26 PERSONAS
TIENEN MAS RIQUEZA QUE LOS 3800 MILLONES MAS POBRES
(Por Gustavo Sierra, INFOBAE)
Es un fenómeno global. Se detiene la
reducción de la pobreza y aumenta la concentración de riqueza. Los directores
ejecutivos de las 200 compañías más grandes de Estados Unidos tienen un sueldo
promedio de 18,6 millones de dólares al año. La mitad de las personas en el
mundo viven con menos de dos dólares al día
Es una de esas contradicciones de las
estadísticas. Desde hace años la pobreza en el mundo viene bajando
acompañada de un aumento significativo de las clases medias. Pero en este 2019,
según el "Reloj Mundial de la Pobreza", una organización
auspiciada por el gobierno alemán que provee datos en tiempo real de los
ingresos de las personas, el ritmo de los que escapan de la miseria está
disminuyendo en forma considerada. Somos menos pobres, pero la pobreza
sigue aumentando. También la concentración. Ya son apenas 26 los
multimillonarios que poseen más dinero que los 3.800 millones de personas más
pobres del planeta.
Cuando el Reloj Mundial de la Pobreza se
lanzó hace dos años, en promedio, una persona escapaba de la pobreza cada
segundo. El año pasado, el ritmo de reducción se desaceleró a 0,8 personas por
segundo. Las últimas proyecciones para este año muestran que se ralentizó aún
más: a 0,6 personas por segundo. Este es el resultado de la desaceleración
en el crecimiento de la economía global que afecta particularmente a los
países africanos y se alimenta de las grandes crisis como las que viven Siria, Yemen y Venezuela.
India, por ejemplo, consiguió en la
última década tasas muy altas de reducción de la pobreza en enormes capas de la
población que pasaron a engrosar la ascendente clase media. Pero en la
última etapa del primer gobierno de Narendra Modi –reelegido la
semana pasada- muestra una caída considerable del producto bruto per
cápita. Ya no hay compradores para los 100.000 nuevos departamentos
construidos en New Delhi en los últimos meses, tampoco se venden como antes
motos ni autos nacionales. Se detuvo la movilidad social.
A nivel global, la última proyección
confirmada por datos del Banco Mundial, el Instituto de Desarrollo de
Ultramar (ODI) y el Instituto de Salud Métricas y Evaluación (IHME),
indica que, en 2030, unos 500 millones de personas seguirán viviendo en la
pobreza extrema, 44 millones más de la estimación anterior. Con esta
actualización, el World Data Lab dice que África tiene hoy 427 millones de
personas viviendo en pobreza extrema. Se espera que el continente sea el
hogar de casi tres cuartas partes de la pobreza mundial a finales de
2019. "Sin embargo, muchas partes de África, como Etiopía y Kenia,
están logrando avances significativos de un Desarrollo Sostenible. Pero
Nigeria tuvo un retroceso muy importante", dice un informe del Brookings
Institute, el centro de pensamiento demócrata en Washington. África sigue
siendo el hogar de la mayoría de los extremadamente pobres del mundo, viven con
menos de dos dólares por día.
Las guerras en Yemen y Siria,
así como el conflicto social en Venezuela y el estancamiento económico en
Tanzania, provocaron las mayores caídas de la población en la indigencia.
Casi 18 millones de yemeníes viven en la pobreza extrema, el 57% de la
población. En Venezuela, se prevé un aumento de 2,4 millones más de
personas en la indigencia. Y ya permanecen en esa categoría 8,6 millones
de venezolanos, el 26,5 por ciento de la población. En Tanzania son
23 millones, casi el 42% de sus habitantes.
Steven Pinker, el profesor de Harvard y uno
de los divulgadores científicos más reconocidos, decía que en 2018 el éxito en
el combate de la pobreza y el ascenso social a la clase media de millones de
personas en todo el mundo era "la noticia ignorada" del año. Pero
poco después, comentó en su cuenta de Twitter que las mismas estadísticas en
las que basó su observación, estaban siendo revisadas. En 2019 sólo 20 millones
de personas escaparán de la pobreza extrema. A este ritmo, el número global
tardará cinco años en caer por debajo de 500 millones, lo que hace casi
imposible cumplir con el objetivo de las Naciones Unidas de acabar con la
pobreza extrema para el 2030.
Junto a la pobreza, aumenta la desigualdad
económica planetaria. En su último informe, la ONG Oxfam, muestra que
la riqueza de los multimillonarios aumentó 900.000 millones de dólares el año
pasado. La concentración se acentuó a tal punto en 2018 que 26
multimillonarios poseen más dinero que los 3.800 millones de personas más pobres
del planeta. Un año antes eran 43 esos multimillonarios. La cantidad de
personas que acumularon más riqueza se duplicó desde la crisis financiera de
2008. "El abismo que aumenta entre ricos y pobres penaliza la lucha
contra la pobreza, perjudica la economía y alimenta la rabia en el mundo", afirmó
Winnie Byanyima, la directora ejecutiva de Oxfam.
La riqueza de los multimillonarios del mundo
aumentó a un ritmo de 2.500 millones por día, mientras que los ingresos de
la mitad más pobre del planeta cayeron un 11%. La ONG estimó que el hombre más
rico del mundo, Jeff Bezos, dueño de Amazon, alcanzó el año pasado
una fortuna de 112.000 millones de dólares. El presupuesto de Salud de
Etiopía equivale al 1% de esa suma.
Oxfam dice que "los más ricos se
benefician no sólo de una fortuna en plena expansión, sino también de los
niveles impositivos menos elevados desde hace décadas". La riqueza
está particularmente infragravada; de cada dólar de impuestos a los
ingresos, sólo cuatro céntimos provienen del impuesto a la riqueza. Y a
esto hay que agregarle la evasión impositiva. Se estima que los más ricos
esconden al fisco 7,6 billones de dólares, en algunos países como Brasil o Reino
Unido, el 10% de los más pobres pagan impuestos más altos en proporción a sus
ingresos que los más ricos.
Y la tendencia a la acumulación la propician
las mismas empresas que benefician a sus directivos en forma desproporcionada
con respecto a los salarios del resto de los empleados. Equilar, una consultora
de compensaciones para ejecutivos, hizo una encuesta para el New York
Times que muestra cómo los doscientos directores ejecutivos mejor
pagados en Estados Unidos obtienen beneficios todavía mayores cada año. En
2018, les fue especialmente bien a los CEO: el promedio recibió pagos
equivalentes a 18,6 millones de dólares, un aumento de 1,1 millones, o del 6,3
por ciento, en comparación con el año anterior. Una tasa de casi el doble de la
registrada para los salarios comunes. En 2018, un año muy bueno para el mercado
laboral estadounidense, el trabajador promedio recibió en el sector privado un
aumento del 3,2 por ciento, equivalente a 84 centavos adicionales por hora.
Tesla autorizó en diciembre pasado un paquete
de pagos a su director, Elon Musk, por cerca de 2.300 millones de dólares.
El ejemplo más destacado es el de la
empresa Tesla, de innovación en automóviles y energía, autorizó en
diciembre pasado un paquete de pagos a su director, Elon Musk, por cerca de
2.300 millones de dólares. No solo es la suma más elevada del año pasado para
un directivo empresario, sino que es la mayor de la historia. David Zaslav,
director ejecutivo de la empresa de entretenimiento Discovery, ocupó el
segundo lugar con 129,5 millones de dólares. Palo Alto Networks,
proveedora de servicios de ciberseguridad, le otorgó a su nuevo CEO, Nikesh
Arora, un paquete que equivale a 125 millones de dólares. Oracle convino
en pagarle a cada uno de sus dos directores ejecutivos 108 millones de dólares
y un poco más a su presidente, Larry Ellison. Una de estos directores
ejecutivos, Safra Catz, fue la mujer mejor pagada en 2018. Y el jefe
global de Uber, Dara Khosrowshahi, obtuvo 45,3 millones de
dólares y ocupó el décimo lugar en la lista de Equilar.
Pobreza y concentración de la riqueza son dos
caras en el mismo espejo. No se puede acabar con una si no se elimina al
mismo tiempo a la otra. Todos los especialistas lo saben y lo comparten. Pero
no hay un liderazgo global para remediarlo. Por ahora, apenas si
comparamos estadísticas y llenamos las notas de frías cifras.