Viaje a la Luna

Viaje a la Luna

Una memoria a mis antepasados, a mis vivencias...unos versos de futuro.

QUIEN NO SE OCUPA DE NACER SE OCUPA DE MORIR

jueves, 13 de febrero de 2014


…Ya no hay tiempo más perdido
ni futuro prometido
ya no queda... sólo falta un poco más
descerebrándome el corazón
sobreviviéndome la próxima mitad.

Estaba muy nervioso antes de subir al escenario, había practicado hasta el cansancio y ya la ducha no era suficiente para repetir a cada rato …”Mortales ingredientes armaron al Mayor…”, me había vestido con un pantalón blanco, camisa a cuadro carmelita y tenis sin medias, a mi lado me acompañaría con la guitarra, un zurdo tocando, un simple muchacho como yo, pero con cabeza hecha de poesía y cabellos largos (que yo no podía llevar), junto a una insipiente barba de adolecente.

Salí a las tablas del Teatro del Preuniversitario “Cepero Bonilla” ante una multitud que gritaba a coro mi nombre, mas en joda, que en serio, por verme cantar, aquel flacucho desconocido por entonces con su guitarra y una silla en mano se acomodo delante del micrófono, los gritos continuaban y a mí me subió un calor desde el estomago que pensé que no podría pronunciar palabra…hasta que la mano izquierda de aquel juglar toco los primeros acordes,…el silencio se hizo prolijamente sepulcral  y mi vos despacho como pudo “…El hombre se hizo siempre de todo material…”

Yo “cante” junto a Santiago Feliú, si se puede definir aquello que hice aquel 7 diciembre de 1978, en el Cepero Bonilla de la Víbora, cuando delante de mis compañeros de entonces se me dio por entonar “El Mayor” de Silvio Rodriguez.

Pero la historia había comenzado mucho antes cuando Isabel (“Bocaza” como le llamábamos con “cariño”) decidió organizar un Festival de la Nueva Trova en el Pre, ella conocía personalmente a alguien que cantaba canciones de Silvio y también tenía sus propias creaciones. Yo que me anotaba en todas y que me sabia inútil, en todas también, lo mismo me anotaba para un partido de básquet, que para la marcha de los 62 km, y ¿por qué no para cantar?, si lo hacía “perfecto” en la ducha de mi casa y de eso podía dar crédito mi santa madre que me aguantaba las mil y una….Entonces un día, tipo cinco de la tarde se apareció Isabel con el cantante que nos ayudaría a organizar y decidir que canciones cantar y quienes las interpretaría. Cuando lo vimos tocar la guitarra al amigo de Isabel de apenas 16 años, comprendimos que estábamos en presencia de un ser talentoso. Feliú con una modestia y sencillez increíble me ayudo a buscarle el tono a “El Mayor”, sabiendo él y yo, que lo mío ni por asomo era el canto.

Pero de aquella ocasión guardo otro recuerdo singular. En aquel salón que en tiempo atrás había sido una pequeña capilla y que luego se convirtió en Teatro de actos del “Cepero”,  nos reuníamos en círculo  muy cerca del escenario para ensayar y también para deleitarnos escuchando algunas de las primeras creaciones del desconocido Santiaguito de entonces o para que nos regalara una buenísima interpretación de alguna canción de Silvio.

“ Se le caen los dientes a mi barba…” fue una de esas frases que recuerdo que formaban parte de una de las canciones que estaba creando por entonces, la compartió con nosotros y hasta nos convoco a buscar ideas…Por supuesto mi incursión en la Nueva Trova duro lo que dura un merengue a la salida de un colegio, fue mi último contacto personal y privilegiado con quien dos años más tarde, en 1980, seria conocido por todos, gracias a la interpretación de “Para Bárbara” por Silvio Rodriguez en el Concurso “Adolfo Guzmán”.

Se nos ha ido un talentoso interprete y un ser pensante, que se trataba de comprender a si, justamente sobre la mitad…

…Parecido todavía,
confirmándome de vida,
siempre en falta de dinero, siempre igual:
descerebrándome el corazón,
justamente sobre la mitad…
 


…La vida es más que menos,
si se descubre a tiempo,
que todo lo tremendo y lo
terrible de estos días...
son las venas del recuerdo…