UN OSO POLAR EN LA 9 DE JULIO
A la larga soy un privilegiado, que todavía tiene condiciones para pensar que está pasando en la Argentina de hoy, tiempo y un sustento relativo para dedicar a tratar de entender la realidad a partir de esa máquina de desinformar que son los medios de comunicación, luego romperme la cabeza para dejarme una conclusión de lo leído y cruzar los dedos, que la info que utilizo por “alguna extraña razón”, la considero “cierta” alejada de mis favoritismos ideológicos. Nada, semejante faena es solo para locos de remate o gente con ganas de machacarse los quinotos, soy un mix de ambas personas.
En estos momentos, ¿Cual es el panorama de la
Argentina?. Hay una pandemia que ya ha cobrado más de 28 000 muertes, ha traído
siete meses de encierro, una economía cerrada y en picada, que a pesar del
auxilio del Estado, con sus ayudas conocidas como IFE (Ingreso Familiar de Emergencia,
con 9 millones de beneficiarios) y ATP (Asistencia
al Trabajo y la Producción, con 134.746 compañías y 1.400.000 trabajadores
beneficiados) ha provocado 3.5 millones de desempleados y la elevación de la
pobreza dejada por Macri en un 5%, alcanzando al 40% de la población de este país.
Una devaluación de la moneda (dólar blue,
CCL) en el ámbito financiero que ha llegado a la brutal suma de 195 pesos
argentino por un dólar, pero manteniendo un dólar oficial cercano a los 80
pesos y una inflación en lo que llevamos del año hasta Septiembre de un 22.3 %
y que terminaría este fatídico 2020 con una cifra alrededor del 33% (por cierto,
inferior a la del año pasado que llego a la innombrable suma del 54%).
Los Mentimedios en la Argentina, luego de los
primeros dos meses de pandemia, donde “halagaban” al Gobierno peronista por las
medidas sanitarias que tomaba, adelantándose al desastre que luego vimos en Perú,
Ecuador y Chile fundamentalmente, han tratado de instalar que este es un
gobierno no ya “populista”, esa palabrita les pareció poco, sino un gobierno “comunista”,
que terminará como Venezuela (a propósito, si en los años 60 y 70 tenían a Cuba
como el “cuco comunista” para sostener todas las dictaduras de los Pinochet,
Strossner, o Videla, ahora el “nuevo cuco” es la Venezuela de Maduro). Con lo
cual tratan de instalar que este Gobierno no respeta la propiedad privada y por
tanto la necesidad de que las empresas que operan acá, deben comenzar a salir
del país antes que les confisquen sus abultados patrimonios. Esto último, junto
a una corrida cambiaria de fondos especulativos que se quedaron encerrados en
la “apertura económica” de Macri, ha hecho un coctel explosivo en las
expectativas económicas y sociales que hoy tiene el ciudadano común y porque
no, una parte importante del empresariado PYME en la Argentina.
Pero organicemos mejor las ideas, empecemos
por lo primero, ¿Que se hizo en el catastrófico gobierno de Macri, que todavía hay
fondos de inversiones, “tipo golondrina”, dando vuelta, que les importa un
carajo la producción de bienes materiales en la Argentina y que hoy presionan
al Gobierno para que realice una devaluación importante de la moneda?. Devaluación
que traería más pobreza de la ya existente.
Muchos piensan que Macri y su banda de CEOs
vino hacer lo que hicieron y no que les salió mal sus ideas neoliberales, lo
cierto es que rápidos y furiosos una vez instalados en Casa Rosada el 10 de
Diciembre de 2015, se dieron a la tarea de pagarle los famosos 15 mil millones de dólares
en bonos a los fondos buitres que habían quedado en aquel 7% de los inversores
con garras que no quisieron entrar ni en la restructuración de la deuda del
2005, ni de la del 2010, con la intensión expresa de comenzar a emitir deuda
(un país desendeudado con el FMI) para “llevar adelante”, lo que sería su “programa
de prosperidad” para la Argentina por
los próximos 20 años, “uniendo a los argentinos” y obteniendo en cuatro años su
ansiada “pobreza cero”, por supuesto todo esto con bailecito en el balcón de la
Rosada, música en vivo y muchos globos amarillos.
Así arranco Macri, pero para Mayo del 2018,
cuando estallo todo, y ya nadie le creía su “verborragica prosperidad”, tuvieron
que salir a pedir “ayuda al FMI”, entonces escribía yo en este blog lo
siguiente:
“Tal parece para estos multimedios, que el gobierno
del CEOpresidente de todos los argentinos comenzó ayer, y no hace 29 meses
atrás. Cualquiera que haga un repaso de las medidas tomadas por la actual
gestión, encabezada "por el mejor equipo económico de los últimos 50
años", se dará cuenta a golpe de vista, que si llegamos al desastre de ir
a pedirle al FMI, es el resultado, de que como dijera ayer Alejandro Bercovich
en su buen programa "Brotes Verdes",..(este gobierno) "por
abrirse y salir desnudo a una tormenta internacional, hoy está enfrentando una
corrida que pone en serio riesgo, no solo al plan económico de la reactivación,
sino la propia viabilidad política del gobierno".
Mencionemos estas medidas económicas y saquen sus
propias conclusiones:
1.- Les quito las retenciones a las mineras, sin que
ellas se lo pidieran.
2.- Elimino y bajo las retenciones al trigo, a la
soja y otros productos agrícolas que era el grueso de las exportaciones
argentinas, desfinanciando al Estado. Elimino la obligatoriedad de tener que
liquidar en bancos nacionales las divisas obtenidas por las exportaciones, es
decir los dólares pueden quedar en bancos extranjeros fuera de la Argentina.
3.- Implemento una bicicleta financiera con los
títulos de deudas emitidos por el Banco Central, conocidas por LEBAC y permitió
sin ninguna restricción o regulación del mercado, que capitales
"golondrinas" externos llegaran a la Argentina para comprar esos
títulos. Solo un dato, durante meses el interés pagado por la tenencia de esos
títulos estuvo en el 28%, con la corrida actual lo tuvo que llevar a 40%. Un
simple cálculo indicaría que si usted trae 1 millón de dólares a la Argentina,
lo pasa a pesos argentinos y compra LEBAC, al cabo de un año hasta la corrida
de estos días, podía recibir 280 000 dólares, actualmente unos 400 000 dólares.
Conclusión, no hay país que aguante, sobre todo porque con las medidas
económicas de aumento de tarifa y otras yerbas, Argentina dejo de exportar hasta
tal punto, que hoy tiene un déficit comercial de unos 10 000 millones de
dólares. La implementación de las LEBAC afecto directamente a la financiación
necesaria a tasas bajas para las PYMES de este país, que son las que producen
riquezas y emplean al 80% de la fuerza laboral argentina.
4.- Elimino las DJAI (Declaración Jurada de
Necesidad de Importaciones) por un sistema más ágil, que de alguna manera hacía
falta, pero permitió importar no solo bienes de capitales, sino una inmensidad
de bienes de consumo que se fabrican en la Argentina. Caso emblemático es la
importación de tomates naturales en lata desde Italia, y vino a granel desde
Chile. Un disparate.
5.- Suba indiscriminada de tarifas eléctricas, agua
y gas sin control de ningún tipo, que han hecho enloquecer a la PYMES en este
país junto con los usuarios normales, además de desregular el precio de los
combustible dejándolo a merced, de lo que tanto ellos precian como buenos
neoliberales, el mercado.
6.- Permitieron el blanqueo de capitales a
nacionales y extranjeros residentes, sin necesidad de traer eso dineros a la
Argentina. Que además de ser un gran negociado para Macri, su familia, sus
amigos y sus allegados, plantea una gran contradicción y una lógica banal de
"hacé lo que yo digo pero no lo que yo hago", cuando el CEOpresidente
ínsita a los mercados a que inviertan en la Argentina.
Cuando comenzó 2019, y ante la fuga de
capitales que seguía con el dinero prestado por el FMI, Macri se vio en la
necesidad ante la presión de este ultimo de poner “control” a los capitales especulativos
que entraban para hacer negocios de corto alcance, algunos de los que habían entrado
anteriormente tuvieron la posibilidad de salirse de sus posiciones “inversionista”
con la ayuda del dinero que todavía había en las reservas del Banco Central y
el dinero fresco que llego del FMI, pero otros quedaron “atrapados” con bonos en
pesos argentinos, que desde entonces pulsan en el chico mercado financiero de
Buenos Aires y que con esta pandemia y la escases real del “vil dólar” están pulsando
la devaluación estrepitosa en ese medio del peso argentino tratando de
deshacerse de esos bonos en pesos y comprando dólares escasos.
El actual gobierno de Alberto que agarro la
papa caliente dejada por Macri, solo tuvo tres meses de gobierno “normal” hasta
que el 20 de Marzo de 2020 se decreto la cuarentena por la pandemia que ya dura
siete largos meses. En medio de una situación extrema no solo en la Argentina
sino en el planeta Tierra, el Gobierno ha dado señales que viene hacer un
gobierno para producir y crear riquezas reales y no a especular financieramente
como lo hizo su antecesor. Para ello se enfrasco en la negociación de la restructuración
de una deuda “impagable” dejada por Macri, que le consumió 9 meses (lo parió) de los 10 meses que lleva en Casa Rosada. El
pasado Agosto 2020 en este blog escribía lo siguiente:
“Al 30
de diciembre de 2015 la deuda pública bruta era de 240.665 millones de dólares
(que representaba el 53,6% del PIB), el 57,2% de la misma era intra sector
público, 12% con organismos internacionales (Banco Mundial, BID, CAF, etc.) y
el 30,8% de la deuda era con bancos y fondos de inversión y otros compradores
de bonos públicos
En los
cuatro años de gestión de Cambiemos (léase Macri y su pandilla de Wall Street)
se revirtió la lógica de desendeudamiento que había sido adoptada hasta
entonces, lo cual lleva que, al 30 de diciembre de 2019, según informa la
Secretaria de Finanzas de la Nación, se adeudan 323.177 millones de dólares que
significan el 91,7% del PIB (PIB estimado en 352.300 millones de dólares).
De esa
suma adeudada, 155.416 millones de dólares son en divisas que, si le
descontamos el crédito efectivamente otorgado por el FMI en DEG, pero
equivalente a unos 44.200 millones en moneda norteamericana, implican
obligaciones por 111.216 millones de la divisa estadounidense. Creció
sideralmente la deuda. Dentro de ella, lo que más se incrementó fue la deuda
con grandes bancos y fondos de inversión internacionales que se estima en torno
a los 66.000 millones de dólares. Asimismo, aumenta la proporción de la deuda
tomada con organismos multilaterales y bilaterales de crédito, desde un 6,4% en
2015 hasta un 20,0% del PIB en 2019, siendo el principal acreedor el FMI, del
que el gobierno de Kirchner había logrado cancelar todas sus acreencias con el
país en febrero de 2006 y al que, al 10 de diciembre de 2015, no se le debía un
dólar.
Desde
que Alberto y Cristina asumieron, ni lentos ni perezosos se dieron a la tarea
de comenzar a negociar le deuda externa de la Argentina, sobre todo porque en
los años que se venían por delante 2020-2024 era de su incumbencia pagar la
mayor cantidad de intereses de esa deuda, no solo a los bonistas de títulos
argentinos en el extranjeros sino también al FMI. En 2020 el país
recibiría desembolsos por 3.875 millones de dólares del FMI, algo que Alberto
se abstuvo desde que asumió el 10 de Diciembre de 2019 y debería afrontar
vencimientos por 25.719 millones de dólares. En 2021 le entrarían 1.937
millones de dólares por desembolsos y debería pagar 35.179 millones. Peor
pintaba todo para 2022 y 2023. Para esos años el programa firmado con el FMI ya
no contemplaba desembolso alguno. Pero tocarían los mayores vencimientos por el
préstamo stand-by contraído con el Fondo, entre otros pasivos. En 2022 los
vencimientos ya comprometidos por la Argentina llegarían a los 57.197 millones
de dólares, de los cuales el FMI recibiría 22.206 millones. En 2023 la
Tesorería debería hacer magia para conseguir los 49.982 millones de dólares
destinados al exterior, de los cuales irían al FMI 23.370 millones.
Como se puede apreciar bajo las “balas” de esa deuda, no
hay país que se pueda desarrollar, una “danza de deuda” que Macri le gustaba
bailar en su escenario amarillo, si total el no iba a pagar la fiesta.
¿Que se ha logrado en el día de hoy?, algo muy bueno, que
despeja el peso grande de la deuda para de aquí a 10 años al menos, es decir a
partir del 2030, la Argentina tendrá que pagar cantidades sustanciales pero con
una reducción importante en los intereses de la deuda, algo “pagable” si se
hace un buen programa económico de desarrollo de exportaciones y de desarrollo
de la industria nacional con incentivos claros a las PYMES.
A ojo
de buen cubero, la Argentina terminará pagando solo un 10 % de lo que debía
pagar en los próximos años.
Resumiendo
lo acordado en el día de hoy, podemos decir que si miramos toda la deuda que
tenía Argentina bajo legislación extranjera para los próximos 27 años, es decir
del 2021 al 2047, sin contar al FMI (que son los famosos 44 200 millones de
dólares), esta ascendía a unos 126 369 millones de dólares, de los cuales 66
306 millones eran capital y 60 063 millones eran intereses, después de este acuerdo
a firmarse en los próximos días, Argentina deberá pagar 96 300 millones, de los
cuales 68 000 millones serán Capital, y 20 300 millones de intereses, con lo
cual como dijimos ya, no solo hay un ahorro de unos 30 000 millones, sino que
se despeja el panorama del peso para más allá del 2030, con lo cual le da un
respiro importante a los que hoy están en Casa Rosada de llevar adelante
políticas más proactivas desde el punto de vista de la producción y no estar
tan pendiente de la timba financiera.”
Como vine diciendo, hoy esos fondos
especulativos “atrapados” con bonos en pesos, se están deshaciendo de ellos y
comprando dólares en un mercado con dólares escasos en oferta, además el
gobierno de Alberto profundizo el cepo ahorro hace un mes impuesto por Macri (después de su fracaso
en las elecciones de Agosto del 2019 en las PASO, cuando la oposición ganadora
de entonces, Alberto y Cristina le presionaron para ello con el objetivo de que
el Banco Central no siguiera perdiendo reservas inútiles). Esta situación se
visualiza en lo siguiente, según la OPC (Oficina de Presupuesto del Congreso) entre mañana 27 y el 31 de octubre el Tesoro
tiene que pagar o renovar nada menos que $ 125.740 millones de pesos, y en
noviembre entre capital e intereses los vencimientos suman casi 340.000
millones de pesos, es decir son casi 466.000 millones de pesos en menos de 40
días, que tienen intensiones de ir a cambiarse por dólares, que si los
encuentran a 200 pesos argentino por dólar, estamos hablando de 2230 millones
de dólares de demanda que supuestamente no hay, con lo cual es posible que el dólar
blue o CCL (el Contado con Liquidación) siga subiendo.
Este fin de semana
el Ministro Guzmán hizo un rally por los estudios de la televisión argentina
tratando de explicar porque el gobierno no solo que no va a devaluar sino que
no existen las condiciones para ello, no solo porque la gente no aguanta más con
la subida de precios de todos los alimentos y servicios en caso de que ocurra,
cuando los salarios no han recibido todavía en este año 2020 ninguna actualización
por la inflación ya existente, sino que existen tres condiciones por la cual un
gobierno se ve en la necesidad de devaluar y actualmente la Argentina ha podido
despejar esas situaciones, ellas son:
1.- La Imperiosa
necesidad de afrontar el pago de deuda súbitamente. Algo que el Gobierno de
Alberto gracias a la restructuración de su deuda el 1 de Septiembre antes
mencionada, no tienen que hacerlo.
2.- Problemas en la
balanza comercial, es decir déficit en ella. Hoy debido a la pandemia la
Argentina ha bajado su exportación porque el Mundo demanda menos sus productos,
pero también ha importado menos, con los cual las cifras que se manejan, es de
un superávit de su balanza en casi 12 000 millones de dólares.
3.- Cuando no hay
forma de controlar que los pesos vayan al dólar. Sobre esto último el Ministro
explico que por lo que pasó en los últimos años, el gobierno de Macri adoptó
controles de capital. No puede ir cualquiera a comprar dólares. Eso
quiere decir que tenés más control de las reservas, por lo que podemos
manejarlas, y las reservas que tenemos nos alcanzan.
Ahora bien el tema
del dólar financiero que crea expectativas a largo plazo, es todo un tema para
las economías de países como la Argentina y como dijimos más arriba hoy hay una
pulseada de los fondos “atrapados” que está generando junto a los mentimedios con
su burda propaganda de acusar al gobierno de Alberto de “comunista” una
atmosfera que muchos la llaman “terrorismo financiero”, que a la larga con el hastió
del encierro de la pandemia, van creando
una tic tac de la bomba social a explotar.
Parece ser que el
gobierno de Alberto está dispuesto a jugar en las grandes ligas y enfrentar por
lo pronto el frente financiero con medidas que van desde utilizar los swap
chinos por 2000 millones de dólares, hasta licitar en los próximos días bonos
atados al dólar con rendimientos algo exagerados para la Argentina de 16% anual
que venzan al final del 2021, para así darle aire a la presión que hoy tiene el
dólar financiero, y que de verdad si bien no tienen nada que ver con la
realidad productiva de la nación, es utilizado para crear malas expectativas de
recuperación económica de la Argentina para 2021, que a la larga repercute en
el estado de ánimo de la gente y su visión de futuro.
Es fácil ver un oso
polar en el obelisco, sobre todo si todos los días te lo repiten.