En el día de ayer 14 de Julio se me invito a compartir algunas ideas sobre las protestas acaecidas en Cuba el pasado 11 de Julio en la radio Canal Abierto 770 AM, no estoy acostumbrado a tal exposición, pero considere oportuno dejar otra visión de los acontecimientos, ante la brutal campaña de descredito contra Cuba por los medios hegemónicos argentinos, léase Clarín, Infobae, La Nación, que menosprecian e invisibilizan el genocidio que representa el bloqueo yanqui a Cuba. A continuación algunas de las ideas planteadas.
“Estados
Unidos bloquea a cualquier país que quiera comercializar con Cuba”
El ingeniero cubano Juan Carlos Suárez
describió los elementos que, sumados a la pandemia, agravan el malestar de la
población. “Hay una operación: a partir de un protesta genuina por la situación
que está viviendo el país, salen otras en toda la isla”, aseguró.
Canal Abierto Radio | Juan Carlos
Suárez, ingeniero en la Comisión Nacional de Energía Atómica y residente en
Argentina hace 20 años, explicó cómo impacta el bloqueo económico que se
extiende desde hace mas de 60 años en Cuba al que, durante la pandemia, se
le sumó la escasez, modificaciones en el tipo de cambio y apagones que
derivaron en las protestas del pasado domingo 11 de julio.
“Tiene una cosa multidimensional, pero la
idea principal de las protestas tiene que ver fundamentalmente con el bloqueo,
por la intención de los Estados Unidos de apoderarse de Cuba, que la tuvieron
en su momento hasta la llegada de los barbudos a La Habana”, explicó el
científico.
Antes de la Revolución, “Cuba fue una neo
colonia, prácticamente dirigida desde el norte, como lo podemos ver en la
actualidad con Puerto Rico”, rememoró.
Las empresas norteamericanas no son las
únicas que no pueden vender a Cuba: hay sanciones económicas y boicot para los
mercados que tomen ese comercio en todo el mundo. Aún así, algunas empresas y
el propio gobierno han logrado establecer comercios para sortear esas
dificultades.
“Las pérdidas son abismales, solamente desde
abril hasta diciembre del 2020 estamos hablando de 3.800 millones de dólares.
Eso implicó casi 400 millones en alimentos, 200 millones en medicamentos, etc.
El PBI de Cuba es aproximadamente de unos 90.000 millones de dólares. Así que
tener esas pérdidas, en un momento en el cual el mundo está cerrado, donde hay
pocos vuelos y se comercializa poco por la pandemia mundial, tener esas
pérdidas es de mucha gravedad”.
El ingeniero remarcó que no fueron miles ni
millones de personas las que se sumaron a las manifestaciones, pero que sí hay
un agobio muy grande de la población. Las protestas fueron genuinas, aclara,
pero “en general estaba creada toda una operación de que si algo de esto
sucediera, si apareciera una protesta genuina, de incomodidad y de
inconformidad por la situación que está viviendo Cuba, acto seguido iba a
salir toda una operación de otras protestas alrededor de la isla”.
Apagón, modificación en la moneda y escasez.
Asimismo, explicó otros elementos que se
suman a la paralización económica, como la rotura de una Central Termoeléctrica
unas semanas antes de las protestas. La misma tiene 300 mega watts de potencia
y otra de 200 mega watts estaba en mantenimiento. “Quiere
decir que de repente salieron del sistema eléctrico nacional 500 mega
watts y, por supuesto, eso provocó que aparecieran los famosos apagones que
hacían 30 años no se veían en Cuba”, explicó Suárez,
Por otro lado, a partir del primero de
Enero de este año hubo una unificación de la moneda, entre el Peso Cubano, que
estaba en un valor de 24 a 1 con el dólar, con el que se pagaban
salarios, y el Peso de cambio, de un valor de 1 a 1 con el dólar, más
utilizado en el sector turístico. Esto trajo aparejado pérdidas grandes y
dificultades en el comercio externo y en el mercado interno.
“El Gobierno Cubano de alguna manera vio que
era necesario con esa unificación un reajuste total de los salarios de todos
los trabajadores. Hasta este año un ingeniero ganaba 30 dólares. Bueno, ahora
empezó a ganar 200, 300 dólares. Eso provocó una inyección de dinero
importante en la población. Pero como estábamos en pandemia y los 60 años del
bloqueo, y las dificultades que tiene Cuba para comprar alimentos -el país
importa el 70% de su consumo total-, bajo la oferta y empezaron a escasear los
alimentos y los medicamentos”.
Suárez subrayó que hay que recordar y
remarcar que “no es una Cuba normal, es una Cuba bloqueada, si fuera un
país donde se puede comercializar normalmente como cualquier otro país del
planeta, podría achacarle toda la irresponsabilidad a un Gobierno. Pero
este no es el caso”.