Viaje a la Luna

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Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

martes, 29 de noviembre de 2022

HABLAR DE LAS UMAP DESDE LA CUBA DE HOY
(Por Javier Gómez Sánchez)

Es un derecho y un deber conocer nuestra Historia en todas sus realidades y complejidades. El silencio en torno a elementos históricos de la Revolución Cubana, siendo algunos de ellos poco mencionados y apenas explicados, ha tenido efectos muy negativos.

Sobre las Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP), como de otros temas, es necesario hablar, investigar, debatir, publicar de forma esclarecedora y crítica en medios de comunicación para fomentar su conocimiento objetivo. No hacerlo permite su utilización como un mero elemento de propaganda.

Esta consiste en fomentar la idea de que se originaron como parte de una higienización social emprendida por la dirigencia revolucionaria; que duraron muchos años; o que fueron cerradas exclusivamente por la presión internacional. Los tres elementos son habitualmente presentados con superficialidad y una parcialidad alineada a las campañas contra la imagen de la Revolución Cubana.

Una mirada en contexto al momento histórico y a las circunstancias en que surgieron y existieron las UMAP, hace ver elementos que pueden aportar a un conocimiento mayor dentro el complejo proceso de la Revolución:

En 1963 se emite la ley 1129 que declaraba el Servicio Militar Obligatorio, a cumplir por todos los hombres en la edad de entre 15 y 25, durante un período de 3 años. El país había vivido las experiencias de la invasión por Playa Girón y la Crisis de Octubre, mientras la permanencia de bandas armadas operando en el Escambray y otras regiones, obligaban a la movilización de decenas de miles de hombres, mayormente milicianos. Durante esos años, Cuba había recibido tecnología militar y armamento de la Unión Soviética y otros países del campo socialista, que exigían una cantidad de personal especializado e instalaciones cada vez mayores. Se hacía necesaria la formación de unas fuerzas armadas que pudieran asumir la defensa del país, y acumular en la población una reserva con experiencia militar. La amenaza permanente de una invasión estadounidense a Cuba obligó a la creación de un servicio militar masivo.

Se hicieron los primeros llamados y decenas de miles de hombres jóvenes fueron incorporados al servicio activo en las recientemente creadas Fuerzas Armadas Revolucionarias. Pero esto hizo enfrentarse a la realidad de que no todos los que estaban en la edad requerida eran deseables para las unidades armadas. Una cantidad de individuos rechazables por antecedes penales y conductas delictivas diversas, se iban acumulando llamado tras llamado, y exonerarlos de cumplir con el servicio militar tendría un efecto social poco recomendable. La dirección de las FAR se preguntó: ¿Qué hacer con ellos?

Con este objetivo se crearon las Unidades Militares de Apoyo a la Producción, más conocidas por sus siglas UMAP, que existieron en Cuba entre 1965 y 1968. Eran unidades de trabajo concebidas para los reclutas cuyo comportamiento social era considerado ¨no apto¨ para las unidades armadas. Estaban dedicadas principalmente al corte de caña de azúcar, en campamentos ubicados en las provincias centrales. Para esas unidades se hicieron dos llamados, uno en 1966 y otro en 1967.

En esos llamados, las UMAP recibieron a otros dos tipos de reclutas: Aquellos que por motivos de su fe se negaban a portar armas o se les prefería tener apartados por prejuicios hacia la práctica religiosa, y los que eran rechazados por tener preferencias evidentemente homosexuales, con expresiones y comportamientos que transgredían el arquetipo que impone la heteronormatividad, entonces mucho más prevaleciente en el mundo que hoy.

La difícil relación de la Revolución Cubana y las comunidades religiosas, incluida la Iglesia Católica, necesitaría un análisis particular de sus muchas aristas, sin dejar fuera el vínculo de parte de las jerarquías de esta última y alguna otra denominación con los sectores más reaccionarios de la élite socioeconómica, la contrarrevolución organizada y el terrorismo durante esos primeros años.

Los hombres y mujeres que se integraron al proceso de transición hacia una sociedad socialista, lo hicieron inicialmente y durante muchos años, llevando consigo los prejuicios homofóbicos y machistas arraigados en la sociedad cubana prerrevolucionaria, tanto la republicana como la colonial, en las que ya se penalizaba, estigmatizaba, rechazaba, y despreciaba la homosexualidad en los ámbitos sociales y familiares, a la par que se le caricaturizaba mediáticamente desde mucho antes de la Revolución.

Igualmente se pensaba que el trabajo y la disciplina los harían cambiar y ¨reeducarse¨ para su reinserción en la sociedad, con una conducta que fuera considerada más ¨apropiada¨, lo que hizo que no pocos padres y madres con hijos homosexuales -que no aceptaban como tal en el seno familiar-, los presentaran para el servicio militar o apoyaban que fueran llamados a las UMAP.

En ese entonces la homosexualidad se consideraba no sólo una deformación del carácter o una enfermedad, sino que su práctica estaba penalizada en la mayor parte del mundo, incluidos los Estados Unidos, Reino Unido y otros países desarrollados.

Durante los 50, los 60, y todavía en los 70, en las ciudades estadounidenses -incluyendo Nueva York, y San Francisco, en las que años después cobraron fuerza los movimientos defensores de los derechos LGBTI-, las brigadas ¨anti vicio¨ de la policía realizaban redadas en cines y zonas de socialización de hombres homosexuales, imponiendo arrestos y multas a los que eran detenidos.

En Cuba, si se estaba en el rango de edad, un episodio policial de este tipo con implicaciones de expulsión laboral por conducta social ¨inapropiada¨ si llegaba a trascender, podía terminar en un llamado al Servicio Militar, que en ese caso se haría en las UMAP.

Varios artistas homosexuales, que luego llegaron a ser personalidades destacadas de la cultura cubana y que vivieron directa o indirectamente la experiencia de las UMAP, recuerdan esa época como de incertidumbre y temor personal.

El pintor Raúl Martínez, quien fuera pareja del dramaturgo Abelardo Estorino, y que en 1995 recibiera el primer otorgamiento del Premio Nacional de Artes Plásticas, lo recuerda en su autobiografía Yo, Publio:

Así fue que muchos amigos míos, -homosexuales o no- fueron enviados a los campamentos. También figuras conocidas de la Nueva Trova, escritores en ciernes y teatristas. Entre nosotros se desató una ola de miedo al saber que también la policía -especialmente en Coppelia- hacía redadas o se llevaba preso a cualquiera que se destacara por su vestimenta o sus gestos. (…) Recuerdo con qué temor tomaba café en la parada de la guagua, mirando a un lado y a otro para huir si algo pasaba. Cuando me veía obligado a pararme ahí mismo, al salir de Radiocentro o del Habana Libre, rezaba porque llegara la guagua lo más rápido posible. (…) Sabía que, en los cines, gente dedicada a esta misión se sentaba al lado de cualquiera de nosotros y lo provocaba; al responder, lo llevaban a la estación de policía. Un intelectual fue sorprendido in fraganti en el baño de 12 y 23. Yo no tenía esta costumbre, que sí disfrutaban algunos de mis amigos, pero, ¿y si me ponían un cebo en la casa? Desconfiaba de cualquiera que me demostrara interés en venir a oír música o a ver mis pinturas. (1)

También podía ocurrir una separación del puesto de trabajo, por ser considerado desafecto a la Revolución, como se veía prejuiciadamente a homosexuales y religiosos, incluso a aquellos que compartían el ideal revolucionario y se sentían identificados con su proceso. Perder el vínculo laboral, estando en el rango de edad, significaba el llamado a cumplir con el Servicio.

Al tratarse de un reclutamiento obligatorio, con un tipo de trabajo al que no estaban habituados, lejos de sus provincias y familias, comenzó a verse como una especie de internamiento en campos de trabajo forzado. Por demás, las pretensiones ¨educativas¨, basadas en el desconocimiento de la época sobre la sexualidad, fueron un completo fracaso.

La experiencia en las UMAP fue sin dudas traumática para muchas personas. Una etapa amarga en la vida de varios músicos, artistas teatrales y otros creadores jóvenes, así como practicantes religiosos.

El pastor Raúl Suárez, quien por aquel entonces ejercía en la Iglesia Bautista de Colón, en Matanzas y que años más tarde, en 1987, fundara el Centro Memorial Martin Luther King Jr, siendo luego diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, dejó testimonio –posiblemente uno de los más profundos y reflexivos que puedan consultarse- de su experiencia en las UMAP en su autobiografía titulada Cuando pasares por las aguas, describiendo su reclutamiento en una de estas unidades durante nueve meses, entre 1966 y 1967, en los que, junto a las labores agrícolas, fue designado cocinero y más tarde como maestro:

Durante los primeros días nos enseñaron los rudimentos de la disciplina militar: las marchas, el saludo, la formación y los permisos reglamentarios. Terminada la preparación, comenzamos a trabajar en la limpia de cañaverales, con guatacas y machetes. (…) Cocinaba para unas veinticinco personas, trataba con los jefes que atendían cuatro compañías. Una, la 4, estaba integrada totalmente por hombres homosexuales. Al principio, convivíamos juntos; pero por la protesta de algunos ¨hombres¨, nos separaron. Otra, creo que la 2, la formaban ex presos por delitos comunes. Los religiosos estábamos unidos con los santeros, los ¨vagos¨ y los considerados ¨flojos¨, pero que no se percibían como homosexuales. En otras palabras, a la UMAP estábamos asignados los no aptos políticamente para el Servicio Militar Obligatorio, las ¨lacras sociales¨. (…) Casi sin darme cuenta surgió mi primer diálogo cristiano-marxista, para el que no estaba preparado por completo; los oficiales se dieron cuenta que de que yo no era una ¨lacra social¨, sino un pastor evangélico.

A pesar de que estas labores absorbían casi todo mi tiempo, sentía una angustia tremenda: cada domingo extrañaba la comunión de la iglesia; pensar en mi familia me desgarraba. Muchas veces alejado de la jefatura, escondido en un monte cercano, me tiraba al suelo a orar con grandes sollozos. La autocompasión me amenazaba como un buitre a su víctima. Recordaba al apóstol Pablo cuando hablaba del aguijón de la carne.

Hoy puedo reflexionar sobre el significado de esta experiencia en mi vida cristiana y mi práctica pastoral. Creo que la UMAP fue un error, al margen de las intenciones que la animaron. Si se concibió como algo similar al Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), es evidente que los métodos de selección y su propia experiencia demostraron todo lo contrario. Además del sufrimiento causado a quienes pasamos por ella -incluyendo a los propios oficiales que nos dirigían-, ofreció una imagen en el país, y también fuera, que contrastaba sensiblemente con el sentido humanista de la obra revolucionaria. No por azar ha sido un hecho utilizado por los enemigos en un documental (2) que recorrió el mundo durante los años 80, concebido de manera alevosa para restarle apoyo a la Revolución en sectores de la izquierda europea y norteamericana apelando al ya sensible tema del machismo y la homofobia.

Por otro lado, la UMAP creó traumas y resentimientos que algunos no lograron superar nunca. Una especie de raíz de amargura quedó atrapada en la psiquis de muchos hermanos y hermanas. Cuando se iniciaron los pasos oficiales a favor de la comprensión y la apertura hacia la religión, los creyentes y las iglesias, no tuvo siempre la complacencia de los dirigentes de estas últimas. En honor a la justicia, no solo por razones de la experiencia en la UMAP, pero el hecho, indudablemente, influyó en estas actitudes.

A pesar de todo, la UMAP no amargó mi vida ni me dejó resentimientos. (…) Vivir en el puesto de mando o la jefatura de un batallón del Ejército; cocinar para los oficiales; dormir bajo el mismo techo; escuchar sus historias familiares y de luchas en la Sierra Maestra; hacerles cocimientos cuando estaban enfermos, constituyeron experiencias que cambiaron de manera radical mi manera de percibir a los revolucionarios marxistas.

Conocimos hombres que combatieron en la Sierra y en el Llano que no escondían sus preocupaciones y aun sus rechazos a la UMAP. Tuve el privilegio de convivir con auténticos comunistas, un desafío ético y ciudadano a mi manera de entender y vivir la fe cristiana. No debo pasar por alto la honestidad y transparencia de Quintín Pino Machado, el hombre que, según Silvio Rodríguez (3), ofreció una visión real de la UMAP a Fidel y Raúl Castro, gracias a la cual esta institución desapareció. ¨ (4)

Numerosas quejas ante la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), preocupaciones expresadas directamente a líderes de la Revolución por diversos intelectuales y artistas, así como por figuras extranjeras, promovieron una reflexión sobre la función y la existencia misma de las UMAP. A esto se sumó internamente el criterio negativo que en reuniones de análisis sobre este tema expresaban altos oficiales y cargos de dirección del MINFAR, junto al resultado de una investigación ordenada por la Dirección Política de la institución armada, con entrevistas a reclutas y oficiales por parte de psicólogos y otros especialistas. A dos años de su funcionamiento, las UMAP acumulaban ya un fuerte cuestionamiento dentro de la dirección misma de la Revolución.

En 1967 fue designado para su jefatura el entonces capitán Quintín Pino Machado, quien había sido combatiente de la clandestinidad y embajador en varios países, con experiencia de trabajo político y cultural en las FAR, con la orden expresa de Fidel de acometer su proceso de desmantelamiento. Progresivamente sus reclutas fueron dados de baja de forma anticipada (como fue el caso de Raúl Suárez) o reasignados a unidades comunes.

En 1968, con solo tres años y dos llamados de reclutas, las UMAP fueron oficialmente disueltas por orden del entonces Ministro de las FAR Raúl Castro, y se buscaron otras alternativas para al personal que no fuera considerado admisible para funciones armadas.

Posteriormente fue creada la Columna Juvenil del Centenario –que fuera objeto de inspiración para una de las canciones más emblemáticas del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC-, y más tarde el Ejército Juvenil del Trabajo, ambos con concepciones radicalmente distintas a las UMAP y que recuperaban el sentido original de crear unidades en las que -sin dejar de recibir entrenamiento armado-, el servicio militar estuviera dedicado principalmente al trabajo productivo para evitar el impacto que generaba en la fuerza de trabajo agrícola del país el llamado de miles de jóvenes de zonas rurales.

Por su carácter erróneo dentro del proceso revolucionario, en lugar de hacer énfasis en su rectificación, las UMAP se convirtieron en un tema tabú, carente de abordaje público por la propia dirigencia revolucionaria que las superó; motivador de evasivas o silencios incómodos ante la interpelación para las posteriores generaciones de militancia en la Revolución, con una bibliografía y material audiovisual casi inexistente desde el terreno revolucionario. Un vacío que a la larga demostró ser un error mayor aún.

Al preguntarle sobre este tema, durante la entrevista que dio lugar en 2006 al libro Cien horas con Fidel, el líder histórico de la Revolución respondió al periodista Ignacio Ramonet:

¨Nosotros, por aquellos primeros años, nos vimos obligados a una movilización casi total del país, ante los riesgos que teníamos (…) Entonces nos encontramos con tres problemas: hacía falta un nivel escolar para prestar servicio en las Fuerzas Armadas (…) Segundo, había algunos grupos religiosos que, por principio o por doctrina, no aceptan la bandera o no aceptan las armas. Eso a veces lo tomaba alguna gente como pretexto para crítica u hostilidad [contra los religiosos]. Tercero, estaba la situación de los homosexuales. (…) en esta etapa de que estamos hablando, el elemento machista estaba muy presente, y había ideas generalizadas relacionadas con la presencia de los homosexuales en las unidades militares. Estos tres factores determinaron que, al principio, no se les llamaba a las unidades militares; pero después aquello se convertía en una especie de factor de irritación, incluso algunos usaban el argumento para criticar aún más a los homosexuales. (…) Con aquellas tres categorías se crearon las llamadas Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), donde iban de las tres categorías de gente: los que por su bajo nivel de estudios no podían manejar aquellas armas, o personas que por su fe religiosa eran objetores de conciencia, o varones en condiciones físicas adecuadas que eran homosexuales. Eso es una realidad, fue lo que ocurrió. (…) Es decir, no afectaba sólo a la categoría de homosexuales, pero ciertamente sí a una parte de ellos, no a todos, a los que eran llamados al servicio militar obligatorio, porque era una obligación en la que estaba participando todo el mundo. (…) Con relación a los homosexuales había prejuicios fuertes. Yo ahora no voy a defenderme de esas cosas, la parte de responsabilidad que me corresponda la asumo. Ciertamente yo tenía otros conceptos con relación a ese problema. Yo tenía opiniones, y más bien me oponía y me habría opuesto siempre a cualquier abuso, a cualquier discriminación, porque en aquella sociedad había muchos prejuicios. Sufrimientos de familias. Ciertamente los homosexuales eran víctimas de discriminación, En otros lugares mucho más que aquí, pero sí eran, en Cuba, víctimas de discriminación, afortunadamente, una población mucho más culta, más preparada ha ido superando esos prejuicios. Debo decirle, además, que había —y hay— destacadísimas personalidades de la cultura, de la literatura, gente famosa, orgullo de este país, que eran y son homosexuales, y han gozado y gozan de mucha consideración y mucho respeto en nuestro país. Así que no hay que pensar en sentimientos generalizados. En los sectores más cultos y más preparados había menos prejuicios contra los homosexuales. En los sectores con mucha incultura —un país en aquel tiempo de un 30 por ciento de analfabetismo— eran fuertes los prejuicios contra los homosexuales, y en los semianalfabetos también y hasta en mucha gente que pueden ser profesionales. Eso era una verdad en nuestra sociedad. (…) La discriminación contra los homosexuales ya es un problema bastante superado. La adquisición de una cultura general integral, el pueblo que tenemos hoy… No le voy a decir que no haya machismo, pero ya no como el de aquella cultura nuestra en que era muy fuerte. Con el transcurso de los años, se fue tomando conciencia de todo aquello y se fueron superando aquellos problemas y esos prejuicios fueron disminuyendo. Pero también no se crea que fue fácil.¨ (5)

Los aspectos lamentables de las UMAP no pertenecen a las esencias de nuestra Revolución, sino a las complejidades de su proceso. Lo esencialmente revolucionario fue cuestionárselo, rectificarlo y superarlo.

La significación de este y otros episodios históricos, ocurridos por prejuicios sociales, políticos e ideológicos, quedaron sintetizados en boca del personaje de David, protagonista del filme Fresa y Chocolate, dirigido por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, basado en la obra literaria El lobo, el bosque y el hombre nuevo de Senel Paz, cuando responde a Diego: ¨Son las partes de la revolución que no son la Revolución… Estoy seguro de que algún día habrá más comprensión para todo el mundo, si no, no sería esto una revolución. ¨

 

Notas

(1) Martínez, Raúl. Yo, Publio. Letras Cubanas, 2007. p. 394, 395, 406.

(2) Probablemente Raúl Suárez se refiera al documental Conducta impropia, realizado en 1984 por Néstor Almendros y Orlando Jiménez-Leal.

(3) Entrevista a Silvio Rodríguez en el libro Laberintos de la utopía. Entrevistas a fondo a 40 años de la Revolución Cubana, publicado en Argentina en 1999.

(4) Suárez, Raúl. Cuando pasares por las aguas. Editorial Caminos. 2007. p.153

(5) Ramonet, Ignacio. Cien horas con Fidel. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado. 2006. p. 106

 

viernes, 25 de noviembre de 2022

A raíz de la muerte de Fidel volví a publicar algo que había escrito el 12 de Agosto en la víspera de los 90 años de Fidel,  escribí lo que me parecía mas honesto sobre su figura y su legado. En ese momento el pueblo de Cuba estaba de luto, su líder histórico había partido, no obstante siempre defendí el derecho de dejar nuestra pequeña impresión ante tamaña personalidad.)

a.F. ó d.F.

Allí estábamos en el teatro del CEADEN, era una reunión ordinaria como la de cualquier mes de nuestro comité de base de la UJC (Unión de Jóvenes Comunista) del Dpto. de Física de los Materiales, no recuerdo todos los detalles pero discutíamos sobre cosas corrientes que pasaban en el país, era el año 1990, hacía dos años muchos de nosotros habíamos regresado de la URSS, habíamos vivido desde 1985 "La Perestroika" y más que nada la "Glasnost", creíamos (ingenuos nosotros) que en Cuba, que había comenzado un proceso de rectificación en 1986, encabezado por Fidel, se podía decir de todo, error craso. Que desde la cúpula se diga que "ahora si vamos por el camino correcto", no quiere decir que "todos" sigan su ritmo. Alguien oso expresar en aquella reunión (y otros lo asentimos) que "en Cuba había culto a la personalidad de Fidel", allí mismo se "armo la de San Quintín", solo que en aquella "escaramuza" no murieron ni franceses, ni españoles, tampoco nosotros, a pesar de dar argumentos (validos o no, no viene al caso) los que estábamos allí sufrimos, la arremetidas de los "nuevos Filibertos". Aquello marco mi vida, todo lo que paso después fue una experiencia que contribuyo a mi formación como individuo, y a colocarme desde el lugar que hablo hoy.



Si hay algo que aborrezco desde entonces es "impedir que otro se exprese", y esto es absoluto, venga de donde venga la opinión, como diría entonces, si vos tienes la potestad de expresarte, yo también, mas allá de que tu opinión o la mía estén mas cerca de la verdad o no, esto siempre lo hablo entre ciudadanos corrientes, el problema esta cuando esto se ejerce desde un medio privado o estatal, donde como dije alguna vez "tu micrófono es más potente que el mío", ahí entonces juegan otras consideraciones que no vienen al caso profundizar, pero que marcan una diferencia abismal.

Todos tenemos derecho a escribir de Fidel, ya nunca más la historia de mi país se podrá redactar sin mencionarlo, unos lo harán "maldiciendo su existencia" y otros agradecidos de las cosas buenas que hizo, sin por supuesto marcar desde determinadas posiciones las cosas que no se hicieron tan bien y hasta las cosas muy malas que se hicieron. Adelanté la anécdota del inicio porque lo sucedido entonces me sirvió para acercarme a su figura desprovisto de todo dogmatismo y con la libertad de expresarme donde quiera que me encuentro. 

Saberse humilde, nacido en una cuna de hombres de trabajo, descendiente de gitanos (los últimos en Cuba), etnia mil veces discriminada y vilipendiada desde el siglo X, te hace ver con otros ojos lo logrado por los humildes en Cuba después que una generación encabezada por Fidel decidió  marcar nuestra historia en un "antes de Fidel (a.F.) y después de Fidel (d.F.)". Esto no quiere decir que a este ser humano se le trate como a un Dios ni mucho menos, por el contrario se lo vea como escribí espontáneamente hace poco en un blog "como el producto de un pueblo que se debía a si mismo vivir soberano e independiente y eso amigos, tiene un costo muy grande sino miremos al Mundo"

En este planeta Tierra, donde habitan tantos políticos con "traje Armani", y unos cuantos millones en paraísos fiscales, discurseando  de erradicación de la pobreza, de salud y educación, en pleno siglo XXI, en países llenos de recursos naturales, industrias y sin bloqueo de nadie, rescato dos cosas fundamentales de la labor de Fidel en Cuba, la preocupación por los humildes desde la hora cero, para llevar salud y educación  a las grandes mayorías en un país pobre, tercermundista, ahogado por la potencia más grande desde Roma y la tan deseada soberanía que reclamaba a gritos un pueblo desde 1868. De las cosas que no me han gustado ya ha habido y seguirá habiendo espacio en este blog para llamarme a la reflexión, pero hoy porque me acoge el sentimiento "no quiero emborronar cuartillas".

Les dejo lo escrito por otro y su mirada sobre Fidel.

Fidel es una cultura
(Por Iroel Sánchez, su blog "La pupila insomne")

Desde que tengo uso de razón política estuve oyendo hablar sobre qué pasaría el día que Fidel no estuviera al frente de Cuba. Recuerdo un documental de la Escuela de Cine de San Antonio que vi hace años en una de las Ferias del libro que se hacían en Pabexpo: Un hombre habla por un teléfono público y le disparan a boca de jarro la pregunta de marras, “la debacle”, respondía el interrogado con una expresión facial acorde con esas dos palabras.

Tampoco hubo vez en que saliera de Cuba antes de 2006, cuando Fidel enfermó gravemente y delegó sus responsabilidades al frente del país, en que no me hicieran la consabida pregunta que la realidad se ha encargado de responder.

Pero… ¿por qué se asocia tanto el destino de un país al de una persona, se sea amigo o enemigo del signo que esta, indiscutiblemente, ha impuesto al destino de Cuba y más allá?¿por qué ostenta el récord de ser el líder contra el que más intentos de asesinato se han fraguado?¿cómo es posible que a pesar de haber sido tratado de modo hostil por los principales medios de comunicación del planeta donde quiera que viajó fue acogido fervorosamente por las multitudes?

Cuba fue la última nación americana en liberarse del colonialismo español. España concentró contra los patriotas cubanos toda su fuerza en tres guerras en las que el genio militar y político de los más capaces hijos de la Isla, aunque arrinconó a uno de los  imperios más poderosos de la historia, fue golpeado en los momentos críticos por la división. Los norteamericanos aprovecharon la muerte de los más prestigiosos líderes independentistas -Antonio Maceo y José Martí- para escamotear la independencia, dividiendo y corrompiendo a muchos cubanos con trayectoria insurreccional. Tuvieron que pasar más de dos décadas para que una nueva generación retomara a Martí, rescatara su ideario antiimperialista y lo proyectara junto al pensamiento marxista como solución para los males de una república dependiente y corrupta.

El pueblo cubano entonces parió hombres como Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y Antonio Guiteras, que juntaron el pensamiento martiano y el ideario socialista con la acción revolucionaria pero que no sobrevivieron al proceso llamado Revolución del 30 que de manera importante ellos contribuyeron a gestar desde inicios de la década de los años veinte del siglo pasado pero que nuevamente fue golpeado por divisiones entre las fuerzas revolucionarias.  La embajada de Estados Unidos conspiró con el que sería su hombre fuerte a partir de entonces, Fulgencio Batista,  y con el discurso del “Buen Vecino” logró restablecer el control de la situación. Se generaron entonces nuevos engaños y frustraciones.

Aunque una Constitución proclamó en 1940 derechos muy avanzados para la época, en periodos electorales sucesivos las fuerzas políticas que se proclamaron herederas de la Revolución del 30, una vez llegadas al poder,  se revelaron como corruptas y serviles a la dominación norteamericana. El Partido Comunista se había desangrado políticamente, obedeciendo la orden de Moscú de crear Frentes Populares, y acudiendo a las primeras elecciones regidas por la nueva Constitución en alianza con el mismo Batista que al servicio del imperialismo había dado el tiro de gracia a la Revolución del 30. Un nuevo Partido político con el nombre de Ortodoxo, en cuyas filas militaba el joven abogado Fidel Castro, capitalizó el descontento popular bajo el lema “Verguenza contra dinero”, su líder atrapado en una denuncia que no pudo probar se suicidó, y a las puertas de las elecciones donde ese Partido tenía la victoria segura, un golpe de estado encabezado por Batista cambiaría radicalmente la situación.

Ante la inacción del Partido al que pertenecía y agotadas las vías políticas, Fidel Castro abraza la vía armada, organiza en secreto un selecto grupo de jóvenes y sorprende a la nación el 26 de julio de 1953 asaltando la segunda fortaleza militar del país, con la demostración palpable de que él y el Movimiento que encabeza están dispuestos a jugarse la vida por realizar los sueños con que tantas veces habían engañado a los cubanos. Su discurso de autodefensa, difundido clandestinamente desde la prisión, fue el programa revolucionario  que le ganó el apoyo popular, avalado porque esta vez la palabra y los hechos se encontraban sin demagogia. Habían regresado Martí, Maceo, Guiteras, Mella y Rubén en una sola persona. Fidel era el organizador y el hombre de acción, el intelectual y el político con ética, el líder dispuesto a jugarse el pellejo para probar sus ideas. El pueblo mil veces engañado vio en él todo eso y decidió lanzarse otra vez a la Revolución.

El resto es conocido. Se podía hacer una revolución sin el ejército o con el ejército pero no contra éste, y Fidel rompió el dogma. Fresco aun el crimen de la CIA contra la Revolución guatemalteca de 1954, tampoco un gobierno latinoamericano podía desafiar a Estados Unidos y menos hacer una Reforma agraria que afectara intereses norteamericanos, Fidel volvió a romper el dogma y desde entonces saltaron por los aires los imposibles en Cuba. Pero no fue suficiente, en África eran invencibles los mercenarios blancos y el ejército racista sudafricano hasta que negros y  mestizos dirigidos por Fidel demostraron lo contrario. Como ha escrito el historiador Piero Gleijeses, en África Cuba humilló a una potencia de la Guerra fría –EEUU- y desafió a la otra –la Unión Soviética-, actuando por motivaciones propias a favor de los pueblos africanos.

Imposible era también que la Revolución se mantuviera en el poder en Cuba tras la desaparición de la URSS, que un país del Tercer Mundo compitiera en productos biotecnológicos con los del Primero y viviera de exportar servicios profesionales pero los cubanos guiados por Fidel lo posibilitaron.

Había que matarlo porque Fidel es la posibilidad de que los postergados, los de abajo, hagan posible lo que siempre les han negado. Y no bastaba con matarlo, había que desacreditarlo. “Revolución es no mentir jamás”, ha dicho el hombre sobre el que quizás más se haya mentido. 

Hace diez años que Fidel no gobierna en Cuba y cada día vivido desde entonces ha sido un día de derrota para sus poderosos enemigos. Un día en que se recuerda que no pudieron vencerlo ni con la guerra, ni con el asesinato; ni con el bloqueo económico, recrudecido después de la caída de la Unión Soviética.

Esa victoria no tendría sentido si la Revolución no continúa. Fidel no hubiera trabajado intensamente todos estos años, no hubiera consagrado su vida a la educación de su pueblo, si no es para que la Revolución lo sobreviva.

Pero con excepción de Cuba, solo países de geografía numerosa, lejanos de EEUU, con masa crítica demográfica, cultura milenaria y lengua propia han resistido de manera prolongada la hegemonía norteamericana.


“Fidel es un país”, escribió Juan Gelman pero eso era a inicios de la Revolución. Hoy  Fidel es una cultura, una geografía de la justicia y la soberanía, un lenguaje de la solidaridad que une a muchas personas más allá de las fronteras de Cuba. La Revolución sobrevivirá si mantiene viva esa cultura.

 




miércoles, 23 de noviembre de 2022

Hay una historia que no se borra, a pesar de los que quieren reescribirla. Esto es para vos CLAUDIA PEIRÓ, no se puede escribir sobre lo que no se sabe, daría cuenta entonces de ignorancia (al menos)…






¡ÉRAMOS TAN JÓVENES!
(Por Víctor Heredia)

 

Pablo Milanés, Víctor Heredia, Silvio Rodríguez y León Gieco.

También la democracia, Todavía tambaleaba sobre sus temblorosas piernas recién estrenadas. Habían pasado apenas unos pocos meses y la nueva realidad nos alentaba a pensar un futuro luminoso y pleno de libertades, ya lejos del oprobio de la censura, las amenazas y los exilios. Las canciones que habíamos escrito en silencio, casi a escondidas, sonaban en las radios y la televisión. Todo era posible entonces, hasta la alegría. Se había sufrido mucho y faltaban cuestiones que resolver desde la justicia con los dictadores, pero todo parecía encaminarse. 

Y entonces llegó la noticia del posible concierto de Silvio y Pablo. Todo el arco musical argentino se tensó ante tamaña noticia. ¿La Nueva Trova en casa? Parecía un sueño. Y el día llegó. Y llegó con regalos. Tanto Silvio como Pablo ofrecieron generosamente cantar con cada uno de nosotros. En mi caso repasé mentalmente cuales eran las canciones que podía cantar de cada uno de ellos sin hacer papelones, hasta estudié las tonalidades para ensayar con el debido conocimiento en cada caso. Pero la generosidad de Silvio me alivianó la tarea. Propuso cantar a dúo mi "Todavía cantamos". Y allí fuimos, a concretar aquél Obras Sanitarias repleto de juventud y consignas, de esperanza y aroma a libertad.

Tengo presentes la euforia, la fuerza poderosa de una generación que había sufrido el calvario de la Dictadura y sus horrores. Pérdidas familiares, persecuciones, torturas en muchos casos, exilios, incertidumbres pero allí, ese día, estaban con nosotros. Silvio y Pablo lo hacían posible, le cantaban al hombre nuevo, a una Argentina que resurgía desde sus cenizas, desde su oscuridad más dolorosa. De eso me acuerdo. De la maravillosa unidad que nos abrazaba reafirmando que desde allí, desde ese abrazo nuestras cicatrices sanarían.

Todavía sigo pensando en ello, en aquél país donde el abrazo y la hermandad nos ayudaron a pensar en la alegría, lejos del odio que hoy nos rodea con su abyecto sin sentido.

Aquél concierto abrió una puerta luminosa que todavía propone un camino. Solamente digo que podríamos empujar otra vez entre todos para volver a abrirla.

Para darnos el gusto de debatir sin insultos, sin rencores. De abrazar al vecino, de soñar como entonces.

Lo merecemos.

  

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Me gusta revisar para atrás noticias de la prensa hegemónica de este país, que siempre ha estado al lado de los poderes concentrados. Se descubre, sin mucho análisis por cierto, la mentira a la que habíamos sido sometidos, pero además la trama de cómo un país va cayendo en las redes de la quiebra, que si fuera solo dinero de unos cuantos ricos, no estaría mal, pero con ello un pueblo entero va cayendo en la miseria más profunda hasta alcanzar ahora mismo un 50% de la población por debajo de la línea de pobreza.

A continuación un artículo publicado en los primeros días de la crisis que se desencadeno en el 2018 con el Gobierno de Macri y más abajo un artículo aparecido hace poco que cuenta como ese fondo de “inversiones financieras” (léase timba argentina) se retiro finalmente del pais. Entre líneas, poniéndonos un poco mas observadores, uno se da cuenta porque aun cuando decidieron irse, en estos tres años han ejercido una presión mayúscula a la brutal devaluación del peso argentino y por consiguiente a la inflación descomunal que se observa, ya que desde 2020 fueron desasiéndose de los bonos argentinos en pesos y por supuesto comprando dólares en cantidades industriales en la plaza de cambio.

Lo increíble es que estos fondos apostaron políticamente a mantener a un Macri incluso a sabiendas que todo se venia abajo, penalmente deberían ser juzgados por los aportantes a este fondo por hacerles perder plata no por "mala praxis financiera", sino por apoyar políticamente a una economía que no aguantaba semejante flujo de capitales.

Otros fondos con las mismas características que apostaron políticamente a Macri tuvieron mas suertes, como es el caso de JP Morgan Bank, pero esto se debió a que "el gran"  Luis Caputo, amigo del presidente y Ministro de Finanzas los alertos, por las relaciones laborales que había tenido anteriormente con ellos. A no olvidar que desde el 5 de Marzo al 4 de Mayo de 2018, tan solo en dos meses, el Banco Central en la Argentina, tuvo que desembolsar de sus reservas para "parar" la corrida cambiaria la "frijolera cifra" de 7.725,2 millones de dólares, que representaban en ese momento el 14% de las reserva declaradas del Central (55 000 millones de dólares). El 25 de Abril de 2018 el Banco Central vendió ese solo día 1472 millones de dólares a un solo comprador, al JP Morgan Bank, a un precio de cambio que en ese momento era de 20,20 pesos por un dólar, ya en ese momento las tasas de las LEBAC estaban en un 38% (fíjense bien 38% anual, 3,166% mensual) y aun así el JP Morgan Bank, "sabia" que era hora de irse, el Gobierno de Macri y su amigo Luis Caputo se los facilito

Franklin Templeton: qué es y cómo ve al país el fondo de inversión que ayudó a superar el super martes de lebacs
(17 de Mayo de 2018 en INFOBAE)



Hasenstab es conocido por tomar posiciones en países que no se encuentran en el mejor momento, por los retornos potenciales cuando rebotan.

Captando más del 70% de los Bonos del Tesoro (Botes) emitidos por el Gobierno en el medio del supermartes económico, Franklin Templeton, uno de los fondos de inversión más importantes del mundo, le dio un voto de confianza al Gobierno en un momento de necesidad.

Este tipo de inversiones en Argentina para Templeton en Argentina no son nuevas. Ya había desembarcado en febrero, cuando en una asociación con la casa local SBS lanzaron tres fondos en el país: uno de deuda argentina en moneda local, otro de deuda en dólares y otro de deuda latinoamericana.

Fue el primer fondo internacional que concreta su llegada para operar en el país desde la salida del default. Y no es un jugador menor: administra en total activos por USD 770.000 millones.

El martes intervino a través de su Fondo Global de Bonos, manejado por su director de inversiones de Templeton Global Macro, Michael Hasenstab. Se compraron el equivalente a USD 2.250 millones en Botes emitidos por el Ministerio de Finanzas el supermartes, de acuerdo al Financial Times.

Esa inversión fue clave para permitirle al Central cerrar la rueda con éxito, renovando la totalidad del vencimiento de $617.000 millones en Lebacs y planchar el dólar luego de semanas de intensa presión cambiaria.

Hasenstab tiene una reputación de hacer grandes apuestas en países con problemas económicos y financieros, como Hungría después de la crisis financiera, Irlanda durante las profundidades de la crisis de la eurozona y Ucrania en plena revolución. Por lo cual su inversión en Argentina es un voto de confianza a tomar en cuenta, pero no es palabra santa.

En una declaración por fuera de la institución de Templeton, Hasenstab afirmó: "El actual gobierno sigue demostrando una increíble determinación y habilidad para devolverle la vida a una economía que casi se había desplomado". Y agregó: "Durante los últimos meses sí se cometieron algunos errores de política, como es habitual en cualquier esfuerzo reformista del tamaño que tiene el que se está haciendo actualmente. Lo importante es que los errores se reconocieron y revirtieron; y nosotros seguimos confiando en que se están aplicando las políticas correctas para mejorar la economía, el bienestar de los argentinos y los mercados".

La inversión, y confianza implícita que la misma significa, de fondos como Templeton son factores importantes para el Gobierno, que se encuentra en el corto plazo abocado al otorgamiento de una línea de crédito "stand by" por parte del Fondo Monetario Internacional. 

Uno de los fondos de inversión más grandes del mundo abandona la Argentina tras perder millones
(
14 de Noviembre de 2022 en INFOBAE)

Michael Hasenstab, de Franklin Templeton

Templeton llegó a invertir USD 5.000 millones en deuda soberana en pesos durante los primeros años de la presidencia de Mauricio Macri. La crisis de 2018 hizo que su apuesta fallara

Seis años después de hacer una apuesta multimillonaria por el resurgimiento de Argentina, Michael Hasenstab, de Franklin Templeton, parece dispuesto a abandonar finalmente la inversión que lo hizo perder dinero, concluyendo un capítulo doloroso para el otrora célebre gestor de fondos conocido por sus apuestas en mercados emergentes.

La empresa vendió más de $25.000 milloness (USD 156 millones) en bonos locales en el tercer trimestre, según datos del mercado. Desde entonces, siguió liquidando deuda argentina, según personas con conocimiento directo del asunto que no quisieron dar detalles sobre el volumen de las ventas. Participantes en el mercado afirman que el aumento del volumen de operaciones del mes pasado, especialmente en bonos ligados a la inflación en manos de Franklin Templeton, indica un importante retiro.

El éxodo pone fin a seis años de pérdidas brutales, estimadas en miles de millones de dólares, y marca la salida de uno de los apoyos financieros más importantes de Argentina en la última media década, un período en el que la nación se enfrentó a un default de US$65.000 millones y a un giro fallido hacia reformas favorables al mercado. En total, la participación de Franklin Templeton, que llegó a superar los US$5.000 millones, se ha reducido a unos US$250 millones, sin incluir las ventas realizadas en octubre o noviembre, según datos recopilados por Bloomberg.

“La apuesta fue horrible y, por un lado, se puede culpar a Franklin Templeton por haberla hecho porque apuestas similares en Argentina siempre han terminado mal” (Ferro)

“La apuesta fue horrible y, por un lado, se puede culpar a Franklin Templeton por haberla hecho porque apuestas similares en Argentina siempre han terminado mal”, dijo Diego Ferro, fundador de M2M Capital en Nueva York. “Al mismo tiempo, la gente en el Gobierno decía todo lo correcto, eran creíbles en ese momento, e hicieron muchas promesas”, y agregó que “por supuesto, todo se ve mejor en retrospectiva”.

Hasenstab no respondió a numerosas solicitudes de comentarios, mientras que Stacey Coleman, portavoz de Franklin Templeton, con sede en San Mateo, California, declinó comentar las inversiones de la empresa en Argentina o su estrategia de inversión en general.

Hasenstab saltó a la fama hace más de una década tras realizar enormes apuestas exitosas en países con problemas, como Irlanda y Hungría, que generaron miles de millones en retornos para los inversores.

Templeton hizo grandes apuestas en Irlanda y Hungría, en medio de sus respectivas crisis. Intentó lo mismo en Argentina, sin éxito (Grosby)

Pero esa misma estrategia resultó desastrosa en Argentina.

Invirtió grandes cantidades en bonos del país al comienzo de la llegada al poder del expresidente Mauricio Macri, apostando que el país estaba preparado para liderar un repunte entre las naciones en desarrollo bajo su proyecto favorable al mercado.

Hasenstab en un comienzo fue tan optimista sobre la recuperación de Argentina que a mediados de 2016 el gestor de fondos decidió comprar unos USD 5.000 millones en bonos en pesos a tasa fija, convencido de que la inflación se reduciría rápidamente a la mitad, según una persona familiarizada con el asunto. La apuesta era tan grande que las autoridades argentinas al principio no creyeron que los enviados de Hasenstab estuvieran hablando en serio sobre la compra, dijo la persona, que pidió no ser identificada por tratarse de conversaciones privadas.

“Estamos viendo un mercado local más saturado. Hay pocos inflows a bonos en pesos” (Gialdi)

Cuando Franklin Templeton compró los bonos a fines de 2016, pagó cerca de su valor nominal. En los últimos meses, a medida que seguía vendiendo lo que queda de su inversión, algunos cotizaron por debajo de los 30 centavos, según datos de Bloomberg, mientras que el peso se ha debilitado más del 90% en ese lapso.

Apuesta perdedora

La apuesta de Hasenstab dio un giro a principios de 2018, cuando la persistente inflación, la sequía y la guerra comercial global dañaron la confianza de los inversores, provocando meses de volatilidad cambiaria y caídas del mercado que obligaron a Macri a recurrir al Fondo Monetario Internacional para negociar un rescate récord de USD 56.000 millones.

En octubre de ese año, Hasenstab decidió viajar personalmente a Argentina, indignado porque el país había llegado a un acuerdo con el FMI, que creía que había sido el principal responsable de llevar a Ucrania —otra de sus agrandes apuestas— a una crisis de deuda años antes, señaló la persona.

Al año siguiente, la impactante derrota de Macri en las primarias provocó una fuerte venta masiva que en un solo día borró casi USD 2.000 millones de la inversión de Franklin Templeton. Días más tarde, el presidente suspendió el pago de la deuda local de la nación y restableció los controles de cambio. Esto, junto con la decisión del país de reestructurar sus bonos internacionales, afectó a la empresa y a otros grandes acreedores, incluso cuando el Gobierno ofreció recomprar y canjear bonos locales para ayudar a mitigar el impacto.

Las dudas sobre la herencia económica que recibirá quien gobierne desde 2023 mantienen cautelosos a los inversors (Reuters)

Hasenstab fue reduciendo su posición en Argentina desde 2020, según los registros, alrededor de la misma época en que Argentina salía de su noveno default. Desde entonces, el Gobierno del presidente Alberto Fernández aplicó políticas económicas de parche para intentar reducir la inflación y sacar la economía de su estancamiento provocado por la pandemia.

Estos esfuerzos han sido en vano, ya que la inflación está cerca de llegar a los tres dígitos, las reservas internacionales del país se encuentran cerca de su nivel más bajo de los últimos seis años y los draconianos controles de capital siguen limitando la inversión internacional.

‘Ballena’ argentina

Hasenstab era un actor tan importante que la salida de la empresa podría complicar la capacidad de Argentina para refinanciar los grandes vencimientos de deuda programados para el próximo año, comprimiendo el pequeño mercado local del país.

“Aunque muchos esperan un cambio de régimen en las elecciones del próximo año, no está claro cuántos dólares quedarán en el banco central cuando un nuevo Gobierno asuma el poder, lo que plantea nuevas preocupaciones sobre la capacidad de Argentina para pagar sus deudas” (Lou)

“Estamos viendo un mercado local más saturado. Hay pocos inflows a bonos en pesos”, dijo Carolina Gialdi, jefa de ventas y operaciones en mercados internacionales de Max Capital en Buenos Aires.

Incluso cuando se espera que los argentinos vuelvan a un régimen más favorable al mercado cuando vayan a las urnas en menos de un año, Franklin Templeton ha dado pocas señales de estar dispuesto a dar al país una segunda oportunidad.

El mes pasado, Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de la nación un escalón, hasta “CCC-”, aduciendo la menor capacidad de pago de deuda del país.

“El país nuevamente se encuentra en una situación de estancamiento del crecimiento y alta inflación”, dijo Jared Lou, gestor de carteras de deuda de mercados emergentes de William Blair Investment Management. “Aunque muchos esperan un cambio de régimen en las elecciones del próximo año, no está claro cuántos dólares quedarán en el banco central cuando un nuevo Gobierno asuma el poder, lo que plantea nuevas preocupaciones sobre la capacidad de Argentina para pagar sus deudas”.

 



martes, 15 de noviembre de 2022

ES EL CAPITALISMO, ESTUPIDO…

 


Me permito comenzar este desparpajo de ideas con una frase que me ha impactado por el nivel de síntesis, esta frase es del escritor y filosofo Alba Rico “lo único que le sobra al Capitalismo para ser perfecto son los seres humanos”.

Yo pensé que en la Argentina se debatían “dos modelos económicos” dentro del injusto por naturaleza sistema Capitalista, es decir el modelo Estatista y el modelo Neoliberal, pero leyendo los otros días sobre la pelea sin fin dentro del actual gobierno “nacional y popular” parece ser que “la cosa” no es tan blanco-negro, river-boca, dulce de leche-pastelitos de guayaba, claro,  si no hay controversia dentro del peronismo, ellos se las inventan. Digamos para aclarar, que de la acera del frente no andamos tan bien que digamos, el neoliberalismo puede ser fascista o “simplemente” matarte de hambre por solo medios económicos.

En definitiva lo que logre entender es que el Gobierno Alberto-Cristina, es una disputa de “vida o muerte” (según ellos) dentro del modelo Estatista, de dos “esquemas”, que el economista y periodista Alfredo Zaiat, describe de la siguiente manera “…un esquema desarrollista apostando a una redistribución de ingresos posterior al fomento de la inversión privada, o uno distribucionista prioritariamente apuntando a que el consiguiente empujón de demanda impulsará la inversión privada y el crecimiento. La cuestión nodal no se encuentra entonces en medidas puntuales, como la estrategia de reducción de subsidios a las tarifas de luz, gas y agua o el recorrido fiscal y monetario, sino la definición política de cómo desplegar el programa económico, en el cual existen coincidentes sobre los objetivos prioritarios pero no así la forma de alcanzarlos. Y esta cuestión es política, no sólo instrumental de política económica…”

En buen castellano lo anterior se traduce en cómo debe el Estado influir para que un esquema u otro se ponga en marcha, es decir en “el esquema desarrollista”, el Estado debe estar en “orden” en cuanto  a déficit, debe bajar los subsidios a las tarifas de los servicios “elementales”, invertir en carreteras, liberal el crédito a las empresas nacionales, controlar las importaciones y esperar a que la inversión privada haga el resto, entre otras cosas que aumente el empleo y el salario y de esa manera consumamos mas en una rueda “virtuosa” que propicia “el desarrollo”. En el “esquema distribucionista”, el Estado hace todo lo anterior, pero además recauda más a través de impuestos, y controles de las empresas nacionales y extranjeras, propicia paritarias y planes sociales que hagan que la gente cuenten con mayor poder adquisitivo, exigiendo con su demanda ascendente que se invierta más para satisfacerla y así crezca el PBI de la nación. En los dos casos (lo mismo para mi) si nos ponemos observadores, nosotros somos “cosas” quae consumimus, de seres humanos nada, pero está claro, es el Capitalismo, estúpido.

Referirse al modelo Neoliberal que está al frente del anterior descrito con sus "dos esquemas" (nuevo para mi esto), en términos humanos no tiene mucho sentido, si ya el otro no lo cumple, diríamos “sencillamente” que el modelo Neoliberal, nos devuelve a la Selva misma donde salimos para consumir, el “sálvese quien pueda” puede ser una expresión que nos caracteriza en ese modelo, que además reduce el Estado a la nada misma, y la Ley de los animales, vuelve hacer nuestra única ley.

Así que muchachos, ténganlo en cuenta, que si ven a Cristina no hablando con Alberto (aunque es su vicepresidenta), un Kicillof sonriéndole a Massa (tan veleta él siempre), y un Alberto respondiéndole a Máximo “…cuando un compañero habla mal de otro,  no es peronista”, es que se está "debatiendo" hoy en la Argentina que “esquema” dentro del Estatismo aplicar. Mientras tanto, queridos míos, acá en el subsuelo nosotros peleamos por llevar el pan a la mesa, siempre por supuesto dentro de este sistema, donde lo único que sobra para ser perfecto, somos nosotros, los seres humanos.

 




 

 

 

lunes, 14 de noviembre de 2022

AL PRESIDENTE EN SU LABERINTO
(Por Mempo Giardinelli)


Sr. Presidente, ante todo este columnista quiere imaginar que usted va a leer esta carta en soledad y más bien lejos de funcionarios indiferentes a las causas nacionales que hoy, –tras la devastación macrista-radical de 2015 a 2019–, increíblemente siguen, silenciosos e impunes, en diversos ministerios.

Es grave lo dicho, pero aquí se lo sostiene porque somos millones quienes hoy no nos sentimos interpretados por el Frente de Todos que usted conduce. Millones que acompañaron su gestión por casi tres durísimos años, durante la pandemia y después, y a pesar de que se fueron evidenciando graves claudicaciones.

Todas las cuales le fueron señaladas por diversos cronistas con la mejor intención, aunque usted desdeñó casi todas las críticas, sugerencias y reclamos que le hicieron llegar centenares de compañeros, preocupados primero, y alarmados después, aunque con la sabiduría de siempre anteponer la defensa y sostén de su gobierno a sus indecisiones y retrocesos.

Nunca se le soltó la mano, Presidente, y se tragó mucha saliva cada vez que usted se rodeaba –y fueron tantas– de la caterva más miserable de la Argentina, ésa que forman empresarios y banqueros apátridas, sindicalistas nada confiables y chupamedias de todo calibre. Todo eso bancó la militancia del FdeT.

Y usted fue sostenido aun cuando se vio el abandono y el hambre en que caían millones de personas en las 23 provincias, incluso siendo trabajadores, mientras decenas de gerentes y patrones, diplomáticos y lameculos de todo calibre lo aplaudían a usted insinceramente.

Aún así se lo acompañó, Presidente, y ya van a hacer tres años, bancándolo con lealtad y explicándole al pueblo lo inexplicable. Se trabajó muchísimo para que millones de argentinos y argentinas no votaran a sus verdugos. Lo cual de todos modos muchos hicieron y eso es parte del grave diagnóstico actual de la Argentina.

Que en gran medida deriva del dislate mayor que fue firmar –usted y sus ministros–un acuerdo ominoso con esa cloaca ética universal que es el Fondo Monetario Internacional y adonde usted llevó al pueblo argentino, sacrificado y golpeadísimo, a aceptar la entrega definitiva del país a la usura internacional bajo intolerables condiciones para "pagar" lo que nuestro pueblo no debía.

E incluso le hicieron tragar el absurdo de que "se va a pagar al FMI pero no va a haber ajuste". Que era y es como decir que le vamos a cortar la cola a la burra pero sin recibir un patadón. Toda tomadura de pelo, fastidia, Presidente. Por eso desde las provincias se dirigen a cronistas como éste nada más pidiendo, algunos con desesperación, que se digan estas cosas. Y por eso estas líneas, para que usted comprenda la situación de millones de compatriotas que no dan más.

Esa supuesta "aceptación" va a obligar a por lo menos tres generaciones argentinas a pagar una "deuda" que nunca fue tal sino un robo flagrante. Y deuda que jamás contrajeron millones de argentin@s que ya no comen asado ni comparten banquetazos con los 100, 200 o 2.000 latifundistas, especuladores y explotadores, verdadera canalla que somete a su gobierno sin que usted los detenga.

Y claudicación que además conlleva, de hecho, la entrega de las Islas Malvinas y el Atlántico Sur; y del río Paraná y la salida soberana a los mares del mundo; y del litio y el petróleo y todos los bienes naturales que estamos perdiendo bajo su gobierno, Presidente. O sea todo lo que desde 1945 fue orgullosamente argentino y ahora vuelve a estar en peligro como cuando Menem rifó la República.

Quede claro que todo lo que aquí se pretende es nada más, ni menos, que expresar el sentimiento de millones de compatriotas que querrían decirle estas y más cosas que esta columna, en nombre de nadie, aquí expresa.

Sabido es que en política siempre hay caminos, porque la política es el camino. Y la cordura y el coraje cívico también. De ahí la idea de pedirle que considere seriamente, Presidente, tomar decisiones de emergencia y urgencia. Porque es imperativo acabar con la agonía lenta y perversa que produce esta neo-colonización encubierta.

También por eso fastidia, a muchos provincianos, su empeño en hablar de federalismo. Cualidad que no se proclama, Presidente, se siente y enorgullece, nomás. Basta ver dónde vive y cómo vive la inmensa mayoría de sus interlocutores en desayunos y cenas, los empresarios más ricos y menos argentinos que tiene este país pero que cuando les conviene cacarean un federalismo inexistente.

Esta columna lamenta muchísimo que usted –que es un hombre sensible y que parece bien intencionado y honesto– no dimensione el horrendo significado de mantener a por lo menos 25 millones de compatriotas en la pobreza. Más de la mitad de la población argentina, 25 millones de seres humanos y de los cuales seguramente la mayoría lo votó a usted para presidir el país. Ese pueblo está muy decepcionado con usted y su gobierno. Baje a las calles y comprobará que las personas de bien, honradas, trabajadoras y sensibles, están enojadas porque el pago de los alimentos y los alquileres no se aguantan más. Lo que comprueba que no era verdad que "el único camino" era entregarse al FMI.

Ni el discurso oficial ni el mentimediático convencerán al pueblo de que está bien lo que hace su gobierno, Presidente. Por eso cabe cerrar esta carta seguramente inútil diciéndole que este cronista lo ha acompañado hasta aquí con lealtad y aguantando (que no justificando, quede claro) las torpes entregas de Soberanía y en especial la del río Paraná.

Esta columna acompañó a su gobierno con lealtad y esperanza patriótica, y a usted le consta. No se ha movido aquí un solo dedo en favor de la inestabilidad y en todo momento se ha escrito y luchado para reforzar la democracia, la paz, la ley e incluso la Constitución Nacional (que es hora de cambiar con urgencia), así como al Poder Judicial ya es hora de declararlo en comisión para barajar y dar de nuevo. Sin dudas hoy son la Constitución y la Justicia lo primero y más profundo que hay que cambiar. Y cambiar es cambiar, no anunciar buenos propósitos que luego se incumplen bajo presiones mediáticas, empresariales y/o sectoriales.

Este columnista es un Nadie, obviamente. Y un cronista no significa nada. Pero sí tiene derecho a decir que, de haber estado en su lugar, hubiera procedido completamente de otro modo: sensible al pueblo, celoso guardián de la soberanía en todo el territorio, subsuelo, humedales y costas fluviales y marítimas; trabajando por la reindustralización nacional en lugar de la extranjerización. Y también hubiera empezado la reeducación de las Fuerzas Armadas y todas las policías para que sean defensores ejemplares de la Soberanía, con educación elevada y la honradez como máxima virtud, lo cual es perfectamente posible si hay voluntad política.

Se escribe todo esto con dolor e impotencia, Presidente, nomás para asegurarle que hay muchísimos compatriotas que piensan y sienten parecido. Gente decente, buena, trabajadora y leal, que de algún modo viene dándose cuenta de la gigantesca claudicación y genuflexión a la que su gobierno nos ha llevado. Y que para algunos, como este columnista, marca un límite. Un hasta aquí llegamos.

Porque el país que podemos ser, y merece el pueblo trabajador, no es la colonia que vamos camino de ser, cada vez más velozmente.

Reciba el respetuoso saludo que su investidura merece.