Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

miércoles, 26 de diciembre de 2018




LA ECONOMÍA CUBANA 2018-2019: Enfrentar los problemas sin renunciar al desarrollo.
(Por Alejandro Gil Fernández, leído en el blog de Iroel Sanchez "La Pupila Insomne")
  
Han tenido algunas actividades un comportamiento favorable, el caso de transporte y comunicaciones, fundamentalmente, por la actividad de comunicaciones, que tiene un crecimiento del 5,7 %; la industria manufacturera que crece un 3,7 %; el comercio, con un crecimiento del 2 %; los servicios sociales, o sea, la salud pública, con un crecimiento del 1,3 %, y la cultura y deporte con un crecimiento del 2,3 %. Estas actividades contribuyen al crecimiento de la economía del año 2018.
Y hemos tenido, a su vez, un grupo de actividades que decrecen, con respecto al año anterior, por razones que también se han venido explicando en el transcurso del año, fundamentalmente en lo relacionado con la zafra azucarera, por los impactos que ya se han explicado, básicamente climatológicos. El caso de la agricultura, por iguales razones, porque aquí hay que precisar que si bien es cierto que este año 2018 no hemos tenido grandes impactos de los eventos climatológicos, los daños que nos ocasionó el huracán Irma, que recordemos todos que fue en septiembre del 2017 y que se informó oportunamente que le costaron al país casi un poco más de 13 000 millones de pesos, están también presentes en el desempeño de la economía del 2018.
Otras afectaciones que hemos tenido este año también fueron las vinculadas con la tormenta subtropical Alberto, que nos generó daños de consideración en la agricultura.
Por lo tanto, estamos ya informando que la tasa de crecimiento que se alcanza en el año 2018 asciende al 1,2 %, cifra inferior a la que estaba prevista en el plan.
Nosotros el pasado año informamos que el Plan de la Economía para el año 2018 tenía recursos planificados para respaldar un crecimiento en el entorno del 2 %. No vamos a alcanzar ese 2 %, pero hay que decir que en el escenario actual de la economía nacional e internacional, es un resultado meritorio.
Este resultado se alcanza, además, con determinadas políticas que hemos implementado en el transcurso del año para reducir o disminuir el endeudamiento externo del país, que también es un elemento importante, porque no es lo mismo crecer la economía a partir de incrementar el endeudamiento, o sea, aumentar los niveles de actividad en un año incrementando las importaciones en base a créditos, que usted tiene que pagar a periodos futuros, que obtener un crecimiento de la economía sobre la base de la utilización más eficiente de sus propios recursos.
El nivel de endeudamiento que enfrentamos nos genera tensiones financieras con las que estamos trabajando para, con el esfuerzo que se ha hecho, ir pagando gradualmente las deudas, en lo cual se avanza y con ello se garantiza la continuidad de los suministros; pero, evidentemente, esto ha tenido un impacto en el funcionamiento de la economía, porque no hemos podido respaldar todos los niveles de importación que estaban inicialmente previstos en el plan.
Está presente también el incumplimiento del programa inversionista, que estamos estimando se cumpla en el entorno de un 85 % este año. O sea, nos quedaríamos un 15 % por debajo del plan en cuanto al programa inversionista, y no vamos a lograr el nivel previsto de generación de energía con fuentes renovables, provenientes de la biomasa, por lo que ya explicamos de la zafra. Estamos estimando cerrar al año con un 3,51 % de toda la generación de energía total del país, en base a fuentes renovables. Teníamos previsto ya alcanzar este año el 4,35 %.
Se han tomado un grupo de medidas adicionales también para el control del aseguramiento del Plan 2018, que tienen impacto en estos resultados que se alcanzan. La primera de ellas es una mayor racionalidad en las decisiones en materia de importación y otros gastos en divisas del país.
Aquí se ha avanzado en el 2018 y con más fuerza avanzaremos en el 2019, en el aprovechamiento de todas las potencialidades que tiene el país para producir nacionalmente y dejar de importar aquello que podamos producir en Cuba, con la planta que tenemos instalada, con nuestro capital humano y en las condiciones que lo podamos hacer, siempre bajo el principio de que la sustitución de importaciones tiene que ser oportuna, con la calidad requerida y con el precio adecuado, es un principio que estamos defendiendo, pero aquí se han tomado un grupo de decisiones ya asociadas a sustituir importaciones, incrementando las producciones nacionales y ubicando, en lo posible, los financiamientos en la industria para respaldar ese incremento, es una estrategia también del plan del próximo año.
La reducción del consumo de combustible y la mejora en la intensidad energética. La intensidad energética es la cantidad de toneladas de combustible que nos gastamos para producir un millón de pesos de Producto Interno Bruto en el sector productivo. O sea que este es un número, una cifra que mientras más baja, es mejor, hay más eficiencia.
Nosotros en el plan habíamos diseñado 91,2 toneladas por millón de pesos de Producto Interno Bruto, y estamos estimando obtener 89, eso es un resultado favorable, por eso digo, mientras más bajo mejor, porque te gastas menos combustible para generar el nivel de actividad que tributas al Producto Interno Bruto; pero, para nada significa que el problema que tenemos del control del combustible esté resuelto. Eso da una visión de las reservas que todavía tenemos en la economía para seguir mejorando la eficiencia de los distintos sectores productivos de la economía.
Una tercera medida a la que le hemos dado seguimiento en el transcurso del año es la utilización de los inventarios para garantizar los principales niveles de actividad del plan.  Este es un tema muy recurrente, más de una vez lo hemos intercambiado, después nos vamos a referir en el Plan 2019 con más detalles, a las medidas que estamos implementando para garantizar la utilización de los inventarios como fuente del plan del próximo año. Tampoco es un problema resuelto.
Hay un grupo de programas priorizados del país a los que se les ha dado seguimiento en el año 2018, y que tienen un resultado favorable, pudiéramos decir, y que tributan a la tasa de crecimiento de la economía, entre ellos destacamos solo algunos:  el país continúa la ejecución del programa de recuperación y desarrollo del ferrocarril. Como se conoce esto es una inversión costosa, pero muy imprescindible para el funcionamiento de la economía.
La inversión en la terminal multipropósito de Santiago de Cuba, que debe estar concluyendo ya en estos próximos días, una inversión muy importante para el país.
La ampliación de las líneas telefónicas y de los servicios de acceso de internet a la población, sobre esto se brindó información a los diputados, con más de cinco millones de cubanos con acceso a internet, y los beneficios que eso reporta a nuestra población y a la economía, en general.
La culminación de la construcción de hoteles e inicio de operaciones de varios de estos hoteles.
Se alcanza un comportamiento favorable en las exportaciones de tabaco, langosta, camarón y ron. O sea, se cumplen los niveles de producción física de estos rubros exportables que tienen un impacto importante para la economía.
Se cumplieron las producciones fundamentales que tributan al balance de alimentos, el caso del arroz se cumple el plan de producción nacional, a pesar de los impactos climáticos; el caso de los frijoles, y en la carne de cerdo que hemos tenido determinados incumplimientos en el transcurso del año, incluso, déficit ocasionalmente de este producto en los mercados también, e incremento de los precios en los mercados, la carne de cerdo, por un grupo de medidas que se han tomado se va a cumplir el plan del año. O sea, ya podemos asegurar eso, va a cumplirse el plan del año de entrega de carne de cerdo al encargo estatal que son 178 000 toneladas. Y repito –como he dicho en ocasiones anteriores–, no significa que el cumplir el plan sea el equivalente a satisfacer la demanda; pero el plan es un propósito, un objetivo a alcanzar y su crecimiento gradual es lo que nos va a permitir ir incrementando los niveles de satisfacción de la demanda de la población.
Se colocaron 188 kilómetros de redes de abasto, beneficiándose 274 300 personas por nuevos servicios.  Estamos hablando aquí del agua; 28,2 kilómetros de redes de alcantarillado, que benefician a 729 600 personas por mejoras en el servicio; 102 kilómetros de conductoras y 23,5 kilómetros de drenaje y colectores que benefician a 49 000 personas en el saneamiento.
Se va a cumplir el plan de construcción de viviendas, vamos a estar en el entorno de las 29 235 viviendas del plan estatal, y por esfuerzo propio de la población se van a terminar 10 873 viviendas. O sea, que el plan del año se cumple.
Se ha dado particular atención a las estrategias sectoriales de respuesta al Plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, lo vinculado con la Tarea Vida. Esto también tiene que ver con el crecimiento de la economía. La economía no puede crecer afectando el medioambiente, tiene que crecer tomando todas las medidas para que ese crecimiento sea armónico con el cambio climático. Ese es un fenómeno que ha estado presente en otros países que los crecimientos acelerados provocan determinados daños también que son irrecuperables.
Continúa el avance de las obras de infraestructura de la Zona de Desarrollo Mariel, eso no se ha detenido, todo lo contrario, se continúa avanzando en todo el programa de los viales internos, parcelaciones, dragado del puerto, desarrollo del ferrocarril, abasto de agua, entre otros, con un amplio programa inversionista.
Continúa creciendo gradualmente la participación de la industria nacional, nuestra, en los programas de envases y embalajes que ha tenido bastante impacto en años anteriores, este año la situación de los envases y embalajes ha sido mejor que la de años precedentes, hay algunas inversiones que se han hecho en la industria, hay que hacer más y, en ese camino estamos.
Estos resultados y este crecimiento hay que decir que se han alcanzado en medio del arreciamiento del bloqueo. Y nosotros este año hemos querido traerles a ustedes la información del costo, ya llevado a un año, calculado por metodología aprobada internacionalmente, de lo que significa para la economía el impacto del bloqueo económico, comercial, financiero y de todo tipo.
El costo es de 4 321 millones de dólares. Esto, llevado a día, para tener una idea, estamos hablando de 12 millones de dólares diarios, y nosotros, los que trabajamos el tema y manejamos las cifras, sabemos cuánto más pudiera hacer este país con 12 millones de dólares diarios. No significa para nada que no tengamos que resolver nuestras insuficiencias, nuestros problemas y explotar más eficientemente nuestras reservas internas, pero –para poner un solo ejemplo– un ómnibus de transporte público de los que utilizamos en la capital a nosotros nos cuesta 100 000 dólares, y nosotros hoy por el bloqueo estamos dejando de recibir, tenemos un impacto superior a los 4 000 millones de dólares. Cuánto más pudiera hacer este país si realmente no tuviéramos presente este bloqueo de Estados Unidos, que se critica a nuestra economía, se critican las condiciones en que la desarrollamos, pero no se revisa realmente con la profundidad que se requiere el impacto que a nosotros nos provocan las medidas del Gobierno de Estados Unidos que afectan a la economía y afectan a nuestra población.
Objetivos del Plan
El primer objetivo es emitir un plan realista y cumplible, bajo el principio de que los gastos se ajusten a los recursos disponibles y que a su vez garanticen crecimiento y desarrollo, potenciando la utilización de las reservas internas, sin incrementar el endeudamiento externo del país.
Aquí debemos aclarar algo. Usted puede plantearse ajustar todos sus niveles de gastos de importaciones, de insumos propios, internos, a los niveles de ingresos disponibles y que la economía decrezca; o sea, para nosotros sería relativamente sencillo venir aquí y decir: Bueno, hemos ajustado el plan a los niveles de recursos disponibles del país y, por lo tanto, presentamos un decrecimiento de un 3 %, un 4 % o un 10 %. Esa no es la tarea que nosotros tenemos. La tarea que nosotros tenemos es ajustar los gastos del país a los niveles de recursos disponibles, que la economía no decrezca y que, además, sigamos invirtiendo en el desarrollo; o sea, que es la tarea real que tenemos, no es otra, y en el diseño del Plan 2019 este objetivo se logra, lo cual no quiere decir que esté alcanzado, esto se logra en el plan, ahora hay que lograrlo en el día a día del trabajo y en el control de su ejecución.
Como objetivo del plan está: Asegurar un proceso inversionista eficiente, capaz de cubrir con su rendimiento los financiamientos otorgados y que respalde los programas priorizados del país. Y cuando aquí hablamos de programa inversionista eficiente, debemos señalar que este es un tema por resolver, que nosotros tenemos que garantizar que las inversiones que se hacen en el sector productivo se amorticen con su propio rendimiento, tarea no resuelta e imprescindible para el buen desempeño de la economía.
Incrementar los ingresos por exportaciones y garantizar su cobro. No basta con exportar. Lo que exportemos hay que cobrarlo, tampoco se puede exportar y no cobrar, y sobre ese tema se ha trabajado con mucho rigor ya en las últimas semanas, pero realmente no andamos bien en lo que tiene que ver con el cobro de nuestras exportaciones.
Potenciar la industria nacional con el objetivo de sustituir importaciones, buscando un mayor aprovechamiento de las capacidades productivas existentes en el país.
Lograr mayores niveles de encadenamiento productivo de la economía en general, fundamentalmente de las entidades exportadoras y de la inversión extranjera directa con nuestra industria nacional.
Garantizar los niveles de actividad que tributen al desarrollo. En la economía es verdad que hay restricciones financieras, es verdad lo que ya dijimos del bloqueo, pero tenemos que seguir invirtiendo en el desarrollo, esto es una línea estratégica fundamental, ¡fundamental!, y el Plan 2019 va en ese propósito. Les daremos las cifras ahora.
Garantizar el abastecimiento de los principales productos priorizados y una mayor presencia en la circulación mercantil minorista de productos de líneas económicas.
Las principales líneas de trabajo que hemos identificado, que más o menos tiene que ver con lo mismo que expliqué ya, pero las hemos querido sintetizar en seis líneas, que son claves para darle continuidad y seguimiento al Plan 2019, son: el incremento y diversificación de las exportaciones, esto es clave. La eficiencia del proceso inversionista y la participación de la inversión extranjera directa que, como se sabe, y ya se aprobó en los documentos rectores del Partido, no es un complemento, la inversión extranjera es un elemento indispensable para el desarrollo del país.
El análisis integral de las operaciones de importación y ejecución de los créditos. Ahí nos estamos refiriendo básicamente al hecho de revisar todas aquellas operaciones de importación que aun estando en el Plan de la Economía como importación, podemos desplazar su producción en el país sustituyendo importaciones.
La sustitución de importaciones con mayor participación de la industria nacional –está concatenado con la explicación anterior–, la gestión de las cuentas por cobrar en el exterior, que es una fuente de ingreso que debe potenciarse, nosotros tenemos que reducir obligatoriamente los saldos de las cuentas por cobrar en el exterior, de cara al próximo año, porque es una fuente que tiene la economía que ya no hay que exportarlo, ya se exportó, ahora lo que hay es que cobrarlo y disponer de ese dinero en efectivo para satisfacer las necesidades de la población.
Y la gestión de los inventarios. Sobre esto se ha hablado mucho, pero tenemos ya que ponerle número. Debo decirles que nosotros en el país estamos en el entorno entre los 24 000 y los 25 000 millones de pesos en inventarios. Cuando usted toma la información agregada de la economía, eso representa alrededor del 25 % del Producto Interno Bruto del país a precios corrientes. Nosotros estamos planificando para el año 2019 que la economía puede trabajar con una correlación entre niveles de inventarios y Producto Interno Bruto a precios corrientes de un 23 %, rebajar el 2 % de la relación entre los inventarios y el Producto Interno Bruto, le aporta a la economía 400 millones de dólares por los cálculos macroeconómicos que hemos hecho, por el componente importado que tiene el Producto Interno Bruto, que nosotros los tenemos que buscar en la eficiencia en la microeconomía, en cada entidad, en cada empresa. O sea, cuando decimos eso es que hay niveles de actividad que están en el plan, que hay que hacerlos en el plan, que los recursos no hay que importarlos ni que producirlos, los tenemos en los almacenes, y lo que se trata es de utilizarlos más eficientemente para respaldar el nivel de crecimiento del próximo año sin aumentar la importación, porque tenemos –repito– 25 000 millones de pesos en los inventarios. Es verdad que una parte de ellos son ociosos, de lento movimiento, etcétera, pero hay que tocar con la mano en todos nuestros almacenes y dondequiera que sea posible, para encontrar la posibilidad de utilización de estos inventarios y rebajar el saldo, como mínimo, al 23 %.
Para el próximo año estamos planificando, o el plan tiene recursos para respaldar una tasa de crecimiento de la economía en el entorno del 1,5 %; o sea, ligeramente también superior al alcanzado este año, ajustado, repito, a nuestros propios recursos; o sea, este 1,5 % se logra en el diseño del plan sin incrementar el endeudamiento, que después vamos a explicar qué significa desde el punto de vista del plan, y sin detener el desarrollo, o sea, ajustado a nuestros propios recursos e invirtiendo en el desarrollo y nos crea las bases, si hacemos bien las cosas y trabajamos unidos, para una tasa de crecimiento, una dinámica de crecimiento ligeramente superior a alcanzar en los próximos años.
Aquí tenemos entonces que estamos estimando crecimiento a un grupo de sectores de la economía, que es a lo que le llamamos el sector primario, o sea, que son sectores que tienen un impacto directo en la parte productiva del país:  la agricultura, la ganadería y la silvicultura, la industria azucarera, debemos tener una mejor zafra que la zafra pasada, ya de hecho está siendo así en los primeros inicios de la zafra chica; la construcción, el comercio, el transporte y las comunicaciones.  Son sectores claves, incluso sectores estratégicos del país, a los cuales les estamos planificando crecimientos de cara al Plan de la Economía del próximo año.
Repito, la tasa de crecimiento, estimada o planificada, del Producto Interno Bruto, a precios contantes, para el próximo año, o sea, los recursos que tiene el plan respaldan una tasa de crecimiento del 1,5 % para el 2019, que, además, debo decir que es una buena noticia, porque significa que el país tiene potencial para garantizar un crecimiento sin incrementar la deuda. Y vuelvo a lo que dije al principio: usted puede presentar una tasa de crecimiento del 4 %, del 5 % si tiene mucho crédito, si tiene muchas importaciones a crédito, pero después, el año que viene, el otro o el otro, esos créditos hay que pagarlos y no es lo mismo. Nosotros tenemos que garantizar un crecimiento sobre la base de que tenga un nivel de endeudamiento que sea sostenible. O sea que el nivel de endeudamiento que tiene el Plan del año 2019 es sostenible en el tiempo y tenemos que disponer de los recursos para pagarlo a su vencimiento. No podemos tomar más deudas que las que seamos capaces de pagar. Ese es un principio básico, que lo hemos llevado al plan también.
En las exportaciones estamos planificando un crecimiento del 2,2 % con respecto al plan de este año, y de un 6 % respecto al estimado. Claro, el estimado de este año es inferior al plan, ya dijimos que este año, 2018, no cumplimos las exportaciones. Por lo tanto, en el 2019 el crecimiento con respecto al estimado de este año es de un 6 %, es alcanzable y es cumplible.
Y las importaciones tienen un crecimiento con respecto al estimado de este año, pero disminuyen respecto al plan del año anterior en el 11,2 %, por eso decimos que estamos ajustando los niveles de gastos a las disponibilidades de recursos del país.
Estamos importando entre alimentos y combustibles casi 5 000 millones de dólares, que, junto con las inversiones, representa alrededor del 60 % del total de las importaciones del país. Por lo tanto, todas las inversiones que hagamos en el sector de las fuentes renovables de energía, todas las inversiones que hagamos en la producción nacional de alimentos, que nos permitan incrementar la oferta nacional y disminuir las importaciones, son una línea estratégica de trabajo principal del país; porque las facturas de alimentos y de combustible representan, junto con lo que estamos importando aquí de inversiones, pero si quitáramos las inversiones representan alrededor del 40 % del total de importaciones.
Para inversiones estamos importando el 24,5 %. Eso ilustra que no estamos para nada deteniendo el desarrollo, que se está apostando a invertir en sectores estratégicos de la economía del país y que la tarea que tenemos por delante es, entonces, hacer las inversiones bien, que se puedan pagar con su rendimiento, que se cumpla lo que dicen los estudios de factibilidad, que podamos, realmente, garantizar un proceso inversionista eficiente, y que cada dólar que nos presten para hacer una inversión lo podamos devolver en el tiempo indicado, a partir del rendimiento de esa propia inversión. Esa es la tarea, es posible y hay que hacerlo, y así está diseñado el plan del próximo año.
El nivel de endeudamiento con el que está trabajando la economía nos genera tensiones, como ya dije. Todos los que estamos aquí sabemos que en el día a día hemos estado buscándoles soluciones puntuales a determinados problemas, tenemos que establecer un nivel de prioridad, como hemos venido haciendo este año; pero, al menos, el monto de deudas que paguemos el año que viene va a ser ligeramente superior al monto de nuevos créditos que vamos a tomar, lo que significa que no vamos a incrementar el nivel de endeudamiento.
Respecto a la sustitución de importaciones, que es lo que ya explicábamos, vinculado al trabajo que hay que desarrollar para lograr una efectiva sustitución de importaciones, ventana que sigue abierta durante la ejecución de la economía y en la cual requerimos del concurso de todos, consideramos que hay una gran voluntad de avanzar en ese sentido, de los ministros, de todos los organismos, de las osde, de las empresas. Hemos venido intercambiando con muchos de ellos, y hay voluntad de avanzar, de mirarnos hacia dentro, todo aquello que podemos hacer en el país, siempre sobre la base de hacerlo de una manera eficiente y ajustada a los niveles reales que tenemos en el país, produciendo con calidad, repito, con oportunidad, porque no podemos quitar un producto de la importación, por ejemplo, para el turismo o para las tiendas, porque se va a producir en el país, y que no se produzca después, porque entonces no está ni en la importación ni en la producción nacional. O sea que esto es una tarea gradual, pero de mucho impacto y hay que llevarla a punta de lápiz, y lo que usted quite de la importación para ponerlo en industria, hay que asegurar los recursos para que la industria produzca y pueda satisfacer esa demanda.
Ya el Plan del 2019 tiene incorporados 160 millones de dólares, muy insuficiente todavía, pero 160 millones de dólares que están identificados, que el año anterior los importábamos, que este año no los vamos a importar y los vamos a producir en el país; muy inferior, hay potencial para mucho más.
El Plan de Inversiones respalda la capacidad constructiva y los balances materiales del país. O sea, está respaldado en las producciones de cemento, de áridos, de acero, no sin tensión, con mucha tensión.
Y el Presupuesto del Estado financia inversiones superiores a las del 2018. O sea, que también tiene un impacto aquí en las inversiones financiadas por el Presupuesto del Estado, fundamentalmente en infraestructuras y en otros sectores.
La clave para el próximo año, en que estamos incrementando la importación para inversiones y esa importación hay que devolverla, porque se hace con créditos, en que estamos incrementando un 20 % el Plan de inversiones respecto al 2018, aun teniendo una brecha de inversión y una brecha de infraestructuras que afecta al desarrollo del país, la clave, primero, cumplir el plan, quitarnos el problema de que año tras año tenemos que explicar que el Plan de inversiones no se cumple.
Este año, 2018, ustedes vieron que se va a quedar al 85 %; pero no este 2018, tenemos las estadísticas, la serie histórica, año tras año, el Plan de inversiones se incumple, y el propósito del Plan 2019, no solo en las inversiones, en todo, es que hay que cumplirlo. Todo lo que está en el plan es imprescindible hacerlo y, por lo tanto, el plan hay que cumplirlo, es el primer propósito que tenemos.
El segundo, y no menos importante, hacerlo bien, porque no se trata de cumplirlo desde el punto de vista monetario –que este es un tema importante. A veces cuando nos enfrentamos a los análisis de las inversiones, a ustedes les van a rendir cuenta de cómo se ejecuta el plan de inversiones –y fíjense ustedes para que vean que es así–, se plantea, bueno, el plan era cuatro millones, hemos ejecutado tres, falta uno; estamos a tanto por ciento de ejecución. Pero muy pocas veces profundizamos en el rendimiento de la inversión, y nosotros partimos de la base de que si importante es ejecutar la inversión, tan o más importante es controlar su rendimiento.
En el proceso inversionista se van a aprovechar los análisis de los resultados de los estudios posinversión, estos los hacemos en el Ministerio de Economía y Planificación, vamos a hacer algunos cambios en la constitución del Comité de Evaluación de Inversiones para buscarle un camino diferente, quizá más expedito en algunas cosas, más profundo y con más rigor en otras; pero los estudios posinversión que estamos haciendo demuestran o validan lo que estamos explicando aquí. Prácticamente no hay una posinversión que demuestre o que diga que la inversión rindió lo que debía rendir por el estudio de factibilidad, que fue aprobado y sobre el cual se pidió el crédito.
Se fortalecerá el control de la ejecución y explotación de las inversiones, pues pocas inversiones aportan –ya lo dije– con su rendimiento el valor del financiamiento empleado en su ejecución.
En el Plan de la Economía la inversión extranjera alcanza una participación del 6,2 %. Aquí debo aclarar –ya lo revisamos también con el Ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera– que si incorporamos al plan –que es un tema metodológico que tenemos que resolver nosotros– la inversión ciento por ciento extranjera, la participación de la inversión extranjera en el total de las inversiones está en el entorno de los mil millones de dólares. Todavía es insuficiente, pero eso está, más o menos, ya tributando el 10 % del total de inversiones del país. Y, como dijimos, no es un complemento, es un elemento esencial de nuestro desarrollo.
Por lo tanto, en esa brecha de inversión que ya expliqué que estamos hoy en el entorno del 11 % del pib y tenemos que llegar al 20 % o más, un peso importante lo tiene la inversión extranjera, en aquellos sectores en que nos genera beneficio y que son imprescindibles para el desarrollo económico del país. Y sobre eso se ha hablado bastante, las insuficiencias que tenemos, la demora en la concreción de los proyectos, directivas aprobadas hace años que no se llevan al plan y que no se concretan. Esa dinámica la tenemos que cambiar, por eso nosotros decimos que la economía puede crecer el año que viene un 1,5 %, mínimo, reservas tenemos para más.
Aquí viene un listado de programas priorizados que tienen respaldo, no todo lo que hace falta, pero que tienen respaldo en el Plan de la Economía del próximo año.
El programa de la vivienda y la recuperación de afectaciones por huracanes. El Programa de desarrollo del turismo, en La Habana, Varadero, la cayería norte y Holguín –inversión estratégica. El mantenimiento y recuperación de las capacidades de almacenamiento de combustible –todos los que están aquí son estratégicos, no los voy a decir uno por uno. El programa de las fuentes renovables de energía.
El programa de desarrollo de los trasvases. El programa de incremento de las capacidades constructivas, sin eso no podemos avanzar en todas las inversiones que tenemos que hacer en el país. Los programas alimentarios. El desarrollo de las obras de infraestructuras. El programa de Mariel. Y el programa de la industria biofarmacéutica y la producción de medicamentos.
Y aquí hay algunos ejemplos que ilustran también lo que estamos explicando del control del proceso inversionista. Por ejemplo, inversiones priorizadas que están en el plan del próximo año y que van al desarrollo del país y a la calidad de vida de la población: más de 4 000 nuevas habitaciones en el turismo; dos fábricas de cemento, o sea, la fábrica de cemento de Santiago de Cuba.
En el caso de los portadores energéticos, ya explicamos cuál es el nivel de intensidad energética, el consumo total de combustible equivalente para el año que viene está en 8,4 millones de toneladas, es similar al de este año. Crece la generación eléctrica un 3,2 %, obviamente, por incremento de la demanda.
El consumo total de energía eléctrica crece un 3,2 % respecto al estimado del año 2018. Hay un crecimiento del sector residencial, o sea, la población, de 4,7 % y en el no residencial del 1 %, es decir, la mayor dinámica de crecimiento la tenemos en el sector residencial.
Las inversiones en las fuentes renovables de energía estamos planificando –recuerden que ya en el 2018 dijimos que era 3,51 %– llegar el año que viene a que el 5,41 % del total de la generación de energía del país lo podamos tener ya sobre la base de la generación con fuentes renovables.
El plan del próximo año concibe una mejora energética no despreciable. Vuelvo al concepto de que la intensidad energética es la cantidad de toneladas de combustible que nos gastamos para generar un millón de pesos de Producto Interno Bruto. Y vuelvo al año 2018 que expliqué que vamos a terminar con 89 toneladas, y nosotros para el año 2019 estamos planificando 84,5  toneladas. O sea, hay una mejora de la intensidad energética, y hay que ir revisando desde enero, para ajustarnos a los niveles asignados en el plan y no empezar a gastar, gastar, gastar y después pedir porque no nos alcanza.
Porque, repito, aun con 84,5 toneladas, tenemos reservas, ¡tenemos reservas!, y es visible en los problemas que tenemos con el desvío de recursos de combustible.
Se están considerando como fuente del plan la variación de inventarios de combustible, me refiero aquí, del año 2018, que representa unas 200 000 toneladas, que lo vamos a poner como fuente del plan para disminuir la importación, y vamos a trabajar con un inventario operacional tenso, como hemos estado este año, con coberturas muy limitadas en algunos casos; pero lo imprescindible de esto es el control y ajustarnos al plan, que se puede hacer.
Esta parte ya un poco la explicamos, la importación de alimentos a través de Alimport va a ser superior, ligeramente, a la de este año, que estamos en el entorno de los 1 700 millones de dólares en alimentos, en alimentos para el balance, alimento consumo humano y consumo animal. El 31 % es alimento de consumo animal. Estamos haciendo algunas inversiones también en el país, para incrementar la producción de pienso y otros productos.
Se planifican niveles que crecen respecto a este año en el arroz, va creciendo la producción nacional de arroz. Tenemos también la ventaja del agua, y eso es sustitución directa de importaciones. La leche fluida tiene un crecimiento también de alrededor de cinco millones de litros, entre otros productos; en el pib hay crecimiento de la actividad de la agricultura y la silvicultura.
El plan de transportación de pasajeros es ligeramente superior al estimado de este año, un 1,8 %. Ahí ratificamos que eso no cubre la demanda de la población, pero hay un incremento en la transportación de trabajadores, en la transportación por taxis, en la transportación por ferrocarril con la incorporación de nuevas locomotoras, y está prevista la entrega a las provincias de 282 ómnibus Diana–este año estamos cumpliendo el plan de entrega de los ómnibus Diana– y 147 ómnibus Diana a la Empresa de Transporte Escolar. O sea, que aquí tenemos también un crecimiento con respecto a este año, aunque, repito, no llega a satisfacer la demanda.
En el caso del empleo y salario –y aquí voy a dar algunos datos del año 2018–, para el año 2018 se estima una disminución de la ocupación en 1,7 % con respecto al plan; en el sector no estatal un crecimiento del 2,7 % y a su vez la productividad y el salario medio mantienen niveles similares al plan, aun en medio de las restricciones que hemos tenido desde el punto de vista financiero. Igual proyección tenemos para el año 2019, con un incremento de la productividad de los ocupados en un 1,7 % y del salario medio en 1,3 %, manteniendo una favorable correlación salario medio-productividad.
Entonces, compañeros, el Plan 2019 cumple con la premisa de: uno, tener los gastos ajustados a los recursos disponibles, esa es una máxima. Dos, no incrementar el endeudamiento externo del país, y por eso digo y ratifico que es una muy buena noticia una tasa de crecimiento del 1,5 % bajo estas condiciones, y permitiéndonos crear las bases para, si hacemos bien las cosas, poder garantizar una dinámica superior de crecimiento en los próximos años.
Garantiza el crecimiento de la economía, ya explicamos que se invierte en el desarrollo de sectores estratégicos y, por lo tanto, no detiene el desarrollo para nada, con un incremento del 20 % con respecto a este año.


INTERROGANTE PURO

                     I
Como una luz huérfana de fuente,
sin sol
ni luna guiada,
puro fulgor de ocaso,
interrogante puro: ¿es ahora la alegría?, ¿es ahora?,
o es la otra,
la que cambia la piel, la que no piensa.

O es la otra, la que devuelve,
la que separa ramas en el fuego.
O es la otra, la que se rompe,
concienzudamente,
y arrebata un fulgor.

O es el simple fulgor de una luz,
que no sabe ni dice, y anuncia.

(Irene Gruss)


MIENTRAS TANTO

Yo estuve lavando ropa
mientras mucha gente
desapareció
no porque sí
se escondió
sufrió
hubo golpes
y
ahora no están
no porque sí
y mientras pasaban
sirenas y disparos, ruido seco
yo estuve lavando ropa,
acunando,
cantaba,
y la persiana a oscuras.




EL PLAN NUCLEAR ESTA EN RIESGO DE MUERTE
(Por Andrés J. Kreiner (*), publicado en PAGINA12)



El gobierno anterior había marcado un rumbo para el sector nuclear. Se había acordado con China hacer primero una IV Central, de tecnología llamada Candu, de agua pesada y uranio natural, siguiendo la línea histórica que la Argentina domina después de muchas décadas de grandes inversiones en recursos humanos y materiales. China financiaba el 85 por ciento de la inversión, con tasas bajas y a largo plazo, a repagar esencialmente con la energía producida por la Central. La participación de la industria nacional era muy alta en virtud de la experiencia y de las inversiones hechas tanto por el sector público como el privado. Este era un acuerdo muy favorable a nuestros intereses. Además, preveía la instalación, unos años después, de una central de uranio enriquecido de diseño chino, la así llamada V Central, que permitiría a China hacer pie en el mercado latinoamericano pero también a nuestro país incursionar en una nueva tecnología, garantizando participación nacional con un alto grado de transferencia tecnológica.

Estas dos tecnologías podrían coexistir pues de hecho pueden ser complementarias si se hace una buena planificación. En el futuro, si se desarrollara la tecnología del reprocesamiento, las centrales de agua pesada podrían aprovechar el combustible quemado por las de uranio enriquecido y seguir “ordeñándolo”.

Durante 2016 el gobierno nacional ratificó este rumbo y se ocupó, a través de documentos oficiales, de apuntalar con argumentos este plan. Argumentos que hablaban de la diversificación de la matriz energética, dándole a la nuclear un porcentaje más acorde con estándares internacionales (llevarla del 5 al 11 por ciento), y de la energía nuclear como una energía limpia (desde el punto de vista de las emisiones de gases de efecto invernadero) que permitiría a nuestro país dar un paso de relevancia para cumplir con el compromiso asumido como Estado firmante del Acuerdo de París del 2015.

Las negociaciones con China siguieron en 2017 y principios de 2018. En el ínterin hubo un evento muy negativo, asociado con la impericia del gobierno, que prácticamente de la noche a la mañana trató de tomar la decisión de instalar la V Central en la provincia de Río Negro, sin preparar cuidadosamente el terreno a través de campañas de esclarecimiento, convencimiento y búsqueda de consenso. Río Negro terminó con la sanción de una ley que prohibía la instalación en su territorio de esa central. Esto coloca a nuestro país en una situación muy delicada porque el único sitio disponible para una Central hoy es en el complejo nuclear de Atucha. Y ya se prevé que habría limitaciones que podrían impedir el emplazamiento de más de una central en ese mismo sitio. Este es un elemento limitante muy grave, que se trató de ocultar o minimizar, que probablemente contribuyó a cancelar la IV, dado que China no iba a financiar la IV sin la V.

Después del virtual default que tuvo lugar a principios de 2018, cuando los mercados internacionales le cerraron el grifo a la Argentina, el gobierno tuvo que recurrir desesperadamente al FMI, organismo dominado en buena medida por Estados Unidos. No bien se anunció el primer acuerdo con el FMI, el gobierno hizo conocer la cancelación de la IV Central, aduciendo que no estaba en condiciones de tomar compromisos de deuda adicionales. Este argumento no se sostiene en vista del despilfarro de miles de millones de dólares en manejos financieros estériles. En conclusión, el FMI y Estados Unidos vetaron la IV Central tipo Candu. El gobierno fue inclusive más allá y anunció la cancelación definitiva de la exitosa y fructífera línea tecnológica del agua pesada y uranio natural, mostrándose decidido a cometer el estrago de destruir la Planta Industrial de Agua Pesada, una joya tecnológica que colocó a la Argentina en una posición privilegiada a nivel internacional. Varios nos preguntábamos cuánto tardaría, en medio de la feroz disputa comercial y de hecho por la supremacía mundial entre Estados Unidos y China, en caerse la V Central también.

En preparación de esto, hace unos días, varios ex secretarios de energía salieron a desacreditar la energía nuclear como costosa frente a otras como la térmica (generada con el quemado de combustibles fósiles, sin importar la contaminación atmosférica con sus consecuencias sobre el calentamiento global). Esta falacia, desmentida por informes y estudios internacionales, pareció preparar el terreno tratando de atenuar el impacto de la decisión que se venía.

Esto es lo que se acaba de consumar. La sumisión frente a los intereses de Estados Unidos en su puja con China. Trump no permite que China ingrese con tecnología sensible a su patio trasero, y Macri, cuya supervivencia depende del dinero del FMI, obedece entregando uno de los pocos sectores en los cuales hemos logrado una posición respetable y competitiva a nivel internacional. Creemos entonces que una manera verdaderamente independiente de impulsar el desarrollo nuclear es realizar las obras con recursos propios, así como se hizo con Atucha II y con la extensión de vida de Embalse.

Ante la abrumadora evidencia, quedan pocas esperanzas de que el gobierno cambie la política de involución del sector nuclear. Sin embargo, aquellos que impulsamos un desarrollo tecnológico e industrial y promovemos la visión estratégica de una Argentina soberana en todos sus aspectos seguiremos bregando para que comience la construcción de la IV Central tipo Candu y para lograr que el desarrollo nuclear se transforme en una política de estado para beneficio de todos nuestros compatriotas.

(*) Secretario general de APCNEAN ( Asociación de Profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Actividad Nuclear)





"EEUU, EL ESTADO TERRORISTA NÚMERO UNO"
(Por Noam Chomsky (*), La Jornada, 03-11-2014, leido del blog de Atilio Boron)

Oficial: EU es el mayor Estado terrorista del mundo y se enorgullece de serlo. Esa debería ser la cabeza de la nota principal del New York Times del 15 de octubre pasado, cuyo título, más cortés, dice así: Estudio de la CIA sobre ayuda encubierta provoca escepticismo sobre el apoyo a rebeldes sirios.

La nota informa sobre una revisión hecha por la CIA a las operaciones encubiertas recientes para determinar su efectividad. La Casa Blanca concluyó que, por desgracia, los éxitos son tan escasos que es necesario reconsiderar esa política.

Se incluye una declaración del presidente Barack Obama de que pidió a la CIA llevar a cabo esa revisión para encontrar casos en los que financiar y proveer de armas a una insurgencia en algún país haya funcionado bien. Y no pudieron hallar mucho. Por eso Obama tiene cierta renuencia a continuar con esos esfuerzos.

El primer párrafo cita tres ejemplos importantes de ayuda encubierta: Angola, Nicaragua y Cuba. En realidad, cada uno fue una importante operación terrorista lanzada por Estados Unidos.

Angola fue invadida por Sudáfrica, que, según Washington, se defendía de uno de los más notorios grupos terroristas del mundo: el Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela. Eso fue en 1988.

Para entonces el gobierno de Ronald Reagan estaba prácticamente solo en su apoyo al régimen del apartheid, incluso violando las sanciones que su propio Congreso había impuesto al incremento del comercio con su aliado sudafricano.

Washington se unió a Sudáfrica en dar apoyo crucial al ejército terrorista Unita de Jonas Savimbi en Angola. Continuó haciéndolo incluso después de que Savimbi sufrió una rotunda derrota en una elección libre y cuidadosamente vigilada, y de que Sudáfrica le había retirado el respaldo.

Savimbi era un monstruo cuya ambición de poder había llevado abrumadora miseria a su pueblo, en palabras de Marrack Goulding, embajador británico en Angola.

Las consecuencias fueron horrendas. Una investigación de la ONU en 1989 estimó que las depredaciones sudafricanas provocaron 1.5 millones de muertes en países vecinos, sin mencionar lo que ocurría en Sudáfrica misma. Fuerzas cubanas finalmente vencieron a los agresores sudafricanos y los obligaron a retirarse de Namibia, la cual habían ocupado ilegalmente. Sólo Estados Unidos siguió apoyando al monstruo Savimbi.

En Cuba, después de la fallida invasión de Bahía de Cochinos en 1961, el entonces presidente estadunidense John F. Kennedy lanzó una campaña asesina y destructiva para llevar los terrores de la Tierra a Cuba, según palabras del historiador Arthur Schlesinger, aliado cercano del mandatario, en su biografía semioficial de Robert Kennedy, a quien se asignó la responsabilidad de esa guerra terrorista.

Las atrocidades contra Cuba fueron graves. Los planes consideraban que el terrorismo culminara en un levantamiento en octubre de 1962, que daría pie a una invasión estadunidense. Hoy día la academia reconoce que esa fue una de las razones por las que el entonces primer ministro soviético Nikita Jrushchov emplazó misiles en Cuba, con lo que se produjo una crisis que se acercó peligrosamente a una guerra nuclear. El entonces secretario de la Defensa Robert McNamara concedió más tarde que si él hubiera sido un gobernante cubano, habría esperado una invasión estadunidense.

Los ataques terroristas contra Cuba continuaron durante más de 30 años. Desde luego, el costo para los cubanos fue severo. Los recuentos de víctimas, de los que apenas si se oye en Estados Unidos, fueron dados a conocer en detalle por primera vez en un estudio del experto canadiense Keith Bolender, Voices From the Other Side: an Oral History of Terrorism Against Cuba (Voces desde el otro lado: historia oral del terrorismo contra Cuba), en 2010.

El saldo de la prolongada guerra terrorista fue amplificado por un sofocante embargo, que continúa a la fecha en desafío al mundo. El 28 de octubre pasado, la Asamblea General de la ONU avaló, por vigésimo tercera vez, la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba. La votación fue de 188 a dos (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones de subordinados isleños de Estados Unidos en el Pacífico.

Hoy día existe cierta oposición al embargo en altos estratos estadunidenses, informa ABC News, porque ya no es útil (citando el libro reciente de Hillary Clinton, Hard Choices). El experto francés Salim Lamrani pasa revista a los aciagos costos para los cubanos en su libro de 2013 La guerra económica contra Cuba.

Apenas si hace falta mencionar a Nicaragua. La guerra terrorista de Ronald Reagan fue condenada por el Tribunal Internacional de La Haya, que ordenó a Estados Unidos poner fin a su uso ilegal de la fuerza y pagar sustanciales reparaciones de daños.

Washington respondió intensificando la guerra y vetando una resolución del Consejo de Seguridad que llamaba a todos los estados –con dedicatoria a Estados Unidos– a observar el derecho internacional.

Otro ejemplo de terrorismo se conmemorará el 16 de noviembre, en el 25 aniversario del asesinato de seis sacerdotes jesuitas en San Salvador por una unidad terrorista del ejército salvadoreño, armada y entrenada por Estados Unidos. Bajo las órdenes del alto mando militar, los soldados irrumpieron en la universidad jesuita para dar muerte a los sacerdotes y a todo testigo, incluidas su ama de llaves y la hija de ésta.

Este suceso culminó las guerras terroristas de Estados Unidos en Centroamérica en la década de 1980, aunque sus efectos aún ocupan las primeras planas, en los informes acerca de los inmigrantes ilegales, que en buena medida huyen de las consecuencias de aquella carnicería y son deportados de Estados Unidos para sobrevivir, si pueden, en las ruinas de sus países de origen.

Washington también ha surgido como el campeón mundial en generar terror. El ex analista de la CIA Paul Pillar advierte sobre el impacto generador de resentimiento de los ataques de Estados Unidos en Siria, que podrían inducir aún más a las organizaciones yihadistas Jabhat al-Nusra y Estado Islámico a reparar su ruptura del año pasado y hacer campaña conjunta contra la intervención estadunidense, presentándola como una guerra contra el Islam.

Esa es ahora una consecuencia familiar de las operaciones estadunidenses, que han ayudado a propagar el yihadismo de un rincón de Afganistán a gran parte del planeta.

La manifestación más temible del yihadismo hoy día es el Estado Islámico, o Isil, que ha establecido su califato asesino en vastas zonas de Irak y Siria.
Creo que Estados Unidos es uno de los creadores claves de esta organización, asevera el ex analista de la CIA Graham Fuller, prominente comentarista sobre aquella región. Estados Unidos no planeó la formación del Isil, pero sus intervenciones destructivas en Medio Oriente y la guerra en Irak fueron las causas básicas del nacimiento del Isil, añade.

A esto podríamos agregar la mayor campaña terrorista del orbe: el proyecto global de asesinato de terroristas lanzado por Obama. El impacto generador de resentimiento de esos ataques con drones y con fuerzas especiales debe de ser bastante conocido para requerir mayor comentario.

Todo esto constituye un registro que hay que contemplar con cierto horror.



(*) Noam Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge. Su libro más reciente es Masters of Mankind: Essays and Lectures, 1969-2013.