Solo un
agregado a la nota que dejo a continuación. Es evidente que están confabulados
los medios hegemónicos de muchos países y de los Estados Unidos en particular, desde
donde salen las verdaderas ordenes, para apoyar la masacre en Venezuela, dos
detalles significativos. Pompeo daba una entrevista para "aclarar",
que ellos estaban en contacto con fuerzas del alto mando en Venezuela que
"querían abandonar a Maduro", como que no se ha dejado claro, una y
otra vez que las fuerzas armadas en Venezuela están respondiendo a la Constitución
de ese país y no a un hombre especifico. Por otra parte, en esa misma
entrevista afirmaba "muy convencido", que había un avión, esperando
la partida para Cuba de Maduro y que Putin le había aconsejado que no lo
hiciera, que ellos lo apoyaban. Si habíamos pensado que la guerra fría había
terminado, bienvenidos a un remake al estilo de un impresentable como Trump,
ojo, loco que puede llevarnos a un desastre, no solo en Venezuela, sino en su
promesa de "bloqueo total a Cuba". Todo ello ante la atenta mirada de
la comunidad internacional que ya se trago, lo que los medios repiten hasta el
cansancio, "operación restablecimiento de la democracia", y en este
punto me detengo. Es evidente que la solución de Venezuela viene por el lado de
mas democracia, pero democracia en serio, no usando el concebido golpe de
estado disfrazado de la tan mencionada palabra, Venezuela necesita paz para restablecerse
como nación, pero tampoco al costo de entregar su soberanía a los intereses
imperiales de siempre, la radicalización de la revolución bolivariana es una opción,
pero también puede ser su perdición, pues las fuerzas están divididas, no en la
proporción que los medios hegemónicos no las presenta, pero en número
suficiente para que las partes se sientan a resolver sus diferencias, los
consensos son necesarios, pero en medio de la paz nacional, y no de acciones
golpistas apoyadas por los yanquis todos los días. Existe una oposición al
chavismo sin duda en Venezuela, lo terrible es, que el ala golpista y
reaccionaria de esa tendencia es la que lleva la voz cantante, que por otra parte
ha sido creada y "marionetada" por los que consideran que es hora de
hacerse de nuevo de su patio trasero.
VENEZUELA
COYUNTURA PELIGROSA
(Por
Ángel Guerra Cabrera, en "LA PUPILA INSOMNE" de Iroel Sanchez)
La caricatura de golpe de Estado del 30 de
abril en Caracas se desinfló al atardecer sin que fuera necesaria una acción
militar contraria. De hecho, la gran mayoría de los militares “alzados”,
citados mediante engaño para la madrugada en el distribuidor vial de Altamira,
al darse cuenta de que pretendían usarlos en una acción golpista se comunicaron
con sus jefes superiores y al mediodía habían dejado a los sublevados y vuelto
a sus unidades.
Sin embargo, no debe subestimarse el hecho
pues pudo haber desembocado en un enfrentamiento entre militares y hasta en un
considerable derramamiento de sangre si militantes opositores hubiesen
concurrido masivamente al lugar del conato a la convocatoria del autoproclamado
presidente Juan Guaidó. Era lo que buscaban este y el recién fugado de prisión
domiciliaria Leopoldo López, ambos miembros del partido Voluntad
Popular, conocido por sus credenciales terroristas. Ello reitera no solo el
rechazo por la democracia, sino el carácter criminal, la vocación homicida,
ausente de escrúpulos, de gran parte del liderazgo opositor venezolano, en
particular del autoproclamado y de su mentor López, huésped de la embajada de
España después de su efímera actuación en la escaramuza. Los criminales deben
haber calculado que con unos cuantos muertos podrían conseguir la anhelada
ruptura en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana(FANB). Si el 30 de abril no
ocurrió una tragedia en Caracas, se debe únicamente a la prudencia, nervios de
acero y unidad de acción demostrados ya muchas veces, frente a trajines
golpistas, por el presidente Nicolás Maduro, sus más inmediatos colaboradores
civiles y los mandos de la FANB.
Lo anterior contrasta con la
irresponsabilidad, el aventurerismo y la subordinación a Estados Unidos del
liderazgo opositor. Como se ha hecho evidente más que nunca con Guaidó, este,
desde su autoproclamación el 23 de enero ha sido teledirigido en tiempo real
por el “equipo” Venezuela de la Casa Blanca: los mentirosos Bolton,
Pompeo, Abrams, Marco Rubio y el vice Mike Pence. Por
cierto, solo reseñar las mentiras que dijeron el día 30 requiere una nota
aparte.
Pero de qué asombrarse, si esta oposición
pidió las sanciones de Estados Unidos, que tanto sufrimiento y dolor han
ocasionado al pueblo venezolano y Guaidó ha admitido que la intervención
militar imperialista es una opción. La guerra económica le impone un costo
humano incalculable a nuestros hermanos de Venezuela. Un reciente estudio
calcula en 40 mil las personas que habrían fallecido a consecuencia de las
sanciones. Y estas se han recrudecido.
Es cínico y desvergonzado cómo la potencia
del norte, en violación del derecho internacional y de los valores éticos más
elementales, impone duros castigos económicos a Venezuela y a Cuba, para luego
culpar a sus líderes por los efectos que ocasionan. Pero el cinismo también se
manifiesta porque lo que buscan las sanciones es despertar disgusto y
desesperanza en la población para convertirla en presa fácil de los planes
golpistas y desestabilizadores urdidos por las mismas cabezas que elucubran las
sanciones.
Venezuela resiste porque cada día se ve más
claro que el chavismo es un modelo muy eficaz de resistencia. Se aprecia en la
conciencia política y disciplina de sus bases populares, gestadas en la lucha
antimperialista, el comunalismo y las aspiraciones socialistas; la sensibilidad
humana de su liderazgo, evidente en el presidente Maduro, su apreciación
correcta de las coyunturas más difíciles y de la correlación de fuerzas local,
regional y global, que le ha permitido, desde la época de Chavez, desarrollar
una muy inteligente política de alianzas.
Lo importante ahora son las secuelas de la
intentona golpista. El presidente Maduro dijo que no habrá impunidad y lo
cierto es que Guaidó fue, a todas luces, el instigador y responsable máximo del
conato, incluyendo la fuga de Leopoldo López. Queda claro que después de
tres meses de las más brutales presiones y amenazas la FANB permanece
sólidamente unida y cohesionada, lo que disipa la posibilidad del golpismo al
que Washington ha apostado mucho para derrocar a Maduro. Por otro lado, Guaidó
no ha logrado ninguno de los objetivos que se esperaban de él y su capacidad de
convocatoria, que nunca ha sido grande, va camino de diluirse.
De modo que a Estados Unidos le van quedando
dos opciones: la intervención militar directa o el diálogo y la
negociación que propone el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, lo
más conveniente para todas las partes involucradas. La situación es muy
pleigrosa y la responsabilidad y la cordura son lo que más escasea en
Washington. Basado en la soberana mentira de Bolton y Pompeo sobre las
supuestas tropas y operaciones militares de Cuba en Venezuela, ya Trump amenazó
a la isla con imponer un bloqueo total. Sube la temperatura en el Caribe.
Coyuntura peligrosa.