EL POLÍGONO Y LA VELOCIDAD
Ha sido muy difícil levantar la cabeza del plano,
por tanto el hablar de espiral ascendente para referirnos a nuestro desarrollo
como individuos, inclusive como sociedad humana es muy pretencioso, diría que en
esencia no somos muy diferente, ni pretendemos algo distinto a lo que el hombre
primitivo se imagino para su mundo, ya no el que veía concretamente sino el que
se representaba en su mente.
Nuestra esencia recorre y ha recorrido una línea
quebrada, de a pedazos recta de distintos tamaños, que en cada vértice cambia
un poco su ángulo, pero persiguiendo, al fin y al cabo, su inicio. Tantos lados
de esa línea, que algunos, los más afortunados, lo recorren solo una vez en la
vida, con lo cual tendrán la inmensa alegría de sentir en sus últimos instante
la llegada a ese principio, y lo mas ежедневно,
firme para serlo yo, que toman conciencia que en esencia, su línea accidentada,
con sus vericuetos esquinados, terminan pasando una y otra vez a lo largo de la
vida por ese origen de uno.
Es posible, con el perdón de la ventura, que después
de pasar por ese comienzo, el ángulo para salir del próximo codo sea diferente
al del anterior circuito, y de ello nos tendremos que sentir fausto, pues una
alternativa, un pequeño y nuevo misterio podrá devenir. El tamaño de ese novel
paso dependerá de algún albur inexplicable, pero cada nueva sucesión de ellos
con sus escabrosos chaflanes y recovecos nos llevaran inequívocamente hacia el origen
que nos vio nacer como individuos.
Apréciese entonces, que en esa calesita plana, lo
que observamos, aun sin mucho detenimiento en la mayoría de las veces, ya nos llega
desde el pasado, pues cuando oteamos, la luz, los sentidos, que viajan a una
velocidad constante nos trae ese momento ocurrido, que nos parece y hasta
bendecimos, como una realidad instantánea, como una realidad que nos parece
ahora, pero que por designio de la física de este Mundo, o al menos de la que
entendemos como tal, hace que ese estado, esa materialidad ya nos llegue
atrasada.
Cuanta incertidumbre para un recorrido en círculo, convertido
en un polígono, a todas luces llegando tarde.