Una vez más el Parlamento alemán se hace
cómplice de la política injerencista y demagoga de Estados Unidos contra Cuba.
(Por Justo Cruz)
A principios de
este año el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a la
plataforma de alojamiento Airbnb a pagar 91,172,29 dólares por aceptar pagos de
huéspedes estadounidenses que viajaron a Cuba.
Hace apenas unos días la misma instancia del gobierno estadounidense sancionó
a la empresa suiza CA Indosuez Switzerland (CAIS) a pagar más de 720 mil
dólares por haber violado el bloqueo a Cuba y a otros países. Como si esas
sanciones no fueran suficiente, a partir de ahora según disposiciones del
Departamento de Estados de Estados Unidos los europeos y los cubanos con doble
ciudadanía, que hayan viajado a Cuba, deberán solicitar una visa de ingreso
para visitar a Estados Unidos. Esta medida tiene como objetivo obstaculizar el
turismo desde Europa hacia Cuba, un intento más para dañar la economía cubana.
La aplicación de estas sanciones hacen que el mercado cubano sea cada
día más difícil para empresas extranjeras y que bancos occidentales traten
de evitar transacciones a la Isla por miedo a infrigir las leyes del bloqueo.
Las medidas coercitivas, la persecución financiera, las multas y sanciones
se han mantenido a pesar de la pandemia COVID-19 y a pesar de la crisis
económica y energética que afecta a Cuba como a todo el planeta. Solo durante
la administración Trump fueron sancionadas más de 200 empresas y hoteles
cubanos así como agencias de transporte marítimo o buques por haber
transportado petróleo venezolano a Cuba.
Hace apenas unas horas el occidente de Cuba fue azotado por un intenso
huracán que ocasionó cuantiosos daños materiales, destruyendo a su paso
viviendas, lineas eléctricas, grandes cultivos de frutas y vegetales, etc. Las
familias damnificadas suman decenas de miles, sin embargo ya sabemos de
antemano que está situación de catástrofe humanitaria no será un impedimento
para que la administración estadounidense mantenga el inhumano bloqueo contra
el pueblo de Cuba. Tres huracanes de categoría 3 han afectado Cuba en los
últimos 20 años y en ninguna ocasión los gobiernos de turno de la Casa Blanca
han dejado de aplicar sus leyes y sanciones inhumanas siempre en detrimento del
bienestar del pueblo cubano.
¿Cómo es posible que todavía existan personas en este mundo, cubanos
incluidos, que niegan la existencia del inhumano bloqueo de Estados Unidos
contra el pueblo cubano que ya dura más de seis décadas?
¿Cómo es posible que la Organización de Naciones Unidas y el Parlamento
Europeo permitan que Estados Unidos siga tratando de resolver sus problemas y
desavenencias con otras naciones induciendo a comunidades enteras a desastres
económicos y humanitarios convirtiendo a sus ciudadanos en sus rehenes?
El pasado 22 de septiembre la bancada de los partidos Demócratas Cristianos
(CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU) en el Parlamento alemán presentaron una
resolución que pretende condenar a Cuba por supuestas violaciones de los
Derechos Humanos.
La resolución lleva por título: „Exigir al Gobierno Federal que
condicione su política hacia Cuba a la situación de los Derechos
Humanos“. La misma fue presentada dos días antes de que fuera puesto a
disposición del pueblo cubano el nuevo Código de las Familias para su
ratificación en Referéndum después de haber sido sometido a consulta a todos
los niveles de la sociedad, incluidos cubanos en el exterior y adoptado por
unanimidad en la Asamblea Nacional de la República de Cuba.
Para nadie es un secreto que el principal objetivo de esta resolución
presentada por la derecha demócrata cristiana es minimizar el impacto social
del referéndum, entorpecer la relaciones entre Alemania y Cuba y obstaculizar
el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre los Estados miembros de la
Unión Europea (UE) y la República de Cuba, objetivo número uno en la agenda de
la Casa Blanca en su política hacia Cuba.
Después de un seudo debate que duró casi 27 minutos se tomó la decisión de
enviar la propuesta a la Comisión por los Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria
del Parlamento. En pocas palabras, menos cooperación en el ámbito económico y
social, menos proyectos de Ayuda a Desarrollo con la Isla, más acoso y
sanciones económica para que el pueblo cubano siga sufriendo.
Lo bochornoso en este debate sobre una supuesta violación de los Derechos
Humanos en Cuba es el hecho de que un día después de haber sido presentada, el
Canciller alemán Olaf Scholz comenzaba una gira por Arabia Saudita, Emiratos
Árabes Unidos y Qatar, con el objetivo de lograr acuerdos energéticos que
reemplacen a Rusia como proveedor de gas lo que evidencia la doble moral y la
política de doble rasero que caracteriza a los políticos europeos cuando de
debatir sobre los Derechos Humanos se trata.
Antes que el Canciller alemán visitara los países del Golfo ya los
presidentes de Estados Unidos Joe Biden y el presidente de Francia Emmanuel
Macron habían hecho la misma “gira” buscando gas y petróleo haciendo también
caso omiso a las graves violaciones de los Derechos Humanos que se cometen en
esos países.
El sábado día 23 de septiembre el jefe del gobierno alemán Olaf Scholz
llegaba a Arabia Saudita donde fue recibido con un apretón de manos por el
príncipe heredero saudita Mahamed bin Salman, según el Departamento de Estado de EE.UU., autor intelectual del
asesinato en 2018 del periodista opositor Jamal Khashoggi, quien fuera torturado y descuartizado vivo en el consulado de Arabia
Saudita en Turquia.
Estamos hablando de un país donde ser mujer supone por ley tener menos
derechos que los hombres, viviendo bajo una especie de tutela que limita sus
derechos de libertad y autonomía como ser humano. Todo lo contrario a lo que
está estipulado en el nuevo Código de las Familias ratificado por la mayoría de
los cubanos el pasado domingo 25 de septiembre.
Un nuevo código que reafirma la visión de una sociedad más justa, más
inclusiva, más ética y tolerante, que crea las bases para que se garantice el
respeto hacia los más vulnerables, que amplia la protección de niños y
adolecentes, que refuerza la tutela ante la discriminación y la violencia del
genero, que reconoce los derechos de las personas adultas mayores. Este nuevo
Código de la Familia es un acto de amor que garantiza el derecho de todas las
personas a fundar una familia y contraer matrimonio, derechos universales
inherentes a todos los seres humanos sin distinciones según los estipulado en
la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Segun Amnistía Internacional en Arabia Saudita el 12 de marzo del presente
año fueron ejecutadas en solo un día 81 personas condenadas previamente a la
pena de muerte. Algunas de las víctimas habían sido acusadas por delitos tales
como “perturbación de la tranquilidad ciudadana”, “y por instigación y participación en protestas y manifestaciones”.
Desde hace semanas se
está discutiendo la participación o no del equipo de fútbol alemán en la “Copa
Mundial de la Vergüenza”, como lo ha titulado Amnistía Internacional haciendo
alusión a las fragantes violaciones de los Derechos Humanos de la que son víctimas
los migrantes que viven en Qatar, sobre todo aquellos que construyen un moderno
estadio para la Copa Mundial de Fútbol de 2022, donde están siendo objeto de
trabajo forzado, de abuso, sin garantías salariales que garanticen sus derechos
laborales. Desde su elección para celebrar el Mundial en en el país han muerto
más de 6000 trabajadores inmigrantes. Nada de esto le interesa a los políticos
occidentales.
En el caso de los Emiratos Árabes Unidos según informes de Amnistía
Internacional, cito: “el gobierno continua cometiendo violaciones graves
de derechos humanos, entre ellas detención arbitraria, trato cruel e inhumano
bajo custodia, supresión de la libertad de expresión y violación del derecho a
la privacidad. El derecho a la salud se hacía efectivo parcialmente. Emiratos
Árabes Unidos (EAU) seguía privando a las personas apátridas del derecho a la
nacionalidad, lo que afectaba su acceso a una serie de servicios. Los
tribunales impusieron condenas a muerte y se tuvo noticia de ejecuciones”.
Nada de estas violaciones flagrantes de los Derechos Humanos son un
impedimento para que el Canciller alemán Olaf Scholz se pasee por estos países
casi que implorando para cerrar jugosos contratos que garanticen el envío de
gas a Alemania.
Cabe entonces hacerse la pregunta: ¿Por qué el gobierno federal alemán no
condiciona las relaciones comerciales con Arabia Saudita, con Qatar y con Los
Emiratos Árabes Unidos al respeto de los Derechos Humanos de sus ciudadanos en
los respectivos países?
¿Cuándo los demócratas cristianos alemanes van a presentar una resolución
de condena a las violaciones de los Derechos Humanos en los países del Golfo?
¿Por qué ese doble rasero a la hora de hacer valer derechos que deben ser
inalienables a todos los seres humanos sin distinciones?
¿Por qué ese ensañamiento tan infame contra el pueblo cubano?
¿Si verdaderamente están interesados por el bienestar del pueblo cubano
porque no exigen el levantamiento del genocida e ilegal bloqueo económico,
comercial y financiero impuesto por EE.UU., que le ha ocasionado daños a su
economía por valor de más de 140 mil millones de dólares, el principal
impedimento para un desarrollo económico y social sostenible de la sociedad
cubana?
¿Por qué no reclamán derogar la Ley Helms-Burton que incluyen las 243 medidas
aplicadas por el expresidente Donald Trump y que aún mantienen vigencia en la
administración de Joe Biden en momentos en que Cuba como muchos países del
mundo tiene que enfrentar una pandemía y una crisis energética a escala mundial
sin precedentes?
¿Por qué si los políticos alemanes están tan preocupados por los derechos
Humanos de los cubanos no exigen la eliminación inmediata de las sanciones
economicas y las persecución financiera de todas de entidades que comercian con
Cuba para apoyar al pueblo cubano en estos momentos tán difíciles?
Para que se tenga una idea del nivel de enajenación y doble moral que
caracterizó el seudo debate en el Parlamento alemán sobre la “violación” de los
Derechos Humanos en Cuba, voy a reproducir algunas palabras dichas por uno de
estos políticos de cuyo nombre no quiero acordarme.
Haciendo alusión a la visita del “comunista” alemán Günter Maschke a Cuba
al principio de la Revolución y “decepcionado” por lo que había vivido durante
su estancia, este político comentaba así los deshaciertos de Maschke,
cito: “Günter Maschke (….) destruyó el mito sobre la Revolución Cubana
como levantamiento popular (…..) Maschke desmanteló el cuento de terror que los
comunistas habían creado sobre el General Batista (…..), porque bajo la dictadura
de Batista a los cubanos le iba mejor que bajo los Castros, siendo el país más
saludable de America Latina con el mejor índice de alfabetismo(…)”, fin de
la cita.
Sin duda el discurso de este político miembro del Parlamento alemán parece
haber sido escrito en un Restaurante de la Calle 8 de Miami de cuyo nombre
tampoco quiero acordarme.
Este nefasto análisis no amerita un comentario pero nos da una idea de
adónde esta llegando la doble moral de la política exterior de Alemania
devenido máximo representante de los intereses geopolíticos de Estados Unidos
de América en Europa.
¡Abajo el inhumano bloqueo de Estados Unidos contra el pueblo de Cuba!