Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

miércoles, 30 de octubre de 2019


AUDITORIA DE LA OEA AL PROCESO ELECTORAL EN BOLIVIA
(Publicado en CUBADEBATE)


El canciller boliviano, Diego Pary, informó que la auditoría integral de la Organización de Estados Americanos (OEA) a las elecciones del pasado 20 de octubre se iniciará este jueves 31."Este proceso va a permitir resolver todas las dudas acerca del resultado del proceso electoral", aseguró.

Tras la lectura de los puntos del acuerdo entre el Gobierno boliviano y el organismo, Pary puntualizó que el resultado del informe de auditoría será VINCULANTE para las dos partes.
También subrayó que "el equipo de expertos entregará un informe con el resultado de la auditoría electoral, al secretario General OEA, que lo enviará al Gobierno de Bolivia por los canales diplomáticos correspondiente"

"Bolivia garantizará todas las facilidades para el cumplimiento adecuado de la auditoría al cómputo oficial de votos de las elecciones generales 2019", puntualizó el diplomático.
Además, el canciller reiteró la invitación a países de la región y extraregionales con el objetivo que puedan acompañar el proceso de la auditoría.

"Se ha invitado a España, México, Paraguay para que también puedan acompañar este proceso de auditoría electoral que está realizando el país", manifestó.

La auditoría de los resultados de las elecciones generales 2019 de Bolivia se va a llevar a cabo luego que observadores de la Unión Europea y la OEA realizaron una petición al Tribunal Supremo Electoral del país para constatar los resultados de los comicios que dieron como ganador a Evo Morales con 47 por ciento de los votos.



¿POR QUÉ EN CUBA NO HAY ESTALLIDOS SOCIALES?
(Por Iroel Sánchez, en su blog “La pupila Insomne”)

Una amiga brasileña que como periodista ha estado unos días en Cuba me comentaba su asombro acerca de cómo todos los cubanos con quien habló saben quién es Bolsonaro, quién es Dilma y quién es Lula, lo que no le sucedía en otros países latinoamericanos que había visitado recientemente.

El excepcional interés con el que los cubanos siguen los acontecimientos internacionales es algo muy particular que suele pasar inadvertido para quienes vivimos en la Isla. Ahora mismo, los estallidos sociales en Haití, Chile, Panamá y Ecuador, el conflicto de poderes en Perú, las interminables represiones y asesinatos de líderes sociales en Honduras y Colombia, la ingobernabilidad heredada que obliga al gobierno de México a liberar a un narcotraficante, la prisión injusta del líder de la izquierda brasileña para impedir su segura victoria electoral y las elecciones en Bolivia y Argentina, las agresiones constantes de Estados Unidos contra Venezuela, o el Ucraniagate en que anda sumido Donald Trump,  pueden ser tema de conversación en cualquier lugar de Cuba, desde una esquina donde se juega dominó a un aula universitaria.

Por supuesto, esas conversaciones no evaden las graves dificultades que atraviesa la economía cubana contra la que cada semana se dan a conocer nuevas sanciones del gobierno estadounidense, ni tampoco cualquiera de las deficiencias en los servicios con los que choca la ciudadanía, en los que el impacto del bloqueo económico se puede mezclar con la desidia burocrática y provocar molestias e insatisfacciones  injustificadas. Sin embargo, esa mezcla de guerra económica con insuficiencias internas no provoca estallidos sociales y cuando el sistema -socialismo de Partido único- se ha sometido a la prueba de las urnas, como en el reciente referendo constitucional, a pesar de la intensa propaganda contra el proceso a la que cada año Estados Unidos destina decenas de millones de dólares y una bien financiada “Cuba Internet Task Force”, los resultados le son aplastatantemente favorables a la dirección revolucionaria que Washington lleva seis décadas tratando de derribar.

La explicación de la maquinaria mediática dominante es que la mezcla de la “intensa represión del régimen” y el “relajo cubano” impiden un estallido. Pero en la historia de Cuba -de la reconcentración de Weyler a la dictadura de Batista, pasando por la de Machado- ningún régimen basado en la represión logró permanecer por tiempo prolongado al frente del país, a pesar de un “relajo” en el que la corrupción era la dinámica de funcionamiento de la política y la economía a todos los niveles.

Por el contrario, si en vez de en febrero, la consulta electoral se efectuara ahora, en medio de un bloqueo recrudecido, el por ciento de aprobación superaría con creces los obtenidos entonces, y eso sería fruto, sin dudas, de la combinación de tres factores coyunturales y dos estructurales.

Coyunturales:

.El recrudecimiento de la agresividad del gobierno estadounidense fortalece el sentimiento patriótico y la unidad nacional.

Eficacia política del gobierno cubano, explicando de modo convincente la relación de las escaceses con el incremento de la agresión y el modo en que la estrategia para enfrentar las sanciones estadounidenses busca aminorar su impacto en la vida cotidiana del pueblo.

Situación internacional con visible fracaso de las políticas neoliberales y descrédito de las fórmulas de la democracia burguesa.

Estructurales:

Cultura política masiva entre los cubanos, asentada durante 60 años por la pedagogía de Fidel Castro, acerca de la naturaleza del imperialismo y del proyecto de justicia social y soberanía nacional de la Revolución.

Vínculo la dirección revolucionaria con el pueblo, renovado por el gobierno de Miguel Díaz Canel, que ha reforzado la pecepción de que el gobierno escucha al pueblo y trabaja para él.

Ningún país latinoamericano de los que ahora mismo reprime con disparos y gases la protesta social y/o viola  abiertamente las reglas de la democracia formal que ellos mismos defienden ha sido sometido a la guerra económica, al financiamiento multimillonario para crear una oposición artificial y mucho menos al linchamiento mediático y académico global  permanente hacia sus líderes y su proyecto político y social.

Pero a pesar de todo eso hay que reconocer que hay gente insatisfecha en Cuba y muchos de esos insatisfechos se van a Miami. La acumulación de casi seis décadas de privilegios migratorios junto al desarrollo de capacidades educativas y el estado de salud propiciados por el socialismo cubano les hacen muy competitivos con respecto al resto de las comunidades no nativas, pero no los convierten en más libres: Más de un millón de cubanos en Estados Unidos sufren graves limitaciones para relacionarse con sus familias en Cuba gracias a las medidas de Trump, sin embargo no hay noticias de que eso provoque protestas allí. Tampoco leemos en ninguna parte que esa ausencia pública de desacuerdo se atribuya a la corrupción y las prácticas represivas nada democráticas  que la clase dominante en la Isla hasta 1959 parece haber implantado en Miami durante su ya larga permanencia en esa ciudad, sin desdeñar el ejemplo edificante que le ha ofrecido un sistema que hoy pone a competir  en corrupciones a Donald Trump y Joe Biden.


...El problema será siempre sembrar amor


lunes, 28 de octubre de 2019


¿QUIÉN GANO?


Hay algo en medio de todo esto que se llama elección en un país capitalista que tengo claro, estoy en contra de políticas NEOLIBERALES, un poco por mi formación ideológica, otro poco porque solo hay que observar la realidad para demostrar lo que dichas políticas le hacen a la gente de a pie.

Los que ganaron en la Argentina este fin de semana, no bajaron de la Sierra Maestra, ni Asaltaron al Palacio de Invierno, no llevan la hoz y el martillo como estandarte, pero hicieron su cometido, sacar al menos por los próximos cuatro años y espero que por muchos más un modelo económico que atrasa socialmente y lleva consigo intrínsecamente mucha desigualdad.

El país se queda dividido como en el 2015, y son las reglas del juego “democrático” en esta parte del Mundo (a no deslumbrarse con tantas guirnaldas en la marquesina), solo que ahora le toco a la otra parte del pastel ser gobierno, 12.3 millones de Argentinos del lado ganador, 10.4 millones del otro, la diferencia un poco más (tres veces mas como mínimo) que la vez pasada cuando Macri gano con 670 000 votos por encima de su contrincante, tampoco es para tirar manteca al techo, hay que consensuar tratando de tener en el centro de las políticas públicas al ciudadano común, los ricos no necesitan del Estado (salvo para sus negociados y llenarse sus bolsillos a costa de él), el resto de los indefensos argentinos si, aquí en estos últimos debe estar puesta la mirada, sobre todo en la pobreza y la indigencia que duele y mucho.

El trabajo dignifica, los laburantes dan de comer y restablecen sus fuerzas si tienen trabajo y pueden comprar alimentos. Hay 2.1 millones desocupados, cifra record desde 2006, a esos hay que atender, logrando que las fabricas vuelvan a producir. Hay 4.8 millones de trabajadores en relación de dependencia en la informalidad, por utilizar esa fuerza, el empresariado no paga nada al estado, además que ellos mismo no cuentan con todas sus necesidades de cobertura médica y previsional garantizada, a esos hay que atender. Las políticas económicas de Macri llevaron a una caída abismal del salario real de la gente, lo que explica que el 35.4% de la población en la Argentina está por debajo de la línea de pobreza, y más aun lastimoso es el hecho que el 50% de la niñez y la juventud es pobre, a esos el Estado debe prestar especial atención.

No se trata del color político de la gente que gano este domingo, se trata del modelo económico aplicar, con que hagan una pequeña parte de lo que prometieron guiados por políticas económicas y sociales que traiga alivio,  tranquilidad a las familias argentinas y se emprenda de nuevo el camino del desarrollo social, económico y científico, no solo mantendran adeptos entre ese 48% que les dio su voto, sino que cosecharan agradecimiento a la larga de toda la sociedad.

Al final no es que ganan los que llegan al poder, ellos deberían sentirse solo el vehículo para que ganemos todos los argentinos, la historia demuestra con convincente énfasis que la silla los embelesa en el mejor de los casos, o los hace muy ladinos para sus propios intereses.

viernes, 25 de octubre de 2019


…Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con el las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano y luz alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando






ELECCIONES 2019
Diez Nuevas Razones para Votar por el Frente de Todos
(Por Daniel Arroyo, en “El Destape”)




En estos cuatro años, la presidencia de Mauricio Macri desmanteló el mercado interno y dejó en la banquina a una gran mayoría de los argentinos. El desempleo volvió a estar arriba del 10%, afectando especialmente a los jóvenes. Más de la mitad de la niñez hoy es pobre. Por eso, este domingo no es una elección más: se pone en juego qué Argentina queremos para las próximas décadas. Aquí los motivos para votar por la fórmula encabezada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

1.- El gobierno de Cambiemos cruzó una línea que desde hacía décadas no se traspasaba en la Argentina: son muchas y muchos los que sufren el hambre. Hay más de 15 millones de personas con problemas de inseguridad alimentaria. Alberto Fernández se puso a la cabeza del Plan Argentina Contra el Hambre, una política de Estado que convoca a todos los actores productivos, sociales, sindicales, eclesiales y académicos para garantizar que los alimentos de la canasta básica lleguen a la mesa de cada familia.

2.- Uno de cada dos niñas y niños es pobre. El hambre y la malnutrición están generando que nuestros pibes tengan problemas desde el arranque en su desarrollo como personas. Pondremos en marcha una red de promotores comunitarios para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional, y facilitar la articulación de las políticas alimentarias con las políticas sanitarias y educativas.

3.- Hay dos índices que miro con atención mes a mes. Uno es el consumo de leche, que no para de caer y muestra la grave situación de la niñez. El otro indicador es el desempleo en los jóvenes, que hoy afecta a casi un 30%. Y esa tasa es aún más alta en las mujeres jóvenes. Avanzaremos en el derecho al primer empleo joven, impulsando la formación laboral y estableciendo exenciones impositivas a las empresas que generen empleos formales para los jóvenes.

4.- Un eje clave de lo que viene son las políticas de cuidado de nuestros adultos mayores y de las niñas y niños. Para avanzar en esa línea, es fundamental también cuidar a quienes cuidan, garantizando ingresos y condiciones laborales dignas.

5.- No hay un problema de “cultura del trabajo”: hay un problema de falta de oportunidades laborales en condiciones dignas. Queremos crear un modelo de “empalme” entre planes sociales y trabajo, facilitando que todos puedan insertarse en el mundo laboral y cobrar por su trabajo, conviviendo con ambos sistemas durante dos años. Debe complementarse con una red de tutores y de capacitación permanente.

6.- Los movimientos sociales son parte de la solución. Hoy le ponen el cuerpo y la cabeza a la crisis, armando redes de solidaridad en cada barrio, multiplicando lo poco que hay en merenderos y comedores. Tenemos que potenciar su trabajo, con un fuerte apoyo de la economía popular y la agricultura familiar, encarando proyectos productivos y generando centros culturales, deportivos y de atención primaria de la salud.

7.- Los argentinos sufrimos un endeudamiento de doble vía. A nivel macro, por el incremento de la deuda externa que generaron las políticas económicas del macrismo. A nivel micro, las economías familiares también se encuentran asfixiadas por el sobreendeudamiento, a tasas usurarias y en algunos casos con esquemas de devoluciones diarias. Generaremos un sistema de acceso al crédito no bancario, con tasas bajas, que lleve aire a las familias.

8.- El gobierno desfinanció la ciencia y tecnología. Vamos a convocar a todas las universidades y centros de estudios a participar del Observatorio Nacional Argentina Contra el Hambre. Necesitamos investigadores y científicos comprometidos con la calidad alimentaria y nutricional; que pongan su inteligencia y su energía en el desarrollo de tecnología aplicada para impulsar la economía social y solidaria.

9.- La reconstrucción se va a dar de abajo hacia arriba. Alberto Fernández nos convoca a diseñar otra Argentina, realmente federal, “para que cada punto del país pueda organizar su progreso y su desarrollo”. Vamos a trabajar codo a codo con cada gobernador y cada intendente, que son los que mejor conocen los problemas y la potencia de cada territorio.

10.- Macri deja una verdadera catástrofe social. La vasta mayoría de los actores productivos y sociales ha sufrido una caída muy dura en estos años. Es el tiempo de reconstruir mecanismos colectivos de movilidad social. Alberto y Cristina generan una nueva esperanza. Ahora necesitamos de las energías de todas y todos para generar un nuevo contrato social que ponga a la Argentina de pie. Y ese es el camino que vamos a recorrer a partir del 10 de diciembre.



martes, 22 de octubre de 2019


SE AGUANTO BASTANTE


Latinoamérica está en llamas, literalmente, la burguesía entreguista y prebendaría  tendrá que hacer algo más que no sea, que de la copa de champagne caigan algunas gotas sobre el mantel de las sobras. Hoy casualmente se escucho de la “primera dama” de Chile algo que confirma mi apreciación,vamos a tener que disminuir nuestros privilegios y compartir con los demás”, pero esto no bastará. Chile supuestamente era paradigma del triunfo del neoliberalismo, que la derecha burguesa del continente exhibía de ejemplo exitoso. Claro, la Macroeconomía exponía números interesantes, pero de desarrollo social nada, una educación y una salud pública privada con costos cada vez más elevado, un transporte público que hacia consumir el 30% de los salarios promedios de los trabajadores chilenos que están por debajo de los 550 dólares mensuales, unos pensionados en la miseria, la jubilación mínima en Chile es de 320 dólares sin embargo 1 millón de ese 1.5 millones de jubilados recibe 228 dólares por mes. Para que se tenga una idea, alquilar una habitación en Chile puede salir 285 dólares por mes, comer adecuadamente durante 30 días puede salir 142 dólares, está comprobado que los pensionados en Chile dedican el 60% de sus ingresos a medicamentos y calefacción. El desempleo en Chile en los últimos 4 años venia subiendo año a año, con cifras alarmante en cuanto a el desempleo en jóvenes por debajo de los 24 años, la cifra actual es de 25%, y el desempleo general es del 7.1%.

La sola suba del transporte público no justifica semejante rebeldía chilena, que ya había aguantado estoicamente la suba de la electricidad en enero de este año en un 10%, pero si solo se reciben las gotas sobre el mantel de las sobras, es posible que la ultima suba del gobierno del derechista Piñera haya sido la que rebaso no la copa sino el vaso de los obreros y los estudiantes que solo lleva miseria.

No me preocupa lo que está sucediendo en Chile, en Ecuador y en otras tierras de este maravillosos continente, al final los pueblos se cansan de tanta explotación y que no cumplan ni con las cosas más elementales como puede ser la educación, la salud, la jubilación digna, lo que me preocupa es que la derecha en su retirada instale en el continente que solo ellos son la Democracia, sus medios hegemónicos ya reparten pancartas a diestra y siniestra (sobre todo contra esta ultima) y algún que otro “despistao” compra su discurso, cuando en verdad democracia seria no repartir las migas que se caen de su pan tan enorme, sino tener derechos a vivir una vida sana, digna y feliz, algo que como van los tantos y las rebeldías continentales, están cada vez ellos mas lejos de proporcionar.







...Así, los poetas, duran un rato
y se callan:
Nada siempre procede
de nada.
(Jack Kerouac, “Rimbaud”)

(Jose Luis Fariñas)

AMO SUS TETAS AZULES

Amo a una mujer grande
con largas antenas
de caracol
sus tetas son azules
su boca imantada
por el Sol
Me lleva en un dos por tres
vive sin velocímetro
de a pie
a mí me parece un rayo
en una hora a Camagüey en tren
Hay días que llora
en un párate
de café con leche en la mañana
entonces veo su universo
casi un Big Bang de la nada
Amo a una mujer de circo
que su onda es hacer reír
al payaso
yo me anoto en sus funciones
dejando de lado
mi hartazgo
Que mujer increíble
que barbuda sin serlo
se lleva las miradas
cuando va columpiando
su talle
Ayer me hice su historia
dejando pasmada
mi entraña
lleva ríos, placeres, infortunios
que hacen su espalda
alada
Amo a una mujer grande
con largas antenas
de caracol
sus tetas son azules
su boca imantada
por el Sol


lunes, 21 de octubre de 2019


EL DEDO DE ALBERTO
(Por Ricardo Aronskind, en el blog “El COHETE A LA LUNA”)


La ofensiva que lanzó el propio Mauricio Macri desde su estrado en el “debate” presidencial del domingo pasado no fue espontánea, ni menos aún vinculada a la disputa electoral coyuntural.

La partitura fue escrita hace rato, pero ha sido necesario remozarla debido al cambio dramático que introdujo Cristina Fernández cuando anunció el lanzamiento de la candidatura presidencial de Alberto Fernández.

La partitura sostiene que el kirchnerismo es autoritario, antirrepublicano, peligroso para la libertad y la propiedad y filo-chavista. Y chorro, para la gente menos ideologizada.

Poco de todo eso se ha verificado en la realidad, pero sabemos que la comprobación empírica no tiene importancia alguna en el discurso de la derecha.
El discurso les es útil como herramienta política en la lucha por el poder, y si sirve, sirve.

La caracterización del peligro kirchnerista fue trabajada durante más de una década por toda la cadena de medios de la derecha argentina y logró cierta implantación, en base a machaque incesante y sistemático y a la ostensible debilidad de los medios alternativos de difusión en el contexto de una falta de estrategia contrahegemónica.

Al desplazarse Cristina de una eventual candidatura presidencial, la gigantesca artillería montada durante infinitas horas televisivas y kilómetros interminables de notas, tapas y editoriales, además de febriles actividades literarias en ciertos juzgados, corrió repentinamente peligro de obsolescencia. El tipo de ataque estaba diseñado en función de la ex Presidente, cabeza clara de un espacio opositor nítido e irreductible.

La elección de Alberto Fernández tuvo una efectividad política extraordinaria, ya que permitió reunificar varios espacios peronistas alejados, establecer puentes con público independiente, acercar a sectores empresarios no tan ideologizados por el antikirchnerismo y rearmar una importante mayoría electoral a partir de ser capaces de canalizar el malestar poblacional, como se mostró en las PASO.
A pesar del vaciamiento que viene sufriendo la idea democrática en el mundo y en nuestro país, todavía las elecciones juegan un significativo papel en la designación de los representantes de las mayorías. (Aun cuando existen una cantidad de mecanismos previos de selección de partidos y candidatxs que tienden a reasegurar el orden dominante.)

Cristina, por la índole de sus convicciones y su dignidad personal, ha concitado un rechazo rayano con el paroxismo en las fracciones más extremistas de las clases dominantes locales y en los principales centros de poder occidentales, que prefieren políticos y Presidentes fiables, colonizados por la ideología de la globalización. Son esos sectores extremistas los que han acuñado la versión del kirchnerismo chavista, los que han alucinado milicias de La Cámpora, los que fabularon amenazas a la libertad de prensa y peligros inminentes de expropiaciones generalizadas. Mediante el aparato comunicacional que les pertenece, lograron implantar en sectores sociales subordinados el peregrino “recuerdo” de que se vivió con miedo en el período kirchnerista y que a ese “pasado negro” no se debe volver.
La irrupción de Alberto Fernández provocó desconcierto en ese decorado de ideas al gusto de la parte más retrógrada del poder local. Pero también generó en círculos empresariales dejados de lado por el macrismo expectativas de un mayor acceso a las futuras autoridades peronistas. En muchos anti-k, se multiplican las suspicacias en relación a la articulación política Alberto-Cristina.
El domingo del primer debate presidencial se develó cómo se reconfigura el discurso de la derecha local, no sólo para asustar independientes en el tiempo que resta hasta los comicios, sino para empezar a tratar con el enigma Alberto.


El índice del autoritarismo

Pongamos brevemente la campaña electoral en su contexto económico social. El cuadro es tan calamitoso que el registro de 5,9% de inflación mensual pasa casi desapercibido y una caída de la Bolsa del 5% en un día no sorprende a nadie.

No fue producto de una guerra ni de un cataclismo, sino de pésimas políticas aplicadas por la actual gestión. El país aparece fuertemente endeudado, con un Estado severamente comprometido en sus finanzas y sin ningún horizonte alentador. Es un país descerebrado, flotando en el mar embravecido de la globalización, con un gobierno que festeja este hecho y ofrece su territorio a los capitales del mundo que quieran depredarlo.

Si en esas condiciones objetivas cualquier candidato/a que se llame opositor no va a manifestar su malestar, su discrepancia, o el repudio que millones de argentinxs sienten por este cuadro de situación, debería retirarse de la política y dedicarse a otras actividades que no requieran capacidades mínimas para la confrontación.

¿Cómo no va a levantar la voz, enojarse, esgrimir argumentos y señalar responsabilidades un candidato opositor? La acusación de intolerancia, autoritarismo y otros epítetos por parte de Macri y el coro a su servicio, es sólo la bandera de largada de una campaña que se podría titular: “Alberto es tan confrontativo, peligroso y extremista como Cristina, hasta que no nos demuestre lo contrario”.

Hay que decir que todas las democracias occidentales en los últimos 40 años han hecho un culto de la moderación… de los izquierdistas. Una vez realizadas las reformas neoliberales en todos los escenarios políticos, se desató una campaña educativa para que todos los que formaron parte de cualquier sistema político partidario se comportaran “moderadamente”, respetando las reglas e instituciones destinadas a preservar el orden neoliberal.

El culto del político anodino, que no dice nada porque no se anima o porque ya no sabe qué podría decir, se transformó en una cultura política a reproducir e imitar, sinónimo de conducta cívica correcta.

Esta fue la tendencia global, que ahora se está destruyendo porque el líder de la principal potencia mundial la está demoliendo en base a tweets e improperios.
Pero en el caso argentino tenemos un matiz adicional: se pide respeto y moderación republicana frente a un modelo económico y social ruinoso para la mayoría de lxs argentinxs, pero además económicamente inviable. Según el enfoque que difunden los principales medios, no habría razón alguna para indignarse, ni por el tremendo fracaso económico, ni por el desastre social, por el pisoteo de la justicia y la existencia de presos políticos o por los mega-negociados gubernamentales.

Ni levantar la voz, ni levantar el dedo, que no es para tanto. Como diría el Querido Rey: “Tu te callas”.


Lo importante es la inhibición

El mensaje es: los únicos que tienen derecho a la indignación son quienes consideran que sus rentas, sus propiedades o sus dólares, así como las vías para poder extraerlos del país, están amenazados. Fuera de eso lo que corresponde es la moderación republicana.

Para nuestros políticos, especialmente para los que asumirán el 10 de diciembre, el mensaje es: habrá tolerancia cero a cualquier cosa que suene a discurso destemplado, a política pública “agresiva” o que desafine con la melodía conservadora dominante. Habrá que mantener y respetar los “logros” de la gestión macrista en cuanto a nuevas rentas generadas desde el Estado, a la nueva distribución del ingreso. A partir de eso, que los peronistas vean cómo se las arreglan para contener las expectativas sociales.

Se recicla el discurso de la furia anticristinista y se lo redirecciona como amenaza hacia Alberto. En principio, la meta del establishment sería alfonsinizarlo: un político con buenas intenciones y que comienza con mucha adhesión popular, al que se le aclara muy bien cuáles son los límites que debe respetar, y al que se va despojando sucesivamente de instrumentos de control económico, hasta que el desgaste político y la incitación mediática hagan lo suyo.

Cuando se le ocurra reducir alguna renta, eliminar algún privilegio, recortar algún abuso, regular algún mercado importante o volver algún precio a la racionalidad, se lo atacará como chavista y títere de la extremista de Cristina. En cambio se lo acompañaría si decidiera desprenderse de la Yegua y emprender el brillante y luminoso camino que ya está recorriendo Lenin Moreno en Ecuador, que ha logrado descender al 5% de adhesión pública pero recibe gran cariño de la elite ecuatoriana y sus medios de difusión.


Todos piden, nadie pone

Salvo una parte de los votantes de Cambiemos –un fenómeno sociológico aparte—, todos saben cómo terminan las elecciones del próximo domingo. Y de hecho se están realizando preparativos en ese sentido.

Desde el espacio del Frente de Todos se insiste con la necesidad de un pacto social, de un acuerdo real y sostenible con los principales actores económicos y gremiales para garantizar la viabilidad económica y política del gobierno de Alberto Fernández en el difícil tramo inicial.

El escenario es sumamente complejo. Un punto central a despejar es cómo se resolverá el manejo de los impagables compromisos externos que deja el macrismo.

Al mismo tiempo se requiere relanzar la producción y poner un énfasis mayor que en el gobierno de Cristina en las posibilidades exportadoras de todas las actividades locales.

La delicadísima situación presupuestaria obligará a un muy preciso manejo de recursos y gastos: no habrá margen fiscal para rescates masivos y menos a empresarios prebendarios.

Pero lo notable son las declaraciones que hacen quienes han sido los impulsores y sostenedores de la gestión macrista, los mismos que deberán ser los participantes necesarios del pacto social, que de ser exitoso debería desembocar en una nueva etapa de crecimiento sostenible de la economía nacional y de recomposición del golpeado tejido social.

Por ahora, los empresarios se aprestan a contribuir al próximo gobierno con nuevas demandas.

La Unión Industrial reclamó recientemente la reducción de una serie de impuestos que afectan a la actividad, en nombre de la competitividad externa. Parece llegada la hora de que el Estado Nacional abandone su rol de dador bobo y comience a exigir compromisos concretos y verificables, a cambio de concesiones a cualquier sector.

Claudio Cesario, de la Asociación de Bancos Argentinos (ABA), se mostró esperanzado que la renegociación de la deuda se haga respetando al máximo los compromisos fabricados por el macrismo: «No creo que sea necesario una reestructuración de la deuda externa agresiva en términos de quita de capital e intereses». Es notable lo distorsionado que está el debate público en Argentina. Todo actor de la escena nacional debería bregar, aunque sea formalmente, por el mayor alivio financiero posible para el Estado y nuestra población. Sin embargo, aquí se expresa públicamente la solidaridad con la sensible piel de los acreedores externos.

En tanto, ABA emitió un documento reclamando un “fuerte compromiso con el equilibrio fiscal” del próximo gobierno. No se está refiriendo a ser más eficiente en términos recaudatorios, sino en ser más estricto que el macrismo en recortar el gasto público… en un contexto de derrumbe económico. El resultado de la simpática recomendación de ABA sería sumir en la impotencia al próximo gobierno y llevarlo a defraudar las enormes expectativas existentes de alivio social.

A su vez, ABA, el Foro de Convergencia Empresaria, el Club Político Argentino y el Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino (IDEA) reclamaron garantizar la estabilidad de los funcionarios en 12 organismos públicos, entre ellos el Banco Central, la AFIP, el ANSES… Es decir, se reunieron varios de los más importantes apoyos empresariales y políticos de la actual gestión (calamitosa) a reclamar la continuidad de los funcionarios designados por… la gestión calamitosa. Entre los funcionarios de los cuales se solicita su permanencia aparece, increíblemente, la militante macrista Laura Alonso, especializada en no investigar la corrupción y perseguir al kirchnerismo.

Según Ámbito Financiero, esta iniciativa fue elaborada luego de las PASO debido a que “el temor y la casi certeza de que el Frente de Todos gane las elecciones por un amplio margen aceleró la preocupación empresarial por garantizar la profesionalidad de algunos organismos clave”.

Ahora llaman profesionalidad a la ocupación del Estado por los CEOs y sus empleados, con los resultados que están a la vista.


Prolegómenos

El comportamiento de los actores, sus declaraciones y exigencias —previsibles, por otra parte—, obligan a tener muy claras las prioridades y el árbol de decisiones en el próximo gobierno.

Ha fracasado un sector social, el más poderoso económicamente del país, que impulsó un programa económico que trajo estas consecuencias. Ahora pretende no sólo desconocer su paternidad sobre el macrismo, su grave responsabilidad social, sino ir asentando en principio una tutela sobre el gobierno entrante, para reducir al mínimo su capacidad de acción.

Es cierto que socialmente aún no se ha visualizado con claridad la estrecha relación entre el poder económico concentrado y el gobierno de Cambiemos, pero tampoco se debe actuar como si estuviera vigente la versión de la realidad acuñada en el punto cúlmine de la hegemonía macrista, incluidos sus anatemas, sus denuestos y sus grandes hits publicitarios.

La crisis es una ocasión para la disputa de conceptos y de sentidos políticos.

La agitación del fantasma del autoritarismo, valor que no le preocupa en absoluto al aparato comunicacional de la derecha, apunta a inhibir políticamente a la futura gestión peronista.

La confusión que se pretende instalar debe ser decididamente rechazada y refutada.

Autoritarios son los que pretenden, con o sin votos, imponer sus criterios a la sociedad.

El próximo gobierno popular no podrá cumplir sus objetivos si no despliega, desde el primer día, una lectura diferente del país y de sus prioridades, y si no demuestra que está dispuesto a ejercer, con toda convicción, la legítima autoridad política que le va a conferir la mayoría nacional.



ELECCIONES

Con mi taba a cuestas
sin clavada, y mucho chuque
ando espiando este Mundo
sin suerte
para el que poco come
con unas manos
sin trabajo y sin Oriente

Desde un estrado
alguien promete
lo que no hizo ya
en cuatro años de rebenque
pobre corazón
el que crea
que el dueño de estancia
pelea para su peón
de mala muerte

Por eso me acorde lo que dijo
el Fierro de Martín
“también el mucho sufrir
suele cansarnos, ¡barajo!”
ya se viene el domingo
ojala no me defraude
el bronce
que jugando a siete pasos
mi taba caiga al queso
de pinino, se acepte
para regocijo mío,
también,
de una buena parte
de los peones que me entienden








jueves, 17 de octubre de 2019


ARGENTINA: UN PAIS DE HAMBRE Y LIBERTAD
(Por Marcelo Zlotogwiazda, INFOBAE)


A pesar de la profunda crisis con la que está concluyendo el gobierno de Mauricio Macri, la Argentina aún conserva variables socioculturales que registran resultados bastante o mucho mejores que países que tienen una situación socioeconómica más favorable.

Según se desprende del último informe sobre Progreso Social publicado esta semana por la ONG con sede en Washington Social Progress Imperative, la Argentina rankea 42 entre los 117 países relevados, tomando en cuenta unas cien variables que abarcan los ámbitos más diversos de la realidad.

Pero hay no menos de diez categorías en las que el ranking está por encima del puesto 42. Por ejemplo: se ubica en el puesto 17 en libertad religiosa; en el 28 en libertad de expresión; en el 31 en el ejercicio de libertades individuales; en el 28 en inclusión; en el 24 en aceptación de gays y lesbianas; en el 31 en acceso a la educación avanzada; en el 21 en el ránking de sus universidades; en el 25 en acceso a la educación primaria; y en el 37 en disponibilidad de medios de información independientes.

El Social Progress Index (SPI) es una manera de medir el éxito de una sociedad. Lo definen como una medida de la real calidad de vida, independientemente de indicadores económicos como el Producto Bruto per cápita, pero diseñada para complementarlos y no para reemplazarlos.

La ONG tiene como director ejecutivo al economista inglés Michael Green, cuenta en su consejo asesor con el profesor de Harvard Michael Porter y con el peruano Hernando de Soto, y entre sus principales aportantes figuran la consultora Deloitte, Microsoft y el fondo Rockefeller.

¿Qué tienen en común esas variables que lo ponen al país cerca de la vanguardia en aspectos de la vida cotidiana? Que se trata de ámbitos de la vida que no están muy determinados por factores económicos. Ni la libertad religiosa, ni la aceptación del colectivo LGTB, ni la libertad de expresión dependen fundamentalmente de recursos materiales. Lo mismo podría decirse de la ley de matrimonio igualitario, o del avance en la discusión del aborto, o de toda la legislación sancionada contra el abuso de género y los femicidios. Son casi todos avances culturales y políticos que jerarquizan al país, pero que su aplicación no encuentra serios limitantes financieros.

La escasez de recursos monetarios

El problema para el país comienza cuando las necesidades materiales más imprescindibles y la lucha por conquistar mejores condiciones de vida se topan con las restricciones económicas y dan lugar a pujas distributivas que hasta ahora no han podido ser resueltas en un modelo medianamente consensuado.

La libertad de expresión no requiere dinero. Llenar el estómago, vivir en una casa digna y superar la línea de pobreza no se logran sin dinero. Y precisamente eso queda bien reflejado en el SPI. La Argentina rankea mal en Necesidades Humanas Básicas, ubicándose en el puesto 64, es decir 22 lugares por debajo del promedio que arroja el SPI.

Las calificaciones y la ubicación en las tablas también son malas en acceso a 7 países relevados. Ninguna sorpresa en la semana en la que el Indec informó que la pobreza alcanzó en el primer semestre de este año el 35,4% de la población (unos 15 millones de personas) y que hay 7,7% de población indigente, es decir que vive en hogares con ingresos insuficientes para adquirir una canasta básica de alimentos. O sea, desnutridos. Los números serán aún peores cuando en marzo próximo se informe lo que está sucediendo en este segundo semestre.

(La pobreza en los chicos menores de 14 años ya supera la mitad de la población del segmento)

Las calificaciones y la ubicación en las tablas también son malas en acceso al agua potable y al sistema cloacal. Lo mismo en corrupción, en mortalidad maternal, en muerte por enfermedades infecciosas, en percepción de inseguridad y en muertes por accidentes de tránsito.

Desigualdad distributiva

Los datos arrojan algunas pistas de por qué el país avanza en aspectos que no son esencialmente económicos y exhibe una muy floja performance en temas que hacen a las necesidades materiales prioritarias. La Argentina califica de manera regular en el reparto del poder entre el establishment y el resto de la sociedad, y hay bastante inequidad distributiva.

Sin llegar a arrimarse a las particularidades plutocráticas que se están imponiendo en Estados Unidos o China, por ejemplo, los 45 meses del gobierno de Macri han profundizado esa tendencia.

Justo ayer finalizó en la capital de México la Tercera Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe convocado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en la que se aprobó una agenda para que, en el caso de nuestro país, por ejemplo, los avances socioculturales pueden replicarse en mayor bienestar general material.

La guía incursiona en algunas políticas concretas a las que el casi seguro futuro gobierno del Frente de Todos debería prestarle atención, y toma en cuenta ocho nudos críticos y desafíos emergentes para el desarrollo social inclusivo que fueron presentados por los especialistas de la Cepal:

1) Persistencia de la pobreza y la vulnerabilidad a la pobreza;
2) Desigualdades estructurales, injustas e ineficientes y la cultura del privilegio;
3) Brechas en el desarrollo de capacidades humanas (salud, educación, nutrición) y de acceso a los servicios básicos;
4) Déficits de trabajo decente y las incertidumbres asociadas a los cambios tecnológicos en el mundo del trabajo;
5) Acceso aún parcial y desigual a la protección social;
6) Institucionalidad social en construcción;
7) Insuficiente nivel de inversión social; y
8) Nudos emergentes como por ejemplo nuevas formas de violencia, cambio climático, migraciones, etc.

No cabe duda de que son temas que Alberto Fernández tiene que abordar con urgencia. Pero para resolver, o intentar atenuar la grave crisis de la Argentina, hay otra serie de asuntos a tratar con tanta o más urgencia: ¿cómo bajar la inflación? ¿cómo frenar la sangría de dólares y la cultura de la fuga de excedentes de divisas? ¿cómo ganar competitividad para exportar mucho más que ahora? ¿cómo negociar la deuda con el Fondo y con los bonistas privados? ¿cómo reducir o equilibrar las cuentas fiscales? ¿cómo juega ahí el sistema previsional?

La lista podría extenderse, pero muestra que la tarea que enfrentará el nuevo gobierno es titánica. En la perinola hay una cara que dice “todos ponen”. Parte de lo que se viene es cuánto pone cada uno. Y ahí sí la agenda puramente económica debería subordinarse a los criterios de igualdad y justicia social.



LOQUIUM

Hay вопросы
que cuestan al anochecer
en tu cama, solo
sin nadie que espíe tu conexión
ni el gobierno,
ni el matamoscas del robot
¿y si no eres, el que eres?
¿si amas pero no tanto?
¿si deseas pero te aburres?
con ella, o con la de al lado
la que astilló tu alma
si, si, esa misma
o la otra, con la que estuviste
en dunas de cuero
metiendo tiempo en una vasija
en esa nube, que veo
que no es una wide web
con ella, al final de la esquina
la que se fue
sin despedirse
fracturada por el calidoscopio
por el cristal que hirió
¿Despierto o soñando estoy?
tengo feo olor
la boca reseca
mejor me duermo