SE SUICIDÓ
Díaz-Balart, los que me conocen de cerca saben, que
a este hombre no lo aguantaba ni en
figuritas en vida, así que sería hipócrita de mi parte, dedicar una
alabanza a su persona en estas circunstancias, mi enojo no era tal como para
desearle la muerte, tampoco tengo ningún atributo divino como para agenciarme
el perdón, al final con los años he sabido entender que somos "Ángeles y
Demonios" al mismo tiempo, así que este hombre tendrá en su cuenta, a los
que por estas horas lamentaran su ida y los que no lo harán tanto, yo me
encuentro en este último grupo.
Hizo daño con su arrogancia y su insensibilidad, se
sienta uno en la silla de un cargo para servir a los demás no para coartar
libertades a los otros, este hombre que ahora sabemos estaba perturbado, lo
hizo, y a jóvenes de mi generación los maltrato, personalmente a mi (tal vez
nunca lo he contado) cuando fui castigado
por mis dichos dentro de la UJC (no en los pasillos), que en la Cuba de hoy,
serian dichos de niños de teta, entre
los trabajos que tuve que hacer para redimirme,
según la Biblia de este hombre, fue cortar los mármoles traídos de Italia
para la oficina que se construyo en la Secretaria Ejecutiva para Asuntos
Nucleares, y lo mas denigrante era, que esos mármoles cortados por mi según
plano, se los alcanzaba hasta la mitad de la escalera, que subía a dicha
oficina, a otro obrero que era el autorizado
a entrar allí, yo era personal no confiable para esta gente.
No creo que Cuba haya perdido a alguien importante,
salvo el nombre y el primer apellido que llevaba, que por cierto le quedaban
grande, la ósmosis puede ser muy efectiva en la ciencia, pero en la naturaleza
humana no, este es el caso que nos ocupa.