UN
DOCUMENTAL POLITICAMENTE MILITANTE
(Por Yassel
A. Padrón Kunakbaeva, en “LA JOVEN CUBA”)
Si la Revolución se hubiera caído en el año
1990, si se hubiera cumplido la promesa de los tres días para matar comunistas,
lo más probable es que yo no hubiera tenido una escuela a la que ir como un
niño feliz. Como yo, miles de infantes que a lo largo de los años del periodo
especial pudieron asistir a clases. Además, es seguro que no me habrían
enseñado sobre la fabulosa hazaña de los alfabetizadores, no habría sabido
quién fue Manuel Ascunce Domenech. La historia de aquellos años habría sido
borrada a toda costa.
Hace poco vi el documental Sueños al
pairo, y no puedo dejar de pensar que se trata de una obra políticamente
militante, una obra que ha decidido qué lado de la realidad mostrar y desde qué
enfoque. Eso no me parece mal en sí mismo. Lo que sí me parece importante es
que todos lo sepamos, que no tomemos el producto como un reflejo de la realidad
objetiva, ni como un trabajo neutral que solo busca rescatar a un músico del
olvido. Esto es arte comprometido, como lo era la música que promovía la Nueva
Trova en aquellos lejanos años setenta. Solo que su compromiso es con la
oposición al proceso histórico de la Revolución.
La obra muestra el dolor de Mike Porcel. Pero
la empatía humana que se siente por todo aquel que sufre no es elemento
suficiente para que olvidemos las razones por las cuales muchos hemos decidido
estar en este lado del conflicto histórico y político. Hoy está de moda
demonizar a los que participaron en momentos difíciles del periodo
revolucionario, pero ha habido y sigue habiendo razones para seguir del lado de
la Revolución, a pesar de los desmanes y las tragedias.
Una de las cosas que hiere mis oídos al ver
el documental es la manera en que se dice que en los primeros años de la
Revolución ser vulgar era la única forma de encajar. Hay tanto de desprecio
burgués por la chusma en esa afirmación. No hay ni un sentido de claridad para
darse cuenta que esa masa chabacana e inculta era el pueblo cubano humilde,
eternamente humillado desde que los españoles pusieron un pie aquí, y que solo
desde 1959 pudo sentirse dueño de los espacios públicos, de su tiempo y de su
cotidianidad.
Veo el punto de vista del pichón de burgués
típico de nuestro tiempo, para el que es horrible que en un país la masa
inculta se enerve, actúe en colectivo, mientras ven bien otro país en el que
los pobres, los negros y los indígenas caminan invisibles con la cabeza baja,
pero en el que nadie molesta los divertimentos y privilegios de la clase media.
Las personas ganadas por esta manera de ver el mundo, las cuales en su mayoría
no son grandes dueños de capital pero que, usando una frase pasada de moda,
tienen oídos para los cantos de sirena del capitalismo, intentarán siempre
demostrar que algo está mal allí donde la gente crea en un destino colectivo y
actúe como colectividad, que es inevitable que de allí salgan turbas fascistas.
Ese sesgo epistemológico clasista lo noto
también en el modo en que se dibuja a los que participan en los actos de
repudio. Es el individuo bueno y puro contra la masa salvaje y odiosa. Por
ningún lado se cuenta el dolor que había sido para este pueblo el derribo del
avión de Barbados. Nunca se cuenta el dolor que fue saber que había corrido la
sangre de un joven militar, en los sucesos de la embajada del Perú. Nunca se
dice que más allá de Cuba, Latinoamérica era el paraíso de las dictaduras
militares. Se minimiza la importancia de las causas colectivas.
La Revolución, como dijera Fidel en Palabras
a los intelectuales, es la razón histórica de la nación cubana. Lo que yo
entiendo por eso, es que por muchas circunstancias Cuba solo ha podido
encontrar un modelo viable de nación nucleándose alrededor de un proyecto de
gobierno popular, que hace una opción de clase primero por los humildes. La
fortaleza de la Revolución está en los millones de vacunas puestas, en los
cientos de miles de niños que salen para la escuela cada mañana, en el derecho
a ocupar una plaza o cargo sin distinción de raza, género o extracción social.
Todos sabemos que durante el proceso
revolucionario se han cometido muchas injusticias. Sabemos que sobre los
indiscutibles logros se han montado también los autoritarismos, y muchos otros
vicios de nuestra cultura, muchos de ellos heredados de periodos anteriores.
Pero la lucha contra todo lo que está mal, contra lo que ya no funciona como se
pensó en un principio, o por lo que nunca se concretó, no puede partir de
renunciar a los fundamentos por los que se ha luchado tanto: la existencia de
una Cuba de los humildes, con los humildes y para los humildes.
Muchos intelectuales han alzado su voz en los
últimos años contra los vestigios de estalinismo y burocratismo de nuestro
sistema social y político. Esa lucha de los intelectuales críticos contra los
que se parapetan en las estructuras de poder para ocultar sus errores o su
incapacidad, tiene toda la razón de ser. Pero tengo que diferir con respecto a
muchos colegas y debo decir que esa no es la única contradicción relevante en
el panorama cubano. La contradicción entre socialismo y capitalismo sigue
siendo relevante, porque una gran parte de los críticos están dispuestos a
botar el agua sucia junto con el niño, y trabajan activamente para favorecer la
restauración capitalista en Cuba.
Este documental es un escalofriante
recordatorio de que esa voz también está presente: la voz del disidente al que
la Revolución nunca enamoró sino que solo le mostró su lado feo, la voz de
aquel que sufrió una injusticia en nombre del bien. La voz del que solo conoció
la libertad al dejarse llevar por la corriente dominante de la cultura
occidental capitalista. Podemos reconocer que su dolor es legítimo. Pero no
podemos, para resarcirlo, destruir todo lo que se ha hecho durante la
Revolución, no podemos renunciar a la defensa de lo que es correcto. Solo
podemos luchar porque la Revolución sea más perfecta y amplia, más inclusiva y
amorosa, para que sea capaz de acoger en su seno a todos los cubanos.
Creo que lanza sus dardos contra la Nueva
Trova por un objetivo: golpear la legitimidad de los que representan como nadie
el lado lindo de la Revolución Cubana, para que prevalezca la razón de los que
solo quieren ver el lado feo. No sé si es un fin consciente y calculado, o si
se trata de un sesgo epistemológico inconsciente. Pero me resulta evidente que
ese es el resultado que se busca. En última instancia, la obra va a ser
utilizada por los que intentan, a cualquier precio, poner a la intelectualidad
cubana contra el gobierno, utilizarla de un modo demagógico, para lograr sus
objetivos políticos.
Es lamentable que talentosos realizadores,
salidos de las instituciones de educación artística revolucionarias, pongan su
granito de arena en la lucha por destruir simbólicamente esa Revolución. Pero
tampoco creo que sea el fin del mundo. Millones de cubanos, que tal vez tiraron
huevos y que se sienten avergonzados de haber participado en actos de repudio,
van a seguir votando Sí al sistema, sencillamente porque quieren seguir
teniendo derechos sociales, y porque quieren que sus hijos puedan crecer con
tranquilidad y tener una escuela a la que ir.
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Detrás
de todos los gobiernos,
de las fronteras y la religión
hay una foto de familia,
hay una foto de los dos.
de las fronteras y la religión
hay una foto de familia,
hay una foto de los dos.
….
Detrás
de todos estos años
detrás del miedo y el dolor
vivimos añorando algo
y descubrimos con desilusión
que no sirvió de nada,
de nada
"o casi nada
que no es lo mismo
pero es igual".
detrás del miedo y el dolor
vivimos añorando algo
y descubrimos con desilusión
que no sirvió de nada,
de nada
"o casi nada
que no es lo mismo
pero es igual".
(Foto
de Familia, Carlos Varela)
MUTILADOS DE GUERRA (publicado el 20 de Octubre de 2012 en este blog)
Se los digo así de una, la Revolución Cubana
no triunfo el 1 de Enero de 1959, no hemos triunfado todavía, Cuba, el gobierno
que llego ese día al poder y una parte importante del pueblo cubano que apoyo y
apoya a esa Revolución, ha estado en Guerra desde entonces, solo hemos fundado
una Nación y un Gobierno en armas.
Si
a partir del 10 de Octubre de 1868 hubieron cubanos, que dentro de Cuba en la
manigua insurrecta, constituyeron un Gobierno y un Ejército en armas para
independizar a la Isla de España, a partir del 1 de Enero de 1959, Cuba toda,
se convirtió en una manigua rebelde, para desde ese territorio reclamar su
derecho en este Mundo a su autodeterminación, algo que después de casi 54 años
no ha sido respetado por el gobierno de nuestro vecino del Norte.
Toda
guerra sea pequeña o grande, sea de un día o de muchos años, deja muertos,
heridos, mutilados de guerra y mucho trauma, la que ha llevado a cabo Cuba no
ha sido una excepción, solo tomemos un ejemplo, el atentado al avión de
Barbados, y veremos todas las injusticias, traumas y mutilaciones humanas
concentradas, pero ese no ha sido el único, el gobierno cubano encabezado por
Fidel en su condición de punta de lanza en esa guerra sin cuartel contra el
vecino imperial por su soberanía, ha proclamado leyes y maneras de gobernar en
la manigua rebelde que es Cuba, que tratando de defenderse tanto, ha coartado
algunas de las libertades más elementales dentro de sus propias filas, y la
libertad de movimiento ha sido una de ellas.
A
raíz de la proclamación de la nueva Ley de emigración, recibí una comunicación
oficial del Consulado Cubano en la Argentina donde se me instaba a conocer los
detalles de la misma, publicada en la Gaceta Oficial de Cuba. Días después
recibí un mail, de un cubano que reside en la Argentina hace 23 años
y que utilizando la lista de mail del Consulado envió una misiva a todos, sobre
el estado de ánimo que le había causado la proclamación de la nueva Ley.
Sin
entrar en detalles de lo escrito por Héctor Danilo Pompa, (como se llama este compatriota)
reproduzco la frase que me provoco a escribir lo que ustedes están leyendo
aquí, …quiero hacerles llegar mi estado de ánimo respecto a esta nota y
por cumplir ya 23 años viviendo en la Argentina, sufriendo estas medidas que
pareciera hoy comienza a eliminarse en nuestro querido país, no es fácil, uno
tiene una sola vida, quien nos quita los malos momentos pasados en tantos
aeropuertos, y en tantos tramites, etc, etc, nadie nos pide disculpas….
Héctor
Danilo Pompa no es el único, en muchas familias cubanas hay una historia
parecida, o por ir a ver a algún pariente al extranjero o por querer ir a vivir
a algún país de este vasto planeta, hay historias de dolor, de melancolías, de
odio, de remordimiento, de arrepentimiento, de hondo pesar, mutilaciones
humanas que dejan toda guerra.
Yo
tengo la gracia que mi familia, gitana al fin, con un gran conocimiento del
mundo, y de la historia universal, no se dejó llevar nunca por las coyunturas
históricas, la familia fue siempre la familia por encima de todo, y el que se
iba de Cuba, no hacía más que seguir una tradición que venia del siglo X,
emigrar para estar bien, para trabajar, para progresar, para tener
tranquilidad, pero no estuvimos exentos de dolor y grandes amputaciones.
En
Cuba se abre un nuevo capítulo en su historia, nuevas libertades aparecen,
tendrá que pasar años para que se restañen las heridas, pero la guerra sigue
estando y otras mutilaciones aparecerán. La Revolución Cubana triunfara el día
que salga de la manigua para crear un estado moderno, con plenas libertades
para sus hijos, donde seamos felices, y nos dejen serlo, es decir nos dejen
decidir con la mayoría pero respetando las diferencias y las minorías, seamos
al final no un país en armas, con un Gobierno en armas, sino simplemente un
país normal.