Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

lunes, 17 de agosto de 2020


REBELIÓN EN ESTA OTRA GRANJA


Recuerdo ahora de tres libros que leí en condiciones poco ortodoxas, uno de ellos fue “Materialismo y Empiriocriticismo” de Lenin, leído en una esquina de la mesa donde mis  compañeros de “notok” jugaban al domino en unos de los cuartos de la ciudad estudiantil del Energético de Moscú, un profesor de filosofía, Kастелов, nos había provocado a encontrar un error en la definición de materia, que Lenin había dado allí.

Otro fue “Mi Lucha” de Hitler, leído en el lujoso crucero soviético “Taras Shevchenko”, que había sido utilizado, para trasladar a miles de estudiantes cubanos de regreso a la URSS después de las vacaciones de verano de 1984 en Cuba, por cierto en medio de aquellas fiestas interminables hasta altas horas de la madrugada alrededor de la piscina de aquel barco o en cubierta, dedique muchas horas a leer, el porqué de toda aquella masacre llevada a cabo por aquel demente que le costó a la humanidad la muerte  de más de 50 millones de humanos.

Y el tercero que recuerdo ensimismado, sin apenas salir a la calle, fue el que un día como hoy pero hace 75 años se publicaba, me refiero a “Rebelión en la Granja” de George Orwell, leído a mi regreso de mis estudios en la URSS, en 1988.

Este ultimo tengo que reconocer me produjo un profundo impacto, sobre todo porque con la llegada de la “Glasnost”, se había desempolvado mucho material sobre las atrocidades de Stalin y uno reconocía en aquella fábula muchas de las cosas que había leído, la diferencia es que este era un libro que se había publicado el 17 de Agosto de 1945, tres meses después de la rendición incondicional alemana a los soviéticos el 8 de Mayo de 1945. Cuando lo leí no tuve acceso por obvias razones a poder indagar en Cuba, sobre la circunstancias histórica de Gran Bretaña en que Orwell, lo había escrito, sin embargo el disparador de esta búsqueda ha sido, el haber visto una película de coproducción polaca-inglesa-ucraniana, titulada “Mr. Jones”, que cuando comencé a verla rápidamente identifique en la primera escena, los primeros párrafos del libro de Orwell, por cierto film bien realizado y que trata de la hambruna genocida  conocida por Голодомор, que asoló varios territorio de la URSS de 1932 al 1933 y que muchos consideran que fue provocada intencionalmente por Stalin en su lucha por la colectivización obligatoria de la tierra.

Leyendo sobre la época, pude constatar, algo que me llamo poderosamente la atención, y es que durante la Segunda Guerra Mundial, la prensa en Gran Bretaña se “desgañitaba” en elogios hacia los avances de la URSS, “supuestamente” no había una orden del Reino sobre que se podía publicar o no sobre la URSS en la prensa escrita, pero si un periodista se daba a la tarea de criticar algún aspecto de aquella sociedad soviética aliada en la guerra contra el fascismo alemán, los demás periodistas se daban a la tarea de “caerle como piña” y despotricar sobre sus argumentos “no alineados”. Me recordaba este hecho nuestra década dorada de finales de los 70 y la década de los 80 cuando en Cuba no se podía ni asomar una crítica hacia lo que había en la URSS, motivo por el cual cuando aquello se desmerengó, más de uno se entero que allí no todo era la panacea.  

Así que a Orwell también le paso lo mismo en aquel escenario de “estrecha amistad” entre Gran Bretaña y la URSS, tuvo dificultades para que algún editor finalmente publicara su “Animal Farm”, de hecho se puede leer por una carta que le envía al profesor Gleb Struve el 17 de Febrero de 1944, que en Noviembre de 1943 había comenzado a escribir “su librito”, como el mismo le decía, pero que ya avizoraba las dificultades que tendría para publicarlo, por las referencias bastante clara que hacia su personaje del cerdo Napoleón a la figura de Stalin y del cerdo Snowball al asesinado Trotsky en México por encargo de Stalin el 21 de Agosto de 1940 (a propósito, próximamente se cumplirán 80 años de aquel hecho). En aquella carta se puede leer textualmente “Estoy escribiendo un librito que espero le divertirá cuando aparezca, aunque me temo no va a tener el visto bueno político y por ello no estoy seguro de que alguien se atreva a publicarlo. Tal vez por lo que le digo adivine usted el tema”.

Se conoce que el famoso poeta T.S. Eliot fue uno de los que desaconsejo la publicación de aquel “Librito”, “Estamos de acuerdo de que la novela es una destacada obra literaria y que la fábula está muy inteligentemente llevada gracias a una habilidad narrativa que descansa en su propia sencillez, cosa que muy pocos autores habían logrado desde Gulliver”, pero, siempre hay un “pero”, dudaba de si “el punto de vista que ofrece es el más apto para criticar en el momento presente la situación política”.

Hay otro hecho interesante alrededor de este libro que hoy cumple 75 años de haber visto la luz, y es el hecho del famoso prologo de Orwell para el mismo y que llamo “La Libertad de Prensa”, no se sabe si este nunca llego a tiempo a la redacción porque George no lo había terminado, o porque les pareció a los editores Fredic Warburg o Roger Senhouse que era “mucho”, lo cierto es que en aquella primera publicación del “Animal Farm”, ese prologo no apareció.

Constituye ese prologo “La Libertad de Prensa” una reflexión que todavía seguirá su curso de discusión, pues el tema tiene plena vigencia, en un Mundo actual dominado por los grandes Multimedios, que son capaces inclusive no solo de manejar la opinión pública “a piacere”, sino que además son capaces de colocar a sus candidatos en los sillones presidenciales de muchos países. En ese contexto como podría defenderse un país como Cuba, bloqueado por la potencia más poderosa del planeta, cuando además a la vista de todos, los Estados Unidos dedican 20 millones de dólares al año de su presupuesto a crear una prensa “ficticia”, funcional a sus intereses en ese país y como podría al mismo tiempo Cuba en medio de tales circunstancias como ahora mismo sucede, darle rienda suelta a la libertad de expresión de sus ciudadanos en distintos medios, logrando acabar con las cosas chapuceras y desprolijas en la gestión de sus autoridades, con una actitud crítica ante los triunfalismo de turno.

Hay algunos pasajes de este prologo que son para pensar, si bien está circunscrito a una época en que escribir mal sobre la Unión Soviética  en Gran Bretaña, no era bien visto ni por las autoridades, ni por el resto de la intelectualidad de la época.

Se puede leer lo siguiente:

“Creo que es importante distinguir entre el tipo de censura que se impone voluntariamente los intelectuales ingleses y la que proviene de los grupos de presión. Como es obvio, existen ciertos temas que no deben ponerse en tela de juicio a causa de los intereses creados que lo rodean…También la iglesia Católica tiene considerable influencia en la prensa, una influencia capaz de silenciar muchas críticas”…”Cualquier actor puede atestiguar que una obra de teatro o una película que se burle de la Iglesia Católica se expone a ser boicoteados desde los periódicos y condenados al fracaso” …”Toda gran organización cuida de sus intereses lo mejor que puede y si ello se hace a través de una propaganda descubierta, nada hay que objetar”.

“El tema que se debate aquí es muy sencillo: ¿Merece ser escuchado todo tipo de opinión, por impopular que sea?”…todos los ingleses sentirán que su deber es responder: SI. Pero dadle una forma concreta y preguntad: ¿Qué os parece si atacamos a Stalin?. ¿Tenemos derecho a ser oídos?. Y la respuesta más natural será: NO…en consecuencia el principio de libertad de expresión entra en crisis…Estoy de acuerdo en que siempre habrá o deberá haber cierto grado de censura mientras perduren las sociedades organizadas. Pero “libertad” como dice Rosa Luxemburgo, es “libertad para los demás”. Idéntico principio contiene las palabras de Voltaire “Detesto lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Si la libertad intelectual ha sido sin duda alguna uno de los principios básicos de la civilización occidental, o no significa nada o significa que cada uno debe tener pleno derecho a decir y a imprimir lo que él cree que es la verdad, SIEMPRE QUE ELLO NO IMPIDA QUE EL RESTO DE LA COMUNIDAD TENGA LA POSIBILIDAD DE EXPRESARSE POR LOS MISMOS INEQUIVOCOS CAMINOS.

“Si la libertad significa algo, es el derecho a decirle a los demás lo que no quieren oír”.