LAS
LECCIONES DEL MAINE PARA ENTENDER LO QUE PASA EN VENEZUELA
(Leído en Cubadebate, tomado de la Revista
Sputnik)
El 15 de febrero de 1898 explotó en la bahía
de La Habana el acorazado Maine de la marina estadounidense, dejando un saldo
de 266 muertos. El hecho justificó la intervención de EEUU en la guerra
hispano-cubana. A 121 años de este dramático acontecimiento, te contamos qué
tiene en común este escenario con el contexto actual de Venezuela.
La explosión que destrozó al acorazado
estadounidense Maine en el puerto de La Habana fue una de las mayores tragedias
de la ciudad en el siglo XIX. Pero, ¿en qué contexto llegó el Maine a
La Habana?
Sputnik entrevistó al historiador
cubano Ernesto Limia Díaz, quien dijo a Sputnik que “la explosión no
fue un hecho aislado, fue el detonante de un plan que ya estaba trazado”.
A finales del siglo XIX, EEUU emergía como
una potencia económica de primer nivel tras el surgimiento del capital
financiero. Pero no era una gran potencia militar. Esto le planteaba una serie
de desafíos para abrirse a un mercado que estaba repartido entre las potencias
europeas.
Gran Bretaña era el principal competidor, con
la armada más desarrollada del mundo en ese entonces, y el mercado más
importante que se disputaban las grandes potencias era China.
Pero para llegar a este gran mercado los
estadounidenses necesitaban crear un canal en el istmo de Centroamérica e
incorporar bases carboneras en el camino. El territorio ideal era Filipinas,
entonces colonia de España.
Además, ese canal debía ser resguardado de un
posible ataque de las potencias europeas en el Atlántico y para defenderlo necesitaban
Guantánamo, también en manos españolas.
En 1898 EEUU se da cuenta de que
España en Cuba está derrotada y fue un “ahora o nunca”. Como una “visita de
cortesía” llegó el acorazado Maine a La Habana. “El Maine entró a la bahía el
24 de enero con los cañones apuntando a la ciudad, era un hecho que la supuesta
visita constituía una provocación”, indicó el estudioso.
El 15 de febrero, los 352 hombres del
complemento estadounidense estaban en el barco, y sólo tres había sido
autorizados a salir a un almuerzo en la bahía. “Pero el capitán y toda la
tripulación estaban en el buque, al contrario de lo que se dice que habían
salido porque sabían que iba a explotar. Eso es incierto”, aseguró el
catedrático.
Sobre las 9 de la noche ocurría la primera
explosión y se empezaba a hundir el barco. La ciudad en pleno acudió a asistir
aquella tragedia y muchos de quienes estaban allí perecieron en una segunda
explosión minutos más tarde. Los habaneros asistieron a las honras fúnebres de
los marinos fallecidos y en su honor se construyó años más tarde un monumento
en el malecón de la capital cubana.
Según explicó Limia, la teoría de que pudo
haber sido explotado por un torpedo, era probable pero no favorecía a ninguna
de las partes. “Este tipo de buques tenía el depósito de carbón muy cerca de
las municiones, y el carbón además era muy volátil. Investigaciones científicas
de los británicos y de los propios norteamericanos cien años después, apuntan a
que fue un accidente a partir de esta cercanía”, dijo el profesor.
Pero sin esperar resultados, Theodore
Russell, quien era entonces el subsecretario de la marina de EEUU declaraba que
se había producido “una agresión.”
Una junta de investigación estadounidense
realizó un extenso examen de los restos e informó al Departamento de Marina que
la explosión fue causada por una mina exterior. Es así como el Congreso
estadounidense aprobó la intervención en la guerra hispano-cubana con propósito
pacificador. Un mes después, comenzó la guerra entre España y los Estados
Unidos.
Años después se conoció que Tomás Estrada
Palma, entonces el delegado cubano de los mambises en EEUU (aunque después de
la intervención fue el primer presidente de la República de Cuba) envió una
carta a la Isla a finales de enero advirtiendo que ya había un plan que
garantizaba la intervención directa sin anexión.
“Es decir que desde antes del accidente ya
había un plan trazado. El envío del acorazado a La Habana solo tenía el
objetivo de cazar un pretexto. Lamentablemente ocurrió el accidente, pero fue
suficiente”, explicó Limia.
Lecciones para Venezuela 2019
Ante la amenaza de una posible intervención
en Venezuela, luego de la autoproclamación del opositor Juan Guaidó como
presidente interino y el reconocimiento de EEUU, Brasil, Colombia, Chile y
otros países europeos, el profesor cubano advierte un escenario que guarda
similitudes con los hechos del Maine hace más de un siglo.
“Con el resurgir de los Gobiernos de derecha
en América Latina, hay una coyuntura que le ha permitido a EEUU creer que este
es el instante para derrotar el chavismo y que es ahora o nunca. Ellos están
buscando un pretexto y nosotros como humanidad no podemos permitir la ocasión,
y para eso hay que movilizar a la opinión pública”, advirtió Limia.
“Hace 12 años no existía la prensa que existe
hoy, pero EEUU había preparado a la opinión internacional para supuestamente
ayudar a los cubanos con un fin pacificador. Es el mismo esquema, hoy aplican
la filosofía del despojo en Venezuela para luego enviar ayuda humanitaria con
la supuesta intención de ayudar, lo que es irónico porque esta ayuda está
estacionada en una de las ciudades más pobres de Colombia”, sostuvo el
analista.
Según advierte Limia, la búsqueda de un
pretexto pasó por la situación de tensión con la embajada de EEUU en Caracas,
buscando que el Gobierno de Nicolás Maduro aplique la fuerza a los diplomáticos
que se resistieran a salir del país, “pero eso no les sirvió”.”Ahora pasaron a
la frontera con esta supuesta ayuda, pero siguen construyendo un imaginario
donde el mundo vea que la intervención tiene un objetivo pacificador”, destacó.
“Hay una situación tan compleja, que
el Maine venezolano puede ser cualquier cosa: un supuesto error en la frontera,
que le suceda algo a Guaidó…el peligro es inminente. Hay un plan en curso que
es invadir a Venezuela y cuando estas cosas salen a la luz pública es porque la
maquinaria está corriendo”, concluyó el historiador cubano.