Viaje a la Luna

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Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

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lunes, 9 de febrero de 2015

GLORIAS DEL ROCK ACTUARAN EN LA HABANA
(publicado en cubadebate.cu
Por Michel Hernández)

Grandes Ligas. Todos los cubanos que llevan el rock and roll en la sangre estarán ante una oportunidad única durante este mes de febrero. La banda The Dead Daisies (Las margaritas muertas), que agrupa a figuras históricas del rock, aterrizará en La Habana para ofrecer dos conciertos: el próximo 25 en el Maxim Rock, donde además compartirá un taller con músicos cubanos, y el sábado 28 en el Salón Rosado de la Tropical.

The Dead Daisies es una de las alineaciones que resume la trascendencia de una etapa altamente significativa del rock y mantiene en pie el sonido de las bandas que hicieron época en las décadas del 70 y 80. En su núcleo se unen músicos de bandas cuya sola mención puede poner un estadio a reventar. Hablamos, ni más ni menos, que de Bernard Fowler (Rolling Stones), Jon Stevens (INXS), Richard For­tus (Guns N’ Roses, Thin Lizzy), Dizzy Reed (Guns N’ Roses), Marco Mendoza (Thin Lizzy, Whi­tes­nake) Brian Tich (Whitesnake, Ozzy Osbourne), John Corabi (Motley Crue) y David Lowy (Red Phoenix and The Angel).

La fundación de esta banda multinacional fue resultado de la unión entre el vocalista y compositor neozelandés Jon Stevens y el guitarrista australiano David Lowy en 2012. Luego, ambos músicos le cursaron una invitación a monstruos del rock and roll que desde entonces han ido itinerando por la tierra de las margaritas muertas. De­butaron con el sorprendente The Dead Daisies, un álbum en el que suenan como si sus músicos hubieran estado de gira juntos durante toda la vida y registra fuertes ecos del country, el blues, el soul y el rock de tintes más clásicos. La música de The Dead Daisies es, en resumen, el viaje hacia sus orígenes de unos músicos de indiscutible linaje que quieren traer al presente los elementos que hicieron grande el rock (por su espíritu salvaje y libertario) para patentar una música poderosa y llena de intensidad rockera, que descansa solo en su interés por crear algo distinto, fresco y novedoso, como hicieron cuando debutaron hace años con sus bandas nodrizas.

Desde que puso un pie en los escenarios, The Dead Daisies ha estado integrada, como se dijo, por varias estrellas que han alternado su trabajo en sus bandas de origen con este proyecto. Pero aho­ra va­mos a acercarnos a la carrera de estos personajes que pondrán de cabeza la escena rockera cubana cuando se asomen a la Isla. Empecemos, obviamente, por el cantante y compositor neoyorkino Bernard Fowler, conocido como el quinto Rolling Stone. Y no en vano le han estampado esa etiqueta, porque el corista de los Stones, quien además ha trabajado como productor de Herbie Hancock, Phillip Glass, Duran Duran, Michael Hutchence y Alice Cooper, representa toda la majestuosidad de la banda de Mick Jagger y en la fuerza evocadora de su voz habitan las resonancias místicas, los personajes y la imaginería de la banda inglesa, algo que no solo deja ver en sus conciertos junto a la célebre alineación, sino también en sus giras mundiales con su propia banda, con la que ha tomado como punto de partida sus raíces afroamericanas para interpretar con furia un rosario de temas de los Rolling y de otras bandas como Queen y Stone Temple Pilots.

INXS es un grupo australiano que lo alcanzó todo desde que llegó a los primeros puestos de las listas tras participar en el festival Live AID en 1985. Por aquella época arrasaba en su país gracias, entre otras armas, al contagioso carisma de su cantante Michael Hutchence, pero luego de robarse el show en el festival — que se transmitió en vivo a casi todo el mundo—, se convirtió en una de las grandes revelaciones del universo rockero con discos como Kick o X. En 1997 sufrieron un punto de quiebre con la muerte de su cantante Michael Hutchence, quien fue sustituido por John Stevens. Como vocalista de The Dead Daisies, Stevens no escatima en mostrar un performance de respeto, muy potente y robusto, en el que reposa uno de los principales atributos de la agrupación.

Cualquier seguidor del rock podrá reconocer enseguida los aportes de Dizzy Reed a los álbumes Use Your Illusion 1 y 2 de la banda estadounidense Guns N’ Roses. El tecladista se in­corporó a sus filas precisamente durante la grabación de esos legendarios álbumes y en la ac­tualidad sigue en activo con la banda, aunque su líder, AXl Rose, como se sabe, hace tiempo dejó pasar su mejor forma. El guitarrista Richard For­tus, por su lado, se incorporó en 2002 y, como Dizzy, sigue haciendo honor a la leyenda de la escudería de las pistolas y las rosas.

Como sucede con los verdaderos clásicos, todavía se escuchan en las emisoras temas como Whiskey in the Jar o The Boys Are Back in Town. Estos hits pertenecen al repertorio de la banda irlandesa más importante de todos los tiempos: Thin Lizzi, un grupo que también redefinió el rock del siglo XX tras su fundación en 1969 por Phil Lynott, a quien Bob Dylan catalogó como “un genio”. La formación, que reunió a iconos como el guitarrista Gary Moore, llamó a sus filas al bajista Marco Mendoza en 1994 y a partir de ahí el músico estadounidense de origen mexicano se ha mantenido trabajando con ella.

Brian Tich es un baterista estadounidense de largo aliento que ha trabajado junto con Ozzy Os­bourne, Foreigner, y Billy Idol. Cuando defiende tras las baquetas su puesto en The Dead Daisies salen a flote todos sus méritos como un drummer de categoría que cualquiera quisiera tener en su banda. John Corabi, por su lado, remplazó al histórico vocalista de Motley Crue, Vince Neil en 1992 y grabó en 1994 el álbum homónimo de la banda, un disco en el que estos héroes del glam metal alcanzaron un sonido más oscuro y tormentoso. Si bien no fue recibido con los brazos abiertos por la crítica más ortodoxa, confirma a Corabi como un vocalista de rock del más puro linaje.

Como se puso en evidencia, los nombres que forman esta banda hablan por sí solos. Solo basta esperar entonces que el grupo debute en La Ha­bana para ver a estos veteranos de las guerras del rock and roll y escuchar cómo suenan las margaritas muertas.

(para un  rockero como  yo,  esto es  magnífico...)