LA ECONOMÍA CUBANA 2018-2019: Enfrentar los
problemas sin renunciar al desarrollo.
(Por Alejandro Gil Fernández, leído en
el blog de Iroel Sanchez "La Pupila Insomne")
Han tenido algunas actividades un
comportamiento favorable, el caso de transporte y comunicaciones,
fundamentalmente, por la actividad de comunicaciones, que tiene un crecimiento
del 5,7 %; la industria manufacturera que crece un 3,7 %; el comercio, con un
crecimiento del 2 %; los servicios sociales, o sea, la salud pública, con un
crecimiento del 1,3 %, y la cultura y deporte con un crecimiento del 2,3 %.
Estas actividades contribuyen al crecimiento de la economía del año 2018.
Y hemos tenido, a su vez, un grupo de
actividades que decrecen, con respecto al año anterior, por razones que también
se han venido explicando en el transcurso del año, fundamentalmente en lo
relacionado con la zafra azucarera, por los impactos que ya se han explicado,
básicamente climatológicos. El caso de la agricultura, por iguales razones,
porque aquí hay que precisar que si bien es cierto que este año 2018 no hemos
tenido grandes impactos de los eventos climatológicos, los daños que nos
ocasionó el huracán Irma, que recordemos todos que fue en septiembre del 2017 y
que se informó oportunamente que le costaron al país casi un poco más de 13 000
millones de pesos, están también presentes en el desempeño de la economía del
2018.
Otras afectaciones que hemos tenido este año
también fueron las vinculadas con la tormenta subtropical Alberto, que nos
generó daños de consideración en la agricultura.
Por lo tanto, estamos ya informando que la
tasa de crecimiento que se alcanza en el año 2018 asciende al 1,2 %, cifra
inferior a la que estaba prevista en el plan.
Nosotros el pasado año informamos que el Plan
de la Economía para el año 2018 tenía recursos planificados para respaldar un
crecimiento en el entorno del 2 %. No vamos a alcanzar ese 2 %, pero hay que
decir que en el escenario actual de la economía nacional e internacional, es un
resultado meritorio.
Este resultado se alcanza, además, con
determinadas políticas que hemos implementado en el transcurso del año para
reducir o disminuir el endeudamiento externo del país, que también es un elemento
importante, porque no es lo mismo crecer la economía a partir de incrementar el
endeudamiento, o sea, aumentar los niveles de actividad en un año incrementando
las importaciones en base a créditos, que usted tiene que pagar a periodos
futuros, que obtener un crecimiento de la economía sobre la base de la
utilización más eficiente de sus propios recursos.
El nivel de endeudamiento que enfrentamos nos
genera tensiones financieras con las que estamos trabajando para, con el
esfuerzo que se ha hecho, ir pagando gradualmente las deudas, en lo cual se
avanza y con ello se garantiza la continuidad de los suministros; pero,
evidentemente, esto ha tenido un impacto en el funcionamiento de la economía,
porque no hemos podido respaldar todos los niveles de importación que estaban
inicialmente previstos en el plan.
Está presente también el incumplimiento del
programa inversionista, que estamos estimando se cumpla en el entorno de un 85
% este año. O sea, nos quedaríamos un 15 % por debajo del plan en cuanto al programa
inversionista, y no vamos a lograr el nivel previsto de generación de energía
con fuentes renovables, provenientes de la biomasa, por lo que ya explicamos de
la zafra. Estamos estimando cerrar al año con un 3,51 % de toda la generación
de energía total del país, en base a fuentes renovables. Teníamos previsto ya
alcanzar este año el 4,35 %.
Se han tomado un grupo de medidas adicionales
también para el control del aseguramiento del Plan 2018, que tienen impacto en
estos resultados que se alcanzan. La primera de ellas es una mayor racionalidad
en las decisiones en materia de importación y otros gastos en divisas del país.
Aquí se ha avanzado en el 2018 y con más
fuerza avanzaremos en el 2019, en el aprovechamiento de todas las
potencialidades que tiene el país para producir nacionalmente y dejar de
importar aquello que podamos producir en Cuba, con la planta que tenemos
instalada, con nuestro capital humano y en las condiciones que lo podamos
hacer, siempre bajo el principio de que la sustitución de importaciones tiene
que ser oportuna, con la calidad requerida y con el precio adecuado, es un
principio que estamos defendiendo, pero aquí se han tomado un grupo de
decisiones ya asociadas a sustituir importaciones, incrementando las
producciones nacionales y ubicando, en lo posible, los financiamientos en la
industria para respaldar ese incremento, es una estrategia también del plan del
próximo año.
La reducción del consumo de combustible y la
mejora en la intensidad energética. La intensidad energética es la cantidad de
toneladas de combustible que nos gastamos para producir un millón de pesos de
Producto Interno Bruto en el sector productivo. O sea que este es un número,
una cifra que mientras más baja, es mejor, hay más eficiencia.
Nosotros en el plan habíamos diseñado 91,2
toneladas por millón de pesos de Producto Interno Bruto, y estamos estimando
obtener 89, eso es un resultado favorable, por eso digo, mientras más bajo
mejor, porque te gastas menos combustible para generar el nivel de actividad
que tributas al Producto Interno Bruto; pero, para nada significa que el
problema que tenemos del control del combustible esté resuelto. Eso da una
visión de las reservas que todavía tenemos en la economía para seguir mejorando
la eficiencia de los distintos sectores productivos de la economía.
Una tercera medida a la que le hemos dado
seguimiento en el transcurso del año es la utilización de los inventarios para
garantizar los principales niveles de actividad del plan. Este es un tema
muy recurrente, más de una vez lo hemos intercambiado, después nos vamos a
referir en el Plan 2019 con más detalles, a las medidas que estamos
implementando para garantizar la utilización de los inventarios como fuente del
plan del próximo año. Tampoco es un problema resuelto.
Hay un grupo de programas priorizados del
país a los que se les ha dado seguimiento en el año 2018, y que tienen un
resultado favorable, pudiéramos decir, y que tributan a la tasa de crecimiento
de la economía, entre ellos destacamos solo algunos: el país continúa la
ejecución del programa de recuperación y desarrollo del ferrocarril. Como se
conoce esto es una inversión costosa, pero muy imprescindible para el
funcionamiento de la economía.
La inversión en la terminal multipropósito de
Santiago de Cuba, que debe estar concluyendo ya en estos próximos días, una
inversión muy importante para el país.
La ampliación de las líneas telefónicas y de
los servicios de acceso de internet a la población, sobre esto se brindó
información a los diputados, con más de cinco millones de cubanos con acceso a
internet, y los beneficios que eso reporta a nuestra población y a la economía,
en general.
La culminación de la construcción de hoteles
e inicio de operaciones de varios de estos hoteles.
Se alcanza un comportamiento favorable en las
exportaciones de tabaco, langosta, camarón y ron. O sea, se cumplen los niveles
de producción física de estos rubros exportables que tienen un impacto
importante para la economía.
Se cumplieron las producciones fundamentales
que tributan al balance de alimentos, el caso del arroz se cumple el plan de
producción nacional, a pesar de los impactos climáticos; el caso de los
frijoles, y en la carne de cerdo que hemos tenido determinados incumplimientos
en el transcurso del año, incluso, déficit ocasionalmente de este producto en
los mercados también, e incremento de los precios en los mercados, la carne de
cerdo, por un grupo de medidas que se han tomado se va a cumplir el plan del año.
O sea, ya podemos asegurar eso, va a cumplirse el plan del año de entrega de
carne de cerdo al encargo estatal que son 178 000 toneladas. Y repito –como he
dicho en ocasiones anteriores–, no significa que el cumplir el plan sea el
equivalente a satisfacer la demanda; pero el plan es un propósito, un objetivo
a alcanzar y su crecimiento gradual es lo que nos va a permitir ir
incrementando los niveles de satisfacción de la demanda de la población.
Se colocaron 188 kilómetros de redes de
abasto, beneficiándose 274 300 personas por nuevos servicios. Estamos
hablando aquí del agua; 28,2 kilómetros de redes de alcantarillado, que
benefician a 729 600 personas por mejoras en el servicio; 102 kilómetros de
conductoras y 23,5 kilómetros de drenaje y colectores que benefician a 49 000
personas en el saneamiento.
Se va a cumplir el plan de construcción de
viviendas, vamos a estar en el entorno de las 29 235 viviendas del plan
estatal, y por esfuerzo propio de la población se van a terminar 10 873
viviendas. O sea, que el plan del año se cumple.
Se ha dado particular atención a las
estrategias sectoriales de respuesta al Plan de Estado para el enfrentamiento
al cambio climático, lo vinculado con la Tarea Vida. Esto también tiene que ver
con el crecimiento de la economía. La economía no puede crecer afectando el
medioambiente, tiene que crecer tomando todas las medidas para que ese
crecimiento sea armónico con el cambio climático. Ese es un fenómeno que ha
estado presente en otros países que los crecimientos acelerados provocan
determinados daños también que son irrecuperables.
Continúa el avance de las obras de
infraestructura de la Zona de Desarrollo Mariel, eso no se ha detenido, todo lo
contrario, se continúa avanzando en todo el programa de los viales internos, parcelaciones,
dragado del puerto, desarrollo del ferrocarril, abasto de agua, entre otros,
con un amplio programa inversionista.
Continúa creciendo gradualmente la
participación de la industria nacional, nuestra, en los programas de envases y
embalajes que ha tenido bastante impacto en años anteriores, este año la
situación de los envases y embalajes ha sido mejor que la de años precedentes,
hay algunas inversiones que se han hecho en la industria, hay que hacer más y,
en ese camino estamos.
Estos resultados y este crecimiento hay que
decir que se han alcanzado en medio del arreciamiento del bloqueo. Y nosotros
este año hemos querido traerles a ustedes la información del costo, ya llevado
a un año, calculado por metodología aprobada internacionalmente, de lo que
significa para la economía el impacto del bloqueo económico, comercial,
financiero y de todo tipo.
El costo es de 4 321 millones de dólares.
Esto, llevado a día, para tener una idea, estamos hablando de 12 millones de
dólares diarios, y nosotros, los que trabajamos el tema y manejamos las cifras,
sabemos cuánto más pudiera hacer este país con 12 millones de dólares diarios.
No significa para nada que no tengamos que resolver nuestras insuficiencias,
nuestros problemas y explotar más eficientemente nuestras reservas internas,
pero –para poner un solo ejemplo– un ómnibus de transporte público de los que
utilizamos en la capital a nosotros nos cuesta 100 000 dólares, y nosotros hoy
por el bloqueo estamos dejando de recibir, tenemos un impacto superior a los 4
000 millones de dólares. Cuánto más pudiera hacer este país si realmente no
tuviéramos presente este bloqueo de Estados Unidos, que se critica a nuestra
economía, se critican las condiciones en que la desarrollamos, pero no se
revisa realmente con la profundidad que se requiere el impacto que a nosotros
nos provocan las medidas del Gobierno de Estados Unidos que afectan a la
economía y afectan a nuestra población.
Objetivos del Plan
El primer objetivo es emitir un plan realista
y cumplible, bajo el principio de que los gastos se ajusten a los recursos
disponibles y que a su vez garanticen crecimiento y desarrollo, potenciando la
utilización de las reservas internas, sin incrementar el endeudamiento externo
del país.
Aquí debemos aclarar algo. Usted puede
plantearse ajustar todos sus niveles de gastos de importaciones, de insumos
propios, internos, a los niveles de ingresos disponibles y que la economía
decrezca; o sea, para nosotros sería relativamente sencillo venir aquí y decir:
Bueno, hemos ajustado el plan a los niveles de recursos disponibles del país y,
por lo tanto, presentamos un decrecimiento de un 3 %, un 4 % o un 10 %. Esa no
es la tarea que nosotros tenemos. La tarea que nosotros tenemos es ajustar los
gastos del país a los niveles de recursos disponibles, que la economía no
decrezca y que, además, sigamos invirtiendo en el desarrollo; o sea, que es la
tarea real que tenemos, no es otra, y en el diseño del Plan 2019 este objetivo
se logra, lo cual no quiere decir que esté alcanzado, esto se logra en el plan,
ahora hay que lograrlo en el día a día del trabajo y en el control de su
ejecución.
Como objetivo del plan está: Asegurar un
proceso inversionista eficiente, capaz de cubrir con su rendimiento los
financiamientos otorgados y que respalde los programas priorizados del país. Y
cuando aquí hablamos de programa inversionista eficiente, debemos señalar que
este es un tema por resolver, que nosotros tenemos que garantizar que las
inversiones que se hacen en el sector productivo se amorticen con su propio
rendimiento, tarea no resuelta e imprescindible para el buen desempeño de la
economía.
Incrementar los ingresos por exportaciones y
garantizar su cobro. No basta con exportar. Lo que exportemos hay que cobrarlo,
tampoco se puede exportar y no cobrar, y sobre ese tema se ha trabajado con
mucho rigor ya en las últimas semanas, pero realmente no andamos bien en lo que
tiene que ver con el cobro de nuestras exportaciones.
Potenciar la industria nacional con el
objetivo de sustituir importaciones, buscando un mayor aprovechamiento de las
capacidades productivas existentes en el país.
Lograr mayores niveles de encadenamiento
productivo de la economía en general, fundamentalmente de las entidades
exportadoras y de la inversión extranjera directa con nuestra industria
nacional.
Garantizar los niveles de actividad que
tributen al desarrollo. En la economía es verdad que hay restricciones
financieras, es verdad lo que ya dijimos del bloqueo, pero tenemos que seguir
invirtiendo en el desarrollo, esto es una línea estratégica fundamental,
¡fundamental!, y el Plan 2019 va en ese propósito. Les daremos las cifras
ahora.
Garantizar el abastecimiento de los
principales productos priorizados y una mayor presencia en la circulación
mercantil minorista de productos de líneas económicas.
Las principales líneas de trabajo que hemos
identificado, que más o menos tiene que ver con lo mismo que expliqué ya, pero
las hemos querido sintetizar en seis líneas, que son claves para darle
continuidad y seguimiento al Plan 2019, son: el incremento y diversificación de
las exportaciones, esto es clave. La eficiencia del proceso inversionista y la
participación de la inversión extranjera directa que, como se sabe, y ya se
aprobó en los documentos rectores del Partido, no es un complemento, la
inversión extranjera es un elemento indispensable para el desarrollo del país.
El análisis integral de las operaciones de
importación y ejecución de los créditos. Ahí nos estamos refiriendo básicamente
al hecho de revisar todas aquellas operaciones de importación que aun estando
en el Plan de la Economía como importación, podemos desplazar su producción en
el país sustituyendo importaciones.
La sustitución de importaciones con mayor participación
de la industria nacional –está concatenado con la explicación anterior–, la
gestión de las cuentas por cobrar en el exterior, que es una fuente de ingreso
que debe potenciarse, nosotros tenemos que reducir obligatoriamente los saldos
de las cuentas por cobrar en el exterior, de cara al próximo año, porque es una
fuente que tiene la economía que ya no hay que exportarlo, ya se exportó, ahora
lo que hay es que cobrarlo y disponer de ese dinero en efectivo para satisfacer
las necesidades de la población.
Y la gestión de los inventarios. Sobre esto
se ha hablado mucho, pero tenemos ya que ponerle número. Debo decirles que
nosotros en el país estamos en el entorno entre los 24 000 y los 25 000
millones de pesos en inventarios. Cuando usted toma la información agregada de
la economía, eso representa alrededor del 25 % del Producto Interno Bruto del
país a precios corrientes. Nosotros estamos planificando para el año 2019 que
la economía puede trabajar con una correlación entre niveles de inventarios y
Producto Interno Bruto a precios corrientes de un 23 %, rebajar el 2 % de la
relación entre los inventarios y el Producto Interno Bruto, le aporta a la
economía 400 millones de dólares por los cálculos macroeconómicos que hemos
hecho, por el componente importado que tiene el Producto Interno Bruto, que
nosotros los tenemos que buscar en la eficiencia en la microeconomía, en cada
entidad, en cada empresa. O sea, cuando decimos eso es que hay niveles de
actividad que están en el plan, que hay que hacerlos en el plan, que los
recursos no hay que importarlos ni que producirlos, los tenemos en los
almacenes, y lo que se trata es de utilizarlos más eficientemente para
respaldar el nivel de crecimiento del próximo año sin aumentar la importación,
porque tenemos –repito– 25 000 millones de pesos en los inventarios. Es verdad
que una parte de ellos son ociosos, de lento movimiento, etcétera, pero hay que
tocar con la mano en todos nuestros almacenes y dondequiera que sea posible,
para encontrar la posibilidad de utilización de estos inventarios y rebajar el
saldo, como mínimo, al 23 %.
Para el próximo año estamos planificando, o
el plan tiene recursos para respaldar una tasa de crecimiento de la economía en
el entorno del 1,5 %; o sea, ligeramente también superior al alcanzado este
año, ajustado, repito, a nuestros propios recursos; o sea, este 1,5 % se logra
en el diseño del plan sin incrementar el endeudamiento, que después vamos a
explicar qué significa desde el punto de vista del plan, y sin detener el
desarrollo, o sea, ajustado a nuestros propios recursos e invirtiendo en el
desarrollo y nos crea las bases, si hacemos bien las cosas y trabajamos unidos,
para una tasa de crecimiento, una dinámica de crecimiento ligeramente superior
a alcanzar en los próximos años.
Aquí tenemos entonces que estamos estimando
crecimiento a un grupo de sectores de la economía, que es a lo que le llamamos
el sector primario, o sea, que son sectores que tienen un impacto directo en la
parte productiva del país: la agricultura, la ganadería y la
silvicultura, la industria azucarera, debemos tener una mejor zafra que la
zafra pasada, ya de hecho está siendo así en los primeros inicios de la zafra
chica; la construcción, el comercio, el transporte y las comunicaciones.
Son sectores claves, incluso sectores estratégicos del país, a los cuales les
estamos planificando crecimientos de cara al Plan de la Economía del próximo
año.
Repito, la tasa de crecimiento, estimada o
planificada, del Producto Interno Bruto, a precios contantes, para el próximo
año, o sea, los recursos que tiene el plan respaldan una tasa de crecimiento
del 1,5 % para el 2019, que, además, debo decir que es una buena noticia,
porque significa que el país tiene potencial para garantizar un crecimiento sin
incrementar la deuda. Y vuelvo a lo que dije al principio: usted puede
presentar una tasa de crecimiento del 4 %, del 5 % si tiene mucho crédito, si
tiene muchas importaciones a crédito, pero después, el año que viene, el otro o
el otro, esos créditos hay que pagarlos y no es lo mismo. Nosotros tenemos que
garantizar un crecimiento sobre la base de que tenga un nivel de endeudamiento
que sea sostenible. O sea que el nivel de endeudamiento que tiene el Plan del
año 2019 es sostenible en el tiempo y tenemos que disponer de los recursos para
pagarlo a su vencimiento. No podemos tomar más deudas que las que seamos
capaces de pagar. Ese es un principio básico, que lo hemos llevado al plan
también.
En las exportaciones estamos planificando un
crecimiento del 2,2 % con respecto al plan de este año, y de un 6 % respecto al
estimado. Claro, el estimado de este año es inferior al plan, ya dijimos que
este año, 2018, no cumplimos las exportaciones. Por lo tanto, en el 2019 el
crecimiento con respecto al estimado de este año es de un 6 %, es alcanzable y
es cumplible.
Y las importaciones tienen un crecimiento con
respecto al estimado de este año, pero disminuyen respecto al plan del año
anterior en el 11,2 %, por eso decimos que estamos ajustando los niveles de
gastos a las disponibilidades de recursos del país.
Estamos importando entre alimentos y
combustibles casi 5 000 millones de dólares, que, junto con las inversiones,
representa alrededor del 60 % del total de las importaciones del país. Por lo
tanto, todas las inversiones que hagamos en el sector de las fuentes renovables
de energía, todas las inversiones que hagamos en la producción nacional de
alimentos, que nos permitan incrementar la oferta nacional y disminuir las
importaciones, son una línea estratégica de trabajo principal del país; porque
las facturas de alimentos y de combustible representan, junto con lo que
estamos importando aquí de inversiones, pero si quitáramos las inversiones
representan alrededor del 40 % del total de importaciones.
Para inversiones estamos importando el 24,5
%. Eso ilustra que no estamos para nada deteniendo el desarrollo, que se está
apostando a invertir en sectores estratégicos de la economía del país y que la
tarea que tenemos por delante es, entonces, hacer las inversiones bien, que se
puedan pagar con su rendimiento, que se cumpla lo que dicen los estudios de
factibilidad, que podamos, realmente, garantizar un proceso inversionista
eficiente, y que cada dólar que nos presten para hacer una inversión lo podamos
devolver en el tiempo indicado, a partir del rendimiento de esa propia
inversión. Esa es la tarea, es posible y hay que hacerlo, y así está diseñado
el plan del próximo año.
El nivel de endeudamiento con el que está
trabajando la economía nos genera tensiones, como ya dije. Todos los que
estamos aquí sabemos que en el día a día hemos estado buscándoles soluciones puntuales
a determinados problemas, tenemos que establecer un nivel de prioridad, como
hemos venido haciendo este año; pero, al menos, el monto de deudas que paguemos
el año que viene va a ser ligeramente superior al monto de nuevos créditos que
vamos a tomar, lo que significa que no vamos a incrementar el nivel de
endeudamiento.
Respecto a la sustitución de importaciones,
que es lo que ya explicábamos, vinculado al trabajo que hay que desarrollar
para lograr una efectiva sustitución de importaciones, ventana que sigue
abierta durante la ejecución de la economía y en la cual requerimos del
concurso de todos, consideramos que hay una gran voluntad de avanzar en ese
sentido, de los ministros, de todos los organismos, de las osde, de las
empresas. Hemos venido intercambiando con muchos de ellos, y hay voluntad de
avanzar, de mirarnos hacia dentro, todo aquello que podemos hacer en el país,
siempre sobre la base de hacerlo de una manera eficiente y ajustada a los
niveles reales que tenemos en el país, produciendo con calidad, repito, con
oportunidad, porque no podemos quitar un producto de la importación, por
ejemplo, para el turismo o para las tiendas, porque se va a producir en el
país, y que no se produzca después, porque entonces no está ni en la
importación ni en la producción nacional. O sea que esto es una tarea gradual,
pero de mucho impacto y hay que llevarla a punta de lápiz, y lo que usted quite
de la importación para ponerlo en industria, hay que asegurar los recursos para
que la industria produzca y pueda satisfacer esa demanda.
Ya el Plan del 2019 tiene incorporados 160
millones de dólares, muy insuficiente todavía, pero 160 millones de dólares que
están identificados, que el año anterior los importábamos, que este año no los
vamos a importar y los vamos a producir en el país; muy inferior, hay potencial
para mucho más.
El Plan de Inversiones respalda la capacidad
constructiva y los balances materiales del país. O sea, está respaldado en las
producciones de cemento, de áridos, de acero, no sin tensión, con mucha
tensión.
Y el Presupuesto del Estado financia
inversiones superiores a las del 2018. O sea, que también tiene un impacto aquí
en las inversiones financiadas por el Presupuesto del Estado, fundamentalmente
en infraestructuras y en otros sectores.
La clave para el próximo año, en que estamos
incrementando la importación para inversiones y esa importación hay que
devolverla, porque se hace con créditos, en que estamos incrementando un 20 %
el Plan de inversiones respecto al 2018, aun teniendo una brecha de inversión y
una brecha de infraestructuras que afecta al desarrollo del país, la clave,
primero, cumplir el plan, quitarnos el problema de que año tras año tenemos que
explicar que el Plan de inversiones no se cumple.
Este año, 2018, ustedes vieron que se va a
quedar al 85 %; pero no este 2018, tenemos las estadísticas, la serie
histórica, año tras año, el Plan de inversiones se incumple, y el propósito del
Plan 2019, no solo en las inversiones, en todo, es que hay que cumplirlo. Todo
lo que está en el plan es imprescindible hacerlo y, por lo tanto, el plan hay
que cumplirlo, es el primer propósito que tenemos.
El segundo, y no menos importante, hacerlo
bien, porque no se trata de cumplirlo desde el punto de vista monetario –que
este es un tema importante. A veces cuando nos enfrentamos a los análisis de
las inversiones, a ustedes les van a rendir cuenta de cómo se ejecuta el plan
de inversiones –y fíjense ustedes para que vean que es así–, se plantea, bueno,
el plan era cuatro millones, hemos ejecutado tres, falta uno; estamos a tanto
por ciento de ejecución. Pero muy pocas veces profundizamos en el rendimiento
de la inversión, y nosotros partimos de la base de que si importante es
ejecutar la inversión, tan o más importante es controlar su rendimiento.
En el proceso inversionista se van a
aprovechar los análisis de los resultados de los estudios posinversión, estos
los hacemos en el Ministerio de Economía y Planificación, vamos a hacer algunos
cambios en la constitución del Comité de Evaluación de Inversiones para
buscarle un camino diferente, quizá más expedito en algunas cosas, más profundo
y con más rigor en otras; pero los estudios posinversión que estamos haciendo
demuestran o validan lo que estamos explicando aquí. Prácticamente no hay una
posinversión que demuestre o que diga que la inversión rindió lo que debía
rendir por el estudio de factibilidad, que fue aprobado y sobre el cual se
pidió el crédito.
Se fortalecerá el control de la ejecución y
explotación de las inversiones, pues pocas inversiones aportan –ya lo dije– con
su rendimiento el valor del financiamiento empleado en su ejecución.
En el Plan de la Economía la inversión
extranjera alcanza una participación del 6,2 %. Aquí debo aclarar –ya lo
revisamos también con el Ministro del Comercio Exterior y la Inversión
Extranjera– que si incorporamos al plan –que es un tema metodológico que
tenemos que resolver nosotros– la inversión ciento por ciento extranjera, la
participación de la inversión extranjera en el total de las inversiones está en
el entorno de los mil millones de dólares. Todavía es insuficiente, pero eso
está, más o menos, ya tributando el 10 % del total de inversiones del país. Y,
como dijimos, no es un complemento, es un elemento esencial de nuestro
desarrollo.
Por lo tanto, en esa brecha de inversión que
ya expliqué que estamos hoy en el entorno del 11 % del pib y tenemos que llegar
al 20 % o más, un peso importante lo tiene la inversión extranjera, en aquellos
sectores en que nos genera beneficio y que son imprescindibles para el
desarrollo económico del país. Y sobre eso se ha hablado bastante, las
insuficiencias que tenemos, la demora en la concreción de los proyectos,
directivas aprobadas hace años que no se llevan al plan y que no se concretan.
Esa dinámica la tenemos que cambiar, por eso nosotros decimos que la economía
puede crecer el año que viene un 1,5 %, mínimo, reservas tenemos para más.
Aquí viene un listado de programas
priorizados que tienen respaldo, no todo lo que hace falta, pero que tienen
respaldo en el Plan de la Economía del próximo año.
El programa de la vivienda y la recuperación
de afectaciones por huracanes. El Programa de desarrollo del turismo, en La
Habana, Varadero, la cayería norte y Holguín –inversión estratégica. El
mantenimiento y recuperación de las capacidades de almacenamiento de
combustible –todos los que están aquí son estratégicos, no los voy a decir uno
por uno. El programa de las fuentes renovables de energía.
El programa de desarrollo de los trasvases.
El programa de incremento de las capacidades constructivas, sin eso no podemos
avanzar en todas las inversiones que tenemos que hacer en el país. Los
programas alimentarios. El desarrollo de las obras de infraestructuras. El
programa de Mariel. Y el programa de la industria biofarmacéutica y la producción
de medicamentos.
Y aquí hay algunos ejemplos que ilustran
también lo que estamos explicando del control del proceso inversionista. Por
ejemplo, inversiones priorizadas que están en el plan del próximo año y que van
al desarrollo del país y a la calidad de vida de la población: más de 4 000
nuevas habitaciones en el turismo; dos fábricas de cemento, o sea, la fábrica
de cemento de Santiago de Cuba.
En el caso de los portadores energéticos, ya
explicamos cuál es el nivel de intensidad energética, el consumo total de
combustible equivalente para el año que viene está en 8,4 millones de
toneladas, es similar al de este año. Crece la generación eléctrica un 3,2 %,
obviamente, por incremento de la demanda.
El consumo total de energía eléctrica crece
un 3,2 % respecto al estimado del año 2018. Hay un crecimiento del sector
residencial, o sea, la población, de 4,7 % y en el no residencial del 1 %, es
decir, la mayor dinámica de crecimiento la tenemos en el sector residencial.
Las inversiones en las fuentes renovables de
energía estamos planificando –recuerden que ya en el 2018 dijimos que era 3,51
%– llegar el año que viene a que el 5,41 % del total de la generación de
energía del país lo podamos tener ya sobre la base de la generación con fuentes
renovables.
El plan del próximo año concibe una mejora
energética no despreciable. Vuelvo al concepto de que la intensidad energética
es la cantidad de toneladas de combustible que nos gastamos para generar un
millón de pesos de Producto Interno Bruto. Y vuelvo al año 2018 que expliqué
que vamos a terminar con 89 toneladas, y nosotros para el año 2019 estamos
planificando 84,5 toneladas. O sea, hay una mejora de la intensidad
energética, y hay que ir revisando desde enero, para ajustarnos a los niveles
asignados en el plan y no empezar a gastar, gastar, gastar y después pedir
porque no nos alcanza.
Porque, repito, aun con 84,5 toneladas,
tenemos reservas, ¡tenemos reservas!, y es visible en los problemas que tenemos
con el desvío de recursos de combustible.
Se están considerando como fuente del plan la
variación de inventarios de combustible, me refiero aquí, del año 2018, que
representa unas 200 000 toneladas, que lo vamos a poner como fuente del plan
para disminuir la importación, y vamos a trabajar con un inventario operacional
tenso, como hemos estado este año, con coberturas muy limitadas en algunos
casos; pero lo imprescindible de esto es el control y ajustarnos al plan, que
se puede hacer.
Esta parte ya un poco la explicamos, la
importación de alimentos a través de Alimport va a ser superior, ligeramente, a
la de este año, que estamos en el entorno de los 1 700 millones de dólares en
alimentos, en alimentos para el balance, alimento consumo humano y consumo
animal. El 31 % es alimento de consumo animal. Estamos haciendo algunas
inversiones también en el país, para incrementar la producción de pienso y
otros productos.
Se planifican niveles que crecen respecto a
este año en el arroz, va creciendo la producción nacional de arroz. Tenemos
también la ventaja del agua, y eso es sustitución directa de importaciones. La
leche fluida tiene un crecimiento también de alrededor de cinco millones de
litros, entre otros productos; en el pib hay crecimiento de la actividad de la
agricultura y la silvicultura.
El plan de transportación de pasajeros es
ligeramente superior al estimado de este año, un 1,8 %. Ahí ratificamos que eso
no cubre la demanda de la población, pero hay un incremento en la
transportación de trabajadores, en la transportación por taxis, en la transportación
por ferrocarril con la incorporación de nuevas locomotoras, y está prevista la
entrega a las provincias de 282 ómnibus Diana–este año estamos cumpliendo el
plan de entrega de los ómnibus Diana– y 147 ómnibus Diana a la Empresa de
Transporte Escolar. O sea, que aquí tenemos también un crecimiento con respecto
a este año, aunque, repito, no llega a satisfacer la demanda.
En el caso del empleo y salario –y aquí voy a
dar algunos datos del año 2018–, para el año 2018 se estima una disminución de
la ocupación en 1,7 % con respecto al plan; en el sector no estatal un
crecimiento del 2,7 % y a su vez la productividad y el salario medio mantienen
niveles similares al plan, aun en medio de las restricciones que hemos tenido
desde el punto de vista financiero. Igual proyección tenemos para el año 2019,
con un incremento de la productividad de los ocupados en un 1,7 % y del salario
medio en 1,3 %, manteniendo una favorable correlación salario
medio-productividad.
Entonces, compañeros, el Plan 2019 cumple con
la premisa de: uno, tener los gastos ajustados a los recursos disponibles, esa
es una máxima. Dos, no incrementar el endeudamiento externo del país, y por eso
digo y ratifico que es una muy buena noticia una tasa de crecimiento del 1,5 %
bajo estas condiciones, y permitiéndonos crear las bases para, si hacemos bien
las cosas, poder garantizar una dinámica superior de crecimiento en los
próximos años.
Garantiza el crecimiento de la economía, ya
explicamos que se invierte en el desarrollo de sectores estratégicos y, por lo
tanto, no detiene el desarrollo para nada, con un incremento del 20 % con
respecto a este año.