Hoy haciendo una recorrida
por los blog que visito, pude leer en el debate de uno de ellos, una invitación
de Silvio Rodriguez a leer este articulo que dejo acá, como no conocía quien escribía el mismo, me puse averiguar algo sobre ello. Humberto Pérez combatiente
del Ejercito Rebelde estuvo al frente de la Junta Central de Planificación de
Cuba a partir de 1975 y luego del III Congreso
del PCC en 1986 fue retirado de la misma. Este tipo de análisis me gustan, sobre
todo porque tienen que ver con la concreción de determinados conceptos en la practica. Hay cosas para debatir, las ideas pueden ser buenas en principio, pero quien las tiene que llevar acabo puede no solo, no estar preparado para implementarlas, sino también para corregir lo que vaya saliendo mal.
PRINCIPALES
DEBILIDADES INTERNAS ACTUALES DEL MODELO Y PERSPECTIVAS DE NUESTRO SOCIALISMO
(Por Humberto Pérez,
publicado el 6/10/2016 en la Revista TEMAS
http://www.temas.cult.cu)
Fidel en su intervención en
la Universidad de La Habana el 17 de noviembre de 2005 planteó que “hay muchas
preguntas… acerca de cómo se puede preservar o se preservará en el futuro el
socialismo”, después de lo cual razonaba y advertía que esta Revolución pudiera
ser destruida por nosotros mismos. En diciembre de 2010, Raúl hizo una más
drástica y urgente advertencia cuando dijo que “O rectificamos o ya se acabó el
tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos o hundiremos el esfuerzo
de generaciones enteras”.
En la actualidad,
principalmente por factores objetivos pero también por decisiones tomadas y
políticas seguidas no siempre acertadas (aunque no es el caso examinarlas
críticamente en este instante), “tenemos la madeja bastante enredada” y, ante
ello, debemos tratar de determinar sus nudos gordianos, el orden de las
prioridades a ser abordadas y la ruta crítica a seguir para su solución. En mi
opinión, las palabras y advertencias de Fidel en 2005 y de Raúl en 2010
mantienen su vigencia: no tenemos totalmente asegurado nuestro proyecto
socialista y este corre reales riesgos de malograrse. Para tratar de asegurarlo
nos queda un máximo de 5 años bajo la dirección histórica de la Revolución. A
lo largo de todo su trayecto en estos casi 60 años, nuestra Revolución ha
presentado y presenta peculiaridades, originalidades y fortalezas que la han
hecho estar por encima de otros proyectos socialistas y le han permitido
supervivir hasta hoy y mantener lo esencial de sus objetivos.
Actualmente, Cuba ha
aumentado su prestigio internacional y goza de una aceptación como pocas veces
antes había logrado. En sentido negativo se mantiene el bloqueo y hay un peligroso
reflujo de los gobiernos populares y movimientos progresistas de América
Latina. Debemos sentirnos orgullosos y reconocidos de las fortalezas, pero no
podemos confiar dogmáticamente en ellas; ni creer que se mantienen intactas sin
resultar afectadas por el paso del tiempo ni por el impacto de los errores
internos cometidos y de circunstancias coyunturales. En nuestra economía
interna aún permanecen varios de los defectos y rasgos negativos heredados de
los llamados proyectos socialistas del siglo XX. Además, hemos tenido y tenemos
defectos y debilidades propias. Varios estudiosos han aplicado la llamada
Matriz DAFO para listar nuestras debilidades, amenazas, fortalezas y
oportunidades. En la “Introducción” al documento sobre la conceptualización examinado
en el último Congreso del Partido se hace un intento parcial de aplicación de
dicha Matriz.
A continuación nos
concentraremos en lo que entendemos determinante y prioritario dentro de la
ruta crítica a seguir, y que se refiere a tres debilidades o problemas
internos de la esfera económico-social que resultan determinantes: Se ha
planteado correctamente que el desarrollo de la economía nacional es la primera
de las cuatro misiones principales a cumplir y sigue siendo la asignatura
pendiente fundamental. Se ha reafirmado acertadamente que los medios
fundamentales de producción deberán continuar siendo propiedad de todo el
pueblo. Quiere decir que en entidades del sector estatal se concentran y
concentrarán los principales medios de producción del país y por tanto es el
sector clave en el que es necesario lograr la mayor eficiencia y productividad
posibles.
I-La primera debilidad de
importancia capital se expresa en que, a pesar de las medidas tomadas en los
últimos años, en nuestra economía en general hay una muy baja
productividad y eficiencia y es mucho más acentuada precisamente en el sector
estatal. Entre las causas de esta debilidad está el que se siguen practicando
una excesiva centralización estatal de la propiedad y gestión y una
administración vertical y burocrática, fórmulas heredadas de las experiencias
del campo socialista europeo del pasado siglo y aplicadas en Cuba desde los
inicios de la Revolución. Debido a ello se manifiestan: - ausencia del
sentimiento de dueños y de sentido de pertenencia por parte de
funcionarios y trabajadores; - falta de una participación real y
suficiente en el manejo de la dirección y en los resultados de la
actividad económica y, en general, en el manejo de la sociedad. Tenemos
carencia –en síntesis– de una democracia real y participativa y no solo
representativa.
Como consecuencia, todavía
no hemos encontrado la fórmula planteada por el Che hace más de 50 años como
una de nuestras tareas fundamentales: lograr una motivación e identificación
suficientes para perpetuar en la vida cotidiana las actitudes que se han
manifestado y se manifiestan en épocas heroicas y en acontecimientos heroicos
puntuales y concretos. La propiedad de todo el pueblo, en los hechos, resulta
tan indirecta y lejana que para cada individuo se convierte en una abstracción
que, a lo sumo, puede entender intelectualmente pero que no le llega de manera
suficiente al corazón y menos aún a los músculos. Para sentirse dueños es
necesario que los dirigentes y trabajadores de las entidades económicas puedan
ejercer determinadas facultades de decisión, de manera real y directa, como lo
hace todo dueño, y que reciban en lo personal el efecto de las ganancias o
pérdidas que tenga dicha entidad, como sucede a todo dueño. La parte de los
ingresos de los trabajadores procedente del salario debe estar vinculada no a
los resultados de la entidad laboral, sino únicamente a la complejidad,
condiciones y rendimiento del trabajo individual de cada cual y, siempre que
sea posible, con un por ciento significativo del mismo de carácter móvil.
Simultáneamente, una porción
cada vez mayor del total de sus ingresos personales debe estar vinculada a los
resultados anuales de la actividad económica de la entidad como parte de la
distribución de una parte de la ganancia. Para tratar de desarrollar el
sentimiento de dueños y el sentido de pertenencia, considero que el sector
estatal no debe estructurarse principalmente con el criterio de macroempresas,
uniones, consolidados u OSDE en las que resida concentrada y consolidada la personalidad
jurídica y la contabilidad empresarial, y por tanto donde se tomen las
principales decisiones económicas y se defina el destino de las utilidades.
Sin violar los tamaños
mínimos determinados por las tecnologías a utilizar y la aplicación de las economías
de escala, es mi criterio que las actividades productivas estatales deben
organizarse preferiblemente como empresas medianas y Pymes estatales, con
personalidad jurídica propia, independencia contable-financiera y operativa, y
circunscritas geográficamente al menor territorio posible. Esto no significa
renunciar a que las entidades de determinada rama o intersectorialmente,
manteniendo al máximo su independencia operativa, puedan decidir, de abajo
hacia arriba, agruparse para determinados objetivos comunes y obtener así
una mayor eficiencia, aplicar los últimos adelantos científicos y tecnológicos,
desarrollar cadenas de valor tanto hacia el mercado interno como hacia el
externo, etc.
En meso empresas y Pymes,
los colectivos laborales empresariales que se formen tendrán un menor número de
miembros y ello favorecerá que se conozcan e interrelacionen laboral y
personalmente de una manera más cercana; se crearán mejores condiciones para el
trabajo en equipos, actividades sociales conjuntas y para la formación de un
espíritu de colectivo que pueda hacer sentir y experimentar al conjunto y a
cada uno de sus miembros, con mayor intensidad y realismo, su condición de
dueños de los medios de producción que utilizan; facilitará la participación
más directa y real de todos y cada uno en la elección de los Consejos de
Dirección de la empresa y en las principales decisiones a tomar. Según los
estudiosos e investigadores de la historia del hombre, el sentimiento de dueños
comunes de sus medios de producción y el sentido de pertenencia era mayor en
la gens que en el clan, y en este mayor que en la tribu. Las actuales
empresas y UEB, y no las OSDE que las agrupan, deben ser las células económicas
principales en que los trabajadores se sientan y experimenten como dueños y
ejerciten la democracia económica socialista. Es un problema fundamental lograr
que la empresa estatal resulte más atractiva o por lo menos tan atractiva para
los trabajadores, como lo son actualmente las entidades y los trabajos en el
sector no estatal.
II-Una segunda debilidad, y
uno de los dos nudos gordianos principales, reside en el hecho de que nuestra
sociedad está desgarrada y fracturada en diversos segmentos desiguales
económica y socialmente entre sí, con una mayor parte de la población (obreros
y empleados del sector estatal, pensionados, etc. que representan
aproximadamente un 60-70% de la misma) que no recibe ingresos legales
suficientes para vivir, a pesar de que los servicios médicos y educacionales
son gratuitos y de que se asegura una canasta básica de alimentos. Se ha dicho
oficialmente que para que el crecimiento del PIB se refleje en la economía
doméstica, este debe hacerlo entre un 5 y un 6% como promedio anual. El
crecimiento promedio anual logrado en los últimos 5 años ha sido de solo un
2,8% y el crecimiento máximo logrado fue de 4,3 % en el pasado año. En este
2016, primero del período de 15 años que abarca el Plan Nacional de
Desarrollo a Largo Plazo hasta 2030, el crecimiento aspirado es solo del 1% y
pudiera no haber crecimiento.[1]
Para los siguientes 4 años
del actual quinquenio que termina en el 2020 no se prevén crecimientos importantes.
La pregunta que nos surge es la siguiente: ¿Debemos seguir esperando sin
hacer nada o por lo menos sin pensar en hacer algo que pueda modificar esta
situación y romper el círculo vicioso en que nos encontramos? Ya Marx, en
su obra La Ideología Alemana escrita junto con Engels en 1844, expuso
su descubrimiento de la ley del desarrollo de la historia humana, la que
determina que “el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un
techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, etc.”.
Mientras los ingresos normalmente legales no les alcancen para vivir, es
absurdo pensar que esa mayor parte de la población afectada se resignará
estoicamente a existir “sin vivir”; y se hace lógica e inevitable la
búsqueda de los recursos complementarios e irrenunciables para asegurar su
subsistencia y la de su familia por vías ilegales. Los desvíos de recursos y la
corrupción, calificada como el peor de nuestros males, encuentran y encontrarán
un caldo de cultivo que no puede ser contrarrestado ni vencido únicamente por
las vías del control y represión administrativa y policial ni por la propaganda
y educación ideológica.
Por otro lado, mientras la
pirámide de ingresos de la población esté como ahora: peor que invertida,
desarticulada y caóticamente estructurada, no se lograrán las motivaciones y
encadenamientos laborales indispensables para el incremento de la productividad
del trabajo y para el tan necesario aumento de la producción y la oferta de
bienes y servicios a la población. Se hace necesaria la aplicación, lo más
rápido posible, de un Sistema de ingresos (no solo salarial pero incluyendo a
los salarios) a partir de un ingreso mínimo que alcance para cubrir las
necesidades básicas. El salario mínimo hoy es de 225 pesos mensuales y algunos
estudios señalan que con los niveles de precios actuales debe alcanzar
alrededor de los 850 pesos para cubrir esas necesidades básicas y rebasar el
umbral de pobreza. El salario mensual medio actual no llega a los 800 pesos. Es
cierto que un aumento de los ingresos en dinero ante una oferta que no crece
genera tendencias inflacionarias y no resuelve per se el aumento del
ingreso real. Pero también es cierto que la producción y la oferta no crecerán
sostenidamente mientras no haya la indispensable motivación material para que
los trabajadores rindan sus máximos esfuerzos. Se está ante un círculo vicioso
y se hace necesario tratar de romperlo.
El aumento de los ingresos
de los trabajadores en forma de sistema integral no solo es necesario para
lograr una mayor justicia social y reducir las desigualdades existentes, sino
que es base fundamental para aumentar la productividad, la producción y la
oferta. ¿Qué hacer? Lo primero es preguntarse de dónde salen los productos
de esa oferta extra, en su mayor parte ilegal, que permite que subsistan aun
los que no ganan para vivir. Los productos de esta oferta aparecen y existen en
el mercado negro, informal e ilegal, y salen en parte de las remesas en
especie, pero principalmente de la introducción a través de puertos y
aeropuertos de contrabandos que burlan y sobornan a los funcionarios aduanales
y salen, desviados y robados, de los almacenes y depósitos de las empresas
estatales. Sería aconsejable revisar algunas de las regulaciones existentes
para convertir en legal lo que hoy es ilegal pero legítimo. Pero tal vez de
mayor importancia, se pudiera también hacer un reanálisis del reparto primario
que actualmente se está haciendo del llamado Valor Agregado Total o Nuevo Valor
Creado por los trabajadores y que representa el 100% del Valor a repartir. Una
parte de dicho Valor, que en teoría económica marxista se denomina Plus Valor,
por diversas vías lógicamente se centraliza y se maneja y redistribuye
centralmente para las necesidades sociales y la acumulación y el desarrollo. La
otra parte es la que se supone represente, como mínimo, el llamado Producto o
Valor Necesario para la reposición y reproducción de la fuerza de trabajo y es
la que llega como salarios e ingresos personales en general de los trabajadores
para satisfacer las necesidades de estos y sus familias. En el socialismo, los
trabajadores son los dueños de los medios de producción. Y cualquier productor
dueño lo primero que hace con el resultado y con el valor que crea es asegurar
la satisfacción de sus necesidades básicas y las de su familia. Luego viene
todo lo demás, aunque tenga que limitarse por el momento a una reproducción
simple de su producción e ingreso bruto total.
Esto no está ocurriendo
actualmente. Tal vez se esté sustrayendo una parte de lo que pertenece y debía
integrar al Producto Necesario, y pueda hacerse algún reajuste y aumentarse lo
que se destina al ingreso monetario de los trabajadores restándolo de lo que se
maneja centralmente. Claro que esto requerirá reajustes cambiarios,
tributarios, presupuestarios, de costos y precios, sin afectar el mínimo
necesario para cubrir el financiamiento de la educación, la salud, etc. Otra
fuente posible pudiera ser, como han propuesto algunos compañeros, la emisión
de bonos de deuda pública para ser vendidos a personas naturales que tengan
ahorros, con intereses atractivos aunque no exagerados y tiempos lógicos
para ser redimidos, lo que además retiraría liquidez inflacionaria de los que
hoy la tienen acumulada en sus casas o en cuentas de ahorro bancarias.
III-La tercera debilidad cardinal
y nudo gordiano principal es la relacionada con la denominada dualidad
monetariaaunque ya esta no es el problema principal a resolver. El problema
principal a resolver es el de la dualidad o multiplicidad cambiaria. La
dualidad monetaria en la práctica está resuelta aunque permanece en lo formal.
Es solo un estorbo que en nuestro modesto criterio puede y debe eliminarse lo
más inmediatamente posible. Eliminado el CUC, automáticamente las TRD [Tiendas
recaudadoras de divisas] perderían su sentido como tales. En las relaciones
empresariales, también como un primer paso, se debe eliminar de inmediato al
CUC en tanto intermediario innecesario. Quedaría entonces desnudo y listo para
ser resuelto el verdadero problema: el de la dualidad o multiplicidad
cambiaria. Mientras en CADECA el cambio de 1USD para la población es de
24 CUP, para las personas jurídicas estatales el CUP está significativamente
sobrevalorado y el cambio es en general de 1 USD=1 CUP, aunque existen además
tasas de 2x1, 7x1, 10x1, etc. De todos los escollos este es el de efectos más
negativos, deformantes, confusionistas y contraproducentes:
En sentido contrario a
objetivos económicos principales y decisivos como son el aumento de las
exportaciones, la sustitución de importaciones y el incremento de las
inversiones extranjeras; la permanencia de un dólar devaluado y de un CUP
sobrevaluado lleva a que las empresas, en su calidad de exportadoras, se vean
desestimuladas a exportar, y en tanto que importadoras, se vean estimuladas a
importar y desestimula a los inversores extranjeros.
Contamina, adultera y hace
no confiable totalmente a la contabilidad de las entidades estatales y no
estatales; y en consecuencia, a los indicadores micro y macro económicos de la
economía, lo que desvirtúa en mayor o menor medida las orientaciones de las principales
brújulas de que dispone la jefatura del país para tomar sus decisiones.
Es un factor inflacionario y
deformador, de un impacto determinante en los mercados de oferta y demanda
(entre ellos los mercados agropecuarios) y en general en los altos precios del
mercado minorista.
En 2015, por ejemplo,
la suma de remuneraciones a los trabajadores, las pensiones y la asistencia
social –que son el componente interno principal de la demanda solvente
primaria– aportó aproximadamente 34-36 mil millones de CUP. No dispongo de los
datos de lo que aportaron los pagos al sector privado y los créditos a la
población, pero guiándonos por los indicadores monetarios que publica la ONEI,
la masa monetaria primaria normal que llega a manos de la población, creada en
el interior del país y asociada a la producción y oferta nacional, debe ser
aproximadamente de unos 55-60 mil millones de CUP. Pero a través de las remesas
y de otras fuentes de ingresos en divisas de la población y del sector privado,
se inyecta adicionalmente un circulante importado de más de 50 mil millones de
CUP al año, no asociado a la producción y a la oferta nacional. Tan solo las
remesas, que tienen una tendencia creciente, se estiman en unos 2 mil millones
de USD al año –algunos hablan de más de 3 mil millones– y esta cifra al cambio
de 1x24 arroja 48 mil millones de CUP anuales. Súmese a las remesas la demanda
solvente adicional generada por los ingresos directos en divisas o CUC de las
casas y habitaciones rentadas –existen unas 18 mil–, los paladares,
taxistas y demás cuentapropistas que venden servicios directamente a los
extranjeros, las propinas, las gratificaciones a los que trabajan en firmas
foráneas, las ventas de casas a extranjeros, los ingresos de las “jineteras”,
etc. que al cambio de 1x24 van también a comprar al mercado minorista porque no
existe un mercado mayorista para el sector privado.
Estos componentes exógenos
de la demanda solvente virtualmente la duplican y tienen el agravante de que se
concentran principalmente en una parte minoritaria de la población –un 20-25% o
menos– con capacidad para pagar cualquier precio y absorber a esos altos
precios casi totalmente, o por lo menos a la mayor parte, de la oferta
disponible. Mientras esta anomalía persista no hay medidas administrativas, ni
precios topados, ni lucha contra intermediarios innecesarios y especuladores,
que logre un equilibrio de precios más o menos normal. Los aumentos de
producción y de oferta que se vayan logrando, y que son a mediano y largo plazo
la solución de fondo, serán insuficientes y se verán contrarrestados –y en gran
parte anulados– por la deformación de la demanda solvente antes mencionada.
Otro efecto contraproducente
es que este mercado totalmente distorsionado, no es el complemento adecuado en
la combinación aconsejable y acertada que se ha planteado entre planificación y
mercado y entre sector estatal y no estatal. Esta se ve seriamente afectada y
pudiera una vez más conducir a fenómenos desfavorables que produzcan la
apariencia de que socialismo y mercado son irreconciliables y, una vez más
también, al riesgo de decidir equivocadamente “botar a la criatura con el agua
sucia”.
Por último, las tasas de
cambio múltiple generan un potencial peligro económico, social y político
debido a la extraordinaria ventaja en que sitúa a los llamados “emprendedores”
del sector no estatal frente al sector estatal.
Al obtener 24 CUP por cada
USD o CUC de ingreso, en lugar de 1 CUP como se obtiene en el sector estatal,
las Mipymesprivadas disponen de recursos financieros relativos 24 veces
superiores para pagar altos salarios, financiar inversiones y capital de
trabajo, asegurar estabilidad laboral y condiciones de trabajo más favorables,
etc.
Adicionalmente, los
componentes de este sector no estatal toman sus decisiones económicas con total
autonomía, solo dentro de ciertas regulaciones que autorizan legalmente su
actividad y no tienen que obedecer a ningún organismo superior, a ningún plan
ni cifra directiva alguna. Por su parte, la autonomía de las entidades
estatales está castrada por los niveles superiores a los que se subordinan y
deben ajustarse a un plan y a cifras directivas centralmente determinadas. A
ello debemos sumarle que para lograr sus objetivos de siempre, nuestro enemigo
tradicional en su política hacia Cuba ha sustituido –por lo menos parcial y
temporalmente– “el hacha de la guerra” por la preferible pero ideológicamente
más peligrosa “flauta de Hamelin”. Los trabajadores en general, y dentro de
ellos los jóvenes y la fuerza de trabajo calificada, son atraídos con una
gravitación tal hacia este sector no estatal y hacia la emigración al exterior
que no puede ser contrarrestada por un sector estatal sin capacidad ni
atractivos competitivos eficaces que oponerle.
En estas condiciones, la
amenaza de que prospere la alternativa capitalista es realmente grande y no es
una presunción pesimista y alarmista sino simplemente una previsión realista
ante la cual debemos actuar. Debe impedirse que las condiciones económicas
objetivas internas resulten un caldo de cultivo favorable al enemigo y prevenir
que, para evitar la concentración de propiedad y riqueza en el sector no
estatal, se tenga que acudir a lo que tenemos crónica y casi patológica
tendencia: a medidas administrativas y fiscales extremas y contraproducentes que
maten el estímulo al desarrollo de este sector. Hay que encontrar las formulas
y vías que eludan, como se ha planteado, nuevas “terapias de choque” para la
mayoría de esa población que desde hace años ha vivido y aún vive en crónica
“terapia de choque”, recibiendo ingresos que no le alcanzan para vivir.
Pero pudiera y debiera
decidirse una cierta “terapia de choque” relativa para la minoría privilegiada,
que gracias a la exagerada tasa de cambio de 1x24, vive con relativa holgura y
algunos con abundancia después de garantizar, como se ha prometido, que sus
actuales depósitos bancarios en divisas internacionales, en CUC y pesos cubanos
así como el efectivo actualmente en sus manos sean respetados a la tasa de
1x24. A manera de ejemplo hipotético, si después de eliminar la doble moneda,
eliminarse las TRD y establecer al CUP como única moneda en circulación, se
decidiera una primera devaluación de tan solo un 25% de esa tasa de cambio (de
1x24 a 1x18) ello arrojaría una reducción en un año del circulante exógeno
en más de 12 mil millones de CUP, los que pudieran destinarse a elevar los
salarios y las pensiones, sin que la masa monetaria de la demanda solvente
primaria anual total se modifique y, por tanto, sin que tenga por qué
producirse un efecto inflacionario –sino todo lo contrario– pues esa masa
monetaria sería redistribuida a favor de los más desfavorecidos que, por ser
mayoría, presentarían una demanda más dispersa y por tanto menos intensa.
Simultáneamente –y esto es determinante– para las relaciones interempresariales
se debe devaluar al peso cubano (CUP), lo que sería una medida indispensable
para estimular las exportaciones, la sustitución de las importaciones, la
inversión extranjera, clarificar y acercar la contabilidad a los hechos
económicos reales, y contribuir a poner a las entidades del sector estatal en
condiciones de igualdad con las del sector no estatal.
Quisiera dejar constancia
que no se debe derivar de las consideraciones expuestas la más mínima intención
o sugerencia de frenar el desarrollo de las Mipymes privadas ni
del trabajo por cuenta propia y mucho menos el de las cooperativas, ni tampoco
desaprovechar las nuevas posibilidades económicas que se puedan abrir con una
normalización de relaciones con los EE.UU., sino todo lo contrario, hay que
apoyar estos factores, eliminar trabas y crear mecanismos de encaje adecuados
neutralizando sus aspectos negativos. Estoy consciente de que las
sugerencias que hago pudieran tener solo una validez parcial o incluso poca
validez práctica, debido a mi falta de información y de conocimientos. Pero si
estas logran hacer pensar y provocan el surgimiento, en el proceso de su
análisis y refutación, de alternativas concretas valederas para la solución de
los problemas que enfrenta nuestro proyecto socialista en los plazos más cortos
posible y que pudieran programarse en metas y fechas aproximadas, ello
resultaría estimulante y motivador.
Es necesario que los
partidarios honestos del proyecto socialista dentro de nuestra academia actual,
a la que aprecio altamente calificada y nutrida, se dé a la tarea de elaborar
propuestas concretas; que exista alguna institución que actúe como centro
receptor, y en debate libre aúne criterios que puedan ayudar a los órganos
decisores a prever y tomar las mejores y más prontas respuestas prácticas para
desenredar la madeja y preservar y desarrollar nuestro socialismo. En estos
momentos no es suficientemente movilizador el bello y paradisiaco dibujo de un
futuro impreciso al que se viene aspirando y por el que se viene esperando hace
casi 6 décadas. Para motivar, estimular, movilizar y llevar al consenso a las
mayorías de la generación actual hay que tener en cuenta que nacieron y se
desarrollaron en medio de los avatares y penurias del Período Especial, a casi
60 años en lejanía de la vivencias del capitalismo, con una lectura diferente
de lo acontecido hasta ahora en la historia de nuestro proceso, en parte por
ignorancia y olvido, y en parte por distancias temporales y generacionales, con
un acumulado de necesidades insatisfechas y de expectativas y aspiraciones
reiteradamente frustradas y con un alto nivel cultural promedio, todo lo
cual potencia su exigencia crítica.
A esta generación hay que
presentarle un futuro no igual ni similar a los futuros también socialistas a
los que se aspiraba en los años 60 o en los años 70 y 80 del siglo pasado y que
por diversas razones objetivas y subjetivas se vieron frustrados, lo que ha
dañado seriamente la confianza de las masas en el porvenir socialista. Hay que
presentarles un futuro socialista nuevo, derivado de las realidades y
posibilidades actuales. Un futuro no solo deseable sino también alcanzable de
manera convincente, verosímil y realista; con etapas, metas y plazos visibles y
esperanzadores, con expectativas confiables de llegada. El proceso de
actualización (transformación) del modelo, iniciado desde el 2008, se ha
enrumbado en lo fundamental correctamente, pero adolece de marchas y
contramarchas no siempre lógicas y justificadas; en algunos casos con pasos
demasiados cortos y demorados o ningún paso, que faltan al sentido de urgencia
al que se ha referido Raúl. Es evidente el inmovilismo que se manifiesta en
sentido bastante generalizado obedeciendo a disímiles causales, ninguna
positiva. Acorde con las ideas de Marx expresadas ya en 1844, para el propósito
socialista se debe organizar un mundo empírico que constituya una base objetiva
adecuada para producir resultados y condiciones de vida mínimas y crecientes,
capaces de generar una conducta en los individuos que coincida o tienda a
coincidir con el interés humano social pro socialista y logre crear el consenso
necesario y la legitimación del proyecto en las mayorías de nuestro pueblo,
principalmente entre nuestros jóvenes.
Sobre esta base es que
podría ser eficaz y eficiente la indispensable lucha ideológica también
determinante, utilizando todos los medios y tecnologías actuales de
comunicación social y desarrollando una labor educacional, cultural,
informativa y política inteligente, oportuna, atractiva, incluyente, crítica,
autocrítica y actualizada. Como dijese una destacada periodista nuestra: David
tiene que ser más astuto que Goliat. ¡Aseguremos la preservación y desarrollo
del carácter socialista de nuestro futuro! [1] A partir de índices informados por
niveles superiores de dirección económica, para lograr ese 1% de crecimiento
del PIB las importaciones deben crecer un 2-3% y lo que se está planificando es
reducirlas en un 3,3%.