NUEVAS
MEDIDAS PARA VIEJOS PROBLEMAS
(Por Juan
Triana Cordoví)
En una Mesa Redonda especial
el gobierno cubano anunció un grupo de nuevas medidas. Me referiré
a aquellas que tienen que ver en lo fundamental con la estrategia económica
aprobada. La misma estrategia que ha sido varias veces actualizada para
atemperarla a las cambiantes circunstancias que han caracterizado al mundo y a
la economía cubana desde su aprobación hace ya casi dos años.
Sin dudas y por diversas razones el contexto
es muy diferente al de hace apenas un mes. El crecimiento desproporcionado de
las contagios por COVID-19 y sus fatales consecuencias en
términos humanos, el sobregasto que ello ha significado, la utilización
cínica de la administración Biden de la herencia Trump en materia de
política contra Cuba, la creciente insatisfacción de la población, para nada
subjetiva, el cerco mediático, los dolorosos hechos ocurridos este
pasado fin de semana, el sórdido reclamo a la intervención foránea, todos ellos
hacen que el contexto sea diferente y la urgencia alcance otra dimensión.
Es en este contexto que el gobierno cubano
anunció un grupo de medidas, algunas dirigidas a aliviar la escasez, otras a
proveer de mejores condiciones de gestión a la Empresa Estatal, y a informar
por donde anda el proceso de construcción del entorno regulatorio para las
PyMES en general.
“Autorizar excepcionalmente y con
carácter temporal la importación vía pasajero con equipaje acompañante,
alimento, aseo y medicamentos sin límite de valor de importación y libre de
pago de aranceles hasta el 31 de diciembre de 2021. Los límites los pone la
aerolínea”.
La eliminación temporal de las restricciones
para la importación de medicamentos, productos alimenticios y artículos de aseo
puede aliviar el déficit de oferta, sin dudas. No dispongo de datos
actualizados para poder hacer una estimación del impacto positivo de dicha
medida sobre la oferta total, pero cualquiera sea este, será bienvenido.
No obstante, es bueno entender que el número
de vuelos internacionales se ha reducido sustancialmente desde que comenzara la
pandemia. De volar a prácticamente todos los aeropuertos internacionales del
país, de tener varias decenas de vuelos diarios, hoy sólo quedan tres líneas
aéreas estadounidenses operando en el país, todas obligadas por la
administración Trump a utilizar únicamente el aeropuerto de la Habana. Hoy American
Airlines, Jet Blue y Southwest sólo
pueden utilizar este aeropuerto, y debido a las restricciones de la pandemia
han visto reducido el número de vuelos a uno semanal. Es cierto que emigrantes
cubanos hay en todos los países, pero también lo es que más del 85% de toda la
emigración se concentra en Estados Unidos. De esta suerte, hay una restricción
sobre la cual poco podemos hacer que limita el potencial beneficioso de la
medida.
También debería permitirse que aquellos
negocios privados que venden artículos varios pudieran vender de forma abierta
estos productos. De todas formas va a ocurrir, ya sea a través de la avanzada
tecnología del susurro, a través de grupos de Whatsapp o
usando palomas mensajeras. Es preferible que sea abierto y transparente a que
ocurra de esa otra forma que genera ese otro mercado negro/gris/alegal que,
entre otras cosas, permite la evasión impositiva y multiplica los precios. Una
vez, creo que en esta misma columna defendí la existencia de las “quincallas”,
siempre que fueran legales y hoy las vuelvo a defender. Legalizarlas no debe
demorar tanto como otras regulaciones y así evitamos el asedio de los
inspectores y la corrupción que le acompaña.Pero no todo esta perdido. Otro
canal para incrementar la oferta por esta vía, sería extender esas excepciones
temporales al envío de paquetería, incluso sería más barato para las familias
cubanas y establecer un canal especial de pronta entrega para los envíos
consistentes en medicinas, alimentos y artículos de aseo y limpieza. Estoy seguro
que es posible hacerlo y la relación costo/beneficio será muy favorable, tanto
en lo económico como en lo social.
El bloqueo poco podrá contra
esta medida, excepto que la Administración Trump, perdón, Biden, se empeñe en
lo contrario de forma abierta y de haga más evidente aun su cinismo. Cierto que
esta tampoco es LA MEDIDA que resolverá la RESTRICCIÓN DE OFERTA, pero ayudará
a reducirla, sin lugar a dudas. Eso sí, hagámoslo como es y no a medias.
La empresa estatal y su fondo de
salario
No es esta la primera vez que una idea así se
maneja. No hacía falta la unificación cambiaria y monetaria para
hacerla. Pero tampoco vale la pena deshacer el camino y preguntarse por qué no
se hizo antes. Lo cierto es que debe proveer a los empresarios de mejores
condiciones para manejar su empresa. Sin embargo, se debería fijar una tarifa
mínima horaria; es algo que no debe quedar a la discreción de la administración
de cada empresa. Incluso existe una regulación así sobre el salario para el
sector cuentapropista. Pues bien, usemos esa y así vamos nivelando las reglas
de juego. También los sindicatos deberán jugar un papel más activo, pues
aparecerán contradicciones que tendrán que ser resueltas vía negociación.
“(…) remover la empresa estatal socialista
(…) un fondo de salario aprobado y tenga la autonomía de distribuir ese fondo
en correspondencia con las diferentes plazas (…) Es una transformación
audaz.
Sin dudas será un proceso de aprendizaje, sin
dudas habrá que preparar a los empresarios, sin dudas habrá que escoger
empresas para empezar con éxito, pero no repitamos la fórmula del experimento
perpetuo que tanto nos ha retrasado. Una parte de ese aprendizaje será por el
método de aprender haciendo, porque no hay manera de reproducir en un seminario
todas las complejidades que genera la conducción de una empresa en un ambiente
de negocios tan poco estándar como el que tiene nuestro país. ¿Acaso cuántos se
dieron para emprender el “ordenamiento”?
Un viejo empresario, muy buen amigo, además,
me dijo una vez hace varios años ¿Y cómo quieren que exporte si nunca me han
dejado hacerlo?
Las PyMEs estatales
Siempre han existido de facto pequeñas y
medianas empresas estatales. ¿Qué es sino una UEB con 30 trabajadores? ¿O un
“establecimiento” con cinco?
Es verdad también que si fuéramos
consecuentes y aplicáramos la definición de medios de producción fundamentales
que aparece en la conceptualización, muchas de esas futuras PyMEs estatales no
tendrían porque seguir siendo estatales, pero también es cierto que la resistencia no
creativa puede mucho, incluso en contra de la eficiencia y de la
productividad, que es como ir en contra del país.
Lo relevante, la intención de separar la
propiedad de la gestión es, sin dudas, el término medio. Aquí también habrá que
aprender, pero igual que en el caso anterior, distribuyamos la carga de
aprendizaje entre los cursos y la práctica del aprender haciendo. Ojalá llegue
rápido el cambio, porque la demora cuesta.
¿Quiénes serán los dueños? “(…) las unidades
presupuestadas, empresas u Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial y
también centros científicos y universidades que puedan actuar como socios o
dueños de micro, pequeñas y medianas empresas estatales (…)” Hará falta un buen
catalejo para hacer una muy buena selección y encontrar algunas que sean buenas
representando al dueño, que es todo el pueblo de Cuba.
Que se haya avanzado en el sistema de normas
que regularán el funcionamiento de todas las PyMES es una muy buena noticia.
Que resulta un trabajo arduo parece indudable:
(…) seis decretos leyes, un decreto y 16
resoluciones de ocho organismos.
Las PyMES deben renacer (existieron antes,
allá por la década del 60) en un entorno muy difícil, el más difícil que haya
existido en Cuba desde que fueran desaparecidas hace varias décadas. Ha sido
este un parto con dolor y con fórceps, inexplicablemente demorado. Pudimos
lograr dos candidatos vacunales en apenas la sexta parte del tiempo requerido y
en franca lucha contra el bloqueo estadounidense, pero el parto PyMEs ha
demorado más de 10 años desde que fuera anunciada la gestación.
¿En esa consulta a todos los organismos,
defenderán ellos los intereses del país o los propios? Que conste que no es una
conjetura sin fundamento en hechos, la resistencia destructiva que
se atrinchera en esos proceso iterativos de consulta ha cosechado mas de un
éxito. Qué decir de lo que nos ha ocurrido en nuestra agricultura.
Ese marco regulatorio debería responder
positivamente al menos a estas tres preguntas:
¿Permite el marco regulatorio un proceso ágil
de creación que no demore mas de 30 días?
¿Garantiza la reducción al mínimo de la
incertidumbre?
¿Facilita la relación con el resto de las
actores económicos con el mínimo costo de transacción posible?
Las respuestas no deberían ser ni tal vez, ni
quizás, ni vamos a ver. En esta caso deben ser binarias, o lo facilita o lo
entorpece y si lo entorpece entonces es mejor cambiarlo antes de que se apruebe
y divulgue porque garantizar en todo lo posible un buen ambiente de negocios es
crucial para que estas pequeñas y futuras recién nacidas criaturas crezcan
saludables, y aporten lo que deben a nuestra economía. De este modo, los
cubanos no tendrán que buscar fuera de Cuba lo que pueden alcanzar adentro
gracias a su ingenio, a su voluntad y a la instrucción que la Revolución Cubana
ha garantizado para todos por igual.