¿Por
qué los medios concentrados invisibilizan la violencia en Colombia?
(Por
Pedro Brieger)
En el periodismo una cuestión básica es discernir qué es noticia y qué se le transmite al público. En el proceso de selección siempre hay que tomar en cuenta el factor ideológico ya que la objetividad no existe en ningún tema, sea en el ámbito deportivo o en el político.
Esto permite comprender porqué Venezuela aparece en casi todos los medios
de comunicación como un tema recurrente que se ha convertido en un arma
político-comunicacional para descalificar a los movimientos progresistas.
En este sentido cabe
preguntarse por qué para la inmensa mayoría de los medios de comunicación la
violencia en Colombia está invisibilizada. Si en Estados Unidos
alguien se sube a un techo o entra en una escuela y comienza a disparar contra
varias personas, seguramente aparecerá en los diarios o en la televisión de
casi todo el mundo. Y si es posible se lo transmitirá en vivo y en
directo.
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Pero las masacres en Colombia no existen. ¿No existen? En lo que
va de 2021, ya se han producido más de 30 masacres y unas 120 personas fueron
asesinadas, según ha documentado el Instituto de estudios
para el desarrollo y la paz (Indepaz); que se suman a las 91 masacres de 2020.
En 2021 ya han asesinado más de 50 líderes y lideresas sociales, indígenas y
defensores de derechos humanos.
Entre 2015 y 2019, Colombia ocupó el primer lugar en víctimas de
desplazamiento forzado dentro de un mismo país y a comienzos de
2021 Naciones Unidas, registraba más de 9 millones de personas desplazadas
internamente, cifra solo superada por Siria, en guerra civil hace una década.
Pero Colombia no existe.
Los Acuerdos de Paz firmados en 2016 entre el presidente Juan Manuel Santos
y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contemplaban la
desmovilización de quienes participaban de la guerrilla y su inserción pacífica
en la vida civil. Con bombos y platillos se realizó una ceremonia en la bella
Cartagena de Indias en septiembre de 2016 para celebrar la firma de los
Acuerdos. Pero desde entonces asesinaron a 276 excombatientes que
aceptaron los términos de los Acuerdos, sin gran repercusión internacional.
¿Cuánta gente sabe que en Colombia, aún hoy,
se produce el 70 por ciento de la cocaína del mundo según se puede
leer en el último informe de la oficina de Naciones Unidas de lucha
contra las drogas Colombia? Debería ser
noticia, ¿verdad?
En abril del año 2000, el entonces senador, y hoy presidente Joe Biden, viajó
a Colombia para “examinar el programa antinarcóticos” y le pidió al Congreso
mayores fondos para combatir el narcotráfico. Sólo entre 2008 y
2021, según datos oficiales, enviaron más de 4 mil millones de dólares,
además de asesores militares y sus expertos de la DEA, la agencia de lucha
contra las drogas. A la luz de los hechos se puede afirmar que la
política de la Casa Blanca hacia Colombia ha sido uno de los fracasos más
estrepitosos en política exterior si, efectivamente, el objetivo era erradicar las
drogas; aunque no se puede negar que sirvió para que se filmaran
extraordinarias series y películas sobre Pablo Escobar y la DEA.
Sí. Colombia existe. Y si las grandes cadenas de noticias internacionales informan poco de
lo que allí sucede es por motivaciones ideológicas.
Colombia tiene una vibrante sociedad civil que clama a gritos cambios
estructurales para hacer honor a esa hermosa y
atractiva publicidad de hace unos años donde se decía que Colombia es
un paraíso, y “el riesgo es que te quieras quedar”.
(En eldestapeweb.com)
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