¿PARA QUE HACE FALTA UN CAMINO SI NO CONDUCE A UN TEMPLO?
En la segunda escena del
film de 1984 “Покаяние” (arrepentimiento) del director georgiano Tengiz
Abuladze, un guardia sentado en el sofá de una casa, come un pedazo de pastel con
un templo en forma de dulce en el centro, su primer bocado es el campanario con
la cruz del mismo, después de alabar lo exquisito de la torta a la señora que
ha llamado Ketovan y que se encuentra trabajando en la cocina de la casa, el
guardia ante la noticia de la muerte de alguien en el diario que lee, mientras
come, exclama:
- - ¡Dios mío! ¡Qué desgracia!
- - ¿Qué pasa Apolo?, le pregunta la señora Ketovan enfrascada en la tarea de decorar otra tarta donde en el centro había un templo igual al que se comía el guardia.
- - ¡A que eminente persona hemos perdido!, ¡Dios mío!, ¡Dios mío!, sigue gritando el guardia dándose con su mano derecha sobre su cabeza.
- - ¿Era él tu pariente?, pregunta la pastelera desde la cocina, mientras sobre la torta que adorna coloca la cruz sobre el campanario del templo.
- - ¡Más que un pariente!, No he tenido un amigo mas intimo que él, responde el guardia todavía conmovido por la noticia.
La
señora del Pastel se acerca al periódico que el guardia ha colocado a un lado para
proseguir su comelata de dulce, saca sus gafas para leer de cerca y
colocándolos sin abrirlos, a una cierta distancia de sus ojos se enfoca sobre
la fotografía que ha aparecido en el diario, mientras tanto le dice,
- - ¡Qué afortunado eres!
- - ¡Se termino mi felicidad!, ¡Ya no existe el estimado VARLAM!, sigue el guardia ahora preocupado pero comiendo.
- - Así y todo, has tenido la suerte de haber conocido a tal persona, dice la señora con deje irónico, mientras la cámara enfoca la fotografía de la gaceta, donde aparece un hombre tipo “georgiano” de cejas tupidas, nariz romana, espejuelos sin armadura y sin patas, donde los dos cristales son unidos y soportados a la cara por el puente nasal, bigote hitleriano y una sonrisa cínica demostrada entre sus ojos y la comisura de sus labios.
El film prosigue con la
escena del velorio del tal Varlam en la sala de una casa, cuando toca el
momento de leer la despedida como un acto oficial en aquel velatorio, se
pronuncia una frase imperdible,
“…A veces un muerto es mejor
que miles de personas vivas,...El bueno de Varlam tenía muchos meritos, son
incontables, pero debo de destacar uno de ellos: tenía el singular don, de convertir
al enemigo en amigo, y viceversa. ¡Es una cualidad de elegidos!...”
Esta película la vi por
primera vez en Moscú en febrero de 1987 cuando apenas había comenzado el último
semestre de mi carrera, para dar luego a los últimos seis meses de tesis de
grado y pisar por última vez suelo “soviético” el 23 de febrero de 1988 cuando
regrese a Cuba.
Ayer sábado la he vuelto a
ver, gracias a las nuevas tecnologías y a la internet (para estas cosas es
genial). Me acordaba de este largometraje de casi dos horas y media y del
profundo impacto que había causado en mi, he vuelto a sentir lo mismo después
de 31 años, señal que estamos en presencia de arte mas allá de los lógicos
nostálgicos recuerdos y de la historia conmovedora que trata de plasmar.
Pero hay una razón de mi
acercamiento a este film, que trata de llevar una mirada crítica hacia ese
pasado tenebroso que tuvo la URSS, y es que este 5 de Marzo se cumplen 65 años
de la muerte (o “asesinato”) de Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido
por Stalin, “el hombre de Acero”
Para las personas que
abrazamos las ideas comunistas, (aunque en la práctica estamos muy alejados de
ser un ejemplo comunista) es nuestro “karma” esta parte de la historia de la
humanidad, si sobre ello decimos que el proceder criminal de Stalin ha dejado
una influencia negativa (mirándolo con un solo ojo), para que otras
generaciones hablen y se acerquen a estas ideas.
Desde que la burguesía tomo
el poder y estableció su manera capitalista de relacionarnos no solo en la
economía, ha habido atrocidades inmensas contra los pueblos usando las palabras
bellas que enarbolaron al principio de todo, como Libertad, Igualdad y
Fraternidad, los libros de historia están lleno de estos casos, las guerras por
repartir el Mundo, primera y segunda guerra Mundial, la llegada de Hitler y su
genocidio contra judíos y gitanos entre otros, las dictaduras latinoamericanas
con Batista, Pinochet, Stroessner, Somoza, Videla y otras yerbas malas desaparecieron
gente, asesinaron, se apropiaron de niños, etc, y utilizaron para ello, la idea
de llevar el progreso capitalista a nuestras tierras. Más recientemente el desastre
humanitario, de muerte desolación, abandono, que han hecho los países centrales
capitalistas a la cabeza con el Imperio Yanqui, con sus intervenciones en el
medio oriente no tiene paragón en la historia reciente de la humanidad. La lista
interminable de agravios, asesinatos y atropellos a la dignidad humana en
nombre de llevar el capitalismo a muchos pueblos del planeta debería hacer por
si sola que la humanidad desista de seguir viendo en las ideas capitalista de
este Mundo, las mejores relaciones económicas y humanas que podemos aspirar,
pero no es así, porque a la larga esas ideas triunfaron frente a las otras que
a pesar de haberse aplicado con grandes errores por un tiempo corto en la
historia de la humanidad, “los ganadores” ( para mí siempre circunstanciales en
el inmenso tiempo terrenal) se han dado a la tarea de desprestigiar y de
plantear una guerra sin cuartel para demostrar como imposibles de llevar a cabo
en este planeta las ideas socialistas, las ideas comunistas.
Esa es una realidad, que hay
que hacerse cargo y seguir luchando contra ella, pero sin dejar de ver y de
repensar a partir de las experiencias anteriores como es que podemos evitar en
el futuro que surjan personas que como Stalin utilicen las nobles ideas
comunistas para llevar muerte e indignidad humana a los pueblos de este planeta,
como es que podemos dar libertades individuales necesarias e imprescindible sin
que se desconozca lo colectivo y se llegue al extremo individualista y
consumista que propone y aplica las ideas capitalistas en este Mundo.
Stalin, cada vez más aislado
de su propio pueblo y del partido que dirigía, bien enlosado en su trono en el
Kremlin se había reunido la noche del 28 de Febrero de 1953 con el Politburó en
su casa de descanso en Kuntsevo a las afuera de Moscú, para cenar,
charlar y ver una película no traducida de pistoleros, era la manera habitual en los últimos tiempo
que había encontrado para encarar los asuntos de estado en la URSS, en ella
estaban presente Beria, Malenkov, Nikita Jrushchov, Bulganin, Kaganovich, Voroshilov,
según ha trascendido a partir de las Memorias de Jrushchov, se había extendido
como de costumbre aquella reunión hasta la madrugada del 1 de Marzo y algunos
plantean que aquella “asamblea” no había terminado en buenos términos, por la
demanda de Kaganovich y Voroshilov de exigirle a Stalin que libere a los médicos
cercanos a la cúpula partidaria que había encarcelado por supuesta “conspiración”
para asesinarlo a él en persona, Stalin dio por terminada la “velada” y se
retiro a dormir muy molesto, exigió antes, a la guardia que lo custodiaba ante
su puerta que no lo molestaran. El resto se retiro, hasta que casi 20 horas después
fueron llamados por teléfono, para indicarles que habían encontrado en el suelo
a Stalin con la misma ropa con que había estado el día anterior. El primero en
llegar según cuentan, fue Beria, el más cercano a Stalin en los últimos tiempos
y la mano derecha para encarar todos los arrestos y ejecuciones en las purgas
de finales de los años 30 y las recientes después de la segunda guerra Mundial,
jefe de la policía y los servicios secretos desde 1938. Se dice que Stalin
estaba vivo y con una parálisis en su brazo derecho y pierna izquierda y no podía
hablar, su agonía se extendió con alguna mejoría el 3 y 4 de Marzo, hasta que
el 5 de Marzo volvió a tener un paro cardiaco, y a pesar de los esfuerzos por
reanimarlo, sobre las 22.15 de la noche de ese día, se dio por muerto a Stalin.
El pueblo de la URSS fue informado al otro día de la muerte de su líder, y experimento
una gran conmoción que tuvo su momento más alto cuando miles y miles de
personas le rindió homenaje pasando por frente de su féretro durante tres días que
estuvo presente en la Sala de Columnas de la Casa de los Sindicatos. El 9 de
Marzo el cuerpo embalsamado de Stalin fue trasladado y ocupo un lugar en el Mausoleo
de Lenin. Allí estuvo Stalin hasta 1961 cuando fue retirado del Mausoleo y
enterrado en la muralla del Kremlin donde todavía permanece. Esto último se debió
fundamentalmente a lo sucedido en el XX Congreso del Partido Comunista de la
URSS (PCUS), donde Nikita Jrushchov que había asumido la dirección del Partido,
evocara en una sección cerrada del Congreso a la prensa e invitados extranjeros,
lo que más tarde se conoció como “El Discurso Secreto”, (que de secreto no tuvo
nada, salvo ese momento concreto en que fue pronunciado, ya que el mismo
partido lo distribuyo entre todas las células a lo largo y ancho del país para
que fuera leído y analizado, la población restante de la URSS conocía de este
discurso, pero su contenido solo fue
publicado como texto completo por la prensa en la URSS en 1989).
La intensión del discurso de
Jrushchov, fue hacer público como se produjo en la URSS, el llamado “Culto a la
Personalidad” en este caso “Culto a Stalin” y las consecuencias reales que este
trajo para el funcionamiento de las instituciones en la URSS, las pérdidas
humanas, la represión con asesinato y miedo infundado que se llevaron a cabo
tanto durante la purgas de los años 1934-38, meses antes de la Segunda Guerra
Mundial, como así después de la victoria contra los alemanes en 1945. Si uno
lee el discurso (http://historiacontemporanea.sociales.uba.ar/files/2014/02/Informe-Secreto-Nikita-Jrushchev.pdf)
se dará cuenta que la idea no es enumerar la cantidad de víctimas de todo el
proceso sino de hacer entender cómo y en qué cosas se manifestó ese culto a la
personalidad de Stalin que se alejo de las buenas prácticas políticas de Lenin
de consultas perenne hacia adentro del partido con su bases y con el pueblo en
general. Mis impresiones al leerlo más de 30 años después de haberlo hecho mi
primera vez en el suelo de la URSS, y con los acontecimientos que devinieron,
por todos conocidos, (“lo que me facilita enormemente mis conclusiones”, así
cualquiera) es que la URSS tarde o temprano estaba destinada al fracaso ( si
leemos al Che detenidamente nos daremos cuenta que ya él en los años 60 había
pronosticado este desenlace aunque por razones encubiertas en sus relaciones de
producción de entonces).
Hay una sensación que se percibe
en el discurso que no es solo “rectificar la historia” para hacerla mejor, sino
la idea de un revanchismo para sustituir una cosa por la otra pero con los
mismos errores, da la impresión que la historia de la Revolución de Octubre se definió,
cuando la bala envenenada que se disparo contra Lenin y que provoco su enfermedad
y muerte en 1924, fue una bala que también enveneno una manera de hacer política
y de representar a los proletarios en el
poder. Si Stalin maltrato a Lenin y a su esposa Krúpskaya para hacerse del
poder y omitió las ultimas advertencias de Lenin ante los demás camaradas del
partido, Nikita Jrushchov no pudo responder durante su discurso porque ellos
avalaron durante tanto tiempo el manejo de Stalin, se percibe en todo el
discurso de Jrushchov que un país tan grande era gobernado por un nuevo Zar en
nombre de las ideas de Lenin, lo mismo le paso a Jrushchov cuando fue “llamado”
a retiro por un Brezhnev, que previamente organizo a sus espaldas su retirada,
lo mismo le paso a Gorbachov, cuando un Boris Yeltsin lo embosco para que declarase
la supresión del PCUS, lo mismo cuando Yeltsin propone a Putin, desconocido hasta
ese momento, para así manejarlo desde atrás
y este se convierte en un nuevo Oso Siberiano, y desplaza por completo a quien
lo había llevado a ese lugar. La Historia de la URSS, o una parte de ella para
no ser tan categórico, es la vil
historia narrada con ideas comunistas pero de espaldas al pueblo, donde deseos
de poder y ambiciones personales se tapaban con capas de una supuesta defensa
del “proletariado en el poder”.
El camino hacia el infierno también
está plagado de buenas intensiones, o mejor decir de “buenas intensiones
enmascaradas”. La película de Abuladze a la que hago referencia termina con una
escena maravillosa.
Ketovan está en la escena
del inicio haciendo sus tortas con el templo en forma de dulce en el centro de
las mismas, da la sensación que todo lo narrado en la película ha sido solo una
pesadilla para ella, de pronto escucha un golpe en su ventana que da a la
calle, acude a ella, la abre y ve a una anciana con una maleta que le pregunta:
- - Dígame ¿Conduce este camino al templo?
- - No, esta es la calle VARLAM y no es esta calle la que conduce al templo, le responde la Pastelera.
- - Entonces,…¿Para qué hace falta?, le vuelve a preguntar la anciana, ¿Para qué hace falta un camino si no conduce a un templo?
…la Ketovan se queda
pensando mientras la anciana se aleja por la calle…
Todos nos quedamos pensando...