tag:blogger.com,1999:blog-89189927750456439852024-03-17T20:04:13.460-07:00LA LUNA DE NOKAUna memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.Unknownnoreply@blogger.comBlogger1551125tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-71996234802179040742024-03-13T06:21:00.000-07:002024-03-13T06:21:07.677-07:00<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Toma
de decisiones: De la teoría del caos a la psicología<br /></span></b><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><i>(Por Daniel Piorun, <a href="http://www.degerencia.com/dpiorun">http://www.degerencia.com/dpiorun</a>)</i></span></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNcRaVqaW10JKKgyC2IDpoCdPQJKqKVmd3xW86fVcJG2Q_Q4F7eY0_l3-rWWrohGwhaEljG6AY7Y9Lxikgz5GSHI0PD_4IzJcq8sVB9UxpNBM5c8J5CM6l5XenHHqFKc5tUN_qrapm21EB9VvD5Yj9WpznCLFAVzBfoEbW7wDPRlaqLFJjCjgfxUvqj7k/s308/LAS%20DECISIONES.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="164" data-original-width="308" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNcRaVqaW10JKKgyC2IDpoCdPQJKqKVmd3xW86fVcJG2Q_Q4F7eY0_l3-rWWrohGwhaEljG6AY7Y9Lxikgz5GSHI0PD_4IzJcq8sVB9UxpNBM5c8J5CM6l5XenHHqFKc5tUN_qrapm21EB9VvD5Yj9WpznCLFAVzBfoEbW7wDPRlaqLFJjCjgfxUvqj7k/w400-h213/LAS%20DECISIONES.jpeg" width="400" /></a></div><br /><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Caos no significa
desorden ni comportamiento aleatorio, son sistemas complejos “no lineales”, que
tienen entre otras propiedades, un comportamiento ordenado y razonable, bajo un
disfraz lleno de opuestos y un “aparente” desorden. Por ejemplo, las
organizaciones y la economía, son sistemas complejos y caóticos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La alta sensibilidad a las condiciones
iniciales de estos sistemas, es conocida como el “efecto mariposa de Lorenz”,
(matemático y metereólogo, que trabajó en este tema en la década de 1960), el
cual dice que “un aleteo de una mariposa en California puede generar un tornado
en Japón”. Son sistemas irreversibles, partimos de un estado X y luego el
sistema pasa a un estado Y, pero si pudiéramos volver marcha atrás, no
volveríamos a X dado que es un sistema complejo, “tal como es la realidad” y en
cada transformación se pierde información, por lo cual nunca se pueden
reproducir exactamente las mismas condiciones. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Vale el conocido
ejemplo que, si colocamos un corcho en lugar preciso de un río y luego
verificamos varios kilómetros delante, pasando por varias cascadas, el lugar
donde llegó dicho corcho, la explicación del comportamiento del mismo para
llegar a dicho lugar va a ser lógica y fue regida por leyes de gravedad y
fuerza, pero si hubiéramos querido predecirlo, sería imposible, pues estamos
frente a un sistema complejo/caótico donde si repetimos el experimento con
otros corchos, todos tendrán un destino diferente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A esto se refiere el
concepto de “sensibilidad a condiciones iniciales”, solo una condición
diferente e imperceptible (una ramita, un poco menos de viento, una piedrita)
cambian en forma sensible la trayectoria que sumados a otros acontecimientos
imperceptibles, logran un resultado final “totalmente distinto” e imposible de
predecir. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cada momento del
sistema es único, por eso la forma de estudiar estos sistemas de
comportamiento, no es con modelos deterministas predecibles, sino con modelos
de simulación que hacen miles de recursividades (tomar el resultado de una
acción como input de la siguiente) y los resultados son “escenarios y
tendencias” probables. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De ello surge la
premisa que cualquier pequeña diferencia al inicio puede generar grandes e
impredecibles diferencias al final (como la “Mariposa” ), -no como en los
sistemas lineales donde cualquier diferencia al inicio es proporcional y
factible de calcular la diferencia al final-.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si aplicamos esto a
las organizaciones o las personas, un pequeño cambio en una decisión inicial
puede generar resultados totalmente diferentes al cabo de varios ciclos de
decisiones (recursivas) en el tiempo, o sea el resultado de cada decisión
genera los datos iniciales para tomar otra decisión. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es importante,
considerar que TODAS las decisiones tienen un componente de “beneficio” y otro
de “costo” (algún aspecto negativo que genera la misma, visible u oculto,
aunque en el límite tan solo sea el costo de oportunidad de haber podido tomar
alguna decisión mejor). En general las decisiones que toma la gente, generan
rápidos beneficios y disparan en el tiempo los costos, con lo cual tienden a
pensar erróneamente que el costo es cero. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si asociamos entonces
el concepto de “costo de la decisión” al del “comportamiento caótico”,
llegaremos a un análisis muy rico y preocupante: el costo (problema,
restricción, efecto negativo, etc.) de una decisión, será el input de la
siguiente y así sucesivamente en forma recursiva, de manera tal que al cabo de
varios ciclos en el tiempo, pequeños costos iniciales pueden generar, grandes
variaciones de situación con altos costos finales. Esto –tal como se mencionó-
es explicable lógicamente una vez que sucedió pero imposible de predecir
exactamente antes, razón por la cual hay que ser muy precavidos en el análisis
de costos de cada decisión por pequeño que parezca. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Entonces, el estado
de situación de una organización o una economía o una persona en un momento
determinado, es la consecuencia ordenada y lógica de decisiones recursivas
tomadas, y los males actuales no son otra cosa que la acumulación de costos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><b><span style="color: #ffa400;">Decisiones no
racionales </span></b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Dado esto, es
menester entrenar a los tomadores de decisiones, en el análisis de las mismas y
el diagnóstico a priori de los costos futuros y ocultos (que son los más
difíciles), con el fin de minimizarlos o al menos saber que va a suceder. Uno
de los factores que mayor problemas generan en este proceso, es la toma de
decisiones no racionales (o sea emocionales). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Desde que Goleman,
escribió en la década pasada el libro “La inteligencia Emocional” y comenzó a
expandirse entre otros, la “Ontología del Lenguaje”, mucho camino se ha
recorrido, y el coaching personal y empresarial ha dado un salto cualitativo
enorme, pues los beneficios son muy grandes: “entrenar a la gente para la toma
de decisiones no emocionales con el fin de bajar los costos de las mismas, lo
cual influye drásticamente en mejor eficiencia en el logro de objetivos”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Desde la visión
psicológica, el hecho consumado, no debería ser más, que la vieja pero adecuada
premisa de “hacerse cargo”, de lo que cada uno como adulto genera, dado que es
una cualidad de los adultos, la de decidir, por eso es importante (si uno lo
desea) saber decidir mejor. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Será acaso esta
explicación racional, lo que sustenta la vieja frase popular de nuestros
abuelos, acerca de que “cada uno tiene lo que se merece”? o sea lo que fue
capaz de decidir....<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><b><span style="color: #ffa400;"><i>(http://www.degerencia.com/articulo/<br />
toma_de_decisiones_de_la_teoria_del_caos_a_la_psicologia)</i></span></b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-91160755856832794802024-03-08T04:58:00.000-08:002024-03-08T04:58:24.234-08:00<h3 style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">LA
TRAERÉ PARA TI</span><br /></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No me olvido de ese colibrí<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">a la puerta de nuestra aventura<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">del hormigueo del frenesí<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">del alivio que se siente<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">cuando he recorrido<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">tu humahuaca florido<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Va siendo hora<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que la Luna no se aburra<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">solo contemplando<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">desde lejos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">la traeré para ti<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">libaremos tus nalgas<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">devolveré despacio<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">esos pezones<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que varias veces he tragado<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">el tema es en definitiva<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">hacer nuestro menage trois</span></span></h3><div><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></span></div><div><span style="font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/ODr-FTSKZmk" width="320" youtube-src-id="ODr-FTSKZmk"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-83259218783311704352024-03-07T05:08:00.000-08:002024-03-07T05:08:53.290-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">La
carta de los 68 ganadores del Premio Nobel a Javier Milei</span></span></b></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg00g5qrRaHskiDwxcLP2FPQUmF-yllmXBkKW7xSgstK_gf1scovu5Y2lCh4vjb-g0brNnvZVuZRTvSytndPqmqXSwHnQxGUuB7C9TASXq6bS9L1E6aHN5_tFpBXiQ_9_vVIiLCkpUBCtWS6ZccMlTT3f8YiB5KRH5HO3XSb_9gnL_-M9Jt30K_ajdvPwg/s894/NobelL.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="894" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg00g5qrRaHskiDwxcLP2FPQUmF-yllmXBkKW7xSgstK_gf1scovu5Y2lCh4vjb-g0brNnvZVuZRTvSytndPqmqXSwHnQxGUuB7C9TASXq6bS9L1E6aHN5_tFpBXiQ_9_vVIiLCkpUBCtWS6ZccMlTT3f8YiB5KRH5HO3XSb_9gnL_-M9Jt30K_ajdvPwg/w400-h224/NobelL.jpeg" width="400" /></a></div><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Señor Presidente de la República
Argentina, Javier Milei.</span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Señor Jefe de Gabinete de Ministros,
Nicolás Posse.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Señor Presidente del CONICET, Dr.
Daniel Salamone.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Honorables Senadores y Diputados del
Congreso Nacional.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Nos dirigimos a ustedes con respeto y
profunda preocupación. Vemos como el sistema argentino de ciencia y tecnología
se acerca a un peligroso precipicio, y nos desesperan las consecuencias que
esta situación podría tener tanto para el pueblo argentino como para el mundo.
Vemos con preocupación la eliminación del Ministerio de Ciencia y Tecnología,
el despido de empleados administrativos del CONICET y de otros institutos en
todo el país, y la rescisión anticipada de muchos contratos el mes próximo.
Tememos que Argentina esté renunciando a sus científicos y a sus estudiantes de
ciencias. Nos preocupa que la dramática devaluación de los presupuestos del
CONICET y de las Universidades Nacionales refleje no sólo una dramática
devaluación de la ciencia argentina, sino también una devaluación del pueblo
argentino y del futuro de Argentina.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como científicos internacionales,
muchos de nosotros hemos sido testigos de las contribuciones transformadoras de
la ciencia argentina. Si no fuera por la ciencia y los científicos argentinos,
las causas del cáncer de pulmón y la diabetes habrían seguido siendo un
misterio durante décadas. Si no fuera por la ciencia y los científicos argentinos,
careceríamos de los conocimientos y la tecnología que permiten a un país con
una pluviosidad modesta alimentar tanto a su propia población como a gran parte
del mundo. Si no fuera por la ciencia y los científicos argentinos,
careceríamos de elementos clave de nuestra comprensión del funcionamiento del
Universo, desde el funcionamiento de un simple virus hasta el funcionamiento de
un átomo. Como ciudadanos del mundo, nos beneficiamos de este legado. Nos
beneficiamos de nuestra aún imperfecta, pero a veces salvadora, capacidad para
diagnosticar y tratar el cáncer. Nos beneficiamos de los avances en agricultura
y de los alimentos que produce el paisaje argentino.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Vemos los muchos avances notables que
han llegado a Argentina a través de la historia y la tradición de la ciencia y
la tecnología argentinas. ¿Dónde estaría Argentina -y el mundo- sin esta rica e
importante historia?</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Devaluar y/o cancelar la ciencia
argentina ahora sería un grave error. El mundo tiene muchos problemas, y
cualquier economía moderna como la argentina debe ser capaz tanto de generar
nuevas tecnologías enfocadas a problemas locales como de aplicar tecnologías
generadas por otros en un nuevo contexto local para resolver problemas locales.
Creemos en el ideal de que los países que invierten en nueva ciencia
compartirán sus tecnologías y sus beneficios, pero seríamos ingenuos si no
comprendiéramos que cualquier país que dependa únicamente de este espíritu
comunitario perderá rápidamente su independencia económica.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Algunas cuestiones, oportunidades y
soluciones son globales, y quizá depender de los conocimientos y esfuerzos de
otros puede funcionar en esos casos. Pero muchas cuestiones, oportunidades y
soluciones son locales, regionales o nacionales, y no debe esperarse que las
inversiones y los inversores de otras naciones aporten los conocimientos y
recursos necesarios para abordar esas cuestiones. Sin una infraestructura para
la ciencia, un país desciende a la indefensión y la vulnerabilidad. Sin
desarrollar su propia tecnología para avanzar ni capacitar a las personas o
desarrollar la infraestructura necesaria para el conocimiento científico y
tecnológico de otros a los problemas regionales, nacionales y locales, ¿en qué
situación quedaría Argentina?</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Escribimos con la perspectiva de que
Argentina tiene una notable base científica sobre la cual construir si hay
voluntad. Argentina es el único país de la región que ha desarrollado su propia
vacuna Covid-19, construido y lanzado satélites de comunicaciones, y diseñado y
construido reactores nucleares de última generación que no sólo se han
exportado, sino que generarán un suministro nacional de radioisótopos para uso
médico crucial. Pronto se inaugurará un nuevo laboratorio de terapia de
protones, único en el hemisferio sur. Un proyecto multinacional liderado por
científicos argentinos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ha
instalado el potente radiotelescopio QUBIC a 5.000 metros de altura en la Puna,
en Salta. Este telescopio explorará los primeros milisegundos del universo inmediatamente
después del Big Bang. Argentina ocupa el puesto 10 del mundo en número de
empresas de biotecnología, un logro sorprendente que promete grandes avances en
medicina y agricultura. Mediante ingeniería genética, un grupo financiado con
fondos públicos ha desarrollado con éxito variantes genéticas de trigo
resistentes a la sequía, ampliando así las fronteras de cultivo de cultivos
esenciales. Los científicos argentinos destacan en muchas áreas, como la
geología, la paleontología, la bioquímica, la biología molecular, la
inmunología, la ecología, la física, la arqueología y los estudios
medioambientales, atmosféricos y sociales.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Todos estos avances han sido
consecuencia del apoyo gubernamental a la investigación básica. El progreso
económico y social de las sociedades modernas y la creación de riqueza a partir
de los recursos naturales de un país están estrechamente ligados a una fuerte
inversión pública en ciencia y tecnología. Por estas razones, le instamos
respetuosamente a que restablezca los presupuestos de las restricciones
impuestas recientemente al importantísimo sector de la ciencia y la tecnología
de su país. La congelación de los programas de investigación y la disminución
del número de becarios de postgrado y de jóvenes investigadores provocarán la
destrucción de un sistema que costó muchos años construir y que costaría
muchísimos más reconstruir.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Firmaron la carta:</span></b><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> los ganadores
del Nobel de Química Thomas R. Cech, Martin Chalfie, Aaron Ciechanover, Walter
Gilbert, Richard Henderson, Avram Hershko, Roald Hoffmann, Brian K. Kobilka,
Roger D. Kornberg, Yuan T. Lee, Robert J. Lefkowitz, Jean-Marie Lehn, Tomas
Lindahl, Roderick MacKinnon, Paul L. Modrich, Jean-Pierre Sauvage, Richard R.
Schrock, Sir John E. Walker, Arieh Warshel, Sir Gregory P. Winter y Kurt
Wuthrich; el ganador del Nobel de Economía Finn E. Kydland; los ganadores del
Nobel de Medicina Harvey J. Alter, Werner Arber, Francoise Barre-Sino,
Elizabeth H. Blackburn, Andrew Z. Fire, Jules A. Hoffmann, Tasuku Honjo, H.
Robert Horvitz, Sir Michael Houghton, Tim Hunt, Louis J. Ignarro, William G.
Kaelin Jr., Barry J. Marshall, Craig C. Mello, Edvard Moser, May-Britt Moser,
Sir Paul M. Nurse, Stanley B. Prusiner, Sir Peter J. Ratcliffe, Charles M.
Rice, Sir Richard J. Roberts, Michael Rosbash, Phillip A. Sharp, Susumu
Tonegawa, Harold E. Varmus y Torsten N. Wiesel; y los ganadores del Nobel de
Física Barry Clark Barish, Steven Chu, Albert Fert, Andre Geim, Sheldon Glashow,
David J. Gross, John L. Hall, Serge Haroche, Takaaki Kajita, Ferenc Krausz,
Anthony J. Leggett, Michel Mayor, Konstantin Novoselov, Giorgio Parisi, Roger
Penrose, William D. Phillips, H. David Politzer, Donna Stricland, Kip Stephen
Thorne y David J. Wineland.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-54183372548648847162024-03-06T11:03:00.000-08:002024-03-07T04:51:31.730-08:00<p style="text-align: left;"><i style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Considero
que este articulo debe ser leído por todo político que quiera ponerse al frente
de un país y encarar el destino del mismo. Es una radiografía cabal de lo que
siente la gente de a pie como uno ante la problemática de la inflación y es
sin duda el porqué se le perdona cualquier barbaridad a un presidente, sea del
color que sea, si finalmente mata a ese monstruo que se llama INFLACION. Me
pone contento coincidir con alguien como Linera.</span></i></p>
<h3 style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">EL
MONSTRUO DE LA INFLACION<br /></span></span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;">(</span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;">Por </span></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;">Álvaro García Linera)</span></span><b><o:p></o:p></b></span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfBggJiA_nERcUqrvclv7Xk8zQLo_3XzgoDQ8OywFM5A5UmkXytFvXu7gaTDxmCNqYl-fe9o5mQuhhOUboOurka3ckMKQ8c_xBh-R8jRL8axGhT_MIfeUjdEvc3Wzzs3borCTwbftfty_xJOADdL2qmK7bnVFYc4RHy6odzHmnojvwLDGouHkDtNaR-BI/s960/821203-20231122-090323.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfBggJiA_nERcUqrvclv7Xk8zQLo_3XzgoDQ8OywFM5A5UmkXytFvXu7gaTDxmCNqYl-fe9o5mQuhhOUboOurka3ckMKQ8c_xBh-R8jRL8axGhT_MIfeUjdEvc3Wzzs3borCTwbftfty_xJOADdL2qmK7bnVFYc4RHy6odzHmnojvwLDGouHkDtNaR-BI/w400-h266/821203-20231122-090323.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Era julio de 1985, y en las legendarias
ciudadelas obreras de Siglo XX, Catavi, y Huanuni, lo imposible acababa de
suceder. El dictador Banzer, aquel que había mandado encarcelar y masacrar
trabajadores mineros entre 1971 y 1977, salía abrumadoramente victorioso en la
votación electoral de esos mismos reductos obreros que lo habían combatido
hasta la muerte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">No habían pasado ni 10 años, y el mundo
parecía colocarse de cabeza. En las elecciones generales, la vanguardia
proletaria de Central Obrera Boliviana le había entregado de manera abrumadora
su voto al dictador devenido circunstancialmente en demócrata<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">¿Cómo explicar esta debacle de la historia de
una clase social que hasta entonces era el epitome de la conciencia
revolucionaria del pueblo boliviano? ¿Que había modificado tan radicalmente la
mirada del mundo de esos recios obreros? ¿Un extravió de la razón? ¿Una
enajenación política? ¿Un monumental engaño? No. Simplemente, la inflación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Claro, el candidato izquierdista Siles Suazo
que había ganado las elecciones en junio de 1980 y, después de golpes
militares, había ocupado el cargo desde octubre de 1982, terminaba el año de su
mandato con 600 % de inflación. A la crisis económica heredado de la
cleptocracia militar, se le había sumado el boicot empresarial; y lejos de
buscar una salida de “ajuste” hacia las clases privilegiadas, sus aliados,
especialmente del MIR, optaron por sumarse al saqueo estatal. El resultado
inevitable, el acortamiento del mandato, la casi extinción electoral del frente
y la disponibilidad popular a políticas de shock neoliberal que perduraron 20
años.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">Inflación I</span></span></i></b><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">La inflación de dos o tres dígitos es un
desquiciador social. Volatiza cualquier lealtad social previa. Ante ella,
memoria de luchas, comunidades de afecto y acción previamente constituidas, se
disuelven espantadas frente al colapso de todas las referencias de orden de la
realidad que provoca la incontenible elevación diaria de los precios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">La inflación transmuta convicciones
revolucionarias en adhesiones reaccionarias. Desestabiliza gobiernos, castiga a
candidatos y puede encumbrar a anodinos políticos como grandes salvadores. La
elevada inflación es un agente de la incertidumbre estructural que agrede el
horizonte predictivo con el que las personas concurren al mundo cada día Y, lo
más relevante políticamente, abre en la estructura cognitiva de las personas,
la desesperada búsqueda de nuevos referentes discursivos y propositivos que le
ayuden a recuperar la certidumbre del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Los que mejor comprenden el efecto social
corrosivo de la inflación son los empresarios y los gobernantes conservadores. Por
eso, cuando han podido, han utilizado esa herramienta para desprestigiar
rápidamente a gobiernos de izquierda, como el de Allende en 1973, o el de
Bolivia en 1984 y 2008. Y ahora, entre 2022-2024 en EEUU, a la cabeza de la
FED, han estado dispuestos incluso a hipotecar el crecimiento económico y caer
en una recesión, con tal intentar pararla. Pese a eso, como lo lamenta el
premio nobel de economía P. Krugman, la propia mejora del salario real promedio
de los norteamericanos en estos dos años, no ha logrado traducirse un repunte
de la popularidad del presidente Biden, precisamente por la aun elevada
inflación subyacente que le muestra al ciudadano medio que las cosas hoy valen
más que hace 3 años. Claramente, en escenarios de elevación de precios, la estabilidad
y continuidad de los gobiernos son inversamente proporcional a la tasa de
inflación<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Los economistas norteamericanos han utilizado
muchos bytes para debatir sobre las causas de la inflación desatada desde el
2021. Con el tiempo, los datos aparecieron, mostrando que hubo problemas de
oferta más que de demanda, debido a los problemas de abastecimiento de
productos básicos, en las cadenas de suministros, en las gargantas de las
líneas de transporte (canal de Panamá, golfo de Adén) etc. Y ello fue aprovechado
por empresas con “poder de mercado”, para empujar los precios al alza. Lo
cierto en todo caso es que, apoyándose en los factores multicausales de los
procesos inflacionarios, siempre y en todo lugar, el que sale ganando es el
empresario por la posición de fuerza que tiene en el mercado propietario de
medios de trabajo y de dinero. Esto hace de la inflación un espacio de
antagonismo redistributivo entre el trabajo y el capital, por la obtención de
mayores volúmenes de excedente económico que permita, para el primero,
compensar el incremento de los precios del consumo básico y, para los segundos,
mayores ganancias en medio del desorden de precios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">El dinero</span></span></i></b><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">¿Porque este efecto político y culturalmente
tan devastador de la inflación? Por el <i>poder social</i> del dinero
(Marx). Y, en el capitalismo, por ser el poder social fundamental.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El dinero, en cualquiera de sus formas, de
papel, de moneda, de oro, de títulos, etc., tiene un poder extraordinario, casi
bíblico: el de convertirse en el satisfactor de cualquier necesidad social. Ya
sea comida, bienes inmuebles, artefactos, herramientas, distracciones,
placeres, lealtades invenciones, creatividades, descansos, previsiones, apoyos
o estabilidad, el dinero puede comprarlos. Apenas despunta una necesidad
humana, la que sea, el dinero puede convertirse en ella y satisfacerla. El
único límite temporal a esta cualidad de intercambiabilidad, es decir, de
compra, es el monto, un hecho meramente cuantitativo. El dinero se presenta,
así como un “dios”: el “dios de las mercancías” que pareciera tener vida propia
y por cuya propiedad las personas trituran sus vidas y son capaces de matar o
de morir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">En el capitalismo, la capacidad de producir
bienes y de intercambiarlos, un poder eminentemente social, de todas las
personas, deviene en un poder de una cosa: el dinero. En el dinero, el mundo
moderno este contenido; la sociedad está comprimida; todo trabajo humano está
depositado; el esfuerzo, los deseos, los sacrificios, las actividades y los
sueños de cada persona están almacenados. Tener dinero es, por tanto, tener un
pedazo, grande o pequeño dependiendo del monto, del mundo, de la sociedad, de
las actividades, de los esfuerzos, de las esperanzas de todos los demás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;"><i>Inflación II</i></span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Por todo ello, cuando este “poder de
influencia sobre la actividad de los otros”, es decir el dinero, comienza a
depreciarse el mundo de las personas comienza a desquiciarse. Claro, si los
ahorros de toda la vida atesorados a lo largo de años, en medio de trabajos
insufribles y privaciones constantes, día que pasa ya no equivalen a 10
quintales de azúcar, o al precio de un automóvil como hace 1 mes, sino a 5
quintales de azúcar o a medio automóvil, entonces la mitad de los infinitos
esfuerzos que hicieron las personas para acumular un poco de poder monetario se
diluyen sin justificación alguna. Si la capacidad de prever el futuro de los
hijos, ahorrando para comprar una casa, o pagar los estudios superiores, se
evapora misteriosamente, la única certidumbre de vida a la que muchas personas
se aferraron durante décadas, ahorrar, se desploma inútil ante el aumento de
los precios de las cosas y el recorte de su capacidad de compra. Si la
previsión de ingresos mensuales permite a una madre garantizar la alimentación,
los servicios y el pago de deudas; y de manera abrupta está obligada a recortar
la mitad de los alimentos de sus hijos porque el dinero que recibe ahora
equivale a la mitad de los productos que podía adquirir, el pavor a un futuro
que se hunde se apodera de sus pensamientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El dinero es el vínculo social por
excelencia. Diariamente lúbrica las múltiples actividades de todas las
personas. Sostiene su cotidianidad y su horizonte predictivo imaginado. Pero la
inflación destruye todo eso. La inflación mutila la previsión del destino
familiar. La inflación carcome sus vínculos vecinales o sindicales. La
inflación dinamita su capacidad de prever mínimamente el porvenir. Con el
tiempo, de persistir y aumenta la tasa de inflación, lleva al colapso de sus
vínculos sociales y la hunde en la desesperación y la anomia. La pérdida del
poco o mediano “poder social” del dinero es la experiencia en cámara lenta del
colapso de las certidumbres sociales y del orden del mundo conocido. No por
nada Keynes le asignaba al dinero la función de eslabón entre el presente y el
futuro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Al diluirse el orden más o menos previsible
del mundo y al carcomerse todos los vínculos personales mediados por el dinero,
las personas sufren un colapso cognitivo, una pérdida de las narrativas que
daban hasta entonces sentido al curso de sociedad y su destino. Inicialmente
habrá una predisposición a salvatajes individuales, como individual es la
experiencia del trastorno de su porvenir. Pero también mostraran una
disponibilidad a salidas abruptas, de shock que le permitan regresar lo más
pronto posible a recuperar la certidumbre frente al porvenir, sin importar el
costo para ello. Las inflaciones elevadas, junto con las guerras, los
cataclismos naturales, las pandemias y las revoluciones, son de los pocos
acontecimientos que conmocionan desde sus cimientos a la totalidad de las
sociedades afectadas y se presentan como hechos políticos totales. Pero es el
único acontecimiento social total que inicialmente provoca respuestas
individuales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">En Bolivia de 1985, la gente acepto despidos
laborales masivos, gigantesca devaluación de la moneda, contracción brutal de
la inversión pública, pérdida de derechos laborales y el incremento acelerado
de la pobreza, siempre y cuando la inflación se detenga. Y la inflación se
detuvo. Lo hizo arrojando a la población al subconsumo y el aumento de la
pobreza extrema. Pero el dinero volvió a ser dinero con valor anclado. La gente
perdió en el “ajuste” una parte sustancial de su capacidad de compra porque no
tenía dinero. Pero sabía que, si algún rato lograba tener un poco, su capacidad
de compra, o de ahorro, era previsible. El mundo, no importaba si miserable y
precario, volvía a ser mundo, porque el dinero volvía a ser dinero, es decir,
la “mercancía imperecedera”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Las políticas de shock neoliberales no son
las únicas maneras de frenar la elevada inflación. Las sociedades pueden
también sedimentar experiencias colectivas para enfrentar sus problemas
personales y mostrar disposición a salidas por el lado del “ajuste” a la gran
propiedad y las grandes fortunas, como mecanismos para proteger a los que menos
ingresos tienen. Pero en todo caso, esto también requiere una reverberación de
voluntades colectivas populares al lado de una voluntad política determinada a
enfrentarse a los poderes de la gran propiedad para devolver una parte del
“poder social” del dinero a la mayoría de las clases menesterosas. Como insiste
Marx, el Estado no puede crear más riqueza solo emitiendo más dinero, pero si
se puede producir nueva riqueza, puede expropiarla a los que tienen mucho, para
distribuirla a los que carecen de ella, etc.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Pensando en la inflación argentina, en
política no hay que subestimar la capacidad de aguante a castigos sociales que
tiene la población, con tal que ello redima el horror de la inflación. Y peor
si las voces políticas alternas que pueden alumbrar otros cursos de acción
posible solo atinan a mantener las condiciones de las viejas angustias a las
cuales la gente quiere escapar a cualquier costo. Pero tampoco ha de
menospreciarse la frontera del hartazgo colectivo a los sacrificios, más aún
cuando el provenir conservador y monetarista que se ofrece es un fósil
económico que carece de porvenir factible mundial. Y entre medio de uno y el
otro, siempre habrá espacio para realidades aún más degradadas a las
existentes. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><br /></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-32704901601058233352024-03-04T12:53:00.000-08:002024-03-04T12:53:00.450-08:00<p><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: justify;"><b><span style="color: #ffa400;">...ES UNA COSTUMBRE…</span></b></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgySgVqXS60F9iignxGTTFohzErtE-s3l1R5Rpw2YKzUbXBV-HLQv5gCGTDaNqfmAoS13arcM8DsLsmSooqWU5_qfcDE37cRWKUjED3YF84RGSt-go1i4GwypUzgglgM_14hgxEQhWbpYI-6S7Lwpl5MCwhQSnYZwjHyWwDmwz6nDif6_FuOIgs_K8Mqc4/s293/La%20muerte%20como%20costumbre.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="172" data-original-width="293" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgySgVqXS60F9iignxGTTFohzErtE-s3l1R5Rpw2YKzUbXBV-HLQv5gCGTDaNqfmAoS13arcM8DsLsmSooqWU5_qfcDE37cRWKUjED3YF84RGSt-go1i4GwypUzgglgM_14hgxEQhWbpYI-6S7Lwpl5MCwhQSnYZwjHyWwDmwz6nDif6_FuOIgs_K8Mqc4/w400-h235/La%20muerte%20como%20costumbre.jpeg" width="400" /></a></div><br /> <span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">En el famoso poema de Borges “Milonga de
Manuel Flores” esta la frase irónica </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Morir
es una costumbre, que sabe tener la gente”. </i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Me permito parafrasearla, </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">utilizándola en este otro sentido, que como la
muerte, se ha hecho costumbre en mi querida y amada Argentina: </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">“Refundar la Patria es una costumbre, que
sabe tener el Presidente Argentino”</i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">. Milei ha seguido la tradición en su
discurso de apertura de las sesiones parlamentarias el pasado viernes 1 de
Marzo de 2024.</span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…espero
que podamos dejar atrás las antinomias del pasado, abandonar las recetas del
fracaso y volver, tal como hicieron nuestros padres fundadores hace más de 200 años,
a abrazar de una vez y para siempre las ideas de la libertad…”. “…Este momento
histórico no es para cualquiera. No es para dirigentes que especulan
políticamente, no es para quienes piensan que gobernar es un concurso de
popularidad, no es para los que quieren mantener sus privilegios a costa de un
país quebrado y no es para almas bellas, para los cuales las formas o las comas
en un texto pesan más que la voluntad de cambio. Es para hombres o mujeres de
Estado, para patriotas, para aquellos que piensan en la historia, que están
dispuestos a arriesgarlo todo en beneficio de la Nación, porque arreglar este
país requiere de enormes sacrificios…”. “…Gobernamos para todos los argentinos,
incluso para los argentinos que aún no nacieron. Para que algún día, dentro de
30 años, cuando la Argentina sea una potencia mundial, las generaciones futuras
miren para atrás y digan “fue ahí, en la Docta, nuestra querida provincia de
Córdoba que comenzó el camino a la prosperidad…”. </span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">(Javier Milei, 1 de Marzo
de 2024).<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Milei no ha sido el único y tampoco será el último,
sino fíjense ustedes mismo:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…La
voluntad del pueblo, a través de sus representantes, se hace presente hoy en este
augusto recinto para dar testimonio de que se inicia en estos instantes una
nueva etapa de nuestra vida nacional. </span></i><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La
noción de ser protagonistas de este nuevo comienzo, que será definitivo, nos </span></i><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">inspira
a todos un sentimiento de responsabilidad acorde con el esfuerzo que hoy </span></i><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">emprendemos
juntos, y nos infunde el valor para afrontar un conjunto de dificultades muy
graves que acosan a nuestra patria.”</span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> <span style="color: #ffa400;">(Raúl Alfonsín, 10 de Diciembre de 1983)</span>.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…Vamos
a refundar un Estado para el servicio del pueblo, y no para el servicio de las
burocracias que siempre encuentran un problema para cada solución…” “…El pueblo
argentino tiene una cita con la historia. Para responder a ese llamado vamos a
tener que hacer un esfuerzo conmovedor, que comenzará en esta reestructuración
de nuestro Estado nacional. Ella no se agotará en sí misma, sino que será un
paradigma claro, con implicancias en el resto de toda la comunidad…” </span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(Carlos Saul Menem, 8 de Julio de 1989).</span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…Debemos
asumir la realidad de que asistimos a un Estado endeudado e ineficiente, un
Estado ausente y que tenemos el deber de refundar, de reconstruirlo entre todos
para que sirva a la gente, para que sea un Estado para la gente, capaz de hacer
eficiente la inversión social, eliminando gastos superfluos y reduciendo
burocracias parásitas que distorsionan la equitativa distribución de los </span></i><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">recursos.
Cada peso mal gastado o perdido por la corrupción o la evasión significa un
niño sin zapatillas o un chico desnutrido o una escuela sin libros o un hospital
sin remedios…” </span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(Fernando
de la Rua, 10 de Diciembre de 1999)</span>.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…Pensamos
el mundo en argentino, desde un modelo propio. Este proyecto nacional que
expresamos, convoca a todos y cada uno de los ciudadanos argentinos y por
encima y por fuera de los alineamientos partidarios a poner mano a la obra de
este trabajo de refundar la patria. </span></i><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Sabemos
que estamos ante un final de época; atrás quedó el tiempo de los líderes predestinados,
los fundamentalistas, los mesiánicos. La Argentina contemporánea se deberá
reconocer y refundar en la integración de tipos y grupos orgánicos con
capacidad para la convocatoria transversal en el respeto por la diversidad y el
cumplimiento de objetivos comunes…”</span></i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> <span style="color: #ffa400;">(Nestor Kirchner, 25 de Mayo de 2003)</span>.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…La
entrada al siglo XXI, que la Argentina en cierto sentido ha retrasado, es una
gran responsabilidad de este gobierno y es un motivo de gran excitación, de
gran entusiasmo…” “…Invitamos a todos a sumarse a esta apasionante tarea de ser
pioneros de un mundo nuevo. Queremos que la Argentina entre en el siglo XXI
incorporando políticas de gobierno abierto…”</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> <span style="color: #ffa400;">(Mauricio Macri, 10 de Diciembre de
2015)</span>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…Desde
la humildad con la que escucho y desde la esperanza que millones de
compatriotas han expresado en las urnas el pasado 27 de octubre, vengo a
convocar a la unidad de toda la Argentina en pos de la construcción de un nuevo
contrato ciudadano social. Un contrato social que sea fraterno y solidario.
Fraterno, porque ha llegado la hora de abrazar al diferente; solidario, porque
en esa emergencia social es tiempo de comenzar por los últimos para después
poder llegar a todos. Este es el espíritu del tiempo que hoy inauguramos, con
sobriedad en las palabras y expresividad en los hechos…”</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> <span style="color: #ffa400;">(Alberto Fernández,
10 de Diciembre de 2019).</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cristina Kirchner no tuvo que “Refundar la
Patria”, porque ya lo había hecho su esposo Néstor cuatro años antes, en eso se
salvo de caer en la “costumbre” aunque “ganas y empeño” no le faltaron.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pobre pueblo argentino que no ha logrado desembarazarse
de semejante ciclo eterno de refundaciones patrióticas, construyendo finalmente
para todos, algo tan liso y tan llano como, UN PAIS, con lo que eso implica, algunas cosas comunes que le sirvan a todos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-90276601492374494322024-02-27T07:19:00.000-08:002024-02-27T09:38:05.391-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">LA BALA
DE PLATA</span></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixRbtCZw8kjUcyodKEgy0RxJWPCrt3kg_NavYxRxA85mkK3Bvl_3tG0U8xrLmL5I0ocDXeOmm4dydD0NqBuFGkISW_F8exg19Xq35KGewCxr4dIQ-uBdv-aVJYvcg8NFsGHvJeTkfYXitAn1pQlZsfZDpvFOFQMdoAoLYOx-9csMLLx9MdinN69oD6ogI/s281/LA%20BALA%20DE%20PLATA.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="180" data-original-width="281" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixRbtCZw8kjUcyodKEgy0RxJWPCrt3kg_NavYxRxA85mkK3Bvl_3tG0U8xrLmL5I0ocDXeOmm4dydD0NqBuFGkISW_F8exg19Xq35KGewCxr4dIQ-uBdv-aVJYvcg8NFsGHvJeTkfYXitAn1pQlZsfZDpvFOFQMdoAoLYOx-9csMLLx9MdinN69oD6ogI/w400-h256/LA%20BALA%20DE%20PLATA.jpeg" width="400" /></a></div><br /> <p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">No hay manera posible que se entienda como
una persona como Milei pudo llegar al poder en la Argentina en apenas dos años
sin estructura política alguna, sino se acude a argumentos alejados de la
ortodoxia y menos aun se entiende que siga en el mismo con el deterioro
supersónico que se ha sentido en apenas 78 días de gobierno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Milei fue un candidato atípico, las
barbaridades que pronuncio durante su campaña nunca antes en la Argentina se
escucharon por alguien comprometido a ser Presidente de la República, de ello
se ha escrito bastante, incluso en este blog, pero como todo lo que pasa en la
Argentina, eso ya es pasado, la mayoría de los argentinos han desarrollado para
algunas cosas una rara amnesia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Desde que asumió la Presidencia, Milei no ha
parado de dar sorpresas, todas muy desagradables, incluso se ha visto un
marcado deterioro económico y social en muchos aspecto de la vida cotidiana de
los argentinos, pero por una extraña razón que trato de enunciar acá,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sigue cosechando el apoyo popular de ese 56%
que lo voto, que a la larga representa unos 15 millones de argentinos con
capacidad para el voto de los 37 millones posibles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Hay una discusión generalizada en parte de la
prensa de este país, que se pregunta a cada rato, ¿hasta cuando Milei recibirá
ese apoyo, que supo lograr en las urnas el pasado 19 de Noviembre?, vuelvo a
repetir hace apenas 78 días<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>atrás asumió.
Se lo preguntan porque los aumentos en todos los rubros de los servicios y
alimentos que recibe la población han sido descomunales hasta tal punto, que en
solo dos meses hasta el 1 de Febrero la inflación ha sido de un 25.5% en
Diciembre y 20.6% en Enero, que en números efectivos son del orden de 51.3% en
apenas dos meses.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">La inflación destroza todo, empobrece a todos
por igual, aunque algunos, los más ricos, siempre la sortean mejor, es la gran
Bestia de Gévaudan y para Milei es su UNICA y GRAN oportunidad. Acabar con ella
utilizando el cacareado déficit cero, es su bala de plata, que con un éxito
consumado en los próximos meses podría hacerle terminar su mandato de 4 años, y
además tener la oportunidad real de otros cuatro años más. Esto último a mi
modesto entender es la explicación racional no solo de la paciencia argentina
sino inclusive de la causa de porque Milei llego a la Casa Rosada. La mayoría
de los argentinos dentro del ruido que desato la tormenta Milei en campaña,
escucho el único sonido que necesitaba, “yo voy a eliminar la inflación, pero
llevará su tiempo”, fue música para sus oídos y le creyeron de que lo podría hacer.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Lo interesante de la comunicación de Milei,
es que él se coloca por fuera de su propio Gobierno, ha tenido la habilidad
(hasta ahora) de transmitir a sus votantes que él, es un “león” que lucha
contra todos los poderes establecidos durante tantos años en la Argentina y en
esa lucha, se percibe y se define como un “incomprendido” del status quo (“No
la ven”) pero cuenta con los únicos que la ven, “el pueblo” que lo voto (que no
ha sido poco). Este ultimo relato lo mantiene, encontrando literalmente todos
los días, a alguien con quien enfrentarse, ya sea en sus declaraciones a la
prensa como con sus escritos cortos en la red X. Por ahora hay que decirlo con
todas las letras, ha tenido éxito, pero ese éxito perdurará en el tiempo, en la
medida que demuestre que la INFLACION es una bestia que puede matar con su
única bala de plata, el déficit cero, que incluye la no emisión monetaria y el
ajuste feroz del estado, inclusive a pesar que esa bala de plata intenta matar
no solo a ese enorme lobo que es la inflación, sino hambrear a los que lo
votaron y los que no.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Es posible que este argumento les parezca
poco, pero créanme escudriñando en la historia pasada de este país, es lo único
que he encontrado para justificar porque este pueblo le tiene la paciencia que
le tiene a los neoliberales como Milei. “Menem lo hizo” fue una frase famosa en
los 90 y allí está la respuesta y el argumento contundente de que domando la
inflación que “siempre ha padecido” este país, todo lo demás se perdona.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Menem recibió un país de Alfonsín muy
parecido filosóficamente hablando al que recibió Milei de Alberto, el desempleo
entonces, el último año de Alfonsín rozaba el 6.2% pero por una hiperinflación del
4900% anual, los trabajadores con empleo registrado no solo no llegaban a fin
de mes sino que eran literalmente pobres. Milei recibe de Alberto-Massa el
mismo desempleo y con una inflación galopante del 200%. Nadie le creía entonces a Angeloz y tampoco le creyeron ahora a Massa que con los mismos y haciendo lo mismo
podían matar a la devoradora de hombres, mujeres y niños La Bestia de Gévaudan,
la INFLACION. El brindar la esperanza “comunicacionalmente” de que se tenía “el
método nuevo” para acabar con la inflación hizo que entonces Menem ganara en
primera vuelta con el 48% de los votos, e hizo que Milei ganara con el 56% de
los votos en el balotage. Menem mintió con su “Salariazo” y la “Revolución
Productiva”, nunca hablo de ajuste ni venta de todas las empresas del Estado
Nacional, Milei en cambio ha sido el primer presidente de derecha y neoliberal que gano diciéndole a la
gente que el ajuste fiscal y el achicamiento del estado<span style="mso-spacerun: yes;"> son</span> la herramienta adecuada para desterrar al monstruo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Si bien Menem tardo un año y medio en
implantar la convertibilidad de Cavallo (Marzo de 1991), que finalmente hizo
bajar rápidamente la inflación en el año 1991 hasta 172%, hay que decir que la
inflación de 1990 la bajo de 4900%<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a
1344% (alta igual, pero se sintió el efecto), esto se debió a las
políticas de ajuste ortodoxo aplicadas bajo el mando de Erman González durante
1990 y la acumulación de reservas en el Central.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">La inflación de la Argentina luego de
implantada la convertibilidad se redujo sustancialmente los siguientes años de
Menem, hasta <span style="mso-bidi-font-style: italic;">alcanzar un 24.9% en
1992, 10.6% en 1993, 4.3% en 1994 y 3.4% en 1995. Este último resultado le
permitió a Menem luego del Pacto de Olivo y la reformulación de la Constitución
del 94, reelegirse por un periodo de cuatro años más.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Si vemos “el trabajo” de Milei en sus
primeros 78 días de Gobierno con Caputo en el Ministerio de Economía haciendo el
GRAN AJUSTE del Estado y acumulando reservas en el Central por 7500 millones de
dólares en este corto tiempo, no hay dudas que estamos ante un revival de “Menem
lo hizo”, y teniendo esto como premisa no hay dudas que si entonces el pueblo
argentino tuvo paciencia para esperar aquel resultado de 24.9 % tres años después
de aquellas despiadadas políticas económicas del menemismo, no sé porque ahora
no la tendrá cuando la bestia de la inflación es lo que más le preocupa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Por tanto para mi, Milei tiene la única bala
de plata para que lo sigan acompañando y es demostrar que la inflación está
bajando. Todas las demás penurias y desquiciados exabruptos del presidente serán
perdonados, inclusive que como entonces los jubilados se sigan muriendo de
hambre.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/BwSHwyT7HHQ" width="320" youtube-src-id="BwSHwyT7HHQ"></iframe></div><br /><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p><br /></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-80715270562399124082024-02-14T10:13:00.000-08:002024-02-14T10:13:26.273-08:00<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
verdadero desafío para Javier Milei tras el naufragio de la Ley Ómnibus <br /></span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;">(Por Ernesto
Tiffenberg)</span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjze6pEN5WswboSOuqWL3zkCRH8gApOYkfJM8dmopagxEel0X8f8g7vbYXuhcniSW88tKeUlIpuYoY42ywdGj5m_v5hA5WDFAYvccr-ol2ZhBsqR_gfk1LL7oh4N1XE4ySO-klxBsWyzaQCOsnTx05eLyyxvva99xbnk28pc1wKWA9_Qe-UJggrGWzfzKU/s960/814932-milei-20en-20el-20muro-20de-20los-20lamentos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjze6pEN5WswboSOuqWL3zkCRH8gApOYkfJM8dmopagxEel0X8f8g7vbYXuhcniSW88tKeUlIpuYoY42ywdGj5m_v5hA5WDFAYvccr-ol2ZhBsqR_gfk1LL7oh4N1XE4ySO-klxBsWyzaQCOsnTx05eLyyxvva99xbnk28pc1wKWA9_Qe-UJggrGWzfzKU/w640-h426/814932-milei-20en-20el-20muro-20de-20los-20lamentos.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Caputo sostiene que el hundimiento de la Ley
Ómnibus no tiene importancia, pero el Presidente reacciona como si le fuera la
vida en ello. Despidos de funcionarios, insultos y Macri en el horizonte. Pero
el destino de su gobierno no se juega allí sino en qué pasará con la inflación
y con los casi 50 millones de afectados.</span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Una mirada atenta sobre el plan Caputo lleva
directamente a ese viejo chiste del granjero que estaba enseñándole a su burro
a trabajar sin comer y, justo cuando lo había logrado, se le murió. Puede ser
que Javier Milei no lo conozca, o que no lo haya entendido, porque
sólo así se explica el increíble “ahorro” al que está forzando a casi toda la
población argentina, repartida en los territorios provinciales que, como no
tiene ningún gobernador propio, el presidente considera ajenos a su
responsabilidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">También puede ser que lo conozca y que esté
convencido de que el final puede admitir una reescritura, del mismo modo que
pretende reescribir la historia del país y rediseñar su futuro. Tanta
omnipotencia explicaría su destemplada reacción ante el evitable
final de la Ley Ómnibus y todas las operaciones y operetas políticas que
provocó en las fuerzas proto oficialistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los medios se concentraron en los
detalles del culebrón entre el Gobierno y los gobernadores, y la inoxidable
esperanza de Mauricio Macri de pescar en río revuelto, pero cuando se disipe un
poco la polvareda quedará claro que la suerte del gobierno no se juega tanto en
esa competencia por el voto antiperonista sino en saber hasta qué punto el
burro aceptará mansamente su destino o se plantará de alguna manera para
evitarlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La
libertad no avanza<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para el común de los mortales hay dos formas
de hacer las cosas: por acción o por omisión. En el caso del gobierno
libertario, la opción desaparece. Hasta ahora las únicas iniciativas que
prosperaron son las que no necesitan ningún esfuerzo de gestión. El resto,
naufraga.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El último y quizás más claro ejemplo es lo
ocurrido con la Ley Ómnibus. Empezó con 638 artículos, siguió con unos 300,
terminó en la nada. Con toda la “oposición amigable” desesperándose por
apoyarlos, no pudieron construir una mayoría para aprobarla. Las medidas
fiscales eran el corazón del proyecto y fueron las primeras en ser recortadas.
Si lo que se buscaba era una señal de gobernabilidad para los mercados, resultó
lo contrario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Caída la ley, se construyó la mística de la
victoria en las redes sociales, el único territorio que reconoce el Gobierno.
Que todo fue un ardid del líder para desenmascarar a la casta; que el proyecto,
presentado como indispensable a corto plazo, en realidad tendría impacto en el
largo. Un relato solo apto para convencidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Esa misma matriz de incompetencia se exhibe
en cuestiones más terrenales. No fueron capaces de hacer funcionar el plan de
registro de las tarjetas SUBE, fundamental para todo el esquema de alza de los
boletos en trenes y colectivos. Tampoco consiguieron avanzar con el nuevo
proyecto de segmentación para recortar los subsidios a la luz, por lo que solo
pudieron operar sobre el sector minoritario que ya había renunciado a ellos.
Llegando al absurdo, el ministro Guillermo Ferraro, cuyo despido se anunció con
bombos y platillos a los 45 días de asumido por la filtración de la frase de
Milei contra los gobernadores (“los voy a dejar sin un peso, los voy a
fundir”), seguía este viernes en su puesto a pedido del mismo gobierno que lo
echó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Jubilados
y salarios, las únicas cartas de Milei<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Luis Caputo fue el encargado de aportar el
argumento principal en rescate del Presidente. “La Ley no era necesaria para la
crisis porque los números cierran igual sin ella, como muestra el resultado fiscal
de enero”, afirmó el ex Messi de las finanzas sin dar detalles de cómo se logró
el “milagro”. Si se pone un ojo en ello, se entiende por qué cualquier
otro gobierno hubiese preferido no menearlo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Casi todo el “ahorro” fiscal proviene
directamente de los bolsillos de los jubilados y los sueldos de los estatales,
en proporciones incomparables por su velocidad y profundidad con cualquier otro
ajuste anterior. Ni Macri, ni Menem, ni la dictadura se atrevieron a
tanto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los números que no cuenta Caputo y que 1816,
una de las consultoras preferidas de la city, puso al alcance de los curiosos
son:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El Gasto Primario, o sea el que no incluye
pagos de la deuda, cayó en comparación a enero de 2023 un 36,9%.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para llegar a semejante cifra no hizo falta
apuntar a los "gastos políticos”, simplemente darle un guadañazo histórico
a las jubilaciones y pensiones, que son el principal item del presupuesto
oficial: se derrumbaron un 43,2%.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Lo destinado a los empleados públicos perdió
un 18,2%, a lo que se suma una caída del 19,8% de la AUH y las Asignaciones
Familiares y del 40,8% en los programas sociales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pasaron a casi cero la Obra Pública y las
transferencias a las provincias, pero estos rubros, que tanto inciden en la
creación de empleo en todo el territorio nacional, apenas se sienten en el
total del gasto estatal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En el terreno de los salarios de los
trabajadores privados registrados, Milei consiguió la hazaña de, en menos de
dos meses, llevarlos a un nivel comparable al de la crisis de 2001.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La conclusión obvia de estos datos es
que lo único que hizo el Gobierno en materia económica fue multiplicar la
inflación (por la mega devaluación y la eliminación de todos los controles a la
voracidad empresaria) y no aumentar sueldos ni jubilaciones. Algo que todos los
gobiernos conservadores intentan y que solo encuentra límites en la paciencia
de los afectados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por incompetencia o audacia, Milei y Caputo
no generaron ninguna red de contención que aminore los costos sobre los
sectores medios y bajos. Peor aún, por incompetencia o audacia, se dedicaron a
destruir los sectores del Estado que hasta ahora se ocupaban de eso. La
caricatura de este modelo de gestión es la cola de 30 cuadras de
hambrientos, convocados de a uno por la ministra Sandra Pettovello.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
sueño de bajar la inflación<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para cambiar ese desolador panorama antes que
se disuelva el impacto de la novedad, Milei tiene que mostrar algún éxito
en la lucha contra la inflación más tangible que festejar “el 25% de
diciembre que podría haber sido un 30”. Pero, más allá de la insistencia
oficial, no hay demasiados motivos para el optimismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La inflación acumulará alrededor de un 100%
en abril, lo que aumenta las posibilidades de otra devaluación. Como manda el
dios mercado, será difícil evitar la profecía autocumplida, ya que es lo que
prevén la mayoría de los analistas y lo que esperan los productores
agropecuarios para liquidar sus dólares. Si eso ocurre, habrá otro salto
inflacionario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La persistente indexación de todos los
contratos de la economía (empezando por los recién liberados alquileres) y los
aumentos salariales que vayan consiguiendo los sindicatos (aun retrasados ante
la inflación) garantizan un piso mensual que difícilmente baje rápido a un
dígito. Y no hace falta recordar que aunque los 20/25 puntos que promovió Milei
son mucho peores, los 8/12 que caracterizaron los últimos meses de Massa
resultaron tan aterradores que consiguieron que el libertario terminara
instalado en la Casa Rosada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“Qué feo es dar malas noticias”, se podría
decir parafraseando a Fernando De la Rúa, pero a pesar del salto de diciembre y
enero la famosa recomposición de precios relativos recién empieza. Falta el
salto que provocará la eliminación de los subsidios a las tarifas y el aluvión
que implicará para lo que queda de la clase media el aumento de las prepagas y
las cuotas de los colegios privados. Un impulso que se mantendrá en el tiempo
porque todo ajusta por inflación y tipo de cambio, lo que sea mayor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Descartados el regreso del pago de ganancias
por los trabajadores y la suba de las retenciones, por el retiro de la Ley
Omnibus, el Gobierno solo puede aumentar sus ingresos sin pasar por el Congreso
gravando los combustibles y subiendo aún más el impuesto PAIS que impacta en
las importaciones y en los gastos en dólares de toda la población. Como
cualquiera sabe, los dos terminan inevitablemente en los precios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los que confían en una recesión que planche definitivamente
las subas deberían tener en cuenta que, gracias a la apertura irrestricta, el
mercado mundial puede absorber lo que los enflaquecidos sueldos argentinos se
resistan a convalidar, por lo menos en alimentos y combustibles, dos rubros
claves de la inflación local. La recesión también afectará la recaudación en
IVA y Ganancias, desbalanceando las cuentas públicas y provocando nuevos
ajustes en un círculo más que vicioso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Si todo sale mal, aún puede ser peor. Presa
de la desesperación, Milei es capaz de volver a desenvainar el salto al vacío
de la dolarización.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La
decisión del burro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Inoxidable a las malas noticias, el Gobierno
apuesta a que todas esas dudas queden disipadas por la caída del déficit
fiscal, el objetivo excluyente de tantos sacrificios. Los empresarios sacarían
contentos sus billeteras y la inversión privada reemplazaría la desaparición de
toda la inversión pública. En el relato oficial, eso llevará a un futuro de
empleos registrados y recuperación salarial. A pesar de que Caputo cometió la
imprudencia de hablar del “segundo semestre”, todavía no se ve ningún
"brote" de semejante paraíso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En los grandes grupos económicos lo que está
ocurriendo se ve distinto. Acostumbrados a la fugacidad de los sueños
liberales, esperan a ver para creer. En otras palabras, a aplaudir y apoyar
platónicamente hasta que la economía parezca algo más prometedor que el páramo
actual, con caídas de entre el 20 y 30% en todos los parámetros relevantes.
Mientras tanto, la mayoría aprovechó para incorporar sus reivindicaciones
históricas en el DNU y están tratando de transformarlas en derechos adquiridos
antes de que el Congreso o la Justicia se atrevan a ponerles algún freno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es en ese escenario donde el chiste del burro
espera para ser reescrito. Milei y sus amigos sueñan con encontrar la manera en
que el animal aprenda a no comer y sobreviva. La magnitud histórica del ajuste
hace vislumbrar otro final. Que más allá de cómo llegaron a esta situación, la
mayoría de los argentinos se vean obligados a poner un tope al experimento.
Después de todo, es una cuestión de supervivencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-84165867334498671492024-01-18T07:04:00.000-08:002024-01-18T07:04:42.730-08:00<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"><b><span style="color: #ffa400;">REALIDAD PARALELA</span></b></span></span></p><p><i style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
posteo del presidente Milei después de terminar su “conferencia magistral” en
Davos fue la foto siguiente:</span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1Svyp8J6NL_D0qLZtt-dGlfwShJulvSyCdaL6aW76Wd20EYinJL0g07f5vGLtZFVZAqo8rEwC0idgx0AykVXEFiSlaPMKEWmwLuYenQI9d9SCwCIyKypbIcEUNQ9aEt7mAd7DfZ6PyR6_In3EWNQZD0UTyKBCh1SjGF5ueBeGXI2KmUbsYLI7of5x3Is/s730/photo_2024-01-18_11-50-29.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="730" data-original-width="720" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1Svyp8J6NL_D0qLZtt-dGlfwShJulvSyCdaL6aW76Wd20EYinJL0g07f5vGLtZFVZAqo8rEwC0idgx0AykVXEFiSlaPMKEWmwLuYenQI9d9SCwCIyKypbIcEUNQ9aEt7mAd7DfZ6PyR6_In3EWNQZD0UTyKBCh1SjGF5ueBeGXI2KmUbsYLI7of5x3Is/w395-h400/photo_2024-01-18_11-50-29.jpg" width="395" /></a></i></div><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Me hizo
acordar la película alemana Good Bye!, Lenin!, solo que en vez de haber caido en coma
la madre de Alexander Kerner, el que cayó en coma fue Javier Gerardo Milei mucho
antes que el muro de Berlín implosionará el 9 de noviembre de 1989, ahora que
se ha despertado siendo Presidente de la República Argentina sigue viendo, aparentemente
por sus enunciados en Davos, aquella realidad de la guerra fría. A diferencia de
Christiane Kerner, la madre de Alexander, fiel miembro del Partido
Socialista Unificado de Alemania, nuestro presidente Milei es un ferviente
imitador de Murray Rothbard y su contraofensiva contra el comunismo sovietico, que ya no
existe. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por supuesto
que el Presidente tiene todo el derecho a pensar como quiera, solo que ir a
Davos a presentar una realidad internacional que hace 34 años no existe, lo
hace quedar como eso, un hombre que tuvo un colapso y que aun despertándose de
ese estado no se ha percatado que el Mundo ha cambiado. Recomendamos a su
hermana Karina, La Jefa, sabiendo de su
amor filial, que no siga alimentando como hizo Alexander a su madre en la película
mencionada, una realidad “comunista” que no ha habido ni en la Argentina ni en
el Mundo desde hace tanto tiempo, sobre todo porque siendo el Presidente de todos los
Argentinos, podemos padecer de sus alucinaciones, y además recordarle que bajo
esos efectos dudo que algún empresario mundial, ya que le importan tanto los
empresarios de Davos, hasta tal punto de llamarlos “HEROES”, se anime a
invertir su dinero acá teniendo un Presidente que vive una realidad paralela. </span></i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></b></p>
<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Mr.
GARDINER EN DAVOS<br /></span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;">(Por Diego
Sztulwark)</span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgABZyQYIeNHUCM88C2nQhEmYZUM-ZcvAUhZt19NjqGl5YNaGytS_abts8woFO07BA4BOTZJ98zU4d4Gw0ranJET4nBqgZAkehjrOIOxWLLxa-IE6vA2VGsxhdmWOBTDXWE0GAZhJHLbNTzM8R4JzINfi1OqgFBxXhVXJ8oiOag_XWF6Xks_xUFgZ7ydCY/s960/808381-whatsapp-20image-202024-01-17-20at-2012-38-35.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgABZyQYIeNHUCM88C2nQhEmYZUM-ZcvAUhZt19NjqGl5YNaGytS_abts8woFO07BA4BOTZJ98zU4d4Gw0ranJET4nBqgZAkehjrOIOxWLLxa-IE6vA2VGsxhdmWOBTDXWE0GAZhJHLbNTzM8R4JzINfi1OqgFBxXhVXJ8oiOag_XWF6Xks_xUFgZ7ydCY/w400-h266/808381-whatsapp-20image-202024-01-17-20at-2012-38-35.jpeg" width="400" /></a></div><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Milei fue presentado en el Foro de Davos como
el presidente que devolvió a la Argentina al espíritu de la libre empresa y al
Estado de Derecho. Haciendo uso de la palabra ante una audiencia empresarial,
el mandatario argentino trasladó a escala global los conceptos doctrinales
expuestos sobre la casta colectivista como principal obstáculo para la prosperidad
y la libertad, tal y como lo había hecho en su discurso del 20 de diciembre del
2023 (aquel en el que anunció el DNU con cientos de desregulaciones).</span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En esta oportunidad, sin embargo, no se
limitó a exponer la naturaleza de la enemistad entre empresarios y
dirigistas-socialistas amparados en la “justicia social”, sobre la que funda su
concepto de lo político. Sino que advirtió, además, que el occidente
capitalista mismo está en peligro, puesto que sus propias élites dirigentes
(políticos, académicos, funcionarios de organismos internacionales) han ido
cediendo al sentido común de un neomarxismo que, derrotado en la lucha de
clases económica del pasado, gana ahora influencia por medios
"culturales", agitando de modo artificioso conflictos de género y ecológicos
como artilugio táctico para provocar más Estado, más regulación, más burocracia
y por tanto más privilegios propios y más pobreza general.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En esa dirección Milei ofreció a la Argentina
como testimonio y ejemplo del cual el mundo puede y debe extraer enseñanzas.
Porque la historia nacional no hace sino replicar lo que la historia universal:
el capitalismo de libre empresa no solo fue eficaz produciendo riquezas, sino
que es el único instrumento moralmente apto para hacerlo, puesto que no es
movido por el deseo de control sino por el de la libertad. Y los argentinos,
votándolo recientemente, han probado tener plena conciencia del asunto. De ahí
procede el tono vanguardista con el que se propuso a sí mismo como adelantado
en la lucha por la defensa de los valores occidentales amenazados ya no por el
viejo socialismo expropiatorio sino por uno actualizado, que habita en las
propias capas dirigentes de los países más industrializados del planeta y en
las agencias de regulación globales. Todas ellas son comunistas sin saberlo, ya
que el comunismo vive agazapado en un error doctrinal que el profesor Milei
logró desenmascarar a la perfección. Desenmascaró.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El error en cuestión lo cometen las
concepciones "neoclásicas" de la economía que introducen toda clase de
regulaciones y de intervenciones públicas (de la emisión monetaria a los
subsidios) para corregir lo que llaman equivocadamente "fallos de
mercado". Este "socialismo actualizado" que destruye riquezas y
obtura libertares se propone atacar a las "estructuras concentradas"
(o monopolios) en nombre de una visión dogmática del libre mercado. Milei
refutó a estos socialistas de una falsa concepción de la libre empresa
anunciando que no existe tal cosa como los “errores del mercado” (pues el
mercado es la verdad, y la verdad solo emana de los mercados). No son, por
tanto, los intelectuales-funcionarios expertos en resolver crisis por medios
regulatorios sino los empresarios capitalistas los únicos héroes benefactores,
en el plano económico tanto como moral, de la innovación y prosperidad que vive
hoy el planeta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La polémica de Milei apunta a despejar la
dinámica de acumulación de capital por medio de la apropiación irrestricta de
la riqueza y a refutar toda consideración política, científica, comunitaria a
este propósito. De ahí que resulte tan violenta la confrontación de su discurso
respecto del otro argentino de audiencia global, el papa Francisco). Dijo Milei
que nunca el mundo fue tan libre, rico y pacífico, y que el héroe benefactor a
quien debemos este estado agraciado del presente no debe dejarse dirigir por
burocracias globales o nacionales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El discurso de Milei no deja de recordar a
Mr. Gardiner, que por haber vivido una vida entera en el universo cerrado de la
jardinería no sabía hablar de otra cosa que de jardines a una élite que creía
estar escuchando sabias metáforas, y complacida, lo hizo presidente. Mr.
Gardiner está convencido de que la apropiación privada de la producción
colectiva de la riqueza es la libertad, y la medidas violentas de desposesión
social y concentración en pocas manos es la fuente de una paz duradera. Y como
cree en eso firmemente, no duda en hablar de la paz en medio de la guerra ni de
la prosperidad en medio de la peor de las desigualdades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De nada sirve objetar que el colectivismo que
él repudia persiste bajo la forma extendida y compleja de la cooperación social
que genera esas riquezas que él celebra, o que el padecimiento de estas
personas creadoras de riquezas se debe al modo en que son condenadas a la
pobreza y a la humillación producto del tipo de progreso que defiende. Sin
embargo, estas personas desposeídas constituyen un límite efectivo a sus
creencias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El espectáculo es de lo más curioso: porque
al proponer la apariencia de una realidad cuya estructura parece estar dominada
por el absurdo, Milei no hace sino convocar a un absurdo auténtico que aún no
ha llegado. Porque la “derecha radicalizada” -como le llama el antropólogo
Pablo Seman- se presenta de un modo demasiado racionalista y doctrinario.
Demasiado idealista y procapitalista como para enfrentar el núcleo del absurdo
que constituye dramáticamente la realidad. Para que el absurdo aflore
acabadamente hace falta atravesar aun batallas culturales, o
"intelectuales y morales", palabra que el propio Milei parece tomar
de Antonio Gramsci. Mientras el discurso predicante de Mr. Gardiner se encierra
en la llamada escuela austríaca quizás convenga aproximarse a las páginas de un
checo llamado Kafka, que pueden orientarnos mejor en la comprensión de ese
núcleo dramático que puebla todo verdadero realismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-59790254132343637722024-01-17T10:03:00.000-08:002024-01-17T10:24:51.071-08:00<p><span style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;"><b>EL
ORDEN FRENTE AL CAOS</b></span></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUljejjp9mopKyEZB-l2-H03tkmV3Sq2qxNI4WgtbV_I9Rb2n6yigSlyZYIHvuT-BRkRFYWqmUxvHUSGbaKwHnpXYTsemX7wI55saSQdEQ0KefvtqDCDbTIM5M3PWfHr9q0fGZboO-XsNieOJfjTqNe8aeKw8IPXZaRL8iT2HyxMxwPo3SJfXLWjKgTio/s1000/milei-cierre-de-campana.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="668" data-original-width="1000" height="429" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUljejjp9mopKyEZB-l2-H03tkmV3Sq2qxNI4WgtbV_I9Rb2n6yigSlyZYIHvuT-BRkRFYWqmUxvHUSGbaKwHnpXYTsemX7wI55saSQdEQ0KefvtqDCDbTIM5M3PWfHr9q0fGZboO-XsNieOJfjTqNe8aeKw8IPXZaRL8iT2HyxMxwPo3SJfXLWjKgTio/w640-h429/milei-cierre-de-campana.webp" width="640" /></a></div><br /><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><br /></span><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El fenómeno Milei ha dejado a todos con la
boca abierta, es como cuando pasa un ciclón en el Caribe (dicho de paso estoy
al tanto del tema, por obvias razones), son horas previas de incertidumbre,
luego viene el tipo arrasando con todo y al final, la espeluznante calma con el
recuento de los destrozos materiales y las pérdidas de vidas humana. Cuando estábamos
en campaña electoral (bastante larga por cierto), desde mucho antes de las PASO
el 13 de Agosto de 2023 hasta llegar al Balotaje el 20 de Noviembre pasado, vivimos
una gran incertidumbre por lo que podría ocurrir si el Huracán Milei llegaba,
muchos menospreciaron la dirección y velocidad de los vientos, se decía que
eran débiles y que no había ninguna posibilidad que “aquello” pasara sobre
estas tierras, otros decían que eran errores de los “pronosticadores”, le adjudicaban
“mas furia” a la “baja depresión” que lo que verdaderamente era, tal es así, que
estando casi un mes en España de vacaciones en casa de mis padres, mi viejo
esbozo algo que por aquel entonces en la Argentina se repetía por las redes “no
va hacer todo eso”. Pero el Ciclón llego y el 10 de Diciembre entro al
territorio de este maravilloso país, sus vientos huracanados para dinamitar el
estatus quo y sobre todo reventar de un plumazo el Estado, ha sido tal, que todavía
estamos pasando la tormenta, no caemos en la cantidad de víctimas que vamos a
contar y a penas nos ha dado tiempo para evaluar todo el panorama de desastre que
va a dejar.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Hace dos años Milei era un guasón que pululaba
por las pantallas de televisión haciendo la parodia del artista, se vestía de moscardón,
gritaba e insultaba a alguna mujer, vendía
órganos e hijos a diestra y siniestra, se hacia el serio hablando de Hayek, Rothbard
y la escuela austriaca de economía, repetía como papagayo injurias prestadas de
Rothbard sobre el socialismo y los soviéticos, sin existir ninguna de las dos
cosas a la vista, se hacia el angelical cuando hablaba de sus perros, los vivos
y los muertos, dejaba entrever una relación “no común” con su hermana, a quien más
tarde le llamo “La jefa”, pero también fundó junto a otros una coalición llamada
Avanza Libertad, se peleo con sus compañeros de entonces para luego crear otra coalición
llamada La Libertad Avanza, haciendo saber una regla fundamental de las matemáticas,
el orden de los factores no altera el producto, sobre todo si hablamos de la
misma mieLda. Ha sido todo muy rápido, demasiado rápido, y al mismo tiempo, aun
hoy seguimos en medio de todo el arremolinado viento. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Pareciera a simple vista que hubo una gran
dosis de improvisación (mirándolo con un solo ojo), y que Milei no se creía así
mismo el Presidente de los Argentinos, los ciclones se forman por la presencia
de bajas presiones, pero no se sabe cuándo van a surgir, sin embargo una vez
que aparecen, en medio del “caos”, hay un cierto orden, se han descubierto
determinadas leyes que le dan un ordenamiento. Milei no tenia equipos formados
en todas las aéreas que comprenden llevar a cabo la presidencia de una nación,
sobre todo, porque él mismo es el
enemigo número uno a que el Estado exista, es como si dijera: “Ser Presidente
es una pavada, sobre todo, si no tengo que comandar ningún Estado, porque lo
voy a demoler”. Y en ese sentido está siendo coherente, no necesita gente
capaces para dirigir el Estado, porque el Estado no va a existir, pero
inclusive en ese “Caos” de su pretensión, ha habido un cierto “Orden” para
hacer volar por los aires al Estado, solo hay que prestar atención a lo que
dicen sus “dos principales vientos”, el DNU de Necesidad-Urgencia, y la Ley de Bases y Puntos de Partidas para la
Libertad de los Argentinos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Tal es el “orden” dentro de su caos que lo
pongo con dos ejemplo, leyendo con detenimiento me he percatado en lo “minucioso
del TODO”, el Articulo 349 de la mencionada Ley de Bases dice: <i><span style="color: #ffa400;">Derógase el artículo
5° de la Ley N° 27.423</span></i>, si vamos a esta Ley que rige los Honorarios Profesionales de Abogados,
Procuradores y Auxiliares de La Justicia, el Articulo 5 expresa que los
profesionales antes mencionados no pueden renunciar o cobrar por sus servicios
ni MAS ni MENOS que lo estipulado en dicha Ley 27.423, por tanto al DEROGAR un
solo artículo de esta Ley como es su No.5, hace “inservible” dicha ley, queda firme
para el cobro de determinados tramites pero el dichoso “mercado” estipulará los
precios de los servicios de los anteriores profesionales. Quien propuso esto lo
hizo con una cierta precisión, con un cierto “orden”, el “orden del mercado
libre”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;">El Articulo 258 de
la Ley de Bases, sustituye el Articulo 6 de la Ley de Hidrocarburo 17.319 por
otro enunciado: <i><span style="color: #ffa400;">“…El Poder Ejecutivo no
podrá intervenir o fijar los precios de comercialización en el mercado interno
en cualquiera de las etapas de producción. En el caso de empresas estatales
estas podrán vender únicamente a precios que reflejen el equilibrio competitivo
de la industria, esto es a las correspondientes paridades de exportación o importación
según corresponda…”</span></i>, sin embargo como era de esperar para un país que
extrae petróleo, en el Articulo 6 de la mencionada Ley, antes de la abolición por
el anterior enunciado, se protegía al mercado interno con precios acordes, y decía
lo siguiente: <i><span style="color: #ffa400;">“…Durante el período en que
la producción nacional de hidrocarburos líquidos no alcance a cubrir las
necesidades internas será obligatoria la utilización en el país de todas las
disponibilidades de origen Nacional de dichos hidrocarburos, salvo en los casos
en que justificadas razones técnicas no lo hicieran aconsejable.
Consecuentemente, las nuevas refinerías o ampliaciones se adecuarán al uso
racional de los petróleos nacionales.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="color: #ffa400;">Si en dicho período el Poder Ejecutivo fijara los
precios de comercialización en el mercado interno de los petróleos crudos,
tales precios serán iguales a los que se establezcan para la respectiva empresa
estatal, pero no inferiores a los niveles de precios de los petróleos de
importación de condiciones similares. Cuando los precios de petróleos
importados se incrementaren significativamente por circunstancias
excepcionales, no serán considerados para la fijación de los precios de
comercialización en el mercado interno y, en ese caso éstos podrán fijarse
sobre la base de los reales costos de explotación de la empresa estatal, las
amortizaciones que técnicamente correspondan, y un razonable interés sobre las
inversiones actualizadas y depreciadas que dicha empresa estatal hubiere
realizado Si fijara precios para subproductos, éstos deberán ser compatibles
con los de petróleos valorizados según los criterios precedentes…”.</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Milei quiere
privatizar YPF, que tuvo el año pasado una ganancia neta de 9000 millones de dólares,
y que de alguna manera regulaba el precio de los combustibles internamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Cabe preguntarse
sobre el Ciclón Milei ¿Por quién o quienes estaba esto planificado?. Ningún
periodista en la Argentina se ha animado a interpelar al Presidente Milei sobre
el origen de la Ley y el DNU. Milei desconoce a grandes rasgos, muchos menos los
detalles, sobre lo que tratan los 1030 artículos que hacen estallar al Estado
Argentino en estas dos propuestas, desconoce de qué trata esta Reforma
Constitucional encubierta, desconoce a los “constituyentes en la sombra” que
han redactado estos 1030 artículos, y lo desconoce Milei por una sencilla razón,
porque al final no le importa nada, siempre y cuando haga dinamitar al “pedófilo
en el jardín de infante...”.</span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El tifón Milei no sabía que tocaría tierra
argentina y por tanto está demostrado que no tenía a mano semejante bodoque de
reformas con tantos detalles, inclusive de la poca info que circula se dice que
Rodríguez Chirillo (que estuvo al frente del área energética de Menem), venía
trabajando en un proyecto de desregulación energética para la Libertad Avanza,
pero no lo tenía terminado, así que Milei en su alianza con Macri, este le ofreció
lo que se había cocinado para entregar a Patricia Bullrich si ganaba las
elecciones, de hecho circula por la red TikTok un video donde “el amigo Sturzenegger”
muestra su “niño bonito” y aclama: <i>“Bueno Patricia acá esta finalmente el
trabajo…”</i>, por cierto, mas tarde el mismo video se reprodujo por el multimedio
La Nacion en YouTube, pero quitándole esta primera parte para que pareciera que
la propuesta era para Milei, quien presento a su amigo Sturzenegger, sin tener
cargo en el gobierno el día que presento el DNU en cadena nacional.<o:p></o:p></span></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dz2JasQx270CFVtsQ8zp6rYHngEUZeh9naWBbHSB0Mi_LbczBH3nt5YcNLvRRzOiNHXvM1lqCmn3WdiuS_hPw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Sturzenegger y su equipo, venían trabajando hacia
dos años, y cuando Macri se lo cedió a Milei, se unió a Chirillo y le dieron
forma sobre todo a las aéreas del decreto referido a energía. </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> </span><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Ningún estudio jurídico se quiere hacer cargo
de haber “ayudado” a Sturzenegger y su gente a redactar el mamotreto, sin
embargo se menciona a los abogados de Techint del magnate Roca, al Estudio O´Farrell, a Bruchou & Funes de Rioja,a Martinez de Hoz & Rueda y a Cassagne Abogados.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">En definitiva la oligarquía argentina sabe bien cómo organizarse para hacer pelota
al Estado e incrementar las ganancias privadas acosta de mas pobreza como se
vio reflejado en la Argentina en los años 90, Milei ha sido el nuevo vinculo,
sobre todo porque al final sigo creyendo que a él no le gusta ser presidente de
un estado que no quiere, por tanto al desregular TODO, pretende dedicarse a la
crianza de sus perros, que por cierto ya le puso aire acondicionado en la
Quinta de Olivos, total, la electricidad desregulada se la paga ese Estado que
no quiere.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Terminando esta reflexión, acabo de leer el
discurso de Milei en Davos, ha ido allá para abrirles los ojos a los más ricos,
de que no tengan vergüenza de serlo, pues si 62 personas en el Mundo tienen la
riqueza de 3500 millones de seres humano, eso está bien y es justo, son
nuestros héroes a imitar, además porque es una falacia de han jodido
(literalmente) el medio ambiente del planeta Tierra, y son meras patrañas de
los socialistas que nos han empobrecido. Solo le recuerdo a Milei lo que leí del
foristas forja3333, y es que todo esto de los socialistas pasará ”hasta que no tiren el muro de Berlín y el Che
siga en Cuba…”. Se puede tener derecho a estar loco, solo dos cosas debería no
hacerse, una es ser presidente de un país y la otra no dejar de tomar los
medicamentos.<o:p></o:p></span></p>
<span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">De todas manera la última palabra, creo yo, la tendrá
el pueblo argentino, aunque hace casi dos meses atrás lo voto a Milei como
Presidente de la República, claro una cosa son los papelitos de colores y su
gritico ronco de ¡Viva la Libertad, carajo! y otro es enfrentar la realidad de
todos los días, con la desregulación de todos los precios relativos de la economía,
aunque a decir verdad a Menem también lo bancaron y le dieron tiempo, claro, si
llegamos vivo a Julio del 2024.</span><div><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/QCXzzh-uuRY" width="320" youtube-src-id="QCXzzh-uuRY"></iframe></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><span style="color: #ffa400;"><b>(Opinión de la gente
primer año mandato presidencial de Carlos Menem 1990)</b></span></span></i></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div><br /><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-4730754957178226002024-01-16T09:57:00.000-08:002024-01-16T09:57:32.634-08:00<h3 style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Alberto
Kornblihtt: “El desfinanciamiento del sistema de ciencia y técnica es
equivalente a dejarlo morir”<br /></span></span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;">(Por </span></span><span style="mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;">Pablo Esteban)</span></span><b><o:p></o:p></b></span></span></i></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJhyphenhyphenkFmcIGEindgYxQF5Pe7pbzOzaFVSmSenPwyV9HFpXHHfjh6beAqpMLxH_WmeGzy2cihXST8Q5w4JtZHT4DzWZUsSGSPweRqzOKmghA0zKZ_Nr-6Og46gcHZ2wIz5rbg4Ry9GtrL3o2zbZUBzOTO-5lQ1tL4VVFireNTMdJHNbeJLfCyokfpOS5zBc/s960/807780-whatsapp-20image-202024-01-15-20at-2017-46-04.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJhyphenhyphenkFmcIGEindgYxQF5Pe7pbzOzaFVSmSenPwyV9HFpXHHfjh6beAqpMLxH_WmeGzy2cihXST8Q5w4JtZHT4DzWZUsSGSPweRqzOKmghA0zKZ_Nr-6Og46gcHZ2wIz5rbg4Ry9GtrL3o2zbZUBzOTO-5lQ1tL4VVFireNTMdJHNbeJLfCyokfpOS5zBc/w400-h266/807780-whatsapp-20image-202024-01-15-20at-2017-46-04.jpeg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El prestigioso investigador del Conicet
Alberto Kornblihtt expuso este lunes en la Comisión de Diputados del Congreso
de la Nación sobre las consecuencias que podrían tener para la política
científica el decreto de necesidad y urgencia de Javier Milei y la Ley Ómnibus
en tratamiento. “Con el presupuesto de 2023 no llegamos a pagar los sueldos de
Conicet en junio; no va a haber plata para mantener a los 300 institutos
federales”, señaló. En efecto, si como está previsto se replicase la misma
partida que se empleó el año pasado sin modificaciones “empezarán a caducar los
equipos costosos, y no se podrá pagar la luz, el gas, la limpieza ni la
vigilancia”. Con la actual inflación, la capacidad de respuesta será
nula. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con la presidencia del libertario se abre una
nueva etapa en el sector encargado de la producción del conocimiento científico
del país. A diferencia de lo que sucedía durante el gobierno anterior en que
las actividades científicas eran ponderadas y se definían como una
"inversión a futuro"; en este parece primar una impronta similar a la
que dominaba la escena durante la gestión de Mauricio Macri, cuando la ciencia,
más bien, era entendida como "un gasto". A tono con ello, Kornblihtt
reivindicó la centralidad del rol estatal en un modelo de nación que apueste al
conocimiento. “Los científicos somos parte de un Estado virtuoso, trabajador y
comprometido con el país”, observó el bioquímico y biólogo molecular que ya
había tenido una destacada participación en el parlamento, durante los debates
en torno a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El profesor emérito de la UBA se definió con
orgullo como “un hijo de la educación pública” y remarcó que todo su trabajo
fue posible gracias al financiamiento recibido del Conicet y de la Agencia
Nacional de Ciencia y Tecnología. En esta línea, “la licuación por ajuste y la
galopante inflación de los montos de becas y los salarios de los investigadores,
técnicos y administrativos de ciencia y técnica, todos obtenidos por rigurosos
concursos, está llevando sin perspectiva de reversión por parte de las
autoridades, a la pauperización de los trabajadores del sector”, describió.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De la misma manera que sucedió con otros
gobiernos neoliberales --basta con recordar la frase de Domingo Cavallo que
envió a la científica del Consejo Susana Torrado “a lavar los platos”-- no es
descabellada una nueva fuga de cerebros de aquí en adelante. La
salida será Ezeiza para muchos investigadores e investigadoras hipercalificados
que, más allá de la trayectoria realizada, no tienen el empleo asegurado en
Argentina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“Los científicos estamos preocupados desde
que el entonces futuro presidente Milei dijera por TV que cerraría el Conicet
porque los científicos no producimos nada. Estamos preocupados por medidas que
consideramos una condena de muerte a las capacidades nacionales que son
fundamentales para las posibilidades de desarrollo futuro”, destacó Kornblihtt.
Con ello, el científico se refirió a la derogación de la Ley de Tierras, a la
modificación de la Ley de Glaciares y otras normas como las de Bosque nativos y
Protección ambiental. Modificaciones introducidas para “dar ventajas al capital
privado en detrimento de la preservación del ambiente y los recursos naturales.
Nosotros tenemos a los mejores expertos y ecólogos que, por supuesto, no fueron
consultados”, apuntó Kornblihtt quien, entre otros reconocimientos, es miembro
extranjero de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos y de la
Academia de Ciencias de Francia, y miembro asociado de la Organización Europea
de Biología Molecular.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pocas
certezas por el momento<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A la fecha, no hay demasiadas certezas con
respecto a cuál será el rumbo que el sector de ciencia y tecnología tendrá bajo
la nueva gestión. Solo un puñado de aspectos pueden confirmarse. El empresario
del mundo de las finanzas y tecnologías Alejandro Cosentino es el
titular de la secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, cartera degradada
que antes tenía rango de ministerio; y el veterinario Daniel Salamone reemplazó
a Ana Franchi y está a cargo del Consejo. Por el momento, a pesar de las
designaciones, no hubo definiciones con respecto a cómo seguirá la política de
ingresos y becas al Conicet, así como tampoco cual será el grado de
articulación que tendrá el sistema científico y tecnológico que, bajo la
administración de Daniel Filmus, había logrado aceitarse.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En otro pasaje de su breve pero contundente
presentación, Alberto Kornblihtt expresó su preocupación por las empresas
públicas que desde el gobierno muestran interés en privatizar. “Además de YPF y
Aerolíneas, están Arsat, el Polo Tecnológico de Constituyentes y Radio y
Televisión Argentina, sectores ciertamente estratégicos. También (estoy) preocupado
por la eliminación del MinCyT y el vaciamiento de sus funciones y
desfinanciamiento”, subrayó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Más tarde aseveró: “En ningún país del mundo
la investigación básica es financiada por el sector privado. Simplemente no les
interesa, les es muy cara. Pero usan la investigación académica estatal como
insumo irremplazable para sus desarrollos comerciales. Es el Estado promotor y
emprendedor, como dice Mariana Mazzucato”. Al respecto de la participación
estatal en desarrollos científicos que le cambian la vida a las personas, el
científico brindó ejemplos variados: desde internet y pantallas táctiles, hasta
las vacunas contra la covid y los fármacos de última generación contra el
cáncer y enfermedades hereditarias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“El desfinanciamiento del sistema de ciencia
y técnica es equivalente a dejarlo morir, a interrumpir carreras
académicas de jóvenes con títulos universitarios que decidieron aportar y
apostar por nuestro país”, expresó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-79626107527636453362024-01-15T09:12:00.000-08:002024-01-15T09:12:03.515-08:00<h3 style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">LA
LIBERTAD</span><br /></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Anda manoseada<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">la pertrechan de galones<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">para votar en fila india<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se pasea de boca en boca<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">suprimiendo derechos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">por quien la acompaña disfrazado<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hasta revolución etaria<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">como novedosa se planta<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">la juventud<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que algún día traería<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">el mañana para todos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">va detrás de la tonada vacía<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">sin alarmarse<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que el río que la trae<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">es un torrente de hollín<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">una copia mal revelada<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">de la verdadera<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">y encima...<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">para pocos</span></span></h3><div><span style="font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/nzblUZehRUM" width="320" youtube-src-id="nzblUZehRUM"></iframe></div><br /></span><h3 style="text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;">Life
should be better than this</span></span></i></div><i><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;">Show me
a sign if there is something I miseed...</span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div></i></h3>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-60568575692026524972024-01-11T09:23:00.000-08:002024-01-11T09:23:48.755-08:00<h3 style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">PROMESA</span><br /></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Te dije que aparecería<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">como hace 60 años<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">cuando salí<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">entonces<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">vos me diste porvenir<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ahora que el Mundo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">comprendo es circular<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">y mis canas se emparejan<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">con las tuyas<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">ando en motores al aire<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">vuelvo del pasado<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">como hoja infinita<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">estamos en esa sala lawtoniana<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">de siempre todavía<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Debes saberlo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">a este fuelle<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">le queda poco respiro<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">como el tuyo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">pero todavía se encoje<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">se ensancha<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">como un tango de futuro<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">para otra temporadita</span></span></h3><div><span style="font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/xjJEujRs9e0" width="320" youtube-src-id="xjJEujRs9e0"></iframe></div></span><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Hope is
lost and another day's gone…</span><o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-3812532290380576212024-01-10T05:03:00.000-08:002024-01-10T05:03:32.596-08:00<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">LOS
RICOS IMAGINARIOS<br /></span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-weight: normal;"><span style="font-size: 12pt;">(Por </span><span style="font-size: 16px;">Sebastián</span><span style="font-size: 12pt;"> </span><span style="font-size: 16px;">Fernández</span><span style="font-size: 12pt;">) </span></span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFuiRSeJjr-8VMwsPm_cS26zbhoShyL-UwGpw8A2J6bDtLS9khCL9Yd-CsyBtyBptm2_2L0EGRVY6rTNxuKfiyFYMgPVtNBua0mVoe2qV1pWYW0AiSHIi-W2itCHRzTnbIp4PP21Eefmh_biBVGfGzCOgI6VI5Icej3etoGQBezfjgIDcjdEM7e3MDb4w/s670/clase-media.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="537" data-original-width="670" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFuiRSeJjr-8VMwsPm_cS26zbhoShyL-UwGpw8A2J6bDtLS9khCL9Yd-CsyBtyBptm2_2L0EGRVY6rTNxuKfiyFYMgPVtNBua0mVoe2qV1pWYW0AiSHIi-W2itCHRzTnbIp4PP21Eefmh_biBVGfGzCOgI6VI5Icej3etoGQBezfjgIDcjdEM7e3MDb4w/w400-h320/clase-media.jpg" width="400" /></a></div><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Cuando mis hermanos y yo éramos adolescentes
vivimos durante unos años con nuestros tíos. Eran mis parientes preferidos, en
particular mi tío Ernesto. A diferencia de mi padre, un señor extraviado en una
biblioteca, mi tío tenía calle, conocía cada recoveco de la ciudad y me
invitaba a recorrerla en su eterno Siam Di Tella, vehículo icónico que pasaba
más tiempo en el taller que en las calles de Buenos Aires. Recuerdo ir a comer
choripanes en los carritos de la Costanera Norte o en los ya demolidos boliches
ubicados frente a la entrada del Cementerio de la Chacarita. Mi tío
“correteaba”, es decir, llevaba paquetes de un lado a otro. Era un trabajador
precarizado, anterior a las plataformas.</span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Mi tío Ernesto escuchaba tango en casa o en
la radio del auto y solía explicarme el significado de cada término de lunfardo
que yo desconocía. El tango era una de sus pasiones, apenas superada por el
anti-peronismo. Su odio hacia Perón, Evita, Cámpora, Isabel, el sindicalismo,
los montoneros o los empleados públicos no conocía límites y era ampliamente
desarrollado en cada nuevo almuerzo familiar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como tantos otros anti-peronistas, saludó el
golpe de Estado de marzo de 1976 y se entusiasmó con la humildad del dictador
Jorge Rafael Videla. Denunció con fervor la “campaña anti-argentina”, una
operación publicitaria de la dictadura, creyendo con sinceridad que el marxismo
internacional estaba detrás de las denuncias realizadas por los sobrevivientes
de los centros clandestinos de detención, los exiliados y sus familiares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Recuerdo que solía elogiar al súper ministro
de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, mandante de Videla, pese a que su
tarea consistió en llevar adelante un plan de negocios sanguinario que evaporó
los derechos de los trabajadores y el poder adquisitivo de los salarios, y que
tuvo como componente instrumental las desapariciones y torturas. “El ministro
tiene razón, la Argentina padece un exceso de Estado”, solía repetir mi tío
Ernesto en las interminables sobremesas de los domingos. Él, que había nacido
en un hospital público, cursó sus pocos años de escolaridad en una escuela
pública, vivió en parte del ingreso como maestra de mi tía, falleció en una
clínica del gremio docente y nunca jamás fue detectado por el mercado,
consideraba que la Argentina tenía demasiado de aquello que lo había salvado de
la pobreza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En su célebre Mensaje a las bases de
noviembre de 1963, Malcolm X, activista norteamericano y defensor de los
derechos humanos y de las libertades civiles de los afroamericanos, explicó la
diferencia que existía durante la época de la esclavitud entre el “negro
doméstico” y el “negro de campo”: “El negro doméstico vivía en la casa de su
patrón, vestía y comía bien. Amaba al patrón tanto como el patrón se amaba a sí
mismo y se identificaba con el patrón (...) Si alguien sugiriese al negro
doméstico escapar de la esclavitud, éste se negaría a ello diciendo que dónde
podría llevar una vida mejor que la que tiene”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Fe3VEiPWa2U" width="320" youtube-src-id="Fe3VEiPWa2U"></iframe></div><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Uno de los mejores ejemplos del negro
doméstico es Stephen Candie, personaje interpretado por Samuel Jackson
en </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Django sin cadenas</i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> de Quentin Tarantino. Si bien su
condición de esclavo nunca se pone en duda y los límites de esa condición son
explícitos, Stephen recibe beneficios tangibles de parte de su amo, al menos
con respecto al resto de los esclavos de la plantación. Como explica Malcolm X,
come bien, se viste bien y goza de los privilegios de vivir en la casa del amo.
No deja de ser parte del patrimonio de ese amo –como los caballos, la mansión o
los tapices y cuadros que la decoran– pero su vida material es objetivamente
mejor.</span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/rbOxOF4D4_Q" width="320" youtube-src-id="rbOxOF4D4_Q"></iframe></div><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">A diferencia de Stephen y los esclavos
domésticos, mi tío Ernesto y una parte de la clase media argentina apoyan
cíclicamente gobiernos que ni siquiera mejoran de forma parcial su vida
material. Son esclavos de la plantación, pero actúan como “negros domésticos”
–siguiendo los términos de Malcom X– identificándose, por algún extraño efecto
hipnótico, con el amo que los somete desde la mansión.</span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Dos gobiernos fallidos, el de Mauricio Macri
y el de Alberto Fernández, fueron el caldo de cultivo necesario para imponer el
cuarto experimento neoliberal en la Argentina del último medio siglo. A
diferencia de las tres experiencias anteriores (la última dictadura
cívico-militar, los gobiernos de Carlos Menem y de Fernando De la Rúa, y el de
Cambiemos), la propuesta de Javier Milei fue explícitamente anunciada. Más allá
del truco retórico de la casta –entelequia que concentraría el ajuste anunciado
como inevitable– Milei y los entusiastas de la motosierra retomaron el mismo
diagnóstico que defendía mi tío Ernesto a mediados de los años ‘70: la
Argentina padece un exceso de Estado. Es más, ya ni siquiera se trata de un
exceso, sino de su propia naturaleza maligna. “El Estado es el pedófilo en el
jardín de infantes, con los nenes encadenados y bañados en vaselina”, según la
propia definición del actual Presidente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De forma cíclica, una parte de la clase media
de nuestro país apoya el credo neoliberal que la empobrece, a la vez que
rechaza al peronismo, el movimiento político que más ha impulsado la movilidad
social ascendente –en otras palabras, la justicia social– desde los gobiernos
de Juan D. Perón a los de Néstor Kirchner y CFK. El instrumento para lograrlo,
como ocurrió en todos los países que Milei o Macri ponen como ejemplo a seguir,
fue el tan denostado Estado. Es decir, la escuela, el hospital o la clínica de
los que gozó mi tío Ernesto y que el mercado jamás le proveyó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Tanto la pobreza estructural como el
endeudamiento crónico de la Argentina –nuestros dos flagelos actuales–
empezaron con la última dictadura cívico-militar, no con el peronismo.
Paradójicamente, a la par que la multiplican destruyendo a la clase media, los
gobiernos neoliberales prometen terminar con esa pobreza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como ocurrió con las experiencias anteriores,
más temprano que tarde, aquellos electores de clase media volverán a rechazar
lo que hasta ayer aplaudían, sorprendidos por ser nuevamente el pato de una
boda ajena.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El asombro que siento desde hace casi medio
siglo, al ver cómo una parte de la clase media retoma el análisis de mi tío
Ernesto, tal vez tenga una explicación más sociológica que económica: al no
poder compartir las prerrogativas materiales de los más ricos, esa clase media
logra soñarse rica al compartir al menos sus prejuicios. Un premio consuelo
escaso, pero consuelo al fin.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-16209038816693500992024-01-09T09:20:00.000-08:002024-01-09T09:20:39.172-08:00<p><i style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">El artículo
que dejo abajo titulado “Milei y el Teorema de Arrow” apareció en Junio del
2022 cuando Milei ni pensaba remotamente que sería presidente de la Argentina,
hoy siéndolo, vemos algunos rasgos del condicionamiento del famoso teorema para
la puesta en escena de su presidencia. Es decir aplicando el Teorema de Arrow no
se puede llegar a una solución global que satisfaga individualmente al ser
social que somos, SALVO que vayamos por su condicionantes, es decir imponiendo
desde arriba determinados criterios o haya dictadura. Milei sabe muy bien que está
haciendo y no por gusto sus dos grandes lanzamientos en apenas 20 días de
gobierno fueron un DNU de “Necesidad y Urgencia” derogando en 366 artículos mas
de 300 leyes y disposiciones y un Proyecto de Ley con el rimbombante título de “Ley
de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” con 664 artículos,
desregulando no solo la economía sino muchos aspectos de convivencia de los
argentinos.</span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #ffa400;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">Macri
desde el punto de vista intelectual fue y es muy decadente (burro le </span>quedaría<span style="font-size: 12pt;"> mejor), su impronta es
ganar dinero a toda costa y fugarla cada vez que le pongan trabas (o traerla de
nuevo si hay beneficios impositivo), es el típico empresario garca y entreguista que abunda
en la Argentina, Milei es otra cosa, un poco más peligroso intelectualmente,
porque su accionar (en muchas de sus decisiones, aunque está rodeado de
macristas)</span></span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;">tiene un sustento teórico que
lo guía, así que desde ese lugar hay que confrontarlo, dejando al desnudo los
resultados macabros que tendrán sus políticas económicas y sociales para la mayoría
de los argentinos. <o:p></o:p></span></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Milei
parte de la premisa (errónea) de que somos átomos aislado en una sociedad sin interrelación
social alguna, donde agentes económicos simples en libertad competitiva traerán
la prosperidad, pronto su automóvil a 200 km por hora chocará de lleno contra
el paredón de una sociedad capitalista concentrada en unos pocos después de 200
años de existencia en este pais. <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Esto me
hace acordar en la vereda del frente a unos jóvenes barbudos que en un país
pobre, dependiente y con un bloqueo brutal del imperio más poderoso del planeta
querían construir ya, a la vuelta del SODA INIT de Lawton, una sociedad comunista, sin dinero ni relaciones de mercado, adelantándose
siglos a una sociedad terrícola futura, confundiendo socialismo con comunismo.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">El estado
actual en la Argentina con Milei a la cabeza se puede resumir parafraseando al
poeta “…Nadie sabe qué cosa es La Libertad, Y eso puede ser pasto de la CENSURA.
Nadie sabe qué cosa es La Libertad, Y eso puede ser pasto de la VENTURA…”</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">MILEI Y
EL TEOREMA DE ARROW<br /></span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;">(Por <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Rolando Astarita, </span>10/06/2022 en
la revista digital “SIN PERMISO”)</span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Continuando con la crítica a lo planteado en
Argentina por el diputado anarco-capitalista Javier Milei en su polémica con
Juan Grabois, en esta nota me ocupo de su afirmación sobre que el teorema de
Arrow demuestra la imposibilidad de una planificación democrática de la
economía, o de la sociedad en general. La referencia suena intimidante: nada
menos que un premio Nobel de Economía (Kenneth Arrow lo obtuvo en 1972) habría
demostrado, con indiscutible rigor matemático, la imposibilidad de que una
comunidad pueda decidir democráticamente sus objetivos y el camino a seguir.
Más aún, muñido de tan poderosa arma, Milei trata de poco menos que de
ignorante a todo aquel que desconozca el teorema. Vaya un ejemplo de su forma
de polemizar: en un programa de TV la periodista le pregunta si cree en la
democracia a lo que Milei responde “yo creo que la democracia tiene muchísimos
errores. Te hago al revés la pregunta, ¿conocés el teorema de Arrow?”. Y cuando
la periodista dijo que no estaba enterada de Arrow y su teorema, Milei remató
diciendo que si la periodista conociera el teorema le daría la razón.
Aparentemente entonces los que defendemos siquiera la posibilidad de una
deliberación democrática social estaríamos definitivamente derrotados por la
elaboración de Arrow. (<a href="https://www.youtube.com/watch?v=JnwwYwnijqk&ab_channel=TodoNoticias">https://www.youtube.com/watch?v=JnwwYwnijqk&ab_channel=TodoNoticias</a>)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Sintéticamente adelantemos que el teorema
dice que cuando hay que elegir entre diversas alternativas –pueden ser
proyectos de obras públicas, políticas de ingresos, candidatos a cargos
públicos, o cualquier otra cosa- no hay forma de llegar a una decisión por vía
democrática. En otros términos, dice que no existe un procedimiento para
derivar de las preferencias individuales un ordenamiento social de las
alternativas que cumpla con la autonomía del individuo y la racionalidad de sus
decisiones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El objetivo de esta nota es proporcionar
elementos para la crítica del teorema de Arrow y el uso que hace del mismo el
anarco-capitalismo. Con ese fin, en primer lugar presentamos de una manera
intuitiva el teorema y su antecedente en Condorcet; en segundo término, lo
conectamos con las posiciones de Hayek; en tercer término mostramos que el
propio Arrow admitió que la imposibilidad de la planificación democrática que
establece su teorema depende de supuestos en buena medida irreales; y en cuarto
lugar esbozamos una crítica a la “imposibilidad” desde un enfoque marxista, y
el programa socialista. Antes de abordar el tema señalamos nuestra coincidencia
esencial con la nota sobre el teorema de Arrow del GPC (véase textos citados
abajo). Nos hemos beneficiado de su lectura, y recomendamos consultar este
trabajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">La paradoja de Condorcet</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El antecedente del teorema de Arrow es la
paradoja planteada por Condorcet (1743-1794). La explicamos con un ejemplo.
Supongamos que hay tres alternativas, A, B y C y tres individuos, 1, 2 y 3. Se
considera que la elección es racional y consistente si A > B (A es preferida
a B) y B > C, implica que A > C. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pues bien, ahora los individuos 1, 2 y 3
ordenan sus preferencias de la siguiente manera: 1 A>B>C; 2 B>C>A;
3 C>A>B. Las alternativas se ponen a votación, eligiendo de a pares. Una
alternativa es mejor que otra si más votantes la prefieren frente a la otra.
Establecidas las preferencias individuales, el resultado entre A y B es A>B;
entre B y C es B>C; y entre A y C es C>A. Esto es, la preferencia
mayoritaria es “irracional” (intransitiva) aun cuando las preferencias
individuales son “racionales” (transitivas). Más aún, el voto de a pares no da
como resultado una alternativa social máxima; las preferencias individuales dan
máximos, pero no las sociales. Esto significa que si se utiliza la regla de la
mayoría para elegir entre pares de alternativas, no hay una alternativa
ganadora. De lo que se concluye que las posibilidades de elegir racionalmente
desaparecen cuando las preferencias individuales se agregan en preferencia
sociales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Arrow</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En tanto Condorcet investigó un método
particular de voto, Arrow introdujo un enfoque general sobre la agregación de
las preferencias (para una presentación del teorema véase Stanford
Encyclopedia, textos citados). Para eso consideró métodos de agregación
posibles, a los cuales llamó funciones de bienestar social. Una función de
bienestar social conecta un conjunto de ordenamientos de preferencias
individuales con un ordenamiento social. O sea, es un procedimiento de
agregación que determina el ordenamiento social sobre la base de las
preferencias individuales en una comunidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Arrow supone entonces que cada individuo
tiene un orden de preferencias con relación al conjunto de alternativas que se
le presentan; las preferencias están conectadas y son transitivas. Lo que dice
el teorema es que, si se respetan las cuatro condiciones enumeradas a
continuación, es imposible agregar las preferencias individuales, ordinales y
transitivas, de dos o más individuos sobre tres o más alternativas en una única
función de preferencia social ordinal y transitiva. Las condiciones son:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">a-Dominio irrestricto</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">: exige que el
dominio de la función de bienestar social incluya todas las ordenaciones de
preferencias individuales; o sea, la regla de agregación debe admitir la
diversidad de los valores de los individuos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">b-No imposición o Pareto débil</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">: requiere que
siempre que cada individuo prefiera estrictamente una alternativa frente a
otra, el ordenamiento social que da la función de bienestar sea acorde. En
otros términos, la ordenación depende solo del individuo y sus intereses. Se
excluyen por lo tanto las comparaciones interpersonales en la elección social.
Esto significa que Juan, que tiene un buen pasar, no puede comparar la utilidad
que obtiene al agregar un abrigo a la colección de ropa que posee, con la
utilidad que obtiene de un abrigo María, quien está en la
indigencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">c-No dictadura</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">: descarta la
existencia de un individuo cuya preferencia dicta la preferencia social entre
cada par de alternativas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">d-Independencia de las alternativas
irrelevantes</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">:
la comparación entre dos alternativas dadas depende de las preferencias
individuales entre solo esas dos alternativas. Esto significa que para ordenar
la preferencia entre dos alternativas solo se necesita información sobre ellas,
no hace falta más información.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Obsérvese que estos supuestos establecen a
los individuos como átomos, solo preocupados por sus intereses. Además, que la
ordenación solo ocurra de a pares y no se tengan en cuenta terceras
alternativas excluye que la escala de preferencias sea modificada por
consideraciones más generales, o por el debate acerca de terceras alternativas
y sus consecuencias sociales, económicas o políticas. Dados entonces estos
supuestos, el teorema demuestra que no hay forma de “calcular” la voluntad de
las personas por medios democráticos, con el fin de determinar valores sociales
deseables. Por eso la democracia sería incompatible con un sistema socialista y
con la posibilidad de llegar a un consenso social sobre qué hacer, o qué fines
económicos proponerse. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">El antecedente de Hayek</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El teorema de Arrow dio forma matemática a lo
adelantado por Hayek, de que la democracia es incompatible con cualquier forma
de planificación socialista. Es un tema central en <i>Camino de
servidumbre</i>: es imposible establecer por medio de la deliberación y diálogo
democráticos objetivos sociales a partir de “las esferas autónomas donde son
supremos los fines del individuo” (p. 60). Esto se debe a que es imposible que
los individuos compartan un código social a partir del cual ordenen valores y
puedan surgir convergencias de objetivos y políticas. “El hecho de elegir
constantemente entre diferentes valores sin un código social que nos prescriba
cómo debemos elegir no nos sorprende y no nos sugiere que nuestro código moral
sea incompleto. <i>En nuestra sociedad no hay ocasión ni razón para que la
gente desarrolle opiniones comunes sobre lo que debe hacerse en situaciones
tales</i>” (<i>ibid</i>.; énfasis agregado). En el mismo sentido: “… sería
imposible para una mente abarcar la infinita variedad de las diversas
necesidades de las diferentes personas que compiten por los recursos
disponibles y asignar un peso definido a cada una” (p. 61, <i>ibid</i>.).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">También: “… al hombre le es imposible abarcar
un campo ilimitado, sentir la urgencia de un número ilimitado de necesidades. …
los fines de que pueda ocuparse serán tan solo y siempre una fracción
infinitésima de las necesidades de todos los hombres. Sobre este hecho descansa
la filosofía entera del individualismo. … debe dejarse a cada individuo, dentro
de límites definidos, seguir sus propios valores y preferencias antes que los
de otro cualquiera… el sistema de fines del individuo debe ser supremo dentro
de estas esferas y no estar sujeto al dictado de los demás” (p. 62, <i>ibid</i>.).
Dicho esto, Hayek reconoce que pueden establecerse algunos fines sociales, pero
solo en campos muy limitados. Por fuera de esas excepciones, cualquier intento
de planificar y establecer objetivos comunes llevará a la dictadura de peritos
y funcionarios estatales: “… el complejo sistema de las actividades
entrecruzadas, si va a ser dirigido en verdad conscientemente, tiene que serlo
por un estado mayor de peritos y… la responsabilidad y el poder últimos tienen
que estar en manos de un general en jefe, cuyas acciones no pueden estorbarse
por procedimientos democráticos” (p. 91, <i>ibid</i>.). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Aunque sin matemáticas, es lo que dice el
teorema de Arrow: no se pueden agregar las escalas de preferencias individuales
en algún programa de bienestar social general. Por eso no puede haber una
planificación democrática de la economía, ya que es imposible derivar
democráticamente de los fines que busca cada individuo un conjunto de fines
socialmente compartidos. Solo una dictadura podrá establecer los fines y el
programa económico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Supuestos irreales</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como puede advertirse por lo explicado hasta
aquí, toda la capacidad demostrativa del teorema descansa en la validez de los
supuestos establecidos que, en sustancia, son los de Hayek, y que pueden
resumirse en la afirmación de que la sociedad está compuesta por mónadas
encerradas detrás de la empalizada de sus intereses personales. Es la idea del
cazador o pescador solos y aislados –puntos de partida de la Economía Política
clásica-, que en realidad es producto de la disolución del feudalismo y del
surgimiento del capitalismo. Naturalmente, ese individuo aislado es una
invención, ya que “la época que genera… esta idea del individuo aislado, es
precisamente aquella en la cual las relaciones sociales… han llegado al más
alto grado de desarrollo alcanzado hasta el presente. El hombre es, en el sentido
más literal, un animal político, no solamente un animal social, sino un animal
que solo puede individualizarse en la sociedad” (Marx, 1989). El productor
simple de mercancías (o sea, propietario de sus medios de producción) <i>es
un ser social</i>. Y esto vale tanto más para los individuos que pertenecen a
la clase capitalista o a la clase obrera. Son, necesariamente, portadores de
relaciones sociales y no se los puede pensar por fuera de las mismas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por eso es absurdo, y fuera de la realidad,
pensar que la sociedad está compuesta por átomos preocupados solo por lo suyo,
sin que les importen los demás. En el mundo de los seres humanos reales existen
actitudes de reciprocidad, sentimientos de solidaridad, sentidos de equidad, y
estrategias y discursos desarrollados en torno a esas preocupaciones. Por caso,
una persona puede considerar que la alternativa A es la que más le favorece
personalmente, pero votar por la B por considerarla más equitativa y justa, ya
que satisface, por ejemplo, una necesidad social apremiante (socorrer a los
hambrientos, por ejemplo). De la misma manera muchas personas asumen riesgos,
realizan acciones solidarias o despliegan actividades políticas y sociales, no
por afán de beneficio personal, sino por considerarlas beneficiosas para sus
semejantes. Estos sentimientos, pensamientos y acciones son afectados por la
historia, la cultura de las sociedades y –fundamentalmente- por la situación de
clase.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Lo central es que somos seres sociales y
políticos, como remarcaba Marx. Por eso no es cierto que nos sea imposible
realizar comparaciones interpersonales de utilidad. Y los sentimientos de
equidad, simpatía, solidaridad entre las personas pueden generar las
condiciones para encarar programas y acciones comunitarias.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Además, es posible intercambiar información y
moldear nuestros pensamientos de manera de converger hacia posturas sociales
comunes. Por ejemplo, un valor social compartido por mucha gente es que no debe
haber explotación de unos seres humanos por otros seres humanos. Esta es la base
de la crítica de la sociedad basada en la explotación del trabajo: no hay que
explicar que la explotación no debe existir en la sociedad actual, sino por qué
hay explotación a partir de la venta “libre” de la fuerza de trabajo. Pero esto
demuestra, una vez más que, contra lo que dicen los supuestos de Arrow y los
textos de Hayek, existen posibilidades de convergencia y acuerdo en torno a
objetivos y políticas a seguir. De ahí los agrupamientos políticos, las
organizaciones sindicales, los compromisos de militancia de los que quieren
transformar esta sociedad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para terminar este apartado, señalamos <i>que
la formalización matemática no garantiza que los supuestos sean correctos, o
que siquiera tengan que ver con la realidad</i>. Una cuestión que Poincaré le
recordó a Walras cuando este buscó el respaldo del gran matemático para su
modelo del equilibrio general. Es que al comienzo de cada especulación
matemática, señalaba Poincaré, existen hipótesis y es necesario, para que la
especulación sea fructífera, dar cuenta de las mismas. <i>Si los supuestos
no se sostienen, o son irreales, el razonamiento matemático no tendrá
aplicación a la realidad</i>. En definitiva, no hay que dejarse intimidar por
las matemáticas. Estas son una ayuda importante, pero no se les puede atribuir
propiedades que no tienen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Interludio: la admisión de Arrow, la
deshonestidad intelectual del anarco-capitalista</span> </span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es interesante destacar que el propio Arrow
admitió que las condiciones que impuso a su teorema podían suavizarse de manera
que desapareciera la imposibilidad de las elecciones democráticas. Sugirió dos
maneras de hacerlo: a) alterando la restricción del dominio; b) introduciendo
el supuesto de simpatía extendida (véase Cato y Lutz, 2019; también para lo que
sigue). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El punto (a) significa que en lugar de una
diversidad extrema existen, <i>de hecho</i>, similitudes entre los
individuos de una sociedad, en sus sentimientos y fines. Estas similitudes se
deben a que los individuos están conectados, intercambian información y
sentimientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">(b), por su parte, consiste en admitir que la
gente, inevitablemente, tiene preocupaciones por los otros y sentimientos de
simpatía. Por esta otra vía, reconoce Arrow, pueden establecerse valores
comunes. “Algunos valores que podrían dar lugar a tal similitud de actitudes
sociales son los deseos de libertad, por poder natural, por igualdad; la
semejanza de los gustos individuales, por su propia naturaleza, lleva a
semejanzas en los deseos por alternativas sociales. Un poco menos directo en su
implicación social es el deseo por la prolongación de la vida, que podemos
considerar uno de los valores humanos más universales” (citado <i>ibid</i>.).
Señala también que las personas dentro de una misma sociedad comparten el
lenguaje, los códigos morales y convenciones, <i>que pueden ayudar a los
individuos a tener gustos semejantes</i>. Estas normas sociales importan y
afectan los deseos de libertad, por el poder natural y la igualdad. En 1967,
cuando discutió sobre la naturaleza y el significado de su teorema, planteó que
los códigos morales y las normas sociales <i>pueden ayudar a formular
valores sociales y a la toma de decisiones colectivas</i>. También precisó que
el individuo no está aislado y los otros son importantes para decidir su acción
(véase <i>ibid</i>.).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De manera que el propio Arrow planteó que los
supuestos en que se basa su teorema deberían relajarse para dar cabida a los
comportamientos reales de los individuos en la sociedad. Con lo cual la
“imposibilidad” lógicamente “demostrada” deja de ser imposibilidad. Pero
esto <i>es lo que no dice</i> Javier Milei cuando “patotea” a sus
oponentes agitando el teorema. ¿Es ignorancia o se trata de simple
deshonestidad intelectual? ¿O una mezcla de ambas? ¿Por qué miente? ¿A esto le
llama “ciencia”?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">La imposibilidad esencial: derivar lo
social de lo individual</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los reparos y matizaciones que estableció
Arrow con respecto a los supuestos de su teorema de hecho están apuntando al
problema de fondo de la “imposibilidad”: <i>la imposibilidad de derivar
las leyes sociales de los comportamientos individuales</i>. O sea, lo que es
imposible es el enfoque metodológico de la Economía neoclásica. Típicamente
esta busca reducir la complejidad social a los comportamientos de “los agentes”
(no clases sociales, sino agentes), las unidades últimas del análisis. Por
ejemplo Walras subraya que su punto de partida son “las personas libres”,
“dueñas de sí mismas” y “responsables por la realización de su destino”, que se
coordinan unas con otras <i>desde esa independencia</i> (véase 1987,
lección 21). El centro es el agente. Puede ser racional y maximizador, o de
racionalidad limitada y comportamientos no regidos por la maximización (como
ocurre con algunos enfoques “heterodoxos”), pero lo importante es que estos
economistas derivan lo social a partir de ese átomo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El enfoque opuesto, en cambio, sostiene que
el punto de partida es la totalidad social en que está sumida la persona desde
sus primeras horas de vida. Es que salvo algunos comportamientos instintivos
–como el de succión- <i>todo el resto de los comportamientos humanos es
adquirido socialmente</i>. Por lo cual es imposible derivar lo social de un
individuo que anteceda a lo social. Esta es la “imposibilidad” última que
dinamita los supuestos y las conclusiones del teorema de Arrow (o el planteo de
Hayek). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">El individuo abstracto y la emancipación
social del trabajo</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Lo planteado en el punto anterior permite
establecer las coordinadas de la crítica marxista a la concepción burguesa del
individuo “libre”, que participa en el mercado y ordena sus preferencias,
referencia última de los supuestos establecidos por Arrow en su teorema, o por
Hayek en su ataque al proyecto socialista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Empecemos diciendo que en la sociedad
capitalista –o en la sociedad productora de mercancías- <i>los individuos
no participan de elección alguna de proyectos y programas sociales, políticos,
económicos</i>. Menos todavía deliberan o deciden democráticamente sobre ellos.
Para millones de trabajadores, o desocupados, o marginados, lo único que se les
ofrece es la posibilidad de elegir, cada determinado número de años, quiénes los
gobiernan.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero además, y en un plano más profundo<i>,
es imposible deliberar y decidir si no se es libre</i>. Y para ser libres los
seres humanos deben poner bajo su mando “los poderes materiales” (división del
trabajo, las formas de intercambio, las fuerzas productivas) y esto “no es
posible hacerlo sin la comunidad. Solamente dentro de la comunidad, con otros,
tiene todo individuo los medios necesarios para desarrollar sus dotes en todos
los sentidos; solamente dentro de la comunidad es posible por lo tanto la
libertad personal” (Marx y Engels. 1985, pp. 86-87). Lo cual exige superar la
libertad del individuo concebido como una mónada, aislado, replegado sobre sí
mismo (véase Marx, 1987). Ese individuo alienado, producto pasivo de
circunstancias que no domina, que se acepta así como inmediatamente, a través
de los sentidos, se ve a sí mismo, no puede ser el centro y motor de la
libertad humana (véase <i>ibid</i>.). Y más extrañado, y con menos
posibilidades de “deliberar democráticamente”, si se quiere, es el obrero que
está obligado a vender su fuerza de trabajo (o sea, a entregar gratis
plustrabajo), so pena de morirse de hambre. De nuevo, ¿de qué posibilidad de
elección y decisión democrática colectiva se puede hablar en esas
circunstancias?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">El proyecto socialista</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La factibilidad de un proyecto socialista
depende entonces de acabar con las relaciones sociales de explotación del
trabajo –o sea, acabar con el poder del capital- y en el plazo más largo,
superar la ley ciega del mercado y la competencia. Es imposible construir una
sociedad nueva sin revolucionar las relaciones de producción y distribución, y
sin que sean los mismos productores los que se hagan cargo de sus destinos, de
organizar la economía en beneficio de la comunidad de conjunto. Lo cual
exigirá, seguramente, una verdadera revolución cultural. Esto no tiene nada que
ver con un socialismo construido “desde arriba”, desde las alturas de un
aparato burocrático y sustentado en la explotación del trabajo bajo la forma de
una economía estatizada. En palabras de Marx, se trata de que “el hombre se
reconozca como hombre y por lo tanto organice el mundo de un modo humano”. Esto
es, que la emancipación de los trabajadores sea obra de los mismos
trabajadores. Pero esto es imposible si el supuesto es el individuo desposeído
de los medios para producir, enajenado y sometido al mercado y el Estado.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> <span style="color: #ffa400;"><b><i>Textos citados</i></b>:</span><o:p></o:p></span></p>
<h3 style="text-align: justify;"><span style="font-weight: normal;"><i><span style="color: #ffa400;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cato, S. y A. Lutz (2018): “Kenneth Arrow,
moral obligations and public policies”, ffhalshs[1]01, WP, diciembre.<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Grupo Pensamiento Crítico (2022):“¿Es el bien
común una búsqueda imposible?”.<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hayek, F. A. (1946): Camino de
servidumbre, Madrid, Editorial Revista de Derecho Privado.<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Marx, K. (1987): “La cuestión judía”, Escritos
de juventud, México, FCE.<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Marx, K. (1989): “Introducción a la crítica
de la Economía Política”, Contribución a la crítica de la Economía
Política, México, Siglo XXI.<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Marx, K. y F. Engels (1985): La
ideología alemana, Buenos Aires, Ediciones Pueblos Unidos.<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Stanford Encyclopedia of Philosophy (2019):
“Arrow’s Theorem”.<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Walras, L. (1987): Elementos de
economía política pura, Madrid, Alianza.</span></span></i></span></h3><div><span style="font-weight: normal;"><i><span style="color: #ffa400;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></span></i></span></div><div><span style="font-weight: normal;"><i><span style="color: #ffa400;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></span></i></span></div><div><span style="font-weight: normal;"><i><span style="color: #ffa400;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></span></i></span></div><div><span style="font-weight: normal;"><i><span style="color: #ffa400;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></span></i></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-52567259655239565172024-01-08T06:01:00.000-08:002024-01-08T06:01:41.577-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">PARTE 4
<i>(Final)</i></span></span></b></p>
<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El Estado y los trabajadores durante
el primer gobierno de Menem en Argentina (1989-1995)<br /></span></b><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;">(Por Hernán
Fair)</span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">El consenso “pasivo”</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como señalan Sigal y Verón (2003), Perón
construyó su discurso en un vínculo directo con las masas a través de la
movilización continua y fervorizada a Plaza de Mayo. Este vínculo mítico, sin
intermediarios, se inició en la histórica movilización del 17 de octubre de
1945, cuando trabajadores de todo el país llegaron espontáneamente a la Plaza
de Mayo exigiendo la liberación de Perón, para entonces encarcelado por el
gobierno militar del que previamente formaba parte. A partir de ahí quedó
marcada la huella de esa fecha, el 17 de octubre, como el “Día de la Lealtad”<sup>(63)</sup>.
Del mismo modo, el 1º de mayo, “Día del Trabajador”, fue la segunda fecha
insigne del peronismo, momento del reencuentro directo entre el líder que
simbolizaba en su persona al Pueblo y la “voluntad general” (Sigal y Verón,
2003:222-240).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Este fuerte vínculo entre el líder y las
masas, que se expresó en toda sumagnitud el 20 de junio de 1973, cuando Perón
logró reunir cerca de 2 mi-llones de personas en su regreso al país desde el
exilio<sup>(64)</sup> contrastó fuertemente con el vínculo mediatizado que
llevó a cabo el menemismo. En efecto, a partir de la llegada de Carlos Menem al
poder, las masivas y entusiastas movilizaciones sociales a Plaza de Mayo
quedaron en el recuerdo<sup>(65)</sup> y fueron reemplazadas por un vínculo
directo basado en la aparición cotidiana en los medios de comunicación (Landi,
1992; Nun, 1995; Waisbord, 1995).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A pesar de esta desmovilización ciudadana,
algunos autores que anali-zan el fenómeno del menemismo señalan que el orden
instituido por Menem “repolitizó” a la sociedad a partir de la construcción de
nuevos lazos de representación <sup>(66)</sup> (Novaro, 1994; 1995a; 1995b).
Desde esta perspectiva, Palermo y Novaro señalan que el menemismo habría
llevado a cabo una “rearticulación entre los electores y elegidos” en lo que
entienden sería la conformación de una “política de ciudadanos” (Palermo y
Novaro, 1996:397-398). ¿Cómo puede entenderse esta aparente contradicción?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para hacerlo, debemos diferenciar lo que a
nuestro entender son dos definiciones acerca de la política<sup>(67)</sup>
Una, bien analizada por Chantal Mouffe, y cuyos antecedentes se remontan a
Hobbes (1980) y Schmitt (1987), entiende la política como el “intento de
domesticar lo político, de acorralar las fuerzas de la destrucción y de
establecer el orden”<sup>(68)</sup> (Mouffe, 1999:191). La segunda, en cambio,
se refiere a la acción política, entendida desde una visión <i>arendtiana </i>como
la “capacidad de iniciar un nuevo comienzo”<sup>(69) </sup>(Arendt, 1996;
1997). En este sentido, creemos que puede haber al mismo tiempo una
repolitización orientada al ordenamiento del desorden previo, y una
despolitización en el sentido de crítica, apatía, desmovilización y desafección
en general hacia lo público<sup>(70)</sup> ya sea por carecer de sentido, por
impotencia, resignación o, en un caso que es muy común, debido a que se
confunde a la política con los políticos, acusados de ineficaces y corruptos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(63)
Respecto a la importancia del 17 de octubre como instituyente de un vínculo
afectivo entre Perón y las masas, véase particularmente De Ípola
(1983:175-185).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(64) En
efecto, el golpe de Estado contra su gobierno, en septiembre de 1955, había
llevado a Perón a exiliarse. Ahí permaneció hasta junio de 1973, cuando regresó
a Argentina.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(65) La
única excepción en sus diez años en el poder fue la llamada “plaza del sí”, una
movilización convocada por sectores del gobierno junto con figuras de los
medios de comunicación oficialistas, que reunió en abril de 1990 a partidarios
y sectores de derecha en respaldo a las reformas neoliberales del gobierno (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">La Nación</span>, 07-04-90).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(66)
Según Novaro, lejos de una “supuesta despolitización”, Menem logró una
“repolitización” social que implicó la construcción de “nuevos vínculos de
consentimiento e identificación” (Novaro, 1995b:51).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(67)
Esta diferenciación conceptual no supone, ni mucho menos, el agotamiento de las
diferentes perspectivas existentes acerca de la política. Puede citarse para
este caso la definición <span style="mso-bidi-font-style: italic;">weberiana </span>de
la política como “lucha por el poder” (Weber, 1988) o la de Jacques Ranciere,
que entiende a la política como la “cuenta de los sin parte” (Ranciere, 1996).
Para un análisis más reciente del particular, véase Laclau (2005). <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(68)
Debemos diferenciar, de todos modos, la definición <span style="mso-bidi-font-style: italic;">schmittiana</span>, cuya lógica de constitución del orden político se
basa en el puro antagonismo de la alteridad política (Schmitt, 1987), de la
definición institucionalista, cuya lógica de confrontación entiende a la
alteridad como un adversario. En este tipo de construcción “agonista”, el
antagonismo, si bien no desaparece ―lo que resulta imposible―, es “sublimado” a
través de las instituciones. Sobre la diferencia cualitativa entre la lógica <span style="mso-bidi-font-style: italic;">schmittiana </span>de antagonismo
irrestricto y la lógica de agonismo institucional, véase Mouffe (1999; 2005).
Para una aplicación en esta línea sobre el caso argentino, véase Fair (2007a).
Para una visión alternativa, véase Laclau (2005).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(69)
Esta definición de la acción como la capacidad inherente de “iniciar un nuevo
comienzo” se basa en gran medida en la idea <span style="mso-bidi-font-style: italic;">kantiana </span>acerca de la acción como la capacidad de “iniciar la
producción de una nueva serie causal” (al respecto, véase Kant, 1980). A su vez
encuentra antecedentes próximos en la noción del hombre como animal social o
ser social (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">zoo politikon</span>) de
Aristóteles, quien definía como principales actividades políticas la acción (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">praxis</span>) y el discurso en el ámbito
público, en oposición a la esfera privada del hogar y la familia (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">oikia</span>). Al respecto, véase Arendt
(1996, especialmente pp. 38-39; 1997).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(70)
Desde la perspectiva de Hanna Arendt, lo público no es sólo lo común a todos,
sino también lo que se hace público, esto es, lo que se publicita. A diferencia
de lo privado, en la esfera pública las cosas deben mostrarse para poder
existir. Partiendo de esto, la autora critica la apatía y la desaparición de la
iniciativa del mundo moderno (Arendt, 1996; 1997). En esta línea, véase también
Hilb (1994).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En el caso del menemismo, la repolitización
sería el ordenamiento conseguido por Menem, tras muchas vacilaciones, frente al
“caos” y la “disolución de lo social” de la hiperinflación. Mientras que para
algunos, como vimos, se trataría de un “discurso <i>hobbesiano </i>de
superación del caos” (Aboy Carlés, 2001a; 2001b; 2003), para otros sería más un
liderazgo de tipo “decisionista” (Novaro, 1994; 1995a; 1995b; Palermo y Novaro,
1996), “decisionista democrático” (Quiroga, 2005), o “neodecisionista” (Bosoer
y Lei-ras, 1999; 2000; Kerz y Leiras, 2004). Sin embargo, simultáneamente a
esta repolitización se produjo, como también vimos, una fuerte despolitización
o “desciudadanización”<sup>(71)</sup> (Gruner, 1991), ya sea debido a la visión
acerca de una supuesta ausencia de alternativas al orden dominante o debido a
la supuesta imposibilidad de modificar el estado de cosas vigente. En ese
contexto, podemos decir entonces que durante el primer gobierno de Menem
prevaleció un consenso “negativo” que resultó más apático, resignado y
conformista que activo y entusiasta.<sup>(72)</sup><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(71)
Diversas encuestas realizadas en el periodo nos revelan el escaso interés por
la actividad política. Así, por ejemplo, una encuesta realizada por Gallup en
el año 1994 señalaba que al 67.1% de los encuestados le interesaba poco y nada
la política (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Noticias</span>,
01-05-94). Otra encuesta efectuada a una semana de las elecciones de 1995
indicaba, en la misma línea, que un 44% de los votantes no le interesaba “en
absoluto” las elecciones presidenciales (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">La
Nación</span>, 10-05-95). Sobre el fenómeno de la crisis de la política en
Argentina, véase Cavarozzi (1997). Un análisis más global puede verse en Novaro
(2000).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(72) A
partir del segundo periodo presidencial de Carlos Menem (1995-1999), con las
crecientes crisis económica y social generadas por la aplicación de las
políticas neoliberales y el mantenimiento (ficticio) de la paridad cambiaria,
este respaldo basado en gran medida en la pasividad social dejaría lugar a una
creciente politización ―en el sentido de movilización― de los sectores
populares. Así, a partir de 1996 un grupo de trabajadores despedidos de las
empresas privatizadas del sur del país inició una nueva modalidad de protesta
basada en cortes de ruta o “piquetes” que se extendió progresivamente durante
la segunda mitad de la década con un incremento de la movilización social
extra-institucional. Al mismo tiempo se produjo un incremento cualitativo y
cuantitativo de las protestas de los sectores sindicales en general, y de los
opositores en particular. Para un análisis detallado de las distintas
modalidades que ha tomado el tema de la protesta social en Argentina durante
los últimos años, pueden verse Delamata (2003; 2004), Palomino (2005), y Svampa
(2005).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Conclusiones</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En el transcurso de este trabajo nos
propusimos investigar los motivos que llevaron a que gran parte de los
trabajadores en Argentina apoyaran, durante el primer gobierno de Menem,
políticas que parecían ir <i>a priori </i>en contra de sus intereses. En primer
lugar, vimos que uno de los elementos clave que explicaría ese respaldo era la
estabilización de la economía. Para ello, polemizamos con los enfoques
dominantes, que suelen hacer hincapié en el componente de orden político, ya
sea más orientado al decisionismo o al <i>hobbesianismo</i>, ignorando la
importancia que tuvo la estabilidad monetaria y el largo camino recorrido hasta
lograr la estabilización de la situación de caos social. En efecto, lejos de
alcanzarse un rápido orden que pacificara al país y recuperara la autoridad
pública frente al peligro de disolución social de la hiperinflación, entre 1989
y 1991 el gobierno de Menem no logró controlar ni la situación económica, como
lo mostró el regreso del fantasma de la hiperinflación en dos oportunidades, ni
la situación política y social, como lo mostró el retorno de los conflictos
sociales y los saqueos a supermercados. Fue recién a partir de la instauración
del Plan de Convertibilidad, en abril de 1991, que se logró el rápido y
efectivo control del incremento del índice de precios, favoreciendo en mayor
medida a los sectores populares, los principales perjudicados por el “impuesto
inflacionario”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Sin embargo, intentando trascender el
análisis reduccionista que enfatiza íntegramente el rol de la estabilización
monetaria para entender el respaldo popular a las políticas neoliberales
implementadas por el presidente Menem, indagamos en segundo término acerca de
la importancia ejercida por los beneficios suplementarios aplicados por el
gobierno. Estos beneficios materiales, que incluyeron la cesión a los
trabajadores despedidos de un porcentaje accionario en la privatización de las
empresas estatales, programas sociales focalizados y el manejo sindical de los
fondos de las obras sociales y las jubilaciones, resultarían una importante ―y
muchas veces descuidada― fuente de legitimación al presidente, al permitirle a
los sindicatos oficialistas, y también a muchos trabajadores de las ex-empresas
públicas, el acceso a una importante fuente de financiamiento material y
simbólico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La indudable importancia de este enfoque
instrumental para comprender el fuerte respaldo de los trabajadores al gobierno
de Menem nos parecía, sin embargo, insuficiente para dar cuenta de la
complejidad y multicausalidad del fenómeno abordado. En ese sentido,
incorporamos lo que consideramos eran los elementos pasivos de la hegemonía
menemista. Para ello, incluimos un enfoque complementario que colocó el eje en
el aspecto discursivo. En ese contexto, indagamos a detalle acerca de la
importancia que tuvo en la legitimación del liderazgo menemista la ausencia de
alternativas frente al triunfo de la “democracia liberal”, la visión
mecanicista del orden global, que generó impotencia frente a la imposibilidad
de cambiar el estado de cosas vigente y la reestructuración social que produjo
la aplicación de las políticas económicas neoliberales, que terminaron
fragmentando, polarizando y heterogeneizando a los sectores populares y
sindicales, mientras se unificaban crecientemente los sectores dominantes. En
esas circunstancias, a las que se sumaría la escasa legitimidad de gran parte
de los líderes sindicales y la actitud pasiva e individualista de algunos
sectores de base ―muchos de los cuales temían perder sus trabajos o los atemorizaba
que regresara la estampida inflacionaria― los trabajadores en su conjunto
experimentaron una profunda crisis que les imposibilitó coordinar alternativas
antagónicas y consistentes con el rumbo vigente. Esto nos permitió concluir, a
diferencia de aquellos autores que afirman que el orden instituido por Menem
repolitizó a la sociedad a partir de la construcción de nuevos lazos de
representación que, en realidad, el consenso social hacia el presidente y sus
políticas económicas tuvo también un importante componente pasivo, en lo que
fue una resignación frente a lo que se veía como una ausencia de alternativas
al orden hegemónico y una impotencia generalizada frente a la imposibilidad de
cambiar el estado de cosas vigente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En ese contexto, prometiendo mantener los
beneficios ligados al Plan de Convertibilidad, y frente a la inexistencia de alternativas
al discurso de la modernización y la inserción mundial al orden global, el
presidente Menem no tuvo inconvenientes en ser reelecto por casi la mitad de
los ciudadanos en la elecciones celebradas en mayo de 1995. De este modo logró
consolidar el respaldo de la amplia y heterogénea coalición social que lo había
acompañado en 1989. Esta situación, aunque comenzó a modificarse hacia 1996,
cuando la crisis económica y social iniciada con el Tequila y la profundización
de la ortodoxia neoliberal marcó el surgimiento del movimiento social de piqueteros
y el incremento de las protestas sindicales, recién adquirió una firme y
consistente fortaleza política con la crisis de diciembre de 2001 y la
consiguiente salida del Régimen de Convertibilidad. No obstante, el análisis de
esta cuestión excede por mucho el marco de este trabajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Bibliografía</span></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Aboy Carlés, Gerardo (2003), “Repensando el
populismo”, en Marcelo Cavarozzi y G. Aboy Carlés, <i>Política y gestión</i>,
Rosario, Homo Sapiens, vol. 4, pp. 9-34. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2001a), <i>Las dos fronteras de la
democracia argentina. La reformulación de las identidades políticas de Alfonsín
a Menem</i>, Rosario, Homo Sapiens. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2001b), “El ágora turbia: reflexiones sobre
populismo y ciudadanía en laArgentina”, en I. Cheresky e I. Pousadela (comps.),
<i>Política e instituciones enlas nuevas democracias latinoamericanas</i>,
Buenos Aires, Paidós, pp. 383-393.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Alonso, Guillermo (2000), <i>Política y
seguridad social en la Argentina de los noventa</i>, Madrid, Miño y Dávila.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Arendt, Hanna (1997), <i>¿Qué es la política?</i>,
Barcelona, Paidós. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1996), <i>La condición humana</i>,
Barcelona, Paidós.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Aronskind, Ricardo (2001), “Globalización en
Argentina, o la voluntad soberana de subdesarrollarse”, <i>Época</i>, vol. 3,
núm. 3, pp. 219-244.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Auyero, Javier (2001), <i>La política de los
pobres. Las prácticas clientelistas del pe-ronismo</i>, Buenos Aires,
Manantial.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Azpiazu, Daniel (1995), “La industria
argentina ante la privatización, la desregulación y la apertura asimétricas de
la economía. La creciente polarización del poder económico”, en D. Azpiazu y H.
Nochteff (eds.), <i>El desarrollo ausente</i>, Buenos Aires, Tesis, Norma,
flacso, pp. 157-233.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Azpiazu, Daniel, Eduardo Basualdo y Miguel
Khavisse (1989), <i>El nuevo poder eco-nómico en la Argentina de los ochenta</i>,
Buenos Aires, Legasa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Azpiazu, Daniel y Eduardo Basualdo (1990), <i>Cara
y contracara de los grupos econó-micos</i>, Buenos Aires, Cántaro.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Azpiazu, Daniel y H. Nochteff (1995),
“Subdesarrollo y hegemonía neoconserva-dora. ¿Veinte años no es nada?”, en D.
Azpiazu y H. Nochteff (eds.), <i>El desarrollo ausente</i>, Buenos Aires,
Tesis, Norma, flacso, pp. 2-20.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Barros, Sebastián (2002), <i>Orden,
democracia y estabilidad. Discurso y política en laArgentina entre 1976 y 1991</i>,
Córdoba, Alción.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Basualdo, Eduardo (2006), <i>Estudios de
historia económica argentina. Desde mediados del siglo xx a la actualidad</i>,
Buenos Aires, Siglo xxi, flacso. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2004), <i>Los primeros gobiernos peronistas
y la consolidación del país industrial: éxitos y fracasos</i>, Buenos Aires, La
Página, flacso, maestría en economía po-lítica. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2001), <i>Sistema político y modelo de
acumulación en la Argentina</i>, Buenos Aires, flacso. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2000), <i>Concentración y centralización del
capital en la Argentina durante la década de los noventa</i>, Buenos Aires,
unqui.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Bauman, Zigmunt (2003), <i>En busca de la
política</i>, Buenos Aires, fce.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Beccaria, Luis (1993), “Cambios en la
estructura distributiva”, en Alberto Minujin, <i>Cuesta abajo. Los nuevos
pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina</i>, Buenos Aires,
unicef, Losada, pp. 93-116.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Beltrán, Gastón (2006), “Acción empresaria e
ideología. La génesis de las reformas estructurales”, en A. Pucciarelli
(coord.), <i>Los años de Alfonsín</i>, Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 199-243.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Bonanotte, César (1996), <i>Plan de
convertibilidad y conflictividad laboral. Un estudio estadístico de los
conflictos laborales en tiempos de crisis</i>, Buenos Aires (mimeo).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Borón, Atilio (1999), “Pensamiento único y
resignación política: los límites de una falsa coartada”, en A. Borón, J.
Gambina y N. Minsburg (comps.), <i>Tiempos vio-lentos. Neoliberalismo,
globalización y desigualdad en América Latina</i>, Buenos Aires, clacso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Bosoer, Fabián y Leiras, Santiago (2000),
“Los fundamentos filosófico-políticos del decisionismo presidencial,
1989-1999”, en J. Pinto (comp.), <i>Argentina entre dos siglos</i>, Buenos
Aires, eudeba. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1999), “Posguerra fría, ‘neodecisionismo’ y
nueva fase del capitalismo: el ale-gato del Príncipe-gobernante en el escenario
global de los noventa”, en A. Borón, J. Gambina y N. Minsburg (comps.), <i>Tiempos
violentos. Neoliberalismo, globa-lización y desigualdad en América Latina</i>,
Buenos Aires, clacso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Bourdieu, Pierre (1999), <i>Contrafuegos.
Reflexiones para servir a la resistencia contra la invasión neoliberal</i>,
Barcelona, Anagrama. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1984), <i>Sociología y cultura</i>, México,
Grijalbo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Canelo, Paula (2004), “La política contra la
economía: los elencos militares frente al programa económico de Martínez de
Hoz”, en A. Pucciarelli (coord), <i>Militares, tecnócratas y políticos</i>,
Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 219-312. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2002), <i>La construcción de lo posible:
identidades y política durante el menemismo. Argentina, 1989-1995</i>, Buenos
Aires, flacso, Documento de trabajo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Castellani, Ana (2006), “Los ganadores de la
‘década perdida’. La consolidación de las grandes empresas privadas
privilegiadas por el accionar estatal. Argentina 1984-1988”, en A. Pucciarelli
(coord.), <i>Los años de Alfonsín</i>, Buenos Aires, Si-glo XXI, pp. 335-366. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2004), “Gestión económica liberal
corporativa y transformaciones en el interior de los grandes agentes económicos
de la Argentina durante la última dictadura militar”, en A. Pucciarelli
(coord), <i>Militares, tecnócratas y políticos</i>, Buenos Aires, Siglo XXI,
pp. 173-218.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Cavarozzi, Marcelo (1997), <i>Autoritarismo y
democracia (1955-1996). La transición del Estado al mercado en la Argentina</i>,
Buenos Aires, Ariel.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Centeno, Miguel A. (1997), “Redefiniendo la
tecnocracia”, <i>Desarrollo Económico</i>, vol. 37, núm. 146, pp. 215-239.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Diario <i>Clarín </i>(1989) (1990) (1991)
(1993).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Diario <i>La Nación </i>(1991).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Diario <i>Página 12 </i>(1989) (1991) (1992)
(1994).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Coraggio, José Luis (1999), “¿Es posible
pensar alternativas a la política social neoliberal?”, <i>Nueva Sociedad</i>,
núm. 164, pp. 99-105.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Delamata, Gabriela (2004), <i>Los barrios
desbordados. Las organizaciones de desocupados del Gran Buenos Aires</i>,
Buenos Aires, Eudeba. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2003), “De los ‘estallidos’ provinciales a
la generalización de las protestas en la Argentina. Perspectiva y contexto en
la significación de las nuevas protestas”, <i>Revista de Ciencias Sociales</i>,
núm. 14, unqui.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">De Ípola, Emilio (1983), <i>Ideología y
discurso populista</i>, Buenos Aires, Folios.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Dornbusch, Rudiger y Edwards, Sebastián
(1990), <i>Macroeconomía del populismo en América Latina</i>, México, fce.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Etchemendy, Sebastián (1995), “¿Límites al
decisionismo?”, en R. Sidicaro y J. Mayer (comps.), <i>Política y sociedad en
los años del menemismo</i>, Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del Ciclo
Básico Común, uba, pp. 127-153.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Fair, Hernán (2008a), “El proceso de reformas
estructurales en Argentina. Un análisis del primer gobierno de Menem”, <i>oikos</i>,
vol. 12, núm. 25, Universidad Católica Silva Henríquez, pp. 35-49. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2008b), “La función del significante
convertibilidad en la articulación discursi-va de la identidad menemista”, <i>Question</i>,
núm. 17, en url
http://perio.unlp.edu.ar/question/numeros_anteriores/numero_anterior17/nivel2/articulos/informes_investigacion/fair_1_informes_17verano2008.htm,
última consulta febrerode 2009. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2008c), “El Plan de Convertibilidad y el
sindicalismo durante la primera presidencia de Menem”, <i>Trabajo y Sociedad</i>,
vol. 9, núm. 10, en url: http://www.unse.edu.ar/trabajoysociedad, última
consulta febrero de 2009. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2008d), “Los piqueteros como síntoma
espectral emergente del orden policial me-nemista”, <i>e-l@tina. Revista
Electrónica de Estudios Latinoamericanos</i>, vol. 6,núm. 22, pp. 13-29, en url
http://www.iigg.fsoc.uba.ar/hemeroteca/elatina/elatina22.pdf, última consulta
febrero de 2009. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2008e), “El rol de los componentes pasivos
en la legitimación del discurso me-nemista”, <i>Revista Electrónica de
Psicología Política</i>, año 6, núm. 16, en url http://www.psicopol.unsl.edu.ar/marzo08_03.pdf,
última consulta marzo de 2009. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2007a), <i>Identidades y representación. El
rol del Plan de Convertibilidad en la consolidación de la hegemonía menemista
(1991-1995)</i>, Buenos Aires, flacso, tesis de maestría (mimeo.). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2007b): “El Plan de Convertibilidad y la
articulación de la hegemonía menemista. Un estudio de caso de la primera
presidencia de Menem (1989-1995)”, ponencia presentada en las 1as. Jornadas de
Economía Política, Campus de laUniversidad Nacional de General Sarmiento
(ungs), Buenos Aires, 6 y 7 de di-ciembre, en url
http://www.ungs.edu.ar/cm/uploaded_files/file/ecopol/Fair_Hernan.pdf, última
consulta febrero de 2009.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Feijoo, María del Carmen (1993), “Los
gasoleros como estrategia de consumo de los nupo”, en Alberto Minujin, <i>Cuesta
abajo. Los nuevos pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina</i>,
Buenos Aires, unicef, Losada, pp. 229-252.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Fernández, Arturo (1998), “La crisis sindical
y la reforma laboral”, <i>Sociedad</i>, núms. 12y 13, pp. 59-79.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Ferreira Rubio, Delia y Mateo Goretti (1996),
“Cuando el presidente gobierna solo. Menem y los decretos de necesidad y
urgencia hasta la reforma constitucional (julio 1989-agosto 1994)”, <i>Desarrollo
Económico</i>, vol. 36, núm. 141, pp. 443-474.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Ferrer, Aldo (2004), <i>La economía argentina</i>,
Buenos Aires, fce.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">French Davis, Ricardo (2004), <i>Entre el
neoliberalismo y el crecimiento con equidad. Tres décadas de política económica
en Chile</i>, Buenos Aires, Siglo XXI.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Gambina, Julio y Daniel Campione (2002), <i>Los
años de Menem. Cirugía mayor</i>, Buenos Aires, Centro Cultural de la
Cooperación.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">García Delgado, Daniel (1994), <i>El cambio
de relaciones Estado-sociedad en el proceso de modernización en Argentina</i>,
Buenos Aires, Instituto de investigaciones de la Facultad de Ciencias Sociales,
uba (mimeo.).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Gerchunoff, Pablo y Juan Carlos Torre (1996),
“La política de liberalización eco-nómica en la administración de Menem”, <i>Desarrollo
Económico</i>, vol. 36,núm. 141, pp. 733-768.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Gómez, Marcelo <i>et al. </i>(1996), “La
conflictividad laboral durante el Plan de Convertibilidad en la Argentina
(1991-1995)”, <i>Aportes</i>, núm. 3, pp. 245-285.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Grandes, Martín (1999), “Inversión en
maquinaria y equipos: un modelo econométrico para la experiencia Argentina,
1991-1998”, Buenos Aires, meyosp, Secretaría de Programación Económica.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Gruner, Eduardo (1991), “Las fronteras del
(des)orden. Apuntes sobre el estado de la sociedad civil bajo el menemato”, en
Óscar Martínez <i>et al</i>., <i>El Menemato. </i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Radiografía de dos años de gobierno de
Carlos Menem</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">,
Buenos Aires, Letra Buena, pp. 85-118.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Haggard, Stephan y Robert Kaufman (1995),
“Estado y reforma económica: la iniciación y consolidación de las políticas de
mercado”, <i>Desarrollo Económico</i>, vol. 35, núm. 139, pp. 355-372.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Hilb, Claudia (1994), <i>Promesa y política.
Promesas traicionadas y transición democrática</i>, Buenos Aires, Secretaría
de Gestión Institucional, uba.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Hobbes, Thomas (1980), <i>Leviatán</i>,
México, fce.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">indec (1998), <i>Anuario Estadístico de la
República Argentina</i>, vol. 14, en url www.indec.gov.ar, última consulta
febrero de 2009.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Informe Económico de Coyuntura </span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">(1992), año 10, núm.
107, febrero.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">James, Daniel (1990), <i>Resistencia e
integración: el peronismo y la clase trabajadora argentina. 1946-1976</i>,
Buenos Aires, Siglo XXI.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Kant, Immanuel (1980), <i>Crítica de la razón
pura</i>, Buenos Aires, Losada.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Karol, Jorge (1993), “La clase media a través
de la hiperinflación”, en Alberto Minujin, <i>Cuesta abajo</i>. <i>Los nuevos
pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina</i>, Buenos Aires,
unicef, Losada, pp. 253-282.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Kerz, Mercedes y Santiago Leiras (2004),
“Veinte años de democracia en la Ar-gentina. ¿Qué democracia?”, <i>Revista
venezolana de Ciencia Política</i>, núm. 25, pp. 90-96.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Kulfas, Matías (2001), “El rol del
endeudamiento externo en la acumulación de capital durante la Convertibilidad”,
<i>Época</i>, vol. 3, núm. 3, pp. 181-216.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Labake, Juan G. (1996), <i>Menem o Perón.
Confesiones de un político</i>, Buenos Aires, Del Autor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Laclau, Ernesto (2005), <i>La razón populista</i>,
Buenos Aires, fce.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Landi, Óscar (1992), <i>Devórame otra vez</i>,
Buenos Aires, Planeta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Levitsky, Steven (1997), “Crisis, adaptación
partidaria y estabilidad del régimen en la Argentina: el caso del peronismo,
1989-1995”, <i>Revista de Ciencias Sociales</i>, núm. 6, pp. 85-131.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Llach, Juan (1997), <i>Otro siglo, otra
Argentina</i>, Buenos Aires, Ariel.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Lozano, Claudio y Roberto Feletti (1991), “La
economía del menemismo. Cambio estructural, crisis recurrentes y destino
incierto”, en Óscar Martínez <i>et al</i>., <i>El Me-nemato. Radiografía de dos
años de gobierno de Carlos Menem</i>, Buenos Aires, Letra Buena, pp. 119-169.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Mainwaring, Scott (1996), “La democracia en
Brasil y en el Cono Sur: éxitos y pro-blemas”, <i>Ágora</i>, núm. 5, pp.
135-180.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Martínez, Óscar (1991), “El escenario:
febrero-julio de 1989. Terrorismo económico y desestabilización política”, en Óscar
Martínez <i>et al</i>., <i>El Menemato. Radiografía de dos años de gobierno de
Carlos Menem</i>, Buenos Aires, Letra Buena, pp. 15-46.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Martucelli, Danilo y Maristella Svampa
(1997), <i>La Plaza vacía. Las transformaciones del peronismo</i>, Buenos
Aires, Losada.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Menem, Carlos (1991) (1993), <i>Discursos
oficiales del presidente de la Nación, Dr. Car-los Saúl Menem</i>, Buenos
Aires, Dirección General de Difusión, Secretaría de Medios de Comunicación,
Presidencia de la Nación, República Argentina, va-rios volúmenes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Menem, Carlos y Eduardo Duhalde (1989), <i>La
revolución productiva</i>, Buenos Aires, Peña Lillo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Minujin, Alberto (1993), “En la rodada”, en
Alberto Minujin, <i>Cuesta abajo. Los nue-vos pobres: efectos de la crisis en
la sociedad argentina</i>, Buenos Aires, unicef, Losada, pp. 15-44.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Mora y Araujo, Manuel (1991), <i>Ensayo y
error</i>, Buenos Aires, Planeta.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Mouffe, Chantal (2005): “Política y pasiones:
las apuestas de la democracia”, en L. Arfuch (comp.), <i>Pensar este tiempo. Espacios,
afectos, pertenencias</i>, Buenos Aires, Paidós, pp. 77-97. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1999), <i>El retorno de lo político.
Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democra-cia radical</i>, Buenos Aires,
Paidós.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Murillo, María V. (2005), <i>Sindicalismo,
coaliciones partidarias y reformas de mercado en América Latina</i>, Buenos
Aires, Siglo XXI. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1997), “La adaptación del sindicalismo
argentino a las reformas de mercado en la primera presidencia de Menem”, <i>Desarrollo
Económico</i>, vol. 37, núm. 147,pp. 419-446.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Murmis, Miguel y Silvio Feldman (1993), “La
heterogeneidad social de las pobrezas”, en Alberto Minujin, <i>Cuesta abajo.
Los nuevos pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina</i>, Buenos
Aires, unicef, Losada, pp. 45-92.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Mustapic, Ana M. (1995), “Tribulaciones del
Congreso en la nueva democracia argen-tina. El veto presidencial bajo Alfonsín
y Menem”, <i>Ágora</i>, núm. 3, pp. 75-94.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Navarro, Mario F. (1995), “Democracia y
reformas estructurales: explicaciones de latolerancia popular al ajuste
económico”, <i>Desarrollo Económico</i>, vol. 35, núm. 139,pp. 443-466.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Negretto, Gabriel (1994), <i>El problema de
la emergencia en el sistema constitucional</i>, Buenos Aires, Ábaco.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Nochteff, Hugo (1995), “Los senderos perdidos
del desarrollo. Élite económica y restricciones al desarrollo en la Argentina”,
en D. Azpiazu y H. Nochteff (eds.), <i>El desarrollo ausente</i>, Buenos Aires,
Tesis, Norma, flacso, pp. 21-156.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Novaro, Marcos (2000), <i>Representación y
liderazgo en las democracias contemporáneas</i>, Buenos Aires, Homo Sapiens. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1995a), “Crisis de representación, neopopulismo
y consolidación democrática”, <i>Sociedad</i>, núm. 6, pp. 95-117. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1995b), “Menemismo y peronismo”, en R.
Sidicaro y J. Mayer (comps.), <i>Política y sociedad en los años del menemismo</i>,
Buenos Aires, Oficina de publicaciones del Ciclo Básico Común, uba, pp. 45-73. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1994), <i>Pilotos de tormentas: crisis de
representación y personalización de la política en Argentina. 1989-1993</i>,
Buenos Aires, Letra Buena.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Novaro, Marcos y Vicente Palermo (2003), <i>La
dictadura militar 1976-1983. Del golpe de Estado a la restauración democrática</i>,
Buenos Aires, Paidós.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Nun, José (1995), <i>Peronismo y menemismo.
Avatares del populismo en Argentina</i>, Buenos Aires, El Cielo por Asalto. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">O’Donnell, Guillermo (1997), <i>Contrapuntos.
Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización</i>, Buenos Aires,
Paidós. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1996), “Otra institucionalización”, <i>Ágora</i>,
año. 3, núm. 5, Buenos Aires,pp. 5-28. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1992), “¿Democracia delegativa?”, <i>Cuadernos
del clahe</i>, núm. 61, pp. 5-20. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1982), <i>El Estado burocrático autoritario</i>,
Buenos Aires, De Belgrano.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Ortiz, Ricardo y Martín Schorr (2006a), “La
economía política del gobierno de Al-fonsín: creciente subordinación al poder
económico durante la década perdi-da”, en A. Pucciarelli (coord.), <i>Los años
de Alfonsín</i>, Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 291-333. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2006b), “Crisis del Estado y pujas
interburguesas. La economía política de la hiperinflación”, en A. Pucciarelli
(coord.), <i>Los años de Alfonsín</i>, Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 461-510.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Palermo, Vicente (1992), “Privatizaciones”,
en Carlos Abalo <i>et al</i>., <i>La fe de los conversos. 14 miradas sobre el
Plan de Convertibilidad</i>, Buenos Aires, unidos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Palermo, Vicente y Juan Carlos Torre (1992), <i>A
la sombra de la hiperinflación. La política de reformas estructurales en
Argentina</i>, Santiago, cepal.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Palermo, Vicente y Marcos Novaro (1996), <i>Política
y poder en el gobierno de Menem</i>, Buenos Aires, Norma, flacso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Palomino, Héctor (2005), “Los sindicatos y
los movimientos sociales emergentes del colapso neoliberal en Argentina”, en E.
de la Garza (comp.), <i>Sindicatos y nuevos movimientos sociales en América
Latina</i>, Buenos Aires, clacso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Portantiero, Juan Carlos (1988), “Sociedad
civil, Estado y sistema político”, en J. C. Portantiero, <i>La producción de un
orden: ensayos sobre la democracia ante el estado y la sociedad</i>, Buenos
Aires, Nueva Visión, pp. 105-120.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Pucciarelli, Alfredo (2002), <i>La democracia
que tenemos. Declinación económica, decadencia social y degradación política en
la Argentina actual</i>, Buenos Aires, Libros del Rojas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1998), “¿Crisis o decadencia? Hipótesis
sobre el significado de algunas transformaciones recientes de la sociedad
argentina”, <i>Sociedad</i>, núms. 12 y 13.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Quiroga, Hugo (2005), <i>Argentina, en
emergencia permanente</i>, Buenos Aires, Edhasa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Ranciere, Jacques (1996), <i>El desacuerdo.
Política y filosofía</i>, Buenos Aires, Nueva Visión.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Revista <i>Noticias </i>(1994).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Rofman, Alejandro (1997), <i>Convertibilidad
y desocupación en la Argentina de los noventa. Análisis de una relación
insuperable</i>, Buenos Aires, Oficina de Publicaciones del cbs, uba.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Russell, Roberto (1994), “Las relaciones
argentino-norteamericanas: ¿el fin del de-sencuentro?”, en F. de la Balze y E.
Roca (comps.), <i>Argentina y EE.UU. Fundamentos de una nueva alianza</i>,
Buenos Aires, cari-abra, pp. 149-179.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Schmitt, Carl (2005), <i>Teología política.
Cuatro ensayos sobre la soberanía</i>, Buenos Aires, Struhart & Cía. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1987), <i>El concepto de lo político</i>,
Madrid, Alianza.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Schvarzer, Jorge (1986), <i>La política
económica de Martínez de Hoz</i>, Buenos Aires, Hyspamérica.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Secretaría de Desarrollo Social (1998), <i>Indicadores
para el seguimiento de la situa-ción social</i>, Buenos Aires, Secretaría de
Desarrollo Social, Presidencia de la Nación, República Argentina.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Senén González, Santiago y Fabián Bosoer
(1999), <i>El sindicalismo en tiempos de Me-nem</i>, Buenos Aires, Corregidor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Shugart, Mattew S. y Scott Mainwaring (2002),
“Presidencialismo y democracia en América Latina: revisión de los términos del
debate”, en S. Mainwaring y M. Shugart (comps.), <i>Presidencialismo y
democracia en América Latina</i>, Buenos Aires, Paidós, pp. 19-64.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Sidicaro, Ricardo (2003), <i>La crisis del
Estado y los actores políticos y socioeconómicos en la Argentina (1989-2001)</i>,
Buenos Aires, Libros del Rojas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1998), “Cambios del Estado y
transformaciones del peronismo”, <i>Sociedad</i>, núms. 12 y 13, pp. 37-57.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Sigal, Silvia y Eliseo Verón (2003), <i>Perón
o muerte. Los fundamentos discursivos del fenómeno peronista</i>, Buenos Aires,
Legasa.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Stevens, Evelin (1985), “Mexico in the 1980s:
from Authoritarianism to Power Sharing?”, en A. J. Wiarda y H. F. Kline (eds.),
<i>Latin American Politics and De-velopment</i>, Boulder, Wesview Press.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Stokes, Susan (2001), <i>Mandates and
Democracy: Neoliberalism by Surprise in Latin America</i>, Nueva York,
Cambridge University Press.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Svampa, Maristella (2005), <i>La sociedad
excluyente. La Argentina bajo el signo del neoliberalismo</i>, Buenos Aires,
Taurus.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Tenti Fanfani, Emilio (1993), “Cuestiones de
exclusión social y política”, en A. Minujin (ed.), <i>Desigualdad y exclusión:
desafíos para la política social de fin de siglo</i>, Buenos Aires, unicef,
Losada, pp. 241-274.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Thwaites Rey, Mabel (2003), <i>La
(des)ilusión privatista. El experimento neoliberal en la Argentina</i>, Buenos
Aires, Eudeba. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(2001), “Tecnócratas <i>vs. </i>Punteros.
Nueva falacia de una vieja dicotonomía: po-lítica <i>vs. </i>administración”, <i>Encrucijadas</i>,
núm. 6. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1999), “Estado y sociedad. Ajuste
estructural y reforma del Estado en la Argentina de los noventa”, <i>Realidad
Económica</i>, núm. 160, pp. 76-109. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1994), “La noción gramsciana de hegemonía en
el convulsionado fin de siglo. Acerca de las bases materiales del consenso”, en
L. Ferreira, L. Logiudice y M. Thwaites Rey, <i>Gramsci mirando al sur. Sobre
la hegemonía en los noventa</i>, Buenos Aires, Teoría Crítica. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1993), “La política de privatizaciones en la
Argentina. Consideraciones a partir del caso Aerolíneas”, <i>Realidad Económica</i>,
núm. 116.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Torrado, Susana (1994), <i>Estructura social
de la Argentina: 1945-1983</i>, Buenos Aires, De la Flor.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Torre, Juan Carlos (1999), “El sindicalismo a
la defensiva”, <i>Todo es Historia</i>,núm. 389, pp. 54-62. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">(1998), </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">El proceso político de las
reformas económicas en América Latina</i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">, Buenos Aires, Paidós.</span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1997), “Las dimensiones políticas e
institucionales de las reformas estructura-les en América Latina”, <i>Revista
de la cepal</i>, núm. 46. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1991), “América Latina: el gobierno de la
democracia en tiempos difíciles”, <i>Estudios Políticos</i>, núm. 74, pp.
145-161. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(1990), <i>La vieja guardia sindical y Perón:
sobre los orígenes del peronismo</i>, Buenos Aires, Sudamericana.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Tulchin, Joseph (1997), “Argentina y Estados
Unidos: fundamentos de una Nueva Alianza”, Buenos Aires, Consejo Argentino para
las Relaciones Internacionales, Asociación de Bancos de la República Argentina
(abra).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Villarreal, Juan Manuel (1996), <i>La
exclusión social</i>, Buenos Aires, Norma, flacso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Waisbord, Silvio (1995), <i>El gran desfile.
Campañas electorales y medios de comunicación en la Argentina</i>, Buenos
Aires, Sudamericana.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Weber, Max (1998), “La política como vocación”,
en M. Weber, <i>El político y el cien-tífico</i>, Buenos Aires, Alianza.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Yannuzzi, María A. (1995), <i>La
modernización conservadora. El peronismo de los noventa</i>, Rosario, Fundación
Ross.</span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-26618321697805605292024-01-05T07:11:00.000-08:002024-01-05T07:11:23.859-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">PARTE 3</span></span></b></p>
<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El Estado y los trabajadores durante
el primer gobierno de Menem en Argentina (1989-1995)<br /></span></b><i><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; font-weight: normal;">(Por Hernán
Fair)</span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Los beneficios suplementarios</span><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Como dijimos, durante el gobierno de Menem se
llevó a cabo un drástico proceso de transformación del Estado. Este proceso
tenía como una de sus premisas la necesidad de privatizar las empresas públicas
para reducir el déficit fiscal y mejorar los servicios (Thwaites Rey, 1999;
2003). Mediante estos argumentos, prácticamente la totalidad de las empresas
que históricamente habían pertenecido al Estado pasaron a manos privadas. Como
consecuencia, miles de trabajadores perdieron sus empleos. En efecto, según se
ha calculado, en los primeros tres años de vigencia del Plan de
Convertibilidad, 381 189 trabajadores perdieron sus empleos, de los cuales un
86.7% pertenecían al Estado (<i>Noticias</i>, 27-03-94). Sin embargo, muchos de
ellos continuaron apoyando el plan económico. ¿Cómo se explica este respaldo
de los principales perjudicados? Una de las claves, a nuestro entender, debe
buscarse, más allá de la estabilización, en los beneficios materiales que
otorgó el gobierno. En efecto, en lo que se denominaría Programa de Propiedad
Participada (ppp), el gobierno les concedió a los ex trabajadores despedidos
una participación accionaria del orden del 10% en los servicios públicos
privatizados <sup>(36)</sup>. Este programa estaría acompañado, al mismo
tiempo, por otros beneficios, entre ellos fuertes incrementos salariales, como
en el caso de los gremios de Personal Civil, Luz y Fuerza, la Unión
Ferroviaria y los Empleados de Comercio (<i>Clarín</i>, 02-05-93; <i>Página 12</i>,
01-06-94), y regímenes de “retiros voluntarios” que, como en el caso de la
empresa siderúrgica somisa, beneficiaron a 4 500 ex empleados públicos con 6
meses de salario e importantes indemnizaciones (<i>Clarín</i>, 09-07-91).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Estas políticas que, en palabras de Menem,
convertían a los trabajadores en “dueños” de la propiedad de las empresas y de
“su propio destino” (Fair, 2008b), se agotan, sin embargo, en el análisis de
una porción relativamente pequeña de los trabajadores <sup>(37)</sup> Por otra
parte, el propio modelo comenzaría a generar, principalmente a partir de 1993,
con el agotamiento del proceso de privatizaciones (Basualdo, 2006), una
creciente tasa de desocupación y marginalidad social que amenazaba la
supervivencia del Plan<sup>(38)</sup> En ese contexto, al que se sumaba el
agotamiento de las indemnizaciones, el gobierno implementó una serie de
políticas “parches” para contener el descontento popular. Las medidas
implementadas, que encuentran algunos antecedentes en los planes de asistencia
focalizada de los años ochenta <sup>(39)</sup> se concentraron en particular en
las provincias donde el gobierno había diferido hasta ese entonces el ajuste
económico<sup>(40)</sup> Así, una de las más importantes aplicaciones fue el
llamado Programa de Promoción de Empleo Privado, un programa dedicado a las provincias
del noroeste del país, que garantizaba tres meses de sueldo a los empleados
contratados por las empresas (<i>Página 12</i>, 25-01-94). Al mismo tiempo se
implantó un plan social que garantizaría el acceso a una extensa red de 344 000
viviendas sociales, el llamado fonavi, y un paquete de medidas focalizadas de
promoción del empleo para sectores marginales (<i>Página 12</i>, 02-07-94).
Finalmente, el gobierno estableció un conjunto de micro emprendimientos
cooperativos para los empleados despedidos de la empresa petrolera privatizada
ypf, lo que incluiría, además, contratos de perforación en áreas centrales
privatizadas (como las regiones de Catriel y Comodoro) por varios millones de
dólares y la promesa de que los cooperativistas seguirían perteneciendo al
gremio petrolero <sup>(41)</sup> (<i>Página 12</i>, 24-09-92).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(36) En
la práctica, los porcentajes variaron desde un 10% en 1991, y 10.1% en 1992,
reduciéndose levemente a 9.5% en 1993, 9.6% en 1994 y 9.4% en 1995 (véase
Basualdo, 2000:121). En el caso de la privatización de la petrolera ypf, un
4.8% de las acciones serían entregadas, además, a 86 100 jubilados (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>, 24-09-93). Ambos sectores,
por otra parte, obtuvieron importantes ganancias, del orden del 47.9%, por la
revalorización obtenida en sus acciones (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>,
21-10-93). En la privatización de obras sanitarias, por su parte, el porcentaje
otorgado por el gobierno a los empleados fue de un 20% (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>, 02-05-93).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(37)
Según un informe, a comienzos de 1994 el número de beneficiados con el Programa
de Propiedad Participada (ppp) fue de unos 69 639 trabajadores, a razón de $30
684 en acciones paracada trabajador, para un total de 2 136 083 millones de
dólares. Al mismo tiempo, los retiros voluntarios beneficiarán a 103 000
trabajadores (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>,
20-03-94).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">(38) La
desocupación, que se había mantenido en 6.9% entre junio de 1991 y mayo de
1992,subió a 9.9% en mayo del año siguiente, alcanzando el 10.7% en mayo de
1994 (indec, 1998).</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">
<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(39) En
efecto, durante el gobierno de Alfonsín, en consonancia con el discurso
neoliberal en favor de la focalización de la ayuda social, comenzaron a
aplicarse en Argentina y también en algunos otros países de la región, como
Bolivia, Brasil y México (Torre, 1998), los primeros ensayos de asistencia
social focalizada. Estos programas, que contrastaban con los planes universalizables
que habían caracterizado al peronismo, se concentraban en programas de ayuda
alimentaria a los sectores más desfavorecidos (cajas pan) y políticas de ayuda
social en áreas de salud e infancia (Svampa, 2005:183-184). En ese contexto,
algunos autores señalan que los sectores beneficiados con estos planes
focalizados trascendieron la fuerte vinculación identitaria con los sindicatos
y el peronismo para situarse en una relación afectiva con los “punteros”
barriales que les garantizaban el acceso a los beneficios materiales. En esta
línea de análisis cen-trada en el “clientelismo afectivo”, véanse Levitsky
(1997), Auyero (2001) y el trabajo del propioSvampa (2005:185-196).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(40) En
efecto, las provincias de La Rioja, Catamarca, San Luis, San Juan y Tierra del
Fuego estuvieron exentas de algunas medidas del régimen desregulatorio aplicado
por el gobierno (Azpiazu, 1995:177). Al mismo tiempo, mientras la nación
llevaba a cabo la privatización de los regímenes previsionales, se excluía la
privatización en las provincias, dejando intactos los fondos manejados por los
gobernadores provinciales (Gerchunoff y Torre, 1996:757).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(41) El
gobierno, además, implementó un seguro de desempleo de $120 por un periodo de
cuatro meses para aquellos trabajadores que acreditasen un año sin empleo, y de
seis meses para aquellos que acreditasen dos (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>, 02-03-92).568 Estudios Sociológicos XXVII: 80, 2009 </span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Estos beneficios, sumados al fin del
“impuesto inflacionario”, que perjudicaba en mayor medida a los sectores bajos
—quienes dedicaban un porcentaje mayor de sus ingresos a la compra de
alimentos (Gerchunoff y Torre, 1996)—, ayudaron a paliar en gran medida la
oposición de los trabajadores despedidos de las empresas públicas, pero también
de muchos sindicalistas, favorecidos por el control de los recursos sociales de
aquellos programas y el manejo de fondos en la desregulación de las obras
sociales y la privatización de los fondos de jubilaciones y pensiones <sup>(42)</sup><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(42) En
efecto, el gobierno dispuso una intervención en el organismo regulador de los
fondos de las obras sociales (anssal), y colocó como interventor al gremialista
oficialista Andreoni. Además, designó como directores de los obreros a Raúl
Amín, Mario Francella (textil), Arman-do Matarazzo (ferroviarios) y Aníbal
Martínez (construcción), y fijó un esquema en el que el 3% del salario bruto
del empleado y el 6% del empleador debían ser gravados, vía el Ministerio del
Trabajo, a la obra social sindical. Al mismo tiempo, le devolvió al sindicato
de la construcción la conducción de su obra social y le otorgó a los empleados
de Comercio y Servicios la co-gestión de la obra social de la osecac.
Finalmente, el presidente de la República firmó un acuerdo para implantar un
sistema de jubilación privada que beneficiaba a nada menos que 500 000
empleados mercantiles y que sería manejado nuevamente por los patrones
sindicales, quienes poseían también la Caja de Subsidios Familiares para
Empleados de Comercio (casfec) y el Instituto Asegurador Mercantil (iam) (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, 02-07-91, 04-07-91 y
07-07-91). Comoconsecuencia de estas medidas, los gremios oficialistas se
hicieron acreedores de extraordina-rios fondos sociales, principalmente en la
anssal, que pudieron repartir <span style="mso-bidi-font-style: italic;">a
piacere </span>(mtss, 1993).En esas circunstancias, el dirigente sindical Raúl
Amín (mecánicos) afirmó que “la desregulaciónes un hecho histórico”, y de este
mismo modo se expresaron sectores afines al gobierno, como Andreoni, Pedraza
(ferroviarios), Aldo Serrano (Luz y Fuerza) y José Castillo (bancarios) (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>, 02-11-91). Sobre el caso
argentino, véanse particularmente Murillo (1997) y Alonso (2000). Hemos
trabajado también este particular en Fair (2008b). Para un análisis comparativo
del caso argentino en relación con otros casos similares de reforma en América
Latina, véanse Torre (1998), Stokes (2001), Murillo (2005), y Palomino (2005). </span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En ese contexto, prometiendo mantener la
estabilidad monetaria, los beneficios selectivos y los “negocios” para los
líderes sindicales, el gobierno no tuvo inconvenientes en lograr un amplio
triunfo en las elecciones legislativas de 1991 y 1993, donde obtuvo el 40% y el
42% de los votos, respectivamente (indec, 1998).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El apoyo al gobierno se tradujo, además, en
un bajo nivel de conflictividad. Así, la cantidad promedio de conflictos
mensuales durante los dos primeros años de la convertibilidad decreció un
12.5% con respecto al promedio de los 19 meses previos a la vigencia del Plan.
Las medidas de acción directa, que muestran la combatividad sindical, se
redujeron, por su parte, un 22% con respecto al periodo anterior a la puesta en
vigencia del régimen cambia-rio y, para el año 1993, alcanzarían una
disminución del 31% en relación con el periodo de pre-convertibilidad. Además,
los conflictos con medidas de fuerza disminuyeron de un 50% a un 32%, en igual
periodo (Gómez <i>et al</i>.,1996:253). Los conflictos “defensivos”, es decir,
los que se realizan en respuesta a la eliminación de fuentes de trabajo,
suspensiones, despidos o atrasos en el pago salarial, también tuvieron una
merma importante durante 1993, alcanzando, hacia 1995, una reducción del orden
del 63.5% (Gómez <i>et al</i>., 1996:260). Si bien estas cifras se revirtieron
parcialmente a partir de 1994, no hubo en esos años un cuestionamiento directo
a los ejes principales del Plan de Convertibilidad<sup>(43)</sup> (Bonanotte,
1996). En este sentido, podemos decir con Gómez que, con la excepción parcial
de los sectores público y de servicios<sup>(44)</sup> el régimen de convertibilidad
se convirtió, durante el periodo 1991-1995, en un “símbolo político ordenador
de comportamientos sociales” (Gómez <i>et al</i>., 1996:249).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(43)
Según registros de Gómez <span style="mso-bidi-font-style: italic;">et al. </span>(1996),
el cuestionamiento al plan económico sólo alcan-zó un 1.4% durante 1993. En
efecto, “el tipo de cambio, el nivel de apertura de la economía, lapresión
fiscal sobre los sectores productivos, la falta de estímulos a la inversión
productiva, los estímulos a los negocios financieros, las crisis productivas
provinciales, el cuestionamiento a la terciarización económica y los costos
financieros aparecerán sólo esporádicamente en los conflictos”. En este
sentido, concluye que “la conflictividad laboral no estuvo asociada a una
deslegitimación creciente del programa vigente”. Bonanotte, por su parte,
calcula que, a nivel general, sólo el 14.3% de las medidas sindicales cuestionó
directamente al plan durante el primer mandato de Menem (Bonanotte,
1996:95-96).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(44)
Debemos tener en cuenta, en ese sentido, la importancia que tuvo el llamado
“san-tiagueñazo”, protesta regional de gremios estatales realizada en diciembre
de 1993 (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín </span>y <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, 17-12-93 y ss.) y la
marcha federal, de julio de 1994 (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Ámbito
Financiero</span>, <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín </span>y <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, 04-07-94 y ss.). Por otra
parte, en noviembre de 1992 estos sectores fueron los protagonistas principales
del primer paro de la cgt al gobierno (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página
12</span>, 10-11-92). Sobre la oposición a las políticas neoliberales por parte
de los trabajadores estatales, véase Svampa (2005).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">El rol de los componentes pasivos</span></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hasta aquí hemos analizado lo que podemos
denominar componentes “activos” de la hegemonía menemista. Sin embargo,
creemos que hubo también componentes “pasivos” igualmente importantes que
ayudan a explicar la adhesión al gobierno de Menem por parte de los
trabajadores<sup>(45)</sup> A continuación analizaremos la importancia que
tuvieron la reestructuración social y el contexto histórico-político en la
legitimación pasiva del plan económico y el gobierno. Para ello, haremos
hincapié en el aspecto discursivo. En efecto, si bien existen algunos trabajos
que analizan la importancia del contexto histórico en que emerge el menemismo,
centrándose en la importancia del discurso hegemónico neoliberal<sup>(46)</sup>
escasean, curiosamente, estudios que indaguen a profundidad en la función
ejercida por el discurso menemista en la legitimación de aquellas políticas de
reforma<sup>(47)</sup> En ese contexto, se ha ignorado llamativamente de qué
modo el discurso menemista logró evitar el surgimiento de acciones alternativas
que pudieran plantear una contra-hegemonía consistente y decidida a las reformas
de mercado llevadas a cabo por el gobierno y cómo este tipo de discurso
terminaría legitimando la aceptación pasiva de las premisas neoliberales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="color: #ffa400;">(45) Siguiendo a Tenti y Fanfani, decimos que
existen dos grandes visiones para entender las respuestas a las reformas
neoliberales. La primera, de tipo “naturalista”, tiende a enfatizar la
imposibilidad de modificar el estado de cosas, conduciendo a una actitud
“pasiva”. La segunda, en cambio, enfatiza la posibilidad de modificar el estado
de cosas, tendiendo hacia una actitud “activa” (Tenti y Fanfani, 1993:273-274).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(46) En
particular se destacan el trabajo de Thwaites Rey (1994) y, desde un enfoque
más general, Aronskind (2001).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(47)
Seguimos aquí muchas de las cuestiones abordadas en detalle con Fair (2008e).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">La
reestructuración social</span></span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Durante el peronismo los sectores populares
gozaban de amplios beneficios sociales garantizados por un Estado que intervenía
fuertemente en el mercado. En ese contexto, los trabajadores asalariados se
hallaban integrados tanto económica como socialmente (James, 1990; Torre,
1990). Como vimos, una vez que asumió Menem como presidente, y con la excusa de
combatir un Estado burocrático, corrupto e ineficiente que generaba déficit fiscal,
se llevó a cabo una drástica reducción del papel del Estado basada en la
apertura y desregulación de la economía, la privatización de las empresas
públicas y la flexibilización laboral. Como consecuencia de estas medidas, se
agravó el proceso de desindustrialización relativa iniciado durante el proceso
(Azpiazu, Basualdo y Khavisse, 1989; Castellani, 2004; Basual-do, 2006),
incrementando la fragmentación social, polarización y reducción numérica de los
sectores populares (Torrado, 1994; Villarreal, 1996; Svampa, 2005). Las
políticas tendientes a la flexibilización laboral generaron, a su vez, una
creciente precarización, tercerización y distinción en los lugares de trabajo
entre trabajadores temporales y permanentes. Esta atomización social introdujo
diferencias de percepción y de “modos de ver las cosas” entre los diversos
sectores de la comunidad. De este modo, se incrementaron las dificultades para
constituir identidades colectivas y formas de acción social unificadas como las
existentes hasta mediados de la década de 1970<sup>(48)</sup> (Tenti Fanfani,
1993; García Delgado, 1994; Pucciarelli, 1998:28-29).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(48)
Como señala Villarreal, “la exclusión fragmenta a los sectores sociales
postergados (trabajadores independientes y clases medias empobrecidas), produce
una fractura de sus intereses, modos de vida y valores, que atraviesa real o
virtualmente gran parte de la sociedad, lo cual refuerza el ‘disciplinamiento’
y la ‘gobernabilidad’ (Villarreal, 1996:81). </span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por otra parte, debemos considerar el factor
disciplinador generado por el creciente desempleo. Este último elemento no sólo
disminuyó el número de afiliados sindicales, sino que contribuyó a generar un
“efecto paralizante”, debido a que hacía muy difícil a los sectores laborales,
amenazados por el despido, movilizarse y organizarse en una coyuntura donde
miles de compañeros (el “ejército industrial de reserva”, diría Marx) los
podían reemplazar rápidamente (Fernández, 1998:62; Basualdo, 2001). Además,
debemos tener en cuenta que el poder de los sectores obreros había sido
fuertemente resquebrajado por la violenta represión ejercida durante la
dictadura militar de 1976, que dejó un saldo de 50% de las víctimas de origen
proletario (Gambina y Campione, 2002:173). En ese contexto, se produjo una
desarticulación de sus sistemas de sociabilidad, lo que, sumado a la
interiorización del temor a la participación en el espacio público, favoreció
la atomización social (García Delgado, 1994:165; Villarreal, 1996; Sidicaro,
1998:48-49).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Por otra parte, se hacía difícil continuar
con las protestas cuando se insistía desde el gobierno en la inmutabilidad de las
políticas aplicadas. En efecto, el presidente expresó en reiteradas
oportunidades su incondicional negativa a cambiar el rumbo vigente:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Deseo
simplemente ratificar los lineamientos de un rumbo que mi Gobierno, y este
Presidente de la Nación, consideran inmodificable. No desearía que quede ningún
tipo de dudas al respecto (…). La Ley de Convertibilidad será cumplida a
rajatabla. (Menem, 02-09-91)<sup>(49)</sup></span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Esta
estabilidad y este rumbo que ha elegido el pueblo argentino es irrenunciable.
Es un camino sin retorno. No hay presión posible, por ejemplo, ya que todoslos
días se habla sobre el tema, de que nosotros modifiquemos el tipo de cambio(…).
Que quede bien en claro esto. Todos los días nos despertamos con las ver-siones
de que el Gobierno va a ceder a algún tipo de presión de algún sector denuestra
comunidad. No existe ningún tipo de posibilidad. (Menem, 06-07-93:43)<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Del mismo modo, en el momento en que surgían
cuestionamientos a la reforma laboral, expresó:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Aquellos
que están clamando o insisten en la modificación de este modelo, deben entender
que esta propuesta, este modelo que tiene plena vigencia en la República
Argentina, no tiene la posibilidad de ser negociado, es irrenunciable, y vamos
a continuar por esta senda, por este camino, hasta que finalice el mandato que
me ha encomendado el pueblo argentino. (Menem, 22-12-93:253)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(49)
Los discursos citados a partir de aquí, salvo expresa aclaración, corresponden
a discursos oficiales emitidos por el presidente Carlos Saúl Menem.572 Estudios
Sociológicos XXVII: 80, 2009 </span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y en igual sintonía se mantuvo cuando se
realizó la marcha federal de julio de 1994, y se preveía realizar un paro. Así,
exclamó:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No sé qué
es lo que pretenden. Si la idea de los convocantes es el cambio de las
políticas del gobierno, pueden hacer un millón de paros, pero estas políticas
van a seguir funcionando como hasta ahora. (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Ámbito Financiero</span>, 05-07-94)<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De este modo se incentivó en los trabajadores
una creciente resignación frente a lo que veían como una escasa posibilidad de
lograr éxito en las medidas de protesta (Feijoo, 1993; Karol, 1993).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero además debemos tener en cuenta el
impacto que ejerció la llamada Ley de Empleo “flexible”, que legalizó —a
finales de 1991— los contratos temporales, a domicilio y a tiempo parcial y
disminuyó los costos por despidos, así como las modificaciones realizadas a la
Ley de Convenios Colectivos, que descentralizaron la negociación a nivel de
empresa y condicionaron los aumentos salariales al incremento de la
productividad para hacerla consistente con la flexibilidad productiva
requerida por el ajuste<sup>(50)</sup> (Senén González y Bosoer, 1999; Torre,
1999:56-57). Desde el discurso del presidente, estos cambios se proponían
traspasar la negociación colectiva, del nivel nacional y por rama, al nivel de
fábrica, para lograr el aumento de la competitividad vía la reducción de los costos
laborales:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Nosotros
estamos tratando en este momento, un pacto, un convenio para mejorar la
competitividad; es fundamental que dentro del contexto de competitividad, se
baje el costo argentino. (Menem, 22-12-93:253)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La consecuencia de estas políticas, sin
embargo, fue la introducción de un individualismo que disminuyó la solidaridad
que existía anteriormente entre los compañeros de tareas. Por ejemplo, el
decreto que estableció el aumento de salarios de acuerdo con el nivel de
productividad, de julio de 1991 (<i>Clarín</i>, 16-07-91), produjo una
fragmentación entre los sindicatos, que lograron un efectivo aumento en la
productividad (especialmente el gremio de metalmecánicos de smata), que
subordinaron las protestas al consumo; y los gremios de baja productividad, que
centraron sus conflictos en pedidos de aumento de salarios (Bonanotte,
1996:70-73; Svampa, 2005:173-177). De este modo, con trabajadores fragmentados
organizativamente, el gobierno y los grandes empresarios se facilitaron la
implementación de las reformas y los ajustes estructurales<sup>(51)</sup><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">(50) De
todas maneras, resulta importante aclarar que los sindicalistas lograron
renegociar con el gobierno la modificación de los proyectos de desregulación de
las obras sociales y la flexibilización laboral, obteniendo a cambio una
“desregulación parcial”. Sobre el particular, véanse Etchmendy (1995), Senén
González y Bosoer (1999), y Alonso (2000). Para un análisis comparativo de esta
“política de intercambios” que enfatiza las similitudes con el caso mexicano en
relación con la Ley Federal de Trabajo, y el caso colombiano con la reforma
laboral y sus efectos de desmovilización, véanse Torre (1998, especialmente pp.
79-85), y Murillo (2005).</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(51)
Este tema ha sido analizado por varios trabajos; casi todos ellos, sin embargo,
se centran en una dimensión de racionalidad estratégica de los actores que se
aleja del enfoque general de este trabajo, al otorgarle al gobierno o al
presidente una intencionalidad que parece ser más una consecuencia no prevista
de las políticas de ajuste que un plan orgánico cuyo objetivo implícito principal
consistiría en introducir un individualismo que disminuyera la solidaridad que
existía anteriormente con los compañeros de tareas para facilitar, de este
modo, la implementación del modelo de ajuste. En esta línea, véanse Tenti y
Fanfani (1993), García Delgado (1994:145), Villarreal (1996), Pucciarelli
(1998:26), Basualdo (2001), y Gambina y Campione (2002:199).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El otro mecanismo que contribuyó a
despolitizar la acción sindical fue la profundización de sus divisiones
internas. En este sentido, el gobierno ejerció un papel importante, pues se
apoyó en el control del PJ para manipular y reducir a la CGT mayoritaria, lo
que provocó divisiones internas e incentivó la dispersión en sus estructuras
(Palermo y Novaro, 1996; Fernández, 1998:63). Al mismo tiempo, en relación con
los grupos de confrontación, no dudó en responder a las primeras protestas
enviando a los actores en juego señales inequívocas de su disposición a no
negociar bajo presión de utilizar medidas de fuerza (<i>Clarín</i>, 04-03-91,
13-03-91 y 14-03-91). Así, frente a las amenazas de huelga sindical, el
presidente afirmó que:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Es
realmente un absurdo, una arbitrariedad, desde el sector público, desde un
sector desde donde se presta un servicio público, declarar una huelga por
tiempo indeterminado. Por eso dije que si hay una huelga por tiempo
indeterminado, las medidas que tomará el gobierno con los responsables o en
contra de los responsables, también serán en tiempo indeterminado. Por eso,
vuelvo a llamar a la reflexión a los huelguistas, sean compañeros o no, para
que levanten el paro y entraremos a dialogar. Caso contrario, lamentablemente,
con mucho dolor, seguirán saliendo los telegramas de despido hasta que
normalicemos esta situación. (Menem, 25-03-91)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En efecto, en la simbólica fecha del 17
octubre de 1990, el “día de la lealtad peronista”, el gobierno reglamentó por
decreto la limitación del derecho a huelga de los “servicios esenciales”, bajo
amenaza de quita de la personería gremial y despidos sin indemnizaciones<sup>(52)</sup>
(<i>Página 12</i>, 18-10-90).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(52) El
decreto 2184/90 establecía que el derecho de huelga quedaba restringido en los
“servicios esenciales”, lo que incluye “en general a todos aquellos en los que
la extensión, duración u oportunidad de la interrupción del servicio o
actividad pudiera poner en peligro la vida, la salud, la libertad o la
seguridad de toda la comunidad o de parte de ella”. Afirmaba, además, que si no
se acata la conciliación obligatoria, el ministro de Trabajo “declarará la
ilegalidad de las medidas de acción directa que se materialicen”. En palabras
de Menem, se deben “brindar servicios mínimos a fin de atender las necesidades
imprescindibles de los usuarios. Si no, están supervisados a quita de
personería gremial” (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>,
18-10-90).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En ese contexto, frente a la amenaza de
huelga sindical, el viceministro deTrabajo, Enrique Rodríguez, afirmó que los
gremios que “transgredan lo establecido en la ley” serían “sancionados” con
“las normas vigentes” según lo establecido por el “Decreto antihuelgas”
(Decreto 2184/90), esto es, mediante despidos sin indemnizaciones y eventual
quita de personería gremial<sup>(53)</sup> (<i>Página 12</i>, 03-11-92)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero además de estas medidas, debemos tener
en cuenta que el sindicalismo había perdido en los últimos años una cuota muy
fuerte del poder que había tenido en décadas anteriores. Esta reducción de su
poder respondió, por un lado, a la pérdida de afiliados sindicales, producto de
la desindustrialización y el desempleo generados por las políticas de
apertura, desregulación y privatizaciones; pero también a la autonomización que
venía llevando a cabo el partido frente a la organización desde el retorno de
la democracia (Murillo, 1997). En efecto, a partir de 1983, con la primera
derrota electoral en su historia, el otrora movimiento peronista comenzó un
proceso de paulatina democratización de sus estructuras (Palermo y Novaro,
1996; Levitsky, 1997). En ese contexto, potenciado por la cooptación de algunos
de sus dirigentes y la escasa legitimidad de otros debido a sus prácticas
corruptas<sup>(54)</sup> además de la imposibilidad de acceder a la personería
gremial por parte de los sectores más combativos<sup>(55)</sup> el sindicalismo,
que tradicionalmente había expresado los reclamos de los sectores trabajadores,
siendo la “columna vertebral” del movimiento peronista (James, 1990; Torre,
1990), experimentó una profunda crisis que se manifestó en un notorio declive
de su poder político<sup>(56)</sup><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(53)
Muchos de estos mecanismos de control y desarticulación de la oposición se
aplicaron de manera particularmente profunda en el caso mexicano durante la
larga hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (pri). Stevens ha
analizado con detalle muchas de estas “tácticas de cooptación”, que incluyeron
desde acciones policiales anti-huelgas, secuestros e incluso asesinatos, hasta
cooptación de líderes opositores y disidentes mediante prácticas clientelísticas
y de patronazgo, tales como la repartición de pequeñas parcelas de tierra a
campesinos pobres (Stevens, 1985:430-438). Durante la presidencia de Salinas de
Gortari (1988-1994) se aplicó, además, un programa social antipobreza dirigido
a sectores carenciados, denominado Programa Nacional de Solidaridad (pronasol),
que continuaba la tradición de clientelismo del país, al tiempo que se
mantenían vigentes los mecanismos de fraude y control político. Para un
análisis comparativo de estos mecanismos y los presentes en otros casos de la
región, como Argentina, Bolivia, Brasil y Colombia, véase particularmente el
trabajo de Torre (1998).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(54)
Esta crisis de legitimidad se expresó en una débil imagen positiva de los
sindicalistas de sólo un 6.9% en abril de 1991 (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, 30-04-91), y 3% en enero de 1994; además de que el
95% de los encuestados quería investigar sus fondos y un 84% creía que
colaboraban poco y nada para solucionar los problemas del país (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, 25-01-94).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(55) En
efecto, el gobierno no le otorgó a la Central Opositora de los Trabajadores del
Estado (cta) la personería gremial aduciendo su inconstitucionalidad. Además,
mantuvo la vigencia de boletas únicas para impedir que la oposición se
presentara y obtuviera cargos. En ese sentido, mientras que en 1984-1985 el 80%
de los sindicatos tenía elecciones competitivas a comienzos de 1992 sólo se
mantendría la democratización en el 33.3% de las organizaciones gremiales
(véase Fernández, 1998:60). De todos modos, el sector estatal aglutinado en la
cta, y luego en la mta, fue el más proclive a enfrentarse a las políticas
neoliberales del menemismo. Al respecto, véase Svampa (2005).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(56)
Como prueba de ello debe tenerse en cuenta que durante el peronismo, el
sindicalismo aportaba los fondos para las campañas electorales, las listas de
candidatos se armaban en las sedes gremiales y las redes de dirigentes y
militantes obreros movilizaban a los trabajadores a la hora de votar. Además,
en 1974 este sector manejaba el Ministerio de Trabajo y ocho
vice-gobernaciones, y tenía 40 diputados en el Congreso, además de una fuerte
influencia en los aparatos partidarios (Torre, 1999:59-62). En 1983 aún había
35 diputados de origen gremial. Diez años más tarde, eran sólo diez (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">La Nación</span>, 02-01-94). De todos modos,
como señala Etchmendy (1995), el poder sindical no sería menguado del todo, lo
que se evidenció en el poder de veto que lograron ejercer los diputados de
extracción sindical a las leyes laborales del menemismo a partir de su fuerte
presencia en la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de
Diputados.576 Estudios Sociológicos XXVII: 80, 2009 </span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En esas circunstancias de creciente fragmentación,
polarización y segmentación social (Torrado, 1994; Pucciarelli, 1998), y sin
representantes que defendieran sus intereses sociales, los trabajadores, más
debilitados que nunca, enfrentaron dificultades para coordinar alternativas
antagónicas y consistentes con el rumbo vigente (Palermo y Novaro, 1996;
Martucelli y Svampa, 1997).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">La
“ausencia de alternativas”</span></span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Las políticas de orientación neoliberal pudieron
implementarse (parcialmente) en nuestro país desde mediados de la década de
1970 debido, en parte, a que no había otro modelo más adecuado que diera solución
a los problemas que había generado el Estado de Bienestar en su particular
versión vernácula. A fines de 1989 fue derrumbado, además, el Muro de Berlín (<i>Clarín</i>,
11-11-89), y dos años más tarde se produjo la disolución del sistema socialista
en la Unión Soviética (<i>Página 12</i>, 22-12-91). De este modo, mostraba su
fracaso la alternativa que durante tantos años había competido con el
capitalismo liberal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En ese contexto de fracaso tanto del modelo
“estadocéntrico” (Cavarozzi, 1997), como de la alternativa comunista, resulta
pertinente analizar el discurso al que apeló el presidente Menem para legitimar
el nuevo rumbo. Según se desprende de sus discursos, el presidente planteó una
disyuntiva: por un lado, estaban la “modernización”, el “crecimiento” y el
“progreso” construidos a partir del mito liberal de la bondad reguladora del
mercado. Por el otro, el rechazo de esta opción y el regreso al “atraso”, la
“decadencia”, la “involución” y la “frustración” de la “Argentina vieja”:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Hay una
Argentina vieja, la del atraso, la de la involución, que se va, y una Argentina
nueva, la del progreso, la del crecimiento, con una nueva mentalidad que está
naciendo (…). Es preferible trabajar constantemente por lo nuevo, que viene a
desplazar definitivamente a lo viejo que se tiene que ir también definitivamente.
(Menem, 25-04-91:90)<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Yo no
quiero que siga instalada la soberanía del hambre en la República Argentina, a
partir de conceptos totalmente superados. Quiero que encontremos la soberanía
del trabajo y de la producción a partir de una Argentina moderna instalada en
este mundo competitivo en forma espectacular. (Menem, 05-08-91:97)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Al ser representadas de esta manera las
opciones, reafirmando la contraposición entre lo “viejo” e “inviable”, las
políticas “estatistas” del peronismo y las “socialdemócratas” del
alfonsinismo, que habían fracasado; y lo “nuevo” y “único camino posible”, la
“inserción al mundo moderno” que estaba llevando a cabo el gobierno, se
generaba un mecanismo psicológico que cerraba toda posibilidad de construir un
proyecto alternativo al existente (Yannuzzi, 1995:170):<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Podemos
discutir largamente acerca de las dificultades de instrumentación y ejecución.
Podemos polemizar sobre los pasos dados. Pero también es necesario que
establezcamos un consenso sobre la estrategia de fondo. Sobre las líneas
directrices, que son las únicas que la Argentina puede encarar hoy con realismo
y con posibilidad de éxito. Es necesario que discutamos seriamente y honestamente
sobre este modelo de Argentina que estamos proponiendo y llevando adelante para
todos los argentinos. Es necesario que discutamos sobre lo posible. Y sobre la construcción
de lo posible. Porque cada uno ya ha experimentado en carne propia los
supuestos caminos alternativos, que muchas veces aparecen como remedios tan
milagrosos como inviables, frente a la presente realidad nacional e
internacional. (Menem , 01-05-91:105-106)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Este fomento al “imposibilismo” político
(Pucciarelli, 2002), se encuentra íntimamente ligado al famoso postulado de
Francis Fukuyama de que se había llegado al “fin de la historia”. En palabras
de Fukuyama:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">En la
última generación, tanto los regímenes de izquierda como los de derecha han
fracasado. Este derrumbe empezó en Europa con España, Portugal y Grecia. Luego,
durante los años ochenta, se acabaron los regímenes militares de derecha
latinoamericanos y, al final de la década, tuvimos la caída del comunismo. Todo
esto parece indicar que hay un principio de legitimidad mundialmente reconocido
en este momento, que es la democracia liberal. (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, suplemento “PrimerPlano”, 08-09-91)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Esto significaba que, como se habían agotado
las interpretaciones alternativas a la “democracia liberal”, se terminaba con
la lucha política-ideológica. De este modo, se carecía de incentivos para
luchar por un modelo alternativo al dominante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">La
lógica “mecanicista”</span></span></i></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para entender la apatía e inacción social
durante la década “infame” de los noventa, debemos tener en cuenta, además, la
importancia que tuvo la vigencia de una visión que podemos llamar “mecanicista”
de la globalización. Los teóricos del neoliberalismo decían que nada podía
hacerse frente a un mundo regido por las “inescrutables fuerzas de la
naturaleza”. En ese contexto, se promovía que la única respuesta posible ante
la globalización era la sumisión pasiva como si se estuviese en presencia de un
fenómeno inevitable, como son las catástrofes naturales (Borón, 1999; Coraggio,
1999). Si se respetaban las “fuerzas del mercado”, esta visión fundamentalista
prometía que el crecimiento de la economía mundial sería más rápido y estable,
y que los frutos del desarrollo se distribuirían entre todos los habitantes del
planeta. Al mismo tiempo, afirmaba que, si no se cumplían estas “reglas”, las
consecuencias serían catastróficas (Aronskind, 2001).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Siguiendo a Pucciarelli, podemos resumir esta
estrategia del siguiente modo: “o seguimos profundizando las políticas de
ajuste ‘recomendadas’ por los organismos internacionales, desechando toda
posibilidad de modificar sus parámetros fundamentales, o habrá una huida masiva
de los capitales invertidos en el país que producirá un colapso en la
economía, con imprevisibles consecuencias sociales, institucionales y
políticas” (Pucciarelli, 2002:105). Así, mientras que el secretario del Tesoro
de Estados Unidos expresó que “no hay alternativa viable” a las reformas, el
presidente del Banco Mundial dijo que los ajustes “son inevitables, aunque sean
dolorosos. Los países que han rehusado el ajuste sólo han logrado caer en
situaciones aún peores” (<i>Clarín</i>, 28-09-93). El propio Domingo Cavallo,
ministro de Economía de Menem, fomentó esta visión de temor ante un “caos
inflacionario”, al afirmar que “nadie que piense de manera razonable puede
considerar que sea necesario devaluar (la moneda)” (<i>Página 12</i>,
13-05-95). Y ello en razón de que “una devaluación generaría un drástico
recorte de ingresos de la gente, desataría expectativas inflacionarias y una
recesión muy severa” (<i>Clarín</i>, 10-05-95).578 Estudios Sociológicos XXVII:
80, 2009 <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Esta estrategia de “imposibilismo apocalíptico”
(que se expresa en la dicotomía “esto o el caos”), resultó muy efectiva, ya
que, como señala Bauman, las personas que se sienten inseguras sobre lo que les
puede deparar el futuro, no son verdaderamente libres de enfrentar los riesgos
que exige una acción colectiva (Bauman, 2003:13).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Inscrito en esta lógica “mecanicista”, Menem
afirmaba que “Nuestros países, individualmente, no pueden modificar ni un ápice
de la realidad política-económica-mundial, aunque ésta nos afecta
profundamente” (Menem, 05-07-90). De este modo, se incentivaba la impotencia, y
con ella una resignación o “abstinencia racional” (Navarro, 1995:463) frente a
la imposibilidad de modificar el estado de cosas vigente. Pero además, si
alguien expresaba en pleno auge del consumo, del crecimiento económico y de la
“modernización”, que el modelo había fracasado, resultaba irremediablemente
excluido de la sociedad por estar “escindido de la realidad”:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">¿Hay
algún argentino en su sano juicio que quiera volver a 1989, con esta estabilidad
económica, con este cambio que estamos produciendo y con la capacidad del
salario que va en aumento? (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>,
01-08-91)<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Los
resultados están a la vista, ahora, ¿quién en su sano juicio puede cambiar un
modelo que ha sacado a la Argentina de una crisis prácticamente letal de
décadas para colocarla como uno de los países de mayor crecimiento en nuestro
planeta? (Menem, 22-12-93:259)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En efecto, la sobrevaluación cambiaria había
permitido un auge del crédito comercial y familiar, un fuerte incremento del
consumo de tecnología importada a partir del abaratamiento del dólar y una
inédita “modernización” tecnológica. Además, había permitido un fuerte
crecimiento del PBI<sup>(57)</sup> En ese contexto de hechos “tangibles” y
“visibles” en la realidad cotidiana, que además elevaron fuertemente la
productividad y la demanda laboral (<i>Síntesis Informativa</i>, 1995), al
tiempo que disminuyeron relativamente los índices de pobreza <sup>(58)</sup> el
presidente podía afirmar sin inconvenientes que:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">En sólo
cuatro años y medio de gobierno, hemos conseguido esta transformación que, por
ejemplo, ha llevado a la República Argentina a colocarse entre los cuatro
países que más crecieron en estos últimos tres años, en lo que hace a su
Pro-ducto Bruto Interno. Ha subido la producción, reitero, ha crecido en forma
significativa el consumo, han disminuido los índices de pobreza y se acrecienta
la demanda laboral. (Menem, 24-11-93)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(57) En
los primeros años de vigencia del Plan de Convertibilidad, el abaratamiento del
dólar generó un fuerte crecimiento del consumo y de las inversiones en
maquinaria y equipos (Grandes, 1999). Al mismo tiempo se produjo un inédito
crecimiento del pbi. Así, el pbi, que había caído un 6.2% en 1989 y crecido
sólo un 0.1% en 1990, se incrementó un 8.9% en 1991, un 8.7% en1992, un 6% en
1993, y un 7.1% en 1994 (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">La Nación</span>,
15-05-95), manteniendo luego cifras moderadamente menores durante la segunda
presidencia de Menem (Basualdo, 2006:312).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(58)
Según datos del indec, los hogares pobres en el Gran Buenos Aires se redujeron,
en par-ticular debido a la estabilidad económica, de un 38.2% de octubre de
1989 a un 21.9% en ma-yo de 1991, alcanzando niveles del orden del 16.3% en
mayo de 1995. Al mismo tiempo, los</span></span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"> índices </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: #ffa400;">de
indigencia cayeron, durante el mismo periodo, de 11.6% a 3.6%, recuperándose
le-vemente a 4.3% durante mayo de 1995. En cuanto a las personas pobres, los
índices oficiales del Gran Buenos Aires señalan, para similar periodo, una
reducción de 47.3% a 28.9% y 22.2%, respectivamente, al tiempo que las personas
en situación de indigencia lo hicieron de 16.5% a 5.1%, expandiéndose levemente
a 5.7% en 1995 (indec, 1998).</span><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La apelación a una supuesta realidad objetiva
e indiscutible materializada en los “hechos” marcó así una continuidad y, a la
vez, un punto de inflexión con el peronismo tradicional. La continuidad residía
en el hecho de que, como afirmaba Perón, “La única verdad es la realidad”<sup>(59)
</sup>La inflexión, por su parte, se debía a que mientras que durante el
peronismo el enemigo era “la vieja oligarquía” y los “intereses extranjeros
opuestos a la República” (Sigal y Verón, 2003:78), en el caso de Menem, eran
aquellos rezagados, los “nostálgicos” o “ideologizados” que no lograron
comprender la “realidad de lo real” (Hilb, 1994:17):<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Los
acontecimientos que nos han preocupado no son producto de lo que se denomina
ajuste o reajuste, son producto de la falta de capacidad y de comprensión de lo
que ocurre actualmente en el mundo y en la República Argentina, por algunos
sectores de nuestra comunidad. (Menem, 22-12-93:255)<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Concepciones
de esta naturaleza, en el fondo ocultan un profundo prejuicio político y
cultural, aferrado a concepciones del pasado. En algunos casos, aferrado
incluso a mentalidades exclusivamente ideologizadas, incapaces de comprender
los inmensos cambios que se registran actualmente en todo el mundo. (Menem,
24-10-89:132)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En ese contexto, en el que según Menem los
que protestan son “detractores, eternos derrotistas, agoreros del pasado y el
fracaso que van perdiendo su lugar en nuestro suelo” (Menem, 28-08-91), el
presidente podía acusar al Grupo de los Ocho<sup>(60)</sup> afirmando que “son
peronistas”, pero “totalmente desactualizados”, ya que “siguen hablando el
mismo idioma de 1945” (entrevista en <i>Clarín</i>, 24-01-93).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(59)
Frase comúnmente utilizada por Perón en sus discursos presidenciales. Sobre el
particular, véase el detallado análisis de Sigal y Verón (2003).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(60)
Bloque político de ocho diputados de origen justicialista y opositores al
gobierno.580 Estudios Sociológicos XXVII: 80, 2009 </span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El secretario de la central sindical opositora,
CTA, Víctor De Gennaro, resumió de manera elocuente el panorama que se le
presentaba a quien se situase como opositor al gobierno:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: red;">Después
del noventa, después del intento de recuperar al peronismo con el Grupo de los
Ocho y de la CGT Azopardo que encabezaba Ubaldini (…) se creyó que no valía la
pena pelear. En los mismos medios se decía hasta hace un mes que las resistencias
eran inútiles. Mucho peor, intentaban convencernos de que no se debía pelear,
de que era retrógrado. Quedábamos a contramano de la historia (entrevista en <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, 10-07-94).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero además el gobierno había logrado reducir
a niveles históricos los ín-dices de inflación<sup>(61)</sup> En esas
circunstancias ya no podía hablarse de un “programa de ajuste”, como se lo
acusaba desde la oposición, porque el “ajuste” en sí era, en palabras de Menem,
el propio “impuesto inflacionario” que debía sufrir el “pueblo argentino”:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Mienten
aquellos que nos hablan de ajustes y de reajustes. Ajustes y reajustes fueron
los que vivimos durante décadas hasta 1989, cuando teníamos inflación,
hiperinflación, desorden, caos. Esos sí que eran ajustes y reajustes. Y, ¿quién
los pagaba? El trabajador, que hoy cobraba su salario (si lo cobraba), y al día
si-guiente, por obra y gracia de la inflación, tenía la mitad y a los diez días
no tenía ab-solutamente nada. Eso sí era realmente dramático en el marco de la
democracia y lo tenía que soportar el pueblo argentino, especialmente el trabajador.
No nos engañemos, el que tenía recursos, el capitalista, colocaba el dinero a
plazo fijo y así podía ir salvando lo poco que tenía, no así el trabajador.
Aquello de que “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, realmente era que el
pan lo ganaban otros con el sudor de la frente de los trabajadores argentinos.
Esto se acabó ya en nuestra Patria. (Menem, 29-04-93:202-203)</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y menos aún se podía hablar en esos términos
con las inéditas tasas de inversión y consumo vigentes a partir de la
instauración de la paridad cambiaria. En ese contexto, como afirmó Cavallo, sólo
alguien que “no sabe interpretar la realidad” podía referirse a la existencia
de un plan de ajuste:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #2b00fe;">Quien
dice que los últimos tres años fueron de ajuste, bueno, no sabe interpretar la
realidad. Nunca hubo tantos recursos para ser gastados por la gente en consumo
como en estos tres últimos años. Además de haber crecido impresionantemente el
ingreso, tuvimos un ingreso de capitales del exterior que permitió financiar un
alto nivel de inversión sin restringir para nada el consumo (entrevista en <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Pá-gina 12</span>, 17-07-94).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(61) En
efecto, luego de alcanzar durante 1994 la tasa de inflación más baja en 49
años, con sólo 3.9% (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>,
04-01-95), durante los primeros cuatro meses de 1995 acumuló solamente un 1% (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>, 05-05-95 y 07-05-95).</span></span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Según el sociólogo francés Pierre Bourdieu,
“las categorías de la percepción del mundo social son, en lo esencial, el
producto de la incorporación de las estructuras objetivas del espacio social
(…) que inclinan a los agentes a tomar el mundo social tal cual es, a aceptarlo
como natural, más que a rebelarse contra él” (Bourdieu, 1984:289). Si seguimos
esta línea, podemos decir que en esas circunstancias de hechos “objetivos” e
incontrastables, potenciados por la idea de “inevitabilidad” de los cambios
tecnológicos que caracterizan a la modernidad y la “ilusión de consenso
generalizado” (Bourdieu, 1999) fomentada por los grandes medios de comunicación
y sus “intelectuales orgánicos”<sup>(62)</sup> se generó un “pensamiento
único”, transformado en sentido común, que impedía ver las consecuencias
políticas, económicas y sociales que estaba produciendo el nuevo orden e
incapacitaba pensar en proyectos alternativos, al tiempo que promovía
sistemáticamente la apatía política y el conformismo (García Delgado, 1994;
Thwaites Rey, 1994).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">(62)
Entre ellos, debemos destacar el respaldo de la mayoría de los tecnócratas
organizados en las fundaciones liberales del cema, fiel y la Fundación
Mediterránea, además de periodistas como Bernardo Nestaudt, Mariano Grondona y
Gerardo Sofovich. Si tenemos en cuenta el peso que significó el apoyo de estos
sectores del <span style="mso-bidi-font-style: italic;">establishment </span>―que
incluyó a “expertos” nacionales como Jorge Ávila y Juan Carlos de Pablo, e
internacionales, como Rudiger Dornsbusch y Jeffrey Sachs― podemos decir, con
Bourdieu, que el discurso neoliberal que pregonaba Menem no era un discurso
como todos los demás, sino que era un “discurso fuerte”, y difícil de combatir,
porque contaba a su favor, además de su “fuerza simbólica” expresada en su
saber tecnocrático ―y por lo tanto, objetivo―, con “todas las fuerzas de un
mundo de relaciones de fuerza que contribuían a que fuera tal cual es”
(Bourdieu, 1999:137-138). Para un análisis de la importancia del discurso de la
tecnocracia durante los años noventa, véase Thwaites Rey (2001). Para un
análisis más general, véase Centeno (1997).582 Estudios Sociológicos XXVII: 80,
2009 </span><o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></i></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-60391250317035200522024-01-04T09:09:00.000-08:002024-01-04T12:51:46.838-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="color: #ffa400;">PARTE 2</span></span></b></p>
<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El Estado y los trabajadores durante
el primer gobierno de Menem en Argentina (1989-1995)<br /></span></b><i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; font-weight: normal;">(Por Hernán
Fair)</span></i></span><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-style: italic;"><o:p><span style="color: #ffa400;"> </span></o:p></span></b></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt; mso-bidi-font-style: italic;"><span style="color: #ffa400;">La metamorfosis</span></span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">En medio de una hiperinflación inédita en la
historia del país, con índices que llegarían al 114.5% en junio, sumando un
total de 613% en sólo 6 meses (<i>Clarín</i>, 07-07-89), y mientras muchos de
sus votantes esperaban el “salariazo” y la “revolución productiva”, Menem
emprendió el rumbo contrario. Con el respaldo de los grandes empresarios del
sector concentrado, expresado en la incorporación a su gobierno de directivos
del conglomerado nacional Bunge & Born, y del ingeniero Álvaro Alsogaray,
símbolo del liberalismo vernáculo; así como de Estados Unidos, con cuya
política exterior se alineó al punto tal de constituir “relaciones carnales”
(Russell, 1994; Tulchmin, 1997), se dedicó a aplicar un programa de reforma
estructural de fuerte orientación neoliberal que intentaba ganarse el respaldo
y la confianza de los grandes inversores (Gerchunoff y Torre, 1996; Palermo y
Novaro, 1996). Como consecuencia, se asistió en esos años a una verdadera
reestructuración económica y social que terminaría por descomponer la antigua
“matriz estadocéntrica” (Cavarozzi, 1997) de posguerra. En su reemplazo, se
consolidó un nuevo modelo de acumulación <sup>(17)</sup> un programa de
reformas de mercado que venía implementándose, no sin contradicciones, desde
mediados de la década del setenta<sup>.(18)<o:p></o:p></sup></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt;">A pesar de esta metamorfosis en relación con
las banderas tradicionalmente asociadas al peronismo, lo que le permitió a los
grandes grupos económicos internos y externos consolidar un proceso de
creciente centralización y concentración del capital iniciado durante el
régimen militar </span><sup>(19)</sup><span style="font-size: 12pt;"> al tiempo que incrementó hasta niveles inéditos
los índices de desocupación </span><sup>(20)</sup><span style="font-size: 12pt;"> e inequidad distributiva de amplios
sectores sociales </span><sup>(21)</sup><span style="font-size: 12pt;"> el presidente logró evitar una ruptura
inmediata con su electorado, e incluso mantuvo el respaldo de gran parte de los
principales afectados: los sectores populares. ¿Qué es lo que permitió este
extraño apoyo popular por parte de los sectores que constituían, al menos </span><i style="font-size: 12pt;">a
priori</i><span style="font-size: 12pt;">, los principales perjudicados por las políticas de reforma
estructural del menemismo?</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(17) A
diferencia de algunos autores (véanse, entre otros, Nun, 1995; Basualdo, 2000;
2006; Castellani, 2006), que se refieren al cambio en el “régimen social de
acumulación”, creemos que resulta más adecuado referirse a las transformaciones
en el “modelo social de acumulación”, o bien en el “patrón de acumulación”
(Portantiero, 1988), para diferenciar las distintas fases dentro del modelo
político-económico industrialista. Sobre el particular véase especialmente
Torrado (1994).</span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(18) La
llegada al poder del régimen militar del Proceso (1976-1983) significó un
profundo cambio en el modelo de acumulación que caracterizaba al peronismo, al
colocar el eje en la valorización e internacionalización financiera y la
destrucción del aparato productivo (al respecto, véanse Azpiazu, Basualdo y
Khavisse, 1989; Azpiazu y Basualdo, 1990). La mayoría de los trabajos que analiza
este periodo destaca, sin embargo, el poder de veto que ejercieron los sectores
militares, quienes no veían con agrado la reducción del papel interventor del
Estado ni las consecuencias, principalmente en relación con la desocupación
―aunque también a ni-vel desindustrialización―, que ese modelo traía aparejado
para la “seguridad nacional” y el restablecimiento del orden social (véanse
Schvarzer, 1986; Novaro y Palermo, 2003). Téngase presente, en este sentido,
que la desocupación durante el periodo 1976-1983 varió de un 5.2% en mayo de
1976, a un máximo de 6% en mayo de 1982, para terminar cayendo a sólo 3.9% en
octubre del año siguiente (indec, 1998). No obstante, también debemos tener en
cuenta que los militares no sólo temían a la desocupación o seguían la
tradición de nacionalismo económico; sino que, además, defendían las empresas
públicas para preservar sus negocios corporativos en relación con esas empresas
(Sidicaro, 2003; Canelo, 2004). Además, existían sectores dentro del
empresariado nacional, particularmente los contratistas y/o proveedores del
Estado, que seoponían a las reformas neoliberales en razón del beneficio que
tenían por su vinculación directa con el Estado regulador, principalmente
subsidios estatales, regímenes de promoción industrial, diferimientos
impositivos y contratos con sobreprecios (Castellani, 2004). Por otra parte,
varios autores sostienen que en los primeros años del <span style="mso-bidi-font-style: italic;">alfonsinismo </span>se implantaron algunas medidas heterodoxas que
luego serían olvidadas, principalmente a partir de 1987 (Basualdo,
2006:226-238; Ortiz y Schorr, 2006a). Ello se debe particularmente al veto del
empresariado ligado a los beneficios de su relación con el accionar estatal
(Beltrán, 2006; Castellani, 2006), pero también a la oposición de la mayoría de
los sindicatos peronistas y sectores del propio partido gobernante, que
impedirán al gobierno concretar reformas neoliberales más audaces y
consistentes (Thwaites Rey, 1993; 2003). Para un análisis que resume estas
contradicciones, véase Fair (2008a).560 Estudios Sociológicos XXVII: 80, 2009 <o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;"><i>(19) Durante la década del noventa, los
grandes grupos de poder nacional e internacional lograron incrementar hasta
niveles extraordinarios su tasa de ganancias. Para ello deben tenerse en
cuenta los grandes beneficios promovidos por el Estado durante el proceso de
apertura, privatización y desregulación de la economía, que llegarían a su
apogeo durante aquellos años, y en especial a partir de 1991, con la
implementación del Plan de Convertibilidad. A diferencia de periodos
anteriores, cuando una o más de las fracciones del capital se veía perjudicada
por las medidas tomadas, ya fueran los agroexportadores, los grupos
agroindustriales o los acreedores, a partir de las reformas de los noventa cada
una de las fracciones logró acceder a amplios beneficios económicos. En ese
contexto, podemos destacar los regímenes especiales de protección para las
grandes industrias electrónica y automotriz, la eliminación de regulaciones estatales
y retenciones favorables al sector industrial y agroexportador, la reducción de
aportes patronales e indemnizaciones laborales y el incremento de salarios de
acuerdo con los índices de productividad. Además, a partir de 1990 se inició un
proceso de privatización y concesión de las empresas públicas, que permitió al
gran capital concentrado formar monopolios no transitorios ni innovadores a
partir de la eliminación de marcos regulatorios, los diferimientos impositivos
y los fuertes incrementos tarifarios, entre otros beneficios. Finalmente,
debemos señalar que estas rentas extraordinarias se vieron potenciadas por la
fuga de capitales al exterior, lo que les permitió valorizar fuertemente sus
capitales mediante el mecanismo de la valorización financiera, y aprovechando
el diferencial de tasas a partir del Plan Brady, de 1992. Del mismo modo, los
acreedores se vieron ampliamente favorecidos, ya que el déficit fiscal y
comercial generado por el sector privado fue absorbido por el Estado mediante
la toma de deuda externa por activos nacionales (principalmente empresas
públicas) y luego mediante el endeudamiento externo con los organismos
multilaterales de crédito. Entre los muchos trabajos que han analizado
detalladamente este proceso de reformas neoliberales en los años noventa en
relación con los grandes grupos de poder empresarial, pueden citarse Azpiazu
(1995), Nochteff (1995), Basualdo (2000; 2006), Thwaites Rey (1999; 2003), y
Kulfas (2001). Para un resumen de estas transformaciones, véase Fair (2007b;
2008a).</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(20) El
índice de desocupación, luego de haber permanecido debajo del dígito durante
los años setenta y ochenta, alcanzó en mayo de 1995 la cifra récord de 18.5%,
un nivel que contrastaría fuertemente con el pleno empleo que caracterizaba al
periodo peronista. Para un análisis en detalle del fenómeno, véase Rofman
(1997).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(21) En
efecto, entre 1974 y 1988 el decil más bajo de la población en su conjunto
disminuyó en un 15% su nivel de ingreso, al tiempo que el decil más alto
incrementó, en el mismo periodo, un 28% su ingreso. Si el análisis se concentra,
en cambio, en la distribución del ingreso familiar per cápita, las diferencias
son aún mayores, alcanzando el decil más bajo una caída del 42%, frente a una
ganancia porcentual del orden del 25% del decil más alto (Beccaria, 1993:95 y
98). En ese contexto, varios trabajos se han referido a la emergencia de una
nueva categoría sociológica que han denominado los “nuevos pobres” (véanse
Minujin, 1993; Murmis y Feldman, 1993).</span></span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">La estabilización monetaria</span></span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Para entender el respaldo de los trabajadores
a las reformas de mercado instauradas por Menem a partir de su llegada al
gobierno debemos tener en cuenta, en primer lugar, la estabilización que éste
lograría de la economía. En efecto, como vimos, el presidente Menem asumió en
medio de una crisis hiperinflacionaria inédita en la historia del país, legado
del gobierno anterior. Para algunos autores, esta situación de “caos” generaría
un “consenso de fuga hacia adelante” que le habría permitido al presidente
obtener el respaldo de los sectores populares a partir de que constituyó un
liderazgo “decisionista” <sup>(22)</sup> que garantizaría orden, seguridad y
certidumbre <sup>(23)</sup> (Palermo, 1992; Palermo y Torre, 1992; Novaro,
1994; Palermo y Novaro, 1996). Para otros, en cambio, el contexto de crisis
hiperinflacionaria en que emerge el menemismo llevaría a la instauración de un
“discurso <i>hobbesiano </i>de superación del caos” <sup>(24)</sup> (Aboy
Carlés, 2001a; 2001b; 2003), lo que ameritaría que se denominara al menemismo
como el “Partido del orden” (Sidicaro, 1998; 2003).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(22)
Algunos prefieren utilizar el término “neodecisionismo” para referirse a un
modelo de decisión política que se encuentra fuertemente concentrado en la
figura presidencial y que se caracteriza por ser plebiscitario, avasallar al
Poder Legislativo, defender el liberalismo económico, descalificar al
adversario y abusar de los “decretos de necesidad y urgencia”. A diferencia del
decisionismo, que es entendido ―según Carl Schmitt― como el que toma la
decisión en momentos de excepción y representa al pueblo en su unidad (véase
Schmitt, 2005), el neodecisionismo no es estatista, sino antiestatista (véanse
Bosoer y Leiras, 1999; Kers y Leiras, 2004). Otros, en cambio, prefieren hablar
de un “decisionismo democrático” que, a diferencia del decisionismo <span style="mso-bidi-font-style: italic;">schmittiano</span>, no elimina el Estado de
derecho sino que lo atenúa a través del abuso de decretos de necesidad y
urgencia, vetos parciales y legislación delegada (véase Quiroga, 2005:116 y
ss.). En relación con el tema del decisionismo en Schmitt, véase Negretto
(1994). Para un análisis aplicado del concepto de liderazgo decisionista que
engloba varios casos presentes en América Latina, véanse Torre (1991), y Bosoer
y Leiras (2000). Sobre el tema del abuso de decretos de “necesidad y urgencia”,
vetos y legislación delegada que trascienden la función legislativa del
Congreso en relación con el caso argentino, véanse Mustapic (1995), y Ferreira
Rubio y Goretti (1996). Para un análisis comparativo de estos mecanismos
extrainstitucionales en relación con los países de la región latinoamericana,
véase Shugart y Mainwaring (2002).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(23)
Muchos de los aspectos de esta teoría pueden encontrarse también en el análisis
en términos de “democracia delegativa” de Guillermo O’Donnell (1992; 1996;
1997). Para un análi-sis del fenómeno latinoamericano que continúa esta línea
teórica, véase Mainwaring (1996). No obstante, debemos decir que mientras que
para la “teoría del consenso de fuga hacia adelante” el <span style="mso-bidi-font-style: italic;">menemismo </span>logró constituir nuevos vínculos de representación
política, la perspectiva “delegativa” de O’Donnell señala que el liderazgo de
Menem se basó en vínculos “anti-representativos”. Al respecto, véanse las
críticas de los propios Novaro (1995a), y Palermo y Novaro (1996) a este
enfoque.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(24)
Schmitt, al igual que Hobbes (1980), sostiene que todo Estado se basa,
primordialmente, en “una pacificación completa”, esto es, en procurar “paz,
seguridad y orden”, ya que “no hay subordinación ni jerarquía, no hay
legitimidad ni legalidad fuera del nexo de protección y obediencia” (Schmitt,
1987:75, 81). Sin embargo, a diferencia de aquél, que sostiene que cualquier
orden que garantice el soberano es preferible al desorden del Estado de
naturaleza (véase Laclau 2005), Schmitt hace hincapié en la importancia de un
líder decisionista que actúe en momentos de excepción (véase Schmitt, 2005).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">En este trabajo, sin embargo, nos alejaremos
de ambas perspectivas dominantes. Para ello debemos recordar los vaivenes con
los que tuvo que lidiar su liderazgo hasta lograr la estabilización efectiva de
la situación política, económica y social. En efecto, durante los primeros 18
meses, los diferentes ministros de economía (Miguel Ángel Roig, Néstor
Rapanelli y Erman González) tratarían sucesivamente de controlar la inflación
con impuestos de emergencia, reducciones del gasto público, ajustes en la tasa
de cambio y políticas de ingresos negociadas con los empresarios (Lozano y
Feletti, 1991; Gerchunoff y Torre, 1996). El gobierno, sin embargo, no logró
dominar del todo la inflación, e incluso experimentó una nueva recaída hiperinflacionaria
hacia fines de 1989 <sup>(25)</sup> En ese contexto, enmarcado por una fuerte
incertidumbre, que potenció a su vez la especulación y la hiperinflación (con
subas de más del 100% en sólo dos días en algunos productos) (<i>Clarín</i>,
29-12-89 al 31-12-89), se llevó a cabo una serie de paros de empleados
judiciales y trabajadores de Líneas Aéreas del Estado (lade), a los que
siguieron los de pilotos de Austral, empleados telefónicos, técnicos de
turismo, trabajadores de subterráneos, petroleros, empleados textiles,
papeleros, médicos y trabaja-dores de la empresa siderúrgica somisa (<i>Clarín</i>,
08-01-90 al 26-01-90). En un clima de retorno de la hiperinflación, con índices
que alcanzarían un 40.1% en diciembre y 79.2% en enero, sumando luego un 61.6%
en el mes de febrero (<i>Clarín</i>, 09-01-90, 08-02-90 y 10-03-90), y mientras
importantes sectores industriales (Unión Industrial Argentina, Fabricantes de
Autopartes, Consejo Argentino de la Industria) protestaban por la apertura
indiscriminada de la economía —llevada a cabo por el gobierno― y la falta de
crédito (<i>Clarín</i>, 29-12-89, 08-01-90, 10-01-90, 11-01-90, 17-01-90,
19-01-90, 24-01-90 y 31-01-90), en febrero y marzo, ignorando el “estado de
emergencia” que había declarado el presidente poco antes, regresarían los
saqueos de alimentos y combustible en comercios y supermercados de Rosario,
Mendoza, Tucumán, Córdoba y algunas localidades pobres del Gran Buenos. En ese
contexto de saqueos, hiperinflación, desabastecimiento y fuerte conflictividad
social, con paros de docentes, judiciales, telefónicos, aeronáuticos,
universitarios y bancarios, masivas movilizaciones sociales contra el gobierno,
asalto a camiones que transportaban alimentos y protestas con intentos de
barricadas, además de fuertes críticas sindicales al modelo económico (<i>Clarín</i>,
17-02-90 al 27-03-90), podemos decir —con Canelo— que el “consenso de fuga
ha-cia adelante” en realidad durará poco26 (Canelo, 2002:18).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(25)
Durante 1989 la inflación alcanzó un récord histórico del orden de 4 923.6%
anual. Un año después, si bien se redujo sensiblemente, sumó un total de 1
343.9% (indec, 1998).</span></span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Del mismo modo, la situación de caos político
y social, que retornó nuevamente a finales de 1990 con una nueva estampida
inflacionaria que sumaría un 7% en enero, alcanzando un alarmante 27% en el mes
de febrero (<i>Clarín</i>, 06-03-91), y el resurgimiento de fuertes conflictos
laborales, que movilizarían a un millón de trabajadores en los sindicatos de
médicos, policías, transportistas, magistrados, funcionarios de la justicia
nacional, metalúrgicos, bancarios, textiles y alimentación (<i>Página 12</i>,
16-03-91), difícilmente puede ser asimilado a un discurso <i>hobbesiano </i>que
garantice el establecimiento de un orden político y un principio de autoridad
frente al Estado de naturaleza previo de “guerra de todos contra todos” <sup>(27)</sup>
En la situación descrita más bien parecía asistirse al retorno al pasado
caótico de inestabilidad económica y social que se pretendía dejar atrás.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Pero además, si el vértigo ante la
hiperinflación hacía demandar un líder “decisionista” o un “discurso <i>hobbesiano</i>”
que garantizara principalmente el reestablecimiento del orden público, las demandas
excedían esta cuestión <sup>(28)</sup> En efecto, como lo demuestran las
encuestas, más importante aun que el restablecimiento de una “autoridad
política” que otorgara “protección” y “gobernabilidad”, resultaba la demanda
social de un liderazgo que produjera cambios económicos visibles para afrontar
la creciente inestabilidad económica <sup>(29)</sup> En ese contexto, tras el
fracaso estrepitoso de la alianza con el grupo Bunge y Born, de 1989, y las
políticas de ajuste ortodoxo aplicadas bajo el mando de Erman González durante
1990 (Lozano y Feletti, 1991; Basualdo, 2006), en enero de 1991 el gobierno
nombró como nuevo ministro de Economía a Domingo Cavallo, por entonces
canciller.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(26)
Para una crítica más amplia de la teoría del “consenso de fuga hacia adelante”,
véase Navarro (1995:455-456, 462).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(27)
Por otra parte, creemos que el nivel de desestructuración de la hiperinflación
no llegaba al extremo de exigir la reintegración de cualquier orden que
garantice el “soberano” con tal de tener alguno, como había sido, por ejemplo,
previo a la última dictadura militar. En esta línea de análisis, véase
particularmente O’Donnell (1982).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(28)
Como señala Novaro, para 1989 los partidos políticos en Argentina eran
asociados al bloqueo en la toma de decisiones y la debilidad para imponer
políticas efectivas, el Congreso era asociado a la inactividad, el fraude y la
inoperancia, mientras que la deliberación entre partidos era considerada
improductiva. En ese contexto, sumado a la necesidad de generar “señales” hacia
el empresariado sobre la permanencia del nuevo rumbo tomado, el gobierno
justificaría la aplicación de políticas de reforma mediante metodologías que
evitaran la deliberación parlamentaria (Novaro, 1994:65-67; Palermo y Novaro,
1996). No obstante, este enfoque parece olvidar que las demandas no se
limitaban simplemente a la constitución de un orden político que garantizara
autoridad y “ejecutivismo” (Novaro, 1995a; 1995b), sino que incluían también la
necesidad de terminar con el “impuesto inflacionario”, que licuaba los salarios
de los sectores populares que constituían la base de apoyo al gobierno. Para
una crítica más detallada de las limitaciones de este enfoque “ejecutivista” o
“decisionista”, véase Fair (2007a).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(29) En
efecto, encuestas realizadas poco después de las elecciones presidenciales
muestran y que un 64.7% de los votantes de Menem lo habían elegido para que
solucionara la crisis económica (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página
12</span>, 28-05-89). Además, ya desde sus primeros discursos presidenciales
Menem se refería a la importancia de terminar con la hiperinflación para
recuperar los niveles salariales. Así, en su discurso del 9 de julio de 1989
sostenía: “Entiéndase bien: la primera y fundamental batalla que deberá ganar
esta economía de emergencia, es la batalla contra la hiperinflación. El principal
enemigo contra la justicia social es la hiperinflación, que devora salarios y
bienestar en millones de hogares argentinos”. Del mismo modo, en un discurso
con fecha 3 de julio de 1991, el presidente dijo, en esta misma línea, que: “Al
hacernos cargo del gobierno, nuestro primer objetivo fue combatir el más
injusto impuesto que recaía no tan sólo sobre los jubilados, sino sobre toda la
sociedad argentina: largos periodos de inflación y, además, como si esto fuera
poco, una hiperinflación que dejó al país, cuando nosotros asumimos la
responsabilidad de conducir su destino, con más de un 200% mensual y cerca del
3 000% anual de inflación”. Para un análisis más amplio del particular, véase
Fair (2007a; 2008b).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">El flamante ministro,
aprovechando el elevado nivel de reservas legado de la política monetaria
restrictiva del ministro anterior, propuso implan-tar un régimen de paridad
cambiaria 1 a 1 de la moneda nacional con el dólar estadounidense. El régimen,
aprobado por ley en el Congreso a fines del mes de marzo<sup>(30)</sup>
promovió un “boom” de consumo e inversión que logró, finalmente, estabilizar la
economía. En efecto, la evidente sobrevaluación cambiaria, sumada a las
expectativas favorables generadas por la institucionalización de la paridad en
los sectores empresariales<sup>(31)</sup> y la reducción de las tasas de
interés<sup>(32)</sup> promovió un ingreso masivo de capitales externos un
fuerte incremento del consumo interno <sup>(33)</sup> que logró reducir
rápidamente el “impuesto inflacionario”. En ese contexto, la inflación, que en
marzo de1991 había sido de un 11% (<i>La Nación</i>, 04-04-91), disminuyó a
sólo 3.1% en junio y 2.6% en julio, llegando a un mínimo de 1.3% en agosto (<i>Página
12</i>, 05-07-91; <i>La Nación</i>, 02-08-91 y 31-08-91). De este modo, con
tasas que registraban el índice más bajo desde marzo de 1974 (<i>Clarín</i>,
04-09-91), y que al mes siguiente decaerían aún más, al sumar sólo un 0.4% (<i>Página
12</i>, 04-10-91), el presidente terminaría de coronar la demanda,
incompletamente satisfecha hasta ese momento, de estabilización económica <sup>(34)</sup>
En esas circunstancias, Menem lograría además, en abierto contraste con los dos
prime-ros años de su gobierno —cuando los conflictos sindicales se habían incrementado
sensiblemente (Gómez <i>et al</i>., 1996)—, una marcada reducción de las
huelgas y movilizaciones sociales (Bonanotte, 1996; Senén González y Bosoer,
1999) y un firme apoyo de una porción del campo sindical nucleada en la cgt San
Martín <sup>(35)</sup></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Ahora bien, a diferencia de algunos trabajos,
que centran el respaldo popular al menemismo íntegramente en la estabilización
monetaria (Mora y Araujo, 1991; Labake, 1996; Mainwaring, 1996), creemos que la
estabilización, si bien muy importante, no resultaría suficiente para mantener
el apoyo de algunos trabajadores. En consecuencia, el presidente acudiría al
otorgamiento de beneficios suplementarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(30) El
proyecto de Ley de Convertibilidad de la moneda, enviado al Parlamento el 20 de
marzo de 1991, fue aprobado por la Cámara de Senadores en la sesión del 22 de
marzo con 27 votos a favor (oficialismo y bloques provinciales) y 7 en contra
(ucr). Luego de una larga sesión en la Cámara de Diputados, la ley sería
sancionada el 27 de marzo con 115 votos a favor (bloque oficialista, 4
diputados de la ucedé, Demoprogresistas, Federales, Fuerza Republicana y
mayoría de los partidos provinciales) y 54 en contra (ucr, Democracia Popular,
Izquierda Unida, Partido Intransigente, Democracia Cristiana, Socialismo
Popular, Socialismo Unificado y 6 diputados ucedeístas) (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>, 21-03-91 y 23-03-91; <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Página 12</span>, 28-03-91).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(31)
Debemos recordar que el régimen de paridad cambiaria fue establecido mediante
una ley aprobada por el Congreso. Por lo tanto, sólo podía ser derogado
mediante la aprobación de una nueva ley parlamentaria. En ese contexto, los
empresarios accedían a un “seguro de cambio” gratuito que les permitía un
principio de previsibilidad o “seguridad jurídica” sobre el futuro de sus
acciones.<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">32 Las
tasas de interés, que oscilaban entre un 10% y 40% en marzo de 1991, se redujeron
a valores de tan sólo 0.8% y 4% en los primeros días de vigencia del Plan (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>,03-04-91), manteniéndose en
torno al 4% en todo 1991 (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Informe
Económico de Coyuntura</span>, 1992).</span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(33)
Los índices de consumo, que habían caído fuertemente en 1989 y 1990, se
elevaron un 25.1% en 1991, 30.9% en 1992, 13.7% en 1993 y 18.2% en 1994 (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Síntesis informativa</span>, núm. 323,1995).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(34)
Mientras que en 1988 la inflación anual había sido de 343%, en 1989 fue de 3
079.5%, y en 1990 de 2 314%; en 1991 se redujo a 171.7%, decayendo fuertemente
hasta alcanzar un 24.9% en 1992, 10.6% en 1993, 4.3% en 1994 y 3.4% en 1995. Un
año después, la inflación ya había alcanzado el 0% anual (véase Gerchunoff y
Torre, 1996:758). Para un análisis detallado y comparativo con otros casos
similares sobre el largo proceso de inflaciones, megainflaciones e
hiperinflaciones en Argentina, véase Llach (1997).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(35)
Entre los gremios que más firmemente apoyaron las reformas de mercado durante
el gobierno menemista podemos incluir a los petroleros, mercantiles, gremios de
la construcción, sanidad, personal civil de la nación, telefónicos,
ferroviarios, encargados de edificios, lucifuercistas y mecánicos. Sobre el
particular, véanse Palermo y Novaro (1996:343-349), Murillo (1997), Fernández
(1998), Senén González y Bosoer (1999), Torre (1999), Alonso (2000), y Svampa
(2005).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-55789368539626700562024-01-03T13:45:00.000-08:002024-01-04T12:16:43.331-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">SI LA
VEMOS (y como la vemos)</span></span></b></p><p><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiD_QYUJsCbZRSgkPHkPSxCGCyEvoMTYmdVSDRccNoafFQHAy30J7oSdgL6VY3F18GhlO5kc92vPeGgJX7rFUapIJKfN9QP9tcUiTNvMp1U9OrQAFhRweMkzMljJi2JqS6Gay_aW1yb6qvlYa1KQcgm_74hJfgiVuwfevHOBXGN-Wumdgtht2zykQnFA5s/s655/no-la-ven-javier-milei-casa-rosadajpg.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="368" data-original-width="655" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiD_QYUJsCbZRSgkPHkPSxCGCyEvoMTYmdVSDRccNoafFQHAy30J7oSdgL6VY3F18GhlO5kc92vPeGgJX7rFUapIJKfN9QP9tcUiTNvMp1U9OrQAFhRweMkzMljJi2JqS6Gay_aW1yb6qvlYa1KQcgm_74hJfgiVuwfevHOBXGN-Wumdgtht2zykQnFA5s/w640-h360/no-la-ven-javier-milei-casa-rosadajpg.webp" width="640" /></a></b></div><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><br /></span></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt;">Hace poco el Presidente de la Nación
Argentina, между прочем, un gran fan a las redes sociales, tuiteo o mejor “Xmeo”
una foto con la bandera Argentina y en el centro de ella la frase “NO LA VEN”.
Hubo varias interpretaciones sobre aquel mensaje, algunos decían que era
dirigido contra la oposición toda (incluyendo a Radicales) que habían puesto
muchos reparos a sus dos grandes “lanzamientos” en apenas 20 días de gestión,
un DNU de Necesidad y Urgencia derogando en 366 artículos más de 300 leyes y
disposiciones y un proyecto de Ley con el rimbombante título de “Ley de Bases y
Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” con 664 artículos, desregulando no solo la economia sino muchos aspectos de convivencia de los argentinos, cualquier semejanza con Napoleón, es pura coincidencia, sin embargo hay un 44%
que no voto al actual presidente que podría sentirse aludido. En general MILEY
(nunca mejor escrito) tiene una tendencia (mirando con un solo ojo) a
menospreciar a todos aquellos que no comparten su visión sobre cómo salir de
esta crisis que sin tapujo hay que decirlo con todas las letras (y si fuera fosforescente,
mejor) nos metió Alberto, Cristina y Massa.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Hay una anécdota (a esta altura) que muchos no
conocen, y fue cuando en plena campaña como precandidato a diputado de la nación
por la Libertad Avanza en Ciudad de Buenos Aires, el 13 de Agosto de 2021 en el
canal de televisión TN una periodista le pregunto a MILEY si él creía en la “democracia
y su sistema democrático”, y su respuesta fue tan evasiva, (aunque coincido con
lo que dijo al inicio de su respuesta “la democracia tiene muchísimos errores” sobre
esto yo también puedo hacer un tratado) haciendo alusión a el Teorema de la imposibilidad
de Arrow, que como conocimiento para explayarse esta bueno (dicho de paso me permitió
alfabetizarme sobre el mencionado teorema) pero que muchos esperaban su
respuesta tajante en ese momento de “Si creo” y con aquel razonamiento del
famoso teorema dejaba entrever que no le gustaban ni ahí, las instituciones que
había creado la democracia occidental para resolver los problemas y que por
tanto él se saltaría a mas de una si alguna vez “hipotéticamente” llegaba ser Presidente
de la Nación. Por cierto en esa respuesta nos anticipo lo que hoy vemos en la práctica
habiéndose convertido meteóricamente dos años y medio después en Presidente de “todos”
los Argentinos, utilizo una fabula para explicar el Teorema de Arrow “…si usted
pone en una votación a elegir entre tres lobos y una gallina, quien va hacer el
plato de la noche, ¿sabe cómo termina?...”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Bueno, lo cierto es que MILEY ha cumplido con
su palabra de entonces, con sus 1030 artículos derogando cosas a diestra y
siniestra (sobre todo con la primera) nos ha dejado como gallinas entre lobos y
sobre todo demostrando que no quiere ni ahí, no ya discutir con el pueblo sobre
su neoliberales propuestas sino ni siquiera con los representantes de ese
pueblo reunidos en el senado y congreso de la nación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Lo que plantea MILEY hoy no es un cambio para
la Argentina ni mucho menos algo nuevo, esto ya fue vivido y para ello solo hay
que recurrir a la historia reciente de apenas 35 años atrás. En ese sentido les
dejo algo que he encontrado que me parece significativo y que se sentirá como un
gran <i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Déjà vu.</span></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">PARTE 1</span></span></b></p>
<h3 style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El Estado y los trabajadores durante
el primer gobierno de Menem en Argentina (1989-1995)*<br /></span></b><i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt; font-weight: normal;">(Por Hernán
Fair)</span></i></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">Introducción</span></span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Desde sus inicios, el peronismo estuvo en
Argentina estrechamente ligado al sector trabajador, al punto tal de constituir
su “columna vertebral” (James, 1990; Torre, 1990). Esta relación orgánica se
cimentaba en la presencia de un Estado que intervenía fuertemente en el mercado
para regularlo y asignar bienes y servicios para consumo interno a través de
una política industrializadora y distributiva basada en un esquema de
sustitución de importaciones. En ese contexto, motorizado por el fuerte gasto
público social, los trabajadores sindicalizados lograron acceder a amplios e
inéditos beneficios sociales en áreas como vivienda, educación y salud,
elevados niveles salariales y el establecimiento y la garantía de cumplimiento
de sus derechos sociales<sup>(1)</sup> (convenios colectivos por actividad,
tribunales laborales, salarios mínimos, seguridad social, aguinaldo)
(Basualdo, 2000; 2004; 2006). Este tipo de reformas sociales, al tiempo que
modificaron de manera drástica la estructura económica que caracterizaba al
modelo agroexportador dominante en Argentina desde 1880 (Nochteff, 1995;
Ferrer, 2004), lograron al mismo tiempo una homogeneización e integración
social de los sectores populares que <o:p></o:p></span><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">modificó profundamente la estructura social excluyente y elitista que había dominado hasta entonces (García Delgado, 1994; Torrado, 1994).</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">(*)</span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> Este
trabajo forma parte de una investigación más amplia presentada como tesis de
maestría en 2007 para acceder al grado de maestro en ciencias sociales,
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (flacso), sede Argentina.
Agradezco muy especialmente los comentarios realizados por Gerardo Aboy Carlés,
Sebastián Barros y Paula Biglieri a una versión preeliminar y los eximo, por
supuesto, de los errores y omisiones que pudiera presentar este texto.
Asimismo, quisiera agradecer a los evaluadores anónimos de esta revista por sus
atinadas sugerencias.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(1) Decimos
“garantía de cumplimiento” debido a que muchos de los derechos ya estaban
presentes legalmente desde décadas atrás. Sin embargo, en la práctica no eran
cumplidos (Basualdo, 2004:9). Estudios Sociológicos XXVII: 80, 2009</span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Con la llegada de Carlos Menem al poder, en
julio de 1989, se inició una profunda transformación que modificó los
parámetros que guiaban la configuración entre el Estado y la sociedad civil. En
ese contexto, los seguidores del caudillo justicialista vieron con asombro cómo
el nuevo presidente dejaba de lado sus promesas de campaña acerca del
“salariazo” y la “revolución productiva”, </span><sup style="font-family: Arial, "sans-serif";">(2)</sup><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> y se dedicaba a
aplicar un programa de reformas neoliberales que contrastaba fuertemente con
las políticas económicas tradicionalmente asociadas a su partido (Azpiazu,
1995; Thwaites Rey, 2003; Basualdo, 2000; 2006). En el marco de las reformas y
los ajustes estructurales promovidos por los organismos multilaterales de
crédito y las grandes potencias mundiales —y respaldado por los sectores
empresariales más concentrados―, el nuevo gobierno no dudaría en privatizar
gran parte de las empresas estatales, flexibilizar el mercado de trabajo,
desplegar una apertura comercial y financiera al capital transnacional y
desregular la economía.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Resulta un tema evidentemente problemático y
al mismo tiempo fascinante para la sociología política el análisis de
gobiernos que desde diferentes espectros del arco político-ideológico aplican
políticas de reforma de mercado que obtienen el respaldo de sectores que
constituyen sus principales perjudicados. Más fascinante aún resulta indagar
casos como los de Argentina, México o Venezuela, donde los partidos que
históricamente defendían a los trabajadores mediante políticas de
redistribución progresiva del ingreso y altos salarios pudieron aplicar
reformas pro-mercado y mantener, sin embargo, el respaldo de sus bases de apoyo
social. En ese contexto, el argentino resulta un caso extremo en la región. Por
un lado, debido a la fuerte relación cimentada entre el Partido Justicialista y
los trabajadores a lo largo de varias décadas; por el otro, debido al grado de
aplicación de las políticas neoliberales en aquel país, lo que representa un
caso único en la región y quizás en el mundo, con la excepción de la ex Unión
Soviética, en el que las reformas y los ajustes estructurales incluyeron la
privatización de recursos naturales como el petróleo y la inexistencia de algún
grado de regulación de los capitales financieros<sup>.(3)</sup><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(2) En
efecto, durante la campaña presidencial Menem afirmaba que iba a implementar
una “revolución productiva”, que terminaría con la especulación, y un
“salariazo” que iba a consolidar el mercado interno (<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Clarín</span>, 25-02-89, 26-02-89 y 12-05-89). Sobre el particular,
véase también Menem y Duhalde (1989).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(3) En
efecto, en países como Chile, el gobierno dejó en manos del Estado la industria
clave del cobre, al tiempo que incentivó el control del movimiento de capitales
“golondrinas” y aplicó una política fiscal anticíclica (véase French Davis,
2004). En México, Venezuela y Brasil, por su parte, las reformas neoliberales,
al igual que sus efectos, fueron menos pronunciados. Además, aunque en el
primero de ellos no hubo mecanismos de regulación del capital financiero, el
sector petrolero se mantuvo, al igual que en Venezuela y Brasil, en manos del
Estado, evitando el drenaje de recursos que significó en Argentina la
privatización de la empresa estatal ypf. Para un análisis comparativo de la
aplicación de las reformas neoliberales en América Latina, véanse Main-waring
(1996), Torre (1997, 1998), y Murillo (2005). Para un análisis más general,
véase Haggardy Kaufman (1995).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">En ese contexto, la sociedad presenciaría
atónita un proceso de regresividad económica cuya magnitud pocas veces fue
observada en la región, con índices de desocupación cercanos al 20%, un
incremento de la pobreza del orden del 500%, una pérdida del ingreso global de
los trabajadores en el Producto Bruto Interno (pbi) cercano al 30% y una
retracción salarial mayor al 50% en relación con la vigente en 1974<sup>.(4)</sup>
Al mismo tiempo, el régimen neoconservador inaugurado en 1989 profundizaría un
proceso de desindustrialización iniciado a mediados de los años setenta que
reprimarizó la fuerte estructura productiva e industrialista que caracterizaba
al peronismo, eliminando el 15% del total de establecimientos industriales, al
tiempo que garantizaba al gran capital concentrado el acceso a cuasi rentas de
privilegio sustentadas en monopolios u oligopolios no innovadores ni
transitorios (Nochteff, 1995).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">No obstante la magnitud y el efecto regresivo
que significaban las inéditas políticas implementadas por el caudillo que se
situaba como principal heredero de las políticas aplicadas durante el
peronismo, aunque <i>aggiornadas </i>al nuevo contexto mundial caracterizado
por el irremediable triunfo de la “democracia liberal”, el presidente argentino
obtuvo ―y logró mantener a lo largo del tiempo― el respaldo de una amplia y
heterogénea gama de sectores sociales, que incluyó desde los grandes grupos del
poder concentrado hasta los sectores populares e incluso una parte considerable
del campo sindical. Frente a este panorama surge, inevitablemente, una serie de
interrogantes que parecen inexplicables. ¿Cómo se entiende que los <i>a priori </i>principales
perjudicados por las políticas de reforma de mercado llevadas a cabo por el
menemismo, los sectores trabajadores, hayan apoyado medidas que afectaban sus
propios intereses?, ¿se trató de un respaldo netamente activo?, ¿qué rol jugó
al respecto la implantación del Plan de Convertibilidad?, ¿y el discurso
hegemónico neoliberal? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(4) En
1993, el 10% más rico de la población recibió en Argentina el 34.8% del ingreso
global, lo que representa un 28.9% más que lo registrado en 1974, al tiempo que
el 30% más pobre recibió sólo el 9% del ingreso global, lo que representa un
27.4% menos que lo recibido en 1974. Del mismo modo, la pobreza se incrementó
de un 4% en 1974, a un total de 20% en 1992, y el porcentaje de hogares que no
llegan a comprar lo necesario para sobrevivir aumentó en 600%. Finalmente,
mientras que en 1976 el salario real cayó un 33.6%, para el año 1993 el salario
era inferior a la mitad de lo que había sido antes de 1976 (véanse Azpiazu y
Nochteff, 1995:8-13).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Este trabajo intentará desentrañar estas
cuestiones a partir de un análisis del primer periodo de gobierno de Carlos
Menem (1989-1995). Para ello, en una primera etapa polemiza con las corrientes
dominan-tes que enfatizan la importancia de la estabilización política en la
legitimación de los trabajadores hacia las reformas neoliberales aplicadas por
el gobierno, señalando que este tipo de enfoque los lleva a descuidar el rol
ejercido por la estabilización monetaria y el fin del “impuesto inflacionario”
tras la caótica experiencia de la gestión anterior. En una segunda etapa complementa
el estudio a partir de un detallado análisis del discurso menemista, en un
intento por enriquecer y contribuir a una comprensión más profunda de la
complejidad y multidimensionalidad del tema abordado. En particular intenta
trascender ciertos análisis reduccionistas que colocan el eje de explicación ya
sea en los factores “politicistas” que entienden el surgimiento de este tipo de
liderazgos como gobernantes “pilotos de tormentas” (que garantizan un orden
político frente al caos anterior), ya sea aquellos que se centran en un enfoque
instrumentalista, señalando la importancia unidimensional de los factores
económicos. En ese contexto, pretende enriquecer y abrir el debate hacia otras
realidades latinoamericanas sobre la importancia crucial ejercida por el tipo
de discurso de estos líderes que, desde diversos espectros ideológicos,
presentan sus programas de reforma estructural como la única alternativa
posible para evitar el caos, ya sea inflacionario, devaluatorio o de otro tipo,
vinculado a las políticas “ineficientes” y “burocráticas” del “estatismo” o del
“populismo” demagógico<sup>.(5)<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></sup></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Al mismo tiempo, este tipo de estudio puede
resultar útil para comprender las estrategias discursivas abordadas por el
“pensamiento único” neoliberal en su intento de desprestigiar toda alternativa
que proponga algún tipo de regreso a las políticas de “aislamiento” que han
mostrado su “evidente” fracaso político, económico y social, y están situadas
irremediablemente en un “pasado” caótico que se opone a los nuevos tiempos de
modernización tecnológica y progreso vinculados al actual e “inevitable”
proceso de inserción mundial al orden global.<sup>(6)</sup><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(5) En
esta línea de análisis crítica del “populismo estatizante”, véase
particularmente Dornbusch y Edwards (1990). En cuanto a la utilización abusiva
del concepto de populismo, remito al lector interesado al trabajo de Ernesto
Laclau (2005).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(6) Para
un desarrollo de este enfoque de la modernización en clave neoliberal, véase
Llach (1997).</span></span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">Contexto de emergencia del liderazgo
menemista</span></span></b><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Resulta imposible analizar el éxito del
gobierno de Menem sin adentrarnos previamente en el contexto histórico de donde
emerge. El mismo nos remite a la trágica crisis del gobierno del radical Raúl
Alfonsín (1983-1989). Como se sabe, Alfonsín se vio obligado a renunciar a la
presidencia cinco meses antes de finalizar su mandato frente a la
imposibilidad de controlar una inédita y feroz hiperinflación. Esta crisis tiene
su origen en una fuerte puja distributiva entre las diversas fracciones del
sector empresarial, que se remonta varias décadas. En efecto, existía una
contradicción flagrante dentro de los sectores dominantes entre aquellas
fracciones que exigían profundizar las políticas neoliberales iniciadas
durante los años setenta para obtener mayores beneficios económicos
―básicamente los acreedores externos―, que además se hallaban en moratoria
externa “de hecho” desde abril de 1988<sup>(7)</sup> y los sectores
agroexportadores, que ahora eran dejados de lado debido al nuevo esquema
cambiario establecido en el plan<sup>(8)</sup> y aquellos empresarios
industriales diversificados de la denominada “patria contratista”, que
pretendían continuar con los beneficios vinculados al Estado protector y
regulador (principalmente subsidios directos e indirectos, regímenes de
promoción industrial, programas de capitalización de la deuda y contratos con
sobreprecios con el Estado).<sup>(9)</sup></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(7) Imposibilitado
de abonar a la deuda externa frente al escaso ingreso de inversiones externas,
en abril de 1988 el gobierno de Alfonsín cayó en moratoria “de hecho”,
interrumpiendo incluso los pagos de los intereses de la deuda, que hasta ese
momento se habían realizado (Ba-sualdo, 2006:242).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">(8)</span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">En efecto, en agosto de 1988, en el marco del nuevo plan de
estabilización conocido como Plan Primavera, el gobierno estableció un doble
mercado de cambios en el que las divisas del sector comercial, es decir, de los
sectores agroexportadores, era un 25% inferior al mercado de cambios
financiero, que regía para el resto de las transacciones. En ese contexto, el
esquema, que buscaba acceder a una parte de las divisas provistas por las
exportaciones de materias primas para reducir el creciente déficit fiscal,
funcionaba como un “impuesto a las exportaciones” (Ortiz y Schorr, 2006b:463).<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(9) Para
un análisis detallado de las contradicciones entre las distintas fracciones del
sector empresarial durante el periodo de gobierno de Alfonsín, véanse Beltrán
(2006), y Ortiz y Schorr (2006b). En cuanto a los beneficios extraordinarios
obtenidos por los grupos económicos vinculados al accionar estatal, véanse
especialmente los recientes trabajos de Ana Castellani (2006), y Ortiz y Schorr
(2006a). Para un análisis más amplio de este proceso, véase Basualdo (2006).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(10) En
efecto, desde mediados de la década de 1980, los acreedores externos,
principalmente</span></span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">el fmi y el bm, comenzaron a exigir la
implementación de un conjunto de políticas de ajuste macroeconómico y reforma
estructural de mercado, entre las que se incluía la privatización de las
empresas públicas, la apertura comercial y financiera, la desregulación de la
economía, la disminución del gasto público, el equilibrio fiscal y la defensa
de los derechos de propiedad.Estas políticas, que buscaban cobrar a los países
de América Latina los préstamos externos adeudados(Plan Baker), se
sistematizarían en 1990 a partir del denominado Consenso de Washington (véase
Basualdo, 2006).</i></span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 16px;">En ese contexto, el 6 de febrero de 1989 se inició una espiral que marcaría el recrudecimiento de la puja distributiva. En esta puja intersectorial se enfrentaron la fracción de los acreedores externos, que querían implementar las reformas y los ajustes estructurales que venían defendiendo desde la crisis de la deuda </span><sup style="font-family: Arial, "sans-serif";">(10)</sup><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 16px;"> así como los grandes grupos nacionales diversificados, </span><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">que pretendían que continuara la
transferencia de recursos de los regímenes de promoción industrial, los
subsidios, los avales estatales y los sobre precios otorgados en los contratos
con el Estado (Lozano y Feletti, 1991:122; Basualdo, 2000; 2006). En esta
especie de “golpe de mercado”, como lo denominaron varios autores, <sup>(11)</sup>
confluyeron la banca extranjera y el gobierno de Estados Unidos, que habían
dejado trascender unos días antes de la “corrida” el retiro de su prometido
apoyo de 350 millones de dólares al gobierno de Alfonsín debido al
incumplimiento de las metas de ajuste previstas <sup>(12)</sup> y la acción de
los grandes grupos empresariales que, temerosos por lo que veían como la
inminente victoria del peronismo en las elecciones presidenciales a realizarse
dos meses después y, por lo tanto, como un posible cambio en el modelo de
acumulación que marcara el retorno a la tradición de “populismo” y “estatismo”
del Partido Justicialista<sup>(13)</sup> procedieron a una remarcación masiva de
los precios, al tiempo que generaron un desabastecimiento del mercado interno
(Thwaites Rey, 2003:25). Al mismo tiempo, se vieron involucrados los sectores
agroexportadores, que retuvieron divisas en su poder o la liquidaron en otras
plazas (Martínez, 1991:16; Ortiz y Schorr, 2006b:475), y sectores específicos
de la banca local (principalmente del Banco Macro y Banco del Crédito
Argentino), favorecidos por su acceso privilegiado a la conducción
gu-bernamental (Basualdo, 2006:284).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(11) El
denominado “golpe de mercado” ha sido definido como la expresión de “los nuevos
modos de los sectores dominantes para imponer sus dictados a un gobierno
surgido del voto popular” (Lozano y Feletti, 1991:124). Esta noción ha sido
utilizada también, entre muchos otros, por Martínez (1991), Thwaites Rey
(1993:51, 2003:26), y Gambina y Campione (2002:37). Desde una visión diferente,
compatible con el discurso liberal, Palermo y Novaro sostienen, en cambio, que
la crisis radicó en el exceso de demandas de los distintos sectores sociales,
que habrían generado un contexto de ingobernabilidad política del aparato
estatal (véase Palermoy Novaro, 1996:73-79). Autores como Ortiz y Schorr
(2006b), por su parte, señalan que no pue-de hablarse de intencionalidades
conjuntas de los actores económicos, por lo que resulta inadecuado hablar de
la existencia de un “golpe de mercado”. Para una crítica más detallada al
supuesto acerca de la existencia de una racionalidad estratégica de los agentes
económicos, véase Beltrán (2006).</span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(12) El
bm había exigido la reducción del déficit fiscal a la mitad, pero el gobierno
se vio imposibilitado de cumplir con lo reclamado. De este modo, y dado que el
Estado drenaba cada vez más recursos, los acreedores se quedaban sin satisfacer
su demanda de reanudación del pago de la deuda externa, en moratoria “de hecho”
desde mayo del año anterior. En ese contexto, la banca “desplazó el peso del
endeudamiento externo de la mesa de negociaciones al mercado cambiario local en
un intento de arrebatar parte del superávit comercial a sus dueños, generando
una demanda real y potencial de divisas imposible de satisfacer” (véase Lozano
y Feletti, 1991:122-123).<o:p></o:p></span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(13) Recordemos
que Menem formaba parte del mismo partido que había hecho de la justicia social
y la redistribución progresiva del ingreso a favor de los trabajadores su mayor
conquista. Además, como vimos, había insinuado durante la campaña electoral que
iba a regresar a las políticas “productivistas” y anti-mercado que
caracterizaban históricamente a la tradición peronista (Gerchunoff y Torre,
1996:735). En ese contexto, uno de los máximos representantes de los sectores
más concentrados del capital, Juan Alemann, había expresado temor unos meses
an-tes de las elecciones de 1989, ya que las encuestas mostraban que “va a
ganar el partido de la inflación y los sindicatos” (citado en Palermo,
1992:89).</span><o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">En ese contexto, el Banco Central, en
concordancia con lo acordado con los empresarios, decidió abandonar la
regulación del precio del dólar y se atuvo a utilizar sus escasas reservas (</span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Clarín</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">,
06/02/89). Como consecuencia se inició a partir de ahí una “corrida” bancaria
que terminó incrementando fuertemente el tipo de cambio y, en menor medida, se
tradujo en un incremento del nivel de precios a principios de abril. En
efecto, el precio del dólar, que durante todo enero había aumentado un 7.47%,
se incrementó, sólo el 7 de febrero, un 33.3%, con lo que alcanzó una suma
total de 65.3% en sólo dos días (</span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Clarín</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">, 08-02-89 y 09-02-89). En la
primera semana de marzo, cuando ocurrió el anuncio de las medidas del gobierno,
que confirmaban que no iba a liberarse y unificarse el mercado de cambios ―a
contramano de lo que venían reclamando insistentemente los sectores ligados al </span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">agro</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">,
en especial la Sociedad Rural (</span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Clarín</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">, 08-02-89, 10-02-89, 11-02-89,
12-02-89, 16-02-89 y 19-02-89)―, el dólar se elevó un 41%, alcanzando un 67.82%
al finalizar ese mes (Martínez, 1991), al tiempo que la tasa de inflación hacía
lo propio en un 17% </span><sup style="font-family: Arial, "sans-serif";">(14)</sup><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;"> (</span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Página 12</i><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">, 08-04-89).</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">A mediados de abril, el nuevo ministro de
Economía, Juan Carlos Pugliese, (reemplazante del renunciante Juan Vital
Sourrouille), unificó y liberó finalmente el doble mercado de cambios, lo que
llevó a una disparada del dólar y de las tasas de interés (<i>Página 12</i>,
18-04-89 y ss.). Los exportadores, sin embargo, no liquidaron sus divisas, lo
que agravó aún más la crisis (<i>Página 12</i>, 04-05-89).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: 12pt;">En esas circunstancias caóticas, con tasas de
interés que oscilaban entre un 80% y 180% mensual (</span></span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Página 12</i><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: 12pt;">, 10-05-89),
mientras la inflación alcanzaba un 33.4% en abril y un 78.6% al mes siguiente (</span></span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Clarín</i><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: 12pt;">,
06-05-89; </span></span><i style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt;">Página 12</i><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: 12pt;">, 02-06-89), el 14 de mayo se llevaron a cabo las
elecciones presidenciales. La fórmula del peronismo, conformada por la dupla
Carlos Menem-Eduardo Duhalde, resultó vencedora con el 47.51%, frente al
32.45% de la dupla </span>radical<span style="font-size: 12pt;">, Eduardo Angeloz-Juan Manuel Casella (indec, 1998).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(14) Esta
elevación mayor del dólar en relación con la tasa de inflación, que a su vez
era mayor al incremento salarial, nos muestra la falsedad del discurso
neoliberal que sostiene que la hiperinflación fue consecuencia del conflicto
distributivo entre el capital y el trabajo (Ortiz y Schorr, 2006b:484-485).</span></span></i></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">A pesar de la elección del nuevo gobierno, el
ánimo de la población no se apaciguó. En efecto, la fuerte caída en los
salarios y en el nivel de ocupación <sup>(15)</sup> junto al incesante
incremento de los precios, habían generado un vertiginoso aumento de la
marginalidad social<sup> (16)</sup> En ese contexto se produjeron saqueos de
alimentos a supermercados y comercios en cientos de barrios pobres de las
ciudades de Córdoba, Rosario, Mendoza y el Gran Buenos Aires (<i>Clarín</i>,
25-05-89, 27-05-89 y 28-05-89). En una muestra de incapacidad para resolver la
crisis, el 29 de mayo el presidente Alfonsín decretó el estado de sitio. A
pesar de ello, los saqueos se repitieron en Rosario, Mendoza, Córdoba y el Gran
Buenos Aires. Al mismo tiempo se realizaron cacerolazos de protesta en la
provincia de Salta (<i>Clarín</i>, 29-05-89, 30-05-89 y 31-05-89; <i>Página 12</i>,
09-06-89). En esa situación caótica, que dejaría un saldo acumulado de 14
muertos, 80 heridos y 21 detenidos (<i>Página 12</i>, 02-06-89), y sin el
respaldo electoral, sindical ni empresarial, el presidente se vio obligado a
renunciar al cargo (<i>Clarín</i>, 01-07-89) y el 8 de julio de 1989, cinco
meses antes de finalizar el plazo constitucional, se produjo el traspaso del
mando.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">(15)
Mientras que el salario real se redujo ―entre diciembre de 1988 y junio 1989―
entre un48% y un 57% (Página 12,
22-06-89), sólo durante abril y mayo lo hizo en más de un 30% (Clarín, 28-05-89). Por su parte, la
cantidad de despidos se incrementó, en sólo 40 días, 1 300%, alcanzando un
total de 15 200, frente a sólo 1 140 del periodo anterior (Página 12, 18-06-89).<o:p></o:p></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">(16) En
este sentido, debemos tener en cuenta que durante el periodo enero-mayo el
dólar había aumentado un 966.4%; y productos de la canasta básica, como el
café, un 2 850%, el queso 1 000%, el aceite un 993% y el pan un 554%. Al mismo
tiempo, el salario básico por convenio sólo lo había hecho un 138.1% (Clarín, 28-05-89 y 30-05-89).</span></i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><br /></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><br /></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-88253923968105205952023-12-28T06:04:00.000-08:002023-12-28T06:04:03.707-08:00<h3 style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">NO SOY
TAN IMPORTANTE</span><br /></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Mi vieja que se preocupa a 10 mil kilómetros<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">no hables mucho<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">deja de protestar<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">claro, ese es el miedo que paraliza<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">para llevar a cabo su involución<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">en nombre de la Libertad<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No soy tan importante<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">mañana tengo que ganarme los frijoles<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">y hacerle el amor a mi mujer<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pongo un rock en mis cascos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">corro en la plaza para sentirme bien<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">a la noche leo a Nietzsche<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">y ya no creo más en Dios<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hace tanto desde el piso<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">miro el sueño roto<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">de que no haya más nadie<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">bajo el puente viviendo de sol a sol<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ahora viene este<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">rompiendo todo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">vendiendo los noventa como nuevo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">rugiendo como si fuera un león<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">pero eres viejo compadre<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">también tu solución<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Lloraremos por el ojo de la aguja<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">la nostalgia<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">no servirá de nada<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">estaremos famélicos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">detrás de este<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">y los próximos gobiernos podridos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">del sur</span></span></h3><div><span style="font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/gnPtW5vSpoo" width="320" youtube-src-id="gnPtW5vSpoo"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div></span><i><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><span style="color: #ffa400;">¿Qué pasó en el mundo
que se puso tan policía?</span></span></i></div><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;">¿Qué pasó con la sangre derramada por la libertad?...</span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div></span></i><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-61815642854316695592023-12-27T13:05:00.000-08:002023-12-28T06:04:28.617-08:00<h3 style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: justify;"><span style="color: #ffa400;">ANDA P´allá BOBO</span><br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ahora que viene este<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">a darnos la “libertad”<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">este tipo no sabe de qué habla<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">yo corría descalzo en Lawton<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">llegue a Moscú sin pagar un sope<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">ya Martí me lo decía<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">ser culto para ser libre<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">eso fue lo que mamé<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">la tuya es muy vieja payaso<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">te ayude a decapitar al monarca<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">luego me metiste 16 horas en fabrica<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">anda p´allá bobo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">a otro con tu cuento<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">ya sé como sale todo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">estuve el 19 en Plaza de Mayo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">unos cuantos con mucho<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">los demás al Riachuelo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Tu leíste a Friedrich<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">te creíste el verso<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">yo tengo al otro<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que me enseño<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">ser tu sepulturero<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La libertad es cuando nosotros mandemos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">no tu espuria minoría<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">mientras tanto<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">no me vendas un buzón<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que yo camine descalzo en Lawton</span></span></h3><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Ut-HgKV3mE8" width="320" youtube-src-id="Ut-HgKV3mE8"></iframe></div><br /><p></p><p class="MsoNoSpacing"></p><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Al final del viaje
está el horizonte</span></span></i></div><i><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Al final del viaje partiremos de nuevo</span></span></i></div><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">Al final del viaje comienza un camino</span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">Otro buen camino que seguir</span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">Descalzos contando la arena...</span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></i></div><o:p></o:p></span></i><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><i style="text-align: left;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><span style="color: #ffa400;">…</span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: center;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-37016111691490253182023-12-26T06:42:00.000-08:002023-12-26T06:42:21.081-08:00<h3 style="text-align: justify;"><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">SEGUNDA
TEMPORADA</span><br /></span></b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> <br /></o:p></span><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿Y abajo la casta?<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Vamos dale,<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">ni tú te lo crees<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿Qué Sturzenegger es tu amigo?<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El amigo de mi amigo es mi amigo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">entonces llego la segunda temporada<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">de una serie mal terminada<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que la tuya es más rápida y corta<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">si si corta<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">cortas los salarios<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">cortas la salud<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">habrá hambre mucho mayor<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">y vendes por supuesto<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">que leones y ovejas<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">pacten en igualdad<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">la tristeza<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">sabiendo que yo soy el alimento<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">el espanto de tu bendición<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ya esto lo vivimos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">mi fantasma etéreo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">circulando con la espalda pegada al esternón<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">logró levantarse<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">a base de penas<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">rezando por el que no<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No fuimos libres<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">menos lo seremos con vos<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¿Y abajo la casta?<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Vamos dale,<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">ni tú te lo crees…</span></span></h3>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/Qo5NuanJT_o" width="320" youtube-src-id="Qo5NuanJT_o"></iframe></div><p class="MsoNoSpacing"></p><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Si estamos en la
cornisa</span></span></i></div><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">Vos sos el empujón…</span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></div></i><p></p><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span><p></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-19090983347637448772023-12-26T05:00:00.000-08:002023-12-26T05:00:53.151-08:00<p> <b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="color: #ffa400;">AMPARO</span></span></b></p><h3 style="text-align: justify;"><span style="font-weight: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Esos
vientos tormentosos de tu cintura<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">eso
besos de playa y arena<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">ese
Sol en el centro<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">son
mi isla abandonada<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">mi
amparo en soledad<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">la
pretérita sensación<br /> </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">de
que te tengo<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">a
pesar de…<br /></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">mi
no existencia</span></span></h3><div><span style="font-weight: normal;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/fugRvM6s5fc" width="320" youtube-src-id="fugRvM6s5fc"></iframe></div><div style="text-align: center;"><p class="MsoNoSpacing"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="color: #ffa400;">Dos gardenias para ti<br />
Que tendrán todo el calor de un beso…</span><o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p><p class="MsoNoSpacing"><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><span style="color: #ffa400;"><br /></span></span></i></p></div><div><span style="font-weight: normal;"><br /></span></div><br /><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><br /></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-22297484406921272022023-12-21T11:06:00.000-08:002023-12-21T11:06:23.286-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">PARA LA
LIBERTAD, SANGRO, LUCHO, PERVIVO</span></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/gj9iJ2LKdHQ" width="320" youtube-src-id="gj9iJ2LKdHQ"></iframe></div><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La palabra Libertad ha sido manoseada durante
mucho tiempo humano, pero al escucharla, a uno que nació en Cuba, lo que
primero le viene a la mente es ese 10 de Octubre de 1868, cuando Carlos Manuel
de Céspedes, el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Padre de la Patria, le
dio la libertad a sus esclavos para que lo siguieran, el que quería, a la
manigua insurrecta a liberar a Cuba del yugo español.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La palabra Libertad tiene un largo recorrido
humano, cuando en el siglo XVIII lo comerciantes burgueses querían decapitar al
monarca, esgrimieron La Libertad como su bandera de lucha, y aquello fue tan
liberador que hasta sus “sepultureros futuros” juntaron sus manos en aquella
asta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Estamos en shock en el Sur del planeta, un
presidente recién votado, “liberal libertario”, según se autodefine acaba de
derogar por decreto de “necesidad y urgencia” (no sabemos dónde está la
urgencia y pongo en duda algunas como necesarias), cerca de 300 leyes y un
sinfín de disposiciones con el “único” objetivo de “dar libertad” a los nuevos
esclavos que habitamos estas tierras de Argentina (país generoso que da para
todo, inclusive para este “nuevo” Cristóbal Colón).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Todavía estoy leyendo el decreto y creo que
llevara varios días “comprender” todo el alcance, aun a sabiendas que como ha
declarado hoy el presidente, luego de su comparecencia de ayer, “habrá más”,
como se dice, si no quieres, te darán tres tazas. Más allá que esto es un gran Déjà
vu, y para ello les dejo la presentación que en su momento hiciera el 31 de
Octubre de 1991 el entonces presidente Menem, en esta ocasión el DNU de "MI LEY" tiene una “base teórica” que entonces no tenia, pues Menem (bastante burro el
Señor) copiaba las tendencias de un Mundo Capitalista Neoliberal que acaba de
poner de rodillas nada más y ni nada menos que a la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) en su cruzada conocida como “guerra fría”. Menem (“peronista
el tipo”) fue una simple marioneta de ese poder que arrasaba como una gran ola
el planeta tierra, Milei, un outsider de la política, simbolizando en carne sonante
el llamado “que se vayan todos”, con un grito “contra la casta”, prometió redención
a los nuevos esclavos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/tdQvQsX53V0" width="320" youtube-src-id="tdQvQsX53V0"></iframe></div><br /><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Uno podría encontrar en ese “mejunje” del
decreto firmado por Milei, cosas que te perjudican y cosas que te favorecen, según
el lugar que ocupas en la sociedad, hay para todos, pero acercarse al análisis con
esa lógica me parece errada, porque a la larga hay “una idea central” que
agrupa a la derogación de tantas leyes dispares, a mi entender todo esto se une
si la premisa a utilizar es la siguiente: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
Estado (el nuevo Monarca para Milei) no tiene que meterse en las relaciones económicas
y sociales que se establecen entre privados “iguales”, por tanto todo lo que “coarta”
esa relación “libre” debe ser abolido</i>. Acá esta el pollo del arroz con
pollo que propone Milei y sabiendo esto nuestra critica debe estar encaminada a
poner sobre la mesa la injusticia de tal propuesta partiendo de la base que Milei
obvia la realidad concreta no solo de Argentina sino del Mundo actual en el
Planeta Tierra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La sociedad humana y sobre todo la
capitalista, que es un símil de la jungla, promoviendo leyes ha tratado de
crear “algunas jaulas” donde someter a los “leones” y también nos ha enjaulado
a nosotros, los “bambis”, en esta selva. Considerar que todos los ciudadanos en
la sociedad capitalista actual somos agentes privados libres, iguales en
derechos y acción, no es una premisa ingenua sino lleva consigo una intencionalidad
perversa. No estamos en los anales del comienzo del capitalismo, que aun allí tampoco
se cumplía esa premisa, ha caído mucha lluvia, y ha costado mucha sangre, sudor
y lagrima el capitalismo actual a lo largo de su historia, ya nadie se acuerda
de los niños que trabajaban 14 y 16 horas en la minas de Carbón de la
Inglaterra del siglo XIX por mencionar algo, han sido 400 años de acumulación de
Capital que hoy se presenta con todo su poderío ante el indefenso trabajador.
Milei pretende abrir todas las jaulas a la vez en esta jungla, para que leones
y bambis pacten sus relaciones económicas y sociales “libremente” en “igualdad
de condiciones”, sus pretensiones son macabras porque
sabemos quién es el alimento de quien.</span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/mBTBKgxE_tQ" width="320" youtube-src-id="mBTBKgxE_tQ"></iframe></div><br /><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p><br /></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-16348357836562752102023-12-06T11:54:00.000-08:002023-12-06T11:54:21.814-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="color: #ffa400;">NO
HABIA DUDAS</span></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p><div class="separator" style="clear: both; font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7TZ7AuPrJ5pcBIIG54VszwWSfF5Txy5U75Pl3GrtFaVondXXRngT3HRVSqBKq6PxhIbIqecVYxSkEWdRqXflmql4kk1FFrumVtQznjgIYby5cIfP32po6kbPYabdh23xC4DwEBSPT-zdJvZNOnMNHO2hkBjxb7Lt_QBxnne7PIZYRgJSQdeWdnUa69QE/s780/javier-milei-y-martin-TGIVHE7E2RDH3KFA2AO6SSC72E.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="585" data-original-width="780" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7TZ7AuPrJ5pcBIIG54VszwWSfF5Txy5U75Pl3GrtFaVondXXRngT3HRVSqBKq6PxhIbIqecVYxSkEWdRqXflmql4kk1FFrumVtQznjgIYby5cIfP32po6kbPYabdh23xC4DwEBSPT-zdJvZNOnMNHO2hkBjxb7Lt_QBxnne7PIZYRgJSQdeWdnUa69QE/w400-h300/javier-milei-y-martin-TGIVHE7E2RDH3KFA2AO6SSC72E.jpg" width="400" /></a></div><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><div style="text-align: center;"><span style="color: #ffa400; font-size: x-small;">(Martin Menem, dirigirá el Parlamento Argentino y Milei)</span></div></span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: 12pt;"> </span></span><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Puede parecer jactancioso de mi parte decir “no
había dudas”, sobre lo que va hacer el gobierno de Milei, pero solo había que
escuchar atentamente en medio de sus verborrágicas intervenciones y sacar
conclusiones en base a lo vivido o leído. La historia para el que le gusta,
suele ser una herramienta poderosa. Por supuesto, los futuros acontecimientos tendrán
un grado, más o menos, de creatividad diferente al pasado reciente o histórico,
aun siguiendo las mismas recetas, porque las condiciones humanas cambian, pero
cuando se esbozan ideas y conceptos practicados en el pasado, uno puede
determinar por donde irán los tiros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Milei no es nada nuevo en esencia, salvo que
su peinado y algunas ideas defendidas con ahincó llevan el sello de los nuevos
tiempos comunicacionales y de nuevas maneras. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ya lo habíamos dicho, Milei es el Menemismo Recargado
2.0 o el Macrismo rancio que no pudo ser del 2015 al 2019. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Alguien identifico con “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">violencia y alevosía</i>” a Milei con un revolucionario, y claro hemos
perdido la batalla cultural, la derecha miltoniana, ha tenido la capacidad de
recrear su espacio decadente de los 90, enamorando a una juventud, más
pendiente de tiktok que su propia existencia. En los nuevos tiempos, aun
existiendo tantos pobres no solo en la Argentina sino a lo largo y ancho de
este planeta Tierra, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">los Che Guevaras</i>”
han pasado a una jubilación anticipada ganando la mínima, con lo cual, con una liviandad
que da espasmo en la hernia de hiato, a un tipo con traje Armani y tomando café
Starbucks pasándose por los pasillos de Wall Street le llamamos “revolucionario”,
pero es lo que hay, alguna vez Linera dijo, “es la Ola”, ahora les toco a
ellos, sobre todo mas por incapacidades de la izquierda latinoamericana que por
logros de la derecha neoliberal que nos azota desde 1973. Claro, los cuatro
años de Alberto y Cristina han sido tan desastroso, con 45% de pobreza y 10% de
indigencia, en un mar de inflación de 928% en cuatro años, que una parte de la
juventud que no vivió el menemismo o era muy chica entonces, recibe en su oídos
desentrenados los cantos de Milei “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">contra
La Casta</i>”, como una rebeldía al buen estilo de los 60. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La juventud siempre se ha caracterizado por trasgredir
las reglas imperantes, Milei supo robarle el protagonismo de la rebeldía a la
izquierda en este país, su mensaje “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">contra
La Casta</i>” ha sido el más brillante, y a su vez su GRAN MENTIRA, que poco a
poco desvanecerá el encanto que hoy detenta, a días de asumir como Presidente
de “Todos” los Argentinos. Milei ha recurrido precisamente a “La Casta” para
formar gobierno, pero lo ha hecho inteligentemente, “su CASTA” es la de los años
90 fundamentalmente (con algunas excepciones, como Caputo y su equipo económico,
que tiene su fracaso más reciente con Macri) y es por ello, que la juventud que
lo ha apoyado no se ha percatado todavía de la mentira. Ahí están los nombres a
la vista de todos, Armando Guibert, Daniel Tillard, <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Guillermo Francos, Rodolfo Barra, Roque Fernández, Darío Epstein y
por si fuera poco, ha colocado en la Presidencia del Parlamento al sobrino de
Carlos Saúl Menem.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No son solo los nombres menemistas que lo
acompañan, lo acompañan las ideas rancias del menemismo, haciendo en todas sus
intervenciones apología de aquel gobierno, como el mejor en la historia democrática
de este país. Los postulados de Milei para su próximo gobierno han tenido una única
idea central miltoniana “el Mercado y el Estado son principios de organización
social antagónicos e irreconciliables”, por tanto se espera un Estado reducido a
la nada y las leyes de la jungla del mercado operando en todas las facetas de
nuestras vidas. Milei irá a fondo con la implementación de la anterior idea, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sabe que tendrá que hacerlo “RAPIDO”, pues todavía
cuenta “con las mieles” de su arrollador triunfo y cuando esa juventud “rebelde”
se despierte a su mentira, ya será muy tarde para hacer otras cosas, así que lo
que veremos en los próximos tres meses alineado con su idea central será determinante
y bastante frustrante para la mayoría que lo voto, porque no hay dudas que la
motosierra no solo tocara a “la casta”, si es que la toca, sino se sentirá en
una población que ha tocado fondo con el gobierno de Alberto y Cristina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los próximos seis meses a partir de Enero serán
duros, muy duros, ha repetido sin mentir Milei, el tema es que ya hoy hay millones
pasando hambre o a penas llegando a fin de mes, ¿Qué pasará con esas personas?.
A los vikingos muertos en combate se les ofrecía el Valhalla, inclusive era
fundamental que tuvieran a mano su espada en el momento de su muerte, nunca
estuve en esa situación, y nadie regreso para contarlo, después de esos seis
meses Milei promete mejorías, pero yo diría que estaríamos más cerca de las descripciones
del Valhalla, que sería el lugar donde todos los muertos en combate, mas los
Dioses anteriores se preparan junto a Odín para el Ragnarök (la batalla final),
es decir <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La muerte llegará a todos los
seres (de esta) Tierra</i>”. Podrá parecer tétrico lo mío, pero yo viví del 2000
al 2002 y la pobreza llego al 66%. ¿Por qué puede ser distinto?.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8918992775045643985.post-24240797181818958692023-11-28T13:38:00.000-08:002023-11-29T03:33:29.064-08:00<p><b style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">LA LEY</span></span></b></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face="Arial, "sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Finalmente gano Milei y lo hizo con 14,5
millones mientras su contrincante, Massa, adquirió 11,5 millones de los
votantes, visto así, ha sido arrollador la manera en que “los libertarios” se
impusieron, en términos porcentuales, hubo 11% de diferencia. Para que se tenga
una idea, Macri le gano a Scioli (representante del peronismo entonces) por
solo 670 000 votos.</span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Analizando en detalle los resultados del
balotaje del pasado 19 de Noviembre y el proceso de campaña acaecido desde la
primera elección el 13 de Agosto hasta el desenlace final en el balotaje,
podemos apreciar que Milei desde las primeras elecciones PASO (donde se
determinan los candidatos de cada partido que se presenta a competir) del 13 de
Agosto hasta el 22 de Octubre mantuvo su 30% del electorado y no aumento para
nada el mismo, sin embargo el rápido “apoyo” de Macri y Bullrich, los
perdedores de la contienda electoral del 22 de Octubre con un 24% de los votos,
hizo posible sin lugar a dudas el triunfo final de Milei en el balotaje. La
anterior aseveración es válida por supuesto pero no recoge la complejidad de lo
que acaba de pasar en la Argentina, y mucho menos de la conformación del gobierno que se viene.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Después de la Pandemia (hecho trascendental
si los ha habido a nivel Mundial) Argentina no levanto cabeza, todos los índices
macroeconómico y fundamentalmente sociales empeoraron con el tiempo, solo se
salvo el desempleo, que tuvo una aplastante mejoría hasta llegar a 6.2%, aunque
con una inflación galopante, por segunda vez en la historia argentina, una
buena parte de los trabajadores aun rompiéndose el lomo, eran pobres. Y sin
esto anterior, que se escribe rápido (y furioso) pero que lleva miles de
historias de sufrimientos humanos, no se puede explicar porque gano un tipo
como Milei.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Desde Octubre del 2000 que ingrese a este país,
he visto de todo, inclusive fui participante activo de las protestas en la
noche del 19 y madrugada del 20 de Diciembre del 2001, aun sin entender del
todo (tampoco ahora lo entiendo mucho, aunque algunas pistas he captado) el
panorama político de esta nación que adopte como mía. Hay una constante, “una
ley” que se ha estado cumpliendo desde aquel “bendito”, “QUE SE VAYAN TODOS”
del 2001, el argentino promedio decidió dar el voto o quitarlo en función si
las cosas le iban bien económicamente o no. Veamos la historia reciente vivida
por mí que podría confirmar a mi parecer lo que he llamado “La Ley”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Con el helicóptero saliendo espantado de la
Casa Rosada en el 2001, el pueblo argentino estuvo a los tumbos con cinco
presidentes de correcorre, hasta que Duhalde, que de alguna manera precipito la
salida De la Rúa en las tinieblas, encauso institucionalmente el país y ordeno
con Lavagna al frente del Ministerio de Economía, la paupérrima situación de la
gente, no sin antes hacer la “gran estafa del siglo 21”, “el que deposito dólares
recibirá dólares, el que deposito pesos recibirá pesos”, sin embargo cumplió con
algo prometido en el 2003 llamaría a elecciones, y así fue. En aquel 2003, el
pueblo argentino no creía en nadie literalmente y esto se vio reflejado en la dispersión
de los votos con varios candidatos entre el 14 y el 24.5% de los votos,
finalmente quedaron en carrera para un balotaje, un Menem y un desconocido
sureño llamado Nestor Kirchner que impulsaba Duhalde. Menem sabiendo que iba a
perder por paliza frente a Néstor no se presento al balotaje, y a sabiendas de
ello “dejo” que asumiera Néstor, con un 22.25% que había sacado en las
generales, que como se dice acá, enfrentaría una presidencia con poca validación
de votos. Pero lo importante a destacar es que según “La Ley” que les enuncie
arriba, el argentino promedio ya había conocido las desgracias que Menem había causado
y que explotaron con la ineficiencia del Gobierno De la Rúa, que vino a dar
continuidad, por tanto votaría, a aquel candidato que impulsaba Duhalde que con
Lavagna habían encarrilado la economía. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El Gobierno de Néstor fue sin dudas
espectacular, y no lo pongo en mayúscula para no ser exagerado, ahí están los números
macros y micros, que nadie puede negar. La idea siempre fue según dicen las
malas lenguas y la mía que la repite, que Néstor y Cristina se turnaran en las futuras
elecciones, hasta alcanzar el “Olimpo” (todos los políticos tienen un ego
grande y acá en la Argentina todos quieren ser como San Martin, por eso las
tantas veces “refundada nación”, y sobre todo que sea yo, yo, yo el que lo hizo).
La cosa es que después de cuatro buenos años económicos, el argentino promedio
voto por Cristina y punto. Cristina en el 2007 con un 45.28% aplastante, sacándole
más de 22 punto a Lilita Carrió gano en primera vuelta y comenzó su mandato,
que al poco tiempo enfrento grandes dificultades internacionales como la crisis
del 2008 en los países “centrales” y serias dificultades con el campo argentino
con la famosa ley 125. No obstante Cristina tuvo la pericia, junto a todo su
equipo de maniobrar aquellas tempestades que otros le hubieran costado un nuevo
helicóptero, pero lo real, real, es que la gente estaba bien económicamente, y
cuando llegaron las elecciones del 2011, el argentino promedio dio muestra de
su acompañamiento por lo bien que le iba, así que Cristina en aquella
inolvidables elecciones arraso como un tsunami, y con un 54.11% de los votos gano
en primera vuelta, téngase en cuenta que Cristina le saco 37.3% al segundo que
en aquella ocasión era Hermes Binner del Frente Amplio Progresista. Duhalde que
se sentía traicionado por los Kirchner se presento en aquellas elecciones y su
resultado fue un pobre 5.86% de los votos. Volvía a cumplirse la mencionada “Ley”,
que en otras palabras más lunfarda podría decirse “billetera mata galán”, el
argentino promedio vota según le vaya bien o no económicamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">El segundo mandato de Cristina no fue tan
bueno como los 8 años anteriores de ella y su esposo, el sistema económico dio
muestras de agotamiento y eso se percibió en la calle sobre todo a partir de
enero del 2014 y la famosa devaluación de 6 a 8 pesos por dólar de Kicillof
(esos números parecen hoy juego de niños, aunque representaba un 33% de devaluación),
que entonces era su ministro “marxista” de economía. Hay otros datos macroeconómicos
que reafirman lo anterior, si bien la inflación se había mantenido por debajo
del 11% anual desde el 2003, el año 2014 fue del 38% y el 2015 fue del 26.9%,
aunque a decir verdad estos números también estaba retocados con un INDEC
intervenido por el gobierno, en definitiva la gente no es boba y el bolsillo
tiene su propio idioma. Hay que decir también que desde el 2003 hasta el 2013
la clase media argentina aumento de 9 millones de personas a 18 millones, algo
verdaderamente increíble, y determinados temas que perjudicaban a esa clase social
se hicieron presente en el 2010 con el cepo cambiario y las restricciones de dólares
para el turismo internacional, que con los años se fueron profundizando, así
que llegado el 2014 con una inflación que comenzaba a alterar los ingresos, el
descontento popular apareció en las urnas en el 2015 en el balotaje, además de
algunas pifias políticas cometidas por Cristina en la entrega de su reinado (no
podía por la constitución un tercer mandato). No obstante a lo anterior, Macri
que compitió con un ungido por Cristina en el último momento como Daniel
Scioli, no gano por mucho, su diferencia fue de apenas 670 000 votos, lo que
vuelve a confirmar “La Ley” arriba expresada, la gente sentía malestar económico
pero no era para tanto y así se vio reflejado en las urnas con la aparición de
la “Revolución de la Alegría” de Macri que como sabemos hoy con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el periódico del lunes, aunque ya
personalmente lo había vaticinado, iba ser todo un fracaso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Macri, apareció con su slogan de “Cambio”, la
gente los dos últimos años de Cristina comenzó a sentir algún deterioro económico,
quiso probar suerte con otra cosa, aunque a decir verdad, no le entrego un
cheque en blanco para que hiciera cualquier cosa, y sobre todo repitiera las
barbaridades que había hecho su mentor en los 90, Carlos Saúl Menem, así que
Macri se dedico a lo mejor que sabe hacer, que es no trabajar y jugar a la
timba, el país lo convirtió en un gran casino, quitando todas las restricciones
a que entraran capitales financieros, incluyendo los llamados “capitales
golondrinas”, era todo un gran negocio de la ruleta, se traían dólares, se vendían
al cambio del peso oficial, se colocaban en las llamadas LEBAC (hoy Leliqs) y
con tasas de interés en pesos que no había “ni en los centros espirituales”,
tipo 38% anual, las ganancias en pesos se convertían a dólares que vendía
libremente el Banco Central y se los llevaban del país. Para mas compresión de
cómo Macri convirtió a la Argentina en “Las Vegas del Sur” solo les comento un
dato, las llamadas Inversiones Extranjeras Directas que son las que importan
para el desarrollo de un país, porque implica invertir en empresas , en la producción
de algún bien a largo plazo, estuvieron en el orden de los 8 mil millones de dólares
anuales, por debajo de los 10 000 millones anuales de promedio en la época de
Cristina que tenia restricciones importante internacionales para acceder a créditos,
debido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los 15 000 millones que le debía
a los fondos buitres, que por cierto Macri pago apenas asumió su mandato para así
acceder libremente a las grandes mesas de dinero del Mundo Capitalista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">La “Revolución de la Timba” para pocos de
Macri y no de la “Alegría” para muchos como había enunciado en su campaña
electoral, terminó en abril del 2018, y desde ese momento se vivió una espiral vertiginosa
descendente de todos los parámetros macroeconómicos, pero sobre todo lo
fundamental, la inflación nos comió vivos y coleando, nuestros ingresos se
pulverizaron junto con un aumento del desempleo que hacía años no se veía.
Macri acudió al FMI como la tabla salvadora del ahogado, y pidió la frijolera
suma de 44 mil millones de dólares y para colmo el Fondo violando sus estatutos
le prestó el crédito más grande desde su fundación en 1944 para que de alguna
manera ganara las elecciones del 2019.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Pero…, siempre hay un “pero”, se volvió a
verificar “La Ley”, la gente estaba mal económicamente y le haría pagar en las
urnas sus jueguitos de blackjack en las mesas de dinero internacional. Así que
llegado Octubre del 2019 Alberto y Cristina le dieron una paliza al Macri
timbero, de tal manera que con 48.24% de los votos en primera vuelta se
coronaron Presidente y Vice por cuatro años. La diferencia obtenida por esta fórmula
de Alberto-Cristina fue de 8%. Como hemos estado viendo “La Ley” expresada
tiene un concepto importante: La diferencia de votos entre el ganador y el
segundo en las elecciones presidenciales es directamente proporcional al estado
económico del argentino promedio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Si ahora venimos a estos últimos cuatro años,
“La Ley” se vuelve a reafirmar y de paso explica porque Milei gano estas
elecciones, mas aun la propia Ley explica porque el argentino promedio busco un
outsider de la política argentina para darle su voto contundente finalmente.
Los datos macroeconómicos y sociales que deja el gobierno de Alberto conducido
por Massa en el último año, son tan malos, pero tan malo, que el argentino
promedio habiendo pasado recientemente por la experiencia de Macri, no encontró
ningún referente en esos dos partidos para depositar su esperanza de salir
adelante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Si nos detenemos en las siguientes cifras,
como son un 45% de pobreza, 10% de indigencia y una inflación del 140% está
todo dicho. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">Personalmente creo que Milei empeorara las
cosas, y ojala me equivoque, quisiera de veras equivocarme porque si pensábamos
que ya habíamos tocado fondo, y se viene algo más abajo, no sé realmente como será,
escapa a toda compresión e imaginación, además que acá no hay nigromante que
valga, aunque...<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;">si seguimos “La Ley” y al argentino promedio
no le va bien económicamente, ya sabemos al menos que le pasara a Milei en el
2027.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/oHS8ML2dFNs" width="320" youtube-src-id="oHS8ML2dFNs"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><p class="MsoNoSpacing"><i><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><span style="color: #ffa400;">A bordo de esta
expedición<br />
Va un loco, un albañil, un nigromante, un ruiseñor<br />
Y un beso espadachín<br />
Nos falta un día, un niño, un don para sobrevivir...</span><o:p></o:p></span></i></p></div><br /><p></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p><br /></o:p></span></p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p><br /></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span face=""Arial","sans-serif"" style="font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0