Ayer
comentaba en un artículo de la prensa oficialista de Macri, donde los Troll del gobierno
salen a escribir "planeros vayan a laburar", lo siguiente:
"Ahora
que el Presidente Macri sale hablar tanto de Venezuela, y hacer complot para
que caiga un gobierno elegido con el voto popular, propongo que el Parlamento
Argentino, encuentre entre sus filas opositoras a este gobierno (por cierto
"oposición mayoritaria") El Guaidó Argentino, se
autoproclame Presidente de la República, emita una resolución reconociendo que
Macri es un presidente anticonstitucional (mintió descaradamente en su campaña
presidencial), lo considere un usurpador del poder ejecutivo de la nación, pida
el congelamiento de todas las cuentas bancarias del Estado Argentino en Washington,
incluyendo las de la Estatal YPF, le solicite al Reino Unido que el oro
depositado en los bancos ingleses sea incautados hasta nuevo aviso, se reúna
con el Cartel de Lima, uyy, disculpen, con el Grupo de Lima para que reconozcan
al Guaidó Argentino, y si todo eso no es suficiente, hacer que Trump y toda su
maquinaria bélica amenace todos los días a Macri para que deje el poder...ya sé,
muy golpista lo mío, pero es lo que esta de moda."
EN MOVIMIENTO CONTRA EL HAMBRE Y LOS
TARIFAZOS
(Publicado en PAGINA12)
Una multitud marchó “contra el hambre y los
tarifazos”, convocada por los movimientos sociales y organismos sindicales.
Frente al Ministerio de Desarrollo Social, reclamaron alimentos para los
comedores populares y aumentos en los salarios sociales y en la Asignación Universal
por Hijo.
Con una marcha hasta el despacho de Carolina
Stanley y manifestaciones en distintas provincias, los movimientos populares le
reclamaron al Gobierno por la crítica situación social. “Hay hechos dramáticos,
difíciles de contar. Miles de Pymes están bajando la persiana: son los
principales lugares de empleo y cierran. Si las tarifas se volvieron imposibles
de pagar para la clase media, imaginen qué pasa con nuestros compañeros en los
barrios de la periferia... La única salida que tenemos es engancharnos de la luz
y eso nos pone en el lugar de la marginalidad”, acusó, durante el acto frente
al Ministerio de Desarrollo Social, el titular de la CTEP, Esteban Castro. La
jornada se realizó con la consigna “contra el hambre y los tarifazos”. En la
víspera, la ministra Stanley, que acusó a los movimientos de usar “métodos
extorsivos”, admitió que el índice de pobreza del Indec volverá a subir en
marzo.
El reclamo fue convocado por la Coordinadora
de Trabajadores de la Economía Popular, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y
Combativa, el Frente Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha.
Son el conjunto de organizaciones sociales que hoy concentran la mayor
capacidad de movilización y, al mismo tiempo, de negociación con el Gobierno a
través de la Mesa de Diálogo, una instancia abierta a inicios de la gestión de
Cambiemos con la intermediación de la Iglesia católica, que funciona más o menos
espasmódicamente. Desde ahí, por ejemplo, el Ministerio de Desarrollo Social
motorizó el salario social complementario como reemplazo de los programas de
empleo del gobierno anterior. O decidió, sobre finales del año, un bono para
los beneficiarios de planes sociales, que en cambio no llegó a los jubilados.
Las organizaciones plantearon que es
urgente que el Estado refuerce el envío de alimentos a los comedores porque el
hambre ya está instalado como problema. En ese marco, pidieron también un
aumento para el monto del salario social complementario, que quedó estancado en
6 mil pesos, y un incremento de la Asignación Universal por Hijo. También
reclamaron que se impulsen las propuestas incluidas en cuatro proyectos de ley
presentados al Congreso, donde quedaron obstruidos por el oficialismo: los
proyectos de Emergencia alimentaria, Infraestructura social, Agricultura
familiar y Emergencia en adicciones.
“Fue un año muy malo. El resultado de tres
años de esta política económica está la vista: hubo una inflación del 50 por
ciento de aumento en los precios de los alimentos, mientras que la Asignación
Universal por Hijo fue recompuesta sólo en 30 puntos. Esto significa una
pérdida de 20 puntos en el ingreso de los hogares, es decir que hoy se puede
comprar un cuarto de lo que se podía comprar hace un año. Esa realidad es
evidente. El Gobierno no puede pretender que no haya reclamo. La gente no se va
a quedar en su casa mirando cómo se destruye el empleo, cómo le impiden
pensarse a partir de un trabajo, sin un plato de comida en su casa”, resumió
Daniel Menéndez, de Barrios de Pie.
Dina Sánchez, del Frente Darío Santillán,
apuntó que desde las organizaciones “construimos alternativas para mejorar la
calidad de vida pero eso no basta y el Estado está ausente”. La referente
agregó que la ministra de Desarrollo Social “no tiene problema en decir que la
pobreza seguirá creciendo. En los barrios la situación no se aguanta más”.
La marcha salió de tres puntos de la Ciudad
de Buenos Aires –el Congreso, Santa Fe y 9 de Julio y Carlos Calvo y la 9 de
Julio– para confluir en el ministerio para el acto de cierre. La presencia de
dirigentes sindicales como Roberto Baradel (de los docentes), Hugo Godoy
(estatales), Juan Carlos Schmid (transporte), Héctor Amichetti (gráficos) dio
cuenta de la adhesión de las CTA, la Corriente Federal y la Confederación del
Transporte. También estuvo Eduardo Murúa, del Movimiento Nacional de Empresas
Recuperadas, y el Movimiento Misioneros de Francisco.
“La importancia de hoy es el marco de unidad
en el que se da, a partir de propuestas concretas que son constituidas y
construidas en cada uno de nuestros territorios”, dijo en este sentido Omar
Giuliani, titular de la Federación Nacional Territorial (Fenat). Y resaltó que
las organizaciones sociales “ponemos en letra aquello que cotidianamente
realizamos cuando el Estado no está presente al servicio de los trabajadores y
las trabajadoras, y sí está presente para pagar al FMI”. Pablo Spataro,
secretario general de la CTA-A Capital, planteó: “Miles de trabajadores y
trabajadoras de todo el país hemos ganado las calles para denunciar el modelo
de desocupación y pobreza que viene llevando gobierno nacional. Repudiamos sus
políticas económicas y sus consecuencias”.
Desde el Gobierno buscaron bajarle el precio
a la protesta con los argumentos habituales. Los voceros del Ministerio de
Desarrollo Social sostuvieron que la marcha fue “un fracaso”, que vieron “menos
gente” que la que las organizaciones habían prometido. También atribuyeron a
esta supuesta menor convocatoria el adelantamiento del acto de cierre que, tras
haber sido anunciado para las 13, terminó a las 12.40.
Desde las organizaciones, en cambio,
remarcaron la masividad de la medida con un conteo de 200 mil personas
movilizadas en la Ciudad de Buenos Aires y un millón a lo largo del país.