Viaje a la Luna

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Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

viernes, 21 de junio de 2019


CIENTIFICOS BAJO LA LINEA DE POBREZA
(Por Constanza Bonsignore, PAGINA12)
  

El directorio del Conicet reclamó que el gobierno nacional mejore los salarios de investigadores y becarios científicos, tras advertir que en muchos casos los estipendios “están por debajo de la línea de pobreza”. El cuerpo integrado por representantes de las distintas áreas del conocimiento aprobó por unanimidad una declaración donde ratifica su “acompañamiento a los reclamos en materia de mejoras salariales y de condiciones de trabajo que se plantean en cada uno de los estamentos del organismo y de la comunidad científica y tecnológica”, y también anunció la realización de “gestiones tendientes a revertir esta situación”.

 “La recuperación de salarios y estipendios dignos y acordes a las tareas del personal del organismo, trabajadores o becarios, como así también el pase a planta permanente de trabajadores que llevan muchos años desempeñándose bajo la figura de contratos, es un problema que requiere una solución definitiva”, plantearon las autoridades del Consejo Nacionales de Investigaciones Científicas y Técnicas. Y allí fue que añadieron: “Numerosos salarios, incluso, están por debajo de la línea de pobreza determinada por el Indec. Esta situación se refleja también en los estipendios asignados a la planta de becarias y becarios”.

Desde la asunción del gobierno de Mauricio Macri, los ingresos de los becarios e investigadores del Conicet vienen sufriendo una caída constante. Entre octubre de 2015 y diciembre de diciembre de 2019 la pérdida de poder adquisitivo de los científicos llega al 37,6 por ciento. El dato surge de un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra-CTA), que analiza la evolución de los salarios de los trabajadores del Conicet bajo la gestión de Cambiemos y concluye que este sector y el de la administración pública son “dos ejemplos de ajuste de la masa salarial implementada por el gobierno nacional que se acentuó en el marco del acuerdo con el FMI”.

El informe, elaborado por el investigador Mariano Barrera, señala que en el caso de un becario doctoral, “la pérdida de ingresos en el acumulado de los cuatro años de gestión de Macri alcanza los 121.851 mil pesos”. La pérdida oscila en torno de los 463.014 pesos para un investigador principal y de los 170.720 pesos para categoría B2 con título terciario.

El estudio indica que, para diciembre próximo, cuando concluya la gestión de Cambiemos, el financiamiento a la función Ciencia y Técnica habrá descendido un 37,7 por ciento en términos reales (en base al presupuesto actual y la inflación proyectada). Esto implica un “recorte de 28.421 millones de pesos en valores de 2019 actualizados por inflación”. Parte del ajuste, que empezó desde el inicio del gobierno, fue agravado en el 2018 por el acuerdo con el FMI y el fin del “gradualismo”.

Asimismo, la función Ciencia y Técnica sufrió una caída relevante como porcentaje del gasto total del Estado. “Mientras que en los años previos a la asunción de Cambiemos oscilaba en el 1,45 por ciento del presupuesto, en 2019 caería al 1,11 por ciento”, señala el informe.

El recorte en el presupuesto de Ciencia y Tecnología afecta de diferente manera a los organismos del sistema. La Conae fue uno de los organismos más golpeados por el ajuste: si no hay cambios antes de fin de año, su financiamiento caerá un 70 por ciento entre 2015 y 2019. Luego, le sigue el Ministerio de Ciencia y Técnica, reconvertido en Secretaría en 2018, cuyas partidas presupuestarias bajarán en un 57,5 por ciento, el Instituto Nacional del Agua con una pérdida del 46,4 por ciento y el INTI con una caída del 45,1 por ciento. En ese sentido, el Conicet es el organismo con menor recorte relativo, ya que sus partidas habrán perdido un 27,7 por ciento entre 2015 y 2019. “Se trata de una reducción de 6353 millones de pesos en valores constantes de 2019”, destaca el informe de Cifra.

Sin embargo, pese a ser el Conicet uno de los organismos con menor caída relativa, por su magnitud “explica el 22 por ciento del recorte en la Función Ciencia y Técnica, en la medida en que representa alrededor de un tercio del presupuesto general”.

Las transferencias para financiar actividades académicas y científicas sufrieron uno de los mayores recortes en el Conicet, con una caída del 76 por ciento en sus partidas presupuestarias. En tanto, las partidas de mantenimiento y funcionamiento en general, lo cual se refleja concretamente en las dificultades cotidianas que enfrentan los investigadores para realizar sus tareas, percibieron una baja del 52 por ciento.

“Así, no sólo no se expanden los fondos como estaba previsto en el Plan 2020, sino que se contraen –señala el informe de Cifra–. El hecho de que la inversión en Conicet represente apenas el 0,4 por ciento del gasto total del Estado y que el pago de servicios de la deuda sea 45 veces mayor, refleja que el desfinanciamiento es una decisión política y no económica”.

Para ofrecer una comparación con la historia reciente, el estudio da cuenta de que el ajuste salarial impuesto por el actual gobierno generó una caída salarial entre los científicos similar a la que enfrentaron tras la crisis de 2001. “En 2019 el poder de compra de la beca doctoral se situaría apenas 10 por ciento por encima del mismo nivel registrado en la crisis económica de 2002. Se trata de un retroceso de 16 años”.







Casi 2 millones de desocupados: el desempleo llegó a 10,1% en el primer trimestre y es el nivel más alto en 13 años
(Por Natalia Donato, INFOBAE)

La cifra representa un punto porcentual más que el registrado en el primer trimestre de 2018. Proyectado a nivel de la población total urbana del país, son 1.961.840 las personas desempleadas, 211. 800 más que en el mismo período del año pasado. La subocupación creció dos puntos, del 9,8% al 11,8 por ciento

Tras la fuerte caída de la actividad económica registrada desde comienzos del año pasado, cuando el PBI creció 3,6%, el desempleo volvió a ubicarse en los dos dígitos en el primer trimestre de 2019, cifras que no alcanzaba desde 2006. Según informó esta tarde el Indec, la desocupación se ubicó en 10,1% entre enero y marzo, que representa una suba de 1 punto porcentual respecto del valor del mismo período del año pasado.



Calculados en relación a la población urbana total, que se ubica, según las proyecciones del propio organismo– en torno a los 41,4 millones de personas-, había al primer trimestre 1.961.840 desempleados, lo que implica 211.800 más que los que había entre enero y marzo de 2018.

Con este número, la Argentina volvió a los registros de desempleo existentes en 2006, particularmente en el tercer trimestre, cuando fue de 10,2%. Y en el primer trimestre de ese año, el porcentaje de personas desocupadas era de 11,4%, aunque en ese momento se medían 28 aglomerados urbanos en lugar de 31.

La región con más desocupación es el Gran Buenos Aires, con 11,1%, seguida de la pampeana, que mostró un índice de desempleo del 10,2%. En tercer lugar se ubicó el noroeste, con 9,5%; y en el cuarto, la Patagonia, con 7%. La región cuyana tuvo 6,1% y el noreste, 4,5%.

De acuerdo con los datos informados hoy por el Indec, también subió fuertemente la subocupación, del 9,8% registrado en el primer trimestre del año pasado, al 11,8% este año, un porcentaje similar al que había hacia fines de 2018. Por lo tanto, son 2,2 millones de personas las que ocupadas que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestas a trabajar más horas. Respecto de los subocupados que había en el primer trimestre del año pasado, ahora hay 417.355 más.

A su vez, los ocupados demandantes de empleo (que incluye a los subocupados que demandan más trabajo) se incrementaron del 15,3% al 17,5% en un año. Son 477.695 personas que se incorporaron a esta categoría, que si se suman a los nuevos desocupados (211.800) da como resultado que actualmente hay casi 700.000 personas más buscando trabajo cotidianamente en la Argentina. Es decir que al primer trimestre, buscaban empleo 5,4 millones de personas, el 27,6% de la población urbana activa (19,4 millones), según repasó el economista y titular del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Claudio Lozano, ante una consulta de Infobae.

Según explicó el analista, entre los desocupados, "lo que prima son los despedidos por destrucción de puestos de trabajo vinculados al cierre de fábricas y comercios que se produjo en los últimos meses". Se observa un crecimiento de los desocupados de menos de un año dentro del total de desempleados y no de nuevos ingresantes al mercado laboral, agregó Lozano.

Por su parte, el economista Jorge Colina, de IDESA, remarcó que "ya comenzó a verse que el desempleo crecía a finales del año pasado" producto de que, a diferencia de otras recesiones, el empleo informal y el cuentapropismo no llegaron a compensar la pérdida de empleos asalariados formales. "Para salir de esta situación, hay que seguir bajando el déficit fiscal para poder bajar la tasa de interés, sin generar sobresaltos en el dólar. Es la única manera de reactivar", precisó el analista.



LA LLUVIA DE INVERSIONES TERMINÓ SIENDO UNA TREMENDA SEQUÍA
(Por Marcelo Zlotogwiazda, INFOBAE)


De las dos malas noticias que difundió el miércoles el Indec los datos negativos sobre el mercado de trabajo han sido los que más repercusión y cobertura mediática tuvieron. Sin embargo, una mirada macroeconómica con perspectiva más amplia lleva a la conclusión de que el resultado más preocupante ha sido la abrupta caída en el nivel de actividad. En particular, el derrumbe estrepitoso que sigue teniendo la inversión, y en menor medida la escasa reacción que vienen mostrando las exportaciones frente a la devaluación.

La mayor relevancia que se le ha dado al aumento en el desempleo y de la subocupación en el trimestre pasado no obedece a que hayan alcanzado los valores más elevados de la gestión de Mauricio Macri y los más altos de los últimos 13 años, con el 10.1% de desocupados y 11,8% de subocupados, que implican un salto de 1 y 2 puntos respectivamente en relación a igual período del año pasado. La prioridad que se le dio a estas noticias se explica por la sencilla razón de que reflejan el padecimiento de alrededor de 4 millones de personas en un aspecto central de sus vidas.

Pero esas malas noticias no son sino la consecuencia inevitable de la brusca recesiónque arrastra la economía, que en el primer trimestre del año registró un descenso interanual del Producto Bruto Interno del 5,8%, acumulando cuatro caídas trimestrales consecutivas.

Por ende, si bien la consecuencia es el dato negativo más sensible y perceptible por la población, lo más importante para el análisis está en las causas. No solamente porque la recesión es el factor determinante de la falta de trabajo ya existente, sino, además y fundamentalmente, porque el panorama que se vislumbra para la actividad económica global, y particularmente para dos variables claves de la macroeconomía, generan escepticismo sobre lo que puede ocurrir en el mercado de trabajo de ahora en más.

Si de por sí los cuatro trimestre de reducción del PBI son una muy mala noticia, la situación es aún peor cuando se observa cuál ha sido la evolución de sus distintos componentes. Lo primero a destacar es la inmensa caída en la inversión, o Formación Bruta de Capital Fijo en la jerga económica, que se desplomó un 24,6% en relación al primer trimestre de 2018.

Al revés de la lluvia de inversiones que Macri auguró durante su campaña electoral y en los primeros tiempos de su gestión, lo que está sucediendo con esa variable es una tremenda sequía. Y no se trata de una sequía circunstancial sino de una muy prolongada y profunda: ese 24,6% de retroceso interanual está precedido por una reducción del 5,7% en todo el año pasado, con dos últimos trimestres que bajaron 11,7% y 24,4%.

Tras esas gigantescas caídas, la proporción que ocupa la inversión en la generación de actividad ha llegado a mínimos históricos en la serie que publica el Indec. Tal como se observa en el gráfico, la Formación Bruta de Capital Fijo se ubicó en el 13,5% del PBI (medida a precios corrientes), bastante más abajo que el muy bajo nivel que aún registraba en 2004 o que los valores del último año del gobierno de Cristina Kirchner, y lejísimos del 19,5% que alcanzó en 2007, cuando la economía kirchnerista crecía a tasas chinas, mantenía superávits fiscal y externo, y niveles de inflación civilizados.

Del gráfico también se desprende que salvo los primeros años, la performance en materia de inversión del kirchnerismo no fue buena. La de Macri la empeoró, desperdiciando incluso la posibilidad que tuvo el Estado y la economía en su conjunto para tomar deuda con un destino productivo en lugar de sólo financiar el déficit fiscal y alimentar una obscena bicicleta financiera.

La situación es peor aún si de los componentes de la inversión se excluye la construcción(que muy poco aporta a la ampliación de la capacidad productiva) y la compra de Material de Transporte, y sólo se toma en cuenta la inversión productiva por antonomasia, que es la incorporación de Maquinaria y Equipo. La caída en el primer trimestre de este componente fue del 31,5% respecto a igual período del año pasado, con un descenso del 37,5% en la parte nacional y del 28,5% en lo importado. Los dos trimestres previos registraron descensos del 14,2% y 30,5%, y el año 2018 cerró con una baja del 6,9%.

Si no aumentan, y de manera considerable, esos niveles de capitalización, el futuro de la economía argentina es sombrío. Entre otras cosas, para pensar en un aumento perdurable en el empleo que vaya atenuando el drama de los que no tienen suficiente o nada de trabajo.

Mirando hacia adelante, el próximo gobierno tendrá la paradójica ventaja de disponer de un hándicap para poder aumentar la producción y el empleo sin necesidad inmediata de incrementar la inversión. Y eso debido a que encontrará muchos sectores con elevada capacidad ociosa. Algo similar a lo que encontró Néstor Kirchner al asumir. Pero ese hándicap se agota más temprano o más tarde, de acuerdo a la magnitud y velocidad de la recuperación de cada sector en particular. El gobierno anterior padeció ese agotamiento en la segunda mitad de sus 12 años.

En un contexto general muy malo, hay algunos sectores que escapan a la regla: sobresalen los agronegocios, la industria del petróleo y gas vinculada con Vaca Muerta, el turismo, la minería y los servicios basados en el conocimiento. Ahí sí hay inversión y futuro promisorio, incluso con proyectos orientados a la exportación.

Lo de Vaca Muerta es muy conocido, tanto en lo referido a petróleo y gas como a algunos proyectos petroquímicos en evaluación. Otro ejemplo menos conocido es el de Simplot, un joint venture entre esa multinacional estadounidense y Fabio Calcaterra, primo del presidente y hermano de quien está seriamente involucrado en un par de casos de corrupción. La sociedad que preside Fabio Calcaterra (con larga trayectoria en el negocio de la papa) inauguró el mes pasado una fábrica en Mendoza para elaborar papas fritas congeladas. En un principio emplean a 250 personas y proyectan facturar 120 millones de dólares anuales, de los cuales más de la mitad será por ventas al exterior.

Otro caso es el de Patagonian Trade Fruit, una compañía perteneciente al grupo empresario que encabeza Hugo Sánchez, el mismo dueño del complejo hotelero Bahía Manzano en Villa La Angostura, entre otros emprendimientos. Es líder en la producción de frutas en el Alto Valle, y le ha sumado kiwi en Balcarce y Sierra de los Padres. También está muy orientado a la exportación.
Una duda crucial es si con lo que exportarán ese puñado de sectores alcanza para que la Argentina revierta su recurrente escasez de dólares.

Una duda que se irá despejando con el tiempo.

Por ahora, tanto el informe del primer trimestre que difundió el miércoles el Indec donde las exportaciones sólo suben un 1,7% interanual, como las cifras del comercio exterior que muestran que las exportaciones del primer cuatrimestre no subieron nada a pesar de la gran devaluación, no justifican el optimismo discursivo del gobierno.

Porque así como sin inversión no hay posibilidad de crecer ni de aumentar el empleo,tampoco la habrá si la Argentina no resuelve su crónico problema externo.



NO SOLO DE ALEPH VIVIRÁ EL HOMBRE

Lo más basto,
es que dejaré todo sin saberlo,
apenas recordaré tu pierna tibia
sobre mi abdomen,
¿el beso tierno de mi madre cuando tuve varicela?
ya ahora lo imagino, no lo registro,
como el inicio,
tengo una vaga idea
de cómo se gesto el todo,
algunas lecturas, de corrida,
lo otro es que me preocupa, el sinpan,
la injusticia nuestra de cada día,
allí El sale del bar,
se confunde con la noche,
se parece a nosotros,
busca en la basura bajo la lluvia,
solo llega a preguntarse, donde dormirá hoy,
¿y el Estigia?, ¿Para qué vinimos?,
podemos vivir, sin ello,
lo más basto,
es que dejaré todo sin saberlo,
apenas soy el polvo sobre la mesada.