UN DÍA DE CALMA
Provocadoramente escuchas el mástil
haciendo travesuras del sentir
estamos aquí
y al mismo tiempo viajamos sin
tiempo
al légamo que ha dejado
el contén de la esquina de Armas y C
las pantorrillas de aquella
buena muchacha
pero sostenemos velas
supuestamente para encarar el Nejen
hay momentos que te das cuenta
que están agujereadas
cuesta que las mueva el suspiro
entonces una lagrima
tu ribazo inunda
esperando el después
La
vida es otra cosa,
si con las mismas ganas
te la sucedes
sin esperar más nada...
(Santiago
Feliú, "Ay, la vida")