UNA PUPILA LLEVABA ARRIBA Y LA OTRA EN EL ANDAR
No sé cuál será la suerte de la Argentina y mucho menos la de la humanidad, después de un trecho caminando, siempre revolcao, no tengo la solución, y tal vez esa sea, la maldición, rompernos la cabeza, y por aproximaciones sucesivas, pereciendo en el camino, alguna vez llegar al paraíso humano. Si coincido con Euclides en su primer libro de “Elementos…”, que, aunque se refiere a la geometría, bien podría aplicarse a otros aspectos, en este caso a situaciones humanas, “Las cosas que coinciden una con otra son iguales entre sí”.
En el siglo XX vimos perecer en el camino una
alternativa, al Capitalismo despiadado que nos abruma y que deja al azar del
mercado la suerte humana, ese Capitalismo sería algo así como, mercado que no
ve, humano que no siente. La alternativa que lo desafío, el Socialismo Stalinista,
bien que nos veía, solo que siempre a través de un solo ojo. Ni el Mercado
resuelve todo, ni el Estatismo acérrimo tampoco.
Es posible que, como La Fábula de los Tres
Hermanos de Silvio Rodríguez, exista un tercer caminar y como aquel hermano
menor, sea vereda adentro el que más, aunque al final terminemos con mirada extraviada.
Los resultados de la China actual es un indicio
de lo anterior, aunque por ahora le falten 29 años para alcanzar los 75 años de
la primera alternativa que desafío al Capitalismo en el siglo XX. Ojo como
cualquier alternativa que se “aprecie”, se habla más de las ventajas, que de
las tragedias humanas en conseguirlo. Acordarse siempre que detrás de toda estadística,
hay seres humanos de carne y hueso, y lo más aterrador es que él que lo cuenta,
está afuera de la lista.
En la Argentina, como en una mueca payasesca se
enfrentan esos dos modelos ya fracasados como solución para el Mundo. Por un lado,
los Kirchneristas, mas estatistas que el propio Stalin, y por el otro los
Mileistas, más pro mercado que David Ricardo. En un caso se pondera por encima
de todas las cosas, lo estatal a cualquier costo (inclusive siendo ineficiente
y empobreciendo) y en el otro se pondera esas leyes ciegas, de las que nadie se
hace cargo (inclusive siendo crueles y matando). No creo que más adelante,
cuando el Mileismo fracase (dígase después del 2031) y quede tierra arrasada,
aun en esas condiciones, el pueblo argentino, campeón mundial en chocar con la
misma piedra, quiera regresar al otro extremo ya vivido, aunque como dijo hoy un
compañero de trabajo en la mesa de almuerzo, los argentinos votan por cansancio,
la historia de este país lo avala, por eso se repite tanto. Después del 2031 el
pueblo argentino en su mayoría se habrá cansado de las calamidades del mercado
a todo trapo y querrá regresar al Estatismo, del que se había cansado en el
2015.
Sin embargo, podríamos hacernos eco de la
famosa canción de Silvio, e intentar, amén de quedarnos medio viscos al final
del viaje, una alternativa para avanzar como el que más, donde se pueda “…construir
un estado eficiente y prolijo con una cantidad optima de ministerios que
garantice no solo dar derechos, sino resolver los problemas concretos de la
gente postergados por tanto años, dígase agua, cloaca, vivienda, gas,
electricidad, y todo eso hacerlo, sin corrupción.” y por otro lado promover las
inversiones extranjeras directas con una apertura económica al mundo que
garantice y cuide el complejo agro-industrial nacional eficiente y especifico
donde tengamos ventajas competitivas relativas, favoreciendo y apoyando en todo
momento la asimilación de tecnología de las inversiones que llegan.
Por ahí quien te dice, en este caso damos algunos pasos más en la maleza, aunque a decir verdad yo no lo veré, como tantos otros caminos a los que me convocaron a transitar.
Léeme esto y dime, dime lo que piensas tú.