ARGUMENTOS
El pasado Sábado 1 de Abril
de 2017, la Clase Media salió a la calle a proclamar su acompañamiento en el
mantenimiento de la " democracia", como si esta estuviera en peligro por
los dichos de Hebe de Bonafini o el Helicóptero que apareció en la marcha del
24 de Marzo, día de dolor para el pueblo argentino por la llegada en 1976 de la
Dictadura sangrienta que hizo desaparecer a 30 000 personas.
Por cierto y a mi modo de
ver, con todo el respeto que se merece La Hebe, porque puso los ovarios cuando
falto huevos en esta Argentina, con su recalcitrante discurso espanta más que aúna,
creo que su trayectoria no tiene porque ser aval indiscutido para su accionar político,
el errar es humano y su manera de conducirse políticamente puede estar
generando el efecto contrario, alguien de su círculo más intimo debería de
llamarla a reflexionar, la izquierda argentina que durante mucho tiempo se ha
encerrado en sí misma, autoproclamándose la evangelizadora y conservadora del cáliz
marxista poco ha logrado con semejantes posturas.
Pero mas allá de esto, y de
equivocaciones posibles, La Clase Media, la clase "NI", que se olvida
que con sus cacerolazos en Cabildo y Juramento en Diciembre de 2001, hizo
salir "por los aires" al gobierno de la Rúa, ahora parece estar más
apegada "a las instituciones", es que no se percata, o no quiere
percatarse que el 19 y 20 de Diciembre de 2001 fue el resultado de políticas de
empobrecimiento, que a los primeros que afecto (como ahora mismo sucede) fue a
los más pobre y siguió en la "escala evolutiva", hasta destrozar y
hacer añicos a esa Clase Media que hoy se disgusta por los choripanes, la
"peste a humo" y los colectivos. En aquel momento pedían a gritos,
los que ya no podían usar "Chanel" que todos saliéramos a la calle
porque la situación era irresistible, entonces corta la avenida "no era
joder a los demás".
Una parte de la Argentina
tiene la tendencia al olvido y sino no se explicaría su famoso ciclo de 10 años.
El empeoramiento se da de a poco y hay que saber leer el por qué de ello, no
digo nada nuevo si afirmo, que se debe fundamentalmente a políticas económicas
que poco a poco van erosionando el bienestar alcanzado porque la redistribución
de la riqueza comienza a tomar el giro de favorecer a los más ricos y grupos
concentrados de la economía. Este Gobierno de Macri lo está haciendo. Es cosa
de loco que la Gobernadora Vidal en su pelea con los maestros del conurbano bonaerense,
les solicite discutir sobre el "ausentismo justificado" porque con
ello se ahorraría unos 14 000 millones de pesos, cuando el Sr. Presidente con
una birome en la mano condono la deuda con el estado de 19 000 millones de
pesos a las empresas distribuidoras de electricidad EDENOR y EDESUR.
Pero dejo a continuación un análisis
mas exhaustivo sobre la "BRUTAL" transferencia de recursos al sector
privado en la Argentina, mientras se retacea dinero del Estado para compensar
los salarios de los trabajadores estatales producto de una inflación, que después
de pasar por un pico del 42% el año pasado, pretende llegar a la existente en
el último año de gobierno de Cristina de 25%.
La Clase Media, por ahora
tiene tela para recortar, pero ya pedirán el agua por seña, y entonces,
"llamar a la unidad de los argentinos pobres y no pobres" se convertirá
en su lema. La famosa frase de "hablar por boca de ganso", bien podría
ser para esta Clase, "hablar por la boca del bolsillo".
La eliminación de
retenciones implicó la transferencia de 70 mil millones de pesos a las
exportadoras en 2016
(Por Federico Kucher,
publicado en Pagina12)
La quita de retenciones del
2016 implicó una pérdida de recursos fiscales de 70.000 millones de pesos
(equivalente a 5000 millones de dólares). Ese dinero fue transferido a
diferentes actores del complejo agrario, minero e industrial. La cifra, que
representa 1 punto del PIB, dejó de computarse como recaudación del sector
público y potenció el desequilibrio del déficit fiscal el año pasado. El
incremento de las exportaciones, pese a los argumentos del Gobierno acerca de
que la devolución de ese arancel a las exportaciones iba a estimular las ventas
al exterior de productos de la industria, la minería y el campo, fue 15.000
millones de pesos en 2016 (1000 millones de dólares). El complejo exportador
aportó menos de un dólar por cada cinco que recibió del Estado.
El Centro de Economía
Política (CEPA) elaboró un estudio en el que se estimó la pérdida de recursos
que generó para el sector público la decisión de quitar retenciones, una de las
promesas de campaña que el macrismo cumplió sin titubear, a diferencia de lo
que ocurrió con el Impuesto a las Ganancias y el millón de créditos
hipotecarios. En el informe se detalla que el sector agropecuario pagó el año
pasado 67.180 millones de pesos en retenciones, un monto concentrado en el
rubro de la soja. Si no se hubieran anunciado cambios, el complejo debería
haber pagado 115.195 millones de pesos, por lo que hubo una caída de ingresos
de 48.015 millones.
La rama manufacturera, en
particular, los fabricantes de aceite de soja, abonaron por retenciones unos
4305 millones de pesos el año pasado, cuando con el esquema anterior hubieran
pagado cerca de 16.083 millones, es decir una pérdida de recursos de 11.777
millones de pesos para el Estado.
Las empresas mineras, en
tanto, pagaron sólo 24 millones de pesos en derechos de exportación en 2016,
cifra que podría haber ascendido a 9841 millones sin cambios. La decisión de
quitar el ciento por ciento de las retenciones a las mineras provocó una
pérdida de recaudación de 9817 millones de pesos. La cifra es desproporcionada
porque la exportación de minerales el año pasado aumentó sólo por el
equivalente a 360 millones de pesos. El Estado premió así a las empresas
mineras con 27 dólares por cada dólar que generaron de exportación.
Al sumar los resultados del
sector agropecuario, industria y minería, el CEPA estimó que las firmas
dedicadas al negocio de la exportación deberían haber pagado 141.118 millones
de pesos en retenciones el año pasado, pero gracias al anuncio del macrismo de
modificar las retenciones el monto descendió a 71.509 millones, lo cual implicó
un retroceso de la recaudación de 69.609 millones de pesos. El 69 por ciento de
los recursos que dejó de percibir el sector público se lo quedó el campo,
mientras que el 17 por ciento fue para la industria y el 14 por ciento para la
minería.
La rentabilidad
extraordinaria que obtuvieron los grupos exportadores no sólo no se tradujo en
mayor producción y exportaciones sino que tampoco implicó un avance del empleo.
Los datos del Ministerio de Trabajo registraron que los puestos en el sector
industrial pasaron de 1.252.108 a 1.204.285 individuos entre diciembre de 2015
y el mismo mes de 2016, lo cual implica una reducción de 47.823 trabajadores
formales. En la minería se pasó de 85.735 a 80.325 empleos, una baja de 5410 y
en el campo se pasó de 316.546 a 322.081 personas, con suba de 5535
trabajadores, lo que no llega a compensar la caída de las otras dos
actividades.
La eliminación de las retenciones tampoco tuvo un impacto significativo en materia de inversiones y los recursos embolsados por el complejo exportador fueron a alimentar en parte la fuga de capitales del mercado interno el año pasado, la cual alcanzó niveles record de la última década. La modificación de los derechos de exportación implicó una mayor regresividad de la recaudación, al incrementarse el peso del IVA.