MI ANÉCDOTA
SOBRE EL CHE
Mi tío Pepe murió como saludando el día del
trabajador, algo que honro toda su vida, olvidando muchas veces que más allá
del trabajo existe una vida plena que vivir, una familia que atender, pero Pepe
el Gitano como lo conocían en mi Lawton querido pronto se hizo cargo de ayudar
a su familia cuando su padre, mi abuelo español Rogelio, moría a los 49 años,
dejando a 6 hijos y una mujer sola, donde él era el primogénito y el menor de
sus hermanos, Daniel, tenía unos añitos. Mi abuela Parizza (Paricho como le
decíamos) y mi tío Pepe condujeron a aquella familia a buen puerto,
construirían un imperio de espiritualidad que marcarían a todos los que desde
allí salieron a recorrer el Mundo, ya tu vida no la entenderías sino miraras
con atención a aquella comunidad magnifica que se formo con las familias de
esos 6 hermanos que manejaban sus propios códigos y una forma particular de ver
la vida.
Tengo muchos recuerdos que se entremezclan
sobre Pepe el Gitano, mi tío, y en esa mezcla puede haber imprecisiones por el
pasar de los años, pero existe uno que guardo con especial cariño, es el hecho
que José Sandin Cuik conoció al Che, trabajo con él, cuando este fue Ministro
de Industria en Cuba, llego a ser una especie de especialista
asesor en cosas técnicas, de mecánica, aquello le valió, que el Che,
que lo valoraba muchísimo por sus conocimientos autodidacta y su espíritu de
perfección por el trabajo, le diera a comprar un Peugeot 403 para que se
pudiera trasladar mejor por toda la isla con los trabajos que se llevaban a
cabo tratando de industrializar el país, este auto todavía se conserva a pesar
del tiempo transcurrido y los que viven alrededor del edificio de los gitanos
en Lawton conocen de su existencia. La anécdota en particular que escuche
varias veces en aquellos 30 de Diciembres, donde conmemorábamos el cumpleaños
de mi Tío Pepe, era la que contaba como un día, el Che había convencido
a mi tío de construir el primer tanque de acero inoxidable después de la
Revolución en Cuba y que había que tenerlo en una fecha determinada cuando
lo visitará a él una delegación Rusa, el Che quería demostrarle a los Rusos que
en Cuba se podían hacer cosas y que aunque nos faltaba mucho, había gente
capacitada todavía con las cuales contar para industrializar el país. Mi tío
accedió a la idea del Che y se pusieron a trabajar, unos meses
después ya tenían todo listo y faltando unas horas para que llegara la
Delegación Rusa a la Fabrica Enrique José Varona donde
trabajaban en este proyecto, mi tío se encontraba todavía dentro de aquel
inmenso primer tanque de acero inoxidable haciendo los últimos retoques de
soldadura e inspeccionando todo para dejarlo listo. Sus compañeros de trabajo a
cada rato se asomaban a la boca del tanque y le gritaba que se
apurara, que el Che ya estaba en la fábrica, mi tío seguía con su
metódica paciencia de revisarlo todo para que quedara perfecto como le gustaba
hacer siempre las cosas. A una hora más o menos de que llegara la delegación
Rusa, el Che se impaciento y se asomo personalmente en la boca del tanque, grito
sin anunciarse como habían hecho otros, si le faltaba mucho para terminar, mi
tío que lo tenían cansado con la misma pregunta, sin mirar atrás y ya molesto
grito que porque no se iban al carajo, que él le había dicho al Che que estaría
todo listo y cumpliría. Del otro lado no se escucho ninguna replica, mas nadie
lo molesto a mi tío en su tarea y así pudo terminar tranquilo lo que él
consideraba necesario.
Faltando unos minutos antes de la llegada de
la delegación rusa salió del tanque mi tío Pepe y aviso sin mucho protocolo que
había terminado. Sus compañeros le comentaron que había sido el Che el ultimo
que había estado personalmente en la boca del tanque y que después de aquello,
había dado órdenes expresa que no se le molestara bajo ninguna circunstancia, los
compañeros de mi tío preguntaban ansiosos, que le había dicho mi tío al Che
para que saliera con cara contrariada y hubiera dado tal orden. Mi tío se
contuvo de repetir “su mandada al carajo” y explico que solo había solicitado
una hora más, asegurando que todo iba a estar listo como lo habían planificado.
El Che llego con la delegación Rusa a la base
del gigantesco tanque de acero inoxidable, el primero fabricado después
de la Revolución y enseño orgulloso el trabajo terminado a sus visitantes,
se acerco a José Sandín y con una sonrisa cómplice lo felicito, ante una mirada
apenada de Pepe el Gitano…