Viaje a la Luna

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Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

jueves, 8 de abril de 2021

Pfizer suspendió el envío de vacunas a Israel por falta de pago (*)

En medio del sostenido crecimiento de casos que azota al mundo, Pfizer decidió detener los envíos de vacunas hacia Israel luego de haber denunciado una demora en los pagos. Según publicó The Jerusalem Post, las autoridades de la farmacéutica estadounidense advirtieron que el país no transfirió el dinero correspondiente a las últimas 2,5 millones de dosis, por lo que decidieron demorar la entrega de 700.000 vacunas que debían arribar este domingo.

De acuerdo a la información aportada por altos funcionarios de la farmacéutica, ya se completaron todas las entregas a Israel comprometidas en el acuerdo inicial de noviembre de 2020. "La compañía está trabajando actualmente con el gobierno israelí para actualizar el acuerdo, para suministrar vacunas adicionales al país. Mientras continúe este trabajo, los envíos pueden ajustarse", dijo Pfizer en un comunicado. El Ministerio de Salud no quiso comentar sobre la declaración.

Lo que ocurrió, explicó la empresa, fue que si bien Israel pagó las 10 millones de dosis pautadas en ese primer acuerdo, en febrero el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, llegaron a un nuevo acuerdo para suministrar al país dosis adicionales. El retraso en los pagos de estas últimas vacunas habría desatado la decisión de la farmacéutica de detener los envíos.

Según el periódico israelí, el Ministerio de Salud Yuli Edelstein viene presionando a las autoridades para que aprueben la compra de nuevas vacunas. Tras algunas conversaciones, el gobierno había programado una reunión para el lunes pasado, que finalmente decidió posponerse "indefinidamente" por un conflicto entre Netanyahu y el líder del partido opositor Partido Kajol-Laban, Benny Gantz.

La reunión fue cancelada por Gantz, luego de que Netanyahu se negara a aprobar su nombramiento como ministro permanente de Justicia, ya que su mandato como ministro terminó el 2 de abril, tres meses después de que asumiera el cargo en lugar de Avi Nissenkorn, quien había dimitido.

Yuli Edelstein intentó vanamente este domingo persuadir a Gantz para retomar las negociaciones y poder seguir adelante con el acuerdo de Pfizer. "Si esta reunión es tan urgente para Edelstein", dijo un portavoz de Gantz, "todo lo que tiene que hacer es llamar al primer ministro Netanyahu y pedirle que nombre un ministro de justicia".

La oficina de Gantz afirmó, además, que la compra de los 2,5 millones de vacunas ya estaba aprobada y que cualquier retraso en el pago era responsabilidad del Ministerio de Salud. También recordó que el país ya había comprado 27 millones de dosis, que incluyen vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, "que deberían ser suficientes para el futuro cercano".

Mientras tanto, a los funcionarios de salud les preocupa que Israel pierda la oportunidad de comprar las vacunas. El comisionado de coronavirus, el profesor Nachman Ash, dijo al Post que si Israel no firma rápidamente los contratos necesarios, es posible que no pueda vacunar a sus niños o proporcionar a los ciudadanos inyecciones de refuerzo contra las variantes más resistentes a la vacuna.

"Existe una competencia real para comprar vacunas en países de todo el mundo", advirtió Ash en una entrevista la semana pasada. “Queremos reservar nuestro lugar en la parte superior de la lista y no ser empujados hasta el final para que no podamos obtenerlas cuando más se necesitan”, insistió.

 (*) en PAGINA12




El jefe del Comando Sur de EE.UU. se mostró interesado en una base en Tierra del Fuego(*)
(Por Fernando Cibeira) 

Una de las pocas preguntas puntuales sobre el país que le hizo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al canciller Felipe Solá en su primera comunicación de días atrás fue si era cierto que China construiría una base militar en Tierra del Fuego. Solá le negó cualquier acuerdo en ese sentido. Este miércoles, pocos días después de esa conversación, llegó al país el jefe del Comando Sur, el almirante Craig Faller, quien tiene en su agenda justamente una visita a Ushuaia para interiorizarse sobre los planes en marcha para ese punto estratégico del Atlántico Sur con cercanía a la Antártida, donde la Armada argentina busca desde hace tiempo financiamiento para una nueva base que despierta interés en las principales potencias del mundo.

Las versiones circulan desde hace tiempo, incluso trascienden a los gobiernos. El último rumor se disparó luego de la última conversación que mantuvieron Alberto Fernández con Xi Jinping, donde avanzaron en la idea de la incorporación argentina a la iniciativa de la Ruta de la Seda, una asociación que posibilita fuertes inversiones chinas en infraestructura. Eso encendió las alarmas del Departamento de Estado, atento a cualquier avanzada de la potencia asiática en la región, pero en especial en una zona que forma parte de la disputa geopolítica mundial dada la riqueza inexplorada de sus recursos naturales. La prueba de ello es la consulta directa de Blinken a Solá en su primera conversación. 

La Armada tiene en Tierra del Fuego una base que quedó anticuada, por lo que desde hace una década tiene proyectada la construcción de una nueva, para lo que necesita un financiamiento de unos 400 millones de dólares. Ya cuenta con el terreno tanto para construir el puerto, como la base militar y un barrio de viviendas para el personal. A ese mismo proyecto, el gobernador fueguino Gustavo Melella quiere sumarle la posibilidad de utilizarlo como una gran base logística civil, que sirva para enviar personal y suministros a la Antártida, incluso ofrecer servicios turísticos. Melella se reunió con el embajador chino Zou Xiaoli para interesarlo en su propuesta. El gobernador plantea que ante el fortalecimiento británico en Malvinas y la avanzada de Chile en Punta Arenas, Argentina debe apresurarse y aprovechar las posibilidades estratégicas de Ushuaia. 

Los planes 

"La idea que siempre tuvimos es hacerla nosotros para usarla nosotros, no es algo que estemos pensando para que lo utilicen los demás. Obviamente, todo el mundo está interesado en saber qué ocurrirá allí. Es un lugar estratégico muy importante, sería la base marítima más austral del mundo, con posibilidad de monitorear todo lo que ocurre en el Atlántico Sur y cerca de la Antártida", explicaban en el Ministerio de Defensa sobre la iniciativa.

El Comando Sur es la unidad del Pentágono que se ocupa de velar por los intereses de Estados Unidos en la región. El almirante Faller llegó ayer al país, donde fue recibido por la encargada de negocios MaryKay Carlson, actualmente a cargo de la embajada norteamericana. Hoy se reunirá con el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y donará tres unidades sanitarias móviles para la lucha contra la pandemia. Pero su interés militar estará puesto en su visita a Ushuaia, donde buscará comprobar qué es lo que está sucediendo allí con una recorrida por la actual base. En la confrontación mundial desatada en los últimos tiempos, Estados Unidos es particularmente receloso respecto a cualquier avanzada de China y Rusia en América, desde la generosa provisión de vacunas que han dispuesto para el combate a la Covid en los países de la región -la llamada "diplomacia de las vacunas"- como sus ambiciosos planes de inversiones, por lo general volcados a la explotación de recursos naturales.

"La verdad es que hasta ahora no recibimos ninguna propuesta concreta ni de China ni de Estados Unidos para financiar la base militar en Ushuaia. Nosotros tenemos políticas de colaboración militar con China y con Estados Unidos, también con Rusia y con la Unión Europea, pero eso no significa que resignemos nuestros intereses. Queremos hacer la base en ese lugar geopolítico estratégico para el uso de la Armada argentina, no para que lo utilice otra armada. Eso no forma parte de nuestro análisis", afirmaban en Defensa. 

(*) en EL DESTAPE



LOS TAMBORES DE LA GUERRA(*)
(Por Fabián Escalante Font)

 


Ya se escucha el fuerte sonido de los tambores. No el de nuestros aborígenes caribeños o del sur del continente, que en celebraciones y protestas vibran al son de sus reclamos o consignas. Estos que ahora se escuchan son los redoblados por el Imperio Norteamericano, que se apresta a lanzar una ofensiva generalizada contra nuestros pueblos, al sur del Rio Grande.

No, no están conformes con el estado de cosas al que se enfrentan. Pensaron que con un nuevo liberalismo encabezado por los Bolsonaro, Piñera, Abdo Benítez, Duque, Moreno, Hernández, Bukele, Giammattei y otras malas hierbas habían liquidado o al menos contenido la resistencia de nuestros pueblos. Pero no ha sido así. Las próximas elecciones en el Ecuador, incluso en el legendario Perú, pueden fortalecer un bloque de países progresistas integrado ya por México, Argentina, Bolivia, Venezuela, Nicaragua y Cuba y proporcionar un golpe demoledor al “ministerio de colonias” yanki, la OEA, restableciendo una Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, libre de tutelajes imperiales.

Precisamente a ello se debe el recorrido que en estos días inicia por la Argentina el jefe del comando sur de Estados Unidos, Almirante Craig Faller y cuyo objetivo central es la agresión a la hermana República Bolivariana de Venezuela, en tanto, su estrecho aliado, abastecedor seguro de cocaína, el que mantiene ocupado con 7 bases militares, y un rio de millones de dólares, no ha podido doblegar al valeroso pueblo de Bolívar y Chávez.

El Almirante pretende construir un frente de guerra, con Brasil y sus militares golpistas al frente y al menos neutralizar a los países del Sur. Sería una acción militar combinada por ambas fronteras venezolanas, que liquidara al estilo de los ejércitos hitlerianos, de un golpe, la resistencia de sus fuerzas armadas, sus milicias y al pueblo organizado, algo que, es impensable, porque cuando un pueblo asume su dignidad, defensa y soberanía es capaz, como los espartanos de la antigua Grecia de vencer y derrotar los invasores de Darío en las Termopilas. Y estamos seguros, de que nuestros hermanos de punta a punta del continente, los derrotarán enarbolando el sable de Bolívar y el verbo y la acción de Chávez, Kirchner, Evo, Correa, Lula, Dilma y todos los combatientes que nos antecedieron.

Los objetivos estratégicos del Imperio, continúan siendo los mismos, aun después de Trump, ahora con Biden. Ellos saben que están derrotados estratégicamente no solo militar, sino económicamente. Rusia, China e Irán le han plantado cara y aceptado el reto. La otrora poderosa Unión Europea, devenida en “perrito faldero” de Norteamérica, se encuentra como decía un chiste español de mis tiempos: “como el curro en la fiesta, que no se puede ir, ni tampoco quedarse”, amarrada por importantes intereses económicos a Rusia y el acceso a un mercado chino inagotable, innovador y barato. Sin embargo, acusa, ataca, calumnia y amenaza a nuestros pueblos: le sirven de comparsa al Imperio en su novedosa ofensiva latinoamericana.

Por su parte, los yankis han preparado lo que han denominado guerra de cuarta generación, que en dos palabras, asume todas las modalidades empleadas hasta entonces por los “señores de la guerra”. Entre ellas, la poderosa “guerra sicológica”, es decir, el ablandamiento de la conciencia de nuestros pueblos, con el objetivo de confundir, engañar, manipular, sus sentimientos, opiniones y conductas, en suma anular su conciencia social, su rebeldía, su historia de luchas, sus anhelos por un porvenir que no dependa de esas dramáticas caravanas de emigrantes obligados por el hambre y engañados por la propaganda, que marchan hacia el Norte, en busca de un futuro mejor.

El escenario político militar se prepara activamente. No es de extrañar que pronto aparezca en la frontera venezolano colombiana un Juan Guaidó con casco de guerra y empuñando un fusil, imagino que de palo, pues el otro lastimaría sus cuidadas manos.

Sin embargo, en Cuba, en su ejemplo, en sus hombres y mujeres, continúa la responsabilidad de proteger la llama de la Revolución continental. Por ello, el nuevo gobierno yanki encabezado por Biden no se apura en revisar su política hacia nuestro país, quizás esperando que ocurra el milagro de un desmerengamiento al estilo de la Europa del Este de los años 90. ¿Por qué? Ellos saben que pésele a quien le pese, Cuba continúa siendo el faro de luz que encendiera Fidel Castro aquella gloriosa mañana del 1ero de enero de 1959; solidaria, cuando da a otros lo que no tiene, la vencedora de Girón, de la Crisis de Octubre y mil batallas, la de las brigadas Henry Reeve, la de los programas de alfabetización “yo sí puedo”, la de las operaciones sanitarias Milagros y Barrio Adentro, la del combate al Ebola, la que venció junto a sus hermanos angolanos y Namibios al odioso apartheid en África del Sur, la del eterno Comandante en Jefe, aquel que en su testamento político, nos indicó, entre otras, dos ideas esenciales, como si su obra no fuera monumental, inigualable: cámbiese todo lo que deba ser cambiado, puntualizando, Revolución es sentido del momento histórico. Y es ese, el sentido de este momento, el que señala el camino, cambiando, renovando, atrayendo a las nuevas generaciones de cubanos a este combate desigual y a la vez victorioso.

A fuerza de luchas y combates, los cubanos tenemos alguna experiencia en estas lides, no en balde Estados Unidos nos ha bloqueado, agredido, aterrorizado, lanzado campañas terroristas y de toda índole por más de 60 años. No creo que existan precedentes en la historia de la Humanidad. Claro, ahora nos encontramos en una situación particular, en un proceso de tránsito generacional, acosados económica y políticamente, sufriendo al igual que la Humanidad una de las más terribles pandemias conocidas por siglos.

La guerra sicológica fue la primera receta empleada contra la Revolución cubana, aprovechando el analfabetismo aun existente, los prejuicios con el socialismo y las esperanzas vanas con las cuales sus medios machacaban a nuestra población con el “sueño americano”, la sociedad de consumo desarrollada como el “dorado” que debíamos alcanzar.

A penas unas semanas después del triunfo de la Revolución, Estados Unidos y su Agencia de Informaciones acusó a Cuba de “violar” los derechos humanos de los asesinos y torturadores detenidos. Sin embargo, aquellos criminales de guerra eran juzgados por sus asesinatos, en tribunales, en los cuales se les garantizaba el debido proceso y eran públicos y televisados.

El Imperio orquestó a todos los medios masivos de difusión existentes en el país, aún en manos de la oligarquía criolla, para hacer coro a sus consignas y no contento con esto, construyó en una isla del caribe hondureño una poderosa planta radial de 50 KW de potencia que transmitía las 24 horas del día, encadenando en horarios estelares, las radio emisoras de la Florida, transmitiendo mensajes aterradores al pueblo cubano, sobre los objetivos de la Revolución, sus líderes y el proyecto político, social y económico que se estaba poniendo en marcha. La falsa ley sobre la Patria Potestad, hizo creer a un sector de la población que el Estado le quitaría la atribución a los padres sobre sus hijos, provocando el éxodo a Estados Unidos, de más de 15,000 infantes, que muchos jamás se reencontraron.

El siglo XXI y la aparición de la Internet y las redes sociales van a cambiar dramáticamente estas operaciones de guerra sicológicas, o mejor sus conceptos y estrategias. Se podría decir, que se han masificado las acciones de guerra sicológica y cualquier persona con un teléfono con acceso a la red, puede participar en ella.

Estados Unidos y sus aliados, desde mucho antes, habían creado “laboratorios” para dirigir y orientar las acciones que en este sentido se proponían, por cierto, gracias en cierta medida, a su funesta y fracasada experiencia contra la Revolución cubana. La USAID, NED, Freedom House, Reporteros sin Fronteras, la fundación Albert Einstein, etc. los cuales son abastecidos económicamente por el Congreso de ese país, organizan programas que van dirigidos hacia sectores específicos de la sociedad. Ello no es aleatorio, sino resultado de un estudio “científico” que busca las debilidades, nuestros errores, los flancos descuidados, para entonces dirigir el golpe en esa dirección.

En nuestro caso, temas como el cansancio, el agotamiento social, “hasta cuándo hay que sacrificarse”, “cuándo la Revolución va a satisfacer todas las necesidades de la población”, “cuándo podemos tener apartamentos de lujo y autos de último modelo”, son conceptos con los cuales han estado martillando la conciencia de nuestras jóvenes generaciones, como si alcanzarlo fuera posible, como si alguna sociedad en el Mundo lo hubiera logrado, como si el trabajo, diario y esforzado no fuera la única fuente de satisfacción al menos de las necesidades inmediatas, y como si la sociedad cubana, ésta que tenemos, no tuviera uno de los estándares sociales más elevados en nuestro continente, como si la seguridad social, la salud, la educación en todos los niveles, el desarrollo de la cultura en sus múltiples esferas, la nutrición básica, la seguridad ciudadana, la vacunación temprana de los infantes, el desarrollo científico alcanzado, con la organización del enfrentamiento a la pandemia del covid, con la SOLIDARIDAD a otros pueblos que en más de 60 años hemos brindado, porque no hemos dado lo que nos sobra, sino que como indicó el Nazareno, compartimos lo que tenemos, lo poco que tenemos. Y creo que ello no tiene comparación alguna con ningún otro ejemplo pasado, de un pueblo que construye o intenta construir una sociedad más justa, humana y equitativa, rodeado, agredido, bloqueado. No, no recuerdo otro en la historia de la humanidad. Hoy estamos en proceso producir cinco vacunas contra el covid. Imaginar que este pequeño país, cercado y agredido pueda hacer algo tan importante como ello, que salvará millones de vidas, porque como siempre, Cuba solidaria, no piensa hacerse millonaria, -como sí aspiran los grandes consorcios farmacéuticos que hoy producen vacunas-, sino ayudar a sus hermanos, a nuestros pueblos, porque ese fue el legado de Martí y de Fidel, su trabajo, cuando dijo que este pueblo sería de hombres de ciencias y además forjó las condiciones para ello.

Los contrarrevolucionarios de los primeros años, tenían que abastecerse de armas y explosivos para actuar, correr riesgos, atacar, dar la cara de manera frontal, sin embargo eso ha cambiado en esta época. Ahora, se hacen periodistas “independientes” en Internet para sus reportajes y noticias calumniosas, otros más arriesgados se inscriben en programas de las organizaciones antes citadas y proponen ladinamente cuáles deben ser los focos de las agresiones contra su Patria, nuestros costados débiles, presentando un proyecto en el que se explica detalladamente cómo organizar la agresión, una “disidencia”, acciones plásticas, protestas de jóvenes “artistas” descontentos etc., para que les paguen el presupuesto y entonces con ese dinero, actuar. El denominado Movimiento de San Isidro es un ejemplo en el cual un sujeto, que no tiene nociones de arte, se sienta en un inodoro, arropado con las banderas cubanas y norteamericanas y proclama el acto como un hecho cultural, de protesta antigubernamental.

Y entonces, comienza el maratón de noticias falsas: violación de derechos humanos, reportajes acusatorios de “periodistas independientes”, memes burlando a los dirigentes en las redes, canciones compuestas por artistas conocidos que en su exilio dorado y pagado, producen música y letras para darle “color” y voz a las “protestas” contra el “régimen cubano”

El escenario está listo. Antes, Trump, en sus últimos días, nos declaró un Estado terroristaas- y ahora aparece el Secretario de Estado norteamericano con un informe donde afirma que en Cuba se violan los derechos humanos y por tanto, se infiere, o infiero, que ninguna de las 242 medidas anticubanas tomadas por el anterior presidente contra este pequeño y agobiado país, serán modificadas, si no se hace concesiones, es decir, se pide perdón, se arrodilla e implora al nuevo emperador-presidente Joe Biden clemencia y se promete rendirse.

¿Y cuál es el antídoto a estas agresiones, a esta guerra sicológica, cultural, económica, social, multilateral y total que ejecuta el enemigo contra nuestro pueblo?

Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras, nos indicó José Martí, y después, durante esta larga guerra contra el Imperio, desde aquellas trincheras, entablar la Batalla de Ideas a la cual nos convocó Fidel. A la guerra de ideas nos enfrentamos con las ideas, con la verdad, con el desarrollo de la conciencia revolucionaria, comprendiendo el momento histórico, defendiendo la unidad nacional, -quebrarla es el objetivo enemigo-, porque sin esa unidad estamos perdidos, criticando todo lo que deba ser criticado, rectificando todo lo que deba serlo, armando esa conciencia con pensamiento novedoso e incorporando a las nuevas generaciones, que aportan sus ideas, que tienen su óptica, positiva por demás, -aunque distinta a la nuestra, ya un poco desgastada en los combates-, sin continuismo pero con continuidad, con renovación, utilizando todo el caudal de las organizaciones sociales, sindicales, fraternales, en fin todas, armándolas de los conceptos e ideas de nuestro socialismo, con las que Fidel, tan vigente hoy, nos indica el camino.

Hoy más que nunca debemos combatir a la ofensiva, no dejar que el enemigo nos rodee, dentro del cerco que el bloqueo impuso, porque dentro del mismo nos aniquilan. Llevar el combate a su propio terreno, allí donde precisamente no nos esperan. Usar el estilo guerrillero que nos legó el Ché y Fidel. Recordar, que cada cual debe tener el derecho a defender la Revolución cómo sabe, como puede, con las uñas si es preciso, sin dogmas, desde sus propias ideas y trincheras.

 (*) en LA PUPILA INSOMNE