martes, 4 de agosto de 2020


UN DÍA BUENO, PERO SEGUIMOS ESCLAVOS


La Argentina es un país gobernado por su deuda externa, podemos “creer” que cuando se vota cada cuatro años en Octubre, “seleccionamos” a los gobernantes de esta nación. Es solo una ilusión óptica, bastante mala por cierto para todos nosotros que somos algo bizco.

Lo real es que cada cierto tiempo la Argentina, se da un baño de realidad y se percata que vive pendiente y dependiente de la deuda que contrae sus gobiernos entreguistas a los financistas de este Mundo globalizado. Hay que ser coherente sin embargo y decir que en los doce años del kirchnerismo hubo una vocación de desendeudar al país, sobre todo para que las políticas nacionales no se vieran eternamente ligadas a los designios y voluntades de los prestadores extranjeros de dinero, entre ellos el FMI y el Club de Paris, al menos con ellos se canceló la deuda que habían tomado tanto Menem como De la Rua en su momento. Ahora bien ese 7% de los acreedores que no firmaron en el ultimo canje de deuda del 2010 le hizo la vida un yogurt a Cristina sobre todo en su segundo mandato 2011-2015, lo que imposibilito que Argentina accediera a nueva deuda para financiar sus planes sociales y económicos que habían prevalecidos en los 8 años anteriores con tremendos resultados macroeconómico y sociales indiscutidos.

Habían 15 000 millones de dólares que estuvieron en negociación hasta última hora con los fondos buitres en el 2015, que Macri de un plumazo “inteligentemente” decidió pagar, para así abrir las puertas a un nuevo endeudamiento histórico y sin precedente para la Argentina moderna.

Para poner en números tales afirmaciones, me hago eco de algunas cifras que he leído en su momento. Al 30 de diciembre de 2015 la deuda pública bruta era de 240.665 millones de dólares (que representaba el 53,6% del PIB), el 57,2% de la misma era intra sector público, 12% con organismos internacionales (Banco Mundial, BID, CAF, etc.) y el 30,8% de la deuda era con bancos y fondos de inversión y otros compradores de bonos públicos

En los cuatro años de gestión de Cambiemos (léase Macri y su pandilla de Wall Street) se revirtió la lógica de desendeudamiento que había sido adoptada hasta entonces, lo cual lleva que, al 30 de diciembre de 2019, según informa la Secretaria de Finanzas de la Nación, se adeudan 323.177 millones de dólares que significan el 91,7% del PIB (PIB estimado en 352.300 millones de dólares).

De esa suma adeudada, 155.416 millones de dólares son en divisas que, si le descontamos el crédito efectivamente otorgado por el FMI en DEG, pero equivalente a unos 44.200 millones en moneda norteamericana, implican obligaciones por 111.216 millones de la divisa estadounidense. Creció sideralmente la deuda. Dentro de ella, lo que más se incrementó fue la deuda con grandes bancos y fondos de inversión internacionales que se estima en torno a los 66.000 millones de dólares. Asimismo, aumenta la proporción de la deuda tomada con organismos multilaterales y bilaterales de crédito, desde un 6,4% en 2015 hasta un 20,0% del PIB en 2019, siendo el principal acreedor el FMI, del que el gobierno de Kirchner había logrado cancelar todas sus acreencias con el país en febrero de 2006 y al que, al 10 de diciembre de 2015, no se le debía un dólar.

Desde que Alberto y Cristina asumieron, ni lentos ni perezosos se dieron a la tarea de comenzar a negociar le deuda externa de la Argentina, sobre todo porque en los años que se venían por delante 2020-2024 era de su incumbencia pagar la mayor cantidad de intereses de esa deuda, no solo a los bonistas de títulos argentinos en el extranjeros sino también al FMI. En 2020 el país recibiría desembolsos por 3.875 millones de dólares del FMI, algo que Alberto se abstuvo desde que asumió el 10 de Diciembre de 2019 y debería afrontar vencimientos por 25.719 millones de dólares. En 2021 le entrarían 1.937 millones de dólares por desembolsos y debería pagar 35.179 millones. Peor pintaba todo para 2022 y 2023. Para esos años el programa firmado con el FMI ya no contemplaba desembolso alguno. Pero tocarían los mayores vencimientos por el préstamo stand-by contraído con el Fondo, entre otros pasivos. En 2022 los vencimientos ya comprometidos por la Argentina llegarían a los 57.197 millones de dólares, de los cuales el FMI recibiría 22.206 millones. En 2023 la Tesorería debería hacer magia para conseguir los 49.982 millones de dólares destinados al exterior, de los cuales irían al FMI 23.370 millones.

Como se puede apreciar bajo las “balas” de esa deuda, no hay país que se pueda desarrollar, una “danza de deuda” que Macri le gustaba bailar en su escenario amarillo, si total el no iba a pagar la fiesta.

¿Que se ha logrado en el día de hoy?, algo muy bueno, que despeja el peso grande de la deuda para de aquí a 10 años al menos, es decir a partir del 2030, la Argentina tendrá que pagar cantidades sustanciales pero con una reducción importante en los intereses de la deuda, algo “pagable” si se hace un buen programa económico de desarrollo de exportaciones y de desarrollo de la industria nacional con incentivos claros a las PYMES.

Veamos algunos numeritos logrados con esta renegociación de la deuda que no tiene en cuenta los 44 200 millones de dólares con el FMI y cuya negociación empezara a partir del día de hoy. Consigue la Argentina bajar los intereses promedio de la deuda de un 7% a un 3.4%, eso hace que se ahorren por este concepto unos 30 000 millones de dólares. Despeja el gran peso de la deuda que se tenía para el ciclo 2021-2024 para más adelante y con reducción importante. Un ejemplo claro de esto último es la siguiente tabla en millones de dólares que no tienen en cuenta la deuda al FMI, y es lo que se tenía que pagar a los bonistas antes y ahora después de la negociación que acaba de terminar.


2021
2022
2023
TOTAL
ANTES
10 300
10 100
8 900
29 300
AHORA
100
1 000
1 700
2 800

A ojo de buen cubero, la Argentina terminará pagando solo un 10 % de lo que debía pagar en los próximos años.

Resumiendo lo acordado en el día de hoy, podemos decir que si miramos toda la deuda que tenía Argentina bajo legislación extranjera para los próximos 27 años, es decir del 2021 al 2047, sin contar al FMI (que son los famosos 44 200 millones de dólares), esta ascendía a unos 126 369 millones de dólares, de los cuales 66 306 millones eran capital y 60 063 millones eran intereses, después de este acuerdo a firmarse en los próximos días, Argentina deberá pagar 96 300 millones, de los cuales 68 000 millones serán Capital, y 20 300 millones de intereses, con lo cual como dijimos ya, no solo hay un ahorro de unos 30 000 millones, sino que se despeja el panorama del peso para mas allá del 2030, con lo cual le da un respiro importante a los que hoy están en Casa Rosada de llevar adelante políticas más proactivas desde el punto de vista de la producción y no estar tan pendiente de la timba financiera.

A pesar que hoy es un día en que andaremos “más ligero”, todavía se viene una pelea para Septiembre con el FMI y la renegociación de los 44 200 millones, con cargos importantes a pagar en este periodo de presidencia de Alberto y Cristina. Parece ser, no que el FMI se volvió “buenito” (el esclavista jamás guarda el látigo después de la zafra), pero se vendrán tiempos difíciles a nivel Mundial a raíz de esta pandemia y ellos saben que hay que aflojar el cepo con que nos tienen hace 500 años, por tanto negociaran con una quita importante.

Igual, todo esto te deja un sabor amargo en boca, “ellos” los poderosos, manejan nuestros países con la complicidad muchas veces de entreguistas profesionales, que llegan a la presidencia de los países prometiendo el oro y el moro, nos tienen agarrado por los huevos, de vez en cuando nos dejan respirar.

3 comentarios:

  1. Entonces Sr Maño ud sugiere que cuando se eligen los gobernantes habría que solicitar que informen cuál es su posición respecto a la deuda.
    Ud cree que dirán la verdad?

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  2. Estimada Silvia, mucha gracias, debo confesar que no estoy acostumbrado a recibir comentarios por estos lares.
    Efectivamente nadie creería, y a la experiencia reciente me remito, que algo dicho en una campaña electoral, que solo tienen la finalidad de juntar votos, a toda costa, luego se cumpla cuando asuman el gobierno, pero nosotros los humildes ciudadanos, podríamos solicitar a "nuestros representantes" en el congreso y el senado que traten una nueva ley donde el tema deuda del país, que por cierto incide finalmente en nuestro bienestar, sea una prerrogativa de esos cuerpos legislativos y no solo del ejecutivo y el banco central, sabiendo de antemano que dichos cuerpos responde mas a los intereses partidarios, que a los intereses del pueblo y la nación.
    Tendría otras soluciones mas radicales que proponer, pero me temo que no están los consensos necesarios en nuestra sociedad y los mentimedios, formadores de opinión y con una gran influencia, inclusive como para colocar a su candidato en la Casa Rosada, me tildarían de "zurdito de mierda".
    Gracias, Saludos

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  3. Estimado Maño eso sucedería si tendríamos los poderes divididos, sabemos que hace mucho, mucho tiempo que no es así, tenemos una monarquía encubierta 😉, hasta tanto ello no suceda estaremos en las mismas condiciones, ya que se piensa en el ciudadano sólo a la hora de elecciones 🤷

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