Viaje a la Luna

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Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

miércoles, 22 de enero de 2025

 ¿Τιτάν o la Suspensión de Incredulidad?

 


Los titanes fueron previos a los Dioses del Olimpo, y se reconocen 12 como los apóstoles (sin ninguna casualidad), estaban relacionados a lo que primero venero el hombre, en este caso los griegos, el océano, la bendita Tierra, el Sol, la Luna, el Cielo, la memoria, la Ley Natural, el Tiempo. Como todo en la antigüedad estos Titanes primogénitos tuvieron descendientes y se enfrentaron a los que vinieron después que se establecieron en el Monte Olimpo, a la cabeza de estos últimos estaba Zeus, que le gano la pulseada a Crono, mas por picardía que por fuerza según se relata en uno de los pocos escritos que han quedado.

La palabra Titán más recientemente  trata de mantener el significado de sus inicios, denominando a la persona que se destaca por algún aspecto, físico o intelectual, algo de superhombre hay en esa denominación.

En mi infancia y adolescencia solo conocí a un Titán, y ese era El Titán de Bronce, Antonio Maceo y Grajales, hombre corajudo si los hay, que tenía tanta fuerza en la mente como en su brazo, y que encarna como nadie, la resiliencia, el estoicismo y la bravura del pueblo de Cuba. Maceo llevo consigo durante su vida 26 heridas de bala y una de sable, habiendo participado en al menos 600 acciones combativas, de ellas 200 combates de gran envergadura para liberar a Cuba del yugo español. Para mí su denominación como Titán le queda corta.

Pero llegamos a nuestros días y está claro que una parte de la cultura masiva yanqui sobre todo la que se vende al resto del planeta Tierra, está relacionada con la creación de Superhéroes o “nuevos” Titanes, es la mejor manera que tienen de transmitir su cultura de SUPERPOTENCIA, aunque también sabemos que como la mayoría de los imperios anteriores, incluso aquellos primeros titanes previo al Olimpo, sus días o años están contados, es la Ley de nuestra selva humana y contra eso no ha habido nadie que se interponga, ni siquiera el gran Cesar en su tiempo, sobre todo si tenemos en cuenta que China ni lento ni perezoso en apenas 40 años ya no le pisa los talones sino que le está pisando su hallux.



Así que teniendo en cuenta lo anterior, en una edición especial de la revista TIME,  han dibujado al presidente argentino, Javier Milei, como todo un “SUPER”, con bufanda Argentina y patines, al parecer de hielo (por supuesto con la ola polar en el norte y nosotros con tanto calor…mmm pero ¿no es superhéroe de Argentina?). Además  en la Hispanic Inaugural Ball, en el OMNI Hotel de Washington DC, acaba de recibir el premio LWS 2025 Titán de la Reforma Económica, es decir de la noche a la mañana y a un año de su presidencia, ya tenemos a un Titán, y parece que muy bien merecido, mirando con un solo ojo la sonrisa de oreja a oreja que recibió de La Georgieva del FMI en su encuentro (algo amoroso) después de recibir tamaña denominación.



No hay dudas que Milei, nuestro Titán, bajó la inflación en el año 2024, si miramos de punta a punta, este año 2024 termino con 117,76% contra un 211.4% que tuvo el desastroso gobierno de Alberto Fernández en el 2023, es decir un 93.64% menos, semejante logro no es para cualquiera, y por supuesto la cantidad de heridas que este logro trajo, no ha recaído en el cuerpo hermoso de nuestro Titán.

Donde sí se pueden encontrar heridas, unas cuantas de muerte, es en la población argentina que “sin chistar”, algo que parece “increíble”, aguanto el mal trago envenenado que le propuso el gobierno de Milei.

Para lograr semejante hazaña en la baja de la inflación, nuestro Titán de la reforma económica paso por varias “pruebas increíbles” como el Ulises:

·         Ajustó como nunca se hizo antes los haberes de nuestro jubilados y pensionados, quitándole entre otras cosas los medicamentos gratis.

·         Ajustó los salarios privados y públicos muy por debajo de esa “maravillosa” inflación, que sigue siendo alta.

·         Despidió en cantidades industriales a trabajadores del sector público, incluyendo a sectores claves de un país como es la ciencia.

·         Paralizó de golpe la obra pública, teniendo una incidencia brutal en los despidos de trabajadores de la construcción.

·         Desregularizó todos los precios de la economía, sobre todo los de los alimentos, lo que ha provocado una catástrofe alimenticia en la población, que ha bajado su consumo en casi un 20%.

·         Liberó las importaciones de todo, lo que conlleva a la quiebra de la industria nacional y por ende al despido masivo de trabajadores en ella.

·         Pisó el cambio oficial del dólar con el mantenimiento del cepo y de devaluaciones controladas a un 2% mensual, que ha hecho ineficiente por primera vez en décadas al Complejo Agroindustrial Argentino.

·         Alentó con “violencia y alevosía” la timba financiera, trayendo grandes dividendos a los ladrones de cuello blanco de este país y endeudando por 100 mil millones de dólares mas a la fundida Argentina. En definitiva en términos reales dejo el valor del dólar como lo recibió del Alberto y con Reservas del Banco Central negativas por 10 mil millones de dólares. Ah!!! y mientras tanto el PBI Argentino se contrajo en el 2024 en un 2.8%.

 

Podría seguir, pero el drama económico-social que ha traído el cambio de paradigma económico de nuestro Titán no se puede resumir en palabras, un número podría intentarlo tal vez, el 61% de los argentinos llegó a tener, en este año 2024 que termino, problemas para tener cubierto ya sea la canasta básica total o familias enteras con problemas de acceso a vivienda, salud, seguridad social o educación, hay que estar en la calle y sentir lo que la gente siente, eso sí, en honor a la verdad, por alguna “extraña” razón, si ahora mismo fueran las elecciones presidenciales, nuestro superhéroe con bufanda y patines de hielo ganaría por goleada.

Son los nuevos vientos que soplan y parece que adormecen la cara y peor aun el pensamiento, como escuche hace poco decir a Alejandro Dolina, refiriéndose a un concepto aplicable a las distintas formas de arte, del poeta y filosofo ingles Samuel Taylor Coleridge hay una SUSPENSÍON DE INCREDULIDAD, y el relato payasesco de nuestro Titán se CREE más que la realidad concreta que vive cada argentino. Esta “suspensión…” no es la primera vez que ocurre en este país, algo parecido sucedio con Menem en los noventa. Si nos remontamos a aquellos tiempos, tenemos Titán para al menos 7 años más.



 

LA DISTRIBUCION VA EN BICICLETA
(Por Horacio Rovelli) 



El gobierno de Javier Milei realizó y realiza un fuerte ajuste fiscal y económico. En el primer caso, la Secretaría de Hacienda de la Nación estima una reducción del gasto de la Administración nacional en 3,8% del PIB en el año 2024. El total de las erogaciones significó el 15,3% del PIB en 2024, contra 19,1% del PIB en el año 2023, con un PIB que el BCRA evaluó que descendió en el año 2024 en un 3,8% [1] en el total de bienes y servicios producidos.

La reducción del gasto de la Administración nacional representa aproximadamente un 30% del total de las erogaciones. Las variables de ajuste son la obra pública (prácticamente paralizada; las de menor ejecución son las obras viales, de allí que se proponga su concesión al capital privado), los haberes previsionales y las transferencias a las provincias (esencialmente en transporte y en energía).

Y el ajuste económico se visualiza en un superávit comercial en el orden de los 17.000 millones de dólares, dado que a noviembre de 2024 las exportaciones de bienes ascendieron a 72.642 millones (acrecentándose en un 18,1% con respecto a igual lapso de 2023) y las importaciones a 55.444 millones de dólares (disminuyendo en un 20,2% con respecto al año anterior).

Si bien es de destacar las ventas de energía y combustible por 8.626 millones de dólares hasta noviembre de 2024 (se acrecentó en un 20% con respecto a igual período del 2023), lo cierto es que también aumentaron considerablemente las exportaciones de carne vacuna y de leche y demás productos lácteos, cuando se produjeron en el país, en el año 2024, récords de baja de consumo per cápita de carne y de leche y sus derivados, por lo que hay hogares con niños que no consumen ni carne vacuna ni leche.

La razón está en su precio, que se acrecentó notablemente con respecto al de noviembre de 2023. Por ejemplo, el litro de leche en sachet al consumidor estaba en los supermercados a 155 pesos en noviembre de 2023 y esa misma marca y cantidad costaba 1.300 pesos en diciembre de 2024. A su vez, los grandes distribuidores, en noviembre de 2023, le abonaban al tambero 27 centavos de dólar por litro de leche, y en diciembre de 2024 le abonaban 43 centavos de dólar por litro (452,5 pesos). Se acrecentó el precio en divisas porque el dólar mayorista (que es el del comercio exterior) se acrecentó en el año casi tres veces, al pasar de valer 378,37 pesos el 30 de noviembre de 2023 a 1.052,50 pesos el 30 de diciembre de 2024, pero creció mucho menos que el precio al consumidor de la leche (casi nueve veces).

La leche está más cara en dólares, y mucho más en pesos. Pero los insumos para el productor, como el gasoil se pagaba 292 pesos por litro en diciembre de 2023 1.123 pesos la suma de 292 pesos y en diciembre de 2024 sufrió un incremento del 384,6%. Esto afecta la producción agropecuaria  y explica la fuerte disminución de la renta que perciben los agricultores, pero no sólo la agropecuaria, porque se trata de un insumo básico para la producción en general.

En síntesis, la exportación de leche y sus derivados se acrecentó en el año 2024, pero, al encarecerse internamente midiéndola en dólares, es posible que para este año 2025 se la importe desde Uruguay (donde se le paga al tambero 0,38 dólares por litro de leche fluida).

Y a esta situación se arribó porque el gobierno devaluó nuestra moneda en más de un 100% el 12 de diciembre de 2024, y dejó que los grandes formadores de precios “cazaran en el zoológico” ante  las cadenas de supermercados y los mercados cautivos, con nombre y apellido, como la leche y sus derivados,  la carne,  el arroz, las harinas, los aceites, azúcar, etc.

Paralelamente, el salario mínimo, vital y móvil fijado por el gobierno, incluso el salario promedio, y las jubilaciones y pensiones, crecieron muy por debajo de los precios, y también del 117,8% de inflación anual [2] que afirma el INDEC para el año 2024. Esto significó la transferencia de ingresos de los asalariados y jubilados y pensionados a las grandes empresas formadoras de precios.

La “libertad” de precios y el margen exorbitante de ganancias en pesos (y acrecentados al convertirse en dólares) explican por qué las acciones de las grandes empresas mencionadas crecieron en su cotización en los mercados de valores en más del 100% en dólares el año pasado (a las que se deben sumar los grandes laboratorios medicinales y las empresas extractivistas y distribuidoras de petróleo, gas y electricidad).

Carry trade

En ese marco, los títulos públicos ajustables por el Índice de Precio al Consumidor del INDEC (IPC) pagaron una tasa anual de 117,8%, y el costo de volver a dólares Contado con Liqui, fue de solo el 20%; por ende, tuvieron un rendimiento no menor al 95% en dólares.

La Administración nacional en once meses de 2024 logró un superávit fiscal primario de 11.706.855 millones de pesos que utilizó en su totalidad para pagar los intereses y el capital de una deuda pública que nunca se investigó. El ajuste fiscal continuó en diciembre de 2024 y enero de 2025; la prioridad para el gobierno es pagar la deuda. Sin embargo, es tal su magnitud, acrecentada por el ajuste por IPC, que en diciembre de 2024 sumó 475.980 millones de dólares. En sólo el primer año de Milei  se incrementó en 73.224 millones.

La renta financiera por el diferencial de precios en pesos y en divisas generó utilidades extraordinarias a los compradores de títulos y acciones, que el gobierno pretende seguir alimentando al anunciar que el dólar oficial se ajustará al 1% mensual desde febrero de 2025, para asegurar la renta financiera de los títulos públicos en pesos ajustados por el IPC e incluso por tasas fijas, pero mayor que la inflación, y también de las acciones de compañías que logran fijar precios. El problema es qué actividad productiva o comercial lícita puede competir con la renta financiera que garantiza el gobierno de Milei.

Se empobrece a los jubilados y pensionados, se obliga a competir en relaciones cada vez más desventajosas a las pequeñas y medianas empresas que no tienen dólares blanqueados. Aumenta la desocupación y la marginalidad, se endeuda cada vez más al país, y se pone en venta el patrimonio nacional a cambio de dicha deuda. 

 

[1] El gasto de la Administración nacional fue del 23,6% del PIB en 2022, por lo que gran parte del ajuste se venía realizando en el gobierno de Alberto Fernández; había sido del 27,5% del PIB en el 2020 (COVID mediante), y del 24,2% del PIB en 2021.

[2] El SMVyM de diciembre de 2023 fue de 156.000 pesos y el de diciembre de 2024 de 279.718 pesos, el incremento fue de 79,3%.