PARA ELISA
Murió Elisa Dolores Balsechi
Dalpino este pasado 10 de Febrero, la gran mujer con la que me case en Cuba y
por la que hoy estoy en la Argentina, la noticia me ha dejado perplejo y
triste, nos habíamos separado en Septiembre del 2002, y no de la mejor manera,
la última vez que hable por teléfono con ella fue por el 2008, sin embargo uno no
espera semejante noticia, uno cree que todavía somos jóvenes como para algo así,
el 21 de Enero del año pasado hacia un comentario en este blog, que era eso
"Todo pasa...quedan las esquirlas".
(Hola
Maño, me alegra leer tu blog, este reencuentro dando vueltas por el ciber
espacio, escucharte poniendo en palabras tus sentimientos, expresan tus
vivencias, te has dedicado al arte de jugar con las palabras...infinito, sin
horizonte...y loco, como la vida misma, hace días que añoro a mi Habana, y las
respuestas fluyen con certezas, amigos que me escriben, otros que llegan a
visitarme, tu Kmi que se comunicó después de tanta historia, un circulo que se
abre a otro circulo, para darle forma al espiral de los finales gratos...)
Elisa apareció en mi vida como
las aguas que apaciguan las lavas volcánicas cuando estas llegan a la orilla del mar, hacia un año que me había separado de la mama de Camila y mi
vida era un cachumbambé entre una alcoba y otra. Nos conocimos por las "casualidades
de las estrellas" o porque Dios lo dispuso así, yo estuve en la casa de
una cubana y un mexicano que nos habían conseguido contrato para dar unas conferencias de "Criogenia y
Vacio" en la Universidad de Guadalajara, un mes después que Elisa había
estado en esa casa. Cuando todos aquellos profesionales que habíamos estado en
aquella Universidad (éramos cuatro), regresamos a Cuba, se hizo una fiesta en
casa del Dr. Juanito ("el Rey de las Tierras Raras", ja,ja,ja) donde
fueron invitados, los que habíamos estado en México, la cubana y el mexicano
que nos habían dado albergues (que por ese momento estaban de vacaciones en
Cuba) y algunos amigos de estos últimos, era 1997 y en aquella fiesta conocí a
Elisa.
Nuestra conversación comenzó en el balcón de
aquella casa en Alamar y se extendió hasta Septiembre de 2002. "La cabeza"
de Elisa me cautivo, su desenfreno en el amor me hizo sucumbir a sus encantos.
"La Cueva", como le pusimos a la habitación que alquilaba en un subterráneo
del Barrio Plaza de la Revolución, fue testigo de nuestras preparaciones
culinarias y nuestros desvelos amorosos hasta alta horas de la madrugada. Elisa
comenzó a ser el centro de mi universo y para Julio de 1998 nos habíamos mudado
para los bajo de mi edificio en Lawton, alquilando el "departamentito"
de Elsio "el mariguanero". En mi CEADEN querido, mis compañeros y
amigos conocieron a Elisa, y supo ganarse el corazón de todo aquel que intercambio
palabra con ella, "militante comunista" con todas las letras, dispuesta
a ayudar y colaborar sin miramientos, critica de lo mal hecho y solidaria con
el dolor ajeno.
Elisa tenía un sueño, y era
ser historiadora, algo que cumplió finalmente. Por aquellos años hizo una gran contribución
a la historia de mi familia, escribiendo aquella ponencia con rigor científico que
se llamo "Soy Gitano: soy diferente", y que más tarde se publico en la Universidad
de la Habana junto a Flavia González y que ha servido de referencia en estos
temas para otros investigadores históricos. Fueron largas charlas de Te las que
tuvo Elisa con mi Tía Noka, que se había convertido en la guardiana de una historia
familiar.
De Elisa supe por primera
vez, la fascinante historia de la influencia de los "Negros Curros"
de Don Fernando Ortiz en la cultura religiosa negra cubana y la aparición de
"La Gitana" en el cielo espiritual de esas religiones. Elisa tenía
una premisa que había que demostrar científicamente, "..."La Gitana" aparecía en aquel cielo espiritual porque
"los Curros", que eran "negros libres y guapos con cuchillo a la
cintura" que venían de Andalucía le decían a los esclavos negros cubanos que
los admiraban por su libertad, que a ellos los protegía "Una Gitana"..."
En la Argentina y luego de su paso por la Licenciatura
en Historia, investigo y escribió sobre su abuelo entrerriano "El Manco
Rojo", y la lucha obrera en la Provincia Argentina de Entre Ríos.
Elisa se hizo querer y fue
respetada por mi familia gitana, tan es así que nuestro casamiento que se llevo
a cabo en 1999, se hizo a la vieja usanza y estuvimos TRES DIAS de festejo. En
el techo de mi edificio en Lawton, se llevo a cabo nuestra modesta fiesta, donde
más que nada hubo la alegría y el acompañamiento de familiares, vecinos y
compañeros del CEADEN, recuerdo como si fuera ahora la mesa gitana con agasajos
comestibles que preparo con sus propias manos mi primo Rogelito, la reconciliación
que propicio aquel acontecimiento ( en buena parte por la labor de Elisa) con
mi primo Pepito el gitano, que habíamos estado algo distanciado después de la
muerte de mi tío Pepe. Allí estaban dos de los hijos de Elisa que habían
viajado desde Argentina para la ocasión y mi hija, que llevo el ramo de flores
de Elisa como guardiana, cuando esta entro en la Notaria de Santo Suarez donde yo la esperaba. Fuimos
transportado en el Peugeot 403 que "El Che" le había dado a mi Tío Pepe
cuando este trabajaba como consultor técnico del Che, este último en el
Ministerio de Industria.
Elisa cuido a Camila, y me
hizo sentir padre de nuevo después de mi separación y mi vida algo alocada, le estaré
siempre agradecido por esto. Había formado yo un nuevo hogar y Elisa era
responsable de ese hecho con su amor y dedicación.
Cuando decidimos viajar a la
Argentina por los problemas de enfermedad de su padre, Elisa volvió a dar
muestra de su desapego por las cosas materiales y aquella "moto PUCH",
nueva prácticamente, que habíamos comprado juntos, y nos había paseado por la
Habana y mas allá, fue donada en su nombre al CEADEN, para ayudar a mis
compañeros de ruta.
En la Argentina, ya
instalados en Octubre de 2000, estuvo a mi lado dándome fuerza cuando no conseguía
trabajo, una experiencia nueva para mí. Cuatro largos meses duro mi agonía, y
Elisa firme con amor, con mucha esperanza.
La separaciones siempre son traumáticas
y nunca hay una sola verdad, esta llego en Septiembre de 2002, no supimos o no
pudimos hacerlo de la mejor manera, aun cuando fue dicha conversando como habíamos
empezado en aquel balcón de Alamar. A esta altura siendo honesto, es posible
que yo haya herido más que los cortes recibido, Elisa siempre fue mejor persona
que yo.
Elisa ya no está en esta
vida material, se que leerá esto. Esto debí
escribírselo antes, se lo merecía, Gracias por todo el amor que siempre me dio.
Acá dejo una de las tantas
canciones que escuchamos juntos en "La Cueva" y que a la Elisa le
gustaba tanto...