Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

lunes, 10 de diciembre de 2018


SON TAN OBVIOS



Me hubiera gustado que Macri me sorprendiera en estos tres años de mandato, es decir dentro de tantas mentiras que ya me decía en campaña (no naci ayer Sr. Presidente, soy un gil, pero no como para no darme cuenta de semejante puesta en escena), hubiese querido que me asombrara con el camino distinto, la creación dentro de su "marco teórico" (abundante en ignorancia, sobre otros temas, por supuesto) y no presentarme con todas las letras el Manual del perfecto estúpido neoliberal, en eso tengo que darle la razón a la "Doctora" del apellido difícil de escribir, "todo lo que han hecho, es de Manual".

Si los Chicago Boys  pudieran hablar de sus discípulos latinoamericanos, Menem seria un profeta mas, Macri el "Mesías", pero no para traer la "Buena Nueva", sino la Destructora Vieja.

Hoy se cumplen tres años exactamente que el Presidente del 51% de los Argentinos, bailaba en la histórica terraza de la Casa Rosada, hizo todo lo contrario a lo que prometió, era de esperar, pues Menem había acuñado la frase "si hubiese dicho la verdad no me votaban". Repasemos algunos numeritos que son los encargados de demostrar las subjetividades que tendría uno, por no compartir ideológicamente con las doctrinas del CEOgobierno de Macri.

1.- La inflación en tres años fue de 146% mientras el salario de los trabajadores subió en apenas 103%, los jubilados solo un 101%.
2.- Las tarifas de gas subieron un 3008%, la electricidad un 2136% y el transporte un 332%.
3.- El desempleo alcanza el 11%, de los cuales casi el 5% es de la autoría de este ultimo gobierno.
4.- La deuda externa del Estado llega a la desorbitante suma de unos 320 000 millones de dólares, Macri en apenas tres años (datos de Julio de 2018, antes el último acuerdo con el FMI) la había subido en la frijolera suma de 120 000 millones de dólares, es el gobierno que mas a endeudado a la Argentina en su historia, esa deuda propicia el pago de intereses de entre 20 000 y 25 000 millones de dólares anuales hasta el 2023 como minimo, sin contar con la deuda de 100 años contraída por unos 2500 millones de dólares ni las renegociaciones que habrá por la imposibilidad de pagar.
5.- La pobreza infantil y de los adolescente alcanza al 48% de esa población.
6.- La pobreza hoy alcanza al casi 35% de la población argentina.
7.- Se han cerrado más de 7000 PYMES en todo el país, que son las que propician el 80% del empleo en la Argentina.
8.- Las tasas de interés para préstamos productivos en los bancos han alcanzado las cifras del 70%, lo que entorpece en grado extremo el buen desenvolvimiento de la industria nacional. Hoy la capacidad industrial instalada esta utilizada como en los niveles del 2002-2003, por debajo del 60%.
9.- El país está parado literalmente, hay recesión, este año el PBI caerá un 2.6% y el año que viene 2019 se proyecta una caída del 1.6%. El consumo interno de los argentinos que otrora fuera una maquina de reactivación económica se ha desplomado solo en este año en más de un 7%.
10.- A pesar de la recesión, hay quienes ganan, lo hacen unos pocos concentrados en el campo, las energéticas y los bancos, pero la desconfianza es tal en este gobierno, que se sigue las viejas prácticas de fugar lo ganado a paraísos fiscales para no pagar ni siquiera impuestos.

Ante semejante panorama destructor uno podría decir, ¿pero que, son estúpidos? y si, su Manual es muy claro en las reglas a seguir, ellos controlan dos o tres variables macroeconómicas, como el déficit fiscal por ejemplo, que este año han determinado que sea cero, o la emisión monetaria para "controlar" una inflación que no han podido domesticar, a pesar de concebirla en el 2015 como el tema mas fácil a resolver, se preocupan además, porque los negocios de ellos y sus familiares vayan con viento en popa, incluida la timba financiera, que estos tres años le ha ganado a los casinos de Las Vegas, lo demás, es entregar el país al mejor postor, siempre y cuando les asegure la posibilidad  de seguir pidiendo prestado, no por gusto en la recién finalizada cumbre del G20, que según ellos fue todo un éxito, porque "el Mundo" comió y bebió a sus anchas en los predios cercados por miles de policías y tanquetas de guerra, la Argentina por petición expresa de Trump cancelo el contrato con China para la construcción de la cuarta central electronuclear, los americanos no quieren que China ocupe lugar con su tecnología nuclear por estos lares, es decir no solo son estúpidos neoliberales sino entreguistas de soberanía en la toma de decisiones.
  
El 27 de Octubre de 2015, dos días después  de las elecciones presidenciales en la Argentina, escribía el siguiente post, https://lalunadenoka.blogspot.com/2015/10/blog-post_27.html, allí decía entonces "A simple vista cualquiera diría que la población argentina se ha hartado del partido justicialista o peronista y más concretamente de la vertiente "kirchnerista" que ha gobernado el país desde el año 2003, pero yo diría mejor que hay una ola "derechista" disfrazada que hará pisar el "palito" una vez más a la tantas veces golpeada sociedad argentina", soy gitano, pero no he heredado los dones de mi madre, era simple, son tan obvios estos, que uno se imaginaba hacia donde iba Macri y su tan mencionada "Revolución de la Alegría", estos tres años después de aquel momento han dado muestras de lo que alertábamos.




EN EL PÓRTICO DEL 2019
(Por: Alina B. López Hernández, publicado en "LA JOVEN CUBA")



Los jefes del Partido Comunista pueden, por cierto, invocar el hecho de que las masas no atiendan a sus llamados. Ahora bien, este hecho no invalida, sino que confirma nuestro análisis. Las masas obreras comprenden lo que no comprenden los “jefes”: (…) Sienten que los planes burocráticos de los jefes no corresponden para nada, ni a la situación objetiva ni al estado de ánimo de las masas. Sin grandes perspectivas, las masas no podrán ni comenzarán a luchar.
                                                                     Tostky: ¿Adónde va Francia?, 1936

Llegó diciembre. Mes de júbilo y festividad en todo el mundo. Otro año concluye y con él las esperanzas de que la situación económica de los cubanos mejore. A mediados del 2017 el anterior presidente del Consejo de Estado y de Ministros explicó que la economía decrecería en el segundo semestre de ese año y aún para el primero del 2018, pero que después de esa fecha se apreciaría una recuperación en los suministros y una tendencia hacia la mejoría.

Nuestro gobierno, una vez más, ha sido incapaz de un vaticinio correcto en el corto plazo. Los pronósticos del 2018 fueron particularmente erróneos y pendulares. Si el verano comenzó con una campaña totalmente enajenada del contexto insular, donde se le pedía a la familia cubana que disfrutara Cuba con alegría; el año casi finaliza y sabemos que la economía apenas creció un 1%, y en las reuniones del presidente Díaz-Canel con el consejo de ministros se ha insistido en que van a disminuir todavía más las importaciones.

Diciembre, que debería ser un mes alegre, se torna sombrío. La escasez de harina ha reducido la producción de pan y existen largas colas en las panaderías; el precio de la carne de cerdo asciende por días en un mes de tradicional aumento de la demanda, y ya es exorbitante; el importe de los vegetales es tal, que parecen cosechados en invernaderos del ártico para ser vendidos en el trópico; el detergente y el aceite son acaparados, pues vox populi dice que los proveedores vietnamitas de detergente no garantizan el producto hasta que no se les pague lo adeudado, ¿será cierto?

Muchos se refieren a un nuevo período especial, aunque nunca hemos salido del primero. Lo que sí se constata es que las reformas económicas implementadas no evidencian sus primeras señales de éxito. Y si en el corto plazo son tan errados los cálculos, qué pensar entonces de visiones más prospectivas.

La intención explícita de los cambios en Cuba es que “las transformaciones que prevén los Lineamientos y el Modelo son económico-sociales, no políticas”.[1] La tardanza extrema de las reformas en indicar avances demuestra que no es posible concebir un proceso de cambios sin una visión dialéctica que visibilice y respete las necesarias interrelaciones entre los aspectos de la realidad. No debe perderse de vista que al modificarse, unos fenómenos afectan a otros. La idea de totalidad, esencial para el marxismo, aplicada al análisis histórico-social supone la interrelación del todo y las partes y de las partes entre sí.

Considero que es imposible conseguir trasformaciones efectivas en la esfera económica  y social sin formular asimismo cambios políticos. Como bien se sabe, la política es la expresión concentrada de la economía.

El término transformaciones políticas es recibido con gran desconfianza por los ideólogos oficiales, que temen en él la oreja peluda del capitalismo. Sin embargo, los debates suscitados acerca del Proyecto de Constitución muestran que la ciudadanía reclama cambios políticos para un verdadero socialismo.

Un parlamento profesional con mayor representación de los diversos grupos y sectores de la sociedad y menos preeminencia de la burocracia; elecciones directas de todos los cargos políticos; mecanismos de control de la ciudadanía sobre las decisiones económicas; transparencia política, es decir, la obligación del gobierno de dar cuenta a los ciudadanos de todos sus actos, especialmente del uso del dinero público y prevenir así los casos de corrupción, además de proporcionar información sobre los costos reales de los proyectos, el manejo de los fondos y sobre los mecanismos instituidos de acceso a la información… Estos son solo algunos ejemplos de los cambios políticos que podrían potenciar las reformas económicas y sociales.

Un cambio de actitud de los dirigentes ante la ciudadanía, que los haga “gobernar obedeciendo”, también es parte inherente de los requerimientos políticos. En el umbral del 2019 es imprescindible convencer de nuevo, pero no con los ardientes discursos de un liderazgo carismático propio de una época ya fenecida; sino con un plan científicamente elaborado, donde las cubanas y cubanos vean reflejadas sus necesidades y aspiraciones y donde sean actores participantes y no meros espectadores.

Debe ser un plan concreto, con estaciones de llegada en corto, mediano y largo plazo, pues el tiempo de la ciudadanía no es el tempo de la burocracia, y no puede serlo dada la notable diferencia entre sus modos de vida. En lugar de visitar empresas, cooperativas y centros de trabajo para explicarle a los trabajadores que el país necesita mayor laboriosidad y dedicación; es necesario que los que dirigen indaguen de los trabajadores qué necesitan ellos y cuál es su opinión sobre la forma en que se administra el país y, sobre todo, viabilizar que participen en esa administración.

En su discurso a los mexicanos desde la plaza del Zócalo, el presidente López Obrador presentó un plan ciertamente ambicioso y proyectado para seis años, aunque parece muy bien concebido. ¿Lo logrará?

En Cuba la Revolución va a cumplir en muy poco sesenta años. Faltan once para arribar al 2030, fecha en la que nuestro gobierno pretende una nación “soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible”. Visto lo mal que se despide la economía cubana el 2018, ¿lo lograremos?

[1] Martha Prieto (Profesora titular de Derecho Constitucional de la Universidad de La Habana), en la sección Controversia ¿Qué pasa con las leyes? Legislación, política y reordenamiento, en Temas, nros 89-90, enero-junio de 2017.