¿LA DESIDIA?
No sabría decir que estaba haciendo ese
Lunes, 28 de Abril de 1986, cuando en horas de la noche el noticiero
"Bремя", daba en apenas 17 segundo la información sobre el accidente
de Chernóbil, es posible que no le haya prestado la atención adecuada, ese año
viajaría de vacaciones a Cuba, allá me esperaría, como pude saber luego,
"una conferencia de prensa" con los gitanos de la familia, donde me
preguntarían de todo sobre el accidente y la nueva política del hacia poco
estrenado dirigente soviético Mijail Gorbachov, es posible que en esa semana
que comenzaba, se hablara por los pasillos del Instituto Energético de Moscu (Московский
энергетический институт, МЭИ), sobre lo que había ocurrido con el reactor РБМК
(Реактор Большой Мощности Канальный, Reactor de Alta Potencia tipo canal),
Camilo, el Pinto, o mi amigo Marquitos, nos trajeron seguramente alguna noticia
de lo sucedido, siendo que ya a esa altura en cuarto año de nuestras carreras,
ellos, cuasi-ingenieros en Centrales Atómicas, deberían entender mejor, si
algún profesor les anunciaba alguna hipótesis sobre lo que estaba pasando.
Este fin de semana me he hecho eco de la tan
citada miniserie de cinco capítulos sobre el Accidente de Chernóbil. En los dos
años restante que estuve en la URSS, hasta febrero 1988, que regresaría
felizmente graduado de Criofísico a Cuba, me quede con una visión técnica de aquel fatídico 26 de Abril de 1986 a las 1 y 23 de la madrugada, por
entonces no recabe en las implicancias políticas y sociales del asunto, era
como que confiaba en que todo se hacía con esmerada atención según los
procedimientos para una catástrofe así. La acción solidaria desplegada por Cuba
y que Fidel tomo como propia, cuatro años después, recibiendo a victimas
fundamentalmente niños, de aquella "bomba atómica" auto lanzada, para
curarse en la playa de Tarará, me hizo ver la magnitud del hecho.
Fueron 26 000 personas entre 1990 y 2016 las
que Cuba trato con esmero, aun en medio de un bloqueo económico que los
abanderados de la "democracia", le habían reforzado a esa pequeña
isla que solo cumplió con el más elemental de los sentimiento de gratitud hacia
aquellos soviéticos que entre otras cosas habían permitido que este
"gitano cubano" se graduara en los mejores laboratorios científicos
de su nación.
Por suerte el tiempo deja descansar sobre el
suelo el polvo de algunas tormentas humanas, una parte de la verdad sale a
flote, o al menos eso pensamos en el momento que pensamos sobre una determinada
verdad, sin embargo como dijo Nietzsche "la verdad es la mentira más
eficiente, aquella que ha logrado su objetivo, es tan profundamente mentirosa
que le creemos". La miniserie "CHERNOBYL", tiene la
intencionalidad de los vencedores, la mezcla oportuna de entretejer pasajes
verídicos, con ficticios para promover una idea totalitaria, que no es
precisamente la que deja al final del último capítulo, "¿Cual es el precio
de la mentira?, si este fuera su objetivo, sería muy loable, pues otros hechos
deplorables recientemente llevados a cabo por los paladines de la
"democracia" en el medio oriente y que ha implicado la muerte de
millones de seres humanos, serviría para poner al descubierto, las mentiras
sobre supuestas bombas atómicas que ni siquiera fueron avaladas por la
Organización Internacional de Energía Atómica, y que le valiera al Imperio para
desembarcar con sus tropas y hacer la masacre que hicieron delante de los ojos
de todos.
"Chernobyl" como serie, tiene la intensión de
presentar la desidia de un sistema político decadente como idea humana, el
Socialismo. No voy a ser yo, precisamente, quien salga a defender en toda su
expresión a el Socialismo que se construyo en la extinta URSS, había que
ponerlo de patas para arriba lo allí construido, pero jamás destruirlo, ya
hemos visto las consecuencia de ese descalabro, peor que el accidente de la
serie. El secretismo exacerbado fue una bala que jugó en contra de todos los
socialismos que se construyeron, incluyendo el cubano, estábamos en medio de
una guerra fría sin cuartel, pero algunos "vivos" utilizaron (y
utilizan) ese hecho para no dar cuenta de sus actos públicos, el encubrimiento,
el no rendir cuenta ante el pueblo se torno en moneda corriente y en la
desintegración de una idea de sociedad, que como principio ineludible tiene que
ser mas democrática que el Capitalismo contra quien luchaba.
Tengo algunos pasajes de la serie que me dan
la pauta de mi visión sobre ella. Uno de ellos es el caso de Lyudmilla, la
esposa del bombero Vasily Ignatenko. Poniendo en riesgo su vida y la del bebé
que esperaba, Lyudmilla Ignatenko, rechazó a separarse de Vasily durante la terrible agonía que sufrió en
el Hospital Número 6 de Moscú. “Ninguno de los médicos sabía que iba a pasar la
noche con él en la cámara de compresión. No tenían ni idea. Las enfermeras me
dejaron entrar. Al principio, también trataron de razonar conmigo, diciendo:
‘Eres joven. ¿Qué estás pensando? Ya no es un hombre, sino un reactor. Arderán
juntos’”, le comentaba Lyudmilla a la escritora bielorrusa que escribió sobre
aquel desastre, Svetlana Alexiévich, premio nobel de literatura 2015. Pese a
que en la miniserie se ve que la pareja puede tocarse y abrazarse, la Lyudmilla
de la vida real explicó al diario británico The Guardian que los
médicos no le permitían tocarse o siquiera acercarse. Si bien los Ignatenko ya
tenían dos hijos, la producción de HBO muestra que la joven de 23 años
atravesaba su primer embarazo, y que ademas para acercarse a su esposo tuvo que
sobornar en la entrada del Hospital, algo que nunca ocurrió en la realidad, pequeños
gestos condicionan una mirada, la decadencia de una sociedad
"socialista" es la idea de HBO.
Otro hecho contrastante, fue el reclutamiento
de los 240 000 voluntarios necesarios para ocuparse de mitigar el desastre del
accidente en términos de limpieza de la azotea de la central atómica y del medio
ambiente circundantes. La serie de HBO habla de unos 750 000 y le dedica una
parte importante de su puesta en pantalla, a la condición moral y humana de
tres soviéticos, dos de ellos militares veteranos de la guerra de Afganistán, implicados en la misión de
"asesinar" a todo animal vivo por los alrededores de la central, para
ello, los de HBO juegan con el morbo, de poner en escena la "matanza"
de perros que han sido abandonados por sus dueños por órdenes expresa de la
evacuación en los poblados aledaños, el mensaje es claro, "ya te
acostumbraras a matar perros, como yo, de afganos". El símil con los
campamentos militares de los norteamericanos en Vietnam, es evidente en la
serie, solo que acá la mariguana o el hachís, es sustituido por la abundancia
de vodka gratis, no hay orden, es la selva, es el mensaje que se quiere trasmitir,
algo muy alejado de la realidad que impero por esos días, contada por sus
protagonistas, entre ellos Oleksandr Zahorodnyuk, que hoy vive en Mariano
Acosta, provincia de Buenos Aires.
Nunca se estrello un helicóptero en el
proceso de "apagar" la radiación que emanaba del reactor expuesto, está
documentado que se siguieron estrictas normas de control del personal que en un
inicio por este método, arrojo toneladas de arena, plomo y boro. Hubo una
disciplina al respecto siguiendo las recomendaciones de todo un equipo de
científicos capacitados que liderados por Legasov, buscaba soluciones
impensadas para tamaño problema, pero la serie HBO se hizo eco de la caída de
un helicóptero sobre el reactor seis meses después de la explosión por haber
chocado contra uno de los cables de una de las grúas que se armo para construir
el sarcófago de hormigón que enterraría definitivamente el reactor expuesto,
cualquiera diría que es una pifia menor, pero no lo es si dicha escena en la
serie, está presidida de las decisiones que se ponen en boca de un Viceministro
soviético que quiere respuestas a toda costa sin importar las vidas humanas.
En ningún momento se acude a una realidad que
existió, el patriotismo, según la serie HBO los soviéticos se movían por dinero
para hacer las cosas y cuando se deja traslucir ese sentimiento en la serie,
que por otra parte quien compartió con los soviéticos, como el que escribe acá,
siempre estuvo presente en la sociedad soviética a pesar de los errores de sus
dirigente, este tiene que presentarse como burdo o desafiante a las
autoridades, esto último se pueden observar en las escenas utilizadas por la
serie HBO, referidas a los mineros que cavan el túnel para refrigerar con
nitrógeno liquido la base del reactor, en la realidad nunca lo hicieron
desnudos, pero de esta manera era más decadente la escena, por cierto,
finalmente en la realidad se termino el túnel, pero esa solución pensada por
varios especialistas no tuvo que llevarse a acabo pues el material del reactor
se enfrió solo, y el peligro de contaminación de las agua subterráneas abajo
del reactor se aplaco. También sucedió cuando entre algunos trabajadores de la
central atómica se decide convocar para que tres de ellos puedan abrir las
válvulas que pudieran vaciar las piletas de agua antes de que la lava originada
por la fusión de la arena, arcilla, plomo y demás elementos radiactivos llegará
a los tanques y vaporizaran el agua generando una explosión mayor. En la serie
primero se les ofrece dinero, luego se les habla de heroísmo soviético en un
discurso bastante penoso, la realidad es que Alexei Ananenko, Valeri Bespalov y
Boris Baranov, fueron tres ingenieros que conocían como la palma de sus manos
los vericuetos de la instalación de agua de la central, de hecho no usaron
linternas para recorrer el camino hasta las válvulas, tenían conocimientos
suficientes, eran capaces y no hubo que convencerlos ni con dinero, ni con
discursos para hacer lo que hicieron, era su deber, algo que "parece"
no entendieron los ideólogos de la serie "Chernobyl".
(Alexei Ananenko, Valeri Bespalov y Boris Barano, real arriba, en la ficcion abajo)
Hollywood siempre ha necesitado de los héroes individuales, los salvadores tipo Superman, HBO sigue la misma lógica en esta miniserie, que de la noche a la mañana se ha convertido en un "suceso cultural", de ahí que el Doctor en Quimica Legasov, es presentado como el héroe solitario atormentado por las malas decisiones de la burocracia soviética, sin embargo en la realidad Valeri Legasov, miembro de la Academia de Ciencia de la URSS, dirigió al equipo de científicos que apoyo y busco soluciones para enfrentar la catástrofe, este equipo científico fue el sustento técnico con que los dirigentes soviéticos entre ellos el Vicepresidente del Consejo de Ministro Boris Shcherbina, enviado especial de Gorbachov a Chernóbil pudieron tomar sus decisiones malas o buenas al calor del periódico del lunes. Sin duda la más grosera decisión fue no haber entendido antes la envergadura del accidente, y solo dar la orden de evacuación de la ciudad de Chernóbil con 25 000 ciudadanos, 37 horas más tarde de la explosión del reactor. Más tarde una vez asumido el problema, que algunos relatan debido a las mediciones que se reportaron de aumento de la radiación en Suecia, está demostrado que las decisiones se tomaban en un enorme comité integrado por políticos, jefes militares y científicos buscando soluciones para un problema único en el Mundo, y no como deja entrever la serie HBO que toda la responsabilidad de las decisiones caía en dos personas.
Se sabe que dos años exactamente de la
explosión de Chernóbil, el doctor Legasov se suicido en su departamento dejando
unas cintas que son sus últimas palabras sobre lo sucedido en aquellos días,
además de alguna que otra información que en su momento no se le trasmitió a la
Agencia Internacional de Energía Atómica, en aquella reunión de Agosto de 1986,
donde Legasov asistió y presento un informe pormenorizado sobre lo ocurrido en
el reactor RBMK de Chernóbil. En una nota del 30 de Agosto de 1986 que dejo a
continuación del diario "El País" sobre aquella reunión en la Agencia,
se dice lo siguiente "La reunión había despertado grandes expectativas,
pero la cantidad y la calidad de la información presentada por la Unión
Soviética ha superado con mucho todas las previsiones", manifestó ayer en
conferencia de prensa el suizo Rudolf Rometsch, quien presidió el encuentro. La
reunión ha supuesto, según se coincidía en los pasillos de la conferencia, un
salto cualitativo en la cooperación internacional en materia de seguridad
nuclear. La URSS ha expresado su disposición a seguir facilitando datos sobre
los estudios epidemiológicos, que en parte llevarán años, y facilitar
información adicional a aquellos países que lo soliciten". La serie HBO
deja entrever como verdad, que hubo un informe de una accidente anterior con un
reactor RBMK, que se prohibió publicitar entre los científicos e ingenieros
operarios de estos reactores, y que de alguna manera alertaba sobre el problema de diseño en las barras de
control de boro con sus puntas de grafitos, las que finalmente después de
varias negligencias antes, obviando los protocolos de seguridad por el ingeniero
adjunto Anatoly Dyatlov, encargado de la prueba a la que se sometía aquella
noche el reactor, hizo que el mismo explotara. Esta información de
"error" en el diseño de dichas barras fue la que se oculto a la
Agencia Internacional de Energía Atómica y la que dejara Legasov en sus famosas
cintas antes de morir. En una película para la televisión de la BBC Chernobyl
Nuclear Disaster, las cintas de Legasov se analizan, me es complicado opinar si
lo dicho allí, es "la verdad", y no que las conclusiones de Legasov sobre el
accidente y el error de diseño en las barras de control de boro, no fueron
obtenidas después de todo el estudio que llevo a cabo la comisión de expertos,
que trabajo en el análisis de Chernóbil
y no por información que se conocía antes de agosto de 1986 y que por
intereses "turbios" de la burocracia soviética no solo no se
proporciono a la Agencia, sino no se utilizo para hacer modificaciones, como se
hizo más tarde después del accidente de Chernobil a los 14 reactores RBMK de
los 27 que funcionaban en la URSS.
De todas manera, quien presta atención con
delicadeza en la serie y lee algunos informes sobre el juicio que se llevo a
cabo para enjuiciar a los negligentes implicados se da cuenta que hubo una
ruptura total de los protocolos de seguridad más elementales. Por cierto la
serie HBO, hace una pantomima del juicio por el accidente de Chernóbil en la URSS,
la "justicia" solo es válida en el Mundo "democrático",
donde "la independencia de los poderes" garantiza a "raja
tabla" la condición por la cual la Diosa Temis nunca se quita la venda. En
el juicio soviético que la serie HBO presenta coloca a Legasov como el héroe de
las historietas norteamericanas que "decide decir la verdad", mientras
todos los demás, tratan de ocultarla. Vuelven los ideólogos de la serie, a
enviar su mensaje, su cliché sobre la justicia en el Socialismo. El juicio
verdaderamente duró varios meses, y aunque fue un proceso oral, no fue menor en
burocracia, tecnicismos, tiempos muertos que cualquier juicio de esa
envergadura que se celebre en el Mundo "libre", por otra parte Legasov nunca participo del
juicio, y jamás hizo ni su declaración
magistral con tarjetas azules y roja, ni su suspenso antes de la "verdad
revelada", no obstante se castigo no solo a los implicados directamente en
realizar una prueba en el reactor faltando a todos los protocolos de seguridad,
sino aquellos que aunque no participaron directamente en la prueba, fueron los
que dieron la autorización a realizar dichas pruebas y luego minimizar los
estragos del accidente.
Hay algo que siempre me pareció fatal en el
Mundo del Socialismo "real" construido en muchos países, incluido
Cuba, la morosidad con que se informa
al pueblo, la URSS y sus medios de comunicación tardaron en dar la noticia de
la catástrofe de Chernóbil y de informar
oportunamente a la población sobre todos los riesgos de aquel acontecimiento,
en eso, por amarillismo o por pura
vocación de informar, la prensa del
Mundo "libre" ha estado mil pasos adelante, y eso es culpa del
control exacerbado de los medios por parte de los dirigentes políticos en el
Socialismo "real", función que en menor o mayor cuantía cumplen los jefes de redacción
en los medios privados, que también responden a intereses de clases y otros bastante espurios, hasta tal punto que muchas veces informan mentiras de sucesos, que ni siquiera han sucedido. Pravda, como órgano oficial del partido Comunista de la URSS, tardo en demasía en dar detalles sobre lo que en Chernóbil acontecía.
El Socialismo "real" en la URSS necesitaba de una reforma profunda, Gorbachov, para algunos el traidor del sistema, comenzó a realizarlas, la Glásnost tenía como objetivo, transparentar la información, agilizarla y que estuviera más comprometida con lo que pensaba el pueblo y menos con la necesidad de encubrir la actividad pública de los que dirigían aquella sociedad. No es el objetivo de estas líneas dejar mi parecer sobre porque se desintegro la URSS, no hay una sola "verdad" sobre ello, ahora bien, la historia la escriben los vencedores, que por otra parte siempre serán vencedores momentáneos si miramos la historia humana, de ahí que la serie de HBO, venga a reforzar un mensaje de esos vencedores, "nunca más el Socialismo", pero ahí esta la ola neoliberal que vino después y que tanto daño ha hecho a la humanidad toda, han sido dos, tres muchos Chernóbil silenciosos y no tanto, por cierto, también frente a nuestros ojos y que la prensa "libre" ha mirado hacia otro lado.
El Socialismo "real" en la URSS necesitaba de una reforma profunda, Gorbachov, para algunos el traidor del sistema, comenzó a realizarlas, la Glásnost tenía como objetivo, transparentar la información, agilizarla y que estuviera más comprometida con lo que pensaba el pueblo y menos con la necesidad de encubrir la actividad pública de los que dirigían aquella sociedad. No es el objetivo de estas líneas dejar mi parecer sobre porque se desintegro la URSS, no hay una sola "verdad" sobre ello, ahora bien, la historia la escriben los vencedores, que por otra parte siempre serán vencedores momentáneos si miramos la historia humana, de ahí que la serie de HBO, venga a reforzar un mensaje de esos vencedores, "nunca más el Socialismo", pero ahí esta la ola neoliberal que vino después y que tanto daño ha hecho a la humanidad toda, han sido dos, tres muchos Chernóbil silenciosos y no tanto, por cierto, también frente a nuestros ojos y que la prensa "libre" ha mirado hacia otro lado.
La URSS reconoce altos niveles de
radiación fuera del circulo de seguridad de Chernobil
(Por PILAR BONET, MOSCÚ 5 JUN 1986, EL PAIS)
La Unión Soviética reconoció ayer, a través
de una información publicada en el diario oficial Pravda, la existencia, de
altos niveles de contaminación fuera de la zona de seguridad de 30 kilómetros
alrededor de la central de Chernobil, lo que obligó a evacuar a numerosos
habitantes de la vecina República de Bielorrusia, al norte de la República de
Ucrania, en la que está situado el reactor siniestrado.
La zona afectada en Bielorrusia se encuentra
en la región de Gomel, según el diario, que no indicaba el número de personas
que debieron ser evacuadas en esa región. Tras informar de que se detectaron
zonas limpias de contaminación dentro del círculo de seguridad, Pravda reveló
la existencia de "puntos negros" fuera de éste.[En Viena, un portavoz
del Organismo Internacional de Energía Atómica dijo que, hasta ayer, la URSS no
había informado de zonas peligrosas y de evacuaciones fuera del círculo de 30
kilómetros de radio, afirma Reuter.]
Pravda registraba las
recomendaciones hechas por las autoridades bielorrusas de no consumir productos
alimenticios incontrolados de la región de Gomel. En Moscú, pruebas realizadas
en el mercado central koljosiano revelaron niveles de 3.700 becquerelios de
radiactividad por kilo en carne de ternera. El isótopo radiactivo localizado
fue el cesio, que tiene una vida media de 28 años. Los límites de radiactividad
impuestos por la Comunidad Europea para sus importaciones alimentarias
establecen un límite máximo de 600 becqerelios por kilo.
Otras medidas adoptadas en la zona fueron el
envío de los niños a colonias de vacaciones y el cierre de los pozos de agua.
Por otra parte, Pravda informó el martes de la intención de
reabrir los reactores número 1 y 2 de Chemobil el próximo otoño y de crear
condiciones especiales para los trabajadores de la central.
Los investigadores del accidente de Chernobil
culpan a los responsables de la central de no advertir la magnitud del
siniestro
(Por PILAR BONET, Moscú 7 MAY 1986, EL
PAIS)
Los máximos dirigentes de la investigación
del accidente nuclear de Chernobil (Ucrania) culparon ayer a los responsables
locales de la central siniestrada por no haber sabido evaluar a tiempo la
magnitud del suceso, ocurrido, según dijeron, a la 1.23 (hora local) del sábado
26 de abril (23.30 del viernes 25, hora peninsular española). La situación en
la zona de la central "se normaliza", dijeron, y el nivel de
radiactividad en las zonas de Bielorrusia, Ucrania y Moldavia no "supera
las normas de seguridad" soviéticas e internacionales.
Pese a estas
tranquilizadoras apreciaciones, las autoridades lo cales ucranianas aconsejaron
no consumir verdura fresca y salir lo menos posible al aire libre. El número de
hospitalizados es de 204, lo que supone un incremento sobre la primera cifra
Oficial, que era de 197. De acuerdo con los datos facilitados ayer, pasaron 37
horas entre el accidente, que causó dos muertos, y la evacuación, de la
población local. En la primera y multitudinaria conferencia de prensa mantenida
por representantes sovieticos sobre el accidente -del que los me dios de
comunicación comenzaron a informar en la noche del 28 de abril-, los
responsables, de la comisión gubernamental especial mentes creada para el caso
dijeron que el programa nuclear soviético continúa adelante. En dicha confe
rencia, ningún corresponsal occi dental, salvo el representante del periódico
del partido comunista de Estados Unidos, pudo formular preguntas. Recien
"La energía nuclear en la URSS tiene muy
buenas perspectivas", dijo el presidente del Comité Esta tal de la URSS
para el Uso de la Energía Atómica, Andranik Petrosiants, quien señaló que su
país "no puede y no debe" proceder a un freno de su
"estrategia final".
"La energía atómica se desarro lla en
todo el mundo a altos ritmos", dijo el presidente de la co misión
investigadora, el vicepresi dente del Consejo de Ministro, Boris Shcherbina,
quien concedió que tal vez haya que tomar medidas complementarias en
el sentido de una "mayor seguridad" que no permita que "ninguna
casualidad pueda producir una avería".
"Según resultados preliminares, la
versión más probable es que hubo una explosión química", dijo Shcherbina,
quien aseguró que el proyecto y la construcción de la central, así como el
equipamiento recibido por la misma cumplían con todos los requisitos técnicos
necesarios. Shcherbina se refirió a circunstancias difícilmente creíbles e
imprevisibles", y dijo que la avería tuvo que ver con muchas cosas
"no determinadas". La primera información que se obtuvo, señaló, no
fue la que se logró directamente sobre el terreno. El jefe de la Comisión
manifestó que los "trabajadores y dirigentes de la central no dieron la
debida importancia a lo sucedido".
Versión de 'Pravda'
La versión del accidente dada ayer por Pravda y
corroborada por los altos funcionarios hace referencia a una explosión en la
sala de máquinas, que hizo saltar, supuestamente, el techo de un reactor,
produciendo un incendio con llamas de hasta 30 metros. Con el calor de esta
explosión se produjo, al parecer, otro incendio interior en el reactor número
4. Si los bomberos, llamados con urgencia, pudieron ser eficaces ante la
explosión y el incendio interior, la situación era más difícil en el interior
de la central, puesto que no se podía usar allí ni agua ni sustancias químicas
para apagar el fuego. "Sucedió lo que temían los cientificos: el reactor
fue dañado", decía Pravda, que no aclaraba cómo se había apagado
finalmente. "El informe no está concluido", afirmaba ayer Boris
Shcherbina.
De los tres bloques restantes de la central
de Chernobil, uno de ellos (el tercero), que se encontraba junto al reactor
siniestrado, es objeto de una "concienzuda vigilancia técnica". Los
otros dos están a punto de dar energía en cualquier momento, y todos ellos
están en estado de "reserva de explotación". Los altos funcionarios
señalaron que no había peligro de que se produjera una reacción en cadena en el
bloque bajo vigilancia especial, pero sus palabras confirmaron que,
efectivamente, dos reactores y no uno, como había mantenido la tesis soviética,
fueron afectados por el accidente.
En cuanto a los niveles de radiactividad en
los países vecinos de la URSS, que llegaron a ser cinco veces superiores a lo
normal, los representantes soviéticos aseguraron que no había peligro para la
salud.
En Moscú, sin embargo, el vicepresidente del
Comité de Hidrometría y preservación de la naturaleza, Yuri Sedunov,
manifestaba que en Kiev la radiactividad alcanzó una ligera alza el 3 de mayo
debido al cambio de la dirección del viento, que comenzó a soplar hacia el sur.
El volumen de radiactividad fue de 0,2
milirroetgen por hora, un volumen semejante que el experimentado en la ciudad
bielorrusa de Gomel. En la capital de esta República, Minsk, no hubo
"subidas apreciables".'En la misma central, el nivel de radiactividad
alcanzó los 15 milirroetgen por hora, que según dijeron fue el valor máximo y
se registró el 27 de abril.
Los altos funcionarios soviéticos, entre los
que se encontraba el primer viceministro de Asuntos Exteriores, Anatoli
Kovalev, rechazaron las acusaciones de no haber informado debidamente, y
aprovecharon la ocasión para recordar el programa de desnuclearización total
propuesto por Gorbachov, así como para acusar a EE UU y pasar revista a los
accidentes nucleares norteamericanos en una sesión que dejó muchas preguntas
por contestar sobre el accidente soviético.
Sobre la evacuación de la población local hay
varias versiones que no acaban de coincidir. Según Shcherbina, ésta se realizó
el 27 de abril, de las 14 a las 16.20. Según Pravda había comenzado
ya el sábado por la mañana cuando la jefa de una estación hidrométrica en la
confluencia de los ríos Uzh y Pripriat detectó un nivel superior de radiación
en el agua.
Según Pravda, la evacuación ha
convertido a la ciudad de Pripiat, donde residían 25.000 personas entre
trabajadores de la central en una localidad fantasma que los corresponsales del
periódico aseguraban divisar durante un recorrido en helicóptero.
El informe soviético sobre Chernobil permite
a los expertos proponer nuevas medidas de seguridad nuclear
(Por HERMANN TERTSCH, Viena 30 AGO 1986,
EL PAIS)
Un catálogo de 113 propuestas para la
cooperación internacional en materia de seguridad nuclear y un claro
reforzamiento del papel de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)
son los resultados inmediatos de la conferencia de SM expertos nucleares que
concluyó ayer en Viena el análisis del informe soviético sobre el accidente en la
central soviética de Chernobil. Además, el encuentro en la capital austriaca ha
supuesto una clara demostración de la voluntad de la Unión Soviética de poner a
disposición de la comunidad internacional la información sobre causas y
consecuencias del accidente que el 26 de abril provocó la destrucción de uno de
los reactores de la citada central.
"La reunión había despertado grandes
expectativas, pero la cantidad y la calidad de la información presentada por la
Unión Soviética ha superado con mucho todas las previsiones", manifestó
ayer en conferencia de prensa el suizo Rudolf Rometsch, quien presidió el encuentro.
La reunión ha supuesto, según se coincidía en los pasillos de la conferencia,
un salto cualitativo en la cooperación internacional en materia de seguridad
nuclear. La URSS ha expresado su disposición a seguir facilitando datos sobre
los estudios epidemiológicos, que en parte llevarán años, y facilitar
información adicional a aquellos países que lo soliciten.
Según aseguró Rometsch, el informe y las
explicaciones de los científicos soviéticos a los centenares de preguntas
planteadas durante los cinco días en Viena han facilitado un enorme caudal de
información que revertirá en beneficio de la seguridad nuclear en todo el
mundo.
Los expertos han podido hacerse con una
detallada impresión de cómo en cuatro segundos, cuando era la una, 23 minutos y
43 segundos del día 26 de abril, se produjo la explosión que destruyó el
reactor, tras un experimento repleto de negligencias inexplicables por parte de
los técnicos, que habían desconectado todos los sistemas de seguridad.
Formación del personal
El informe explica cómo en menos de un
segundo se disparó la temperatura del reactor desde un 7% al 10.000% de su
valor nominal, tras lo cual se produjo una segunda explosión.
En el carácter de esta segunda explosión no
hubo acuerdo entre los expertos. Algunos consideran que ésta no fue una
explosión de vapor como aseguran los técnicos soviéticos.
El ejemplo de la cadena de violaciones de las
reglas esenciales de seguridad nuclear cometidas por el personal de la central
de Chernobil ha servido para analizar la interacción hombre-máquina en las
centrales, y ha supuesto ya, según anunció ayer el jefe de la delegación
soviética, Valery Legasov, importantes cambios en la formación técnica del
personal especializado en la URSS, así como la revisión de todos los reactores
del tipo RBMK-1000, como el siniestrado en Chernobil.
Rometsch destacó asimismo la especial
importancia que para la comunidad internacional tiene la información sobre los
efectos médicos y radioecológicos habidos tras el accidente. Calificó de
"impresionante" el informe sobre las medidas de seguimiento y
asistencia médica aplicados en la URSS.
De este informe se han extraído lecciones de
vital importancia para el tratamiento de radiaciones tanto agudas como menores.
Así, por ejemplo, han surgido dudas sobre la necesidad de trasplante de médula
ósea en el tratamiento de afectados por radiaciones agudas, práctica que en
muchos casos ha resultado contraproducente en la URSS.
El catálogo de medidas propuestas por los
especialistas en Viena incluye toda una serie de fórmulas de cooperación
internacional con intercambio institucionalizado de información, mucha de ella
a través de la AlEA.
Defensa de la energía nuclear
El jefe de la delegación soviética defendió
ayer la decisión de su país de proseguir con el desarrollo de la energía
nuclear, "ya que su abandono sería una tragedia que nos situaría ante
peligros muchos mayores".
El director de la AIEA, el belga Hans Blix,
mostró ayer de nuevo su confianza en la energía nuclear, agradeció la franqueza
soviética -que, según dijo, ha supuesto una gran aportación a la creación de
confianza en las relaciones internacionales- y felicitó al Gobierno soviético
por haber proporcionado "un informe que nos ha impresionado a todos".
La URSS anunció que 14 de los 27 reactores del tipo RBMK han sido desconectados
para amplias reformas.