ENMIENDA PLATT
En este Mundo actual que
peca de desmemoriado, y a raíz de los sucedido en la Argentina que en apenas 15
años una parte importante del pueblo (diríamos la mitad de la población) se
olvido cuales eran las consecuencias de lidiar con el Neoliberalismo, esta
bueno recordar un poco de Historia de Cuba, sobre todo porque dentro unos pocos
días, El OBAMA aterrizará sobre "las Tierras más hermosas que ojos humanos
hayan visto" (si no remitimos a Colon) y sus majestades los medios de comunicación
más poderosos de la Tierra de Gardel y Le Pera acribillaran a mentiras la opinión
publica con situaciones sobre el largo conflicto entre La Habana y el Imperio
del Norte (por su puesto esta ultima denominación no la vas a encontrar ni por
apuro, pues se ha regresado a las "relaciones carnales", que
conocimos con el Menemismo).
Poco es conocido por estos
lares, que la Republica de Cuba en el 1902, nacía entonces con la bota yanqui
puesta sobre su cabeza y eso se lo debemos a que los Constituyentes de 1901 tuvieron
que aceptar (aunque hubieron muchos
patriotas que se opusieron) un texto en la "carta magna" de entonces,
conocido como la "Enmienda Platt" bajo amenaza que si Cuba no
aceptaba, seguiría ocupada militarmente por los del Norte que ya lo hacían
desde 1898.
Esta "Enmienda" salió
directamente de las instituciones del país del norte, el 25 de febrero de 1901 el
Comité de Asuntos Cubanos del senado norteamericano aprobó una enmienda
insertada a la Ley de Gastos del Ejército presentada por el senador Orville
Platt (de ahí el nombre de la Enmienda) y que se convirtió en un oprobio para
aquellos cubanos que habían luchado DURANTE 30 AÑOS para independizarse de España.
Después de intensos y
acalorados debates en la Asamblea Constituyente de Cuba (que se inauguró el 5
de Noviembre de 1900 con el discurso del Gobernador durante la ocupación
norteamericana Leonard Wood) , y ante la oposición de los Estados Unidos de
hacer cambios en la Enmienda, Enrique Villuendas, Gonzalo de Quesada y Diego Tamayo, integrantes de la comisión que viajo a Estados Unidos, presentaron una moción
en la cual se recomendaba la aprobación textual de la ley norteamericana. La
mayor parte de los delegados estimó que admitir la Enmienda Platt constituía la
única forma de instaurar la república y finalizar la evacuación de la Isla por
Estados Unidos.
La última votación sobre la
Enmienda Platt se efectuó el 12 de junio de 1901, y el apéndice constitucional
fue aprobado por 16 votos contra 11. La Enmienda se mantuvo vigente hasta 1934.
El 29 de mayo de ese año se firmó un nuevo tratado de relaciones
cubano-estadounidense, en el marco de la política de «Buen Vecino»
instrumentada por el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt. El
nuevo convenio estipulaba entre otras exigencias, al igual que el anterior, la
permanencia de la base naval de Guantánamo, pero derogaba el artículo tres
de la Enmienda, que establecía el derecho de intervención en la Isla
EL TEXTO DE LA DESHONRA
Que
en cumplimiento de la declaración contenida en la resolución conjunta aprobada
en 20 de abril de mil ochocientos noventa y ocho, intitulada "Para el
reconocimiento de la independencia del pueblo cubano", exigiendo que el
Gobierno de España renuncie a su autoridad y gobierno en la Isla de Cuba, y
retire sus fuerzas terrestres y marítimas de Cuba y de las aguas de Cuba y
ordenando al Presidente de los Estados Unidos que haga uso de las fuerzas de
tierra y mar de los EE.UU. para llevar a efecto estas resoluciones, el
Presidente por la presente, queda autorizado para dejar el Gobierno y control
de dicha Isla a su pueblo, tan pronto como se haya establecido en esa Isla un
gobierno bajo una Constitución, en la cual, como parte de la misma, o en una
ordenanza agregada a ella se definan las futuras relaciones entre Cuba y los
EE.UU. sustancialmente, como sigue:
I
Que
el Gobierno de Cuba nunca celebrará con ningún Poder o Poderes extranjeros
ningún Tratado u otro convenio que pueda menoscabar o tienda a menoscabar la
independencia de Cuba ni en manera alguna autorice o permite a ningún Poder o
Poderes extranjeros, obtener por colonización o para propósitos militares o
navales, o de otra manera, asiento en o control sobre ninguna porción de dicha
Isla.
II
Que
dicho Gobierno no asumirá o contraerá ninguna deuda pública para el pago de
cuyos intereses y amortización definitiva después de cubiertos los gastos
corrientes del Gobierno, resulten inadecuados los ingresos ordinarios.
III
Que
el Gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos pueden ejercitar el
derecho de intervenir para la conservación de la independencia cubana, el
mantenimiento de un Gobierno adecuado para la protección de vidas, propiedad y
libertad individual y para cumplir las obligaciones que, con respecto a Cuba,
han sido impuestas a los EE.UU. por el Tratado de París y que deben ahora ser
asumidas y cumplidas por el Gobierno de Cuba.
IV
Que
todos los actos realizados por los Estados Unidos en Cuba durante su ocupación
militar, sean tenidos por válidos, ratificados y que todos los derechos
legalmente adquiridos a virtud de ellos, sean mantenidos y protegidos.
V
Que
el Gobierno de Cuba ejecutará y en cuanto fuese necesario cumplirá los planes
ya hechos y otros que mutuamente se convengan para el saneamiento de las
poblaciones de la Isla, con el fin de evitar el desarrollo de enfermedades
epidémicas e infecciosas, protegiendo así al pueblo y al comercio de Cuba, lo
mismo que al comercio y al pueblo de los puertos del Sur de los EE.UU.
VI
Que
la Isla de Pinos será omitida de los límites de Cuba propuestos por la
Constitución, dejándose para un futuro arreglo por Tratado la propiedad de la
misma.
VII
Que
para poner en condiciones a los EE.UU. de mantener la independencia de Cuba y
proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de
Cuba venderá o arrendará a los EE.UU. las tierras necesarias para carboneras o
estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el
Presidente de los EE.UU.
VII
Que
para mayor seguridad en lo futuro, el Gobierno de Cuba insertará las anteriores
disposiciones en un Tratado Permanente con los Estados Unidos.
La Revolución Cubana no fue
casual, la lucha de todo un pueblo durante estos últimos 57 años por ser
soberanos e independientes se baso en nuestras históricas raíces antimperiales
(primero contra España y luego contra los "Yanqui"), hoy un nuevo
Presidente USA se quiere acercar a Cuba, si sus intenciones siguen siendo las
mismas que hace 115 años solo encontrara nuevos mambises y dudo mucho que una votación
16 a 11 como entonces.
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