lunes, 26 de septiembre de 2011


… a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba
(Mario Benedetti, “A tientas” )

.......................................................................

Un adiós
a mi esqueleto sin grasa
a mi poco atino
para conquistar tu ombligo

Un adiós
de poca monta
por los de poco seso
que ponen palos
para un trastabillar inmenso

Un adiós
al abismo
por sufrir de amor
y ahora sentir tu piel
bajo mi cordón

Un adiós
a los ojos del perdón
porque ire…

No hay comentarios:

Publicar un comentario