¿CUÁNTO
GANA UN SOJERO?
(Por
Medardo Ávila Vázquez, en el blog “El Cohete a la Luna”)
Es la pregunta a media voz que se hacen los
argentinos, entre ellos los vecinos de los 2.172 pueblos fumigados de la zona
donde se cultiva soja y maíz transgénico. Porque a pesar de todas las
evidencias del daño que producen los agrotóxicos a la salud, los productores
siguen aferrados al modelo de la agricultura tóxica. Y la misma pregunta se
hacen los que observan azorados cómo se comienzan a reproducir los tractorazos
del campo tóxico con la excusa de que el nuevo gobierno actualizó el valor de
las retenciones que impulsó el gobierno de Macri.
Entre las respuestas a la pregunta se
encuentra el análisis del economista cordobés Fernando Oviedo, que se llega a
la conclusión de que un productor dueño de un campo de 200 hectáreas en la zona
núcleo alcanzaría este año una renta mensual de 480.000 pesos por mes (7.620
dólares por mes). Esta cifra se alcanza considerando que como el rendimiento
por hectárea es de 4,5 toneladas (45 quintales), ese campo produce 900
toneladas de soja, lo que multiplicado por $ 14.330 (227 dólares en ese
momento) de la cotización de la tonelada de soja en la Bolsa de Comercio de
Rosario (cotización en ascenso en el último mes), se genera un ingreso bruto de
$12.897.000. Si a esa cifra le restamos las retenciones que le descuenta el
acopiador/exportador, $ 3.869.100 (equivalentes al 30% de $12.897.000), le
restamos gastos de estructura por $ 1.512.000 ($ 7.560 por hectárea), le
restamos los gastos de cosecha por $ 756.000 ($ 3.780 por hectárea) y le
restamos $1.008.000 de gastos de comercialización ($5.040 por hectárea), nos da
un margen de $ 5.751.900 por cosecha de soja. Suponiendo que no haga nada más
en el campo y que trabaje solo esos 4 meses, estamos hablando de un resultado
neto mensual para todo el año de $479.325, habiendo ya detraído impuestos
nacionales, provinciales y tasas municipales (incluidos todos en los
gastos de estructura).
Sin embargo en estos días crece una campaña
del agronegocio, argumentando que los productores sojeros con las retenciones
actuales pierden plata. Todo se sustenta en un análisis de Néstor Roulet, un ex
funcionario de Macri y el principal vocero de los piquetes sojeros del 2008 en
la provincia de Córdoba. Según Roulet, los productores sojeros van a perdida en
esta campaña 2019-2020 y por hectárea perderán 32 dólares, o sea que en el caso
del ejemplo de un campo de 200 hectáreas su propietario no tendrá ninguna
ganancia y perderá $ 403.200 al terminar de comercializar su cosecha, mientras
para el economista Fernando Oviedo tendrá una ganancia de $ 5.751.900 ($
479.000 para los doce meses).
Nestor Roulet es muy conocido en Córdoba. Fue
candidato a Vicegobernador del Milico Aguad, es un productor originario de
Canals, en el sureste cordobés. Un pueblo que tiene la desgracia de contar con
la mayor cantidad de muertos de cáncer por año. Un estudio de epidemiologia
comunitaria supervisado por la Red de Médicos de Pueblos Fumigados demostró que
entre todos los vecinos de Canals difuntos entre abril de 2017 y marzo de 2018,
el 55% murió a causa de un cáncer, cuando en todo el país solo mueren de cáncer
el 20% de las personas. Los Roulet también han participado del gobierno de la
municipalidad de Canals, municipalidad administrada desde hace 16 años por
intendentes y concejales sojeros que fumigan masivamente su propio pueblo.
Todos los años Roulet publica informes en el portal Agrositio donde
supuestamente demuestra cómo los sojeros tienen márgenes de ganancia sumamente
exiguos, algo que parece contradecir los niveles de consumo de esos grupos.
Parece que hay dos análisis con resultados
muy diferentes, pero recientemente (el 27/12/19) el periódico vocero del
agronegocio cordobés AgroVoz publicó un estudio del economista Carlos Ghida
Dazza del Inta de Marcos Juárez, demostrando que los márgenes del agro se
triplicaron en los últimos 40 años, en los que según sus cálculos, el resultado
operativo (lo que le queda al productor después de pagar todos los gastos
fijos, como alquileres, siembra, fumigaciones y cosecha; y los de estructura,
como impuestos y recursos humanos) de los productores de la zona núcleo
cordobesa es de 331,7 dólares por hectárea en la última década. Si tomamos el
ejemplo de las 200 hectáreas del productor de Fernando Oviedo, su renta mensual
es de $ 347.550. Un poco menos pero aun muchísimo dinero, en este cálculo el
productor tiene sumado el costo del alquiler de la tierra.
Tal vez alguien pueda pensar que esta es la
situación solo de los empresarios sojeros cordobeses y no se podría generaliza.
Pero el INTA de Pergamino (Provincia de Buenos Aires) publicó en mayo del
pasado año su estudio del margen bruto de rentabilidad agrícola en su zona. Ese
estudio económico para la campaña 2019-2020, calculaba para soja de 1º
considerando un campo de 200 hectáreas como en el análisis de Fernando Oviedo y
descontando los impuestos, una renta de 4.700.000 pesos lo que es igual a
391.000 pesos por mes. Muy lejos de los cálculos de Roulet, que enviaban a
pérdidas a los productores sojeros de todo el país.
Ya no hay dudas. Un sojero pequeño en esta
campaña podría aspirar a una renta de entre 347.000 pesos a 479.000 pesos
mensuales.
¿Cuanto
trabaja un sojero?
Cualquiera podría pensar que el trabajo
humano que implica generar tan interesante renta demandaría enormes esfuerzos
en numerosas e intensas jornadas de trabajo. Sin embargo no es así. El
ingeniero agrónomo Mario Bragachini, quien fuera el responsable del área
de Eficiencia de Cosecha, Postcosecha y Agroindustria del INTA EEA
Manfredi, afirma que “hoy solo se necesitan 1,6 horas hombre/hectárea/año para
producir una hectárea de soja”. Para el ejemplo que utilizó el economista
Fernando Oviedo en que 200 hectáreas rinden 478.000 pesos mensuales, se
necesitan 320 horas de trabajo por año. En jornadas de 8 horas serían solo 40
días de trabajo al año. Claramente es un solo operario para 200 hectáreas.
¿Qué se hace en esos 40 días de trabajo en un
predio de 200 hectáreas de soja transgénica? Generalmente se dedica un
día para sembrar, otro para cosechar y 36 días para fumigar (antes de sembrar
en barbecho químico, en pre-emergencia, en post-emergencia y en control de
plagas) y dos días para silaje y trasporte. Relevando pueblos del sur cordobés,
un grupo del CONICET de la Universidad de Rio Cuarto también llego al dato de
que las jornadas de aplicaciones al año son 18, pudiendo variar de 12 a 32 por
100 hectáreas de lote.
Los pools de siembra hasta pueden
utilizar menos hora, asegura Bragachini. Un grupo familiar que explote sus 200
hectáreas podría necesitar hasta 3 horas/ hectarea/año, es decir, más de un
trabajador del grupo familiar. (Padre e hijo, podrían ser).
¿Quienes
producen soja en Argentina?
¿Son muchas las personas que pueden trabajar
tan poco en el campo y producir tanta diferencia? ¿Son muchos los sojeros de
200 hectáreas, o mejor aun, quienes producen la soja y el maíz transgénico en
Argentina? Son preguntas que casi nadie sabe responder. La respuesta queda
encerrada en esa zona gris que llaman “el campo”.
El INDEC publicó los datos del Censo Nacional
Agropecuario 2018. Allí se dice que sólo quedan 211.000 productores rurales en
el país y que estos establecimientos ocupan más de 86 millones de hectáreas.
Pero la soja y el maíz transgénico (la soja algunos años se rota con maíz en el
mismo lote) ocupan 24 de esos 86 millones de hectáreas y también se sabe
fehacientemente que solo 75.000 productores llevan adelante estos cultivos
tóxicos y muy redituables. El 50% de la producción sojera la generan 1400
productores con muchos miles de hectáreas explotadas. Parece que el
campo no somos todos.
Siguiendo con el último informe del INDEC
(firmado por Jorge Todesca), los productores de 100-200 hectáreas son 25.000,
los que tienen o explotan 200-500 hectáreas son 32.000 y los que tienen
establecimientos de más de 500 hectáreas son 18.000. Y aquí se evidencia otro
fenómeno y es que la tierra no es de quien la trabaja.
El 19% de la superficie de los
establecimientos rurales es arrendada. Pero este fenómeno es muchísimo más
frecuente en el agronegocio y allí podría superar el 70%. Los reyes de la soja
—grandes pools como Los Grobo, MSU, El Tejar, La Redención, Sofro,
Cresud y Adecoagro— no tienen tierra propia o su extensión es ínfima, y se
puede decir que toda la tierra que trabajan es arrendada, Otros, como Olmedo
Agropecuaria del bolsonarista diputado Alfredo Olmedo, cuentan con más de
110.000 hectáreas propias en el NOA, muchas apropiadas porque se las otorgó el
Estado salteño, incluso de territorios wichis.
Miles de ex productores ahora son
propietarios rentistas que alquilan sus campos a otros productores vecinos o
a pools de siembra que los explotan por su cuenta y les pagan por
ello. ¿Cuánto les pagan? Según la Bolsa de Cereales de Córdoba, el costo de
arrendamientos 2019 es de 10 quintales por hectárea (una tonelada de soja), es
decir 244 dólares. 100 hectáreas alquiladas generan 24.400 dólares o al cambio
oficial 1.573.200 pesos, que significan 128.100 pesos por mes al año. Si sólo
tiene para arrendar 50 hectáreas, estas le generan 64.050 $ por mes sin moverse
de la casa y sin ningún riesgo ni actividad. De pronto decenas de miles de
familias que antes eran agricultoras, son ahora también socias directas del
agronegocio y amparan las fumigaciones con agrotóxicos porque viven
parasitariamente de la agricutura tóxica y defienden sus intereses. Tiempo
atrás la mayoria de sus abuelos y padres fueron productores de la FAA hoy
aliada a la Sociedad Rural y a los monopolios de los agrovenenos y el comercio
exterior.
El agronegocio es una práctica extractivista
que sobreexplota los bienes naturales y genera apropiación de la renta,
desigualdad e injusticia ambiental, en forma muy similar a las otras
prácticas extractivistas de nuestro país como la megamineria y el fracking,
pero a diferencia de estas dos que son encabezadas y representadas socialmente
por empresas enormes como Barrick o Chevron, el agronegocio tiene como
representantes y actores a los productores sojeros de todos los tamaños con un
relato que nos intenta hacer creer que ese campo es de todos.