Viaje a la Luna
Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.
QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR
miércoles, 26 de mayo de 2021
Artaud,
el disco de Spinetta que combinó locura y amor y la increíble canción que
compuso con su novia
(Por Bobby Flores)
Fue en 1973, Pescado Rabioso se separa definitivamente, mal
pero sin afectar el cariño, eran diferencias conceptuales respecto del rumbo
artístico que ansiaban para el futuro.
Quizás nadie entendía del todo donde estaba apuntando Spinetta, Pescado
era una banda fuerte, definitivamente no necesitaba virar su
propuesta, de manera que la nueva postura de Luis no encajaba en los planes de
los otros.
Aunque cuentan las leyendas que cuando David Lebon, Carlos Cutaia y Black
Amaya (los otros pescados rabiosos) escucharon Artaud quedaron shockeados. Y
si ellos que estaban ahí quedaron shockeados, imagínense lo que lograba este
disco con los que lo escuchaban desde otra galaxia.
Una de las mejores experiencias de mi vida fue a los 13 años perder mi virginidad
auditiva con Artaud de Spinetta.
Fue por una cuestión cronológica absolutamente que éste sea el
primer disco que compré y que escuche entero solo en mi casa una
tarde de otoño. Venía de escuchar sonidos de discos ajenos que iban desde
Troilo hasta Roberto Carlos pero el primer disco que yo compré fue Artaud.
Tapa y contratapa de Artaud. Llamó la atención su diseño irregular, que
pensó Spinetta y terminó el artista Juan O. Gatti
Es como haber sido el primer novio adolescente de Jodie Foster, la vara te
queda demasiado alta. Artaud de Pescado Rabioso es nuestro Dark
side of the moon. Nada seria igual después.
Luis mismo me contó que nada era igual desde ahí para el.
Separado de su banda, llama a su hermano Gustavo -destacado
percusionista- para que lo acompañe. También recurre a sus amigos de
siempre. Emilio Del Guercio y Rodolfo García, que fueron la base
rítmica de Almendra, su grupo previo a Pescado casi obviamente. Y con ellos se
encierra en el estudio a darle forma a ese tsunami de ideas que lo
atormentaban. Es que dedicarse a leer Artaud ya de por sí es complejo, sumado a
la ruptura de su grupo por un lado y por el otro a haber encontrado a su
amor vital, Patricia Salazar, personaje esencial en esta
historia. Luis decía que este
disco era para él como (perdón por la analogía pero es del propio Luis) el
primer eructo después del Uvasal. Metáfora de un brillante dudoso
gusto pero muy ilustrativa.
En este disco el amor y la
locura se cruzan todo el tiempo, ya desde la tapa que no era cuadrada pero el
disco entraba perfecto, idea de Luis muy bien terminada por Juan O. Gatti. Verde y amarilla,
como eran los colores de la vida y la pudrición para Antonin Artaud, solo
ilustrada por dos fotos carnet de Artaud, una en la tapa viejo y otra en la
contratapa joven. Mas el sobre interno que era similar a una gigantesca receta
medica, todo era destapacerebros.
Todas las hojas son del viento es una bellísima canción compuesta para
Cristina Bustamante -quien inspiró Muchacha ojos de papel- a esa altura ex
novia de Spinetta
Cuando hablo del amor y la locura cruzándose durante el disco hablo de que
hay canciones como “Todas las hojas son del viento”, bellísima, dedicada
a su ex novia Cristina Bustamante, la muchacha ojos de papel, la del Blues de
Cris, que se iba lejos para siempre y embarazada
mezclándose con “Cantata de puentes amarilos”, canción en forma de suite que
dura 9 minutos inspirada por un cuadro
de Van Gogh rescatado a su vez por Antonin Artaud en su ensayo “Van Gogh, el
suicidado de la sociedad”, que a su vez inspiró a Luis en el
manifiesto que repartían en los shows presentando el disco, algo que ya hemos
traído aquí. Ese manifiesto se llamaba “Rock, música dura. La suicidada de la
sociedad”. Y asi todo.
Una de las mas celebradas creaciones de este disco es “Por”. Construida
por Luis y su novia entonces Patricia Salazar, después la madre de sus 4 hijos,
Dante, Catarina, Valentino y Vera. Una mujer única de
gracia inigualable. Juntos hicieron la letra de “Por” que consiste en una
serie de sustantivos sin hilo conductor, uno atrás de otro, que
iban escribiendo de la misma manera, uno él, uno ella, con una sola preposición
al final que era justamente por.
Emulando de alguna manera esos ejercicios literarios de Antonin Artaud, el
autor del trascendente “El teatro y su Doble”, y de “Heliogábalo” historia del
primer príncipe transgénero de la humanidad. Asesinado cruelmente demasiado
joven.
"Por" es una canción donde Spinetta toca solo con su guitarra
acústica. La letra la hizo con su entonces novia Patricia Salazar
Vale decir que poner de mascarón de proa a Artaud no aseguraba
absolutamente nada aquí, ni desde lo artístico ni desde lo económico. Fue
un disco que se planeó y se ejecutó desde la mas esclarecida libertad creativa. Inspirado
por la obra del francés, que pasó su vida experimentando arte y terminó sus
días de gira por varios loqueros.
“Por” tiene una letra deshilachada y carente de cualquier tipo de
referencias, aun así, lo que ha generado pasado el tiempo este tema es
inimaginable. Por citar dos brillantes ejemplos recientes que hacen de “Por”
una gema basta nombrar el disco del gran pianista Diego Schissi “Te”
que consiste en 19 temas instrumentales inspirados en las palabras que hacen
“Por”, y el libro de Eduardo Berti, escritor
argentino que ya había trabajado con Luis “Por, lecturas y reescrituras de una
canción de Luis Alberto Spinetta” que aborda la canción brillantemente
desde lo musical, lo narrativo y lo lúdico, ya que la edición incluye
un juego de naipes ad hoc ilustrado con todos los sustantivos que nombra la
canción.
Conozco y hablé con ambos del asunto y coincidieron en un punto, la
genialidad que demuestra la canción, un juego entre una pareja de veinteañeros en
una casa de Bajo Belgrano, que escuchando una música
compuesta por ellos mismos empezaron a colocar palabras que armonizaran con
esos acordes.
Diego Schissi se inspiró en Por para su disco: cada composición es una
palabra del tema de Spinetta. El tema "Nube" es de Luis Alberto.
Muchos han intentado estudiar la secuencia, el metamensaje, algún código
secreto o alguna deconstrucción de “Por” y a nada sólido han llegado. No
hay lógica ni testamento alguno en la canción, es genio nomas. Salió perfecta. Tanto
así que hoy a casi 50 años de compuesta acá estamos hablando de ella.
Incluida en el disco después de “Todas las hojas son del viento” 2´de amor
por la ex novia embarazada lejos y de “Cementerio Club” un blues dark con
Emilio en el bajo y su hermano Gustavo en batería que también lleva su propia
historia, llega “Por”
Árbol hoja salto luz aproximación
Mueble lana gusto pie
Te mar gas mirada
Nube loba dedo cal gesticulador
Hijo cama menta sien
Rey fin sol amigos cruz
Alga dado cielo riel
Stalactita mirador
Corazón
Hombre rayo rayo felpa sed
Extremidad insolación parecer
Clavo coito dios temor mujer
Por
Solo acompañado por su guitarra acústica en algo más de minuto y medio Luis Alberto Spinetta cambió todo, y
hasta hoy desmenuzamos la canción buscando algo más que una canción, eso es
genialidad.
Mas de Artaud en el final.
Luis contaba de una vez, en ese año, en una razzia policial tan en boga en
esa década nefasta socialmente hablando en este país, levantan a Luis y va a parar a
un calabozo que había en la comisaria 31, en la avenida
Cabildo. Sin nada que hacer mas que esperar que lo suelten empieza a mirar las
paredes encontrando frente a él mismo, escrita a los apurones, un pedazo de
canción que algún huésped anterior sin nada que hacer también escribió con un
lápiz.
Spinetta, junto a su hermano Gustavo en batería, hace Cementerio Club en el
recital de Las Bandas Eternas
La canción era de él, de Artaud, justamente de “Cementerio Club”. La parte que dice
- ... que solo y triste voy a estar en este cementerio –
-¿Y vos qué hiciste? -le preguntamos.
Contestó :
Le escribí lo que seguía
-... que calor hará sin vos en verano –
En un par de años se cumplirán 50 años de Artaud.
Ya imagino la cantidad de homenajes y reescrituras que lloverán
torrencialmente sobre nosotros.
Solo me atrevo a decir esto:
Nada, en absoluto, nada ni nadie logrará siquiera acercarse a la
desmesurada belleza y originalidad de esta obra maestra.
El modelo de Corea del Sur
de desigualdad económica, social y educativa
(Por Rubén Telechea)
Alcanza con observar la diferencia entre las dos familias en
las que se centra la historia. Una vive en un minúsculo semisótano inundable
que años antes había sido un bunker antibombardeo, haciendo malabares para robar
wifi de los vecinos (en uno de los países con mayor y mejor conectividad del
mundo) y subsistiendo a duras penas. Mientras, la otra reside en una millonaria
mansión inteligente, tiene chofer, ama de llaves y tutores para todas las
disciplinas formativas que sus hijos necesitan.
También aflora permanente el fantasma de la desocupación y,
algo aún más sorprendente, el de la continua quiebra de empresas, que es uno de los motivos esgrimidos por los
protagonistas (pobres) para no tener empleo. Sorprende especialmente no solo
por la imagen que tenemos de Corea del Sur sino por lo que indican sus cifras:
el PIB es de 1,6 billones de dólares, el per cápita es de unos 30 mil dólares y
la inflación es de 0,3 por ciento anual.
Desigualdad
Otro elemento más sorprendente aúne no solo
aparece en Parasite sino también en The Host, una
película anterior del mismo director Bong Joon-ho: esas desigualdades provienen
de la posibilidad (o no) de acceder a la educación universitaria.
Para quienes no vieron The Host, la
historia gira sobre una familia disfuncional que busca desesperadamente a una
de sus hijas, que fue raptada por un abominable monstruo mutante nacido en el
río. De los tres hijos que conforman la familia, el que fue a la universidad
viste distinto, habla distinto, razona distinto y actúa distinto a sus
hermanos, que no accedieron a la educación superior. En Parasite los
ricos sienten que también “huelen distinto”.
En esta última buena parte de la trama se basa
en dos hermanos pobres y sin trabajo (obviamente no universitarios) que se
introducen en una familia rica para ser profesores particulares de su hija, que
transita la escuela secundaria pero ya se está preparando para ingresar a la
universidad. Lo que Bong Joon-ho ha sabido retratar magistralmente es lo que
en Corea se llama “cucarachas de oro” (los ricos) y “cucarachas sucias”,
los que se quedaron abajo (nunca más literal), en casas insalubres y pequeñas.
Resulta necesario describir las aristas
principales del sistema
universitario coreano, pero que en realidad tiene que ver con el sistema
educativo de ese país en su totalidad. Para ser graduado universitario primero
hay que pasar el examen que permite ingresar a esas instituciones,
llamado CSAT o Suneung. En él se viven situaciones que
serían inimaginables en Argentina y gran parte del mundo: el proceso comienza
con un grupo de docentes que cada año permanece confinado e incomunicado
durante un mes mientras elaboran lo que será el examen de ingreso de todas las
universidades.
Luego, el día de la evaluación -que dura ocho horas y veinte minutos- se
recomienda a la población no salir en auto para evitar problemas de tránsito a
los participantes, porque si llegan cinco minutos tarde no pueden rendir. Por
eso quienes pueden se alojan en un hotel cercano a la sede donde rinden. Desde
varios días antes, los medios difunden técnicas para mejorar el rendimiento y
la concentración. Es común ver padres rezando en las puertas de las sedes donde
se rinden los exámenes y los días previos los templos budistas e iglesias
cristianas suelen estar repletos de madres que portan los retratos de sus hijos
e hijas pidiendo por ellos.
Más de 500.000 aspirantes se presentan cada año
y solo el 3 por ciento consigue el SKY, un juego de palabras entre “cielo” en inglés
y el acrónimo de las tres mejores universidades del país (de Seúl, de Korea y
de Yonsei). Ese cielo que se alcanza es ingresar a alguna de ellas. El otro 97
por ciento deberá esperar un año o pasar a una de mucho menor nivel (y quizás
mayor costo) aunque nada de eso evita la frustración de sentir que todo el
recorrido previo transitado en su infancia y adolescencia quedan tirados en la
basura.
Estudiar
Para dimensionar ese tránsito previo es bueno
reproducir lo que manifiesta la ONG "Un Mundo sin Preocupación por la
Educación Sombría": los jóvenes coreanos pasan entre 70 y
90 horas semanales estudiando (sea en el colegio, en institutos privados o con
profesores particulares como los que aparecen en Parasite) y
duermen entre 5 y 6 horas diarias, por lo que es obvio que su vida social se ve
notablemente disminuida.
Sam Dillon, corresponsal del New York
Times contó su sorpresa al asistir a una escuela secundaria de Seúl
donde vio adolescentes estudiando a las 22.30, cuando ya llevaban quince horas
de actividad. En ciertos casos estudiaban parados para no dormirse. Otros,
luego de las clases doble turno en su escuela, llegan a sus casas y siguen
(solos o con profesores particulares) hasta que el cuerpo no les dé más. O en
los hagwones -institutos privados de apoyo escolar- hasta tan
tarde que motivó a que el gobierno debiera establecer una suerte de toque de
queda para obligarlos a cerrar a medianoche. Hace poco se debatió en el
Congreso surcoreano la posibilidad de que también se les prohíba abrir los fines
de semana. No se aprobó.
Además está la presión de padres y madres, ya
que la principal inversión de muchas familias es en el proceso formativo de los
hijos (especialmente en el idioma inglés) para que puedan ingresar a la
universidad. Se calcula que aproximadamente el 30 por ciento de los ingresos de una familia se gasta en ese proyecto.
Luego, mantener un hijo en la universidad sale entre 300 y 400 mil dólares hasta
que se gradúa. Es común que haya familias que sacan hipotecas para
cubrir ese costo. Algunos padres siguen instando a los hagwones a
utilizar los castigos corporales para lograr un mayor esfuerzo en los
estudiantes, a pesar de que estos fueron prohibidos en 2010).
Familias
En 2016, las familias
gastaron la astronómica cifra de 16.000 millones de dólares en cuestiones relacionadas con el apoyo
escolar, una cantidad que ha llevado al surgimiento de una nueva clase social:
los “estupobres”, que se endeudan durante años para esa misión y que,
además, ha generado un gran negocio en torno a los hagwones y
docentes particulares, que llegan a convertirse en estrellas con multitudes de
admiradores y que ganan sueldos millonarios.
Uno de esos profesores-estrella es Cha Kil-yong,
popularmente conocido como Mr. Cha. Es el creador de SevenEdu, una
escuela online de preparación para el examen de ingreso que cuenta con más de
300.000 alumnos. Utiliza disfraces, pelucas y caretas para enseñar matemática
de un modo entretenido y para motivar a sus estudiantes. Con estos métodos hizo
una fortuna en pocos años. Se codea con ídolos de los jóvenes surcoreanos, como
una cantante de k-pop con la que grabó una canción instando a los estudiantes a
que cambien el semblante y sonrían mientras preparan el examen de ingreso a la universidad.
Obviamente que no en todas las familias pueden
sobrellevar ese gigantesco esfuerzo o disponer del dinero necesario para pagar
docentes y luego el arancel de la universidad. Aquí irrumpe la raíz de gran
parte de las desigualdades de la
sociedad coreana.
Todo este cóctel de presiones lleva a que más
de mil jóvenes estudiantes por año
se suiciden. Además se ha ido gestando un nuevo movimiento llamado honjok,
cuya traducción sería “individualistas solitarios”. Se trata de jóvenes que no
sólo viven solos, sino que comen, beben, salen y viajan solos.
Competencia
Hyo-sang-Lim, profesor de la Universidad Kyung
Hee (que no pertenece al selecto grupo SKY), define con crudeza el carácter
despiadadamente competitivo del estudiante que llega “al cielo”. Manifiesta que
dicen "no pensamos en disfrutar, nuestra meta es estar mejor que los
demás". Una canción popular entre los adolescentes coreanos
dice: “Si duermes tres horas al día, tal vez entres en SKY/ si duermes cuatro
horas entrarás en otra universidad/ si duermes cinco horas, olvídate de entrar
en la facultad”.
Un aspecto extraño y paradojal de esta situación
es que, si bien Corea del Sur tiene uno de los sistemas educativos más exitosos
del mundo en cuanto a resultados (pero también seguramente el más duro), que lo
ubica en el segundo lugar detrás de Finlandia en las pruebas PISA de la
OCDE, no tiene ninguna universidad
incluida entre las 100 mejores en los rankings internacionales y
sólo la de Seúl se encuentra entre las 200 más calificadas. Al mismo nivel que
la UBA, por ejemplo.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los aranceles de las universidades públicas
prácticamente no difieren de lo que se abona en las privadas. Corea del
Sur es el país donde, del presupuesto universitario, lo que pagan los
estudiantes cubre la mayor proporción del mundo: entre 45 y 50 por ciento del
total, cifra que casi duplica a la media mundial. Sobre un total de algo más de
220 universidades existentes, 180 son privadas donde concurren alrededor del 80
por ciento de los estudiantes. Las tres del “SKY” son privadas.
La sumatoria de todos los factores mencionados
ha generado una extrema
infelicidad entre estudiantes, familias y docentes. El resultado final
es que se considera a sus graduados universitarios con poca iniciativa y
creatividad, con conocimientos adquiridos como autómatas donde prima la
memorización y con escasísima conciencia crítica.
Mientras se escucha y se lee tanto acerca de la
supuesta falta de dedicación de los estudiantes de Argentina y la “discutible”
calidad de sus graduados, resulta importante conocer otros “modelos
exitosos” como el coreano para sacar conclusiones más cercanas
a la realidad.