¿Τιτάν o la Suspensión de Incredulidad?
Los titanes fueron previos a los Dioses del Olimpo, y se reconocen 12 como los apóstoles (sin ninguna casualidad), estaban relacionados a lo que primero venero el hombre, en este caso los griegos, el océano, la bendita Tierra, el Sol, la Luna, el Cielo, la memoria, la Ley Natural, el Tiempo. Como todo en la antigüedad estos Titanes primogénitos tuvieron descendientes y se enfrentaron a los que vinieron después que se establecieron en el Monte Olimpo, a la cabeza de estos últimos estaba Zeus, que le gano la pulseada a Crono, mas por picardía que por fuerza según se relata en uno de los pocos escritos que han quedado.
La palabra Titán más recientemente trata de mantener el significado de sus inicios,
denominando a la persona que se destaca por algún aspecto, físico o intelectual,
algo de superhombre hay en esa denominación.
En mi infancia y adolescencia solo conocí a
un Titán, y ese era El Titán de Bronce, Antonio Maceo y Grajales, hombre
corajudo si los hay, que tenía tanta fuerza en la mente como en su brazo, y que
encarna como nadie, la resiliencia, el estoicismo y la bravura del pueblo de
Cuba. Maceo llevo consigo durante su vida 26 heridas de bala y una de sable, habiendo
participado en al menos 600 acciones combativas, de ellas 200 combates de gran
envergadura para liberar a Cuba del yugo español. Para mí su denominación como Titán
le queda corta.
Pero llegamos a nuestros días y está claro
que una parte de la cultura masiva yanqui sobre todo la que se vende al resto
del planeta Tierra, está relacionada con la creación de Superhéroes o “nuevos”
Titanes, es la mejor manera que tienen de transmitir su cultura de
SUPERPOTENCIA, aunque también sabemos que como la mayoría de los imperios
anteriores, incluso aquellos primeros titanes previo al Olimpo, sus días o años
están contados, es la Ley de nuestra selva humana y contra eso no ha habido
nadie que se interponga, ni siquiera el gran Cesar en su tiempo, sobre todo si
tenemos en cuenta que China ni lento ni perezoso en apenas 40 años ya no le
pisa los talones sino que le está pisando su hallux.
Así que teniendo en cuenta lo anterior, en
una edición especial de la revista TIME, han dibujado al presidente argentino, Javier
Milei, como todo un “SUPER”, con bufanda Argentina y patines, al parecer de
hielo (por supuesto con la ola polar en el norte y nosotros con tanto calor…mmm
pero ¿no es superhéroe de Argentina?). Además en la Hispanic Inaugural Ball, en el OMNI Hotel de Washington DC, acaba de
recibir el premio LWS 2025 Titán de la Reforma Económica, es decir de la noche a la mañana y a un año
de su presidencia, ya tenemos a un Titán, y parece que muy bien merecido,
mirando con un solo ojo la sonrisa de oreja a oreja que recibió de La Georgieva
del FMI en su encuentro (algo amoroso) después de recibir tamaña denominación.
No hay dudas que Milei, nuestro Titán, bajó la inflación en el año
2024, si miramos de punta a punta, este año 2024 termino con 117,76% contra un
211.4% que tuvo el desastroso gobierno de Alberto Fernández en el 2023, es
decir un 93.64% menos, semejante logro no es para cualquiera, y por supuesto la
cantidad de heridas que este logro trajo, no ha recaído en el cuerpo hermoso de
nuestro Titán.
Donde sí se pueden encontrar heridas, unas cuantas de muerte, es en la población
argentina que “sin chistar”, algo que parece “increíble”, aguanto el mal trago
envenenado que le propuso el gobierno de Milei.
Para lograr semejante hazaña en la baja de la inflación, nuestro Titán
de la reforma económica paso por varias “pruebas increíbles” como el Ulises:
·
Ajustó como nunca se hizo
antes los haberes de nuestro jubilados y pensionados, quitándole entre otras
cosas los medicamentos gratis.
·
Ajustó los salarios
privados y públicos muy por debajo de esa “maravillosa” inflación, que sigue
siendo alta.
·
Despidió en cantidades industriales
a trabajadores del sector público, incluyendo a sectores claves de un país como
es la ciencia.
·
Paralizó de golpe la obra
pública, teniendo una incidencia brutal en los despidos de trabajadores de la construcción.
·
Desregularizó todos los
precios de la economía, sobre todo los de los alimentos, lo que ha provocado
una catástrofe alimenticia en la población, que ha bajado su consumo en casi un
20%.
·
Liberó las importaciones
de todo, lo que conlleva a la quiebra de la industria nacional y por ende al
despido masivo de trabajadores en ella.
·
Pisó el cambio oficial
del dólar con el mantenimiento del cepo y de devaluaciones controladas a un 2%
mensual, que ha hecho ineficiente por primera vez en décadas al Complejo
Agroindustrial Argentino.
·
Alentó con “violencia y alevosía”
la timba financiera, trayendo grandes dividendos a los ladrones de cuello
blanco de este país y endeudando por 100 mil millones de dólares mas a la
fundida Argentina. En definitiva en términos reales dejo el valor del dólar como
lo recibió del Alberto y con Reservas del Banco Central negativas por 10 mil
millones de dólares. Ah!!! y mientras tanto el PBI Argentino se contrajo en el
2024 en un 2.8%.
Podría seguir, pero el drama económico-social
que ha traído el cambio de paradigma económico de nuestro Titán no se puede
resumir en palabras, un número podría intentarlo tal vez, el 61% de los
argentinos llegó a tener, en este año 2024 que termino, problemas para tener
cubierto ya sea la canasta básica total o familias enteras con problemas de
acceso a vivienda, salud, seguridad social o educación, hay que estar en
la calle y sentir lo que la gente siente, eso sí, en honor a la verdad, por
alguna “extraña” razón, si ahora mismo fueran las elecciones presidenciales,
nuestro superhéroe con bufanda y patines de hielo ganaría por goleada.
Son los nuevos vientos que soplan y parece
que adormecen la cara y peor aun el pensamiento, como escuche hace poco decir a
Alejandro Dolina, refiriéndose a un concepto aplicable a las distintas formas
de arte, del poeta y filosofo ingles Samuel Taylor Coleridge hay una SUSPENSÍON
DE INCREDULIDAD, y el relato payasesco de nuestro Titán se CREE más que la
realidad concreta que vive cada argentino. Esta “suspensión…” no es la primera
vez que ocurre en este país, algo parecido sucedio con Menem en los noventa. Si
nos remontamos a aquellos tiempos, tenemos Titán para al menos 7 años más.