Como dicen en mi tierra estos compran pescado y luego le tienen miedo a los ojos, nada, los pájaros tirandole a la escopeta...por favor.
LA DEUDA ASUSTA HASTA AL FMI
(Publicado en PAGINA12)
En Davos, sede del Foro
Económico del establishment internacional, Lagarde señaló que “hay un aumento
preocupante de la deuda en muchos países”. Argentina se destaca en esa
corriente. Afirmó que es una política con grandes riesgos.
“Hay un aumento preocupante
de la deuda de muchos países y debemos estar atentos”, aseguró ayer la
directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, una de las
siete mujeres designadas este año para ejercer la copresidencia del Foro
Económico de Davos, Suiza. Allí presentó la actualización de las perspectivas
económicas globales. El organismo prevé un crecimiento mundial para 2018 y 2019
de 3,9 por ciento para cada año, 0,2 puntos por encima de las estimaciones
previas. No obstante, Lagarde exhortó a no ser complacientes con esa mejora,
porque las condiciones externas podrían cambiar rápidamente afectando a
aquellos países comprometidos financieramente. En los dos primeros años de
gobierno de Mauricio Macri, las emisiones de deuda en moneda local y extranjera
totalizaron 121.588 millones de dólares y para este año está estimada una
colocación neta de otros 30.000 millones. El impacto podría provenir de una
suba en las tasas de interés en los Estados Unidos, lo que encarecerá futuras
emisiones o la renovación de vencimientos ante una menor liquidez global.
“La crisis financiera
mundial puede parecer firmemente rezagada, pero sin una acción inmediata para
abordar los impedimentos de crecimiento estructural, mejorar la inclusión y
crecimiento y construir amortiguadores de políticas y resiliencia, la próxima
recesión vendrá antes de lo esperado y será más difícil de combatir”, sostuvo
Maurice Obstfeld, consejero económico y director de Investigación del FMI. El
organismo detalla en su informe una serie de objetivos que suelen contradecirse
con las recetas que impulsa para alcanzarlos, como ajustar el gasto público y
abrir el comercio. En su informe ‘Conclusiones de 2017’, tras la consulta del
Artículo IV que tuvo lugar el año pasado en la Argentina, el FMI recomendó para
el país acelerar los ajustes, principalmente en materia laboral, previsional y
tributaria. “La reducción del gasto público es esencial, especialmente en las
áreas donde aumentó muy rápidamente en los últimos años, en particular los
salarios, las pensiones y las transferencias sociales”, reclamó.
En el informe presentado
ayer en simultáneo en Washington y en Davos, el Fondo reveló que el año pasado
la producción mundial creció un 3,7 por ciento, 0,1 puntos porcentuales más que
lo proyectado en el otoño boreal y medio punto porcentual más que en 2016.
Sobre la base de ese comportamiento es que fueron revisadas al alza las
previsiones para los próximos dos años. La revisión refleja el aumento en el
impulso del crecimiento global y el impacto esperado de los cambios en la
política tributaria recientemente aprobados en los Estados Unidos. El Fondo
también espera una cierta aceleración de la inflación en el mundo. Para el caso
de los países emergentes y en desarrollo pasaría de 4,1 por ciento anual en
2017 a 4,5 por ciento en el corriente año, pero el organismo aclara que elimina
del cálculo regional a Venezuela y a la Argentina. La inflación del año pasado
estimada por el FMI en las conclusiones para Argentina se ubicaría en 23,6 por
ciento, “como reflejo del impacto de los aumentos de servicios públicos”.
El contexto global que
presenta el Fondo revela oportunidades para el país pero también claros alertas
en caso de que el fondeo internacional barato se termine. El desempeño previsto
para los mercados a los que le exporta materias primas la Argentina tendrá un
buen bienio, China, Europa y Estados Unidos. En el caso del comercio de
manufacturas, la situación de Brasil podría mejorar y el organismo le augura un
crecimiento de 1,9 por ciento este año y de 2,1 en 2019. De todos modos, la
política de apertura a las importaciones del gobierno de Cambiemos parece
garantizar que ese mayor flujo comercial será correlativo con una
profundización del déficit en cuenta corriente para la Argentina.
“Sería un error que nos
sintiéramos satisfechos o complacientes. Mucha gente quedó afuera de la
recuperación y una quinta parte de los emergentes vieron caer su renta per
cápita en 2017”, aseguró Lagarde desde la comuna suiza. Sostuvo que se está en
presencia de una recuperación “mayoritariamente cíclica” y alertó sobre los
“niveles de vulnerabilidad acumulada en el sector financiero”. “Deben hacerse
reformas estructurales, tomar medidas para un crecimiento a largo plazo,
rebajar la deuda en los ámbitos en que esté muy alta y reinvertir en la
economía a través de infraestructura y un gasto social efectivo”, agregó la
directiva. Nada que haya hecho Argentina. Sólo el Tesoro emitió 98.185 millones
de dólares, de los cuales, 85.167 millones fueron títulos en dólares en poder
de acreedores externos, según el último informe del Observatorio de la Deuda
Externa de la UMET. Además, 84 de cada 100 dólares fueron destinados para
abastecer la fuga de capitales, financiar la remisión de utilidades y
dividendos de multinacionales y no como inversión extranjera directa. “Las
elevadas valuaciones de los activos plantean la posibilidad de una corrección
del mercado financiero –como una suba en las tasas de interés en Estados Unidos–,
que podría frenar el crecimiento y la confianza”, dijo Obstfeld.