AL BALCÓN
Finalmente, la película llego a su fin. Los
ingentes esfuerzos de los grandes intereses económicos de este país y su poder
judicial lograron con la llegada de Milei que la Corte Suprema ratificara la
condena a 6 años de prisión (por ahora domiciliaria) de Cristina Kirchner.
Soy un humilde pelador de caña, que mira desde
el suelo la realidad de este país, con lo cual afirmar o no que Cristina es
corrupta y merece su condena, no lo puedo hacer, sin embargo, a vuelo de pájaro,
cualquiera podría afirmar que la justicia en este país esta comprada por los
grandes intereses empresariales, y esto hace que precisamente no sea justa, sino
Macri, Caputo, Dujovne y hasta el mismísimo presidente Milei tendrían que estar
tras las rejas. Recordemos que, frente a los ojos de todos, Milei promociono
una criptoestafa de al menos unos 100 millones de dólares, y la justicia poco y
nada ha avanzado.
Lo de Cristina comenzó por allá por el 2008 con
una denuncia presentada por Elisa Carrió, sobre presuntas irregularidades en la
adjudicación de obras públicas en Santa Cruz a favor del empresario Lázaro
Báez, entonces corría el primer mandato de Cristina. La causa se reactivó en el
2016, cuando Macri comenzaba su segundo año de presidencia, más exactamente el 27 de diciembre de 2016, el juez
federal Julián Ercolini procesa a Cristina Kirchner, Julio De Vido, José López,
Lázaro Báez y otros exfuncionarios por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta en perjuicio de la
administración pública. Se traban embargos por 10.000 millones de pesos
para Cristina y De Vido. La investigación estuvo a cargo de los fiscales
Gerardo Pollicita e Ignacio Mahíques. No voy a entrar en todos los detalles,
pero solo diré que el 2 de Marzo de 2018 el juez Ercolini cierra la instrucción
y eleva la causa a juicio oral, que comienza un año más tarde en mayo de 2019.
Si uno relaciona las fechas de los pasos que
fue dando la “justicia” con respecto a la situación socio-económica y política que
se vivió durante el gobierno de Macri, puede observar con claridad, que las
resoluciones en la causa del 2008, conocida como Causa Vialidad, están vinculadas
a situaciones en las que el gobierno de Macri la estaba pasando mal, y bien era
sabido entonces que querían correr de la escena política a un contendiente opositor
con amplias posibilidades para volver al poder, algo que los grandes intereses económicos
querían frenar a toda costa. Solo mencionar algo sabido, la debacle económica y
financiera del gobierno de Macri comenzó en Marzo-Abril de 2018. En Mayo de
2019 las encuestas daban perdedor a Macri en las elecciones PASO de Agosto de
2019, como finalmente ocurrió. En Octubre de 2019 Cristina volvió al poder. A
buen lector pocas explicaciones.
Hay que decir algo muy importante, durante los
12 años del Gobierno de Nestor y Cristina del 2003 al 2015, acá el empresariado
nacional y porque no el extranjero también, gano a manos llenas, es posible que
a partir de comienzo del 2014, hallan mermado las ganancias y es por ello, que
esos intereses económicos hayan decidido apostar a un nuevo caballo, en este
caso por Macri, que finalmente logró imponerse por 670 mil voto ante un Scioli,
que poco y nada recibió apoyo de una Cristina, que ya no se podía presentar a
las presidenciales. Esto también explica porque una causa del 2008 contra
Cristina a penas se reactivó en el 2016 cuando Macri estaba en el poder.
El gobierno de Alberto y Cristina de 2019 al
2023 fue malo, malo para la gente de a pie, malo para los empresarios, malo
para todos. Era de esperar que el poder económico de este país y su justicia
como partido político hicieran todo lo posible para deshacerse de Cristina. Así
que la condena a Cristina ocurrió durante agosto a diciembre de 2022 y luego
entre la defensa de Cristina y las apelaciones correspondientes se llegó a la
Corte Suprema, que el 10 de Junio de 2025 deja firme la sentencia a 6 años de prisión
de Cristina Kirchner y su inhabilitación perpetua a cargos públicos. Previamente
8 días antes, el 2 de Junio, Cristina anuncia que será candidata por la tercera
sección electoral, que incluye 19 municipios del Área metropolitana de Buenos
Aires, un bastión peronista que la líder política busca movilizar con vistas a
las elecciones legislativas nacionales de medio término que tendrán lugar en
octubre de este año. Vuelvo con lo mismo, a buen lector pocas explicaciones.
Y bueno, ahora tenemos a Cristina en el balcón de su casa, con prisión domiciliaria que podrá salir a regar las plantas (que no tiene) y tomar Sol siempre que no alborote a sus seguidores, algo tan ridículo que parece salido de una comedia payasesca. Por lo pronto ayer convoco a una multitud de personas a la plaza de mayo en su primer día de “cárcel” (el tema de las cifras que movilizo es otro capítulo kafkiano que la prensa absolutamente dependiente de ese poder económico utiliza para contrarrestar el hecho).
Pero la pregunta importante acá es ¿Que va
hacer en los próximos 6 años esta señora que, con 72 años, ese poder económico con
su justicia como punta de lanza a enviado al balcón?
A Cristina no la veo tejiendo con estambre unas bufandas a sus nietos, es una dirigente política de marca mayor, que,
aunque condenada, no se va a quedar quieta, ha demostrado sagacidad política, no
exenta de algunas pifias (mirándolo con un solo ojo). Fallo en no apoyar a
Scioli frente a Macri (a mi modesto entender, la soberbia pudo más, sino soy yo
no es nadie) y fallo cuando le hizo la vida imposible a Alberto en su gobierno,
cuando fue ella (como toda una emperatriz) con su dedo mágico la que lo designo
para las presidenciales del 2019. Ahora bien, dicho esto también digo lo otro,
en el 2019 su caudal de voto, como posiblemente sea el de ahora, no rebasaba el
30% de los votantes, se necesitaba alguien moderado que convenciera a una población
de un 40% de los votantes que no se identificaba ni con el peronismo ni con la
derecha de este país, y a la larga Alberto jugo esa carrera y le fue bien, pues
le gano a Macri en Octubre de 2019 un 48% a 40% en la presidenciales.
Desde el balcón Cristina tendrá que volver a
demostrar su capacidad de previsión y su astucia para conformar una unidad
peronista que meta a todos en una misma bolsa, no solo a los kirchneristas. La
convocatoria de ayer logro algo de eso, pero ella seguirá en el balcón, y el
peronismo ha demostrado históricamente una máxima, “muerto el Rey, viva el Rey”,
la justa por el próximo liderazgo concreto para presentarse en representación de
todos a unas presidenciales, acaba de comenzar. No es difícil leer lo que ocurrió
más recientemente entre Menem y Eduardo Duhalde, entre Duhalde y Néstor
Kirchner, y la incipiente pelea Cristina-Kicillof.
La suerte del próximo peronismo con Cristina
desde el balcón, no solo se define por lo que ellos puedan hacer internamente
como única fuerza política contraria al rumbo neoliberal actual, sino a la
suerte económica y social de este gobierno de Milei. Como he dicho en mi post “Para
Rato”…”Es evidente que, en el 2026, la
preocupación de la inflación en la gente dejara de existir, entonces el
desempleo y el no llegar a fin de mes lo agobiaran tanto que Milei llegara a
Octubre de 2027 con una imagen mellada, pero aun así a la larga ganará. Milei
lo tendremos hasta 2031 y en su segundo mandato afloraran en toda su magnitud
los desastres sociales que estas políticas neoliberales hacen a largo plazo,
será un desastre total y entonces comenzará una nueva calesita…”.
Precisamente para esa nueva calesita el peronismo tendrá que estar listo, con
nuevos dirigentes y con nuevas políticas que no solo enamoren, sino que corrijan los errores del pasado, construir un estado eficiente y prolijo con una cantidad
optima de ministerios que garantice no solo dar derechos, sino resolver los
problemas concretos de la gente postergados por tanto años, dígase agua,
cloaca, vivienda, gas, electricidad, y todo eso hacerlo, sin corrupción. A buen
lector pocas explicaciones.
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