Viaje a la Luna

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Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

martes, 10 de octubre de 2023

 MENEMISMO RECARGADO 2.0

Uno diría primero que si luego de una experiencia fallida, vienen años mejores mantenidos en el tiempo, un “revival de aquello fallido” no sería necesario, la sola imposición de esas nuevas ideas mejores harían trizas esa mala pasada anterior, pero en caso contrario ante la recaída de las nuevas ideas por su mala praxis, habrá más de uno que echara mano a aquellos malos tiempo y los tratara de traer al presente con algún peinado novedoso. Cualquier alusión al estado actual de la Argentina, es pura coincidencia.

El menemismo pudo haber resuelto en un principio la angustiante inflación de finales de 1989, e incluso la privatización del servicio telefónico o de la distribución eléctrica pudo atraer capitales y tecnología que de otra manera en aquellas condiciones de desarrollo iba ser difícil para el Estado Argentino invertir con tantas problemáticas a resolver al mismo tiempo, la táctica, sin embargo se convirtió en estrategia de desarrollo, Menem fue el caballito de batalla en el tercer mundo bajo condiciones “democráticas”, de un primer Mundo que con las políticas neoliberales de Thatcher y Reagan habían fracasado y volvían su mirada al Mundo bajo “su mando”. Menem privatizo “lo que es y no debido”, y un supuesto “crecimiento económico del PBI” vendiendo todas las joyas de la abuela, no se vio acompañado de un crecimiento económico social sentido por la mayoría de la gente, de hecho unos de los indicadores como el desempleo aumento a más del triple en los primeros años (1996, 17.3%), con un pequeño descenso hasta 12.4% (1998) y cuando De la Rua salió chiflando bajito en el helicóptero de la Casa Rosada el desempleo ya era de nuevo grande del 18.3%. Algo, por otro lado, que ya había pasado en Chile durante la dictadura de Pinochet después del 11 de Septiembre de 1973 (el primer ensayo latinoamericano de los Chicago Boys), solo que allí donde había una dictadura sangrienta, no iban a permitir que Pinochet saliera volando como De la Rua. En Chile hubo un ensayo neoliberal bajo dictadura, en la Argentina en condiciones de “democracia”.

Para escribir un poco más de Chile, me he acercado a un estudio realizado por Claudio Llanos R. de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. En ese estudio Claudio platea algunas ideas interesantes, entre ellas que esta bueno acercarse a los mensajes presidenciales de Augusto Pinochet a la nación y las sesiones secretas de la Junta de Gobierno entre 1973 y 1978, donde  se manifiesta la política de balance, discusiones y proyectos de quienes integraban el régimen, sobre los cambios que Chile debía cumplir para integrarse al concierto del desarrollo capitalista de la época, donde tomaba centralidad las políticas de corte monetarista, la pérdida de centralidad del empleo dentro de la economía política a favor de la estabilidad de precios y la inflación, así como los cuestionamientos a las políticas fiscales de orientación pública.

Entre 1960 y 1972, el desempleo en Chile presentaba un desenvolvimiento caracterizado por bajos niveles, en línea con lo que en gran parte de los países capitalistas occidentales representaba tanto la búsqueda del pleno empleo, como la expansión de la función económica del Estado para mantener los niveles de ocupación, producción y consumo. El porcentaje de desocupados que en 1960 fue de 7,1%, había pasado a 5,7% en 1970; 3,8% en 1971; 3,1% en 1972 y 4,8% en 1973. Para la dictadura el crecimiento del empleo hasta el 11 de septiembre de 1973, era el resultado de una historia de distorsión política sobre la demanda de trabajo. Así afirmaban en sus diagnósticos que muchos sectores productivos y de servicios públicos habrían crecido sin ninguna relación con las necesidades y capacidades productivas. Esta línea de argumentos era parte de la crítica que desde la dictadura y sus colaboradores se hacía del desarrollo histórico de la democracia en Chile, particularmente en el gobierno de Salvador Allende.

El genocida de Pinochet y sus acompañantes presentaron una “solución” ante la situación antes expuesta:

1.- Prohibición absoluta de aumentar las dotaciones de personal existentes.

2.- Prohibición de contrato nuevo personal por la vía de la contrata o jornal,

3.- Prohibición para llenar las vacantes que se produzcan, salvo casos justificados de jefatura de los ascensos. (…).

4.- Estudiar concretamente las posibilidades de reducción de personal por sectores de actividad de la Administración pública, en especial:

a - Sector Obras Públicas, mediante el traspaso al sector privado, de acuerdo con la política de entregar las construcciones mismas a este sector a través de propuestas,

b - Sector Recursos Naturales Renovables, mediante la supresión del Ministerio de Tierras y Colonización y la reorganización interna del Ministerio de Agricultura (‘ya iniciada),

c - Sector Vivienda, mediante la reorganización del Ministerio y supresión de duplicaciones con Obras. (…).

Se empezó a ver como normal y hasta beneficioso la idea del desempleo dentro del mercado, lo veían como un factor que podía llevar a un “correcto” funcionamiento de la economía, puesto que éste se daría mayormente en áreas obsoletas e ineficientes, reemplazables y reabsorbidas por el mercado, además se apuntaba a que los trabajadores y sus demandas de beneficios salariales y seguridades laborales eran los elementos responsable de la poca demanda de empleo.

Las medidas económicas tomadas por la Dictadura de Pinochet hicieron que de 1973 al 1977 el desempleo en Chile subió hasta el 16% (cuatro veces), luego bajo al 13% en 1978 y se mantuvo al 10% anual hasta 1982 que volvió a subir grandemente hasta el 20%.



Algo parecido sucedió en la Argentina con Menem y puede verse en el siguiente grafico.

 


Luego de la crisis del 2001 en la Argentina y la llegada primero de Duhalde, y luego de Néstor Kirchner el desempleo comenzó a bajar abruptamente a partir del 2003 hasta un 7.5% en el 2007 cuando asumió Cristina, luego se mantuvo la cifra cerca del 6% cuando dejo su gobierno en el 2015.  La subida tuvo lugar más tarde cuando Macri asumió definitivamente en el 2016 y volvió a aplicar las mismas políticas de Menem, terminando su mandato con un 8.9% habiendo pasado por un 9.10% en el 2018 en plena crisis cuando endeudo a la Argentina en unos 44 000 millones de dólares con el FMI.

 


Los momentos actuales con un desempleo de 6.2% y una alta inflación anual del 140% nos recuerda la misma condición del año 1989 donde había bajo desempleo pero los que trabajaban eran pobre y no llegaban a fin de mes. Sin dudas estamos en presencia de un nuevo ciclo con condiciones creadas para una reproducción de las políticas de los 90 en la Argentina. No por gusto han aparecido en la actualidad tipos como Milei con patillas incluidas como las de Menem.

Me viene a la mente la principal idea del desarrollo humano de Marx que enuncio como universal en medio de aquella maleza ideológica de la segunda mitad del siglo 19, el hombre primeramente necesita comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte y religión.

Marx percibió la historia de la humanidad como una gigantesca espiral que trazaría el desarrollo de la productividad del trabajo (las fuerzas productivas) en relación con la cambiante estructura social en la que tiene lugar (las relaciones sociales de producción). Las fuerzas productivas tienden a crecer a lo largo de la historia, pero su velocidad varía dependiendo de que las relaciones sociales imperantes generen un clima favorable o desfavorable al progreso material.

Evidentemente por los datos que accedemos, el PBI argentino creció entre 1990-1998 en el doble, aunque hacia el 2001 este volvió a los niveles de 1989, en ese mismo periodo el desempleo creció tres veces.

Con la llegada de Néstor Kirchner en el 2003 y hasta 2015, que Cristina dejo su gobierno, el PBI creció 4.5 veces y el desempleo decreció en tres veces. Mirando estas cifras podemos afirmar que un crecimiento de las fuerzas productivas no siempre está vinculado a una mejor situación social de las mismas, porque falta el factor distribución de la riqueza y en ello el Estado es fundamental. El periodo de Menem produjo más agonía en las masas trabajadoras que el desarrollo económico (PBI) que provoco esas fuerzas productivas, la distribución de la riqueza creada se concentro en unos pocos. En el caso de Macri que trato de imitar a su mentor de los 90, hizo todo mal, su PBI se recorto en 1.2 veces del 2016 al 2019 y además vino aparejado al mismo tiempo de un aumento del desempleo.

Los “nuevos” Menemistas ante la situación actual muy parecida a la de 1989, pretenden convencer a una buena parte del electorado que teniendo en cuenta “la espiral de Marx”, podemos pasar por el mismo lugar pero un escalón más arriba, con ello es posible que se le dé una vuelta de rosca al desarrollo de las fuerzas productivas, incluso que el PBI argentino aumente significativamente como a partir del año 1989, pero lo que no te cuentan es las desgracias sociales que se verán con ese “progreso material en el PBI”, entre ellas, el desempleo.

La arremetida comunicacional de estos VIEJOS liberales encabezados por Milei, puede ser explicada por otra espiral, la llamada espiral del silencio que la politóloga alemana Noelle-Neumann ha esbozado en el pasado. En ella Neumann expone una idea fundamental, que se ve reflejada en la práctica,  las sociedades en general intimidan con el aislamiento a los individuos que expresan posiciones contrarias a las asumidas como mayoritarias, de tal forma que el comportamiento del público está influido por la percepción que se tiene del clima de opinión dominante. En general hay una tendencia en nosotros a ir calibrando nuestra opinión personal con las opiniones que se van dando mayoritariamente en el espacio público en que nos desenvolvemos.


Los Multimedios y hoy la internet con sus “redes sociales” crean estados de opiniones favorables o no a determinados estados de ánimos, y determinados conjuntos de ideas. La predisposición de la espiral de Neumann es silenciar a quienes tienen posiciones diferentes a las mayorías, pero se frena cuando se encuentra con un “núcleo duro”, que son aquellas personas que, aunque pocos, se consolidan en sus posiciones y opiniones y no abandonan el empeño de que su voz sea escuchada. Este ha sido el “fenómeno Milei”, amplificado por todos los medios ante sus estridentes pronunciamientos, incluso ideas aberrantes que en otro contexto hubieran sido fuertemente condenadas pero que inmersas en este caldo de cultivo, que es la situación económica y social desesperante de la  Argentina encuentran poco a poco el apoyo ciego y sin razonamiento, incluso de los que serán afectados en el futuro.

Neumann habla de un mecanismo psicológico interesante que se produce: “Los medios de comunicación influyen en que la gente hable o no. En primer lugar las personas son más valientes para apoyar públicamente una opinión si esta aparece como dominante en los medios de comunicación. En segundo lugar, los medios ofrecen a los ciudadanos, las palabras, los textos, los medios, los argumentos e ideas con las que defender las opiniones en debate. Generalmente habla de cómo se forma la opinión pública (el proceso), que parte de la observación que hace el individuo de su entorno social”…”“el resultado es un proceso en espiral que incita a otros individuos a percibir los cambios de opinión y a seguirlos hasta que una opinión se establece como la actitud prevaleciente, mientras que la otra opinión la apartarán y rechazarán todos, a excepción de los duros de espíritu, que todavía persisten en esa opinión”.

Queda claro algo muy importante, si una mayoría se considera minoría, tenderá a declinar en el futuro. A la inversa, si una minoría es vista como mayoritaria, irá en aumento. Milei ha logrado que su minoría sea vista como mayoría, primero gracias a su desempeño en las redes sociales, donde circularon sus “ideas locas”, luego el batacazo del apoyo concreto del 30% de los votantes en la pasada elección de candidatos del 13 de Agosto, y a partir de ahí, los medios de comunicación le hicieron sentir que sus opiniones “podrían” ser mayoritarias. A esta altura ya comienzan a difundir la idea de que Milei podría ganar en primera vuelta el próximo 22 de Octubre. Una vez más la espiral del silencio de Neumann nos ayuda a entender lo que está ocurriendo actualmente en la Argentina.

El menemismo recargado 2.0 está en la puerta de la Rosada, hagamos todo lo posible para que se quede en la entrada. No podemos permitirnos por el bien de todos, que nuestras opiniones mayoritarias den la sensación de ser minoritarias. La debacle a que nos convoca Milei no puede finalmente efectivizarse próximamente, de lo contrario las desgracias de hoy serán niños de pecho comparado a lo que padezcamos en el futuro.