte.

Me ha hablado de la democratización como uno de los tres componentes principales de la “perestroika”, ¿qué repercusiones ha tenido este proceso fuera de la URSS?

113. —Las transformaciones democráticas, a diferencia de las transformaciones económicas, no parecen suscitar inquietudes dentro de la izquierda, tanto en cuanto a su carácter socialista, en forma particular, como con respecto al problema del acercamiento al comunismo. Es evidente para todos que se trata de un retorno a los valores del socialismo de Marx y Lenin, de 1871 y 1917.

114. Solo para aquellos que ven al socialismo como un cuartel donde existe una jerarquización absoluta, donde se impone una disciplina ciega a los de abajo, constituye un debilitamiento de este sistema. Pero los que así piensan no son numerosos, aunque existen, tanto en la extrema derecha, como en la extrema... no sé bien como ubicarlos porque no se trata de izquierda, ¿verdad?. Los primeros proclaman que la democracia política es un valor instituido por la burguesía, olvidando que la mayor parte de lo que hay de democracia en el sistema burgués le fue arrebatado a la burguesía mediante la lucha popular. Este gran engaño, muy eficiente en la lucha de la burguesía por imponer y conservar su hegemonía, debe en parte su eficacia, precisamente, a nuestras limitaciones, fallas y errores en este terreno. Los segundos defienden como el único socialismo genuino aquello que tuvimos en el tiempo de Stalin y sostienen que ahora se va camino a una degeneración de las costumbres y de la situación política.

115. Ahora bien, yo creo que para la mayoría aplastante de los partidarios del socialismo no cabe ni la menor duda de que la democratización fortalece al socialismo porque es un atributo propio del socialismo; le da plenitud, integridad. Lo convierte en algo que todo el mundo progresista y revolucionario saluda: éste si es un socialismo rejuvenecido, depurado y liberado de los traumas y enfermedades de su nacimiento y desarrollo, liberado de todo complejo de inferioridad. ¡Un socialismo otra vez a la ofensiva política bajo las banderas de 1917 y con una base material cientos de veces mayor! Por algo ya le tienen miedo los profesionales ideológico-propagandístico de los Estados Unidos. Creo que una de las cosas más interesantes de lo que pasa hoy en la Unión Soviética es ese espíritu de ofensiva que elimina los complejos de inferioridad. Sólo ahora estamos comprendiendo que nuestra relación hacia la propaganda enemiga, nuestra línea en nuestros propios medios de comunicación estaban marcados por un complejo de inferioridad. Como que tuvimos miedo... Te voy a poner un ejemplo en otro terreno: había un gran miedo frente a la activación del trabajo individual, porque se pensaba que este tipo de trabajo iba a depravar a la sociedad e iba a crear una amenaza al socialismo. Ahora bien, tomando en cuenta que la actividad individual tenía, más o menos, el 0,1% y que ha llegado ahora al 0.2% de toda la actividad productiva de la Unión Soviética, ¿cómo entender ese temor dentro de un país enorme con 70 años de no capitalismo? Eso solo refleja falta de fe en las masas o en el socialismo, porque si nosotros sabemos que el socialismo es la sociedad del futuro, si creemos en la fuerza del socialismo, ¿cómo puede asustarnos este 0,2% ó 0,5% o incluso 1% de actividad individual? Lenin no tuvo miedo frente a los brotes reales de capitalismo en una situación mucho más difícil precisamente porque creyó en la superioridad del socialismo. Ahora bien, lo mismo ocurre en cuanto a los problemas de la democracia: si nosotros sabemos que poseemos la verdad, que la perestroika constituye verdaderamente un desarrollo del socialismo, si estamos convencidos de que al socialismo se llega a través de más democracia, entonces no tenemos que tener miedo frente a las voces de los adversarios ni frente a la actividad de los grupos informales, que no esta dirigida contra los fundamentos del socialismo. Nosotros hemos entendido que no es la actividad de grupos como estos sino la pasividad de las masas, su falta de participación en el proceso, lo que constituye el peligro real para el socialismo, el caldo de cultivo principal para la ideología y la mentalidad antisocialistas.

¿Y en relación a la conciencia comunista...?

116. —Durante muchos decenios pensamos que la clave del problema era asegurar la abundancia, ya que estábamos convencidos de que el entusiasmo revolucionario más la abundancia nos darían la conciencia comunista y muchas otras cosas. Durante mucho tiempo tuvimos efectivamente una conciencia posrevolucionaria socialista, pero lo que estuvimos muy lejos de lograr fue la esperada abundancia. Pero ya en los años 60, en las nuevas condiciones, nos dimos cuenta que la abundancia que todavía estábamos muy lejos de lograr por sí misma no resuelve el problema y que, con frecuencia, puede más bien degenerar en consumismo, y, al mismo tiempo, nos encontramos frente a un entusiasmo revolucionario bastante debilitado.

117. Por otra parte, sabemos que la conciencia no puede surgir solo de los recuerdos heróicos o del trabajo ideológico, aunque ambos son necesarios. Sabemos que la conciencia de las masas puede surgir basada en el ser social actual. Y es evidente, también, ya hablamos de eso, que el incentivo material  prescindiendo del cual no podemos acelerar el desarrollo tampoco puede ser una palanca decisiva en la creación de la conciencia comunista. Pensamos que es, precisamente, en el desarrollo de la democracia socialista, en el enraizamiento del sentimiento de sentirse dueño real de su destino sea el pueblo, un colectivo o el individuo donde puede surgir y cristalizar la conciencia comunista.

118. Lenin dijo que comunismo es poder de los Soviets más electrificación. Y cuando se refería a los Soviets no pensaba solamente en un organismo real y concreto de la revolución rusa, sino en algo mucho más amplio: en un poder no sólo para las masas, sino de las masas; no solo en un poder que sirve al pueblo, sino en un poder ejercido por el pueblo, un autogobierno socialista.

119. Es precisamente este tipo de poder, de participación y la mentalidad que se corresponde con él, lo que constituye, pensamos, el vehículo principal hacia la conciencia comunista. Todo esto no se consigue mediante consignas. Las palabras no son como el vino que se mejora a medida que envejece. Es la práctica permanente arraigada en el quehacer corriente la que decide.