Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

domingo, 28 de diciembre de 2014

BUSCANDO LA MELANCOLIA

Por estos dias que uno extraña el barrio, los viejos amigos y que decir de la familia,  la vieja y su rica e inconfundible comida, el viejo con sus chistes para alegrarnos la noche,  el hermano y sus ocurrencias, la hija, que lejos, tiene lagrimas de Amor, encuentras en la musica,  el aliado perfecto, y buscas aquella que  te  lleva a los momentos felices, o más bien a la melancolía del pasado,  entonces descubres que  jóvenes de  apenas 30 años pueden recrear un Jimi Hendrix que  parece olvidado en estos tiempos, salvo por viejos como yo,  descubres que  un GARY CLARK JR.  te  puede regresar  a esos  sonidos,  donde  los  zares  del rock,  te  presentaban un  mundo que  al  final  no  fue  posible,  siento una cierta presión en el pecho por  aquellos  tiempos,  y me envenena las  tripas lo  que  quieren  hacer MESÍAS de  los hombres que nuncan serán,  por que  su ego fue  más  fuerte  que  la humildad de  morir en  la  cruz,  pero  eso es otro  capítulo.

Gary me recuerda a unos acordes disonantes sacado de  una  guitarra GIBSON SG,  con  el  mejor  riff solo  visto  entre  1963 y 1970.

A los  que  todavía  no  conocen  a este  muchacho de  Austin Texas,  estamos  hablando  de  alguien,  que de seguir  su  camino inicial se hablará mucho en  las  próximas décadas,  hacia  tiempo que  no oía  una  guitarra  eléctrica de tamaña transparencia,  los  viejos  como  yo,  que  pretenden ver  el  pasado a cada  momento,  sólo  tienen  que  escuchar un  "Catfish Blues" y entonces rememoraran un "Slow Blues".

Gary Clark Jr. puede ser  entonces esa resurrección de un  Dios que  levanto la  guitarra, como otro hace  2000 años  lo  hizo con  una  cruz...

miércoles, 17 de diciembre de 2014


Un amigo de la Habana, me hizo recordar de emociones fuertes, COMO LOS 11 PESCADORES DE CAIBARIEN EN 1970, ELLOS TAMBIEN REGRESARON.


HOY ES UN DÍA HISTÓRICO, COMIENZA A CAERSE UN MURO, SE CONSTRUYE UN PUENTE


lunes, 15 de diciembre de 2014

En estas navidades que uno desea tanto, mas para otros que para uno, este es el anhelo para mi hija Camila…de un padre a lo lejos.

ESO QUE LLEVAS AHÍ
(Fito Páez)

Lo importante no es llegar 
lo importante es el camino 
yo no busco la verdad 
sólo sé que hay un destino. 

Y eso que llevas en tu corazón 
y eso que llevas ahí 
y eso que llevas en tu corazón 
quizás también te hará reír. 

Lo importante es amar 
tan inmenso es el abismo 
lo importante es desear 
y no ser un muerto-vivo. 

Cabalgué solo en la oscuridad 
de las crinas de un caballo malo 
te di amor hasta el fondo del mar 
y lloré entre las flores de mayo (Octubre)

Sólo una oportunidad 
sólo hay un solo tiro 
yo nací en una ciudad 
de allí también son mis hijos. (Es mi hija)

Y eso que espera en tu corazón 
y eso que espera salir 
y eso que espera en tu corazón 
tal vez un día te hará feliz. 

Conocí una muchacha de miel 
con aceros reforzó la casa 
no dejó entrar a nadie después 
sin querer me devolvió mi alma. 

Lo importante no es quedar 
que todo pende de un hilo 
lo importante somos vos y yo 
y el amor que construimos. 

Y eso que llevas en tu corazón 
y eso que espera salir 
y eso que sangra en tu corazón 
confía también te hará feliz. 

Canción, canción, canciones de liberación.

viernes, 12 de diciembre de 2014

(Publicado en el blog "SEGUNDA CITA", de Silvio Rodriguez)


HOMBRE DE CAMPO

                                   José Martí Pérez
Hombre del campo:

No vayas a enseñar este libro al cura de tu pueblo; porque a él le interesa mantenerte en la oscuridad; para que todo tengas que ir a preguntárselo a él.
Y como él te cobra por echar agua en la cabeza de tu hijo, por decir que eres el marido de tu mujer, cosa que ya tú sabes desde que la quieres y te quiere ella; como él te cobra por nacer; por darte la unción, por casarte, por rogar por tu alma, por morir; como te niega hasta el derecho de sepultura si no le das dinero por él, él no querrá nunca que tú sepas que todo eso que has hecho hasta aquí es innecesario, porque ese día dejará él de cobrar dinero por todo eso.

Y como es una injusticia que se explote así tu ignorancia, yo, que no te cobro nada por mi libro, quiero, hombre del campo, hablar contigo para decirte la verdad. No te exijo que creas como yo creo. Lee lo que digo, y créelo si te parece justo. El primer deber de un hombre es pensar por sí mismo. Por eso no quiero que quieras al cura; porque él no te deja pensar.
Vamos, pues, buen campesino: reúne a tu mujer y a tus hijos, y léeles despacio y claro, y muchas veces, lo que aquí digo de buena voluntad. ¿Para qué llevas a bautizar a tu hijo? Tú me respondes: "Para que sea cristiano." Cristiano quiere decir semejante a Cristo. Yo te voy a decir quién fue Cristo.

Fue un hombre sumamente pobre, que quería que los hombres se quisiesen entre sí, que el que tuviera ayudara al que no tuviera, que los hijos respetasen a los padres, siempre que los padres cuidasen de los hijos; que cada uno trabajase, porque nadie tiene derecho a lo que no trabaja; que se hiciese bien a todo el mundo y que no se quisiera mal a nadie.

Cristo estaba lleno de amor para los hombres. Y como él venia a decir a los esclavos que no debían ser más que esclavos de Dios, y como los pueblos le tomaron un gran cariño, y por donde iba diciendo estas cosa, se iban tras él, los déspotas que gobernaban entonces le tuvieron miedo y lo hicieron morir en una cruz. —De manera, buen campesino, que el acto de bautizar a tu hijo quiere decir tu voluntad de hacerlo semejante a aquel grande hombre.

Es claro que tú has de querer que él lo sea, porque Cristo fue un hombre admirable. Pero dime, amigo, ¿se consigue todo eso con que echen agua en la cabeza de tu hijo? Si se consiguiera todo eso con ese poco de agua, todos los que se han bautizado serian buenos. Tú ves que no lo son.
Además de esto, aunque esa virtud del agua fuese verdad ¿por qué confías a manos extrañas la cabeza de tu hijo? ¿Por qué no le echas el agua tú mismo? ¿El agua que eche en la cabeza de su hijo un hombre honrado, será peor que la que eche un casi siempre vicioso que te obliga a ti a tener mujer, teniendo él querida, que quiere que tus hijos sean legítimos teniéndolos él naturales, que te dice que debes dar tu nombre a tus hijos y no da él su nombre a los suyos?

No haces bien si crees que un hombre semejante es superior a ti. El hombre que vale más no es el que sabe más latín, ni el que tiene una coronilla en la cabeza. Porque si un ladrón se hace coronilla, vale siempre menos que un hombre honrado que no se la haga. El que vale más es el más honrado, luego la coronilla no da valor ninguno. 
El que más trabaja es el que es menos vicioso, el que vive amorosamente con su mujer y con sus hijos. Porque un hombre no es una bestia hecha para gozar como el toro y el cerdo; sino una criatura de naturaleza superior, que si no cultiva la tierra, ama a su esposa y educa a sus hijuelos, volverá a vivir indudablemente como el cerdo y como el toro.

Aunque tú seas un criminal, cuando tienes un hijo te haces bueno. Por él te arrepientes; por él sientes haber sido malo; por él te prometes a ti mismo seguir siendo hombre honrado: ¿no te acuerdas de lo que sucedió a tu alma cuando tuviste el primer hijo? Estabas muy contento; entrabas y salías precipitadamente; temblabas por la vida de tu mujer; hablabas poco, porque no te han enseñado a hablar mucho y es necesario que aprendas; pero, te morías de alegría y de angustia. —Y cuando lo viste salir vivo del seno de su madre; sentiste que se te llenaban de lágrimas los ojos, abrazaste a tu mujer, y te creíste por algunos instantes claro como un sol y fuerte como un muro. Un hijo es el mejor premio que un hombre puede recibir sobre la tierra.

Dime, amigo: ¿un cura puede querer a tu hijo más que tú? ¿Por qué lo ha de querer más que tú? Si alguien ha de desearle bien al hijo de tu sangre y de tu amor ¿quién se lo deseará mejor que tú? ¿Si el bautismo no quiere decir más que tu deseo de que tu hijo se parezca a Cristo, para esto has de exponerlo a una enfermedad, robándolo algunas horas de su madre, montar a caballo y llevarlo a que lo bendiga un hombre extraño? Bendícelo tú, que lo harás mejor que él, puesto que lo quieres más que él. Dale un beso y abrázalo. Un beso fuerte: un abrazo fuerte. Y ese es el bautismo. —El cura dice también que te lo bautiza para que entre en el reino de los cielos. Pero el bautiza al recién nacido si le pagas dinero, o granos, o huevos, o animales: si no le pagas, si no le regalas, no te lo bautiza. De manera que ese reino de los cielos de que él te habla vale unos cuantos reales, o granos, o huevos, o palomas.

¿Qué necesidad hay, ni qué interés puedes tú tener en que tu hijo entre en un reino semejante? ¿Qué juicio debes de formar de un hombre que dice que te va hacer un gran bien, que lo tiene en su mano, que sin él te condenas, que de él depende tu salvación, y por unas monedas de plata te niega ese inmenso beneficio? ¿No es ese hombre un malvado, un egoísta, un avaricioso? ¿Qué idea te haces de Dios, si fuera Dios de veras quien enviase semejantes mensajeros? 

Ese dios que regatea, que vende la salvación, que todo lo hace en cambio de dinero, que manda las gentes al infierno si no le pagan y si le pagan las manda al cielo, ese dios es una especie de prestamista, de usurero, de tendero.

¡No, amigo mío, hay otro Dios!





martes, 2 de diciembre de 2014

LA PUERTA

(Existe la historia de los grandes héroes, la que aprendes a saludar cuando eres pequeño, con la mano a nivel de la frente, cantando el himno nacional, mientras se iza la bandera, pero también esta la otra, que nadie te enseña porque la vives en carne propia, la que no se encuentra en los libros de historia, la que recuerda un grupo de seres humanos con un mismo apellido, con una misma tradición, historia minúscula, si las hay, que padeces y se incuba en tu mente como eso, un recuerdo de familia. En los dos tipos de historias hay alegrías, errores y hasta horrores, escribir sobre ellas es importante para llevar contigo, ese sentimiento, que llamamos pertenencia.)

-       ¿No te enteraste?, entraron en la embajada del Perú – así empezaba la mañana informando Margarita, la vecina, que venia todos los días para el buchito de café.

-       ¿Qué paso? – pregunto la Lisso

-       Nada gitana, que la gente esta hasta los mameyes, y quiere un escape, dicen que entraron con una guagua y mataron al policía que custodiaba, pero además no sabes, toda la madrugada han estado entrando gente por todos lados y ocupando la embajada. Yo me voy para allá a ver que “consigo”, indico con una sonrisa en los labios.

-       Pero mija, tenes a Longuito, que locura es esa, eso va a terminar mal- le aconsejaba Lisso a su vecina.

Había llegado del Cepero Bonilla, y Margarita me dijo que Lisso, mi vieja, estaba en lo de mi abuela, baje las escaleras con mi mochila de mascara antigas rusa, pintorreteada de los nombres y caras de grupos musicales de rock, entre esos dibujos, una cara con una estrella negra en el ojo derecho, subí la calle C y encaré María Regla, ya desde lo lejos divisaba a Paricho.



Se había hecho costumbre que mi abuela estuviera al tanto de cuando llegábamos de la escuela, esto quedo de tiempos en que mi madre, que se había separado de Juan Suárez,  trabajaba en el Almacén de Medicamentos cerca de casa, por la calle Armas a una cuadra de la Avenida Dolores, entonces cuando venia de la secundaria “La Sarmiento”, tenia que pasar por la casa de mi abuela, y esta para que yo no subiera, ya se asomaba al balcón del edificio de los gitanos, para controlar mi paso hasta mi casa, donde quedaría solo, hasta la llegada de mi vieja a eso de las cinco de la tarde.

_ ¿Hola, Abuela?- le grite desde abajo.

Sus ojos eran mas grande de lo acostumbrado, presentí un cierto nerviosismo y algo blanquecino su rostro aunque a decir verdad, mi abuela era una típica gitana, de piel rojiza, casi negra para el que no conocía su origen, sus trenzas gris plata, sus cadenas de oro, y sus sayas largas de muchos colores, la hacían un personaje atípico, aunque ya Lawton se había acostumbrado a los gitanos, que parecían haber estado allí desde que Colon piso la isla.

-       Subí, tu mama esta aquí-, me dijo en tono seco.

La Paricho no era de hablar muy dulcemente, ni siquiera con sus nietos, la vida la había hecho endurecer su carácter, cuando su esposo el español Rogelio Sandin, se le había muerto de cáncer pulmonar, cuando ella apenas cumplía los 38 años, y la había dejado con seis hijos, cuatro de ellos con menos de 15 años. Su manera de demostrar afecto tenia que ver más con un sentido práctico de la vida, que era de ocuparse por resolver tus problemas como si fueran los suyos, o de infligirse daño así misma, cuando tú sentías algún dolor o daño verdadero.



Recuerdo aquella vez cuando Danielito mi primo, aprendía a montar bicicleta delante de Maria Regla 64, el edificio de los gitanos y mi abuela lo observaba desde el portal del primer piso, como era su costumbre. En un momento determinado, Danielito se tropezó con un ladrillo en la casa del frente, la de Elisa, y salio por los aires, su cara recorrió el asfalto y se levanto ensangrentado en cuestión de segundos, La Paricho que seguía cada movimiento de mi primo, solo atino a llamar a mi tía Noka y en un santiamén, agarro el búcaro de la sala de la casa, con flores incluidas y se lo rompió en la cabeza. Locura gitana se volvió el ambiente cuando entre mis primos y mis tíos todos gritando y alocados, tuvieron que revivir a mi Abuela y llevar a mi primo para que lo cosieran en el Policlínico de Lawton, todo al mismo tiempo y en una desesperación típica de una película de Fellini.

-       ¿Qué pasa Abuela? -, trate de indagar, ante su gesto que la acompañará en el balcón y no entrará a la casa, que por alguna extraña razón permanecía con la puerta cerrada.

-       Quédate vigilando si ves algún movimiento extraño, yo voy adentro un momento - , me arropo una sensación rara por aquella orden, sobre todo me preguntaba, ¿que era un movimiento extraño?, pero me quede quieto mirando el barrio, que por aquella hora, tipo una de la tarde, era un lugar tranquilo y apacible sin mucha gente en la calle.

Al poco rato regreso Paricho a su puesto de observación y siguió dando ordenes.

-        Ve adentro y ayuda a sacar los escombros -, yo que seguía sin entender nada, asumí la misión como a quien lo envían a combatir contra un tanque de guerra con un cuchillo de palo, pero no le informan quien será su adversario.

Entre a la casa que ya conocía de memoria, el televisor ruso a la izquierda, debajo de la ventana que daba al portal con balcón a la calle, donde había dejado a mi Abuela, la mesita de centro de la sala, de color carmelita oscuro, encima del cual se encontraba, el búcaro con flores que un año más tarde, terminaría rompiéndose en la cabeza de mi abuela, el sofá en la pared de la izquierda que terminaba con la radio grande a bombillo, donde mi abuela se deleitaba con la música española a todo volumen, los cuadros con sendas fotos de mi Bisabuelo, el gitano ruso Burtia, que se había quedado en Cuba y muerto en ella, porque su preferida de sus nueve hijos, la Paricho, había decido romper las reglas y casarse con un “gazyo” español, que había llegado en barco de Veneciano de Valverde de la provincia de Zamora en 1921 a la isla de Cuba, cuya foto acompañaba a la del primero, en la pared de la derecha, arriba, antes de llegar al murito que separaba virtualmente la sala del comedor, abajo delante de ese murito un butacón de madera oscura y a su lado dejando un paso hacia el comedor otro butacón que hacia juego con este ultimo. En el fondo en la pared del comedor encima de la vitrina de cristal, donde se guardaban las tazas para el “chai”, y las copas de champagne que habían entrado en desusos, por obvias razones de vivir en Cuba, estaba el cuadro grande del “ Sagrado Corazón de Jesús”, una pintura que nunca fue descolgada, a pesar que hijos, y nietos se hicieron comunistas, y su nueva “religión” no veía con buenos ojos, el alabar o profesar el “opio de los pueblos”. Delante de la vitrina en aquel comedor estaba la clásica mesa de madera robusta con adornos de flores tallados en las cuatro patas, que terminaban en puntas finas. En aquella mesa muchas veces comí los riquísimos Sarmales, enrollados de repollo con carne, en salsa de tomate muy tenue, que mi Abuela le gustaba hacer para recordar a sus ancestros, y que se convirtió en un clásico, a veces odiado por algunos de mis primos. Contra la pared de la izquierda estaba el aparador, del mismo color y madera que la mesa y la vitrina, con un vidrio encima, que todos teníamos el cuidado al apoyar algo encima por temor a romperlo.



A un lado de la vitrina se entraba, a través de una abertura sin puertas, a la cocina, allí estaban ellos, sigilosos, como quienes cavan un túnel a escondidas de sus carcelarios. En la pared de la izquierda que colindaba con el cuarto del dormitorio de mi tío Fardy, aquellos “gitanos de la construcción”, trataban de hacer una abertura que pareciera una puerta, que había estado allí hacía muchos años, desde cuando La Gitana y su hijo mayor,  habían decidido construir su pequeño imperio para la posteridad.

A mi tío Pepe, le corrían las gotas de sudor hasta alcanzar la mandarria envuelta en tela para amortiguar el ruido, sus golpes hacían que parte de aquellos ladrillos se vinieran abajo y cayeran sobre colchonetas dispuestas a ambos lados de la pared. La Lisso, Fardy, mi tía Zoraida, mis primos y yo éramos los encargados de retirar rigurosamente los escombros que se iban guardando como tesoros a esconder en bolsas de saco, que poco a poco y sin llamar mucho la atención se sacaron primero al patio trasero de la casa de Paricho y luego se acomodaron con mucho cuidado en el balcón, ante la atenta vigilancia tipo G2, que proporcionaba mi Abuela.



El vano se termino, se repellaron sus costados minuciosamente de ambos lados junto con las jambas, todo quedo listo y la puerta se coloco, se pinto la pared del lado de mi abuela según el color que estaba la cocina, verde claro y del lado de mi tío Fardy de color cian celeste, la puerta era blanca, pero algo de suciedad tipo grasa se le propino a ese blanco cerca del picaporte, para que pareciera bien usada la misma. A la pintura de la pared de ambos lados, luego de haberse secado, se le froto con musgo verde de la pared trasera del patio de Paricho, para que pareciera que había sido pintada hacia mucho tiempo.
Aquellos gitanos llevaban en sus genes los artilugios que sus antepasados tantas veces habían utilizado cuando eran tan perseguidos en toda Europa.

Yo mientras tanto, no entendía mucho, a que iba todo aquello, pero participaba con el entusiasmo de pertenecer, no podía entender porque un “edificio” construido a base de sudor y lagrima por toda aquella “comunidad”, tenia que esconderse para hacer una puerta, pero pronto llegaron las explicaciones.

La Paricho y el Español Rogelio, fueron los primeros “agentes inmobiliarios”, en el naciente Lawton. Cuando el español fue aceptado por la tribu gitana comandada por Burtia y Terca CUIK, después de una historia de rapto, digna de ser llevada a la pantalla grande, estos dejaron las tiendas de campañas y comenzaron su periplo de compra y venta de casas en las inmediaciones del actual edificio de los gitanos, en Maria Regla 64. La primera casa que compartieron juntos fuera del campamento gitano que estuvo mucho tiempo en Porvenir y E,  estuvo a la entrada de la calle Pasaje de Córdoba, era de madera, y todavía se conserva, luego vendieron y se trasladaron para la casa situada a mitad de cuadra, cerca de la casa de los abuelos por parte de padre de mi primo Pepuche y mi prima Irasema, en la Calle Mambisa Martínez entre D y E, esa fue la última morada de mi Abuelo Rogelio, cuando murió en 1949. No paso menos de un año cuando Paricho y su hijo mayor José Sandin tomaron la decisión de vender y  comprar la casa en la Calle C entre Armas y Martínez frente a la casa de Meme y mas tarde definitivamente compraron el terreno y comenzaron a construir, lo que mas tarde se convirtió en el “Imperio Gitano” en Maria Regla 64. En todas esas casas, siempre hubo espacio para el taller de pailería y mecánica de Rogelio primero y de su primogénito después, mi Tío Pepe, que siguió la tradición que dio de comer a toda la familia.



Cuando mi Tío Fardy y Zoraida se casaron construyeron en aquella casa de dos plantas de Maria Regla, su pequeño apartamento al lado de mi Abuela Paricho en el primer piso, que  tenía sala comedor, cocina pequeña antes del baño y más al fondo el cuarto dormitorio. Era una sola propiedad que por precaución gitana, mi abuela lo había puesto todo a nombre del mayor de sus hijos, Pepe “el gitano”, que a falta de su esposo Rogelio, se había convertido en el “Jefe de la Familia”.

-       ¿Mamá, porque tanto lió por una puerta? - , así le preguntaba yo a la Lisso en casa, bien entrada la noche después de un día de tanto trajín y cautela.

-       Mijo, a tu tío lo vienen a buscar - , fue corta su respuesta, pero me dejo muchas interrogantes. 

Por aquellos días se había desencadenado todo. La muerte de Pedro Ortiz en la embajada del Perú, y aquellos humanos hacinados, provoco primero las marchas multitudinarias por 5ta Avenida en las que participe, y luego los excesos brutales mas tarde en los actos de repudios a cualquier vecino que decidía irse por el Mariel, en los que no estuve, solo por sabiduría de una gitana, mi madre, que me hizo entender que la gente tenía  derecho a vivir donde quería y que una cosa era defender una idea y la otra humillar al contrario. Se desencadeno una furia con desbordes imperdonables, que solo podemos sentir vergüenza como pueblo por todo aquello.

-       ¿Quién lo viene a buscar? – pregunte incrédulo, no sabia entonces que la familia de mi Tía Zoraida en Miami, había contratado una lancha con ese fin.
-       ¿Y eso que influye?, ¿Por qué hacer una puerta, donde nunca estuvo?

-       Tu Abuela tiene miedo que el departamento de tu tío sea confiscado

-       Pero, si todo eso es de Abuela, ella construyo todo eso.

-       Bueno, pero a “esta gente”, no le importa mucho las leyes – así contesto la Lisso.


Pepe “el gitano” había venido de la fabrica “Enrique José Varona”, donde ejercía la jefatura de una comisión técnica, que evaluaba todo lo relacionado con el desarrollo de nuevos proyectos en ella, era su costumbre dormitar cerca de una hora, en posición de sentado en una de las esquina del sofá verde que estaba en su sala, antes de continuar trabajando en su Taller privado de Mecánica en el fondo de su casa. El ruido de unos martillazos sobre madera, lo despertaron.

-       ¿Qué están haciendo? – pregunto asomándose por la escalera que conducía a los departamento de su madre Paricho y su hermano Fardy.

-       Esta casa será confiscada y nadie más podrá entrar en ella, hasta que el Estado decida qué hacer. Fermín Sandin Cuik y su familia se acaban de ir por el Mariel – con cierta prepotencia hablo Nersy, la Presidenta del CDR de la Calle Maria Regla, mientras Vladimir, su hijo e Iván, otro vecino, seguían martillando tablas en forma de una equis sobre la puerta del departamento de Fardy.

-       Todo esto lo construimos nosotros, es nuestro, aquí hay una sola propiedad y esta a nombre mío, además a ese departamento siempre se tuvo acceso por dentro, desde la casa de mi madre - , Pepe lo dijo con autoridad, sabia que esto ultimo no era cierto pero ellos tampoco podían hacer lo que hacían,  cumplían una orden de arriba, primero hacer esto y después que la gente reclamará.




Mi abuela y mi tía Noka habían salido al portal, se mantenían inmutables dejando hablar al hombre de la casa, como buenas gitanas llevaban varios pasos adelante.

-       Mañana Pepe va a la Reforma Urbana y tendrán que sacar esas tablas -, La Paricho hablo.

-       Además Nersy cuando tu llegaste a este barrio, yo ya estaba hace rato -, la Noka, no se quedaba atrás defendiendo lo suyo.

-       Eso veremos -, respondió Nersy mientras bajaba las escalera con su hijo e Iván detrás.

Mi tío Fardy, un año antes de su partida, había comenzado a construir la segunda planta de aquel edificio. Como decía él, los hijos se van haciendo grandes, y necesitan espacio, con lo cual encaro dos habitaciones encima suyo, que pudieran albergar a sus dos hijos, Fernando y Ernesto. De su antiguo dormitorio, donde ahora se había construido La Puerta que daba a la cocina de La Paricho, construyo una escalera metálica en caracol para llegar a las habitaciones de arriba. Los acontecimientos del Mariel, cambiaron los planes y la toma de decisión de irse a probar suerte a otro país.



- Venga Nersy con martillo, pero ahora a retirar las tablas -, así encaro a la Presidenta del CDR de Maria Regla entre B y C, José Sandin, con los papeles de la Reforma Urbana que le daban la razón, de que todo aquello estaba construido en un mismo terreno de su propiedad.

A regañadientes Iván, que había sido amigo y compañero de aula en el Pre Cepero Bonilla de mi primo Fernando acompañado de Nersy, tuvo que retirar aquellas tablas y dejar que aquel edificio gitano siguiera siendo de los gitanos de Lawton, la ley fue respetada, y por aquella vez mi madre no tuvo razón.



Años mas tarde lo comenzado por mi tío Fardy fue terminado por Pepe y su hijo Pepito “el gitano” para que este último viviera en aquel segundo piso del edificio.

El departamento de Fardy y su familia fue ocupado por mi prima Natacha, hija de Pepe y su familia, que luego de la muerte de mi abuela Paricho en 1983 y la posterior muerte de mi tía Noka en el 2001, ocupo ambos departamentos. Hoy en día el “edificio de los gitanos” es ocupado por mi tía Piro, esposa de Pepe, mi prima Natacha y su familia, mi primo Rogelio y su familia, primogénito de Pepe y por Pepito “el gitano”, segundo hijo de este ultimo.



La Puerta que quedo allí como pasaje entre las dos casas, ha sido el monumento perfecto a un momento de nuestra historia familiar y nuestra historia como país.





(Dedicado a un amigo, por su regalo de la novela de Leonardo Padura “Herejes”)

viernes, 28 de noviembre de 2014

(sacado de Segunda Cita, Silvio Rodriguez, "Los Compromisos", 1971)



LOS COMPROMISOS

Me digo comprometido 
totalmente y de una vez:
el tiempo me hala la manga, 
quiere que vaya con él.
Mi compromiso es sencillo, 
sólo hay dos formas de estar:
o bien cogiendo el martillo, 
o bien dejándose dar.

Juro que me comprometo 
con el mejor tirador,
siempre que tire sujeto 
firmemente al corazón.
Me declaro partidario 
de las campañas salobres,
mientras la miel sea un sudario 
que regalar a los pobres.

Desde que nací me han dado 
ciertas flores escondidas
entre los ramos de muerte: 
así me salió la vida.
¿A cuánta muerte tocará por flor?
¿A cuántas flores tocará por muerte?
Para no ir más lejos, a las dos
las pongo a hacer el amor.

Me incorporo a las legiones 
de quijotes que batallan
por hundir las religiones 
donde quiera que se hallan.
Soy militante del hombre 
y como tal me proyecto.
Sé que la vida se esconde 
en la apariencia de un muerto.

Si alguna vez se me busca, 
no me busquen en papeles,
no me busquen en canciones, 
no me busquen en  mujeres.
Busquen el hilo de un hombre 
y sigan sus laberintos
que, al final, sano y deforme, 
me tendrán en el instinto.

Desde que nací me han dado 
ciertas flores escondidas
entre los ramos de muerte: 
así me salió la vida.
¿A cuánta muerte tocará por flor?
¿A cuántas flores tocará por muerte?
Para no ir más lejos, a las dos
las pongo a hacer el amor.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Un día como hoy me alumbraron ... "Gracias a la vida que me ha dado tanto".