…Y a los refutadores
que me están escuchando
piensen en lo que digo
yo sé que la divisa
hace la economía
como hace al pan el trigo…
que me están escuchando
piensen en lo que digo
yo sé que la divisa
hace la economía
como hace al pan el trigo…
(“Tropicollage”, Carlos Varela)
VIVIR CON COCA COLA
Tomar algo fresco cuando uno está bajo un Sol
de 30 grados centígrados de temperatura y una humedad relativa tipo sauna del
95%, es algo gratificante, y habrá más de uno (no es mi caso, porque no me ha
gustado nunca), que recurra a una Coca Cola, sin embargo esto que pudiera ser
algo normal a los ojos de algún terrícola, que por supuesto no pasa hambre,
lleva detrás años y años de inversión en propaganda, hasta colocar a este
producto en un símil de la saciedad de la sed, pero, ahí no ha quedado su
imagen, esta ha ido un poco mas allá y en el imaginario popular y en los medios
de comunicacion hablar de Coca Cola, es hablar de la bandera americana y los preceptos
que esa sociedad (sin cumplirlos a cabalidad) quiere representar.
No por gusto cuando se cayó (“o lo ayudaron a
caer”) el Muro de Berlín, lo primero que se hablaba, como la venida “al nuevo
Mundo” de esa parte del planeta era la presencia de MacDonald y Coca Cola en
aquellos territorios, era como si tener aquellos establecimientos de comida rápida
y el refresco del farmacéutico John Pemberton en una botella Contour harían posible la solución de todos los
problemas y además diera un aire de distinción permeado por mas “libertad” y “democracia” en aquellas
sociedades.
Los grandes medios de comunicación que GENERAN
opinión pública utilizan la marca de Coca Cola porque hacer ondear la Bandera
de las muchas estrellas sería muy obvio.
Por estos días, a raíz de lo acontecido el
pasado 17 de Diciembre de 2014 entre Cuba y Estados Unidos, y que es de pleno
conocimiento de todos (o casi todos, que no es lo mismo pero es igual), vuelven
algunos medios como en aquella época del Muro, a querer vender la idea que “si
Coca Cola retorna a la Habana”, es porque nos hemos incorporado al Mundo de la “libertad”
y la “democracia” y lo mas jodido no es que ellos hagan “su trabajo” por la
bandera Americana, sino que existan gentes pensantes por los pasillos donde me
muevo, que crean su mensaje.
No tengo ningún problema con que las
autoridades cubanas intente comercializar con los Estados Unidos, y ademas aparezcan las respectivas embajadas, he estado de
acuerdo, no ahora, siempre, con entablar relaciones de mutuo respeto con el país
que arbitrariamente ocupa un pedazo de mi territorio, que para degradación mayor
lo ha convertido en una cárcel, pero
como uno ha leído un poquito la historia de su país, sabe que Estados Unidos no
se acerca a Cuba, con el respeto que merece cualquier nación de este planeta,
sino con la soberbia que lo ha caracterizado siempre, de que aquella isla le
pertenece, por supuesto lo hará con una sonrisa (porque el hostigamiento y el
terrorismo, no les dio ningún resultado).
Por estos días me han dicho de todo, y en
cantidades industriales, que estoy paranoico, anticuado, que Estados Unidos es
un nación que quiere el bienestar de los pueblos, que lucha porque haya
libertad de expresión, y quiere lo mejor para Cuba, no puedo ir por los
pasillos gritando mi verdad, aunque a más de uno que me ha querido escuchar, le
he demostrado lo contrario, desgraciadamente Coca Cola y los medios de comunicación
usan micrófonos con potencia más alta que mi humilde garganta.