Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

jueves, 10 de marzo de 2016

ENMIENDA PLATT



En este Mundo actual que peca de desmemoriado, y a raíz de los sucedido en la Argentina que en apenas 15 años una parte importante del pueblo (diríamos la mitad de la población) se olvido cuales eran las consecuencias de lidiar con el Neoliberalismo, esta bueno recordar un poco de Historia de Cuba, sobre todo porque dentro unos pocos días, El OBAMA aterrizará sobre "las Tierras más hermosas que ojos humanos hayan visto" (si no remitimos a Colon) y sus majestades los medios de comunicación más poderosos de la Tierra de Gardel y Le Pera acribillaran a mentiras la opinión publica con situaciones sobre el largo conflicto entre La Habana y el Imperio del Norte (por su puesto esta ultima denominación no la vas a encontrar ni por apuro, pues se ha regresado a las "relaciones carnales", que conocimos con el Menemismo).

Poco es conocido por estos lares, que la Republica de Cuba en el 1902, nacía entonces con la bota yanqui puesta sobre su cabeza y eso se lo debemos a que los Constituyentes de 1901 tuvieron que aceptar  (aunque hubieron muchos patriotas que se opusieron) un texto en la "carta magna" de entonces, conocido como la "Enmienda Platt" bajo amenaza que si Cuba no aceptaba, seguiría ocupada militarmente por los del Norte que ya lo hacían desde 1898.

Esta "Enmienda" salió directamente de las instituciones del país del norte, el 25 de febrero de 1901 el Comité de Asuntos Cubanos del senado norteamericano aprobó una enmienda insertada a la Ley de Gastos del Ejército presentada por el senador Orville Platt (de ahí el nombre de la Enmienda) y que se convirtió en un oprobio para aquellos cubanos que habían luchado DURANTE 30 AÑOS para independizarse de España.

Después de intensos y acalorados debates en la Asamblea Constituyente de Cuba (que se inauguró el 5 de Noviembre de 1900 con el discurso del Gobernador durante la ocupación norteamericana Leonard Wood) , y ante la oposición de los Estados Unidos de hacer cambios en la Enmienda, Enrique Villuendas, Gonzalo de Quesada y Diego Tamayo, integrantes de la comisión que viajo a Estados Unidos, presentaron una moción en la cual se recomendaba la aprobación textual de la ley norteamericana. La mayor parte de los delegados estimó que admitir la Enmienda Platt constituía la única forma de instaurar la república y finalizar la evacuación de la Isla por Estados Unidos.

La última votación sobre la Enmienda Platt se efectuó el 12 de junio de 1901, y el apéndice constitucional fue aprobado por 16 votos contra 11. La Enmienda se mantuvo vigente hasta 1934. El 29 de mayo de ese año se firmó un nuevo tratado de relaciones cubano-estadounidense, en el marco de la política de «Buen Vecino» instrumentada por el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt. El nuevo convenio estipulaba entre otras exigencias, al igual que el anterior, la permanencia de la base naval de Guantánamo, pero derogaba el artículo tres de la Enmienda, que establecía el derecho de intervención en la Isla

EL TEXTO DE LA DESHONRA

Que en cumplimiento de la declaración contenida en la resolución conjunta aprobada en 20 de abril de mil ochocientos noventa y ocho, intitulada "Para el reconocimiento de la independencia del pueblo cubano", exigiendo que el Gobierno de España renuncie a su autoridad y gobierno en la Isla de Cuba, y retire sus fuerzas terrestres y marítimas de Cuba y de las aguas de Cuba y ordenando al Presidente de los Estados Unidos que haga uso de las fuerzas de tierra y mar de los EE.UU. para llevar a efecto estas resoluciones, el Presidente por la presente, queda autorizado para dejar el Gobierno y control de dicha Isla a su pueblo, tan pronto como se haya establecido en esa Isla un gobierno bajo una Constitución, en la cual, como parte de la misma, o en una ordenanza agregada a ella se definan las futuras relaciones entre Cuba y los EE.UU. sustancialmente, como sigue:
I
Que el Gobierno de Cuba nunca celebrará con ningún Poder o Poderes extranjeros ningún Tratado u otro convenio que pueda menoscabar o tienda a menoscabar la independencia de Cuba ni en manera alguna autorice o permite a ningún Poder o Poderes extranjeros, obtener por colonización o para propósitos militares o navales, o de otra manera, asiento en o control sobre ninguna porción de dicha Isla.
II
Que dicho Gobierno no asumirá o contraerá ninguna deuda pública para el pago de cuyos intereses y amortización definitiva después de cubiertos los gastos corrientes del Gobierno, resulten inadecuados los ingresos ordinarios.
III
Que el Gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos pueden ejercitar el derecho de intervenir para la conservación de la independencia cubana, el mantenimiento de un Gobierno adecuado para la protección de vidas, propiedad y libertad individual y para cumplir las obligaciones que, con respecto a Cuba, han sido impuestas a los EE.UU. por el Tratado de París y que deben ahora ser asumidas y cumplidas por el Gobierno de Cuba.
IV
Que todos los actos realizados por los Estados Unidos en Cuba durante su ocupación militar, sean tenidos por válidos, ratificados y que todos los derechos legalmente adquiridos a virtud de ellos, sean mantenidos y protegidos.
V
Que el Gobierno de Cuba ejecutará y en cuanto fuese necesario cumplirá los planes ya hechos y otros que mutuamente se convengan para el saneamiento de las poblaciones de la Isla, con el fin de evitar el desarrollo de enfermedades epidémicas e infecciosas, protegiendo así al pueblo y al comercio de Cuba, lo mismo que al comercio y al pueblo de los puertos del Sur de los EE.UU.
VI
Que la Isla de Pinos será omitida de los límites de Cuba propuestos por la Constitución, dejándose para un futuro arreglo por Tratado la propiedad de la misma.
VII
Que para poner en condiciones a los EE.UU. de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los EE.UU. las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los EE.UU.
VII
Que para mayor seguridad en lo futuro, el Gobierno de Cuba insertará las anteriores disposiciones en un Tratado Permanente con los Estados Unidos.


La Revolución Cubana no fue casual, la lucha de todo un pueblo durante estos últimos 57 años por ser soberanos e independientes se baso en nuestras históricas raíces antimperiales (primero contra España y luego contra los "Yanqui"), hoy un nuevo Presidente USA se quiere acercar a Cuba, si sus intenciones siguen siendo las mismas que hace 115 años solo encontrara nuevos mambises y dudo mucho que una votación 16 a 11 como entonces.


GEORGE MARTIN
(por Silvio Rodriguez en su blog http://segundacita.blogspot.com.ar/)



Sir George Martin y familia;
Amigos presentes de la Gran Bretaña;
hermanos, compañeros, colegas,
seres que nos escuchan:

Lo primero que me nace decir es la razón que tenemos cuando sentimos gratitud por los que hacen la música. Todavía más por los que logran hacer un aporte a lo que se pudiera llamar la Gran Música, aquella no sólo capaz de hacernos silbar sino que logra convertirse en arquetipo, en el sonido que caracteriza a una época. Por esa razón nos hemos reunido aquí a dar gracias a un hombre que durante casi toda su vida ha estado respondiendo ―de distintas formas y en disímiles circunstancias―, al llamado del arte y de la música; un hombre que un buen día tuvo no sólo el privilegio sino además la valentía de formar parte de una vanguardia musical que después ganó el reconocimiento no sólo de la historia de un país, sino de esa gran Historia que compromete al mundo entero. Mencioné la palabra valentía porque hay que reconocer que George Martin entró en nuestra Historia en el instante en que creyó en cuatro jovencitos que entonces no significaban nada de lo que hoy significan; cuando aquellos muchachos sólo eran sueños por realizar y ansiedad porque alguien les diera la oportunidad de demostrar lo que valían.

Ahora, al llegar hasta aquí, me doy cuenta de que debo modificar lo primero que me nació decir. Porque en la misma medida en que es natural la gratitud por quienes hacen la música, lo es por quienes creen en los jóvenes. Por lo tanto también estamos dando gracias a George Martin por demostrar lo que sucede cuando se cree y se le da una mano al talento bisoño. Por cierto, quede incluido en esa dimensión de gratitud el Instituto Superior de Arte, a quien hoy toca el buen papel de honrar.

De pronto me viene a la memoria que en los primeros días de 1968, estrenando 21 años, perdí mi empleo de conductor de un programa de televisión por elogiar precisamente la música que en ese entonces ayudaba a elaborar el Sr. Martin. Es una coincidencia. A pesar del tiempo transcurrido, recuerdo con bastante nitidez lo que aquella noche comenté ante las cámaras: “los Beatles son admirables porque han borrado la frontera entre la música popular y la música sinfónica”. A mi no me habían gustado mucho las primeras grabaciones de The Beatles, pero me empezaron a interesar a partir de Rubber Soul y sobre todo de Revolver. Yo dije aquello porque acababa de escuchar Sargent Pepper, hoy día un disco de culto, un paradigma sonoro de aquellos chicos de Liverpool y, sin dudas, de su productor musical, el Sr. George Martin. Entonces no podía imaginar que, 34 años más tarde, iba a tener la oportunidad de dar gracias, personalmente, a uno de los autores materiales de aquella proeza que todavía se celebra.

George Martin nació en Holloway, al norte de Londres, en una humilde familia. Cuentan que aprendió a tocar el piano solo y que desde muy joven organizó grupos musicales. A él y a su generación le tocaron durezas ejemplares: siendo un adolescente prestó servicios de observador para la Fuerza Aérea británica, durante la Segunda Guerra. Ya entonces el joven George era un amante de las iniciativas y soñaba con inventar algo digno de presentar al mundo, quizá un avión aún más rápido que el Spitfire frente a los nazis. Sin embargo me parece que cuando continuó escuchando el llamado de la música, después de la guerra, estaba fundando verdaderas maravillas, ya que así pudo convertirse en uno de los seres humanos que puso al mundo de acuerdo respecto a lo que es la calidad musical.

Es de suponer que todos somos capaces de disfrutar de una buena grabación, y por supuesto de la música, pero se conocen pocos detalles de lo compleja que puede ser una buena producción discográfica. Se trata de un trayecto que empieza por saber escuchar, analizar y escoger el material sonoro. Después a veces hay que construir sobre lo virgen, pero es un pecado desvirtuarlo. Siempre he escuchado decir a grandes músicos que ellos no son arregladores sino orquestadores, que la materia prima original contiene implícitas las ideas para su desarrollo. Puede ser que la maestría en este sentido consista en saber distinguir los contracantos y otras sonoridades que son inherentes a un tema, elementos que permiten proyectar una orquestación. Creo que en el caso del productor integral que es George Martín, o sea que no sólo aporta ideas sino que además orquesta y compone, la palabra Maestro está muy bien empleada. También pienso que hay que ser sabio y lúcido para introducirse en la esencia de una música ajena, incorporar riquezas y salir limpiamente, sin que esa incursión parezca intromisión. No hay dudas de que Yesterday es una de las canciones más bellas que se recuerdan, pero la eficacia del cuarteto de cuerdas sugerido por el Sr. Martin está también viajando la eternidad. Lo mismo sucede con la atmósfera, entre evocativa y misteriosa, lograda enStrawberry Fields, también con la Inauguración (con mayúscula) que significa A Day in a Life y gran parte del trabajo que realizó con The Beatles. Aún sin conocer las interioridades de ese trabajo de tantos años y de tantas canciones, cabe conjeturar que una de las funciones del Sr. Martin consistió en favorecer la caracterización que seguramente ya traía consigo cada tema compuesto por aquellos talentos. Esto sin dudas contribuyó a diferenciar tanto los discos como las canciones entre sí. Por eso resulta verdaderamente ejemplar como la formación de este músico fue puesta al servicio de una trayectoria musical que es un arquetipo de diversidad y al mismo tiempo de coherencia.

Luego de su servicio militar, Martín estudió composición y orquestación de música clásica en la Escuela de Música Guildhall, de Londres. Su primer trabajo, después de graduarse, fue en la biblioteca de música de la BBC, donde es de suponer que continuó engordando su aprendizaje. Entró en la industria musical como asistente en 1950, en EMI Parlophone Records, y pronto lo hicieron responsable de las grabaciones de la producción clásica. Trabajó con artistas como Stan Getz y Judy Garland, estableciéndose, además, como productor de música de  jazz y ligera. Siempre inquieto buscaba hacer aportes, en un esfuerzo por mejorar lo que entonces se conocía como el sello junk, de la EMI, y  entonces logró producir una triunfante línea de grabaciones de comedias, con actores de primera línea, que fue conocida como The Goon Show. George Martin ha realizado con mucho éxito música para cine, ha fundado estudios de grabaciones y ha trabajado con los cantantes, actores, directores y músicos más célebres y prestigiosos del mundo occidental. Ha producido 700 grabaciones de las que al menos 30 temas resultaron número 1 en Gran Bretaña. La última de ellas, cuando anunciara su retiro, resulto ser el sencillo más vendido de toda la historia discográfica, dedicado a Lady Di.

Un disco es un viaje emocional donde podrá haber todo tipo de paisajes, pero donde la dramaturgia siempre nos debiera invitar a seguir escuchando. Por eso un buen disco es semejante a un argumento, a una exposición, a una tesis, a una historia bien contada. Haciendo esta labor para su propio goce y para el disfrute de todos, siendo ejemplar en ella, el joven George Martin, que deseaba inventar algo digno del mundo, se transfiguró en revelador de maravillas, en mago, en sabio, en alquimista, en duende del traspatio que sabe los nombres secretos, desarma cerrojos y nos presenta a ese susto encantado que solemos llamar belleza.

Estamos ante un hacedor, ese es el signo de esta vida, y esa causa sabemos que merece alabanza, sobre todo cuando existen fuerzas muy poderosas empeñadas en deshacerlo todo. Por eso el Sr. Martin ha recibido premios y distinciones, por eso lo aman en todas partes, por eso lo queremos nosotros, los cubanos.

Entonces ahora, con respeto ―pero sin almidón―, como tributo a la gloria de una dimensión humana dedicada a crear el bienestar de la belleza y a regocijarse y a regocijarnos con ello, quiero que todos los presentes me ayuden a improvisar una canción para nuestro querido amigo. La orquestación debe ser la de nuestras voces. Sólo es necesario que coronen estos nombramientos con una palabra.
  
George Martin, señor de los sonidos,
                                                             alabanza.
George Martin, encendedor de estrellas,
                                                             alabanza.
George Martin, abridor de caminos,
                                                             alabanza.
George Martin, curador de soledades,
                                                             alabanza.
George Martin, cómplice de enamorados,
                                                             alabanza.
George Martin, sembrador de recuerdos,
                                                             alabanza.
George Martin, compañero del canto,
                                                             alabanza.
George Martin, amigo de la audacia,
                                                              alabanza.
George Martin, hijo de los humildes,
                                                             alabanza.
George Martin, barredor de fronteras,
                                                             alabanza,
                                                             alabanza,
                                                             alabanza.

                                                              
Muchas gracias.


Silvio Rodríguez Domínguez

La Habana, Cuba, 1º de noviembre, 2002.



TODAS LAS VOCES TODAS

...Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo
cultivo una rosa blanca.
(José Martí, "Cultivo una Rosa Blanca")


El Perla no aguanta más
(Por Ruslan en su blog EL COLIMADOR http://elcolimador.cubava.cu/)
Cuando tras las lluvias sale el sol y aparecen las grúas y la cinta amarilla de la PNR no es una buena noticia para los vecinos. Casi siempre (que c… casi siempre, siempre) es sinónimo de que ha llegado la hora de alijar el bulto y salir en busca de nuevos techos.
Así les ha sucedido a los residentes del antiguo hotel Perla de Cuba que desde el fin de semana pasado han recibido el mandato municipal de ir bajando de los pisos cuatro y cinco del edificio porque, finalmente, se va a demoler. Es la crónica final de una muerte anunciada pues el dictamen de “inhabitable” pesa sobre el añejo inmueble desde hace más de veinte años.
Así se sumara pronto el Perla a otros venerables desaparecidos de la primera era dorada de la hostelería en Cuba como el Isla, el San Luis, el Alamac, el Nueva York o el Regina de los que sólo nos quedan los recuerdos y las fotos.