Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

jueves, 30 de abril de 2020


SALUD Y DESIGUALDAD
( Por Guillermo Wierzba en el blog “El Cohete a la Luna”)


Felix Nussbaum

A pesar de la grave situación de la economía mundial producto de la pandemia, los países centrales no han modificado el nivel de sus gastos militares. Es decir que no han desplazado presupuesto de guerra para la atención de la salud. La discusión establecida respecto de la elección entre economía y salud no se ha extendido a otra entre gasto en ésta y gasto militar, ni entre éste y economía productiva para la igualdad social.

El intelectual David Harvey sostiene en El nuevo imperialismo que “la acumulación de capital mediante las operaciones de mercado y el mecanismo de precios se desarrolla mejor en el marco de ciertas estructuras institucionales (leyes, propiedad privada, contratos, seguridad monetaria)… (que) Un Estado fuerte armado con fuerzas policiales y el monopolio sobre los instrumentos de violencia puede garantizar ese marco institucional… (y que) La organización del Estado (ha) sido (característica) crucial de la larga geografía histórica del capitalismo”. La cita obliga a reiterar una distinción crucial respecto de la valoración y caracterización del Estado en las actuales circunstancias del drama del Covid-19.

La revaloración que se hace en los países periféricos del papel del Estado, en varios casos, tiene una raíz distinta a la planteada por Harvey. La idea que se plantea desde el gobierno argentino, respecto a recuperar la acción estatal que la circunstancia exige, lo hace bajo la toma de conciencia en el discurso público respecto de que la sociedad individualista de mercado no puede resolver objetivos constitutivos de una sociedad con justicia social, como la recuperación del valor de la igualdad y la eliminación de la pobreza. La priorización de la salud, concepto que discursivamente sostienen Alberto Fernández y su gobierno, se debe entender como un despliegue de políticas que desestructuren la mercantilización de los servicios que constituyen derechos sociales. Esa concepción está guardada en la memoria de un Estado que, cuando gobernaron los movimientos populares, enfrentó al poder económico con reformas que promovieron el respeto de la dignidad humana y avanzaron tanto en la ciudadanización política como en la económica y social. Ese ese estilo de poder estatal, que hoy se esgrime desde el gobierno de los Fernández, no es para garantizar la afirmación del mercado como organizador central de la economía, sino –por el contrario— para colocar al Estado en ese rol. Afrontar la peste, implicó la adopción de una propuesta de sociedad distinta, que se construya sobre la base de la solidaridad y abandone el individualismo como eje de su dinámica.

En cambio, el concepto de Harvey es exacto para definir el rol del Estado en los dispositivos neoliberales de las potencias centrales de Occidente. Allí cumple una función instituyente del mercado como organizador y garantiza la reproducción de la sociedad mercantil, siendo, además, colocado en un papel subsidiario para completar lo que el mercado no puede resolver. No se trata de reconocimiento de derechos sino de conservación de un régimen de privilegios, que supone y exhibe una prescindencia estatal, que vacía la democracia de ciudadanía mientras mantiene intacto el instrumento de preservación del poder de la propiedad concentrada.

El gobierno democrático, nacional y popular de la Argentina del presente ha tomado el tema de la salud como fundamental y planteado a partir de la presencia del virus un cambio de lógica social que privilegia la igualdad. Veamos algunas características del sistema de salud en el país y los desafíos para modificarlas, siendo que hoy mantiene la herencia de las transformaciones neoliberales del último cuarto de siglo pasado.

En una nota del viernes, el economista macrista Hernán Lacunza menciona que el gasto público en salud es del 6,6% del PBI y el privado del 2,8, atendiendo este último al 25% de la población y el primero al 75%. Sin embargo, estas cifras aunque dan cuenta de la desigualdad, no reflejan su real profundidad, pero lo que sí se debe acotar es que el total del gasto revelado por el ex Ministro da cuenta de una reducción del gasto en más del 1% respecto de su relación con el PBI durante los cuatro años de gobierno de Cambiemos. Francisco Leone y Rodolfo Kaufmann, en su trabajo Financiamiento subsectorial del sistema de salud por niveles de atención (Departamento de CyT de la UNTDF, 2019), concluyen que el sistema de salud se estructura en tres niveles:

un sistema hospitalario con 1.271 establecimientos y 6.290 centros de atención primaria de salud, que cuentan con 76.885 camas. Pueden acceder a él todos los argentinos, pero se estima que atiende al 37% de la población que no tiene ningún otro tipo de cobertura. Sin embargo, la excelencia de sus médicos y determinados servicios no hacen infrecuente que recurran a los mismos ciudadanos con otras coberturas. El financiamiento de estos centros es con recursos públicos generales del presupuesto nacional, provincial y municipal.

Otro subsistema es el de los servicios de seguridad social que cubren al 54% de la población, atendiéndose a 25,4 millones de habitantes del país. Este se financia mediante aportes y contribuciones del régimen salarial formal, y cuenta con un relativamente reducido número de establecimientos propios, subcontratando el resto en el ámbito privado, o con derivación a hospitales. El número de obras sociales de carácter nacional, provincial y municipal articulados por este sistema es de 313 más el INSSJP.

El tercer segmento es el privado el que vende sus servicios al 9% de la población, unos 4.000.000 de personas. Está integrado por 139 empresas y posee 8.040 clínicas que disponen de 63.800 camas para internación y 8.078 para pacientes ambulatorios. Este subsistema se financia con los aportes privados de quienes se atienden en el mismo.

Como expresa Gonzalo Basile en ¿Cobertura o Sistema Universal de salud en Argentina?: hacia dónde vamos y quién decide, “casi al mismo sistema de salud de 1.600 Hospitales públicos y 6.000 unidades sanitarias que en el año 1975 acudían 2 millones de personas (en situación de pobreza y empleo informal), hoy demandan entre 15 y 20 millones. De ahí no podemos sorprendernos del cóctel de sobredemanda poblacional, pérdida de capacidad de respuesta de los servicios públicos, deshumanización en la atención, malas condiciones de trabajo, enfermología pública (todo gira alrededor del hospital y atención clínica-curativa a enfermedad) con abandono de estrategias preventivo-promocionales, epidemiológicas.

La desigualdad y segmentación que estructuran el sistema de salud en la Argentina quedan expuestas en la investigación de Leone y Kaufmann. La observación del número de camas y establecimientos por población atendida disponible para el 9 % de población de mayores recursos en el segmento, contrasta agudamente con el de los establecimientos a los que acuden los sectores populares que están en el 37 % más vulnerable.

La historia moderna argentina muestra al primer peronismo como el momento más trascendente de avance de la atención sanitaria, con el despliegue raudo de un sistema hospitalario de gran dimensión y calidad, que se movilizaba por el objetivo de brindar atención a la mayoría de la población.

Más tarde en el período desarrollista se despliega el sistema de obras sociales, que contaba como marco, una economía con un fuerte grado de formalización de la relación salarial. La atención sanitaria de la clase trabajadora durante esta etapa fue cubierta con eficiencia en este nuevo segmento de la medicina, cuyo financiamiento permitía su desenvolvimiento.

La medicina privada convivió en las dos épocas con un desarrollo menor y en general como servicio privado, no organizado bajo un esquema de seguro de salud voluntario.

Es durante el terrorismo de Estado, con el establecimiento del primer período neoliberal, que se provocó la desindustrialización, la caída del número de trabajadores formales, el crecimiento de la pobreza, el descenso del salario real y un ascenso primero moderado y luego acelerado de la desocupación, que emerge el negocio de la medicina privada organizado como sistema de seguro de salud. Luego el menemismo, en el segundo neoliberalismo argentino, implementa la flexibilización entre el segmento de obras sociales y seguro privado, que permite el traspaso de afiliados del primero al segundo; está medida provocó que los asalariados de mayores ingresos se mudaran a la medicina privada, lo que aumentó este negocio a costa del deterioro de la calidad de muchas obras sociales, las que perdían a sus afiliados de mayores contribuciones. La crema de los recursos se trasladó, así, al área más mercantilizada. Siendo los propietarios de las empresas que lo ejercen los que ahora ponen el grito en el cielo, cuando desde el gobierno se promueve una articulación única de los tres sistemas para afrontar la emergencia frente a la peste.
El neoliberalismo también se despreocupó por el presupuesto y la organización de la salud. A la segmentación del sistema por clase y nivel social, entre incluidos y excluidos agregó con la provincialización de la atención sanitaria, a la que disfrazó como lógica “federalista”, una desigualdad y fragmentación regional y provincial. Los problemas de restricción presupuestaria y las consecuencias de los permanentes ajustes fiscales se sumaron a las dificultades presupuestarias de las provincias.

La desorganización del sistema de salud se refleja también en una inadecuada relación enfermera/médico, muy baja, y que es expresión de la pérdida de salario real durante el neoliberalismo y las malas remuneraciones relativas del personal paramédico. Justamente, el doble o triple empleo de este último se ha convertido en uno de los motivos de aumento de los contagios durante la pandemia en el país. Esa proporción enfermera/médico es la mitad que la de la Unión Europea.

La emergencia de la pandemia dejará como tema urgente y fundamental la reforma de la salud y su reconocimiento como derecho social. Asumirlo como tal, otorgándole al Estado, no el carácter de reproductor del sistema del individualismo de la sociedad de mercado, sino el de agente para la transformación de la vida nacional en pos de una sociedad humanista y solidaria, construida sobre un criterio crítico de aquél, significará la reconstrucción de un sistema de salud con programa único, con igualdad de acceso y de calidad de atención y con un presupuesto adecuado, manejado por un poder único para su distribución. Es una reforma que no puede prescindir de modificaciones constitucionales.

Mientras tanto en los ámbitos del poder económico, financiero y mediático se establecen otras discusiones sobre ejes bien diferentes. En La Nación el columnista Carlos Pagni insiste en un análisis que antagoniza entre el sanitarismo y la economía y las finanzas. Para ese editorialista la defensa de la salud que provee la cuarentena no sería un esfuerzo en el que cooperan la acción social y el gobierno, una actividad productiva –tal vez la más significativa en tanto protege el bien-derecho más preciado: la vida—, sino un gasto y una privación de actividad. Según su estimación esta cuarentena reduce la actividad productiva en un 50% mensual.

Ese intelectual de la derecha argentina, mientras explaya alarmantes presagios cuantitativos, dramatiza negativamente la enérgica oferta argentina a los bonistas acreedores. Esa oferta que, en términos de valor actual no dista mucho de la refinanciación llevada a cabo en 2005, está para él fuertemente afectada por la estrategia de la cuarentena que agregaría, a lo que denomina problema fiscal, otro nuevo inobviable: la necesidad de financiamiento externo que requeriría el sector privado para reactivarse cuando la emergencia haya pasado. Pagni hace la construcción declamatoria perfecta que el capital concentrado reclama. Pone en duda que la continuidad de la cuarentena sea una medida correcta. Mercantiliza la salud, donde los barbijos, los respiradores y la suspensión de actividades por la necesidad del aislamiento social se miden en costos y beneficios monetizables. Un discurso en el que la vida tiene precio. A lo que agrega que la reactivación habría de venir por el lado del sector privado, que necesitaría de inversión externa.

Parece no tomar nota de que, paradojalmente, este año habrá superávit externo alto y que no habrá pagos de deuda, debido al programa que el Ministro Guzmán ha ofertado a los acreedores. El editorialista del diario conservador parte del axioma que sostiene que la actividad deberá reanudarse por la iniciativa privada, porque supone la inevitabilidad de la disciplina fiscal. En cambio, a su pesar, lo que resultará necesario para una rápida recuperación del país es un shock de gasto público, mientras se combata al Covid-19 y cuando se emprenda la recuperación de la economía. Será el Estado el actor con capacidad de encabezar una rápida reacción.

Ni la pandemia ha dado respiro para que los propagandistas del dogma neoliberal suspendieran su discurso siempre dirigido a proteger un sistema que concentra la riqueza y aboga por un derecho de propiedad irrestricto. El orador de Odisea se preocupa más por el acuerdo y la flexibilidad con los acreedores, y por las ganancias de los empresarios que tienen su actividad mermada, que por las vidas individuales y colectivas de todos los ciudadanos argentinos.

La contrarrevolución conservadora se desplegó en el mundo entero. Una voz que se contrapone con la del paradigma hegemónico en decadencia que defienden los intelectuales de la financiarización es la del médico neumonólogo y profesor de largo ejercicio en el hospital público y en universidades del mismo carácter. Dice Ricardo Gené que “a pesar de los avances del conocimiento, el desarrollo y la tecnología, veo y escucho absorto a médicos de España e Italia contar que hacen esto a diario: elegir por edad a quién ventilar o no; o peor aún, por expectativa de vida, dejarlos en su casa, con analgésicos potentes a morir en soledad, sin la atención necesaria y despidiéndose por teléfono de sus seres queridos… ¿Qué ha pasado en este mundo, injusto, desigual y criminal? ¿Por qué han empleado políticas que ahora queda muy claro que son políticas que matan? Vivo a diario con temor de que la pandemia nos llegue con esa infectividad tremenda y que tengamos que pasar por ese límite maldito, por esa disyuntiva tremenda de decir: sí o no. De decir: Este sí, este no”.

Los países europeos vienen de una década de ajustes fiscales y reducciones de gastos sociales. Disciplina fiscal, gustan decir los economistas que hoy se autopromueven para un consejo asesor de Alberto Fernández en la emergencia. Petulantes, a los que ni vergüenza les queda para llamarse a retiro o a silencio frente a la cruda realidad del tendal de muertos que ha dejado esta pandemia mundial, debido al desamparo del sistema de salud neoliberal.



miércoles, 29 de abril de 2020


En estos días de cuarentena, momento propicio para mirarse hacia adentro, recordarnos lo frágiles que somos los seres humanos y sobre todo lo frágil del sistema Capitalista para afrontar los reales problemas de la humanidad, varios periodistas de los MENTIMEDIOS, se han dado a la tarea de despotricar sobre una ayuda que llegaría de Cuba a la Argentina en medio de esta tragedia Mundial.

He participado en varios "debates" entre trolls y gente de "buena fe" que quiere entender tanto empecinamiento por embarrar una imagen de los médicos cubanos, ganada no ahora sino desde hace 60 años de ayuda al Mundo, en algunos casos cobrando, por supuesto, y en otras con un altruismo digno del Cristo de la Cruz. En esos debates he hecho unas mismas preguntas, ¿Porque será que una isla (bloqueada por el inescrupuloso de siempre (al menos desde finales del siglo 19), paladín de muchas de las desdichas de varios países a los cuales ha invadido sin excusas, o con ellas inventadas) ha dedicado tantos esfuerzos para preparar recursos humanos en el campo de la medicina y aun en medio de su pobreza comparada, ha mantenido índices de educación y salud digno de los más ricos del Mundo?, ¿Por qué será que esa Isla tantas veces vilipendiada, aun con recursos limitados, ha decidido no ser egoísta y colaborar en el campo de la medicina con todo aquel que se lo pide, sea país rico o pobre en este Mundo?. ¿Por qué será que se cuestiona a Cuba y su gobierno por lo que hace y todos olvidamos que países alrededor de ella, como República Dominicana, Jamaica, el mismo Puerto Rico (un estado más del poderoso del Mundo) no pueden, no ya crear brigadas medicas de ayuda, si no dar servicios médicos decorosos en sus países?. ¿Por qué países como los mencionados, o Panamá, Hondura, Nicaragua, Ecuador, Belice, Surinam, Guyana, que supuestamente han estado bajo "regímenes democráticos" por 60 años no pueden brindarles servicios médicos decorosos a sus poblaciones?.


Por supuesto he recibido respuestas a mi preguntas en esos foros, “ellos” siempre tienen respuestas, …”P.U.T.O. izquierdista, vete a Cuba a comer frijoles”, “El error fue que solo fueron 30 000”, “Te lavaron el cerebro,… comunista”.
La libertad de expresión es algo maravilloso.
  

Carta abierta de un médico argentino sobre sus colegas cubanos.
(Por Alberto Cerda Expósito en el blog de Iroel Sanchez “La Pupila Insomne”)

 “Me estoy informando por la tele y un destacado médico, panelista del canal de los 60 años, se preguntaba en público, ¿para qué vienen los médicos cubanos si acá tenemos una medicina de excelencia?

La reflexión me suena a un interrogante sincero, pero se mezcla con un tinte prejuicioso. Perdón doctor, también de ignorancia. Soy médico formado en la misma facultad que usted y creo que somos contemporáneos. Conozco Cuba. Tengo amigos y sé de su historia pre y posrevolucionaria. También la Escuela Latinoamericana de Salud de La Habana, donde se formaron cientos de médicos argentinos que, en otras épocas y también en las actuales, no pudieron estudiar acá.

Mi primera observación es la siguiente. Usted y yo, ¿cuánto tiempo trabajamos en las villas de emergencia o barriadas del conurbano de Córdoba enviados por nuestra querida facultad o luego por el ministerio de Salud de la provincia? Los libros son una cosa muy linda, pero in situ, mamando la realidad, compartiéndola y transformándola junto a sus habitantes, es muy distinto. Esa es la gran diferencia que tenemos usted y yo con los colegas cubanos.

Ellos se formaron en MEDICINA SOCIAL, la que no tiene el signo pesos de zanahoria, sino el compromiso SOLIDARIO, COMUNITARIO y TRANSFORMADOR como meta. Ellos cambiaron radicalmente la paupérrima realidad que heredaron de siglos de saqueo por parte de sus vecinos del norte. Luego remaron contra el bloqueo criminal a que fueron sometidos por elegir otro destino, lo que los obligó a tener un nivel de conciencia y compromiso que usted y yo no tenemos ni nunca necesitamos. La salud pública cubana es un derecho adquirido con rango constitucional, que se cumple.

Además, por ideología, la solidaridad internacional es una premisa. ¿Cuántos médicos argentinos fueron a colaborar contra el Ébola en África? ¿o a darles visión ocular a los coyas, cholos o aimaras bolivianos? América central está sembrada de médicos cubanos combatiendo las pestes que la pobreza origina.

¿Cuántos médicos nuestros están RADICADOS O POR LO MENOS ROTAN por el impenetrable chaqueño, en la puna, en el monte santiagueño, en el Bermejo, Pilcomayo o comunidades signadas por la contaminación productiva?

Nosotros fuimos formados para vivir en ciudades o centros con comodidades mínimas y sueldos de medio para arriba.

Aclaro que soy ferviente defensor de lo público y que luché y lucho por ello, pero sé de las deficiencias y los motivos por lo que somos distintos a los cubanos. Ellos se forman para una MEDICINA HUMANISTA y COMUNITARIA, nosotros en una INDIVIDUALISTA y MERCANTILISTA.

Éste es el prestigio y el motivo por lo que los médicos cubanos son CONVOCADOS y recorren el mundo. Si es que vienen, le propongo los invite a su programa y le aseguro que tendrá una agradable sorpresa.





martes, 28 de abril de 2020


ABYECTO y DESALMADO

Pocas veces he sido Vincent Moon
pero he sido
no hay manera que la crucifixión
me salve
He puesto tantas veces la mejilla sin embargo
mi cortada en la cara
la llevo en la oscura planicie
de un lugar remoto del alma
vamos infamia
mi amada compañera
algún día contaré mi historia




…You tell me not to sit around just thinkin' about this life I've had
But it's just so hard, to not
Think about The good, the ugly and the sad
But lord Things have gone my way…








jueves, 23 de abril de 2020


PALIMPBESO

Unánime beso tuyo
que derrumba espejos
de ese yo, tantas veces abordado
interrupto, hastiado de macanas
ya habituales, como los infiernos
a donde iré,
con mis molinos de extravíos
mis recetas sin comer

Unánime beso tuyo
que esconde la fragancia
de tu bondad inmensa
la sutil fantasía de mejorarme
en este caparazón de tortuga
que acumula hormigas rabiosas
de volver al traspié

Unánime beso tuyo
palimpsesto arrasador
para mi boca blasfema y arcaica
que poco tiene que decir

Unánime beso tuyo
que yo depreco
porque intuyo mi madero
agua debajo del puente
esperando abril bisiesto




miércoles, 22 de abril de 2020

CAMINANDO

Sube el espasmo
de un adiós final
multiplicado por el sendero
todavía por recorrer
la cuenta del último grano
bajando por el venturi de cristal
Volveré a casa en Octubre 
como todo el Mundo
me daré cuenta que he dejado
una vida atrás
sin pirámides
solo he sido yo en este viaje
pisando el jardín ajeno
haciendome trizas
contra el paredón de la noche
nunca lleve lumbre
los fósforos estaban mojados

                    (Pintura de CAMILA S.A.)









lunes, 13 de abril de 2020

TOMA LA ESCOBA
(Por Ernesto Estévez Rams, en https://lapupilainsomne.wordpress.com/)

Otro día de cuarentena:
Hedor
Solo cuando los olores eflusivos del planeta
llega a tus narices, te sobresaltas.
Hasta ahora, el hedor repugnante de ciertas geografías
te eran ocultados debajo de los perfumes celebrados
por los periódicos, por la televisión, por la radio.
Últimamente, también escondido en eso que llaman las redes.
Como si el enredo social del planeta fuera novedad
y no viniera andando desde hace tanto.
Como si no hubieran existido etnocidios,
ni barcos llenos de negros,
ni plantaciones, ni heces en forma de látigos.
Ni asiáticos tildados de monos, y los otros
vaporizados en bombas. Como si Verdún no hubiese
sido una fiesta atroz del capital jugando al monopolio.
Y en Leningrado los niños no hubiesen tenido que comer pintura para engañar al hambre.
Como si Rodesia no hubiera existido, Ian Smith fuera
solo un personaje para asustar a niños de Zimbawe.
Ni apartheid, ni fosas llenas de muertos en Ruanda.
Ni sifilis inyectada a indias guatemaltecas
en nombre del avance de la civilización blanca.
Ni esterilizaciones forzadas. Ni experimentos humanos
en las selvas americanas.
Como si no hubiesen lanzado al mar cientos desde helicópteros,
ni otros en la boca de volcanes.
Y niños sesgados de sus padres asesinados, y luego de sus abuelas.
Como si Wounded Knee fuese el título de otro filme
de héroes blancos. Como si el agente naranja
fuera el nombre publicitario de un extracto de jugo fortificado.
Como si Lynch y Crow fueran nombres cualquiera,
y la quema de cruces y la soga, preámbulo
de un suculento barbecue de negros.
El estrupro y la pedastería,
accidente y no sistema.
Ahora que nos han vendido la idea,
que las redes han hecho al mundo más pequeño.
¿Dime tu que exploras en ellas?
¿Cuántas páginas vistas de Timor Leste? ¿de Angola?
¿Cuántas de Armenia miraste esta semana? ¿Pakistán?
¿Cuánto aprendiste de Jamaica?, ¿de Dominicana?
¿Que sabes de los negros haitianos y los negros de otros lugares?
¿Cuánto nuevo de Siri Lanka?
¿Cuáles amigos hiciste de Samoa, Viet Nam, Cambodia?
¿Cómo se visten en Yemen (Si las bombas
y la hambruna les permiten vestirse. Allí, quizás
ni haya pintura para engañar al hambre)?
¿Qué estrellas de actuación brillan en Mongolia,
triunfan en Sierra Leona, escandalizan en Bulgaria?
¿Qué libros llaman la atención en Albania, se comentan en Chile, se prestan en Honduras?
¿Quién ganó el campeonato de Basket en Jordania?,
¿el de Volleyball en Costa de Marfil?
¿Qué club de football en Malasya?
No será que esa aldea global no es tan global nada.
No será que cuando te venden que vas,
en realidad te vienen.
Te acosan, te asaltan y te roban la vista. Por esa
puerta de entrada mientras crees ver, en realidad
te miran.
No será que te amaestran y te mutilan, te reducen y te venden.
Cómo un número, un gusto, una tendencia.
Un esclavo de sensaciones que te sintonizan.
No será que te tocan la flauta, te encantan
y te llevan a los parajes donde todo huele igual.
El perfume engañoso que te venden cuando en realidad te compran.
Despierta, hace rato que algo huele podrido
y no es de Dinamarca. Ahora que el hedor
inescondible llegó a tu nariz,
no estires la mano buscando un perfume,
toma la escoba.
Vamos a limpiar la casa.




SIGO VIVO

Ayer me sucedió algo extraordinario 
salí al patio
tome el Sol
con los ojos cerrados
A la noche
con los ojos cerrados
volví a tomar el Sol
en la cama
haciéndome de ella






jueves, 9 de abril de 2020

INSIDE THE WALLS

Esta vez es única
leo desmenuzando
el Mundo sin suerte
se ha parado para mi
entonces con el camino de Sal Paradise
y los cuentos de Francisco Isidoro
escucho unos aplausos
todos los días a las nueve
estruendo del Morro
para volar allí
si de esta me salvo
al Mundo sin suerte
le debo una






miércoles, 8 de abril de 2020


TU, OSCURA NENA

"No puedo comprarme una emoción"
eso es lo único que no venden
por la televisión
y mira que lo intentan,
yo amo y río
en alguna ocasión
gracias que te tengo nena
sentada en este, en picada mi avión
que mañana me enfermó
no me verás, tampoco mi polvo
ni en Chacarita, ni en Colón
esto es una saga
con varios capítulos
un solo the end previsto por vos
desde el malecón
o allá en Hiroshima
después de aquella degollina
sin razón 
por suerte te tengo, mi nena
te dejo esta canción



lunes, 6 de abril de 2020

DESTINO

Somos esas ruinas circulares
que el escritor de Adrogué
conmemoró con el fuego,
no habrá solución para quien nos soñó
repetiremos la ceremonia,
de fácil será
que ni esta cuarentena nos salvará
mucho más arduo
"tejer una cuerda de arena
o amonedar el viento sin cara"
la llama consumirá nuestros delirios,
la humillación de habernos soñado
otra vez para desaparecer,
hemos sido y así será
un mero simulacro
del pedestal calcinado
que ha sido ese punto en la noche inicial,
hemos sido sombreado
al final de un paredón
en la próxima soñada,
por cierto, para la nada.

...And what did you hear, my blue-eyed son?
And what did you hear, my darling young one?
I heard the sound of a thunder, it roared out a warnin'
Heard the roar of a wave that could drown the whole world
Heard one person starve, I heard many people laughin'
Heard the song of a poet who died in the gutter...